Los rumores sobre la conveniencia de que Apple se plantee adquirir Netflix, de cara a dar la expansión definitiva a su negocio de servicios en el ámbito de los contenidos no son nada nuevo: en octubre de 2016, Ben Thompson ya analizó esa posibilidad y consideró un encaje estratégico muy positivo entre ambas compañías, aunque reconsideró negativamente esa posibilidad alrededor de un año después.
La dimensión de una adquisición así la convertiría sin duda en un plan muy ambicioso, pero no completamente descabellado: la valoración bursátil actual de Netflix se sitúa en torno a los 156,000 millones de dólares, una cifra que, considerando un premium razonable, situaría el importe total de la adquisición por encima de los 190,000 o 195,000 millones de dólares. Apple acumula simplemente en reservas en cash una cantidad muy superior, estimada en torno a los 285,000 millones de dólares, lo que hipotéticamente permitiría que adquiriese Netflix mediante una oferta en metálico sin plantearse excesivos problemas de liquidez, más aún cuando la naturaleza del negocio de Apple la lleva a ser una auténtica máquina de generar cash.
Por otro lado, los contenidos son un negocio al que la compañía no es en absoluto ajena: desde la relación de su fundador, Steve Jobs, con Pixar hasta el desarrollo de su propio negocio de contenidos, valorado en aproximadamente dos veces Netflix, o su interés por la televisión expresado a través de su persistencia en un producto escasamente exitoso como Apple TV cuya apertura a otras plataformas ha sido recientemente anunciada, todo apunta a que el interés de Apple por hacer crecer su negocio de contenidos es elevado.
La compañía fundada por Reed Hastings resulta sumamente interesante. Con una trayectoria enormemente coherente y exitosa, ha sabido adaptarse al cambio del escenario tecnológico y llevar a cabo una transición ordenada y visionaria desde un modelo de envío por correo hasta otro de streaming, y desde ahí, a crear una de las factorías de contenidos más importantes del mundo, no solo en términos cuantitativos combinando producciones globales y locales, sino también con creaciones de alta calidad que la han llevado a liderar las clasificaciones de galardones en los premios de la industria. Una estrategia con un coste y un nivel de riesgo muy elevado, en la que la clave está en el desarrollo de un modelo de datos sofisticado capaz de permitir que la compañía mantengo un historial de acierto intachable con su audiencia, muy superior a las apuestas a ciegas o basadas en el criterio de supuestos expertos que ponen en práctica otras compañías. Si alguna compañía representa la disrupción de la televisión tradicional, esa es, sin duda, Netflix.
Las cosas, sin embargo, no son tan sencillas. El otro elemento del indiscutible éxito de Netflix es una sólida cultura corporativa basada en la confianza y en la información abierta, que su propio fundador define precisamente como el modelo opuesto al de Apple. Una cultura que, muy posiblemente, podría convertirse en el principal obstáculo de cara a una eventual operación como la que muchos analistas recomiendan a Apple. La fortísima confianza en su modelo y el fuerte orgullo y personalidad de Hastings, por otro lado, serían seguramente otro obstáculo para una posible adquisición, que llevarían a que tuviese que producirse, seguramente, en forma de OPA hostil, con todo lo que ello conlleva, y con una fase post-adquisición que podría llegar a ser muy dura y muy compleja. Esos factores podrían hacer que Apple se decidiese o bien por continuar con su estrategia de desarrollo interno de los servicios creando su propia imitación de Netflix, como ha sido la opción escogida por Disney, o bien con adquisiciones únicamente funcionales como en el caso de Texture para su futuro servicio de noticias, o bien por la adquisición de otros actores menos importantes en la industria.
Que las especulaciones de los analistas acaben materializándose o no en forma de una oferta de adquisición dependerá, sin duda, más de ese tipo de factores más de ajuste fino que de unas consideraciones estratégicas que, sin duda, cuadrarían a la perfección en la agenda de Apple. Pero que dos piezas encajen en la teoría no quiere decir que puedan llegar a hacerlo cuando se contemplan todos los factores en la práctica. Si veremos o no a Apple adquirir Netflix es algo que, a día de hoy, seguramente, solo Tim Cook esté en condiciones de saber. Las cosas, generalmente, no suelen ser tan sencillas como algunos analistas tienden a veces a pintarlas.
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Personalmente yo no lo veo. Las trayectorias de Netflix y de Apple, así como las razones de sus respectivos éxitos, han sido siempre muy diferentes. Apple es una empresa de hardware, Netflix de ciertos contenidos (series y pelis). Apple es cara, Netflix es barato. Apple es una empresa cerrada y de plataforma propia, Netflix es abierta y multiplataforma.
No tengo ni idea si Netflix vale lo que dicen o no, pero suponiendo que lo valga, me parece una buena idea su adquisición.por parte Apple.
Apple necesita como agua de mayo productos que mantengan el nivel de ingresos a que se ha acostumbrado y parece que los que tiene en el mercado, dan signos de agotamiento y de estar llegando al final de su carrera. Por tanto parece razonable comprar una compañía con visos de tener una alta y probablemente creciente facturación en un futuro.
Mi apuesta era por que se dedicara a fabricar un nuevo un gadget, para sus famboys. Yo pensaba en el coche eléctrico, que un poco mas adelante se transformaría en coche autónomo, pero si ha decido pasar de producir gadgets, a dar servicios, Netflix pare una opción razonable, Claro que todo depende de que Netflix se quiera vender.
200.000 millones no son calderilla… Apple apostaría el grueso de su patrimonio a una sola carta y perdería la oportunidad empresarial de desarrollar su propia línea de negocio con la consiguiente plusvalía.
Creo que sería muy buena idea por parte de Apple, Netflix ya tiene demasiados competidores (HBO, Disney, Amazon, Hulu, etc) y lanzar otra empresa de estas características sólo serviría para atomizar aún más el mercado y perjudicar a los usuarios que no pueden o no quieren pagar varios de estos servicios.
Por otro lado el precio total de Netflix es muy elevado, yo creo que a Apple le bastaría con comprar una importante participación de esta compañía, por ejemplo un 30%, para entrar con fuerza en el mercado de contenidos.
Yo quería hacer otra observación , o quizás mejor, pregunta. ¿No es más factible que Apple plantee adquirir control de Spotify?
Puede ser para otro post.
Saludos
No, no me parece que tenga mucho sentido. Sería una adquisición completamente redundante con respecto a Apple Music, para incorporar un servicio que compite con una estructura de precios diferente y con un modelo freemium que, en el caso de Apple, no funciona. Plantearse adquirirlo podría ser problemático por el lado de las autoridades antimonopolio porn la concentración de mercado que supone, y no aportaría nada más que cuota de mercado, porque los acuerdos con los propietarios del catálogo ya los tienen. Lo razonable es que Apple trate de hacerse con más ámbitos en los que vender servicios, no que se plantee profundizar más en un área en la que ya tiene una posición razonable y con un buen crecimiento.
Apple quiso comprar Dropbox antes de que exista iCloud. No pudo y tuvo que construirlo de cero.
También probablemente haya querido comprar Spotify. Pero no pudo y se conformó con Beats y su servicio de streaming de música, que terminó siendo Apple Music versión 1.
Es decir, tradicionalmente compra empresas cuando ya sabe lo que quiere, como una forma de materializar su objetivo en forma más rápida.
Con el video uno esperaría lo mismo. Pero yo creo que Netflix no se vende, así que Apple deberá construir el servicio desde cero. Pero… si lo pensamos, hace un año que está colgando contenido visual en Apple Music. Así que el servicio ya lo tiene implementado!, solo falta la forma final y cobrarlo, por supuesto.
Y aquí me atrevo a decir que como servicio, el video es distinto a la música al momento de ser contratado por el usuario. O dicho de otra forma: los servicios de música son muy parecidos: Apple Music, Spotify, Deezer, etc, se parecen mucho. Ningun usuario “normal” estaría suscripto a más de uno de ellos. En cambio en el video la cosa es distinta. Uno puede querer tener Netfix sumado a Disney Plus sumado a Amazon Prime Video, etc. ¿Por qué? Porque hay diferencias: “el contenido propio”. Porque en unos meses Netflix’s perderá todo Disney+Marvel+Star Wars. Así que señores, la TV “es distinta” y no nos va a quedar otra que tener varios proveedores si queremos disponer de todo el contenido. Y Apple va a querer una porción del pastel, pero este pastel no es “lineal”, sino que tiene varas ”capas” y veremos cómo resulta la cosa.
Yo de momento veo como posibles las dos opciones:
– Si alguien es capaz de sacar la billetera para comprar Netflix, es sin duda Apple y así dar un enorme empujón a su estrategia de contenidos audiovisuales en streaming de un plumazo muy efectivo.
– Pero por otro lado, vuelve a ser Apple una de las pocas capaces de sacar su propio servicio, integrarlo con su oferta ya existente y posicionarlo a buen nivel, como ocurrió con Apple Music.
Rumores de adquisiciones galácticas de Apple siempre ha habido (Tesla), pero como dice Enrique, todo esto estará realmente dando vueltas en la cabeza del señor Cook.
Saludos!
Muy interesante. Gracias
Varios frentes aquí para mi visión:
a) Como usuario de Netflix, que Apple lo adquiera puede ser un motivo de abandono de Netflix. (aunque estoy seguro que otros ocuparan el lugar de los que saliésemos por este único motivo).
b) Como usuario de Netflix y con unos valores fuertes respecto al mundo abierto internetil, movimientos como el de Disney con Netflix causan que sea prácticamente imposible que me convierta en usuario de su plataforma(Disney) y prefiera volver al pirateo antes que pagar la suscripción a Disney. (si ya le sumamos acciones pasadas como su actitud antes el caducar el copyright apaga y vamonos…)
c) Alguien, Europa por ejemplo, debería legislar/forzar el compartir(bajo coste) contenidos entre plataformas, es un absurdo disponer de 10 plataformas online cada una con sus contenidos cerrados y exclusivos y solo nos llevará a un escenario: Pirateria.(lo mismo para deportes por ejemplo)
(eso no quita que se pueda dar un margen de tiempo(estreno) a quien crea/obtiene el contenido, por ejemplo)
d) Netflix, para mí, ha perdido algo de interés últimamente, aunque sigo pagandolo ya que resulta barato para lo que ofrece, si bien me gusta la variedad en las producciones propias, falta contenido no-propio nuevo y también viejo. (aunque no dudo que se estén encontrando con muchos problemas para añadir contenido ajeno, tanto nuevo como viejo, porque le ven como competidor).