Una vez más, surge la discusión sobre la exclusión de páginas que promueven el discurso del odio en la red: si en 2017 fue la página neonazi Daily Stormer, ahora es 8chan, un tablón de imágenes creado por Fredrick Brennan en octubre de 2013 y concebido como «un 4chan más tolerante con la libertad de expresión», y que se había convertido en protagonista por su papel central en la radicalización y publicación de información sobre varios de los últimos tiroteos ocurridos en los Estados Unidos y en otros países. Tras desvincularse de la página en diciembre de 2018 tras la masacre de Christchurch y la publicación inmediata por su autor de los vídeos de la misma en los foros de la página, el propio Brennan afirmaba que debía ser cerrada y que ese tipo de foros solo generaban dolor y sufrimiento.
Tras comprobar que el autor de la masacre de El Paso había anunciado sus intenciones en ese foro un rato antes de cometerla, 8chan está ahora inaccesible, como resultado de la decisión de Cloudflare, proveedor de servicios de DNS, de protección y de distribución de contenidos fundamental en la red sobre todo para sitios polémicos, de suspender sus servicios a la página. La página estaba ya desde hace tiempo excluida del índice de Google por publicar pornografía infantil, y aunque mantiene su dominio porque su registrador, Tucows, sostiene que no lo retirará mientras no reciba una petición judicial, todo indica que se expone a su práctica desaparición de la red.
La pregunta es la misma que en 2017: ¿se debe excluir a este tipo de páginas de internet? Las consideraciones son múltiples: la primera, de índole práctica: ¿sirve para algo? La experiencia de Daily Stormer muestra que no: la página continúa activa bajo un dominio diferente, y además, ahora utiliza el subtítulo «The Most Censored Publication in History», «la publicación más censurada de la historia», que presuntamente incluso incrementa su atractivo para sus descerebrados usuarios. La página ya no es un problema para Cloudflare, pero sigue existiendo, y su existencia sigue siendo un problema para internet y para todos. Internet es muy grande, y cuenta con muchos recovecos y lugares en los que refugiarse, desde proveedores de dominio de todo tipo hasta incluso la dark web. Ante un interés determinado de una serie de personas por reunirse en una página y hablar de un tema determinado, los recursos son práctica ente ilimitados, y la persecución, además, tiende a estimula la marginalización y radicalización de los participantes.
Otra cosa, obviamente, es que no haya que hacer nada y que debamos permitir que cualquiera hable de lo que quiera, incluyendo la planificación de crímenes. Como el CEO de Cloudflare comentaba ayer, tras revertir su decisión inicial de mantener sus servicios a la página por una cuestión de libertad de expresión, «la página podrá volver, pero ya será problema de otro«. Y es que, como comenta Andrew Torba, CEO de Gab, otra página neonazi y supremacista con más de un millón de participantes, «el problema no es 8chan, sino los jóvenes americanos», y «si 8chan desaparece, alguien más activará un nuevo tablero de imágenes, digamos 20chan o lo que sea, y la gente acudirá en masa allí».
En su explicación en el blog corporativo, Matthew Prince, CEO de Cloudflare, afirma que aunque «8chan ha demostrado en repetidas ocasiones ser un pozo negro de odio, ha demostrado estar fuera de la ley, y esa ilegalidad ha causado múltiples muertes trágicas», la suspensión de sus servicios a la página «… no es el final, y necesitamos tener una conversación más amplia sobre cómo abordar las causas profundas del odio en la red«.
El problema no es la web, son las personas. Servicios como Google, Cloudflare o proveedores de dominios pueden interrumpir su relación con una página si creen es adecuado hacerlo o que ello perjudica su imagen, y el hecho de que eliminar algo de internet esté prácticamente en su mano no deja de ser preocupante si esas eliminaciones comienzan a tener lugar por una cuestión arbitraria en lugar de serlo porque lo diga la autoridad judicial pertinente. Eliminar las páginas en las que las personas de determinada ideología se reúnen es peligroso, porque lejos de eliminar la actividad como tal, se limitan a esconderla y a someterla a un proceso de radicalización mayor. Aunque nos repugne ver determinadas cosas, es importante entender que el canal no es responsable, los responsables son las personas, y las personas no desaparecen porque el canal deje de estar al alcance de un clic. Por otro lado, permitir que ese tipo de actividad tenga repercusión y visibilidad pública no deja de ser una manera de ofrecerle una caja de resonancia, de posibilitar que su discurso esté presente en la vida pública, y que pueda convertirse en un mensaje potencialmente atractivo para más gente.
La discusión, como puede verse, es compleja, y requiere tratar las causas del problema, no únicamente sus síntomas. Las masacres y los delitos de odio no son un problema de internet, ni algo que internet provoque por sí mismo. Lo que realmente lo provoca es permitir y alentar un clima de opinión determinado y generar seguidores que sienten que pueden contribuir a esa causa y que se sienten respaldados nada menos que por personajes públicos. Ese es el problema, y no las páginas en la red. En la red podemos – y posiblemente debemos – adoptar una política de tolerancia cero, pero mientras sigamos persiguiendo fantasmas y permitiendo que se sientan superiores cada vez que logran que su actividad reaparezca bajo un nuevo dominio, una nueva página o un nuevo servicio, seguiremos tratando el problema de manera equivocada, y no acudiendo a su verdadera raíz. Según la paradoja de la tolerancia, no debemos tolerar al intolerante. Pero ¿qué pasa cuando el intolerante y el que crea y fomenta el discurso del odio está al mando de todo un país?
This post is also available in English on my Medium page, «Where does online hate speech start: at the bottom of society or at the top?»
¿Qué sentido tiene limpiar la casa si en unos días se va a volver a ensuciar?
Prohibir la apología del fascismo no lo elimina, pero evitamos encontrarnos con basura.
Seguro que Beijing sabe como lograr que un foro de esas características solo esté accesible por VPN, o mejor aun, con Tor.
El problema lo veo en definir qué es apología del fascismo, es una palabra que se utiliza con demasiada ligereza, y casi siempre, cuando se quiere degradar la opinión de una persona atacando al individuo y no sus palabras o consideraciones sobre un determinado tema (generalmente de índole política).
Soy más partidario de permitir la existencia de esas páginas y que sean sometidas a una especial supervisión por los entes responsables de la seguridad de los ciudadanos, y si se detectan comentarios o conductas que contravengan las leyes actuar en consecuencia y utilizar los mecanismos que el estado de derecho otorga para salvaguardar la seguridad de las personas y las libertades públicas.
Diste en el clavo.
Decía un juez que era muy complicado definir por escrito la diferencia entre pornografía y erotismo, pero que cuando lo veía lo tenía claro.
Lo primero sería ponerle un bozal a Trump, que no en balde, el terrorista ha usado sus mismas palabras: «invasión».
4Chan sigue activo y público, la diferencia es que pese al antro que es, cuando la peña ha presumido de querer o haber perpetrado crímenes, los propios chaneros han avisado a la policía, y con frecuencia, colaborado en la identificación y caza de criminales.
Creo que en 4chan la peña sabe que está siendo bestia, mientras que estos bestias terroristas piensan que son normales.
Para mi está claro, eese tipo de problema lo tenemos por el descerebramiento acusado y acelerado del ser humano. Y si esa es la base del problema, ¿de que vale mejorar la tecnología de limpieza, si no mejoramos al personal que limpia?
Y desde luego tampoco está la solución en fomentar el trasvase de los seres humanos a las catacumbas de internet. Acaso sirvió tal estrategia, ¿ para impedir la toma del poder por los cristianos en todo un Imperio Romano?. El uso de las clocas, por parte de gobiernos (by Spain) o perseguidos por la justici¡a (Miserables dixit), ya demuestra que fomentar su uso en infantes y adolescentes solo puede empeorar y mucho el problema.
La única forma de neutralizar la domesticaión forzada nazi, estalinista o maoista, o la domesticación «democrática» de los opusdeimos y trumpismos varios es una educación realmente humana. Una educación que favorezca el proceso de evolución positivo, que aún (esperemos) le queda por hacer al ser humano (por lo de ahora, «simple» homo sapiens).
Internet es inabarcable, y el concepto de «limpiar Internet» me parece bastante absurdo.
Todos los sitios web que se crean, se autodenominan y clasifican ellos sólos, en el peor de los casos, basta con asociarlas a una categoría dentro del gran índice (si prácticamente los buscadores te hacen el trabajo) y «perjudicar» el desarrollo y la promoción de aquellas menos deseables.
Seguramente que en el bando de los pro-censura radical, estarán esos medios disfrazados con sus trajes caros y apariencia profesional, que cuentan con la patente de corso para informar en tono amarillo y desenfadado de todo el gore y el sensacionalismo que quieran, porque les molesta la aparición de un centro de información/desinformación en el que todo vale, y hace que lo que les hacía especiales a ellos, les vuelva obsoletos y prescindibles. Aunque siempre hay quien prefiere ver Talking Dead a la propia serie.
Me resulta incomprensible, que ese país que tanto presume de ser tierra de libertades (dime de qué presumes…), y tan aficionado a los grandes casos judiciales y denuncias colectivas, no hayamos visto muchos más ciudadanos preocupados, o asociaciones de ellos denunciando a ciertos foros, o webs, en relación a sus actividades públicas y también internas (peticiones concretas de cese o cambio de alguna política o proceso quirúrgicamente definida , no tirar la web), viendo que en muchos casos se les puede considerar empresas tradicionales, desde el punto de vista productivo.
Como último apunte, comentar el interés de los encargados de hacer cumplir las leyes, por la existencia de los megaforos que atraen a millones de usuarios, de forma que su concentración les facilita la optimización de recursos, y que en muchos casos pueden contar con la colaboración de los dueños, a cambio de cierta inmunidad y paripé hacia la galería de Paladines de la Libertad
Me ha quedado largo de cojones xD
¿Se debe cerrar? – Si, desde luego, cuando el juez lo dictamine, y no sólo eso, si se cierra esa página, es porque en ella ha ocurrido un delito. El cierre de la página, es consecuencia del delito, pero lo que hay que hacer es castigar a los culpables del delito.
Si se procede solo a cerrar la página, pero queda sin castigo la acción punible que llevó a cerrarla, solo conseguiremos que el autor la repita en cualquier otro sitio.
Sin embargo, soy muy contrario a cerrar páginas a petición de alguien que se siente molesto, porque eso no es mas que en el mejor de los casos, que, «linchamientos populares», que en excesivos casos nada tiene de justicia y además dejan sin castigo a los causantes del delito si lo hubiera. El que crea que hay delito, que lo denuncie ..
Precisamente hace poco he leído la persecución que ha sufrido e un científico, que le ha llevado a dejar a medias la investigación que estaba haciendo, porque considera probable, que una determinada enfermedad es de carácter psíquico, cuando muchos de los que la padecen los síntomas, aseguran, (sin mas pruebas), que es de carácter orgánico. Un caso de «linchamiento popular» que también tenemos que evitar.
https://amp.theguardian.com/society/2019/jul/28/me-perils-internet-activism-michael-sharpe-myalgic-encephalomyelitis-chronic-fatigue-pace-trial
Educando a la gente para cambiar el mundo. (Te suena ¿No? ) Para contribuir a construir un mundo que sea lo bastante culto como para no votar a estúpidos populistas peligrosos (valga la redundancia), sean del espectro político que sean.
los religiosos evangelistas, los activistas políticos, y los Gobiernos, por citar sólo algunos, tienen la convicción de que puedes cambiar las creencias de la gente educándoles sobre los asuntos que sea.
Pablo Malo – psiquiatra https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/2014/05/las-tres-suposiciones-sobre-el-error.html
Discurso de Miss Universo.
Cuidado con la soberbía de pensar que los que no te gustan son «incultos». Ni la cultura ni la educación es lo que te diferencia de tus «enemigos».
El populismo es el que ignora lo entretenida que es la confrontación y como define las dinámicas sociales que sustentan el status quo.
Procura usar tu educación para evitar tener enemigos, y entender a quienes no respetas.
Hablo de sabiduría.
De acuerdo a medias con lo de que no sirve de nada cerrarla porque mañana habrá un 16chan. El caso es que si dificultas sus acciones todo lo que puedas no los haces desaparecer pero si que dificultas que lleguen a una audiencia masiva.
Aunque claro, eso tampoco servirá para el objetivo que se persigue porque en el mismo Youtube, en cualquier foro de cualquier periodico de tirada nacional o hasta en la programación de Fox News o por ejemplo, en 13 tv (nuestra variante local) puedes encontrar las mismas burradas que en 8chan. ¿Quien no ha leído sin ir más lejos en el mismo foro de El Pais practicamente el mismo discurso que se expone en el manifiesto del asesino de El Paso?
Creo que tiene mucha razón.
¿Por qué cada vez que hablamos de delitos de odio ponemos siempre de ejemplo al nazismo y nos dejamos en el tintero otros muchos odios existentes y flagrantes? Hay mucha gente que odia a las personas de ideas conservadoras, hay mucha gente que ofende gratuitamente a los católicos, y sin embargo estos casos de odio flagrante nunca se ponen de ejemplo, como tampoco se pone de ejemplo el odio y desprecio que el Che Guevara, icono pop izquierdista por excelencia, sentía hacia los homosexuales. Estoy un poco harto de que cada vez que se habla de odio se ponga siempre el mismo ejemplo de los nazis, como si no hubiera odio de otro tipo; es más, si nos ponemos serios, a nivel cuantitativo son muchos más los millones de muertos que suman Stalin, Pol Pot, Ho Chi Minh, Ceaucescu y Castro que los que puedan sumar Hitler, Franco, Videla y Pinochet