Instagram envía una carta de cease and desist a uno de sus socios de confianza, una compañía llamada HYP3R dedicada al geomarketing que extraía mediante scraping millones de datos de las publicaciones de los usuarios en la red social y las comercializaba directamente a sus clientes.
La compañía, que captó 17 millones de dólares en inversión a finales del pasado año y recibió uno de los premios a la innovación de Fast Company, afirma no haber violado ninguna regla de la plataforma, y ha anunciado una reunión con Facebook la semana que viene. Su reacción no resulta en absoluto sorprendente: basta con ver el vídeo que tienen en su página para entender a qué se dedican. Que Facebook pretenda estar sorprendida con lo que hacen es algo, en efecto, sorprendente. Prácticamente cualquiera en el mundo se habría dado cuenta de lo que esa compañía hacía operando en Instagram, no parece que pretendiesen engañar a absolutamente nadie. Pero hasta ahora, nadie en Facebook, por supuesto, se había parado a pensar en ello. Lo que sería obvio para absolutamente cualquiera no lo era para alguien que se dedica a operar la mayor plataforma de información de usuarios de todo el mundo.
El problema es el de siempre, el mismo que ocurrió con Cambridge Analytica y con muchos otros casos menos divulgados y conocidos: que una plataforma en situación de obtener muchísimos datos de sus usuarios opere de manera completamente irresponsable, sin reglas claras y sin ningún tipo de control, y construya un enorme y muy rentable ecosistema en el que cualquiera pueda obtener prácticamente cualquier dato de los usuarios y hacer con él lo que le dé la gana.
Si eres usuario de Instagram, tienes que aceptar que la información de geolocalización de tus publicaciones haya sido extraída de la plataforma mediante herramientas de scraping por una compañía a la que nunca diste ningún tipo de autorización y que probablemente ni siquiera conoces pero que era un socio de confianza de Facebook, y que se ha dedicado a venderla a sus clientes, a informar a esos clientes sobre tus hábitos y sobre dónde estabas en cada momento, para que esos clientes pudiesen lanzarte sus mensajes en el momento más adecuado. Una compañía que nunca ha ocultado sus intenciones, que se publicita como dedicada a este tipo de actividad, y que ahora, sorprendida cuando Facebook le envía una carta diciéndole que no puede hacer eso, reacciona diciendo que nunca ha roto ninguna regla. Por supuesto… es que no había reglas como tales, no había controles, simplemente una plataforma gestionada de manera completamente irresponsable.
A falta de más aclaraciones por parte de Facebook, lo que presuntamente ha ocurrido es lo de siempre: que un socio al que indebidamente se han concedido unos privilegios determinados se ha dedicado a explotarlos, como era lógicamente de esperar. Solo cuando alguien en Facebook se ha parado a pensar que «posiblemente, ese uso no fuese adecuado» y que, a lo mejor, algún usuario podría darse cuenta y protestar por esa comercialización de sus datos por parte de un tercero, se han decidido a intentar parar el tema. Una demostración más de que a Facebook, en realidad, sus usuarios le preocupan entre poco y nada, porque no los ve como personas, sino como materia prima, como el producto que comercializa, sin más. Que en su plataforma puedan operar todo tipo de compañías y extraer sin control todo tipo de datos no es un problema, es una característica del sistema. Como dicen los desarrolladores, «it’s not a bug, it’s a feature«. La plataforma sigue funcionando como su fundador sabía que funcionaba cuando empezó a operarla: usuarios presuntamente idiotas que le entregan sus datos como si confiasen en él de toda la vida, para que haga con ellos lo que le dé la gana. Que esos datos sean después recopilados por «socios de confianza» y vendidos al mejor postor, al margen de cualquier tipo de reglas o de consentimientos no es un problema de Facebook, que simplemente opera la plataforma.
Si quieres, puedes pensar que la culpa es de esos usuarios que, sin pensarlo, comparten fotografías con su localización exacta en ellas para que cualquiera las pueda ver. Por supuesto. ¿no? ¿Quién iba a pensar que una compañía como Facebook permitiría que cualquiera, etiquetado como presunto «socio de confianza», extrajese todos esos datos y los vendiese a quien le diese la gana? Eso no se le ocurre a nadie, ¿no? Si piensas que lo natural es que una compañía con semejante capacidad de extraer datos someta a sus socios a algún tipo de control o, simplemente, se plantee qué diablos hacen en su plataforma y en qué consiste su negocio, estás muy equivocado. El mundo de Zuckerberg no funciona así. En el mundo de Zuckerberg, los problemas que serían obvios para cualquiera solo surgen cuando no queda nadie en el edificio que no se haya dado cuenta de ellos. Y por supuesto, cuando ya no tienen remedio.
Con Facebook estamos siempre en la misma situación: una persona carente de experiencia directiva más que la que ha obtenido en el único puesto que ha ocupado, que jamás ha respondido a nadie ni aprendido de nadie, que nunca ha tenido más reglas que las que él mismo ha dictado, y que gestiona su imperio sin ningún tipo de control. Ahora, en un nuevo episodio más de los muchísimos que habrá y que de los cuales, la inmensa mayoría, nunca llegaremos a conocer, nos enteramos de que nuestros movimientos por el mundo han sido sistemáticamente recopilados, procesados y vendidos a marketers para que nos hiciesen publicidad basada en nuestra geolocalización. ¿Qué podría salir mal?
This article was also published in English on Forbes, «Facebook: what happens when you run a social platform without rules«
Que sí, Gorki, que hoy tocaba Facebook…
¡Cierto!, Hoy toca Facebook
Lo escalofriante del caso no es que se lo vendan a marketers. Es publicidad molesta e invasiva, pero no es un perjucio mayor (supuestamente)
Lo realmente escalofriante sería que esos datos se lo vendieran a un Estado, el nuestro o no.
Imagina por ejemplo que un Gobierno quisiera esos datos para cotejar los de Hacienda o la Seguridad Social para buscar fraude fiscal o en bajas laborales
El link es humorístico, pero da una idea de lo que quiero decir.
https://www.elmundotoday.com/2018/05/mas-de-la-mitad-de-espanoles-son-multimillonarios-segun-un-estudio-de-instagram/
Lo escalofriante es que cualquiera, sea una empresa, un estado, un grupo terrorista o una secta religiosa, pueda, sin ningún tipo de control aparente, convertirse en «socio de confianza» de Facebook, y hacer lo que le dé la real gana con los datos de sus usuarios.
Exacto, lo has explicado mejor que yo, sin tanta ironía.
Y también me parece bastante ilustrativo el uso de los usuarios/as en Instagram, que viene muy a pelo con el link anterior que he dejado. Algo que es para crear otro debate interesante.
Por conocimiento de causa. Bucear en la mayoría de mis seguidores/as en mi perfil corporativo es encontrarte con un catálogo de chicas/os mostrando cacho para conseguir likes y comentarios de admiración, en un rango de edad desde los 15 a los 50 años.
Ayer comparaba con una amiga en una terraza la diferncia de la época de las Mama Chicho y similares en Televisión y la actual. Mi amiga defendía que esa época sexualizada ya pasó. Yo le indicaba que las Mama Chicho de hoy están en Instagram, le enseñé mi cuenta corporativa y alucinaba pepinillos. con lo que un/una particular sube en sus perfiles hoy en día.
Perdón, le día a enviar sin querer. y falta algo importante.
¿Cómo va a preocuparse esta gente de la comercialización de sus datos? Si lo único que quieren es lucir palmito, y conseguir admiración y fardar de los lugares en los que viven.
No puedo entender que te preocupe que un gobierno utilice los datos de Intagram y en cambio te parezca normal que investigue los datos de tu nómina y tu cuenta corriente. Ante Hacienda, todos por sistema somos en principios culpables de fraude, no hay que demostrar culpabilidad, somos nosotros los que tenemos que demostrar nuestra inocencia.
No he dicho que no me preocupe que me considere culpable a priori.
Me preocuparia que investigara también en tus perfiles sociales para tratar de demostrarlo ante un juez, por ejemplo.
Saludos
Repito, que no es Hacienda quien tiene que demostrar tu culpabilidad, sino que eres tu, quien tiene que demostrar su inocencia y no ante un juez, sino ante un Inspector de Hacienda, que lógicamente es juez y parte.
Lo que ha hecho esa empresa ha sucedido sin la autorización de Facebook.
No son socios comerciales, y por eso se les ha enviado un requerimiento de desistimiento de esa actividad. Sucede exactamente lo mismo en Twitter, con el scrapping de datos de los usuarios sin su consentimiento.
También sucedería con cualquier pagina web que utilice un formato de datos estándar. Y al ser susceptibles de considerarse de carácter personal, HYP3R estaría infringiendo el GDPR en la Union Europea, y se enfrentaría a sanciones bastante considerables.
De hecho, se asemeja a lo sucedido con Cambridge Analytica en que, Facebook no tiene nada que ver con el empleo de esos datos, e infringe las propias condiciones de uso de la empresa.
Ahora, que existe una especie de fobia a empresas como Facebook, Google o Amazon, eso es evidente.
Y tiene que ver con los mismos elementos y resortes con los que se hizo campaña a favor del Brexit, el rechazo a lo extraño o ajeno.
Las historias de conspiración y sobre que Facebook está detrás del Área 51 y del flúor en el agua, son el alimento espiritual de un montón de personas, desde luego.
Vamos a jugar;
En qué se diferencian Cambridge Analytica y Graphext, por ejemplo. ¿Cuáles son las vinculaciones políticas de esas empresas? porque, parecen jugosas.
Quiero que comparezcan en una comisión de investigación.
Para aclarar el uso de los datos de los usuarios de Twitter y su scrapping de uno de los elementos más protegido por la ley, la filiación política de los mismos.
Bueno, sí que es fácil es jugar a esto, vaya.
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Disclaimer.
(Hey, Vox, aquí,)
Esyoy absolutamente seguro que si lo que hizo Cambridge Analytic, lo hubiera hecho a favor de la Clinton, todos, (yo el primero), estaríamos aquí celebrando la habilidad de la Clinton, en «parar los pies» Trump, como se celebró la habilidad de Obama en el uso de las Redes Sociales, cuando salíó elegido por primera vez.
Sí, la objetividad, o algo parecido, y el tan cacareado «sentido común» brillan por su ausencia cuando la «genialidad» (trampa, truquito, llámalo como quieras) lo hace el de nuestra misma cuerda; eso sí, si el mismo comportamiento lo realiza el que no piensa como nosotros, entonces nos ponemos moralistas. y nos lanzamos a degüello.
Está muy bien jugar al «todos son iguales» pero la realidad es que Obama, en su campaña en las redes sociales, no se dedicaba a difundir fake news ni a insultar y criminalizar a todos los que no pensaran como él.
Así es! +1
Y yo sigo pensando que no hay mayor imbecilidad que la soportada por la mayoría de internautas que manejan Istagram.
Facebook es miserable en su comportamiento, pero pienso que nació para rentabilizar la imbecilidad de los universitarios de Harvard. Y en Harvard no hay tanta imbecilidad como en Instagram, pero tampoco se lucen por ser homo sapiens de primera línea. Salvo que la humanidad piense que la naturalez llegó al homo sapiens, para que luciera en Wall Street, por ejemplo.
¡Por favor!…. Donde esté la Universidad Epañola con sus Nobel de Economía que se quite Hardvard ,…
Esto son pormenores.
Si dejamos de comer carne, nos compramos un coche eléctrico y votamos al Obama o Clinton de turno, esto va para arriba seguro. Ya si borras Facebook y dejas que Google te de el nodo, te conviertes es el perfecto robot que los políticos quieren.
Se te ha olvidado el que no utilicemos pajitas de plástico.
¿Que en ese mundo paralelo en el que vivís vosotros Google es progre y podemita o cómo funciona eso? Ésta no la había oído nunca.
«Una demostración más de que a Facebook, en realidad, sus usuarios le preocupan entre poco y nada, porque no los ve como personas, sino como materia prima, como el producto que comercializa, sin más.»
¿Desde cuando las GRANDES EMPRESAS se preocupan de sus clientes como seres humanos y no como sujetos mercantiles? ….bancos desnonando familias, Wolkswagen (y muchas más) haciendo trampas para vender más a costa de la salud de todos. …
En fin, al contrario que tú, yo no espero de Facebook que me ame ni que me respete. Conozco el servicio q da y sus riesgos. No veo ni novedad ni gravedad en los hechos que insistes en recordarnos sobre Facebook…
La privacidad ha muerto!