Las cadenas de televisión de toda Europa intentan alianzas múltiples que combinan todo lo combinable, incluso rivales de toda la vida, con el fin de intentar enfrentarse mediante plataformas online a servicios como Netflix o Amazon Prime Video. En Francia se llama Salto, en UK es Freeview, en España es LOVEStv, en Alemania aún no tiene ni nombre. En los Estados Unidos, AT&T, la nueva propietaria de HBO tras la adquisición de Time Warner, está intentando desesperadamente hacerla crecer e introducir cambios en el servicio para convertirla en algo más parecido a Netflix, un movimiento muy interesante cuando hace unos seis años, antes de que Netflix comenzase su estrategia de creación de contenido original, Netflix afirmaba que su estrategia era «convertirse en HBO más rápido que HBO pueda convertirse en nosotros«.
Todos esos intentos están destinados al fracaso. Lo dije ya en una frase hace algunos años a cuenta de otro tema, pero que resulta perfectamente aplicable a este: el valor de la innovación no está en evitar que te copien, sino en conseguir que todos te quieran copiar. Y Netflix, sin duda, lo ha conseguido. Todos la quieren copiar, pero copiarla únicamente está al alcance de compañías muy especiales, completamente obsesionadas con la tecnología y el análisis de datos, no de cualquiera, por muchos contenidos o capacidad para producirlos que pueda tener.
Para entender Netflix, me ha parecido fantástico este análisis largo del ex-director de estrategia de Amazon Studios, Matthew Ball, publicado en tres capítulos en los que explica, primero, que la compañía en realidad invierte mucho más en desarrollo de contenidos de lo que muchos creen; segundo, que Netflix es por encima de todo una compañía tecnológica; y tercero, que con sus multimillonarios acuerdos de contenidos, Netflix no está haciendo nada alocado ni rompiendo el techo del mercado, sino jugando a un juego al que nadie más se atreve a jugar. Estos tres artículos largos deberían convertirse en lectura obligada para todo directivo de empresas audiovisuales que aspire a seguir siéndolo dentro de pocos años, aunque lo más posible es que pueda hacer poco más que frustrarse y pensar lo que le gustaría que su compañía fuese y no es – o si tiene las habilidades oportunas, pensar en salir corriendo para intentar ser fichado por Netflix o Amazon.
En efecto, entender Netflix implica entender lo que puedes hacer con una plataforma de alcance tan ilimitado como millones de suscriptores consiga tener en todo el mundo, y sobre todo, con una capacidad analítica que le permite apostar lo justo, arriesgando únicamente lo que los números le dicen que puede arriesgar, y dejando muy poco a la intuición de sus directivos. Cuando Netflix ofrece un acuerdo multimillonario a Shonda Rhimes, Ryan Murphy o a Barack y Michelle Obama, no lo hace porque a algún directivo se le ha ocurrido esa posibilidad y arriesga a que será capaz de producir un contenido multimillonario que compense los costes de producción, sino porque los datos le dicen que un contenido de unas características determinadas va a resultar irresistible para un número determinado de suscriptores. Suscriptores con nombre y apellidos, con dispositivos múltiples con los que acceder a sus contenidos, con hábitos y gustos que la compañía conoce perfectamente y es capaz de anticipar. Netflix no solo sabe cuáles de sus series vas a ver, sino que es incluso capaz de anticipar con qué cadencia vas a verlas, si esperarás semana a semana por cada nuevo episodio o si te pegarás un atracón de binge-watching en un fin de semana sin levantarte del sofá. Es la culminación de la supremacía de un modelo analítico sobre uno tradicional: para saber lo que quieren sus clientes y cuánto están dispuestos a pagar por ello, Netflix no necesita hacerles encuestas, consultar servicios de control de audiencias o ver los comentarios que dejan en Twitter o en su página web – comentarios que, de hecho, está eliminando por considerarlos inútiles: le basta con analizar los datos que ya tiene en su propia casa.
A lo largo de los últimos cinco años, la base de suscriptores de Netflix ha crecido a un ritmo medio del 29%, sus ingresos se han incrementado a una media del 35%, y sus gastos en creación de contenidos se han elevado más aún, con una media del 39%. La compañía pierde más dinero cada año que pasa, y su fundador, Reed Hastings, ha prometido que esas pérdidas se mantendrán durante muchos años. Y sin embargo, la capitalización de la compañía excede los 176,000 millones de dólares y mantiene una marcha impresionantemente ascendente. Si vemos las cuentas de la gran mayoría de las cadenas clásicas de televisión, mucho me temo que responden a esquemas muy diferentes.
Netflix lleva veinte años haciendo lo que hace: antes de la popularización de internet, lo hacía enviando DVDs por correo postal. Después, fue eliminando ese servicio e invirtió en un medio que le permitía acercarse tanto al usuario, que podía prácticamente estar a su lado, viendo todo lo que hacía, en tiempo real: sus gustos, sus hábitos, sus intereses… para ahora, ser capaz de ofrecer a cualquier creador de contenidos la posibilidad de poner esos contenidos directamente ante los ojos de millones de usuarios en todo el mundo, sin intermediarios, sin pasar por una cadena de valor anticuada y unos esquemas geográficos que, en plena era digital, no hacían más que destruir cantidades ingentes de valor. La carrera para convertirse en Netflix no implica alianzas entre rivales históricos, creación de servicios en la web o acuerdos para la producción de contenidos: implica una nueva mentalidad, una fortísima transformación digital y un cambio en la forma de entender el negocio que está completamente fuera del alcance de la gran mayoría de las compañías tradicionales de televisión. Como bien dice Ball, la compañía no quiere ser ni «un líder en vídeo», ni «el líder en vídeo»: quiere convertirse en la televisión. Entender lo que hace Netflix y, sobre todo, cómo lo hace implicaría un cambio tan grande para los directivos de las televisiones del siglo pasado, para esos que aún creen que el negocio consiste en martirizar a sus usuarios con cuantos más anuncios sea posible antes de que pierdan la paciencia y se vayan a otro sitio, que tendrían que pasar por un trasplante de cerebro para conseguirlo.
This article was also published in English on Forbes, “Why everybody wants to be like Netflix»
Las cadenas tuvieron oportunidad de boicotear a Netflix, negandoles sus contenidos, Disney creo que lo ha hecho, pero creo que van tarde para ese boicot.
Netflix puede desaparecer, pero no va a ser sustituido por HBOOnline o UniersalONline o MoviStar porque no tienen, ni de lejos, esa mentalidad, además de tecnológica, de servicio.
Y peor aún, los que «demonizaban internet» resulta que ahora quieren ser «los reyes de internet», y muchos usuarios NO OLVIDAMOS. Ni nos dejan olvidar con tantas leyes absurdas antipirateria…
A Netflix ahora ya le da lo mismo que la intenten boicotear… produce sus propios contenidos, y lo hace incluso mejor que las productoras de toda la vida. De hecho, cada vez gana más premios! En 2017, Netflix, que casi duplicó sus 54 nominaciones del año anterior, obtiene más nominaciones que la combinación de ABC, CBS y Fox…
eee, Enrique, eso mismo dije…. que van tarde. jejeje
Además, personalmente, creo que Netflix ha acertado en hacer series muy diferentes(seguramente, como dices, porque saben lo que nos gusta a cada uno), además haciendo series «para publico muy concreto» que lo pueden hacer porque tienen mcuho publico por todo el mundo.
Pero además haciéndolo con formatos, estilos, historias y acabados DIFERENTES al típico hollywood, y eso se agradece. Sin ir a los extremos de cines que a los no «expertos en cine» nos cansan o nos cuestan de ver.
Eso si, la cagó, por ejemplo, vendiendo los derechos de series como «Orange is the new black» en España y no pudiendo recuperarlos hasta muy tarde, «obligandonos» a muchos a bajarla pirata para poder verla, mientras teniamos pagado netflix. Eso dolió…
Muy cierto, Los contenidos que produce Netflix son de muy alta calidad y cada mes reduce su catalogo de externos. a este paso solo tendrá en catalogo su propio contenido como HBO, pero el seguirá siendo el rey de contenido si se aplica.
Afortunadamente para las cadenas tradicionales, no toda la televisión se reduce a series y películas, todavía les quedan los deportes, informativos, magazines en directo, televentas y telebasura en general, que suelen ser contenidos bastante locales.
Pero sí, las cosas nunca volverán a ser igual para las cadenas, y los beneficios tampoco.
Si veo a AmazonPRime capaz de hacerle frente, aunque, al menos en España, están unos pasos por detras en:
* Contenido propio
* Plataformas y multiusuarios
* La han cagado bastantes veces con Linux por la mierda de los DRM.
El gran enemigo de quien quiera cobrar por contenidos, es lo mucho que ofrecen LEGAL GRATIS y de CALIDAD. Yo no tengo Netflix y no pirateo (casi) nada, pero me falta tiempo para ver, oír y leer cosas gratis de calidad que me interesa. ¿Por que motivo voy a pagar un duro?
Tan solo me falta acceder al fútbol en directo, pero tengo la suerte, (o lo desgracia), de que a mi el fútbol me importa un pimiento.
Legal gratis y de calidad, tendria que ser al menos el sustento mas basico, agua electricidad, comida, ropa, transporte, y deberia estar en camino que lo sea ya no dentro de mucho tiempo … pero las peliculas , la musica, etc no hace falta que sean gratis, eso es hasta contraproducente he ahi la desgracia de nuestra epoca, eso mata el arte y la creatividad de calidad
Estoy de acuerdo, pero lo que hoy es LEGAL GRATIS y de CALIDAD son películas, músicas y textos, Si los autores desean darlos a conocer, qué quieres que yo lo haga,
A ver si siguen la directiva sobre las OTTs y hacen ya la ley para que los Netflix; HBO, Amazon paguen el 1.5% de sus ingresos para financiar a RTVE de una vez, y nos puedan bajar los impuestos a los demás.
No será fácil, habrá que luchar contra los agarrafarolas y las contabilidades opacas usando sociedades en países con menor carga fiscal y utilizando las filiales nacionales como meros intermediarios. La legalidad de la contabilidad mientras haya agujeros puestos a propósito no se puede negar. Como tampoco que es una vergüenza de los políticos. Igual de vergonzoso que la tarifa plana de 100000€ por la que se va CR7 a Italia. Curioso que para los medios afines o influencers palmeros siempre haya pasta para pagar sus comentarios.
¿Mande? ¿Que Netflix pague un 1,5% de sus ingresos para financiar a una RTVE obsoleta que no veo nunca? ¿Una RTVE que desde Franco hasta ahora siempre ha sido una fuente de despilfarro y manipulación? No, gracias. Prefiero que Netflix siga empleando ese dinero para hacer series que sí veo.
Lo que hay que hacer con RTVE y las cadenas autonómicas es cerrarlas. ¿Que razón tienen para existir hoy, aparte de ser el altavoz del mandamás de turno?
No veo por qué una empresa que emite contenidos audiovisuales por internet ha de pagar a RTVE o al cine patrio o a nadie que no es capaz de generar unas audiencias con las que autofinanciarse (por mí, puede volver la publicidad a RTVE, no la veo).
Es discutible sobre las cadenas de TV privadas de TDT, que ocupan una banda del espectro radioeléctrico que concede el gobierno. Y sobre RTVE y las autonómicas, de querer seguir existiendo como servicio público, lo primero exigible sería que tuvieran una independencia del poder político de turno que no se ha visto nunca, ni en tiempos de Pilar Miró.
Sobre las cadenas privadas de TDT, además de lo que dices del espectro, también se vieron beneficiadas por la (casi) desaparición de la publicidad en RTVE, se incrementó su participación de la tarta publicitaria. Tuvieron que pagar, pero también supuso más ingresos para ellas.
No entiendo porqué debe de pagar Netflix ni porqué necesitamos esta televisión pública. ¿Para que nos pongan Master Chef? ¿Operación Triunfo? ¿Porqué tenemos que subvencionar esos programas?
Lo entendería si fuesen contenidos culturales, pero para lo que ofrecen mejor que desaparezcan. Hay otras cadenas que emiten mejores programas de investigación.
Lo único que medio se salva es la 2 y algunos canales de radio
Por otra parte eso significa que si vemos videos en YouTube o vimeo, oímos música en Spotify, o leemos periódicos digitales o blogs también ellos deberían pagar? Porque no veo la diferencia respecto a Netflix…
Creo que eso se pagaba porque se usaba el espectro… ahora se usa el internet…
¿Por qué Netflix se le valora tanto si no ha hecho más que perder dinero e incluso hoy no tiene plan de comenzar a ganarlo mientras que Xiaomi: que gana poco, pero gana, se da el batacazo en Bolsa?
Es inexplicable . Eso es lo que hace de la Bolsa un juego apasionante, aditivo y muy peligroso, del que yo prefiero mantenerme apartado.
Lo de Xiaomi, hay una explicación clara de Enrique(ni idea de si acertada).
De Netflix igual que de muchas tecnologicas entiendo que hay 2 temas:
1) Especulación (crece, luego subirá de precio, luego me interesa tener acciones) «locuras de la bolsa» como tu indicas.
2) Que es el referente, y si es el referente se le supone que tarde o temprano generará beneficios.
Es como si invirtieras en una nueva farmaceutica que aún no ha encontrado la cura de nada, pero tiene los mejores protocolos de investigación, supones que tarde o temprano encontrará algo que le haga rica. O será comprada por otro gigante.
https://www.enriquedans.com/2018/07/xiaomi-llega-el-gran-dia-y-te-la-pegas.html#comment-445948
Queridos,
Que veais. Netflix o cualquier otra tele no os lo reprocho
Que no veais rtve tampoco os lo reprocho
Que haya una directiva que es legal implementarla es un hecho
Que esas compañias tributen donde se les permite pues es un hecho
Y que les quiten el 1.5% a esas compañias. Pues es el mismo argumento que no poder circular con el diesel por Madrid. Por sus santos coj…
Se os pone un trapo y oooooooleeeee. Perdón por utilizaros en el argumento pero habeis picado !!!
Solo una reflexión, hasta cuando nos vamos a dejar torear .
Si veis que subvencionar el VE es bueno, y subvencionar rtve es malo malísimo es por vuestro sesgo ideológico. Las dos cosas son igual de malas.
De sesgo ideológico nada. Los coches fósiles contaminan, los autobuses fósiles también. Los medios de transporte son algo necesario, y el metro (que es eléctrico) no puede cubrir todas las necesidades. El buscar maneras de realizar la transición a los vehículos eléctricos lo antes posible no tiene nada de ideológico, es puro pragmatismo.
Subvencionar RTVE dándole una parte de los ingresos de Netflix es justo lo contrario. No tiene nada de pragmático que una parte de mi dinero vaya a una RTVE que no veo, en detrimento de una producción de más series de Netflix que sí veo.
Creo que lo que es puro pragmatismo es seguir utilizando el coche fósil, ya que el VE es inviable en una ciudad como Madrid. Es hacia donde debemos ir, pero hoy no es posible.
Respecto al tema de RTVE si que es sesgo, no ideológico, pero sesgo al fin y al cabo. Hay mucha gente que sí ve RTVE.
Pues que se la paguen ellos, ya sea viendo anuncios o de cualquier otra forma. No deja de ser un órgano de propaganda del franquismo, reconvertido en órgano de propaganda de los que han gobernado después.
No es lo mismo que una sanidad pública o una educación pública. Sanidad y educación son 2 cosas necesarias para todo el mundo, ver la tele no.
Para mi Netflix es una ventana abierta al mundo AV (BBC, nórdicas…). Mientras que las TV normales son una ventana cerrada para evitar que entre el hedor que «comunican».
Como cliente de Netflix mi opinión es que si todos esos quieren ser como Netflix, entonces eso es lo que deberían hacer. Ser compatibles con todas las smartTVs, estrenar las temporadas completas de golpe, operar a escala planetaria en lugar de solo un país o pequeño grupo de países, etc, etc, etc. Netflix es la única que hace esta clase de cosas, todas ellas.
Mientras HBO, Disney, etc. no espabilen no dejarán de ser una bonita declaración de intenciones de querer ser «modernos» y una triste realidad de seguir atados al siglo pasado.
Hoy no has mencionado a Movistar TV, esa empresa que canceló la app Movistar TV Ready en las Smart TV de Samsung (que ni implementó en todas las gamas, ni en otras marcas) y que tiene que regalar de facto Fusión Series para que te cuenten como subscriptor, porque te sale más barato que contratar solo lo que necesitas. Con mi cambio de domicilio hoy he intentado contratar solo Fusion #0, que era más barato que solo fibra, pero el comercial me ha ofrecido 6 meses de Fusion Series a mitad de precio y dice que luego me lo quite. No me he podido resistir, claro, pero le he dicho que lo hago solo por el precio, y que no me hace falta el desco porque la TV y el router + desco van a estar muy separados y no los voy a conectar.
Es verdad, no he mencionado a Movistar, hablemos un poco de ella. Según datos de la CNMC, en el último trimestre del 2017, cuando se cumplían 2 años del lanzamiento de Netflix en España, el streaming de Movistar tenía 2,16 millones de hogares, mientras que Netflix ya había alcanzado casi 1,5 millones.
Recordemos que Movistar lleva más de una década dando servicio de TV por ADSL/fibra (Imagenio), y que en el 2015, poco antes del lanzamiento de Netflix, completó la absorción de Canal+, que era la mayor plataforma de TV de pago de España. Se ha pasado los últimos años dando gratis el servicio de TV/streaming a todo aquel que contratase una Fusión.
Aún así, en solo 2 años Netflix ha conseguido tener casi tres cuartos del número de suscriptores de Movistar. Y eso que Netflix no ofrece deportes, ni fútbol ni ningún otro.
Netflix se está comiendo viva a su competencia. Ya verás tú qué gracia cuando empiece a ser efectivo el reciente acuerdo entre Movistar y Netflix. A los clientes de Movistar les va a resultar muy llamativo el no poder ver La Peste más que en la tele que tiene el desco, mientras que van a poder ver las series de Netflix en todas las smartTV de la casa.
No sólo eso, yo veo Netflix (y Plusdede donde ésta no llega) en una de las primeras TV planas (año 2000) que no tienen ni entradas HDMI con un Chromecast y un adaptador DVI-HDMI.
Pues bien, la aplicación de movistar a día de hoy lo sigue sin permitir. Es más, si lo hiciera me podría incluso deshacer del desco, ya que es infinitas veces más cómodo utilizar el móvil para buscar el contendio y lanzarlo al Chromecast que utilizar el mando de la tele para tal cometido.
Cuando se hacen comparativas entre plataformas de vídeo a menudo el articulista se centra en comparar los contenidos disponibles en cada plataforma. Sin embargo, aún teniendo un buen repertorio de contenidos, la enorme ventaja competitiva de Netflix está en otro lado.
No sirve de nada el tener un repertorio fabuloso si la gente no lo puede ver en sus teles. Además no tiene el mismo valor para el usuario una serie que toda la temporada se estrena de golpe, que esa misma serie si se estrena mediante el lamentable y obsoleto sistema de un capítulo a la semana. No digamos ya si no están disponibles todas las temporadas anteriores.
Así podríamos seguir con todas las múltiples ventajas que tiene Netflix, y que sus competidores, sorprendentemente, no copian, o lo hacen a ritmo de caracol reumático.
Lo cual no es moco de pavo. HBO y otras se encuentran conque la gente da de baja el servicio tan pronto acaba la última temporada de la serie que les interesa (por ejemplo Juego de Tronos), o incluso esperan a darse de alta a que toda la temporada esté disponible para verla de golpe y darse de baja después.
Con Netflix, por el contrario, continúan teniéndolo de alta de forma permanente, por el simple hecho de que la experiencia de usuario es muy buena. También tiene series de mucho éxito, pero no depende exclusivamente de ellas.
Eso significa más dinero para producir series y pelis propias, o comprar los derechos de las que hacen otros. Netflix opera además a escala planetaria, mientras que la expansión internacional de otros va muy por detrás, o incluso es inexistente. Los hay incluso como Movistar, que se limitan a solo la parte de la población que cumple una característica adicional (tener la conexión a Internet con Movistar).
Netflix es ya el mayor gigante, pero lo es porque los otros decidieron seguir siendo enanos.
Yo creo que nadie está en condiciones de “ganarle” a Netflix. A lo sumo uno podría adicionar un segundo o tercer servicio de streaming (léase HBO o Disney o Apple cuando lo liberen). Pero esos servicios no lo van a reemplazar, sino a sumar. Eso convierte a Netflix en el ganador indiscutible de hoy y de siempre.
[continuando] creo que la única forma de hacerle un poquito de sombra a Netflix es donde más flojo está: los estrenos y temporadas recientes de contenido “no Netflix”.
¿Nunca les pasó de ver las primeras temporadas de una serie y quedarse con las ganas de ver más, sabiendo que esas temporadas existen?, pero el problema es que Netflix no las tiene?.
Lo mismo pasa con un estreno de cine, que tarda años (por lo general) en llegar a Netflix.
Esas dos carencias juegan en contra y un servicio que quiera competir, debería considerarlas.
Pero solo un jugador muy grande podría disponer de estrenos en forma rápida. Yo creo que si Apple finalmente lanzara “Apple Video” podría aprovechar ambas carencias y así hacerle algo de sombra a Netflix. Por ejemplo, podría tener tarifa plana para todas las series y películas de iTunes x 8 dolares. Y los estrenos a 1 dólar adicional x c/u.
Yo compraría, eso si, sin borrarme de Netflix.
Excelente Enrique! Impresiona!
A la televisión tradicional le queda poco recorrido si mantiene el paradigma actual: Para las actuales generaciones, el «parte» o telediario ha dejado de ser la principal fuente de noticias, sustituyéndose por alguna de las múltiples fuente que ofrece Internet.
Las cadenas tradicionales en abierto, ya no tienen capacidad para adquirir los derechos de las principales competiciones deportivas, más allá de unos pocos eventos aislados (partidos de «interés general», acuerdos de partidos secundarios de liga, carreras de motor sólo GP en España, …).
En cuanto al cine, ya han pasado los tiempos en los que, sin internet, ni dvd, ni vhs, la familia esperaba impaciente «el estreno» del año por TV, en ese sentido tampoco aporta nada ya la tv tradicional.
Series, salvo contadas excepciones, para un público concreto, la oferta puede ser de que entre las 5 grandes de España (1,3,4,5y6) puedan aportar una buena serie al año, el resto se queda en propuestas fallidas canceladas antes de tiempo, y productos sin gancho. Las cadenas filiales de las principales son carne de reposiciones, refritos, descartes y demás subproductos.
Para ver reportajes, magacines, actualidad, etc. hay portales, reportajes, youtubers, contenido para aburrir, y sin depender de la «hora exacta» de emisión, ni de los caprichos de los contraprogramadores, ni de la publicidad.
RTVE, para actuar como cadena esencialmente informativa no debería necesitar los presupuestos que maneja. Para el resto, contenido de bajo coste. Dado que no emite publicidad, tampoco es necesario ganar audiencias con programas como OT y Masterchef, por poner un ejemplo, una vez finalizado el telediario, qué más da que todos cambien de canal.
El cine, igual que la música: A unos los ficha una multinacional y ganan dinero, otros dan unos bolos para sobrevivir, y otros tocan por afición. El cine debería ser lo mismo: lo que es rentable per se, muy bien. Y el resto, pueden hacer sus maquetas, pero no hay por qué pagar entre todos proyectos deficitarios, que en algunos casos son la ida de olla de pseudodirectores con aires de grandeza.
El usuario actual, no se sienta delante del tv y mira a ver que le ponen, o a ver si ponen los que dice el TP o la TeleIndiscreta que van a poner. Ni ajusta sus horarios para cenar a la hora del telediario, ni acostarse a las 02a.m. porque es cuando acaba la película que anunciaron para las 10, comenzó a las 11, pero de 2 horas que dura, tiene otra extra en publicidad. El usuario actual gestiona su tiempo, y puede ver las noticias en el móvil mientras viaja en transporte público, o mientras prepara la cena, puede empezar a ver el episodio 3 de una serie en el minuto 19 porque el día anterior tuvo un imprevisto y lo tuvo que detener, no tiene que esperar por nadie, ni usar una web de reposiciones de las cadenas tradicionales, algunas con una usabilidad más bien nula, no quiere esperar 1 o 2 años a ver si alguien compra en su país los derechos de emisión de una serie de éxito en USA, quiere verla ya.
Conclusión: Netflix es una plataforma pensada «para los usuarios de Internet», las otras plataformas son adaptaciones con mayor o menor éxito, basadas en conceptos de tv tradicional, para que «usuarios tradicionales» puedan ver sus contenidos a través de Internet. Me chirría especialmente que a estas alturas todavía haya compañías que obliguen a usar un decodificador para acceder a su plataforma, cuando el líder sólo necesita una app.
Genial comentario, plasmas muy bien la realidad actual.
A mi me alucinó el otro dia en un intermedio de movistarTV donde anunciaban el ultimo capitulo de una serie y añadían: «Disponible en la web bajo demanda DURANTE TODA LA SEMANA».
Vamos no me jodas, 2018, el,muy a mi pesar, número 1 de TV en España, solo te deja ver el capitulo durante la misma semana del estreno????? y pagandooo y teniendo contratada el ADSL/Fibra con ellos….
Ahí se pudran con sus mafias todos juntos…
Netflix puede aportar ventajas hasta a las productoras privadas de series:
En el sistema tradicional, venden su producto a una cadena de tv, van grabando los primeros capítulos, y si funciona, según su esquema de medición de audiencias y de valoración, se sigue, sinó se cancela. Si funciona, a lo mejor se puede conseguir presupuesto para una siguiente temporada 6 meses o 1 año después, lo que no da certidumbre a la productora, actores, …, para planificar sus proyectos.
Colocar un producto en Netflix, garantiza como mínimo 1 temporada completa. Y si funciona (basado en datos reales de su público, y no en un método estimativo basado en unos aparatos que no se sabe quien tiene, nunca he conocido a nadie que participe en los EGM, será que no cumplimos los parámetros para ser considerados muestra representativa del rebaño), dado que su público demanda continuidad y temporadas completas, facilita llevar a cabo proyectos más estables.
¿No conoces a nadie que participe en los EGM? ¡Qué interesante! ¡Cuéntame mas!
Perdón por el retraso, pero no entiendo la ironía en tu respuesta. Si me reformulas la pregunta de otra forma, quizás pueda responderte.
Es un meme.
Tanto bombo con I+D+I, y sule ser el new kid on the block el que da zascas como panes.
¿Cuantos de esas productoras han pasado por tus aulas?
Todo tiene que cambiar… para seguir igual.
Ahora podemos y Enrique son #casta :P
Eso que dices Enrique se vio muy claramente hace unos pocos días cuando A3 hizo un anuncio “revolucionario” diciendo que acortaba los episodios de sus series de 1h 15min (sumándole anuncios serían como 2h 30min) a unos 45-50min. Wowww!!! Que revolución!!!
han inventado la pólvora!!!!
El otro día lo comentaba con un amigo. Narcos da mil vueltas a Fariña, por muchas razones, pero entre otras porque Fariña mete mucha paja. Sobran precisamente 20 min de cada capítulo. Lo que les obligaría a hacer un capítulo mucho más trepidante, dinámico, evitando polvo y paja… tipo Narcos, que no te deja ni un minuto para ir al baño.
Pero tú lo has dicho, es cuestión de mentalidad. A A3 le importa un bledo el consumidor final. Hace series de 90 min por capítulo para meter publicidad por todos lados. Pan para hoy…
No se enteran o no se quieren enterar.
Así es España, siempre a remolque en todas las industrias. Copiar y copiar. El que no arriesga no gana…