Javier García Barreiro, psicólogo y orientador escolar, me contactó el pasado marzo para pedirme un artículo para el nº 22 de la revista de Convives, una organización de profesionales de la educación que ofrece materiales, recursos y formación para el fomento de la convivencia positiva en la escuela.
Mi artículo, titulado «Educación y Transformación Digital» (pdf), incide en muchos conceptos que ya he comentado en repetidas ocasiones anteriores: la necesidad de llevar a cabo una profunda transformación digital de la enseñanza, fundamental para mí a todos los niveles pero crucial en las etapas iniciales, que adapte el proceso educativo al escenario tecnológico actual. La idea puesta en práctica por países como Francia, que a partir del próximo octubre prohibirán el uso del smartphone en las escuelas y colegios, me parece triste y profundamente retrógrada, equivalente a intentar crear para la educación un espacio «libre de tecnología», con el supuesto fin de evitar una serie de problemas – distracciones, acoso, bullying, etc. – que, en realidad, se tendrían que solventar mediante el proceso educativo. No, el problema no está ni en el smartphone, ni en demonizar o restringir unas redes sociales que, nos pongamos como nos pongamos, van a seguir estando ahí, en su estado actual o en otros desarrollos con función equivalente, durante el resto de nuestras vidas, sino proponernos algo tan sencillo como educar en su uso.
¿Se distraen los niños con sus smartphones en clase? Por supuesto, también se distraen con un papel y un lápiz, o con una mosca… precisamente, el proceso educativo consiste en enseñarles a utilizar esa herramienta para que eviten esas distracciones, no eliminar la herramienta como tal. Llevamos casi dos décadas pidiendo presupuesto para dotar los colegios de ordenadores: ¿tiene sentido, ahora que cada niño lleva un potente ordenador en su bolsillo, obligarlos a prescindir de él? No, el camino debería ser el contrario: integrar los smartphones en el proceso educativo, y poner cargadores en los pupitres para facilitar un uso habitual.
Esa integración del smartphone tiene además otro propósito fundamental: sustituir el actual modelo de referencia única – libro de texto, profesor, etc. como fuentes únicas de conocimiento – por un modelo que promueva el desarrollo del pensamiento crítico. En el momento actual, y dados los problemas que como sociedad estamos sufriendo derivados de la gran caída de las barreras de entrada a la publicación, resulta importantísimo educar de una manera que necesariamente implique que el conocimiento no está en una única fuente, sino que se deriva de la comprobación, la comparación y la argumentación. Crear clases en las que cada alumno, refinando sus procesos de búsqueda y desarrollando las herramientas necesarias, propone distintas soluciones o argumentaciones para un tema, y esas son discutidas para obtener como resultado una información que se considere adecuada, dejando espacio para otras posibles argumentaciones. Un proceso así reduciría el impacto de cuestiones actualmente preocupantes, como el uso de las herramientas educativas para el adoctrinamiento o la manipulación, y daría lugar a una generación de ciudadanos más conscientes de la importancia del pensamiento crítico, menos susceptibles de ser manipulados mediante las llamadas fake news.
Por otro lado, debemos abandonar la idea de que aprender significa memorizar. Un concepto que proviene de una época en la que el acceso a la información era complejo y oneroso, que pierde su sentido en un escenario tecnológico en el que toda información está disponible a muy pocos clics de distancia – sin llevar, lógicamente, el razonamiento hasta su límite y pretender que no sepamos nada y lo busquemos todo cuando nos hace falta. La memoria humana responde a un algoritmo que privilegia lo más reciente, lo más frecuente o lo que percibe como de más valor (RFV; o Recency, Frequency, Value) y esto implica que los conceptos se fijan en nuestra memoria mediante su manejo habitual o la consciencia de su importancia. No, nadie pretende crear una generación de personas incapaces de memorizar, sino ser capaz de evaluar sin necesidad de convertir ese proceso de evaluación en una prueba circense de quien es capaz de memorizar más a corto plazo para olvidarlo posteriormente a los pocos días. El mejor juez o el mejor notario no son los que más y mejor memorizan tras un maratón de varios años leyendo y repitiendo textos, sino aquellos que entienden mejor su trabajo y aplican mejor, en su contexto, unas normas que han entendido y que, con el tiempo y la reiteración, puede que terminen memorizando.
La solución a la educación no es introducir tecnología. Es adaptar los flujos educativos a los nuevos tiempos, modificar la unidireccionalidad para promover el pensamiento crítico, utilizar metodologías basadas en la discusión, en la practicidad, en talleres y workshops que den lugar a una actitud activa en lugar de pasiva, y utilizar el tiempo de clase no para «dar apuntes» o para repetir ideas, sino para generar verdadero valor basado en la interacción. Un cambio que, lógicamente, supone una adaptación del profesorado como implica también un nuevo papel para los padres que no suponga una dejación de sus responsabilidades, pero que no necesariamente consiste en enseñarles tecnología, sino en un cambio mucho más profundo, en un nuevo modelo de enseñanza. Un cambio en el que, como sociedad, nos jugamos mucho.
No me parece que se pueda equiparar el poder de distracción de un móvil al de un papel o un lápiz, estos últimos no se activan si no hacemos nada con ellos.
El móvil es un potente ordenador pero también recibe mensajes, se conecta a las redes sociales, permite jugar a juegos, recibe llamadas, etc. Está claro que su poder de distracción es enorme como lo es su poder de ayudarnos en el estudio.
En mi opinión la regulación de su uso en la escuela merece un debate que no tiene por que radicalizarse en el todo o nada y que si matizas estás a favor o en contra de la tecnología.
El debate no puede consistir en la recreación de espacios libres de móviles si la realidad ahí afuera es que tenemos el móvil encima y con nosotros en todo momento, y eso es un elemento que no tiene visos de cambiar, más bien todo lo contrario. Lo que tenemos que hacer es integrar el móvil en todas partes, porque fuera de la escuela ya lo está, y educar en su uso para que, precisamente, los jóvenes no cometan las aberraciones que sus mayores cometen en su uso. La educación consiste en eso, en aprender a utilizar lo que el entorno te brinda. Si el móvil te interrumpe, aprende a racionar el uso de determinadas de sus aplicaciones, a priorizar, a gestionar las notificaciones, etc. Es como si me dices que hay que eliminar los ordenadores de la educación porque te distraen con los correos electrónicos: el problema no está ni en el ordenador ni en el correo electrónico, sino en que carecemos de educación sobre su uso y gestión. Por favor, dejemos de tratar el móvil o la tecnología en general como «bichos malos» y «causantes de patologías», y situémoslos en lo que son: una parte integrante que define cada vez más el entorno que nos rodea.
Caso real. Alumnos de Grado Medio de Formación Profesional. Se ha regulado que los alumnos tienen que depositar su móvil en una bandeja mientras se esté en clase. Si alguien espera una llamada importante se le permite tenerlo en vibración para que no moleste si se produce tal llamada. ¿Resultado? Vari@s alumn@s dicen estar esperando tal llamada para quedarse el móvil y whasapear con sus amig@s, e incluso para jugar en red entre ellos mientras están en clase.
Hay una enorme irresponsabilidad en el uso de móviles por parte de ciertos alumnos.
Pues lo que veo es una enorme falta de educación y formación al respecto. Decir «Hay una enorme irresponsabilidad en el uso de móviles por parte de ciertos alumnos» me parece una forma fácil de echar balones fuera y no querer entrar en la base del problema. Y entiendo que la posible solución sería desde una educación muy temprana y no cuando se tiene 12-14 años
Estoy hablando de alumnos mayores de edad. No de chavales 12-14 años.
Básicamente de acuerdo con su aproximación.
El profesor debe usar el smartphone como una herramienta más cuando así lo estime oportuno. Los alumnos apagarán el móvil cuando se les diga y se les ensañará a usarlo en dos facetas, una la educativa (p.ej. buscar conceptos, como diccionario, como apoyo en el día a día con contenidos extra e interesantes) y por otro lado en su uso responsable ( que no subir a la red, que aplicaciones te pueden orientar en una ciudad, como poder acceder a una biblioteca de libros clásicos para poder leer un clásico de forma gratuita, etc)
El educador debe medir el impacto que supone un medio que bloquea en parte la atención en tareas intelectuales críticas( por ejemplo resumir y sacar conclusiones de un texto, se ha demostrado que se realiza mejor con papel y lápiz que con medios digitales,y se pueden encontrar referencias académicas de este asunto) y encontrar el mejor equilibrio entre uso de la tecnología y un verdadero razonamiento lógico. (1)
El uso de la tecnología es muy útil en fomentar la capacidad memorística del aprendiz y tenemos aplicaciones como anki que ayudan en el estudio de vocabulario, que refuerzan de manera cómoda la repetición de fichas basadas en la curva del olvido. O gamificando el aprendizaje en apps estilo Duolingo.
De todas formas, me patina lo «del cambio de modelo de enseñanza», más bien hablaría de «cambio de modelo de aprendizaje» que es el proceso inverso al de la enseñanza. Un profesor enseña, un alumno aprende. Y es en este último aspecto en el que puede aplicar la tecnología y hacer más activo el proceso de aprendizaje. Para el profesor debe «enseñar» lo mismo que enseña ahora en conceptos pero usando más medios (videos, apps, audios, libros, webs) y además enseñar al alumno como usar el móvil en su vida privada para evitar los peligros de redes sociales, webs peligrosas, etc…
(1): No conozco ningún estudio serio académico que demuestre que el uso del ordenador en la toma de «apuntes» mejore la comprensión del alumno de lo que está oyendo. Al contrario si.
Te falta llevar el concepto más allá. Lo que hay que cambiar es el modelo entero, no solo el aprendizaje. El profesor ya no «enseña lo que sabe» porque ya no es «la fuente del conocimiento», el profesor ayuda al alumno a aprender por sí mismo mediante procesos activos. Olvídate de «apuntes», son la mayor estupidez que podemos plantearnos hoy en día: si le dices a un niño que «tome apuntes», con toda la lógica del mundo te contestará «pásamelos en un documento», ese proceso de «copista» no añade ningún valor añadido cuando el objetivo ya no es la memorización, sino la comprensión. Esos estudios que me citas están todos hechos tomando el modelo antiguo, el que se basa en la memorización, no uno nuevo con propósito diferente. Olvídate de soltarles un rollo a los alumnos, porque si desperdicias miserablemente media hora de su tiempo de clase así, te pedirán que por favor, les subas ese mismo rollo a YouTube y que ya se lo miran ellos cuando les venga bien… usa el tiempo de clase para otras cosas, para la interactividad y para el valor añadido. Si no eres capaz de visualizar una educación completamente diferente, seguirás poniendo parches a un modelo que ya no funciona.
https://www.xatakaciencia.com/computacion/por-que-no-es-recomendable-tomar-apuntes-con-el-ordenador
A usted le puede parecer lo que quiera tomar apuntes, yo no discuto opiniones suyas. Cuando usa evernote para hacer un esquema de una conferencia o una reunión está tomando apuntes aunque sea una estupidez…
La realidad objetiva es que va a una conferencia, y le piden a los 30 min. que haga un test de comprensión y el resultado es abrumador… a favor del papel. ¿ Datos académicos de algún estudio serio que soporte su afirmación?
En general estamos hablando de Educación en todos los niveles, cuando los parvulitos le pidan un PDF seguimos hablando sobre páseme el documento… evidentemente si en la Universidad les echa una chapa que están en todos lados, pues ya no es que le pidan el PDF es que si pueden no estarán con VD. Por eso estoy de acuerdo en esa parte que es mejor hacer clases activas con valor añadido.
La memorización de hechos que no se pueden alcanzar con la razón es algo que va a existir en muchos estudios, comprendo que no le gusten, pero es la única forma de adquirir un idioma, derecho, historia, y parte de la matería «razonada». Si VD. no memoriza (inconscientemente seguramente) no puede hablar inglés, o aprobar un examen de historia,… o saberse las fórmulas de un examen sin libros,.. no por ser un fanboy de lo nuevo por lo nuevo va a no necesitar algo de memoria, salvo que pretenda ser el pez desmemoriado de Nemo…
Lo de decir que el profesor tiene poco que enseñar,… pues es su opinion, ya dejo que le pongan otros a caldo, la realidad es que solo recuerdo a los buenos profesores que sabían de que hablaban, y a los bobos activos ni a uno, porque me he encontrado a pocos profesores bobos y en su boberia no eran muy activos,…
Acuerdo plenamente. Cuando es necesario, el estudiantado realiza captura (con dispositivo móvil) y luego lo comparte en sus plataformas.
La resistencia al cambio deviene del reconocimiento (por intuición o pleno conocimiento) de que lo que está en juego es un cambio profundo, no ya de tecnologías (la tiza y el pizarrón también lo son) sino vinculadas al «poder»frente a la información y el por qué y para qué la escuela.
Gracias por este artículo!
Saludos,
pienso que su posicionamiento va aun mas allá, es cierto que la respuesta de los estudiantes ante una solicitud de copiar un texto es evidentemente muy similar a la que ud refiere sin embargo eso esta llevando a un déficit enorme en el desarrollo de competencias en escritura y análisis de textos y esto lo evidencio a diario en mis estudiantes de medicina, esto es debido a que nuestro cerebro tiene áreas determinadas al razonamiento escrito y otras para el verbal, su interacción permite un mejor desarrollo cognitivo de los estudiantes, pienso entonces que el hecho no es tan simple como reprimir o liberar el uso de dispositivos en clases, esta en incorporarlo a las mismas de manera practica, razonable y sinergicas a los procesos de aprendizaje. mas aun pienso que el problema de las nuevas generaciones y el uso de las tics es la falta de educación en torno a su uso racional y en general a la aplicación de valores y principios y su relación con estos dispositivos… no es decirles que apaguen el celular en clases es hacerlos participes de su desarrollo académico y de que manera el uso del cel puede mejorar causar deterioro en ese proceso. durante viajes aéreos anteriormente era necesario apagar los celulares mientras estábamos en vuelo, ahora se desarrollo para los dispositivos móviles el modo avión y la mayoría lo preferimos a tener que apagar el dispositivo, eso es educación y aplicación de la honestidad el criterio propio, la lógica y demás principios de vida pues sabemos la implicación que podría traer si hacemos caso omiso a esta orientación, sin embargo, cuantos de nosotros al viajar en avión hemos visto como otros no apagan el celular ni lo utilizan en modo avión poniendo en riesgo su vida y la de toda la tripulación … cuestión de principios y valores …
«Por otro lado, debemos abandonar la idea de que aprender significa memorizar. Un concepto que proviene de una época en la que el acceso a la información era complejo y oneroso, que pierde su sentido en un escenario tecnológico en el que toda información está disponible a muy pocos clics de distancia»
El problema es que la bibliografía académica deja claro lo importante que es el conocimiento factual para mejorar la competencia lectora, entre otras cosas. De hecho, el pensamiento crítico que mencionas en el texto es básicamente conocimiento experto. Uno no puede entender las críticas a la homeopatía sin tener una base de química, qué es el efecto placebo, cómo funciona un estudio doble-ciego, etc y eso requiere de conocimiento factual.
Siempre recomiendo dos libros que pueden servir como base para ver lo que dice la bibliografía académica sobre muchas opiniones que oímos habitualmente sobre prácticas educativas
¿Por qué a los niños no les gusta ir a la escuela?: Las respuestas de un neurocientífico al funcionamiento de la mente y sus consecuencias en el aula
https://books.google.es/books?id=_zjltH5LhxsC
Y uno algo más técnico
Urban Myths about Learning and Education
https://books.google.es/books?id=7h4tBAAAQBAJ
La cátedra de cultura de la UPV/EHU también tiene información valiosa al respecto
https://culturacientifica.com/2018/03/01/papel-la-memoria-proceso-ensenanza-aprendizaje/
Vuelvo a lo mismo: es que «conocimiento experto» NO IMPLICA memorización. Es distinto. Conocimiento experto implica haber leído, haber entendido, haber reflexionado sobre ello, haber discutido… pero no, o no necesariamente, haber memorizado. Es saber cosas, aunque no las recuerdes con total exactitud, y cuando las necesitas, saber dónde encontrarlas con el criterio adecuado. El pensamiento crítico se nutre de muchas cosas, y vincularlo necesariamente con memorización es un error. Yo sé bastante química orgánica, me gustó cuando la estudié, la entendí y aunque llevo muchos años sin manejarla, sigo entendiéndola hoy, puedo analizar estructuras, sé de lo que hablo… pero te aseguro que no recuerdo ni el ciclo de Krebs!! Si hubiese seguido trabajando en química orgánica, lo recordaría solo a base de reiteración, pero eso no me convierte en más experto, es simplemente fruto de un proceso cerebral. Se puede ser perfectamente un experto en química orgánica con mala memoria :-) Por favor, desvinculemos expertise de memorística…
Supongo que como mencionas el ciclo de Krebs querías referirte a la Bioquímica, y no a la Química Orgánica que es mucho más general y estudia los compuestos de carbono, estén o no relacionados con la vida.
El ciclo de Krebs es Química Orgánica, porque la Bioquímica forma parte de ella, y por eso lo usé como ejemplo…
Lo es. Pero es mucho más preciso englobarlo en la Bioquíca que en la Química Orgánica. Por esa regla de tres podríamos englobarlo en la Química en general, sin apellidos. Y perdón por el off-topic.
Veo que te resistes a publicar mi comentario anterior. Un ejemplo de Química Orgánica podría ser la síntesis del anaranjado de metilo. Encajaría mucho más que el Ciclo de Krebs. Pero a tí no te gusta perder ni a la Oca. Ni mucho menos admitir que alguien te corrija. Sin acritud. Te sigo porque me parece interesante lo que publicas. Esto no tiene importancia.
¿Pero que chorradas de ocas, coño? Tu comentario está publicado desde un rato después de que lo enviases!! De verdad, hasta las narices de comentarios absurdos sobre mi supuesta psicología basados en que un tío no refresca bien el cache de su navegador!!!
Abusando un poco de su paciencia…
Un reto algo offtopic, la planteo con un ejemplo práctico. El reto es aprender una «lista» de 500 palabras no conocidas de un idioma extranjero L2.
La meta es estudiarlas, y cuando digamos que las sabemos. Pasar al día siguiente un test de L1 a L2
Y conseguir un rendimiento del 90% de aciertos
La medida será el número de días necesarios para conseguir este reto desde su comienzo.
La pregunta no offtopic:
A algunos se nos ocurrirá que podemos aplicar rotas de repetición, a otros métodos LOCI, a otros reglas nmemotécnicas….
¿Pero en que ha variado el proceso «de aprendizaje» del uso de tecnologías digitales a analógicas?
Mi respuesta es que salvo una poca ayuda instrumental muy poquito,…
Pues ahí es donde a mi juicio te equivocas. El proceso de aprendizaje ha variado muchísimo, porque ahora lode «aprenderse una lista de palabras» no tiene sentido, y lo que sí lo tiene es hacer ejercicios prácticos hasta que esas palabras se fijen a base de uso, repetición, práctica, etc. Por ahí va la cosa, no por exaltación de la memorística…
A ver como se lo explico: lo del uso de la tecnolgia, clases activas, etc estoy de acuerdo que la tecnolgia es muy util. No es el punto de discusion. Son un medio más que ayuda a la enseñanza y al aprendizaje
Pero que uses un smartphone por arte de magi no hace que tengas un alumno brillante con espiritu critico. Sera un zote con movil… Y habra que educarlo… Si esta asilvestrado,
Del mismo modo la memorizacion, consciente o inconsciente, es algo fundamental.por memorizar unas fórmulas no vas a entender su sentido, por supuesto. Hay que razonar!. Pero el movil no es una panacea para razonar en si mismo.
Por otro lado, el reto propuesto es un reto medible. Que no tiene sentido, eso ya lo se. Pero no hay avnaces significativos ni en memorizacion, ni en pensamiento critico en el uso de un movil en clase. Lo cual no quiere decir que se prohiban. Pero igaul que nadie iba a una clase con una revista porno cuando no habia internet, tampoco se deb usar whatsapp, redes sociales, o acceso a chat eroticos en una clase. El limite del uso de moviles lo tiene que marcar el educador, para aprovecharlo y que no sea un limitador.
Dicho todo esto no me ha mostrado ni una evidencia seria (no opiniones) que el uso de un movil aumente la comprension de una conferencia, o que facilite un cambio significativo en roles de memorizacion o en roles de pensamiento critico,,,
En general estoy de acuerdo con lo expuesto por Enrique. Hay que valorar en un alumno no la capacidad de memorizar, sino el conocimiento del «cómo funciona esto» sin darle valor a los datos concretos, que para eso tienen recursos para encontrarlos. La experiencia en el uso del «cómo funciona» te da la cultura del conocimiento de los datos a posteriori, al usarlos.
El problema estaría en cómo evaluar esos conocimientos, porque plantear problemas concretos dando acceso libre a la información de que disponemos en la red en la gran mayoría de los casos les llevaría a la solución del problema en sí, sin esfuerzo alguno y sin demostrar conocimiento.
Esto significa que el profesor tendría que plantear problemas únicos, no planteados anteriormente e investigar en la red que la solución no está ahí ya elaborada.
Eso es un montón de trabajo para los docentes y de ahí su resistencia.
«Más claro no canta un gallo». Muy valioso su aporte, Profesor Dans.
Solo una sugerencia para los editores de la revista: con el fin de hacer más provechosa la lectura del texto adjunto, utilizar intertítulos temáticos además de los extractos entrecomillados.
Ya cansa la pertinaz sequía mental de gente responsable del fenómeno educativo.
El ejemplo de las moscas inmejorable. Hay gente capaz de promover la caza de moscas para evitar el despiste del alumnado. Y no suprime el papel y lapiz o boli, por considerarlos sacrosantos mecanismos de ayuda pedagógica. ¿Como fueron capaces de desterrar la pizarra y el pizarrín?
Y no es que sobre el papel y el lapiz (por lo de ahora). Claro que incluso las moscas pueden tener sentido como distracción, si siguen, en general, las clases como hasta ahora.
En los centros educativos no sobran móviles, falta educación eficiente. Y el problema no es tecnológico, es salir del medioevo educativo.
Y lo de Francia, de juzgado de guardia intelectual. Si levanta la cabeza Descartes, no entendería como niegan la relación entre la capacidad de pensar y la existencia virtual. Lo dicho, para algunos aún no bajamos de los monasterios.
De acuerdo contigo. Como nada hay nuevo bajo el sol, hago lista de las cortapisas “tecnológicas” que tuve que soportar durante mis años de aprendizaje:
En primaria, prohibieron la pluma estilográfica, pues se consideraba imprescindible que los palotes y la letra redondilla se aprendiera a escribirlos con palilleros y plumillas, (se me escapó por poco aprender con auténticas pluma de oca), que se mojaban en un tintero insertado en la parte superior de los pupitres, a razón de uno para cada dos alumnos. Nunca entendí el por qué de esta prohibición, que permitía que todos echáramos borrones en las cartillas y de tarde en tarde se produjera un drama, cuando el tintero de un litro, que alimentaba los tinteros de los pupitres, se te escapa de las manos y se estrellaba en el suelo.
Ya en elemental, los criterios habían cambiado y lo oficial era el uso de la estilográfica, yo tuve la Parker, que se llenaban de vez en cuando en el tintero que teníamos en casa, pues de los pupitres desaparecieron los tinteros de porcelana, aunque eso si quedó un agujero redondo. Pero lo que cayó en la prohibición eran los bolígrafos, un invento de un Ladislao Biró que evitaban que se cayeran borrones de tinta. El motivo que escribían igual de fino subiendo que bajando
Hacia los primeros años del bachillerato, ya se permitía el bolígrafo, lo que estaba prohibido es le uso de las reglas de calculo, Necesariamente teníamos que utilizar tablas de logaritmos para calcular tanto los valores trigonométricos como los cálculos con potencias. La regla de cálculo debe haberse inventado en el siglo XVIII, pero era su uso era considerado antipedagógico en el bachillerato.
En los últimos años del bachillerato estudiábamos dibujo lineal, el resultado final había que acabarlos a tinta y borrar con una goma todos los dibujos auxiliares que hubiéramos realizado. Aquí lo que se prohibía era el unos del Rotring. Teníamos que utilizar por fuerza, el tiralíneas y le compás y tinta china. Era maravilloso cuando hacías una raya, manchabas la regla y extendías la tinta por el papel. Debimos aprender dos cosa , a mascullar tacos, a repetir una y otra vez lo que ya habíamos hecho.
Inicie la universidad y aquello era otro mundo, se consideraba de delineante el hacer un plano a tinta, valía dejarlo a lápiz, por supuesto, el bolígrafo y regla de cálculo no solo eran permitidos sino ademas recomendados, …. Pero,… amigo también había un tabú, las calculadoras electrónicas, aquello cacharritos con forma de un paquete de tabaco con una envidiable capacidad de cálculo. Amigo, hasta ahí podíamos llegar.
A poco de dejar los estudios apareció el ordenador personal, ya no tengo experiencia de primera mano, pero suponga que su uso estuvo muy mal visto en la universidad.
Don la perspectiva que dan los años, parece increíble que se prohibiera el uso de la estilográfica, bolígrafo, la regla de cálculo, el Rotring, y la Casio. Hoy no encentramos un sólo argumento para prohibir a ningún estudiante de cualquier edad el uso de estos instrumentos. Supongo que cuando tengamos a suficiente perspectiva, el prohibir el smartphone, nos parecerá tan ridículo como prohibir la estilográfica, pero quizá tengan que pasar unos años.
Hay una diferencia fundamental con el caso del móvil: no lo están utilizando para hacer las tareas mejor o más rápido precisamente (como en los casos que has comentado), sino como meros instrumentos de entretenimiento con los que se distraen e incluso molestan a los demás. Es decir, la razón de la prohibición es completamente diferente en este caso.
Aceptarán los teléfonos, tiempo al tiempo, Los docentes son muy reaccionarios. Se les prepara para que traspasen lo mejor que puedan, los conocimientos de los antepasados.
Eso funcionaba muy bien, cuando el mundo evolucionaba lentamente. Hoy cambia a toda velocidad y una buena parte de lo que enseñan no tendrá utilidad cuando los niños lleguen a adultos- Lo adecuado hoy sería preparar a los alumnos, no para que aprendan lo de ayer, sino para que puedan asimilar lo de mañana y para eso la busqueda en Internet es fundamental..
Tarde han empezado los colegios a ser bilingües, ya lo podían haber sido en mi tiempo, pero hoy el chisme traductor simultáneo, está a punto de entrar en el mercado. ¿Para que valdrá pasado mañana el saber idomas? Pues doble contra sencillo que el traductor automático se prohibirá en las aulas,
Excelente su relato. ¿Cuantos años tiene?
Como en casa no se les educa como es debido y además tienen la edad y las inquietudes que tienen, no me sorprende (ni estoy en contra) de la medida de prohibir los móviles en Francia.
Nos pongamos como nos pongamos los niños y adolescentes van a utilizar el móvil de forma inadecuada en muchos casos: en clase lo van a utilizar a escondidas para jugar o chatear, van a grabar conversaciones que no deben y van a sacar y subir fotos y vídeos de otros niños y compartirlos de forma imprudente en la red, etc. Todas estas cosas y muchas más las harán si no hay una prohibición tajante.
Sé que hay que implementar nuevas metodologías, formar a los profesores en ellas, integrar sus herramientas en el proceso educativo, etc. pero seamos realistas Enrique, ¿sabes lo que es dar todos los días clase a un grupo de 25-30 adolescentes? ¿cuántos profesores de secundaria te han dicho que les parece una mala idea esta medida de Francia? Es fácil decir que es tarea del docente crear dinámicas entretenidas y motivadoras en clase pero la competencia que les ha salido con la gratificación inmediata que ofrecen los móviles es muy dura: a la mínima que se aburran un poco la tentación de mirar el móvil está ahí.
Y sinceramente, habiendo ordenadores en las aulas no veo la necesidad de móviles que siempre ofrecen aplicaciones simplificadas hasta el extremo. Si no reciben una buena formación en nuevas tecnologías definitivamente no va a ser porque se les ha prohibido sacar el dichoso móvil.
Personalmente por ahora veo más beneficios que perjuicios en prohibirlos (aunque no me guste). Y eso que soy pro-nuevas tecnologías 100%.
Richard Feynman (premio Nobel de física) decía lo siguiente sobre la memorización de fórmulas de física:
Feynman On Memorization
Por otro lado, los ajedrecistas tienen una memoria que les permite tener en la cabeza una cantidad ingente de aperturas y variantes, pero si no «entienden» la filosofía de cada apertura, sus fortalezas, sus debilidades, patrones, etc. no les sirve demasiado. De hecho, Magnus Carlsen (actual campeón del mundo) en cuanto puede se sale de las variantes conocidas para obligar al contrario a «pensar»:
Los secretos de las aperturas de Magnus Carlsen
La mayoría de nosotros no somos como Feynman ni como Carlsen, pero, a cualquier nivel, sigue aplicando lo mismo: la memorización es necesaria, pero sin comprensión, no sirve para mucho. No tiene sentido basar el sistema educativo y sus evaluaciones en la memorización, libros únicos como fuente de referencia y toma de apuntes, sin potenciar la búsqueda de información, deducciones, relaciones, verificaciones, etc.
Como anécdota, hace unos días, hablando de este tema, «jugué» con mi mujer a que me dijera países de África para que yo le dijera las capitales. No me supe ni una, pero sé que en EGB me las hicieron aprender de memoria. Por contra, le dije que aún recordaba las fórmulas del volumen del cono y de la esfera, y que si se me olvidaban, sabía calcularlas :-)
De todas formas, soy tan pesimista respecto a la transformación del modelo educativo como a la transformación digital, etc. en las empresas. Se conseguirá en algunos sitios, pero en la mayoría, seguirá todo igual.
Aprender a manejar con criterio un teléfono inteligente es cuestión de ejemplo en casa y madurez del usuario. Veo a tantas personas mayores de 30 años utilizando el teléfono inteligente en su trabajo de forma absurda como a estudiantes en los entornos escolares. Me temo que el problema a resolver no está en la escuela, no está en prohibir o no tecnología en el aula. El problema está en ayudar a madurar a las personas, cosa que no se logra ni con un teléfono ni con un lápiz si no hay amor involucrado… en mi opinión, la propuesta francesa es inteligente. Trabajo de profesor desde hace unos cuantos años.
Saludos
No quiero hacer de abogado del diablo pero la memorización temprana tiene una ventaja: cuando te vas haciendo mayor le encuentras sentido :-)
A ver… Nadie habla de educar a los profesores? Cómo vamos a educar en el uso adecuado, sano, sabio y crítico de la tecnología si los que tienen que hacerlo parten de una premisa demonizadora? No hay nada peor que censurar algo para convertirlo en malo. Ejemplos sencillos como la ley seca o el aborto. La gente lo va a hacer igual, pero mal, de forma peligrosa e inconsciente.
Los primeros que tienen que tener una visión crítica y no censuradora de aquello que va a estar sí o sí presente en las vidas de todos aquellos a los que pretenden enseñar son los formadores.
Pero en general, no solo en este tema, es difícil si los propios encargados de educar no están dispuestos a aprender.
¿Por qué será que los grandes CEOs de Google, Facebook, Apple… no dejan que sus hijos se acerquen a la tecnología y los llevan a colegios sin ordenadores y pantallas? Pues porque pantallas y smartphones son tremendamente adictivos. La dopamina digital es la droga más adictiva y popular del mundo. En apenas 10 años, la sociedad se ha alienado por mor del binomio smartphone/redes sociales. La gente ya anda por la calle mirando más el móvil que su entorno físico. Y da igual que uno sea inmigrante digital o nativo digital, todos -adultos, jóvenes y niños- estamos enganchados. Y no es coña marinera. Tenemos un problemón. A toda pastilla vamos hacia una ‘sociedad algorítmica’ en la que cada individuo va a recibir únicamente los inputs que le gustan o interesan. El «big» data y la «inteligencia» artificial anulan la capacidad de sorpresa de las personas, empequeñece su conocimiento, empobrece su diversidad cultural, limita la creatividad… Urge una nueva educación que apueste por lo natural, cercano, real y tangible, porque esto de los móviles e interné se nos está yendo de las manos…
Castilla la Mancha acaba de prohibir el uso de móviles en el aula.
https://www.google.es/amp/s/cincodias.elpais.com/cincodias/2014/11/25/lifestyle/1416935169_575346.amp.htm
El problema no es la formación del profesorado, sino la falta de criterio en la formación del profesorado y de las administraciones educativas. Los agentes que intervienen en la educación para el uso de la tecnología suelen pertenecer a los cuerpos y fuerzas de seguridad que ofrecen una visión interesante, pero limitada, al centrarse en los riesgos de la Red. “No queremos que nuestros alumnos que conduzcan por temor al castigo, sino porque tomen decisiones éticas basadas en criterios morales universales” y desde un punto de vista estratégico funcionaría mejor educar en las oportunidades y usos positivos y creativos de la tecnología.
Enhorabuena por el artículo, nos ha resultado muy interesante todo lo que comentas. El valor de las nuevas tecnologías, como complemento educativo, está más que demostrado. Estas herramientas desarrollan el pensamiento crítico de los estudiantes y ofrecen multitud de métodos de enseñanza a los profesores. La clave está en un uso responsable y acertado de las mismas. ¡Gracias por la información!