Ayer se publicó en el suplemento Papel, del diario El Mundo, una entrevista que hice el pasado abril y de la que ya casi ni me acordaba, con motivo de la invitación que me hizo la marca francesa de automoción DS. Una invitación hecha bajo el tema de la audacia, que para mí tuvieron la audacia de mantener cuando contesté a su primer contacto diciéndoles que mi interés en un vehículo no eléctrico era entre escaso y nulo, y que creía firmemente que cuanto antes tuviese lugar el fin de la fabricación de vehículos con motor de explosión, mejor para todos y para el planeta. La entrevista se publicó ayer bajo el título «Enrique Dans: ‘conducir va a dejar de ser una actividad humana’«.
En la entrevista, además de responder a algunas preguntas sobre mí, hablo fundamentalmente de la importancia de entender el cambio tecnológico, de la adopción como factor fundamental, y del peligro de entender determinados cambios como supuesta «competencia desleal» cuando lo que hacen es poner de manifiesto que determinadas normas que en su momento pudieron tener sentido se han convertido en obsoletas, anticuadas y absurdas.
Me explico: existen taxistas y licencias de taxi porque hace muchos años, otorgar licencias se consideró la única manera de regular una actividad que, de no ser objeto de una regulación, caería en la tragedia de los comunes y no podría ser desarrollada con las adecuadas garantías, pero tras la aparición de los smartphones, las apps y de modelos de negocio obviamente interesados en su propia sostenibilidad, podía desarrollarse mejor, con mayor calidad y con más oferta al usuario con un sistema liberalizado, como prueban las muchas ciudades del mundo en las que esa oferta existe y en las que resulta mucho más fácil desplazarse que cuando no existía. ¿Quiere esto decir que debe permitirse a esas compañías hacer lo que estimen oportuno? Por supuesto que no, que deben someterse a regulaciones y a normas impuestas por los gestores urbanos en función de las necesidades de las ciudades, y sobre todo, que deben jugar un papel en la transición hacia los nuevos modelos de transporte, con especial protagonismo para los vehículos eléctricos, autónomos y para el transporte multimodal, como de hecho está sucediendo. No, por mucho que crean los taxistas, su enemigo no se llama Uber ni Cabify… su enemigo es el hecho de que, en muy poco tiempo, la conducción vaya a convertirse en una actividad que no precisa de nadie al volante, y que ese modelo vaya a ser, además de mucho más barato, también mucho más seguro.
También hablamos de redes sociales y de supuestas adicciones que no lo son: no, no y no, por mucho que digan los amantes de las comparaciones fáciles, sigue sin haber ninguna sociedad médica que reconozca la «adicción a la tecnología», y lo que opinan los psicólogos es lo que vale, no lo que opine tu cuñado. Ni la tecnología es una droga, ni la adicción es un fenómeno común ni preocupante, ni mucho menos una enfermedad mental, ni lleva al suicidio, ni siquiera está provocada por la tecnología, sino por otras causas subyacentes que no suelen llegarse a identificar porque se prefiere echar la culpa a lo que no se comprende. La tecnología no es más adictiva que, en determinados casos, la religión, el ejercicio, el sexo, el trabajo o las compras, trastornos que en un pequeñísimo porcentaje se convierten en compulsiones reales y que suelen provenir de otros trastornos asociados. Cada uno es libre de creer lo que quiera y de tener los amigos invisibles que estime oportuno, pero eso no va a convertir en verdad lo que no lo es: la tecnología es un elemento importante de las sociedades humanas, lo ha sido siempre porque determina el entorno en que vivimos y sus posibilidades, y pretender renunciar a ella, prohibírsela a los niños o demonizarla en virtud de temores que no son más fiables que meras supersticiones es, sencillamente, temerario y absurdo. «¡Oh, dios mío, que los videojuegos incrementan la secreción de dopamina en un 175%!!!» Efectivamente, los videojuegos provocan un 175% de incremento… pero es que la comida lo provoca en un 150%, el sexo en un 200%, y las verdaderas drogas, como la cocaína o la meta-anfetamina, en un 450% y en un 1300% respectivamente… vamos a dejarnos de tonterías, por favor: el juego, por poner un ejemplo, es muchísimo más adictivo que la tecnología, y tenemos nuestros barrios asquerosamente llenos de tugurios sin ningún tipo de control para dejarse el dinero en apuestas deportivas.
Eso dio de sí una agradable entrevista de media hora con Ana del Barrio en la cafetería del AC Santo Mauro, de esas que al verlas editadas echas de menos muchas cosas, pero entiendes también – porque te pasa habitualmente – la necesidad de hacer caber todo en el espacio disponible.
Pues es una pena, sr. Dans, que el artículo no dijera nada sobre el juego porque eso sí que se está constituyendo en un problema muy extendido, y no será porque no conozcamos sus peligros.
Enrique
Permíteme lo primero que te tutee, por la cercanía que sueles mostrar en tus comentarios. Me ha gustado mucho la entrevista, no es perfecta, pero la periodista lanza preguntas muy interesantes. Tus respuestas, en tu línea.
Normalmente suelo discrepar bastante con tu punto de vista y tus opiniones. Y esta no iba a ser una excepción, y me da pena, porque en 15 años de blog, yo hubiera dudado de mi forma de ver las cosas. De sabios es rectificar…
No te voy a criticar porque creo que en este país falta libertad de opinión, en el sentido de respetar la de los demás.
Solamente aconsejo a los lectores de tu blog que lean los comentarios, a tu artículo, no censurados de elmundo. El ratio es abrumador:
* De acuerdo con opiniones de Enrique: 1
* En contra 20,
* Neutral 1
Creo que un tema tan apasionante como la tecnología y que nos fascina a muchos, es dificil conseguir un ratio como el tuyo.
¿Alguna autocrítica?
Me he tomado la molestia de ir a mirar los mencionados «comentarios no censurados» de El Mundo, y el nivel de argumentación y sabiduría que rezumaban me ha convencido totalmente, Iñaki.
Un ejemplo más de que cantidad y calidad raramente van de la mano.
Saludos cordiales.
Procuro limitar en la medida de lo posible el número de gilipolleces que leo… lo único que te puedo decir es que El Mundo debería replantearse su política de comentarios, son la perfecta prueba de que la censura está, en muchos casos, completamente justificada. Si ese es el nivel que tienen los lectores que ese medio atrae, deberían replantearse su negocio. ¿Autocrítica? Mía, ninguna. Si acaso, el titular elegido, que no es mío y que resulta un tanto polarizador, pero eso es todo.
Con el car sharing el conductor no es necesario, casi todos tenemos carnet de conducir, como no es necesario el conductor con las motos eléctricas, las bicicletas y los patinetes. Sin embargo, los taxis siguen teniendo una función. Pienso que quizá su número actual, va a ser excesivo y quizá debieran aplicarse medidas para reducir algo el numero de taxis. ( Hablo de Madrid, porque cada ciudad tiene su problema específico), pero el taxista tendrá un papel en el futuro, ¿Cual? no lo sé, la practica del día a día lo indicará así como cuantos sobran, (si es que sobran).
Respecto de el miedo a la tecnología cada generación ha tenido su miedo a los excesos tecnológicos de su época, en el caso de mis padres el miedo era a los bares de chateo, los futbolines y a las salas de billar, también a las discoteca con sus jaulas doradas con gogós. En mi mi caso, era el riesgo que los niños se engancharan a la televisión. y con los juegos de Rol, y ni cuento el miedo que pasamos con las drogas de las discotecas y macro conciertos.
Sin embargo la inmensa mayoría de los niños eludieron esos peligros, Hubo quien no supo eludirlos, pero eso también ha pasado en cada generación con una minoría. Y estoy seguro que nuestro jóvenes, pasad la edad. abandonarán por si solo el matar marcianitos, y aprenderán a pasar por delante de las salas de juego sin entrar en ellas, al igual que nosotros aprendimos a pasar de los Bingos.
La naturaleza humana cambia muy poco y el preocuparse por la degradación de la siguiente generación, viene pasando desde los griegos como poco. Si fuera verdad, hace siglos que nos habríamos extinguido como especie.
Enrique
Lo primero gracias por sacar mi comentario de arriba. Coincido que los comentarios sin censura suponen que alguno de ellos no den la talla, pero prefiero una Sociedad libre que una vigilada como la que últimamente dedicas tantos artículos
No entro a valorar la antipatía que generas a unas cuantas personas. Quizás no respetar a los que te leen diciendo que son gilipolleces es echar leña al fuego y no es un modo que pueda mejorarlo.
Pero más allá de la anécdota, lo que veo en tus comentarios es crispación cuando las opiniones no son coincidentes con tus postulados. Es lógico que alguna de las personas te critiquen por como te expresas, en vez de criticar lo que dices.
Tus opiniones ( te leo hace mucho) normalmente no tienen unos cimientos sólidos, y sueles responder con fuentes muy pobres en argumentos que no acompañas de una bibliografía adecuada ( y me extraña siendo académico como tu mismo autoafirmas) sino medios «divulgativos» que están en tu misma opinión o directamente marketing de las marcas. Quizás el ser tan prolífico trae como rémora la falta de profundidad .
Si me permites alguna de las opiniones, merecen más atención y llamarlo «gilipolleces» es una falta grave de respeto hacia ellos, por ejemplo:
a) El nocivo uso de móvil en colegios.
b) La adicción a móviles o RRSS (respuesta aleatoria intermitente)
c) Te critican el valorar nivel cultural en relación consumo de tecnología. Postulados elitistas fuera de la realidad (p.ej. cuando abogas por prohibiciones de vehículos que usamos en una gran mayoría, por no haber alterantiva en 2018)
d) La imposibilidad de una conducción autónoma en el mundo real. Dando por hecho que algunas pruebas son la panacea.
No afirmo que estés equivocado en tus postulados, simplemente que tus argumentos o son débiles o están basados en el principio de autoridad o el sesgo cognitivo hacia las ideas de los demás.
Espero no haberte sustraido de tus deberes profesionales por este comentario, que he intentado que sea breve y respetuoso. Espero que te sirva para mejorar y no para enrocarte.
Gracias por tu paciencia y atención
No es por fastidiar, pero a Waymo se le acaba el año.
Va a estar ahí, ahí, pero tampoco pasaría nada si lo lanzan en 2019:
Waymo may launch its self-driving car service in early December
La cuestión es que va a ser antes de 2020, y no en 2030 como decían los escenarios más pesimistas. Inicialmente será en determinados barrios de una sola ciudad, pero es un hito, y en los próximos años se extenderá a más ciudades, tipos de barrios, condiciones meteorológicas, etc.
Ya lo había leído, pero no deja de ser un tanto decepcionante, pues de momento continuará llevando un empleado dentro. Pero tengo claro que llegará más pronto que tarde.
Como anda el patio. Hacía tiempo que no usaba la expresión. Y que manía de atacar lo que se dice en la entrada con argumentos «de poco nivel». Si, existen niveles (como existen clases).
En una cosa estoy totalmente de acuerdo. No se puede llamar gilipollez a estar a favor de prohibir el móvil en las aulas de Primaria (y si, de Primaria) y Secundaria. Hay un término más preciso, de más nivel, eso es una prueba clarísima de homohabilisismo, es decir, de seres humanos que aún están descubriendo las primeras herramientas tecnológicas.
Les recomiendo ver el inicio de 2001, una odisea… por si todavía no tienen para selfie. Y, por cierto, el famoso monolito (ya puestos) bien podía ser un móvil postiphone.
Enrique:
En el tema de los móviles y la escuela, creo que hay algo que te impide hablar de «Regulación» para utilizar «prohibición», como si no hubiera un «término medio»…
Muchas veces se habla de este tema, y vuelvo al ejemplo de cuando salieron las calculadoras.
Entiendo perfectamente que no se pudieran utilizar en el instituto, como por supuesto la EGB…, para poder utilizarla sin problemas en la universidad, o cursos superiores…,
Ahora con los móviles es algo similar.
Prohibir??, en absoluto. Regular?? por supuesto¡¡.
Y si…., algo de adicción hay, y el primer síntoma, es negarlo completamente…..
Y el que lee en la cama debajo de una manta con una linterna para que no se enteren sus padres ¿No es adicto? Pues así leían mis hijos Harry Potter y no paso nada de nada.
Gorki.
Creo que no tiene nada que ver
Tus hijos leían a «Harry Potter», yo «Alfred Hitchcock y los tres investigadores»….
Otra cosa es vivir pegado o pendiente del móvil las casi 24 horas del día…
Como dice Carlos más abajo #013. Regular para que en cada etapa de formación, tengan acceso a la información necesaria.
Además, en todo esto, hay algo que con todos mis respetos expresas incorrectamente..
No existe la adicción a la tecnología, existe la adicción a aparatos que usan la tecnología como móviles, ordenadores….
Tú mismo, Enrique, pones el ejemplo de las casas de apuestas…., pues también hay muchas que usan la tecnología a través de los móviles para su «adicción»…,
Pues te pondré otro caso que te agradará mas. Muchos jóvenes que ahora rondan los 40 años, se pasaban con el Walkman y los pinganillos todo el santo día oyendo música horrorosa, bakalao y heavy metal de la mas baja calidad y tampoco les dejo mella pasada la pubertad.
Mi cuñada que era profesora de química en un instituto, tuvo que soportar en sus clases un alumno que iba con los pinganillos y el casco de la moto puesto. Era la excepción, otros no llegaban a tanto. pero tampoco eran alumnos ejemplares. Como no podía expulsarlo de clase, pidió el traslado a Educación a Distancia , pues así no tenia que ver a sus alumnos.
No creo que haya profesor que crea que va a tener una clase de chicos de 15 años pendiente de sus palabras, independientemente de si se distrae con el teléfono, hablando con un compañero , o tirando bolitas de papel usando el bolígrafo de cervatana.
Prohibimos también el uso de bolígrafos. O volvemos a lo de antes, donde existía un principio de autoridad y quien incumplía las normas gravemente, se le expulsaba del centro.
Mas o menos todos los jóvenes hemos pasado por «la edad del pavo» de una forma u otra y hemos sido insoportables, pero atravesada, hemos sido (mas o menos) normales.
Y si ahora hay apuestas antes a había lotería , quinielas, ciegos, y otros juegos y timbas, y algunos se engancharon, pero eran casos excepcionales, como ahora con los casinos de barrio
Estoy convencido que el ser humano evoluciona poco, o si lo hace precisa varias generaciones para que se note, Lo que varían son las modas hoy es el teléfono y antes era el walkman.
Gorki.
Creo que te gusta mucho discutir…..
Mi primer Walkman lo compré con 18, escuchaba muchas cosas, heavy,pop, rock… no sé si para tí serian buenas o malas…. eso sí, nunca bacalao….. :-)
Pero te aseguro, que nunca ví a nadie con los auriculares puestos en el instituto, si hubiese sido así, seria expulsado… y por supuesto, para llevar el walkman puesto todo el día… se necesitaba mucho dinero para pilas….
Los profesores si nos pillaban hablando con el compañero nos reprendían, (algunos, daban ostias como panes), y lo mismo si tirabas cualquier cosa, como si utilizabas la calculadora…etc
Por lo mismo, entiendo que los profesores, deben convivir con los teléfonos de sus alumnos según la edad, nivel… nunca he dicho «prohibir».
Como tú mismo dices, todos pasamos la edad del Pavo, y por eso a una niña o un niño de 13 años, habrá que decirle que no use el movil en clase, a no ser que se requiera, mientras que a un «Ganso» de 18, se entiende que ya tiene que ser lo suficientemente capacitado para usarlo sin que nadie se lo «controle»…
Creo que no es un tema para quitarle importancia, y tratarlo como una simple moda más…
Lo de las apuestas…., muchas veces tiendes a sacar las cosas del contexto en el que las planteo.
Intento decir o comunicar a Enrique, que el término «adicción a la tecnología» no creo que sea correcto. Quien pierde mucho dinero en las apuestas, no es un» adicto» a la «tecnología» que le permite apostar desde un móvil u ordenador, es un ludópata.
De la misma forma, si alguien está enganchado 24 horas a las redes sociales, no es adicto a la tecnología, si nó a un uso determinado que con el tiempo, se le pondrá algún nombre, por que como dice Enrique, Todo va a cambiar», y en este caso, las adicciones también cambian, o se transforman…
Yo me leí la entrevista ayer (antes de ver el post de hoy, me la notificó mi padre), y como a veces hago con las noticias de los periódicos cuando tengo tiempo y ganas de reírme, me leí los comentarios al artículo, aunque con frecuencia me dan más pena que risa:
«diga lo que diga este tipo (que por cierto tiene un careto que… no me da muy buena espina).»
«Otro vendedor de humo de la Era de la Inanidad…»
«Sigues siendo repelente y además un zampanabis »
«Un motivo más para no comprar un DS.»
«¿Por qué se le da voz y espacio a quien sólo dice chorradas…? »
«Nunca me fiaría de la mirada de este George Clooney, tiene más de actor que de realidad.»
Se puede estar al 100% en desacuerdo con todo lo que escribe alguien, pero con esos «argumentos»…
Me quedé con este:
«Sólo hay que leer los dos primeros comentarios de esta entrada para darse cuenta de que lo de confiar en la educación que le dan los padres a los niños es inútil. la gente no entiende en qué consiste educar, lo primero porque con esta educación que tenemos es imposible educar bien a nuestros hijos.»
Sobre las opiniones:
– No sé por qué parece que tenemos que tener una opinión para cualquier tema, aunque no tengamos ni idea. Me recuerda a los programas de noticias de TV donde preguntan a la gente por la calle con un micrófono en mano qué opinan de algo, aunque sea de un tema que ni han leído, y siempre contestan algo. Nunca nadie contesta: «Pues no tengo opinión, no entiendo de ese tema, tendría que informarme antes. Me remito a lo que digan los expertos que lo hayan estudiado».
– También me llama la atención que hay empresas con miles de ingenieros con mucho talento trabajando en temas muy difíciles (ej: conducción autónoma), y llega cualquiera y en 1 minuto ya ha evaluado el tema en su cabeza, ha encontrado algo que a él le parece irresoluble y determina que «Los coches autónomos, no. Todo lo demás, sí, pero cien coches que se conducen solos en un atasco, a ver cómo salen.». A mí esto me ha pasado en mi propia empresa, cuando alguien, que no ha leído ni sabe nada absolutamente de un tema (técnico), dice que algo no se puede hacer, que es imposible, y yo ya sé que alguien lo ha hecho en alguna empresa y, a veces, para cosas «más sencillas», lo he hecho yo mismo.
Sobre el uso de los móviles en los colegios yo no sé si son un problema o no, creo que eso lo deben decir los profesores, que son los que conocen el tema de primera mano, pero sí echo en falta una cosa: siempre se asocia los móviles a cosas «malas»: distracciones, adicciones, redes sociales, pérdidas de tiempo, etc. Pero creo que nunca se pone en el otro lado de la balanza sus posibilidades para el aprendizaje.
Es decir, siempre oigo o leo que hay que prohibir los móviles. Bueno, pues puede ser, pero nunca oigo hablar de que hay que usar en su lugar tablets o Chromebooks, proporcionados por el colegio, sin apps de redes sociales, tal vez con filtros y control parental, etc., y que los niños aprendan a usar distintas fuentes de conocimiento aparte del libro (electrónico): artículos online, blogs, webs, etc.
He leído los comentarios en El Mundo a los que se refiere Iñaki, algunos de los cuales ha puesto Carlos aquí, y la verdad, no sé quién es el que debe hacer autocrítica habida cuenta que en ellos no es que se discrepe razonadamente sino que se limitan a hacer ad hominems zafios e indisimulados en contra de Enrique.
«Normalmente suelo discrepar bastante con tu punto de vista y tus opiniones». Bueno… Cuando alguien escribe sobre tantos temas diferentes es difícil no coincidir en alguno, por lo que yo me permito traducir esto cómo «por inquina personal hacia ti jamás coincidiré contigo».
Lo dicho, a ver si lo de la autocrítica nos lo aplicamos todos en vez de aconsejarlo tanto.
José Miguel
Sois vosotros los que estais fomentando la difusión de la zafiedad.
Creo que el blog mejoraría si argumentara y se aplicara rigor.
Simplemente. Nada personal
Si quieres que diga que es todo buenísimo y vivir en Disneylandia. Eres tú el que ha elegido el color de la píldora
https://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%ADldora_roja_y_p%C3%ADldora_azul
La píldora azul te permite olvidar lo sucedido y permanecer en tu realidad virtual , mientras que la roja te libera de ella y te conduce al mundo real. Puedo ser respetuoso y no coincir con alguien en la mayoría de sus planteamientos sobre ideología técnica. Nada personal, todos tenemos nuestras luces y sombras.
José Miguel, tu ya has elegido el color de la pildora
Claro, claro, Iñaki. Tu nos vas a enseñar a tener pensamiento crítico y a documentar las cosas de forma neutra y rigurosa. Como cuando nos contaste que la mayoría de los comentarios en El Mundo eran contrarios a la opinión de Edans, y los demás sólo veíamos ad hominems y ataques personales.
Hazme un favor, déjame de historias de pildoritas.
Carlos Quintero
* Cuando alguien hace un sondeo de una muestra binaria, no pregunta la razón de su argumentación. Si asi fuera el análisis sentimental que por otro lado se potencia tanto en el marketing no tendría sentido. En un sondeo de CIS nadie le repregunta a un entrevistado: «Imbécil, ¿Porqué votas a un partido corrupto?. Es decir la simpatia que genera un personaje en twitter, medio, … es algo que los expertos en comunicación miran para cuidarla. Es aquello de conducir en M40 por el carril contrario, todos están conduciendo al reves
* El sesgo de confirmación hace ver que solo damos importancia a aquello que previamente está de acuerdo con nuestra forma de pensar. https://es.wikipedia.org/wiki/Sesgo_de_confirmaci%C3%B3n. Por eso los periódicos normalmente se leen de acuerdo a la ideología que tienes. Si aprovechamos este sesgo, podemos indagar sobre aquello que nos está contando alguien en distintas fuentes, y comprobar sin sesgo que hay de realidad.
* Ejemplo de sesgo, si buscas en internet «adicción al móvil» hay una mayoría de artículos (psicólogos incluidos) denunciando su existencia, al revés hay menos, pero cuando Enrique tiene una opinión, los links son acordes con su postura. No hay una exposición neutral del postulado. Ver. p.ej. https://www.psychologytoday.com/us/blog/modern-mentality/201802/could-you-be-addicted-technology
* Finalmente no hay que caer en el principio de autoridad(https://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_autoridad_(epistemolog%C3%ADa) citando al propio Enrique hay que impulsar el pensamiento crítico. El ejemplo que das, hay que confirmar en los ingenieros de waymo y su marketing. Naturalmente !!! , ¿se te ha ocurrido pensar que un ingeniero de waymo nunca va a decir que su coche autónomo no es un portento?
Perdón por trastocar este blog, pero si al menos sirve para elevar el tono, estará contento
No, Iñaki, no. No me puedes acusar de «falta de rigor» por utilizar fuentes que la gente puede leer. Fomentar el pensamiento crítico es ofrecer links validados, no tonterías sin fundamento. Yo no te digo que los vehículos autónomos vienen ya si no he podido comprobar antes fehacientemente que ya están aquí, no porque me trague nosequé marketing the la propia Waymo. Y a las pruebas me remito: ya están aquí, por mucho que algunos se empeñen en negarlo. Soy un profesor que se documenta muchísimo para poder dar clase a una panda de tíos extremadamente exigentes que si les das bullshit, te suspenden en sus encuestas. Que no traiga aquí journals sesudos y estudios rigurosos es por dos razones: una, van extremadamente lentos. Dos, no se los lee el lector general, porque le parecen infumables. Yo me leo muchos de ellos, pero prefiero enlazar cosas comunicativamente mas razonables, porque elegí hacerlo así hace algún tiempo – no quiere decir que no vuelva en algún momento a la publicación académica, no lo descarto, pero no es donde estoy ahora. De ahí a que me dedique a engañar con enlaces muy seleccionados mientras omito otros va un mundo, eso no es cierto ni lo he hecho jamás. La diferencia entre mis enlaces y los de otros sitios es que los valido y los chequeo con muchísimo cuidado, y no cito a cualquiera porque me interese lo que diga. No te confundas…
Y además, nunca borro a quien me contraargumenta. Solo borro a quien insulta.
Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida.
Muy interesante la entrevista, así como los dos temas tratados.
También he leído los comentarios hasta este momento, y me parece una discusión de “alto nivel”. Yo no llego a tanto, simplemente creo que, en muchos casos, hasta en temas que tienen poca discusión, siempre habra “expertos” a favor y en contra. Aunque me gusta informarme, me gusta mucho más usar la lógica.
Lo de los coches inteligentes, totalmente de acuerdo. Es cuestión de tiempo. Eso sí, creo que no lo marcaremos nosotros, ni las verdaderas “necesidades” medioambientales, o personales, sino que los grandes holding empresariales verán la forma de marcar los pasos para hacerlos más rentables.
En cuanto a la adicción a las redes, sí hay algo en lo que soy bastante crítico. Creo que, efectivamente, el problema es el adicto, no tanto la adicción. Se puede ser adicto a practicamente cualquier cosa. Pero también pienso que, así como el juego por dinero tiene una clara intención, las redes sociales, así como muchos videojuegos, también han sabido aprovechar muy bien las vulnerabilidades humanas para entramparnos. ¿Se puede descargar la culpa de sus creadores? Fumar mata, a largo plazo. Una red social no te fulmina, pero tampoco es inocua.
Mis respetos y agradecimiento por los artículos de Enrique, que me tienen “enganchado”, así como a los comentarios (hay algunos que son mejores que muchos artículos que rondan por ahí).
Saludos desde Canarias!