El Consejo Municipal de Nueva York somete a votación y aprueba, como se esperaba, una restricción de un año en la concesión de licencias para vehículos de transporte con conductor que operan en la ciudad y un sueldo mínimo para sus conductores. La situación carece completamente de paralelismos con la de países como España, en los que los taxistas reclaman que el número de licencias de transporte de vehículos con conductor (VTC) se mantenga por debajo del de taxis, en algunos casos citando ratios absurdos como el de una licencia de VTC por cada treinta taxis: en Nueva York, que cuenta con un total de 13,587 licencias de taxi, el número de vehículos operados por compañías como Uber o Lyft supera ya los 100,000, y su actividad es un 65% mayor que la de los taxis.
Según algunos estudios, la abundancia de vehículos disponibles para el transporte estaba incrementando en exceso la congestión, y poniendo a los conductores en situaciones insostenibles: varios conductores, tanto de taxis como de VTCs, habían cometido recientemente suicidios debido al progresivo empeoramiento de sus condiciones de trabajo. Según Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, en un tweet de hace unas horas:
«Nuestra ciudad se enfrenta directamente a una crisis que está llevando a trabajadores neoyorquinos a la pobreza y a nuestras calles a la congestión. El crecimiento sin control de las compañías de vehículos de alquiler basadas en apps exigía acciones, y ahora las tenemos.»
El problema, obviamente, es hasta qué punto imponer una congelación del número de licencias durante un año es susceptible de contribuir a la mejora del problema. Uber y Lyft pueden sobrevivir perfectamente a restricciones de este tipo incluso si se extienden a otras ciudades norteamericanas, pero la gran realidad es que el problema no está en el número de vehículos disponibles para el transporte, sino en otro sitios, y que dentro de un año, cuando la restricción se replantee, lo normal será que los problemas de congestión permanezcan igual. Según Uber o Lyft, detener su crecimiento empeorará el transporte en la ciudad al reducir el número de opciones disponibles y hará más difícil conseguir transporte sobre todo en barrios periféricos y para personas de menos recursos, pero lo cierto es que, del mismo modo que los habitantes de la ciudad prefieren una hiperabundancia de opciones disponibles para su transporte, todo exceso termina siendo perjudicial, y provocando incluso que desplazamientos que antes se hacían en metro o en autobús pasen ahora a desarrollarse en grandes vehículos negros de manera mucho más ineficiente, y posiblemente, conducidas por personas en condiciones laborales en muchos casos deplorables. Hace algunas décadas, tener una licencia de taxi era, sin ser un empleo agradable, un pasaporte a la clase media. Ahora, es una manera de malvivir.
Varios elementos juegan un papel importante en esta transición: la primera, el hecho de que estemos hablando, en realidad, de una situación de interinidad, del breve espacio de tiempo en años que va a transcurrir hasta que el transporte en las ciudades sea operado por vehículos autónomos sin conductor. Un plazo que en muchas ciudades norteamericanas ya ha comenzado, aunque aún sea escasamente representativo o esté en sus inicios, pero para el que muchos aventuran un desarrollo muy rápido. Eliminar al conductor solucionará uno de los problemas: dedicarse a transportar pasajeros o mercancías por una ciudad no debería ser una actividad para trabajadores humanos. Pero incluso en una situación en la que la automatización haya tomado el papel central, sigue habiendo otro problema, que no es más que el que consiste en llevar a cabo una gestión adecuada de los desincentivos, del palo que debe acompañar a la zanahoria. El verdadero problema de Nueva York y de la mayoría de las ciudades norteamericanas no es que haya demasiadas licencias de VTC y que haya que congelar su concesión, sino que no existan suficientes desincentivos para el vehículo particular. La situación únicamente mejorará cuando los ayuntamientos se den cuenta de que el uso del vehículo privado debe restringirse o desincentivarse fuertemente en muchas áreas de la ciudad, y que la única opción para moverse en esas áreas sea el uso de transporte público, de flotas de vehículos de transporte, o de opciones como bicicletas, patinetes, y otro tipo de vehículos.
Sin duda, todo tiene que tener algún límite, y encontrar el límite adecuado para un funcionamiento correcto de un sistema complejo como es una ciudad no es algo sencillo. Pero atacar el problema simplemente restringiendo uno de sus componentes, sin pensar en el impacto de otros jugadores, y pretendiendo no molestar a nadie más ni imponer ningún cambio en el comportamiento de los usuarios de una ciudad es imposible. El problema de la congestión en las ciudades desaparecerá cuando entendamos que muchas ciudades fueron diseñadas para el automóvil, y que ese diseño debe ahora transformarse para acomodar otros tipos de uso, muy posiblemente eliminando el aparcamiento en superficie y destinando el espacio liberado para otros usos, profundizando en la transición del automóvil desde producto en propiedad hacia servicio, y mejorando las opciones disponibles de transporte público. Y en cualquier caso, entendiendo que la situación cambiará de manera significativa en cuanto uno de los cambios más importantes que vamos a vivir en la historia del transporte, la automatización, se imponga, por una simple lógica de costes, de manera mayoritaria y dominante.
Las restricciones a los VTC en Nueva York no pueden verse como una forma de intentar mantener un equilibrio entre operadores de transporte urbano: ese equilibrio desapareció, en realidad, hace mucho tiempo. La discusión ya no está en el número de licencias que deben concederse, sino en el entendimiento de que hay que reformular completamente nuestras ciudades y la forma de desplazarnos en ellas, con todo lo que ello conlleva de eliminación de hábitos, pautas y modelos asentados durante décadas.
This article was also published in English on Forbes, “Restrictions on ride-hailing services won’t solve our cities’ traffic problems»
Los VTC han existido siempre, eran los antiguos turismos, y eran hacen años normalmente los Dodge 3700, que tenían un precio más elevado porque el servicio era «superior». Ahora lo que han hecho los VTC es bajar los precios porque se han sumado, un montón de personas que ante la degradación economica de la crisis y la posibilidad de ser taxista sin cumplir la regulación han bajado precios y ganan normalmente una mierda.
La reacción del mundo del taxi es lógica porque tenían un puesto de trabajo que normalmente vivian con unos sueldos más dignos y ven que hunden su modo de vida
El resumen que veo ¿tiene que ver todo esto algo con innovación o tecnología? definitivamente no lo parece, es simplemente un instrumento que lo hace posible. Esa tecnología se la puede permitir alguien que ha pensado la estrategía utilizando unos medios que no posee un autónomo y claro ahí se ha creado el probelema.
Como la vida de las personas parece que importan poco, ahora resulta que el problema es que se ha creado congestión. ¿Y por que es la congestión el problema? Parece que es sencillo:
a) Machacar a los taxistas o vtc sus sueldos importa poco
b) Pero fastidiar el tráfico a los influencers y ejecutivos que usan su coche de empresa o particular si fastidia.
En definitva limpiemos la calle de pobres. Es lo que realmente percibo del artículo. Lo que podriamos decir que es un mensaje del odio ¿Prohibimos el artículo? Claro que no tenemos derecho a oir opiniones extremistas.
Desde luego está claro que si se elimina el coche privado, se elimina la congestión. Otra cosa es que mejore la calidad y la circulación de las personas. El problema del transporte, público y privado, son las horas punta, todo el mundo quiere ir al mismo sitio a la misma hora. Difícil solución, para empezar civismo y pensar más en los demás, pero por la vía de las prohibiciones lo veo complicado.
muy posiblemente eliminando el aparcamiento en superficie
Dudo que el aparcamiento en calles en lo que es la «almendra» de Nueva York suponga nada relevante. Lo que habría que intentar es reducir la densidad de población en esa superficie, Ahora bien, quién es el majo que cuando se derriba una casa de 20 pisos, autoriza a construir solo una de 10.
Por otra parte los coches compartidos tambien precisas aparcamientos, uno de los problemas que te encuentras en el uso de los Car2go, es que están en peor situacion que los coches particulares, para ir al centro de Madrid, porque al menos los coches particulares, los puedes abandonar en un parking privado, (pagando bastante), pero con un Car2go te quedas por el centro dando vueltas como un tonto, en busca de una plaza de aparcamiento de superficie inexistente.
Puede que esto se solucione con coches autónomos, pero también puede que todos vayan a zonas de mayor probabilidad de conseguir clientes y se formen unos embotellamientos de coches sin nadie de mucho cuidado. Circular por las grandes ciudades no es sencillo y cualquier «solución» que se busque no dejará de ser como mucho un mal parche, pues lo que son absurdas son las grandes ciudades, en si mismas.
Cuando analizas un problema, la táctica que se suele usar es buscar causas y efectos. A veces hacer preguntas sencillas ayuda a encontrar las causas.
La causa de la congestión dice Gorki, que son las ciudades. Está claro. Para solucionarlo se crearon los transportes colectivos que estaremos de acuerdo en varias cosas, son caros, normalmente lentos y muchas veces escasos. Pero son la solución. Será la solución un coche autónomo, uno particular, un taxi o sucedaneo, uno de alquiler, pues a poco sincero que seas la realidad es que no, todos ocupan el mismo espacio físico y como mucho solucionan el transporte de 4 personas como máximo.
¿Pero Gorki iba bien?, el problema son las ciudades.
Evidentemente en medio de la provincia de Albacete, no hay congestión. Pero si todo el mundo lo pudieramos dispersar, ¿se iba a producir un aumento del gasto del transporte de las mercancias? si y no. Deberiamos consumir cerca de donde vivimos. Es decir pedir chorradas a Amazon iba a ser caro, comprar cebollas o tomates, debería de producirse al lado de donde viviamos o producirlo en un huerto propio. Es decir el cambio que se propone es estructural.
Pero si te dedicas a la industria o servicios en general ¿Cuantas grandes factorias habrá en España? una, dos, … ¿Cuantos alamacenes tiene un distribuidor que oprimiza sus costes? dos ( vease Amazon), o una empresa que hace coches (una), o una empresa que hace helados (una, dos). Es decir las empresas se juntan en «polos». Las empresas de Teleco están cerca de los operadores. Las empresas eléctricas cerca de la M40,….
En definitiva la siguiente pregunta es
¿Cómo diversificamos los puestos de trabajo para que no haya grandes concentraciones en pocas capitales?
Hay varios ejemplos que funcionan alrededor del mundo y soy muy fan de «destruir» las ciudades actuales, pero también pasa por «modas y cabezoneria» de todos nosotros.
Estoy harto de gente quejarse de que es un «buen camarero» que con 1200 eur al mes no puede vivir en Barcelona, pero le dices que le ofrecen trabajo por 900 euros al mes en Calaf y es la ecatombe… (ahí tiene un piso GRANDE y bueno por 300 eur/mes) y un empleo más estable.
Las soluciones o caminos que he visto buenos:
* Noruega distribuye entre muchos pueblos el trabajo de funcionariado y además facilita tanto el ser funcionario a epocas o tiempo parcial para combinarlo con otros trabajos(p.e. las labores del campo, que ahí hay mucho pequeño agricultor). Al hacerlo no solo genera riqueza y posiblidades al funcionario de turno, sino que genera que los pueblos tengan más gente y por tanto mas negocios de todo tipo, mas oportunidades, etc.
* Pequeñas ciudades, conozco Igualada, pero seguro hay más, limitan mucho la contrucción en altura.
Seguro hay muchas más que combinadas, ayudan a hacer un PAIS MEJOR.
Mi esperanza era que con la posibilidad del teletrabajo, muchas personas optaran por vivir, si no en pequeños pueblos, en ciudades de unos 15.000 habitantes que son suficientemente grandes para tener todo lo que se precise. Pero no veo que eso ocurra, al mi alrededor, quienes pueden trabajar en casa, siguen queriendo vivir en Madrid y solo uno decidiero irse a vivir a Gijón. y esa permanencia de debe a muchos y diversos motivos:
Uno muy grande, es que sonpropietarios de una vivienda. Su casa físicamente está en Madrid, y el Estado se penaliza el vender la vivienda con muchos impuestos
Otro motivo es el arraigo al terreno, uno puede irse, pero no es facil trasladar a todos los componentes de la vivienda, quizá la pareja no pueda y los niños van a un colegio y es un trauma el cambiarlos,
En mi caso concreto cuando me jubilé y se lo propuse a mi mujer , se negó en redondo porque en Madrid viven la mayoria de nuestros hijos.
Las razones son variadas, pero lo cierto es que quien vive en una gran ciudad, le da cierto vértigo vivir en un sitio mas pequeño.
Con lo que las ciudades, si no crecen en altura, crecen en extensión y el problema del transporte sigue siendo insoluble.
Libertad para conquistar tierras, libertad para tener armas, libertad para competir con coches minúsculos… en fin, USA está a años luz de España en muchas cosas, pero tiene otras que no valen como solución humanitaria. En transporte tampoco se vuelve a notar «la mejoria» del modelo capitalista a ultranza… «tenemos» libre albedrío para cruzar la calzada, pero alguien «tiene» libre albedrio para matarnos con el coche… lo demás lo resuelve un típico gabinete de abogados ad hoc…
Lo público y la solidaridad humanitaria no son precisamente mantras en la idiosincracia usamericana.
La solución al taxi y VTC es que se deje de especular con licencias administrativas. La no concesión de más licencias de taxis a particulares en ciudades con más de 20 y se transforme el taxi en empresas de flotas con un minimo de 10 taxis y un máximo de 20 con un mínimo de dos empresas, pasando la profesión de taxistas a empleados con un salario mínimo marcado por la regularización administrativa y un cupo anual de transmisión de las licencias actuales durante 20 años. Respecto a las VTC el mismo sistema de licencias a empresas con tarifas mínimas cerradas un 10% superior al taxi. Pero pudiendo reducir el ratio hasta 10 a 1 de manera que también las poblaciones más pequeñas puedan acceder a este servicio. Respecto al apartamento tiene razón Enrique, la restricción del apartamento en superficie a los no residentes y el aumento del transporte público de bus, metro, taxi y VTC mejora del transporte en moto y bicicleta. Todo ello ayuda en la mejora de la calidad de vida, del aire y eficiencia energética en ciudades grandes como Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia, Alicante, Málaga, etc… adi como en otras más pequeñas. Es evidente que también habría que fomentar la construcción de parking privados se uso público en altura. La competencia siempre es buena. En Nueva York los taxis siguen estando sucios y los VTC inmaculados. Los taxis se han de poder coger libremente en las calles y las VTC por encargo de APPs. Yo prefiero pagar algo más pero estar cómodo. Salir de un restaurante, empresa, casa, etc. y tener mi VTC en la puerta sabido que voy a pagar ya que el recorrido ya está fijado.
«El sol es malo. Todo lo que nuestros padres decían que era bueno es malo. El sol, la leche, la carne,…. la universidad»
“Sun is bad for you. Everything our parents said was good is bad. Sun, milk, red meat… college.”
Woody Allen
Ahora el transporte público crea congestión.
Les queda poco para llegar al Tourists Go Home!
Estoy de acuerdo en que la situación actual, de conflicto entre taxis y otros vehículos de alquiler con conductor, es el principio del ajuste por la transición a un sistema de transporte nuevo, propiciado por las «nuevas» tecnologías. Pero la tecnología no va a acabar en esto ni aún en los vehículos autónomos, que no son una panacea, sino que va a traernos algunas sorpersas más.
Los taxistas están en una posición de «alto riesgo de extinción» , pero aún tienen opciones para mejorar su situación y no hundirse precipitadamente. Eso sí, deberían ir olvidandose de volver a la situación de 5 años atrás.
En este post hablo de todo ello: https://eidonxplorer.blogspot.com/2018/08/los-imprevisibles-futuros-del-taxi.html
Que opina señor dans de la especulacion con las licenciad VTC que la administracion las otorga por 36 euros y las revenden por 60000.
En España solamente estamos pidiendo que se cumpla la Ley. Ley que ya existe. Nada nuevo. Que se cumpla lo que ya está legislado.
Supongo que diciendo lo legislado, te refieres a dar una licencia VTC por 30 de Taxis, ¿Qué te parecería si por cada licencia que se pida de VTC, damos 30 nuevas de taxis? – Es lo legislado, no… la proporción se conserva.
Seria perfecto. Casi 5000 VTC’s que hay en Madrid. 150000 taxis. No estaría mal. Vaya forma de arreglar la ilegalidad
El problema radica en la especulación de la que hacemos gala en España siempre que hay ocasión. Pasó lo mismo con los inmuebles y tenemos el problema de los precios de alquiler ya no excesivos sino prohibitivos en las grandes ciudades, En definitiva la picaresca de toda la vida, comprar duros a 5 pesetas y venderlos a 8 para ganar rápido y cómodo.
`¿por que hay que permitir las mafias feudales si los feudos son cosas de hace siglos?