Un par de artículos recientes tratan el uso de dinero en metálico en países como Suecia y China, su evolución hacia sociedades mayoritariamente cashless, y el problema que puede representar de cara a un estrato sociodemográfico, las personas mayores, con posibles dificultades de cara a la adopción de una nueva tecnología que puede llegar a resultar confusa o generar incertidumbre en su uso.
En el caso de Suecia, sobre la que escribí hace ya algunos meses, los billetes y monedas representan ya únicamente un 1% de la economía, muchos comercios se plantean dejar de aceptar dinero en efectivo, la mitad de las sucursales ya no aceptan depósitos en metálico y muchas están eliminando progresivamente cajeros automáticos por falta de uso, e incluso hay personas que se implantan chips en la mano para poder utilizarlos como medio de identificación y pago. En jóvenes de entre 18 y 24 años, el 95% de las transacciones se llevan a cabo con tarjeta de débito o mediante Swish, una app convertida ya en verbo de uso habitual. El gobierno está incluso planteándose poner en circulación una moneda digital, la e-krona, con soporte oficial. En el caso de China, el uso cada vez más ubicuo de apps como WeChat como medio de pago se convierte en un desafío y una fuente de confusión para muchas personas mayores, y se llevan a cabo incluso campañas de voluntariado para introducirlos en el uso de la tecnología.
Los factores en juego son evidentes: eliminar el dinero en metálico supone, por un lado, un mayor nivel de control y trazabilidad (con consecuencias interesantes para el usuario y potencialmente amenazadoras para la posible monitorización por parte de terceros como las empresas privadas, o el propio estado), y por otro, una supuesta seguridad mayor. Las personas mayores son mayores, no necesariamente tontas o torpes, pero indudablemente, la evolución hacia medios de pago completamente electrónicos puede provocar cierto nivel de confusión o inseguridad.
La clave, como siempre, está en la educación del usuario, mediante elementos como las campañas en medios, el voluntariado o la difusión de las posibilidades de la tecnología. Los medios de pago electrónicos pueden resultar enormemente sencillos a nivel de procedimiento, pero suponen un cambio de hábitos muy profundo para personas acostumbradas a la tangibilidad y visibilidad del dinero en metálico. Muchas personas mayores, de hecho, renuncian voluntariamente al uso de una tecnología mucho más antigua como la tarjeta de crédito, en muchas ocasiones alegando no tanto una dificultad de uso que se encuentra ya bastante normalizada en muchos países con índices de bancarización elevados, sino más bien preocupaciones asociadas con la falta de control del gasto. Lo mismo ocurre con los cajeros automáticos que llevan décadas en nuestras calles: un cierto porcentaje de personas mayores no solo no se encuentran cómodos o tienen problemas intentando utilizarlos, sino que incluso consideran prácticamente una ofensa que para determinadas operaciones habituales, los empleados de los bancos los remitan a ellos.
¿Qué ocurre cuando evolucionamos hacia la eliminación de un soporte todavía físico como la tarjeta de crédito, y nos encaminamos hacia el uso del smartphone? Por supuesto, hablamos de estereotipos, con todo lo que ello conlleva: existen personas mayores que utilizan sus smartphones de manera perfectamente habitual para numerosas tareas, o que hacen uso de las opciones de accesibilidad para hacer frente a limitaciones en la visión o en otros sentidos. Hablamos de dispositivos con múltiples posibilidades en sus dinámicas de uso, de manera que en la mayoría de las ocasiones, la falta de adopción suele tener que ver más con el desconocimiento o con la falta de costumbre que con una limitación real. Para una persona mayor, disponer y utilizar con regularidad un dispositivo como el smartphone e internalizar el cambio de concepto que supone no usarlo simplemente como un teléfono, sino para otros usos por todos conocidos – incluyendo el de medio de pago – puede llegar incluso a suponer una ventaja en muchos sentidos. Pero obviamente, todo ello debe partir de iniciativas que tengan en cuenta que aunque la tecnología tiende a evolucionar para reducir cada vez más sus barreras de entrada, algunas de éstas no son necesariamente barreras reales, sino el efecto de patrones culturales arraigados durante muchos años. Otras variables, como el nivel cultural o el hecho de vivir en entornos rurales frente a urbanos, juegan también un papel importante en la velocidad y agilidad de estos procesos de adopción. Y obviamente, a partir de la generación que se incorporó a la tecnología en edades más tempranas, el problema tiende a disminuir, y las resistencias suelen provenir más de otros factores como la pérdida de privacidad.
¿Qué pasa a partir del momento en que el uso del dinero en metálico se convierte en residual y minoritario, cuando las tiendas o los bancos dejan de aceptar monedas y billetes, o cuando incluso los cajeros automáticos desaparecen porque su nivel de uso disminuye hasta que se convierte prácticamente en antieconómico llevar a cabo su mantenimiento rutinario? ¿Es la adopción por parte de personas mayores un escollo insoluble y conlleva necesariamente una marginalización de un estrato importante de la sociedad, o puede paliarse hasta niveles razonables que reduzcan la exclusión mediante campañas y acciones de educación adecuadamente diseñadas?
This post is also available in English in my Medium page, “What happens to the elderly who can’t adapt to the cashless society?»
Sinceramente el poder pagar en efectivo debería ser un derecho si no lo es ya (va ligado a las monedas de curso legal). Porque la amenaza de que llegue un Trump que considere inmoral desde el que te guste el látigo de a leer las obras de Voltaire esta ahí a la vuelta de la esquina y debes de poder seguir ejerciendo tu derecho a la intimidad mientras no vulnere la de los demás. El Tío Josif habría visto sus sueños más húmedos cumplidos con la posibilidad de controlar todo lo que comprara la gente con una potencia de cálculo que permita deducir si imprimes panfletos con una vietnamita o haces un Master.
Yo llevo y uso un trasto de estos sabiendo con conciencia que me están monitorizando Pero teniendo muy claro que si debo meterme a rebelde se como no dejar rastro.
Y ser rebelde no debe ser pensar en atentados, sino en pensar por uno mismo y hacer lo necesario para poder seguir haciéndolo.
De modo que dar facilidades para que se pague sin monedas y se persigan Bin Ladens si, fiscalizar hasta tu último cent no.
Mi madre, por ejemplo, y pese a tener móvil y ordenador y desenvolverse razonablemente bien con las tecnologías, detesta las apps de los bancos, le cuesta mucho entenderlas y quiere tenerlo todo en papel. Y como ella, supongo que muchos, cuando visito una oficina bancaria solo veo que gente mayor… y a estos más vale no putearlos demasiado, no son pobrecillos pensionistas irrelevantes; son muchos, votan en masa y son mucho más poderosos financieramente que toda esa legión de millenials con pantalones de pitillo que no tienen donde caerse muertos porque han llegado tarde a la fiesta.
El argumento de la seguridad es altamente falaz, por no decir falso directamente. A mi me sorprende mucho que no se esté desarrollando ya la industria del secuestro exprés y posterior atraco electrónico. Pillas a alguien con un buen coche o una buena casa, le pones una pistola en la cabeza a él o a su hijo y le sugieres que te haga una transferencia con el móvil de todo lo que haya en sus cuentas a algún oscuro agujero fintech del otro lado del mundo.
Pues a mí no me sorprende nada que no exista esa «industria» que dices. Las transferencias tienen un límite diario. Si eres un secuestrador, y tan solo vas a obtener 5.000 euros por un secuestro, eres un tonto pringado. Y encima puede suceder que no veas un euro, porque el dinero de la transferencia no va a estar disponible en la cuenta receptora hasta el día siguiente como poco.
Ahora bien, como tengas un millón de euros en metálico en tu casa, no necesitan ni siquiera secuestrarte, basta conque entren en tu casa cuando tú no estás. El dinero en metálico es siempre la opción más insegura.
¿Y cuando el secuestrador es el gobierno?
A veces hacen «corralitos» y un corralito en una sociedad totalmente bankarizada puede ser terrible. No te quedará la opción de hacer cola en los bancos, porque no habrá nada que sacar. Habrá que sufrir en silencio y chupar las paredes.
Ante la posibilidsd de corralito, la gente puede poner su dinero en bitcoins, como ya pasó en Chipre. En Argentina y otros países, antes de que existiese el bitcoin, la gente tenía sus ahorros en metálico, escondidos en su casa, con el riesgo de que se los robasen.
Cómo que el Bitcoin está ahora en si mejor momento…
Acerswap:
Cuando lo de Chipre el bitcoin subió. Es un valor de refugio tan bueno como cualquier otro (oro, etc.)
Tengo 75 años y desde luego el Bonobus, la única tarjeta de débito que habitualmente utilizo, y no me ha planteado ningún problema en su uso.
Es un tópico lo de la dificultad de las personas mayores para adoptar una nueva tecnología, como es un tópico también falso el que los jóvenes sean «nativos digitales». La mayoría de mis amigos superan los 75 años y manejan con razonable a habilidad el Pc y el Teléfono móvil y nadie me ha contado que tenga dificultades en el uso de las tarjetas de crédito/débito.
Claro está, que casi todos son universitarios y todos, independiente mente de la profesión que tuvieran, los 20 últimos años de su vida laboral se la han pasado frente a un ordenador. Sin embargo las escasas amigas que son amas de casa, (marujas), tampoco noto que presenten la menor dificultad en el uso del teléfono móvil o de las tarjetas de crédito, incluso una en concreto es mi asesora en el pirateo de cualquier cosa que precise, pues es pirata compulsiva, tiene muchisimas mas películas y libros piratas que lo que pueda leer el y ver el resto de su vida. .
Lo mismo ocurre con la gente mayor que conozco en Llanes, No obstante pudiera ser que gente de las aldeas que han tenido poca formación y un trabajo sin uso de la informática, como puedan ser los agricultores, tengan mayor dificultad para adaptarse a la vida digital- Pero es independiente de su edad, sino solo debido a su baja formación y su aislamiento de la vida moderna.
Estoy seguro, que si se impone una forma de pago digital para pagar el café, la inmensa mayoría de los los «viejos» tendremos mas o menos el mismo problema de adopción del sistema que el que pueda tener un jóven de 25 años
Sin embargo, como digo, yo solo utilizo habitualmente el bonobus y no la Tarjeta de crédito, ¿Por qué? Porque me pasa, que cuando pago con tarjeta, no soy tan consciente de lo que disminuye mi patrimonio, que lo soy como cuando pago con billetes, y como mi jubilación, (aunque no me quejo), no es para tirar cohetes, prefiero ver disminuir físicamente los billetes dentro de mi cartera que pagar un poco descontroladamente con un medio de pago.
Posiblemente quienes hacen pagos digitales, han encontremos algún tipo de indicador que los indique que se están dejando llevar por el consumismo, similar al ver desaparecer los billetes de la cartera, y puede que sea de viejos el llevar este control analógico, pero de momento es el que utilizo.
Hola Gorki. Seguramente tus amigos y tú no seáis un grupo significativo en lo que a «Personas Mayores» se refiere en el artículo y aún así, hablas de tener reparos a la hora de usar tarjeta para pagos….de ahí la complejidad del asunto.
No creo que sea un grupo de personas diferentes a los de clase media normal, entre ellos no hay ninguno que sea informático como yo, y todos tienen y usan un PC , aveces además una tablet y un smartphone, pero eso es lo normal, el 71% de la población se conecta a Internet y de los que faltan muchos serán niños menores de 7 años y otros de la España profunda. independientemente de su edad.
Y yo no tengo reparos en pagar con tarjeta, Cuando viajo así lo hago, porque prefiero no ir cargado de dinero., Solo que soy mas consciente de cuando gasto si lo pago en metálico. Mi mujer suele sacar 600 euros del banco y yo cuando lo necesito le pido, y pago en metálico, pero porque así soy mas consciente de como gasto. Quizá por eso no tenga ningún crédito pendiente.
Mi tia, 60 años, no ha tenido nunca un PC.
El movil lo usa, pero la lia a menudo, se le llena de mierda y hasta que no le hemos puesto una tarifa de 20gb que no se puede acabar casi, la liaba con el control del consumo.
Mi madre, con 65, su hermana, usa el portatil, por trabajo, todos los días, pero es claramente más torpe ahora con él que cuando tenia 40 años(o 25, que hizo su trabajo fin de carrera con tarjetas perforadas), hay un problema de torpeza en ella(y en otros) que crece con la edad y no se muy bien porque.
Mi padre, 65, se aclara bien con moviles y pcs, pero es que lleva usandolos profesionalmente y para jugar desde la universidad.
Mi abuelo que murió este año, 94, lleva ya varios años que tenia hasta problemas para usar un simple movil «de los viejos», aunque llegaba a apañarse. Mientras, en cambio, era capaz de controlar sus acciones en la bolsa de manera magnifica, atenta y coherente.
Se me escapa algo que pasa con la gente mayor y que varía mucho de unos a otros…
Claro, pon a esos «torpes tecnologícos» la posibilidad de que les roben/estafen con sus moviles, y SUCEDERÁ.
Pero, por lo que veo, eso no va a desaparecer, los que usan ahora un movil con 35 años y aprece que lo tienen claro, algunos de ellos con 60/70 u 80 años serán TORPES TECNOLOGICOS y tampoco entenderemos porqué…
Con la edad se pierden facultades, y además no todos pierden las mismas ni con igual intensidad. Ahora bien, como norma general, el que aprendió a hacer algo cuando todavía no era anciano sigue pudiendo hacerlo en la vejez.
Lo del «control analógico», que es un fenómeno real mencionado por muchas personas, es algo que nunca he entendido. Yo jamás he tenido un problema de descontrol pagando casi todo en digital. Simplemente, son 13 euros (o el importe que sea). Da lo mismo si lo pago en metálico o electrónicamente.
Cuando te haces con un cash, no hay una imputación directa del coste de puesta en circulación de ese producto. (dinero). El coste de fabricación y mantenimiento se asume por el BCE y/o las administraciones que lo ponen en circulación. Cualquier evolución tecnológica no debe suponer ningún desembolso adicional al usuario.
Si esa divisa(Euro) es sustituida por una divisa electrónica, entonces como ciudadano tengo que tener una forma que no me cueste ningún adicional para operar con ella, p.ej. el propio DNI.
Pero no quiero que a costa de una medida que solo favorece al control ciudadano y a la reduccción de defraudadores, se lucre una entidad privada, que me cobre lo que le da gana por tener una cuenta bancaria, o por tener acceso en móvil o cualquier otra payasada que alguno se ilumine, y de paso no vale un móvil normal, etc, etc.
Todo eso se soluciona con una banca pública que sirva a los ciudadanos con un coste mínimo. Si la medida va acompañada bienvenida sea, si no es un timo para engordar a los bancos… as usual.
Lo de enterarte como funcionar con ella, es como todo, con el uso todo el mundo se acostumbra. Lo de sacar el móvil o la tarjeta cualquier tonto millenial o whatever lo hace ya, y nuestros mayores nos dan mil vueltas. No veo el problema, cuando las cosas se hacen bien y de forma progresiva, no debería de haber problemas.
Es que debería ser al revés. Si todos usamos dinero electrónico cualquier establecimiento tendría su TPV (ganancia para el banco), los cajeros se podrían eliminar (ganancia para el banco), muchas sucursales de los bancos se podrían eliminar (ganancia para el banco). Al final es beneficio para ellos sin tener que repercutir costes al cliente.
seguimos comprando ordenadores vulnerables?somos tontos?
Si, la gente tiene esa manía de seguir comprando ordenadores con Windows… y así les va.
En cambio si usas otros sistemas operativos en los cuales la seguridad no se delega a terceras empresas, sino que se incluye en el kernel… se estaría más seguro.
Pista: sistemas basados en UNIX ;-)
«Cuando las cosas se hacen bien y de forma progresiva» dicen antes.. Puede que sea un canto a la evolución. Nos cuesta aprender de la madre naturaleza.
No hay nada com ir laminando las libertades poco a poco, sin que nos demos cuenta. Contronando hasta el último céntimo que gastamos y en que lo hacemos, sin escapatoria. Esa información es muy valiosa y no me extrañaría que de una u otra forma acabase en manos de «terceras empresas». También saben ya nuestros gustos y la geolocalización gracias al móvil. Saben más de nosotros que nosotros mismos.
Y ahora lo que mola tener un microfono en casa para encender las luces.
Hoy mismo han aprobado los tres principales partidos una ley para que el gobierno pueda cerrar webs sin la aprobación de un juez. Lo cuentan en los medios como de pasada, en un titular leído rápido. Según los políticos es una tontería todas esas chorradas jurídicas de la «presunción de inocencia». Unos políticos que ya han demostrado ser unos fenómenos de la gestión (sarcasmo).
Son cosas que ocurren muy lentamente, pero ocurren.
Y te puede caer muy bien el campechano de juanca o el presidente de turno. Pero llegará un día en el que tengamos un rey llamado froilan o un presidente algo maduro. Entonces estaremos ya totalmente perdidos. Porque su poder será absoluto y nuestras libertades serán fictíceas.
Sabrán de nosotros hasta cuando nos echamos un pedo.
El problema es que ya no podremos guardar el dinero debajo del colchón, estará en otra parte. O hacer alguna operacioncilla en B, con lo que si un poder fáctico cualquiera quiere tu dinero no tendrá ningún problema en quitártelo, con razón o sin ella, y nos quedaremos con cara de tonto.
Después también querrán insertarnos un chip de control y se acabó: los tiempos de Orwell habrán llegado y sólo seremos números, un rebaño indefenso.
Muy mal, muy mal (Rosalía dixit).
Dices: «¿Qué ocurre cuando evolucionamos hacia la eliminación de un soporte todavía físico como la tarjeta de crédito, y nos encaminamos hacia el uso del smartphone? «. ¿Por qué la tarjeta es un soporte físico y el smartphone no?
Si fuera ministro de Hacienda estaría encantado de retirar los billetes de banco, pues sería la forma mas sencilla de aflorar todo el dinero negro que se oculta en las transacciones en metálico tanto en los asuntos de baja intensidad como compras a minoristas y pagos a autónomos, como en asuntos de envergadura como los maletines de comisiones, o los pagos de droga. Claro está que muy posiblemente para esas operaciones donde se pretende ocultar las transacciones a Hacienda aparecería una moneda sustitutiva como los dólares o los llamados bancos colaborativos de horas que en el fondo es volver al trueque.
Como no soy ministro de Hacienda prefiero que siga la moneda y que en muchos asuntos no quede ningún rastro de los pagos ni para Hacienda ni para familiares próximos.
Habría que a saber como hacen las transacciones en dinero negro en Suecia y China
Eso mismo me he preguntado yo, Gorki, porque seguro que por muy maravillosos que sean, dinero negro HAY.
Y quiero recordar que aquí en España, nos gusta mas que a un tonto un lapiz; a mí el primero. que ya nos revientan bastante a impuestos, y no vivimos como Suecia.
intedtad salvaos vosotros y vuestras familias, no hay mas, poco mas … esto esta yegando a su conclusion definitiva y no son buenas noticias para todos … salvese el que pueda …
un tio con 75 alis con ese impetu escribiendo, mira tio sique andando lo que puedas todos los dias es lo unico que mantiene bien, si solo escribes y no andas con los pies vas a ir mal ………….. lo principal es andar, lo secundario, escribir ………….
Te agradezco que me leas, y yo creo que debes aplicarte el cuento más andar y menos escribir,
¿Como se comprarían drogas en una sociedad sin cash?
Y los gansters y las mafias como funcionarían?
La segunda pregunta tiene mucha importancia para la sociedad civil, ya que siempre he pensado que hay que «dejar» una parcela de negocio a la «gente mala» porque si no lo haces, es probable que agrederían más a la gente buena.
Siempre pensé que existe una politica amoral sobre los gansters y mafias que procura que «se maten entre ellos» antes que molesten o agredan al resto de la sociedad
Como le contesto a Gorki, siempre es posible hacer trampas.
Pero un entramado de Gansgters lo suficientemente grande podría hasta crear su propia moneda fisica o virtual y usarla como pago o parte del pago. Por ejemplo.
También podrian estar compinchados con bancos o entidades mediadoras, hackearlas o lo que se te ocurra.
Si hay interés y ganancia suficiente siempre hay maneras de saltarse la ley, es bastante más difícil conseguir que no te pillen, eso sí, para eso hay que hacerse político.
El aumento de la longevidad, es un hecho. La rápida evolución de la tecnología, también. Si en paralelo a esas dos realidades no nos preocupamos por acompañar los procesos de transición y adaptación a ellas, , en unos años, tendremos amplias capas sociales marginadas.
La desaparición del dinero físico no implica que desaparezca el dinero negro.
El dinero negro electrónico ya existe, no se inventó ayer se está utilizando desde hace unos años. Los delincuentes siempre van por delante, están haciendo buen uso de él, los maletines son cosa del pasado.
El resto de la población va a estar mucho mas controlada, tanto los «honrados» poderes públicos, como los «honrados» bancos y las «honradas» empresas van a tener un control sin límite, mientras siguen campando a sus anchas sin control alguno. Vamos lo que está ocurriendo ahora pero multiplicado por X.
Cuenta, cuenta…
¿Como se paga al fontanero sin IVA, mediante dinero negro electrónico? A mi solo se me ocurre pagar con un cheque de un banco de las Islas Caimán, pero me parece muy complicado para los dos
Depende de como sea la cuenta de dinero, si es completamente identificativa o no etc.
Pero maneras siempre hay, así de primeras:
Se lo ingresas a la mujer(hijos, primo) como donación o como pago de cualquier otra cosa. (por ejemplo se lo pagas como formación que no tiene iva).
Por no hablar de hacking o de servicios extranjeros que ofusquen esas transacciones.
Trampas, siempre se van a hacer, y sino las dejará de hacer el fontanero para hacerlas el informático.
(obviamente es mucho más trazable y mucho más deseincentivador y en este sentido tiene claras ventajas, pero factible es)
A mí me preocupa más el problema de los menores y los compradores compulsivos. Un niño no dispone de teléfono móvil, y no le puedes mandar a la tienda de enfrente a hacer pequeños recados para que vaya aprendiendo responsabilidades o manejar pequeñas cantidades (gastarse la paga en chucherías). También el uso de dinero electrónico hace menos intuitivo el control del gasto y por eso se recomienda no usar tarjetas durante las rebajas, para evitar comprar por encima de las posibilidades de cada uno.
Un niño puede usar una tarjeta prepago. Y eso de que un niño hoy día no dispone de móvil… a los 11-12 años ya tienen móvil con sim, y a los 8-9 años tienen un móvil sin sim.
«Los mayores» es un mito que se me ha caido. Hoy raro es una abuela que no sea experta en redes sociales, claves para las relaciones familiares.
Enrique dice que la clave es la educación, pero en tecnología hay una máxima: el killerapp.
¿Cuál es la gran ventaja de medios de pago digitales?