La guerra contra el plástico, particularmente contra el plástico de un solo uso, se intensifica: un informe de Global|WebIndex afirma que una serie documental presentada por David Attenborough y emitida en Netflix, «Blue Planet II«, ha logrado ser responsable de una caída del 53% en el consumo de plásticos de un solo uso en algunos mercados, un efecto obviamente difícil de atribuir, pero que permite hacerse una idea de la progresiva concienciación de la sociedad en este tema.
El compromiso sigue creciendo: la Unión Europea ha prohibido los plásticos de un solo uso a partir de 2021, compañías de consumo como Nestlé se han comprometido a eliminarlos de su packaging en 2025, mientras otras avanzan iniciativas de diversos tipos para el uso de envases reutilizables. Empresas de cruceros como MSC o aerolíneas como la portuguesa Hi Fly los eliminan completamente, mientras la ciencia intenta proponer alternativas en forma de materiales naturales y biodegradables que puedan sustituirlos.
Estamos comenzando una auténtica revolución del reciclado, pero queda muchísimo por hacer en términos de concienciación. Las generaciones más jóvenes parecen ser mucho más conscientes que sus padres y abuelos con respecto al problema y están dispuestas a ser menos sensibles al precio cuando hablamos de sostenibilidad, pero el desafío no es sencillo, y el plástico es definitivamente el enemigo a batir: se calcula que tan solo el 9% de los plásticos son reciclados, el 12% son incinerados, y todo el resto es depositado en vertederos o en cualquier parte. El año pasado, China, que había desarrollado una enorme industria a nivel mundial en el reciclado de residuos de medio mundo, anunció que dejaba de aceptar basura de otros países, y provocó con ese cierre que una gran cantidad de compañías que enviaban allí sus residuos, sobre todo plásticos y papel, se quedasen sin alternativas y comenzasen a reciclar aún menos, a incrementar el porcentaje que incineran o a depositarlos en vertederos.
Las medidas drásticas demuestran funcionar: la prohibición de las bolsas de plástico o la obligación de cobrarlas en todos los establecimientos, que muchos inicialmente criticaban, ha provocado que esa categoría de producto abandone el primer lugar del ranking de amenazas medioambientales y sea sustituido por las botellas de bebidas, seguidas por los envoltorios de comida y las colillas de cigarrillos. Es, fundamentalmente, una cuestión de hábitos: acostumbrarnos a llevar bolsas reutilizables en el maletero del coche o cuando vamos a la compra, y presionar a los fabricantes para que opten por alternativas de packaging sostenibles. Para las marcas, toda una oportunidad de diferenciación y de demostración de responsabilidad social corporativa.
La llegada del plástico en la segunda mitad del siglo XIX y su explosión tras la primera guerra mundial posibilitaron la fabricación de muchísimos objetos de uso cotidiano y se convirtieron en una industria importantísima. Pero ahora necesitamos eliminarlo, empezando por los plásticos de un solo uso, pero terminando por convertirlo en una economía prácticamente circular, en la que la gran mayoría del plástico que se utilice sea reciclado. Esto conllevará un gran cambio de hábitos y una fuerte evolución en las preferencias de los consumidores en todos los sentidos, desde el packaging de los productos que escogen hasta la moda que utilizan. Las marcas que no estén estudiando y contemplando esta tendencia, será mejor que vayan empezando a preocuparse por ella.
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El gran reto del plástico, y otros polímeros, es disminuir su huella de carbono, mejorar sus procesos y llegar a productos más útiles en cuanto a sus propiedades pero, al tiempo, que la gestión del plástico abandone el «usar-y-tirar» que fue un mantra durante años y que se ha demostrado que lleva a una gestión muy poco sostenible y coherente (como trasladar los residuos a otros países más permisivos o con legislaciones más laxas).
Los próximos años serán bonancibles para la petroquímica en general pero habrá de alinearse con estas directrices no sólo impulsada por las instituciones sino también por los propios usuarios como se indica en el artículo.
Gracias por la reflexión.
Parece que no hay problema con talar bosques para las bolsas de papel que, por cierto, se rompen a la más mínima humedad.
Hay otras alternativas a las bolsas de papel, están las bolsas reutilizables. Y realmente las bolsas de papel son compostables y se pueden fabricar de papel reciclado. Es importante también conciderar que la madera es un recurso renovable si se gestiona correctamente y no se abusa de él. El petroleo no es renovable y corre riesgo que sus subproductos sean contaminantes potenciales.
Enrique,
Me resulta llamativo por no decir aberrante que la Unión Europea prohiba los plásticos de un solo uso. ¿Hace mucho que no has ido por Bruselas…? Estuve en febrero cuando nos recibieron en el Parlamento a muchos de los que solicitamos ciertas cosas sobre corrupción que no vienen al caso. Lo que quería contar es que en las tiendecitas del centro y próximas a los edificios institucionales si quieres comprar un simple bocadillo este viene envuelto en plástico transparente pero NO en un film, en un plástico con cierta rigidez. Cuando termine mi bocadillo quería reciclar aquel trozo de plástico que me causaba cargo de conciencia. Pues NO había posibilidad !!!
¿Unión Europea? Todo queda muy bien en escritos, tratados y artículos como este pero… Hay que querer hacerlo !!!
No creo que tardase ni 4 minutos en dar cuenta de mi bocadillo, que por cierto era caro y de pésima calidad, ¿Cuántos siglos tardará en descomponerse el plástico que lo envolvía….?
Cómo dirían en nuestra tierra: «vai al carajo, hombre ya».
Con mis 50 tacos de almanaque he vivido la época donde el plástico era algo con lo que se fabricaban los objetos pero no los envases de bebidas que solían ir en botellas de vidrio retornables. Los helados tipo polo iban envueltos en papel y los refrescos y demás bebidas en vidrio. Recuerdo salir de casa para ir a la compra siempre con la bolsa de tela para el pan, y el carro de la compra o una bolsa de macramé para el resto de las cosas. Si había que comprar bebidas lo habitual era salir con algún envase vacío (lo llamábamos “casco”) para retornar, que estaba bonificado con una pequeña cantidad. De niño iba a casa de mis tíos y abuelos que me regalaban los cascos vacíos que recolectaba y entregaba en el súper para quedarme con el dinero que te devolvían. Ya en los últimos tiempos aparecieron en los grandes supermercados unas máquinas automáticas en las que ibas introduciendo los envases de vidrio y te daban un ticket para canjear en caja.
Y no pasaba nada. Estábamos acostumbrados.
Luego la industria empezó a sacar las bebidas en latas de aluminio y los envases de vidrio no retornable se hicieron populares junto con los bricks. Recuerdo anuncios en la tele de algunas bebidas donde dejaban patente la ventaja de estos nuevos envases más cómodos de usar y tirar.
Y finalmente todo acabó envasado en plástico, desde las bebidas hasta el contenido de las compras. Ya no había que ir desde casa con la bolsa al súper, ni con los envases para retornar porque nos daban gratis las bolsas de plástico que hicieran falta, eso sí, con el logo o publicidad de la tienda. Aunque todos sabemos que de gratis nada, que los envases y las bolsas los pagamos al comprar el producto.
Y el mundo se convirtió en un basurero… y el mar en una sopa de plástico. ¡Qué malvados son los consumidores que sólo quieren envases de usar y tirar! Menos mal que viene la industria y empresas de retail a salvar el planeta. Hala, a partir de ahora el malvado consumidor que quiera una bolsa de plástico altamente contaminante que pague 5 céntimos más, y de paso incremento el margen con lo que me ahorro en la compra de bolsas. Y para lavar la conciencia e imagen de la industria de envases creo un ente que todos conocemos para velar por el reciclado de los envases. ¡Qué gran falacia!
Con ésto quiero decir que la situación actual no la hemos originado los consumidores, que no pidieron de inicio envases no retornables. Nadie se presentó en las tiendas exigiendo bolsas, bricks ni botellas de plástico. Fue la industria y el sector del retail los que con sus departamentos de marketing nos impusieron este mundo insostenible. Así que ahora no pretendan que la fiesta la paguemos los consumidores. La industria es el mayor responsable.
Amén hermano.
Pagas 5 céntimos por una bolsa que muchas veces reutilizas para llenar esa bolsa con toda suerte de productos que vienen envueltos en plástico. Pero que ecológicos somos al pagar esos cinco céntimos.
Eres ecológico cuando no los pagas. Trabajo en un pequeño comercio en el que cada día se regalaban del orden de 30 ó 40 bolsas.
Desde que se cobran, raro es el día que entrego tres, así que el beneficio ecológico es patente.
Totalmente de acuerdo contigo. Siempre con la cantinela que el consumidor es el que manda, y lo único que hacemos es comprar lo que hay en el mercado y dejarnos llevar (muchas veces como borregos) por la publicidad (en sus múltiples variantes) de las empresas y demás organismos (públicos y privados).
Buenos días.-
Hay un voluntad a medias desarrollar acabo todo tipo de medidas, reducir huella que dejamos a nuestro paso; En todo nos pasa.
Comencé a ver as manchas, más grandes/pequeñas que hay en el océano, quede sorprendido de como podíamos ser tan guarros(perdón)
No aprendemos ni queriendo; mejor dicho a fuerza de ostias, desastres y demás.-
Entre intereses, dejadez y demás estamos destruyendo nuestra casa, la de todos.-
Un saludo
Sin duda conviene reducir el consumo del plástico y creo que debe extenderse a limitar la fabricación de objetos de un solo uso, salvo en los casos. donde la lógica dice que es conveniente.
Es razonable que el material hospitalario, (cánulas, gafas nasales , etc…) sea de un solo uso, pero es una de las excepciones. No comprendo por qué tienen que ser un solo uso, las bandejas donde te venden los calabacines,
Debemos diferenciar los embalajes de protección higiénica, que pueden ser de un material biodegradable, como el celofán, (creo), o el derivado de la patata. y por otra parte, los embalajes de trasporte, que deberían ser multiuso, como lo son los palés y las cajas de plástico de la fruta y verdura.
Deberían estar estandarizadas, para su uso por todos los fabricantes , las cajas de cartón. Que sí, son reciclables, pero con un consumo bárbaro de agua y energía y dejando montones de residuos contaminantes. Contamina menos la caja de plástico multiuso en que se transportan los repollos al supermercado, que las cajas de cartón en que se transporta las patatas fritas a un siendo de cartón.
Es bueno que la gente clasifique y entregue separado, vidrios, cartones, embalajes, basuras, pilas, ropa vieja., pequeños electrodomésticos, bombillas y tubos florecentes, aceite utilizado, medicamentos,….
Pero no se puede pedir al personal que viven en pequeñas viviendas que convierta su casa en un centro de reciclaje. Son las empresas que recogen la basura los que están obligados a separar los productos reciclables y destruir o trasformar en abono orgánico el resto. En su gran mayoría, los plásticos que llegan al mar, no se debe a que las personas vayan a depositarlos a las playas, sino que los echan en la basura y «emigran» al mar desde los vertederos públicos arrastrados por el viento y la lluvia al mar. Muchos somos unos guarros, lo acepto, pero mucho mas guarros son los vertederos municipales, aunque tengan en su descargo. el que la mayoría de los ayuntamientos,.no hay dinero para invertir en vertederos, después de invertir en polideportivos.
Por último, me consta que el plástico es biodegradable, los descomponen los rayos UVA entre tres y seis meses, por ello se les añade productos que les hacen resistentes a esta degradación, precisamente para que duren.
Creo que deberíamos pedir a los fabricantes, que en función del uso qué se vaya a dar al plástico, (como recubrimiento de un cable eléctrico, o pajitas de refrescos), añada el protector de rayos UVA adecuado y en la cantidad precisa. Como son los rayos del sol los que degradan el plástico, les recuerdo que la pajita de refrescos y las anillas de la cerveza, con que dure un par de meses, es más que suficiente.
Ya, bueno, sí claro, pero es que la huella de carbono – la contaminación que producen – los envases de papel es mayor y más contaminante que la de los envases de polímeros sintéticos (vamos a evitar la palabra «plástico», que tiene mala prensa)
Por no hablar de la deforestación del Amazonas, aunque ya no está de moda salvarlo.
Evidentemente, hay una contradicción entre salvar el planeta y convertir su masa forestal en envases para comprar en el supermercado con la conciencia tranquila. Por ignorancia, más que por otra cosa.
Sí, es cierto, hay que procesar los desechos, ya sean de plástico o de cualquier otro producto.
Pero lo que no suele ser muy recomendable, es caer en la irracionalidad y buscar la salvación espiritual en titulares sensacionalistas, en medios o redes sociales. Ahí no hay salvación moral para nadie, por su propia motivación de adulterar la realidad.
Esa cámara de resonancia, que se está produciendo debido a un bombardeo en los medios de imágenes de desechos flotantes y al alarmismo ecológico, es irreal.
Solamente, paraos a pensar en el dinero que produce esa crisis ecológica para las personas que difunden ese mensaje y se erigen en salvadores del planeta. Pensad en el Jet privado de algunos actores o Al Gore. O los Youtubers.
Por otro lado, la cifras no cuadran. Ese 52% «en algunos mercados» no es trasladable al conjunto de la economía. Y el impacto económico – pobreza – de destruir una industria para vivir de las hojas e los árboles, a causa de una súbita epifanía en los países con las rentas más altas, no es trasladable a la realidad de los países más pobres.
No se puede arreglar en 5 años lo que se ha construido en 100. Y a mí, la histeria colectiva me parece genial, y la energía nuclear muy mala, salvo cuando proviene de un agujero negro. Y vamos a morir todos jóvenes, por culpa de ese material extraño y de los muebles del catalogo de Ikea.
Pero, ¿No habría que de salir de esa contaminación informativa en la que vivimos antes de tomar medidas reales, en un mundo real?
Los envases de papel en los supermercados, sí serían un retroceso en términos de contaminación. Como volver al carbón desde una central nuclear.
Y esa idea, la de diferenciar propaganda de conocimiento real de un problema, es importante conservarla bien.
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Disclaimer.
53%, que entre la miopía, el móvil y la canícula, no atino con el porcentaje.
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Bonus Track:
Solo se recicla el 9% del plástico del mundo según el informe de Naciones Unidas de impacto ambiental.
Esa es la reflexión que cabe hacer, dado el menor coste final y huella de contaminación ambiental de los productos reciclables.
¿Alguien ha visto alguna iniciativa relacionada en el programa político de estas elecciones? pues, ala.
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Plastic Pollution
Packaging waste statistics – Eurostat
Enrique, nadie que quiera mantener el poder va a aplicarse a sí mismo el REducir(no comprar), REutilizar y REciclar, eso no va a pasar…
Lo más que vamos a ver es cierta apariencia desde las instituciones que son poderosas con objeto de obligarnos a «los mandados» a todo eso y mucho más.
En ese sentido el desmantelar Wikileaks y castigar a quién «desenmascare las mentiras oficiales» cada vez será más importante.
Hemos empleado mucha energía para mejorar nuestra calidad de vida y nadie quiere empeorar su propia vida, sobretodo si ve que el vecino hace lo contrario.
“Los unos por los otros y la casa sin barrer”
Significado:
Alude a la situación en la que ninguno asume el trabajo y achaca su incumplimiento a otro, de modo que algo queda sin hacer porque uno pensó que lo hacía otro o que no era cosa suya.
Es cierto que hay plástico que viene con nuestras compras sin ninguna función, igual que cartón, o papel, pero no entiendo esto de prohibir el plástico. Yo separo para reciclar todo el plástico que compro, y supongo, o quiero suponer que la mayoría de la gente hace lo mismo, al menos en Europa occidental. Las bolsas de un solo uso las reciclo para basura, si no las usara, tendría que adquirir bolsas de basura comerciales que para basura normal no uso.
Si hay gente que no recicla, actuemos ahí. Si hay gente que no reutiliza las bolsas de plástico, actuemos ahí. Pero si reciclamos y reutilizamos, y si solo usamos el plástico que tenga realmente una función, ¿por qué tenemos que prescindir de el?
El problema con la guerra del plástico fué iniciar demasiado tarde. PET se sintetizó por primera vez en 1941 fechas similares para Polietileno (1933) y Nylon (1938). Y ahora estos dos últimos años finalmente hay conciencia acerca de reducir o eliminar al maximo posible estos productos cuando el oceano esta lleno de plásticos y se ha detectado niveles alarmantes en la cadena alimenticia.
El Nylon no es reciclable, PET se deshace en una trituradoras que lo hacen polvo y mezclado un aglutinante para volverlo en bloques sólidos lo cuales son almacenado indefinidamente, aunque es posible convertirlo en envases nuevamente, la gente es escéptica con la higiene de fabricar un envase a partir de algo que estuvo en un vertedero al contacto con miles de cosas. El polietileno en unos hornos al vacío se calienta a 500 grados donde se vuelve gas y se almacena en tanques, este proceso de utiliza regularmente con envases tetrabrick para recuperar la capa interna de aluminio este permanece liquido en el fondo mientras se extrae el gas. Sin embargo estos procesos sólo recuperan una fracción del material desechado y para las empresa es más fácil fabricar material nuevo que reciclarlo. Necesitamos un profundo cambio en la sociedad para reducir el consumo al máximo aunque nos ahoguemos.
Que culpa tendrá el plástico?
El plástico (en todas sus formas) es el material que ha permitido que hoy tengamos el nivel de progreso y bienestar que tenemos y ahora pretendemos que sea el culpable de todos nuestros males sin hacernos ni una sola pregunta.
¿Que pasaría si no fuésemos tan guarros y en vez de tirar toda la basura que tiramos la intentásemos reutilizar? Pues que el plástico sería el mejor producto de todos los que utilizamos. Ni el papel ni cualquier otro producto que pretenda sustituirlo está a la altura en cuanto a ecología y economía.
¿Que pasaría si el el plástico no flotase? Que se iría al fondo del mar con toda la demás mierda que tiramos y ni nos preocuparía.
¿Que pesaría tu coche y cuanto consumiría si no existiese el plástico?
¿Que pasará cuando se corte tu hijo en la playa con un vaso de vidrio del botellón de la noche anterior?
¿Con que agua vamos a fregar todos los vasos y platos que ya no serán desechables (reciclables)?
Se que hay muchos argumentos y de peso para rebatir mi simple planteamiento, pero más simple es prohibir en vez de educar.
https://drive.google.com/file/d/12LjEdmxJ4S06tb1XD0O4_bkQiUhtEX6V/view
https://twitter.com/hashtag/NoCulpesAlPl%C3%A1stico?src=hash
El 90% del plástico en el mar proviene de diez ríos, dos de África y ocho de Asia.
Lo que haga la UE o Nestle es IRRELEVANTE.
Mientras la humanidad sean reinos de taifas, los problemas de todos seguirán siendo los problemas de ninguno.
Como suelo machacar: ni Europa ni Nestle han creado el problema «solos», ni lo van a solucionar «solos».
Mi gran pecado es haber estudiado economía del bienestar y entender que a los problemas de todos hay que darles soluciones de todos.
Si es como tu dices, bastaría con poner unas redes en las desembocaduras de esos diez ríos y montar un sistema de recogida de los plásticos retenidos. Puede que hasta fuera negocio la recolección y las redes se podían hacer con dineros procedentes de la ONU o de otro organismo internacional.