Best Buy, una de las cadenas más grandes de productos de electrónica de consumo en los Estados Unidos, México y Canadá, dejará de vender discos compactos (CDs) de música en sus tiendas, un movimiento que se espera sea muy probablemente seguido por otras cadenas de distribución. Todo indica que estamos ante el principio del fin del soporte originalmente co-desarrollado por Philips y Sony y puesto en el mercado en 1982.
El retroceso en las ventas de CDs comenzó ya a principios de este siglo. En el año 2010, el número de CDs de música vendidos en los Estados Unidos había disminuido ya a la mitad con respecto a su pico a mediados de la década de los ’90. En 2014, los ingresos por ventas de música a través de servicios digitales igualaron por primera vez los procedentes de CDs. En el año 2017, las ventas de CDs de música a través de Best Buy eran ya tan solo de cuarenta millones anuales, razón que explica su eliminación de las tiendas. Simplemente, ya no se compran CDs. El modelo de venta de música empaquetada, en lotes diseñados por un tercero, ha muerto, o se ha convertido en algo solo interesante para mitómanos, nostálgicos y coleccionistas. De hecho, la cadena mantendrá las ventas de música en formato vinilo, convertidos en una especie de objeto de culto.
Hace mucho tiempo que ninguno de los ordenadores que utilizo ni ninguno de los aparatos que uso para reproducir música tiene ya ranura para CDs. El CD, para mí, hace muchos años que se convirtió en un engorro, en una molestia, en un formato que ocupa espacio inútilmente, primero durante años en una estantería en la que acumulaba polvo, después en una caja de cartón. Históricamente, sin embargo, el CD tendrá su importancia: es el soporte que confrontó a la industria de la música con la digitalización, y que la obligó a llevar a cabo un replanteamiento de su negocio que aún no puede darse por concluido. Llevar los contenidos al formato digital era una ruta inexcusable: de no haberlo hecho la propia industria, lo habrían hecho sus usuarios. Pero al hacerlo, la industria se enfrentó a su peor miedo: que los usuarios fuesen capaces de tomar control de proceso de fabricación y distribución del producto.
De la noche a la mañana, las grabadoras de CDs demostraron a las compañías que cualquiera podía fabricarse su propio disco con los contenidos que escogiese, y que todas las protecciones anticopia que pudiesen diseñar estaban eventualmente abocadas al fracaso, a ser convertidas en inútiles gracias al poder de los usuarios. Pero tras las grabadoras y la posibilidad de duplicar los contenidos de un CD, surgió algo mucho más importante y decisivo: la capacidad de distribuir esos contenidos a través de la red. Un joven desarrollador de 19 años, Shawn Fanning creó Napster, y en lugar de entender que en la distribución digital estaba la verdadera oportunidad, la industria de los contenidos optó por denunciar y cerrar Napster, y por comenzar una irracional batalla contra todo, una alucinante cruzada en la que enterró miles de millones de dólares e infinitas iniciativas de lobbying… para terminar dándose cuenta de que la defensa del CD no tenía sentido ninguno, y resignándose a vender su música a través de la red. Tras mucho luchar contra lo que definían como «piratería», la industria de la música capituló y entendió que la única manera de luchar contra la oferta irregular en la red era favorecer y convertir en ubicua la oferta regular en esa misma red: los YouTube, Spotify, Apple Music, Amazon Music y servicios similares.
La muerte del CD no es una noticia buena ni mala: es, simplemente, un episodio más dentro de la historia de la tecnología, un soporte más, como los diskettes, las memorias USB o cualquier otro. El CD es oficialmente un producto vintage, que lo mismo ves utilizado como posavasos o para ahuyentar con sus reflejos a los pájaros en un cultivo de frutas. Es el final de un modelo, el de la copia como objeto de posesión, que dio origen a una industria de la música que vivía de llevar a cabo un proceso industrial que nadie podía llevar a cabo racionalmente con los medios disponibles para un usuario, pero que terminó precisamente con el CD. Ahora, una empresa discográfica ya no vive de vender objetos de plástico metidos en una característica caja, sino de gestionar contratos de distribución en plataformas digitales, con unos márgenes absolutamente injustificable que privan a los artistas y creadores de unos ingresos que, si respetásemos mínimamente la lógica, deberían ser suyos, y que se sostienen únicamente gracias al apalancamiento que esas compañías mantienen sobre los canales de distribución.
Todo el modelo de la industria discográfica cambió gracias a ese soporte, a ese CD que hoy anuncia su final. Y sin duda, no será el final de la historia de un modelo que, a día de hoy, mantiene muchísimos elementos abusivos y absurdos que evitan que el verdadero valor añadido sea obtenido por quienes deberían obtenerlo, los creadores, en lugar de por los intermediarios. Con CD o sin él, nos quedan muchos cambios por ver.
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Enrique, creo que tienes en «ya» fuera de lugar:
«Sony y puesto en el mercado en 1982.ya
El retroceso en las ventas…»
Gracias!! Corregido…
Y me parece que en lugar de mitómano la palabra es melómano ;)
Por cierto, creo que lo tienes claro, pero creo que tal como lo expresas parece como que no fue así:
A mi entender y si no recuerdo mal la historia y lo que leí en su momento y como lo publicitaban, para la industtria el CD era algo bueno, por muy digital que fuera, porque eliminaba y/o encarecia, al inicio, la posibilidad de copiarlo, cosa que era ya muy habitual en los cassettes.
Creo que ni en sus peores pesadillas imaginaron lo fácil y rápido que se empezó a copiar cds de música.
De tu texto, creo que otros pueden extraer que las discograficas y amigos no querían el formato de cd, por ser digital, y eso no es ni lo recuerdo ni lo que tengo entendido. (aunque yo era muy joven y menos ilustrado entonces, así que si no es así, corrígeme, por favor).
Verdaderamente, como dices, las discográficas sí querían el CD. A diferencia de las casetes, no se podía copiar por aquel entonces, y también les permitió volver a vender muchos álbumes a gente que ya los tenía en vinilo, por la mejor calidad del sonido del CD (ironías de la vida, el vinilo es minoritario pero sigue vivo, mientras que el CD ha muerto).
Lo que es irónico de verdad es que el vinilo haya resucitado (porque estaba prácticamente muerto) justo cuando la tecnología para grabar y editar en digital ha madurado lo suficiente como para que la calidad en CD sea mejor que en vinilo.
El problema con las primeras ediciones en CD era que consistían en digitalizaciones de grabaciones analógicas y sin apenas ningún procesamiento para mejorar su sonido. De ahí que luego hayan conseguido volver a vender el mismo disco (por tercera vez al menos) en ediciones remasterizadas.
No me extrañaría que en el futuro el CD también volviera a ‘renacer’ como objeto físico de deseo en una era en la que todo el consumo es digital y la disponibilidad depende de los acuerdos del servicio de streaming de turno. Y porque todo lo descatalogado y obsoleto se revaloriza por ser escaso.
A estas alturas es casi imposible saberlo, las versiones son muchas. De conversaciones con muchos directivos de la industria llegué en su momento a deducir que, en realidad, eran profundamente ignorantes con respecto a la tecnología y su evolución, y que nunca llegaron a tomar decisiones conscientes con respecto a temas como la adopción del CD o del cassette.
Con el cassette les aseguraron que podrían explotar un mercado de disponibilidad superior, de música en cualquier sitio, con un mecanismo de reproducción que resultaba mucho menos delicado que el disco de vinilo y que, por tanto, podía ponerse en un vehículo, en un reproductor portátil, y eventualmente, más adelante, en un Walkman que podías llevar en la mano o prendido a la cintura. Y sobre todo, lo que más les importaba a ellos: con un coste de producción menor. Cuando el cassette salió, nadie tenía ni la más ligera idea de que se podrían crear reproductores con doble pletina, simplemente se veía como un formato más versátil.
Con el CD, por mucho que digan, pasó lo mismo: les aseguraron que era un formato menos delicado, de nuevo con un coste de producción menor, pero que podrían vender más caro porque tenía más calidad y era teóricamente indestructible. Nadie se planteaba, cuando se tomó la decisión de adoptar el CD, que eventualmente podría suponer la copia sencilla, ilimitada y sin pérdida de calidad. Y mucho menos, la posibilidad de que se extrajesen los archivos, se comprimiesen con un formato creado en el Fraunhofer Institute (MP3) y que se utilizase internet para circularlos y distribuirlos mediante protocolos P2P.
Obviamente, algunas de esas ideas no eran cuestión de ser más o menos listo, habría que haber sido directamente un visionario de bola de cristal para imaginarlas, pero los directivos de la industria discográfica estuvieron en todo momento completamente alejados de esas posibilidades: simplemente, eran ignorantes tecnológicos redomados a los que la cabeza no les daba para imaginar nada distinto a lo que conocían.
¿Porqué nunca se llegaron a distribuir los hipotéticos CDs de papel o de cartón? Aunque fueran sólo para publicidad…¿La industria desechó ese camino o es que los lectores resultaban muy caros?
¿Que va a pasar con los M-Disc, los teóricos DVDs que aguantan 1000 años? Seguirán fabricando lectores/grabadores para ellos?
Dios mío!!! De qué van a vivir ahora los del top manta?? Se reconvertirån al USB-MANTA? O al Top STREAMING?
Mira, en esto creo que tienes toda la razón, no así en tu artículo de hace unos días sobre los promiscuos pen-drives.
Es un cambio, lo malo es que empiezo a sentirme un poquito vintage también….
Y quizá, muchos de los que leen esto tengan la misma sensación….
Por cierto no haces otra cosa que anunciarnos muertes…. El pen-drive, el CD, y hace la tira de años que te oí decir que el papel iba a desaparecer…. Todos tus pronósticos se cumplen, pero SIEMPRE hablas de extinciones. A ver cuándo nos hablas de novedades y nacimientos !
Na’ es una broma para suavizar todo.
Si se extingue el CD, ¿Que van a usar en los gallineros y palomares para espantar a los pájaros? El brillo de un CD ayuda que no veas….!
¿Entiendo que por la similitud, el Blu-ray correrá la misma suerte en un par de años?
El disco holográfico (https://es.wikipedia.org/wiki/Holographic_Versatile_Disc), ¿ya no será comercializado en un futuro?
¿Podemos generalizar que correrán la misma suerte, por la similitud del formato, o estarán vigentes por su mayor capacidad de almacenaje?
Precisamente hace unos días compré una de esas absurdas ofertas de LIDL un trasto que permite pasar con cierta comodidad, clichés y transparencias a imágenes jpg.
Lo curioso es que el programa de instalación viene en un CD y tuve que comprobar si mi PC tenía boca de CD, porque hace tanto que no utilizo un CD que no me acordaba si lo tenía o no. Por suerte como mi PC es también muy viejo, un VAIO de Sony. (que ya mi los fabrica), si, tenía boca para el CD.
Yo creo que es el primer CD que mi ordenador lee y para asombre de Jesús Raro, va a ser un CD legal, que, supongo, ha pagado todos sus derechos de Autor. ¡ Lo que es la vida,… ! Yo defendiendo la copia legal, pero free, usando un CD con todas las bendiciones de la SGAE.
Gorki…, no me esperaba menos…. :-)
Ya lo conté hace tiempo, cuando salió el CD, las discográficas pagaban lo mismo en concepto de royalties por una copia de vinilo que por un CD, cuando el coste era menor y el beneficio mayor.
Ahora son las plataformas quienes se benefician de unos productos con los que se han encontrado sin tener que invertir nada, ni gastos de grabación, producción…., el trozo del pastel para los autores es cada vez mas pequeño.
También en los directos las plataformas que venden entradas hacen sus «agostos» gracias a la falta de transparencia con la «reventa»…
En fín, malos tiempos para la lírica…
Hace poco lo comenté, poner en Youtube las 100 mejores canciones de los 60, 70, 80… incluso casi 90…
Luego las 100 mejores a partir del 2000….
Evidentemente el mercado es mucho más abierto, numeroso, y podemos tener todo lo que en los 70, era inimaginable, pero hay algo en lo que estamos perdiendo todos, autores, aficionados, o consumidores, la calidad, por no hablar de los equipos y formatos para escuchar.
Indudablemente la calidad de un vinilo y un autoparlante de aguja «La voz de su amo», no se ha conseguido alcanzar con um iPhone y una base con arios altavoces- Igualmente, el sonido de la retransmisión de los conciertos de Principio de Año en Viena, es de indigna calidad. Donde esté la calidad de reproducción de una radio de válvulas Telefuken, que se quite el sonido de lata de cualquier pantalla plana de un «home cinema»..
¿Que se lo va a hacer!
Gorki
Es curioso pero es absolutamente cierto que las radios de hace años se oían bastante mejor. No tengo claro que sean las válvulas, de hecho una válvula mete mucho ruido por si misma. Creo que influye mucho el tipo de «caja» que envuelve a la radio. No es lo mismo el altavoz de una radio hecho con madera que absorbe bastante a lo que hoy venden, plástico que vibra, la tela metálica que ponen de adorno también mete mucha vibración.
Para hablar bien de las válvulas, lo cierto es que su construcción era una maravilla conseguían fabricarlas con las especificaciones marcadas con el diseño. Con los transistores y más aún con los circuitos integrados lo que sucede es que juegan con las tolerancias, ya que su fabricación es más «aleatoria» y después de la fabricación se clasifican según su calidad… los componentes buenos van para la primera marca y los que salen de especificación para segundas marcas…
Por cierto escuchar la FM en Madrid es una rareza, hay tantas emisoras e interferencias que el 50% de los dispositivos «baratos» directamente no sirven para nada, te tienes que ir obligado al sector superior…
En cuanto a calidad de sonido de los altavoces, ejemplo Google Home para lo que vale es un timo, te tienes que ir a un buen auricular, que ahí si que han mejorado en dispositivos «baratos» que dan buena calidad, en una banda de 20€ a 50€ encuentras buen producto. Por supuesto que puedes optar por uno de 300€ pero con la gama inferior me encuentro a gusto. Y por uno 100€ encuentras altavoces de «ordenador» que bueno no están mal, no son profesionales, pero para mi uso (música de fondo baja) me resultan cómodos, pero hay que probarlos antes porque hay verdaderas porquerias andantes…
El cd YA es un formato para coleccionistas, de hecho hay musica de los ’90 que se puede pagar a 500€ el cd, por supuesto rarezas y ediciones ya de por si limitadas en su epoca.
Algo que tambien está recuperando valor son las primeras ediciones en cd de mediados de los años 80, se copiaron directamente de los masters analógicos sin remasterizados ni maximizados chillones, para un fan esos detalles cuentan.
Salvo música clásica y óperas (clásicas, rock o cualquier estilo de vanguardia), que pueden haber sido creadas como una obra completa, o actuaciones en directo completo (no extractos de varios conciertos), para la que se recomienda la escucha en orden, el resto de publicaciones son un conjunto heterogéneo de canciones compuestas en diferentes momentos, y que no necesariamente guardan relación entre sí.
El concepto de álbum es un invento de las discográficas, y no siempre coincide con los intereses de los músicos (orden de las canciones, canciones elegidas, obligatorio meter 1 y sólo 1 balada, 1 versión de un éxito ajeno, un bonus track en acústico, etc…), a los que puede resultar más conveniente publicar canciones de 1 en 1 conforme las tienen disponibles. No tiene mucho sentido crear hoy una canción que pueda ser un éxito, y tener que esperar 2 años a publicarla porque has sacado disco el mes pasado (con canciones creadas hace 2 años), y la discográfica no va a publicar 2 cds seguidos. En plataformas digitales, no es tan problemático añadir tema a tema, con la dosificación que convengan.
Para el consumidor es más lógico poder elegir independientemente las canciones que desea comprar, y no verse obligado a llevarse el lote completo.
Por ejemplo, si estoy interesado en hacer mi lista de canciones del verano, no quiero tener que comprar 12 álbumes para extraer una canción de cada 1, ni comprar 4 cds refritos de las emisoras de radio para extraer 3 canciones de cada 1, prefiero tener a mi disposición exactamente las que me gustan sin pérdidas de tiempo ni dinero.
Me gusta más el título en inglés que el que has puesto en español…quizás por la nostalgia de Queen,…
https://www.youtube.com/watch?v=rY0WxgSXdEE
Dos matizaciones, cuando realmente se hizo popular el CD fue en los 90, recuerdo los CDs de música clásica y Bandas Sonoras de Tiempo y otras revistas…
En cuanto el mp3 fue un desarrollo conjunto de Bell Labs (AT&T) y Fraunhofer. La copia descarada del formato por Microsoft que estuvo a punto de costarle 1500 millones de dólares de la época, salvado en extremis por que Bell Labs fue fusionada por Alcatel y claro en la revisión ya no se le iba a dar la razón a una empresa francesa enfrentada a una americana.
Offtopic: Recordatorio
El 5 de julio de 2018, el pleno del Parlamento Europeo votará si proceder con una propuesta de directiva sobre los derechos de autor. Esta, si se aprobase, dañaría significativamente la Internet abierta que hoy conocemos. Por ejemplo no volver a recordar a Queen en youtube
Para más información sobre la campaña en el Parlamento Europeo y cómo actuar, se pueden visitar distintas webs. Por ejemplo:
https://meta.wikimedia.org/wiki/European_Parliament_vote_in_2018/es
Voy a ser un poco malo….
Los que llevamos tiempo contando cambios disruptivos vemos que la gente que los escucha pasa por varias fases que son casi siempre las mismas.
La mayoría trata de justificar que la tecnología anterior era mucho mejor. Ya sabes cuanto mas «suena» (explota) un motor mayor potencia tiene (claro hasta que aceleran en un eléctrico), la cocina de fuego es mejor que la vitrocerámica, no sabe la comida igual, las cajas de cambio manuales son mas «divertidas», y por su puesto como los profesores de antes de nuestros colegios no hay nada mejor.
Con los discos no se cuantas veces he escuchado que un vinilo (no deja de ser una aguja vibrando con sus imperfecciones físicas) se escucha mejor que un sonido digital que se puede hacer todo lo perfecto que se quiera…
En mi tesis doctoral cuento como el cerebro interpreta (tálamo) la realidad que nos rodea y por eso entiendo mejor que nadie estas falsedades.
Y yo creo que al vinilo le queda lo que aguante la generación que está acostumbrada a utilizarlo porque no creo que tenga demasiado éxito entre la juventud actual.
Te confundes, son los de 25/35 años quienes buscan vinilo. no todos claro, solo los aficionados vintage.
MUSICA Y SOLO MUSICA.
Mi caso creo que es singular, estuve en los 80s comprando vinilo y cuando en España se comenzó a abaratar el precio del cd allá por 1992-94 aguante el tipo con el vinilo con compras a precios de risa ya que nadie los quería (el cd era el no-va-mas de los snobs, perdían el culete por estar a la última). A mi siempre me pareció un timo ya que la manufactura del cd era infinitamente inferior al vinilo, el precio lo triplicaba, el artwork ha sido siempre poco disfrutable y los textos para leer con lupa. Apenas compre unos 75 de novedades que a mediados de los 90s no había lanzamiento en vinilo, rápidamente los ripeaba y fotocopiaba el artwork, inmediatamente los vendía a colegas sin apenas depreciación. Allá por el 97-98 en mi empresa tuvimos internet e inmediatamente pase del cd al mp3 128kbps ya no por ripeo sino en descarga per to per (Soulsek ha sido y sigue siendo la mejor plataforma para música no mainstream). Si el cd fue un timo al consumidor, lo de iTunes ya es de ordago, 0,99€ por canción (mas o menos 12-16€ por album) no habiendo gasto de manufactura y literalmente nada físico para llevarte «a la boca». Al mismo tiempo que iba formando una inmensa discoteca digital también seguí comprando ya via internet auténticos chollos de lotes de vinilos como por ejemplo 100 LPs a 25 euros, demencial las leyes del mercado.
Hoy por hoy dispongo de una colección de vinilos ligeramente superior a 4000 LPs y 10″ así como unos 800 7″ en singles y EPs tremendamente revalorizada debido al revival de este formato.
Lo que no acabo de entender es como todavía sobrevive ITunes, el mayor timo de la industria musical, seguido de cerca por el cd.
Desde 2005 o así es youtube (o Spotiffy free desde 2009) lo que me sirve a modo de «Radio» para elegir mis compras.
Si reconozco, soy coleccionista, no soy la mayoría.
Discogs es la base de datos colaborativa (nacida en el 2.000) y plataforma de compra-venta que desde 2007 uso.
En menor medida Ebay y nunca el carísimo Amazón.
En mi caso, como enamorado de la música y también de la reproducción al máximo nivel posible, el CD (al igual que el vinilo) no morirán del todo.
Lo malo es que para descubrir todo lo que puede dar de si el CD necesitamos toda una maquinaria de altos vuelos, que la mayoría de aficionados compramos en los 90. y que evidentemente seguimos teniendo en completo estado de revista.
Por mi parte, dudo que suba de nivel en el campo del CD. Creo que mi aparato Mark Levinson 390S puede durar muchos años más. Pero si que subiré de nivel en el tema de los LP, donde aún hay mucho campo de mejora. (brazo, cápsulas, etc…)Y el sonido que reproduce es menos fatigoso que el digital, y más agradable al oído. Seremos muy pocos, eso sí. Pero seguiremos disfrutando mucho.
También, como usuario de TIDAL el streaming tiene mucha comodidad y facilidad de uso, pero no deja de ser una herramienta para oir música. Para escucharla vinilo.
Hace años que comprar un CD de música es algo del pasado, nadie consume música ya de esa forma. Que dejen de distribuirlos es algo lógico.
Lo que ni ahora, ni nunca, fué lógico es la absurda política de las empresas discográficas que, acostumbradas al pelotazo que suponía su negocio hasta un poco más allá del sXX, pretendían mantener, no ha podido ser y ahora les cuesta admitirlo. Que se fastidien, la piratería la han ejercido ellos, que abusaron durante décadas de artistas y compositores y atracaban a los usuarios con precios abusivos creyéndose dominadores de la industria por siempre.
A lo largo de mi vida y mi afición por la música habré comprado varios cientos de LP’s y casi mil CD’s pensando siempre que se estaban aprovechando vílmente de mi filia. Así que cuando apareció Internet se acabó para mí el comprar un sólo disco más, ya me han exprimido bastante, y cómo yo, mucha gente que conozco. Cómo decía antes: que se fastidien, los precios abusivos e injustificables nunca son una buena política para una empresa, es el «pan para hoy y hambre para mañana», el pelotazo forever que no puede existir siempre.
Y respecto a los medios de distribución, ya se sabe que nada es para siempre.