El revuelo organizado por el artículo escrito por uno de los cofundadores originales de Facebook, Chris Hughes, sobre la necesidad de romper Facebook para ponerla bajo control y evitar sus perniciosos efectos sobre la sociedad y la democracia, contestado ya por el Vice-Presidente de Global Affairs and Communications de la compañía, Nick Clegg, está dejando un poso inesperado, pero con mucho sentido: la idea de que no se trata de romper Facebook para que podamos irnos a otras redes y reemplazarla en sus funciones, sino de que, realmente, no necesitamos el social media, o al menos, no el social media planteado de esa manera.
El año 2018 hizo mucho daño. Son muchos, de hecho, los que lo consideran el momento de la caída del caballo, el despertar con resaca de la fiesta social de los años anteriores en el que, de repente, te levantas y te das cuenta de que la privacidad no existe, de que cualquier cosa que compartas te genera una inmensidad de basura porque lo que has dicho o porque la imagen que se veía borrosa en el fondo de la foto de tu salón ha sido vendida al mejor postor, que hay un imbécil en la Casa Blanca y otro en el Palácio da Alvorada, que la democracia ha sido manipulada hasta límites asquerosos, que vives en un permanente y asqueroso concurso de popularidad y que te rodean ejércitos de influencers de mierda haciendo el ridículo y vendiendo la ética y la moral que nunca tuvieron ni tiempo de desarrollar. Para muchos, 2018 puede haber sido el último año del social media tal y como lo conocemos.
Los usos y costumbres de los más jóvenes están cambiando rápidamente, como respuesta a un concepto de redes que les agobian, que consideran la negación de lo genuino, de lo que debería entenderse por social. Si hace algún tiempo parecía que simplemente dejaban Facebook porque era de viejos, ahora muchos simplemente dejan las redes sociales. Así, completamente. Personas que simplemente piensan que el social media no les aporta nada, o nada positivo. Que no lo necesitan.
Las redes sociales en general, y Facebook en particular se sostienen gracias a una gran masa de desinformados y, sobre todo, a unas compañías que las consideran lo mejor que se ha inventado desde que el pan viene en rebanadas, simplemente porque les permite invadir la privacidad de los posibles clientes hasta el límite y hacer publicidad con un modelo de francotirador. Que a las personas, por lo general, no nos guste estar en un punto de mira es, para ellos, lo de menos.
Los excesos se pagan. Siempre he pensado que las redes sociales cumplen una función importante, que el ser humano es social por naturaleza y que las redes eran un desarrollo natural que ayudaba a sublimar esa sociabilidad. Sin embargo, la fisonomía actual de las redes sociales me genera hartazgo, cansancio, preocupación y más problemas que satisfacciones. Su vinculación con la monetización de la información me parece completamente insostenible: no veo mal que se pueda vincular un modelo de negocio basado en el análisis de la información a muchas cosas, que pueda generar valor si se explota de manera consciente y sensible, pero sinceramente, cada día dudo más que pueda aplicarse a las redes sociales. En muchos sentidos, el social media murió cuando dejó de ser social y se convirtió en una explotación constante, cuando dejamos de ser usuarios y nos convertimos en producto.
Dudo que esa reflexión sea final. Creo que hay espacio para otro tipo de redes sociales. Diferentes, con otro modelo de negocio más mesurado. O sin él. Que no dejaremos de utilizar internet para compartir cosas que hacemos, que decimos, que pensamos. Pero he pasado a desear que el estatus actual cambie, que desaparezcan algunas cosas y que, si son sustituidas por otras, estas sean completamente distintas.
This article was also published in English on Forbes, “Social media died when it stopped being social and became just about making money«
Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida.
No puedo estar más de acuerdo con tu análisis de la situación del social media. Ya he comentado varias veces mi opinión al respecto. Me parece que, por muy cracks que creamos ser, por mucho que pensemos que estamos por encima de las redes sociales, todos somos peces en un enorme mar lleno de pescadores con redes de arrastre.
Dejo el enlace al artículo en cuestión (uno de ellos): Redes sociales: cómo protegerte de que te atrapen
En mi andadura en las redes, primero, me negué a abrir ninguna cuenta.
Mi primera experiencia, motivado porque todos nuestros amigos tenían Facebook, fue abrir una cuenta ahí, con todos los datos falsos que pudimos poner. Lo hicimos juntos, mi mujer y yo. Al poco, me empiezan a llegar correos diciendo: “Es posible que conozcas a…”, y, a continuación, nos recomendaba seguir a gente que conocíamos. ¡¿Cómo es posible si le he puesto todos mis datos falsos?! Cerré la cuenta.
Hará un año, va para dos, comencé a escribir un blog y a grabar un podcast. Claro, si quieres que alguien te vea, TIENES que usar difusión en redes sociales. Las abrí todas. En poco tiempo comprendí que estaba intentando abarcar demasiado. Cerré todas menos Facebook y Twitter. Pero en Facebook no paraban de preguntarme mi orientación sexual. ¡Yo hablo de efectividad, no de sexo! Volví a cerrarla.
Unos meses atrás me pidieron cuenta de Facebook para entrar en un grupo de podcaster. Abrí cuenta, y no volví a conectarme. No recuerdo si está activa, o la llegué a cerrar. Ni me importa.
Hace unas semanas, quité los iconos de las redes sociales en el footer (pié de página). Todavía tengo la opción de compartir los artículos en redes… veremos cuánto dura.
Ahora solo tengo LinkedIn (por cierto, el nuevo twitter) por la empresa donde trabajo, y Twitter como difusión. Hace poco, Twitter cambió el algoritmo. No sé qué ha pasado exactamente, pero sí tengo claro que ha castigado la visibilidad del contenido externo. Estoy actualmente haciendo unas pruebas. Según vea resultados tomaré una decisión, y es probable que termine cerrando todas las redes e invirtiendo mi tiempo, dinero y esfuerzos en generar mejor contenido e innovar.
Pero, fíjate, Enrique, qué paradoja. Tanto tú, como yo, que odiamos el sistema abusivo de las redes, usamos los botones de compartir. Así que, mi pregunta es:
¡¿QUÉ HACEMOS PARA DIFUNDIR NUESTRO CONTENIDO SIN LAS REDES?!
¡Este es el gran problema! Sabemos que son “malas”, pero no tenemos nada “mejor”.
Seguiré probando e investigando. Gracias Enrique, por tus posts!!
Saludos desde Canarias!
¡Regresar a los blogs!
«¡¿QUÉ HACEMOS PARA DIFUNDIR NUESTRO CONTENIDO SIN LAS REDES?!»
Muy sencillo, hacer SEO, o sea, buen contenido basado búsquedas de palabras clave.
Saludos
No es lo mismo, Las redes son como un «chupito» en vena: directo y sin excesivas complicaciones. El SEO implica ciertos conocimientos técnicos y no es tan directo y efectivo como el «boca a boca».
Efectivamente. Llevo tiempo aprendiendo SEO e intentando aplicar algo, aunque me limito exclusivamente a lo que se considera WhiteSEO. Aún así, las redes tienen un potencial enorme que no se puede obviar por el momento.
Hola. es contradictorio todo… rajan de las redes sociales, pero al final de tu articulo (lo lei…) pones que lo compartamos en nuestras redes sociales…
Al fin que? Estamos dentro o no estamos dentro?
Buenas! Es justo lo que dije en el comentario de arriba. A mí no me gustan las redes sociales. El problema es que de momento no hay nada mejor para difundir un contenido. Hay al menos dos razones para permitir que se comparta un artículo en las redes. Una, para dar difusión. Y la otra, porque puede haber quien desee usar ese medio para compartir un artículo, y sería hasta cierto punto injusto prohibirlo.
Bueno, si algunos son capaces de vender que la Tierra es plana y un ejército de ingenuos se cree la trola, qué otras cosas, aún peores, podrán hacer si tienen el medio adecuado para difundirlas y la audiencia adecuada y dispuesta a creer cualquier teoría por ridícula que sea (a casi todos nos gusta que nos susurren al oído aquello que refuerza nuestras propias convicciones, sean erróneas o no). El exagerado relativismo de la sociedad actual nos puede llegar a confundir o diluir, en poco tiempo, el significado de muchos conceptos que creíamos asentados y probados sin sustituirlos por pensamientos nuevos o novedoso que demuestren ser funcionales.
Al hablar de «Redes sociiales» ocurre algo parecido a lo que ocurre al hablar de la «Cocina Mediterranea» En un mismo saco metemos cosas tan diferentes como los «Callos a la Madrileña», la «Paella», o la «Ensaladilla rusa» mientras que en otro saco metemos Twitter, Whats App, Facebook y la difunta Google+ , y ni los callos tienen nada que ver con la ensaladilla, ni Twitter tiene que ver con Facebook. Así que para centrarme en algo, hablo solo de Facebook.
Según yo lo veo, Facebook es un zombi, parece que está vivo porque se mueve, pero esta muerto y lo que es peor, se descompone por momentos y suelta una tufarada horrible.
¿Por qué? – Por muchos motivos, pero principalmente, porque, como indica Dans, ha dejado de cumplir la principal función, ayudar a sublimar la sociabilidad..
Hamos dejado de contar lo que hacemos por contar lo que vendemos, como apunta Jair. Pero, ¿Quien quiere voluntariamente ir a un sitio donde lo único de lo que te informan es lo que vende cada uno.?
Y la culpa de esto, no la tiene Zuckerberg, la tenemos los usuarios que hemos degenerado con nuetras aportaciones el inicial objetivo que era informar «Qué estás haciendo»
Lego vendrán el gran error de Zuckerbergde de vender datos personales, como el que vende una mercacíía cualquiera, pero seo es, además,
Claro que no se nota, mientras se desapuntan los viejos usuarios, millones de personas entran en el Tercer Mundo, porque son nuevos en Internet, y quieren saber lo que hacen sus vecinos e infortmar lo que hace.
Pero como en el fondo, son iguales que nosotros, terminaran pervirtiendo Facebook, como antes lo hemos pervertido nosotros y cuando ellos se vallan, no quedará mas solución que cerrar el chiringuito.
Se podría escribir un tratado sobre la épica del cofounder rebotao (o el cofellow, comanager, co-alumni, etc.)
Pero lo cierto es, que lo de Chris Hughes y muchos otros, tiene una explicación bastante prosaica; Heinz Kohut
Y es que Hughes no ha tenido mucho éxito en el proceso de obtener relevancia por otros medios, ni con la política, ni con ‘The New Republic’ y además, él mismo ha intervenido en las campañas en medios sociales del partido Democrata como asesor, para más inri.
(Sí, usando con un propósito político esas mismas redes sociales que ahora crítica.
Es notable también la revuelta que se formó en ‘The New Republic’, donde le calificaron directamente de «Nouveau riche»)
Las redes sociales son anteriores a Internet y tienen una dinámica diferenciada de los «medios sociales» que son el cauce actual por el que discurren. Cualquier polémica sobre la naturaleza de esos medios sociales, suele cuestionar la propia identidad social de Internet, al gusto y la sensibilidad del ofendido.
No, a las redes sociales no les pasa nada, e igual que evolucionaron desde Myspace, Jaiku, Vine, Tuenti, Snapchat, etc. seguirán haciéndolo en el futuro.
Seguir la opinión de alguien por su relevancia pública y no por su conocimiento y bagaje en el campo, suele ser tan mala idea como seguir los consejos dietéticos de Jack Dorsey.
–
“Nah, forget about all of that.” – Chris Hughes.
.
When Restless Billionaires Trip on Their Toys
Apple Co-Founder Steve Wozniak Really Wants a Folding iPhone
–
Disclaimer.
«Cómete las verduras o acabarás de influencer y asesor de partidos políticos»
Muy bien, acabemos con las reuniones sociales en la puerta de la casa (las pocas que deben quedar en el «tercer y sucesivos mundos») Acabemos con los bares de baja estofa (y con las cafeterías finas) por favorecer el cotilleo. Acabemos con el graffiti y la hoja de papel o virtual más o menos clandestina, por que pueden contar muchas mentiras. Y ya puestos acabemos con la prensa y TV normalizadas, que son fuente de cagallones informativos, cuando no simple diarrea mental.
Dice bien el menestro algo de los cofundadores de todo tipo. Y eso ya paó y pasa con los cofundadores de partidos políticos, que son defenestrados. Nadie como ellos para echarle mierda a su antiguo partido.
Si se necesita un buen filtro, es para separar el contenido potable del contenido tóxico. Lo de echar bombas en el bar de la esquina me suena a terrorismo vacuo y antirracional a tope. Hay bares que aún son cojonudos y hay gente que aún disfrutamos con facebook… ¿que pasa, somos elementos perniciosos?
No sabes cuan de acuerdo estoy contigo!
«el social media murió cuando dejó de ser social y se convirtió en una explotación constante, cuando dejamos de ser usuarios y nos convertimos en producto.»
Siempre fuimos un producto. Al menos desde aquel trágico día de 1994 en que alguien puso una etiqueta MARQUEE para vender camisetas por internet (factura por fax y cheque por correo, totalmente ilegal, vive l’anarchie!).
Hay que volver a la navegación en modo texto. Son las imágenes las que fastidiaron el invento de establecer una comunicación directa entre individuos, sin la tutela de los medios y los políticos. Estáticas, animadas o en vídeo, con ellas vino el desastre.
Tengo una cuenta fake en facebook para escribir alguna tontería para mi mismo. Entro con el navegador del iPhone en modo privado. Cada 2 o tres accesos me obliga a dar el número de móvil. lo doy, entro y lo borro. No confío en que no lo guarde de alguna forma y que si alguien busca mi teléfono lo encuentre asociado a esa cuenta, que no quiero que nadie la conozca.
Después de varios días el viernes hubo otro paso más, me obligaba a subir una foto para reconocerme y que no la iban a usar para nada más y que la iban a borrar. La subí y he estado todo el fin de semana con la cuenta bloqueada hasta que la han «estudiado». Es imposible saber qué han hecho con ella, aunque no existe en mi perfil. No sé si es bueno o malo, si estuviera la podría borrar y tener constancia de ello. Como me etiqueten en alguna foto de alguien conocido, qué hago?
Busca cualquier foto en Facebook donde hay alguien que por edad raza, y aspecto en general se parerzca a ti y etiquétate con el nombre que hayas dado en Facebook.
La única defensa para ocultarte es dar muchos datos falsos atribuidos a ti. Igual, si te piden el teléfono, da uno real, por ejemplo el del fontanero. Yo siempre llevo en la cartera tarjetas que me ha dado alguien, la de un administrador de pisos, o de un notario, o de un restaurante y cuando me piden una tarjeta largo una de esas, Jamás nadie ha dudado que no fuera mía.
Evidente mente soy conspiranoico, pero cuando me piden el código postal en la caja de Ikea, doy sistemáticamente otro.
Pero hay cosas que no puedes ocultar, por ejemplo la matrícula del coche que te la fotografían allí donde vayas, Esa es una de las razones por las que pago siempre que es razonable en dinero, no quiero que asocien lo que he comprado a mi coche. Y es lo que me fastidia del reconocimiento facial, que no puedo ocultar mi cara.
El móvil «bueno» es necesario darlo para que te manden el PIN de acceso … la foto … con el cabreo, cuando me di cuenta, ya era tarde …
El futuro (no tan lejano) pasa por evolucionar a redes donde se empodere al usuario y no se le utilice como producto, además de tomar la libertad de expresión en serio, con todas sus consecuencias.
Sapien (https://sapien.network) es un ejemplo, pero existen otras y aparecerán más. Saludos.
Aparte de las redes sociales, a mí también me gustaría saber qué es lo que hacen con nuestros datos las aplicaciones de reparto como Glovo, Deliveroo o Just Eat o las demovilidad como Uber o Cabify.
Las RRSS ya están en la curva descendente. En FB cada vez hay menos publicaciones personales, y por lo menos el mío, se está convirtiendo en un agregador más de webs informativas. Que además tienen que rellenar con videos que «te pueden interesar» porque sino el timeline se queda a dos velas.
Twitter, tres cuartos de lo mismo. Aunque sigas a 200 usuarios, hay media docena de tuiteros hiperactivos que te llenan la pantalla, y eso cada vez tiene menos atractivo.
En fin, sin querer parecer clasista, aquí ocurre como en la bolsa: entra cuando salga el banquero, sal cuando entre el zapatero…
Aquí lo que sucede es que Google definitivamente perdió la BATALLA POR LAS REDES SOCIALES. Un Google que ha construído su fortuna con la publicidad en su buscador. En los últimos años, Facebook se ha ido comiendo ese nicho que antes era de Google, y la publicidad se ha ido migrando a las redes sociales a pasos agigantados.
Este tipo de discusiones sobre lo «malas que son las redes sociales» no es más que un OBVIO intento de Google de demonizar a su peor pesadilla.
Enrique, hace menos de 2 años te llenaste la boca demonizando la contaminación publicitaria cada vez más asfixiante en el buscador Google.
Siempre me ha gustado una reflexión que nos recuerdas de vez en cuando: todos los gigantes tecnológicos del pasado acabaron cayendo o quedando relegados a un nicho más pequeño. Tal vez le llegó el momento a Google de dedicarse a otra cosa.
Las redes han llegado para quedarse. Y es de lo mejor que nos ha sucedido para las libertades y la libertad informativa, por muchos millones de fakes que existan. Más Fake que los medios de prensa tradicionales no hay!!
Dicho lo anterior, BRINDEMOS por los BLOGS… siempre nos quedarán los blogs :-)
Ese reducto de discrepante tolerancia a la sombra de un emperador benévolo ;-)
Sigo pensando que las redes sociales, en su origen, tienen un gran interés como medio para comunicar, siempre y cuando se establezcan unos filtros previos. Y que funcionan muy bien como altavoz. Pero indudablemente las redes sociales que se usan ahora cambiarán mucho en unos años, e incluso desaparecerán y darán paso a otras herramientas.
una gran situación social en la que podemos ver en este articulo y esta mas que claro el tema las redes son las grandes y de un buen poder en los humanos