¿Es la tarifa plana el futuro del entretenimiento?

MoviePass and Sinemia logosA medida que opciones de suscripción como Netflix, HBO y otras se convierten en cada vez más mayoritarias y protagonistas de nuestro consumo de productos de entretenimiento, en los Estados Unidos está destapándose una nueva batalla, esta vez por el dominio de otro territorio hasta el momento bastante inexplorado en ese sentido: la sala de cine.

MoviePass, una compañía neoyorquina fundada en 2011 en torno al concepto de tarifa plana para las salas de cine, que había pasado por varios períodos de inestabilidad y con estructuras de precios cambiantes, lanzó en agosto del pasado 2017 un producto que parecía demasiado bueno para ser verdad: ver una película al día en sala de cine durante un mes por $9.95. El servicio ganó popularidad rápidamente entre el público y llegó a atraer a más de dos millones de clientes en febrero de 2018, pero en efecto, resultó demasiado bueno para ser verdad, y tras generar importantes pérdidas y atraer dudas sobre la viabilidad de la compañía, fue cancelado en abril de 2018, con el CEO de la compañía, Mitch Lowe, afirmando que no sabía si ese modelo volvería.

El pasado 5 de abril, sin embargo, se anunció que la compañía había adquirido de los desechos de ese basurero llamado Oath un servicio de trailers, información de películas y venta de entradas operado a través de Fandango, llamado Moviefone, y que pensaba convertirlo en un servicio de recomendación de películas para amantes del cine, y finalmente, el día 2 de mayo, decidió revivir su plan ilimitado y más popular, simplemente añadiendo alguna restricción como la de no poder ver varias veces la misma película. Unos días después, Sinemia, un servicio similar pero restringido a algunos mercados escogidos, se lanzó en todos los Estados Unidos con un posicionamiento de precio algo diferente, pero pensado para aquellos que encontraban la oferta ilimitada de MoviePass imposible de aprovechar: $4.99 por una película al mes, $6.99 por dos, $9.99 incluyendo películas en 3D y en IMAX, y $14.99 por tres películas mensuales en cualquier tipo de sala.

Claramente, algo se está moviendo en las tendencias de consumo de las salas de cine norteamericanas. Mientras servicios como MoviePass crecen, grandes gestoras de salas de cine como AMC, a las que la compañía adquiere las entradas en bloque y que van viendo cómo se convierte en una parte creciente de sus ingresos totales, la miran con recelo y se niegan a compartir los beneficios adicionales con ella, lo que lleva a la compañía a lanzarles avisos como la eliminación de algunas de sus salas de la app, que redirige a esos espectadores a otras salas cercanas. Según palabras de Mitch Lowe,

«Our customers want to go to AMCs, we want to work with AMC. But at same time, we can’t keep giving millions and millions of dollars a week to an entity that says, over and over again, ‘we’re happy to take your money but we’re never going to share in that increased profit with you.»

(Nuestros clientes quieren ir a salas de AMC, queremos trabajar con AMC. Pero no podemos seguir dando millones y millones de dólares por semana a una entidad que dice, una y otra vez, que ‘estamos felices’ de coger su dinero, pero nunca vamos a compartir ese incremento de ganancias con usted)

La viabilidad económica de una compañía que ofrece una tarifa plana pero que alimenta su inventario comprando entradas a precio completo en los cines parece, como mínimo, compleja: en abril de 2018, la compañía acumulaba pérdidas de más de $150 millones y, a pesar de la entrada de nuevos inversores atraídos por el crecimiento de su base de usuarios, generaba bastantes dudas acerca de la promesa de su CEO de generar flujos de caja positivos en el 2019 si no surgen formas claras de incrementar la rentabilidad por usuario. Sin embargo, la compañía parece dispuesta a convertirse en un actor importante a pesar del inmovilismo de los propietarios de cadenas importantes, y a rebajar las barreras de entrada a unas salas de cine que cada vez incrementaban más sus precios y cuyo mercado llevaba bastantes años en recesión.

¿Puede la idea de pagar una tarifa plana por poder ir al cine de manera ilimitada convertirse en una opción popular? Por el momento, más de dos millones de americanos parecen pensar que sí: La clave, lógicamente, está en entender las pautas de consumo: ¿cuántas veces irías o podrías ir al cine si tuvieses una tarifa plana? ¿Cómo convertir eso en un negocio rentable y en una opción de ocio que muchos encuentren atractiva? El mercado del cine ha mostrado fuertes evidencias de una gran elasticidad de precio, como muestra el éxito de promociones puntuales como la Fiesta del Cine en España, en la que el precio de las entradas recibe un generoso descuento y que suelen generar una gran afluencia de público. El problema, como muchos llevamos muchísimos años afirmando, no es la piratería, sino el precio y la oferta disponible. ¿Podría la tarifa plana convertirse en un elemento importante en el futuro del cine?

 

 

 

This post is also available in English in my Medium page, “Could a flat rate bring audiences back into movie theaters?»

 

20 comentarios

  • #001
    Luis Hernández - 5 mayo 2018 - 14:01

    El otro día a raíz de los comentarios del post «El futuro del trabajo» me preguntaba si no terminará habiendo también una tarifa plana para la comida que compramos en el supermercado, por ejemplo.
    Al fin y al cabo los supermercardos conocen nuestros hábitos de consumo perfectamente y, bajo unas determinadas reglas que eviten abusos, se garantizarían la fidelidad de los clientes ahorrando al tiempo muchos de los los costes asociados al proceso de «pasar por caja».

    • Carlos - 5 mayo 2018 - 14:43

      No lo creo. Los productos de alimentación tenemos que adquirirlos sí o sí. Y como fidelización de clientes tampoco lo veo porque en ese supuesto, todos los supermercados entrarían en la misma dinámica. La tarifa plana es para productos o servicios que no son imprescindibles (entre ellos la cultura) y con los que las empresas suministradoras se aseguran un consumo estable incluso entre aquellos que de otra manera gastarían poco o nada. Los 120-144€ al año por servicios como Netflix es probable que muchos usuarios no los gastarían si tuvieran que adquirir las películas individualmente o en DVD mientras que los usuarios con mayor consumo de este tipo de productos se benefician de un menor coste.

    • Gorki - 5 mayo 2018 - 16:29

      Pudiera ser, aunque lo veo poco probable, porque no es sencillo saber si los los alimentos que «acopias», son para ti, o para toda tu parentela y amigos.

      En la gran mayoría de los hoteles, y algunos restaurantes. aplican la tarifa plana,, pagas una cantidad fija y comes lo que quieras.del buffet pero ahí saben que tu consumo tiene un limite, pues te lo comes dentro del establecimiento..

  • #004
    Alan Turing - 5 mayo 2018 - 20:42

    Lo que deberían hacer es estrenar las películas simultáneamente en todo el mundo y en todas las plataformas al mismo tiempo: salas de cine, tabletas, smartphones, ordenadores vía web, smart TVs y consolas de videojuegos. Para ello podrían usarse servicios ya existentes como YouTube o Netflix. Estoy seguro que sería un exitazo.

    • Gorki - 5 mayo 2018 - 21:37

      Podías dar una razón por la que crees que si se estrena una película en Turquía el mismo día que en España, sería mayor éxito que si se estrenan en fechas diferentes-

      Yo no encuentro ninguna.

      • Krigan - 5 mayo 2018 - 22:49

        Porque si se estrena antes en un país, habrá gente que la vea de pirateo en VO o en VOS en los otros países donde se estrena más tarde.

        El mundo cambió. Para cualquier cosa que sean bits ya no hay fronteras.

        • Gorki - 5 mayo 2018 - 23:10

          Dudo que la gente haya dejado de ir al cine porque la película que dan en el cine la ha visto en casa pirateada. Lo que si es mu posible, es que en vez de ir al cine, se quede en casa viendo películas piratas, pero no necesariamente la que dan en el cine.

          Hay miles de películas y series, piratas o no, que se ven en casa, casi seria una casualidad que se quedara en casa viendo la que dan en el cine.

          Yo creo que la gente no va al cine tanto como antes por dos motivos-El primero es que estamos un poco estragados de ver cine, en casa, en consecuencia cuando salimos preferimos otro tipo de espectáculos, El segundo motivo se relaciona con la economía de la atención, hay muchíisimas cosas que hacer que antes en nuestro tiempo libre, por tanto nos dispersamos y vamos menos al cine, vemos menos televisión, leemos menos libros,…

          • Krigan - 6 mayo 2018 - 00:02

            Creo que no estamos hablando de lo mismo. Yo no hablo de si la gente va ahora más o menos al cine, ni de por qué. Lo que digo es que si en USA estrenas una peli 3 meses antes que en España, para cuando estrenes esa peli aquí ya la habrán visto gran parte de los más interesados en ella, y eso no creo que sea bueno para el negocio.

            Da lo mismo si mucha gente no hubiera ido al cine aunque el estreno fuera al mismo tiempo que en USA. Esa gente se tirará primero 3 meses que la peli está en los cines USA pero no en los españoles viéndola en VO/VOS, y después varios meses más que la peli sí está en los cines españoles pero no en DVD, tv de pago, ni streaming viéndola doblada al castellano con el sonido sacado de algún cine español.

            Tanto las ventanas de explotación como las diferentes fechas de estreno según países tan solo sirven para perder clientes a lo tonto.

          • Miguel Durán - 7 mayo 2018 - 07:33

            Se nos olvida otros factores. De niño el ir al cine.de verano era toda una fiesta, vrias en pantallon a tido color y no en la tele de 14 o menos en blanco y negro (muchos ni eso). En casa ya era mas selectivo porqur teniqmos un tubarro enorme y habia demasiado reestreno, de modo que muchas veces optabas por irte colos amigoa a jugar a futbol.
            Creces y ya te pagas tu las cosas, pero el cine sigue en lo.mismo o peor porque los estudios obligan a comprar un existo y 10 bazofias. Acabas bajando a solo lo que te gusta y/o a donde va el grupo de amigos y pareja.
            Pero ya se te ha metido un nuevo gasto llamafo videojuegos, que salen tan caros o mas que una pelicula, y tu sueldo no da para alegrias.
            Cpmienzas a hacer planes y ahorrar para que te den la hipotrca que te permita salir, o ya pagas un alquiler…. Pero te dejas un pastizal en coche o moto y tu sueldo sigue sin crecer al ritmo del IPC
            Fiewta del Credito en plrna Burbujona! Muchos se han metodo en una trampa de osos por no haber calculafo qur va a pasar a largp pñazo, tus gastos siguen cteciendo con añadidos como ADSL o los.moviles..
            Ya para entonces la mayoria de cines de barrio han caifo ante los centros comerciales e incluso algunos van cerrando. Los cines de cadena comienzan a subir y a ofrecer como extra lo que anyes iba de serie.
            Explota la burbujona y toca recortar y ya para entonces los bichos de 32 pulgadas son moneda corriente, te ves las pelis al año de estrenarse y tienes o un BluRay, o un viejo DVD (a veces cpn escalado a HD) o a Internéeeee… Y como poco a.poco si quieres ver el futbol.de tu equipo solo te queda la plataforma de turno y te han camuflafo la tele en la rimbombante oferta… Pues vas y descubres que mucho de lo que te hacia ir al cine lo ves en casa sin una cabeza por delante y por.el.precio de una entrada te compras el BluRay o el ultimo videojuego, el cine acaba para cosas que si merece la pena ver en pantallon (Bailando con lobos es un buen ejemplo, sin trufado de efectos especiales ni digital puro) o para salidas con amigos. O para cuando los niños siguen viendo magia en ella.
            El resultado es que solo en las Fiestas del Cine se consigue llenar las salas. Que una ciudad como Mostoles (mayor que michas capitales de provincia) tenga CERO salas y sus habitantes se tengan que ir a Alcorcón o Furnlabrada (mucho menores) que si tienen salas.
            Volviendo a lo que pñantea Enrique, me parece que solo en Madrid o Barcelona seria viable, pero no si lo lleva una startup porque son mas manos a repartir un beneficio ya escaso.

  • #010
    Pedro Trillo - 6 mayo 2018 - 10:28

    Para que llegue a buen puerto el modelo de negocio de moviepass se deberían cumplir 3 factores:

    1_ Que moviepass alcance una gran base de usuarios, con el suficiente factor de escala. Sí no se quedará como otra startup con más de 150 millones de pérdidas al año, y en la que en el séptimo año puede ser que no empiece a ser rentable.

    2_ Que la recurrencia del usuario a las salas sea menor que 3 o igual a 1, caso habitual en el modelo de suscripción.

    3_ Que el usuario esté dispuesto a pagar la suscripción de Netflix + la suscripción de moviepass.

    Los flecos que quedan por resolver en este ecosistema pasan por la viabilidad legal de los derechos de la película para poder ser estrenada en la misma fecha para todo el mundo y en multidispositivo, y en el factor de integración, es decir, sería muy interesante pagar un poco más en tu suscripción a Netflix y que éste te diera la posibilidad de acceso físico al cine para ver una película de estreno al mes.

    En ambos casos se dispone de la tecnología, pero la parte legal y contractual de ese contenido pertenece al siglo pasado.

  • #011
    Michel Henric-Coll - 6 mayo 2018 - 10:45

    Estas tarifas planas se basan en un sofisma (o falacia) de composición. Creer que algo es cierto (o válido) para el todo porque lo es para una parte. O que lo que vale a pequeñas dosis sigue valeiendo a grandes dosis.

    Ejemplo: si unos pocos se suben a la butaca en un cine abarrotado, verán mejor, la falacia siendo que si todos los espectadores lo hacen, todos verán mejor.

    Tenemos el mismo caso con aprender un idioma: ¿eres capaz de aprender 10 palabras inglesas hoy? ¿Y también mañana? Sí. Entonces en tres meses podrás hablar inglés con 1.000 palabras.

    Una tarifa plana de una película al día te satisface a corto plazo, pero al cabo de tres meses, no te quedará por ver ninguna película que valga la pena. Vale, 4 meses si no eres demasiaso exigente.

  • #012
    Alqvimista - 6 mayo 2018 - 12:06

    «…pero al cabo de tres meses, no te quedará por ver ninguna película que valga la pena. Vale, 4 meses si no eres demasiaso exigente.» Has dado en el clavo, Michel.
    Llevo 20 años suscrito a la televisión de pago, desde Canal+ hasta Netflix, y además también voy a salas de cine desde que tengo memoria. Cuando abro Netflix, HBO o AmazonVideo y empiezo a repasar la lista de películas me doy cuenta de que he visto el 90% de esas películas, películas que no necesariamente me apetece volver a ver… ¿qué capacidad tiene la industria de generar contenido para llenar esas salas con un tarifa plana?
    Creo que si las distribuidoras dedicaran una sala a poner cine temático -un género, un director, etc- sí merecería la pena esa tarifa plana.
    Las nuevas productoras lo saben y por eso se han volcado en las series: una mini-película de una hora cada semana. Ahora mismo me merece más la pena FILMIN, que me ofrece un amplio catálogo de cine desde principio del siglo XX hasta ahora.
    Mi sueño de tarifa plana ahora mismo sería que las Las Big Six majors -o al menos la mitad de ellas- ofrecieran su catálogo completo online.

    • Gorki - 6 mayo 2018 - 13:47

      Creo que estamos confundiendo consumir vídeos en casa. con ir al cine, que son dos cosas muy diferentes. La tarifa plana para ver películas en casa es Netflix , y quizá se tiene que mejorar, no lo se, porque no lo tengo. Pero salir al cine es fundamentalmente un acto social, casi nadie va al cine solo, es mas, yo al menos suelo ir no sólo en pareja, sino con varios amigos, y lo complementamos tomando algo antes o después. lo que unido al coste del parking, hace le coste de la butaca algo importante pero no decisivo, a la hora de salir o no al cine. .

      Dudo mucho que darme una tarifa plana equivalente a ver tres películas al mes. me interesara, porque también lo tendría que tener mi mujer y los amigos con los que suelo salir, que no siempre son los mismos,

      • Alqvimista - 6 mayo 2018 - 18:49

        Tienes razón, pienso lo mismo, pero es que tu y yo somos viejunos… ;-)
        Tal vez por eso hay que ser viejuno para querer montarse un cine un casa con una enorme pantalla, amplificador y 6 altavoces. Dile a Axis que tiene que invertir un mínimo de 3.000€ en equipamiento audiovisual y verás qué carcajadas.

        Cuando veo un grupo de chavales oyendo la música que sale directamente de un móvil, o viendo películas o series en el móvil o en el ordenador de alguno de ellos me doy cuenta de que esas consideraciones no son las suyas, sencillamente. Y cuando la sala se llena veo que nadie apaga los móviles y que, incluso, no son pocos los que no hacen ni puñetero caso a la película. El comentario de Axis es esclarecedor (aunque lo del asiento es cierto).

        Pero, en definitiva, la cuestión es: ¿tienen futuro las salas de cine tal y como funciona hoy en día? Creo que no. No sé cuál será la solución, pero cuando voy al cine entre semana y en la sala estamos menos de diez personas… eso no me hace ser muy optimista.

        Sólo el precio hace cambiar eso. Los días del espectador -dos al precio de uno- o en fechas especiales -entradas superbaratas- las salas se llenan, lo que me hace pensar que sigue habiendo interés pero que el precio es el principal escollo.Y el precio de las palomitas, claro.

  • #015
    AXIS INTELLIGENCE - 6 mayo 2018 - 13:00

    Desde mi modesto punto de vista, ir al cine me resulta algo vintage, arcaico e ineficiente… como encontrarle placer a bajar y buscar una lejana cabina telefónica para hablar por teléfono, cuando puedes hacerlo sacando el móvil del bolsillo.

    Ninguna sala reproducirá el material como una buena tv, ningún asiento será tan cómodo como tu sofá, ninguna sala te ofrecerá la misma oferta que lo que tenemos a golpe de apple tv o smart tv: hbo, netflix y amazon vídeo, por mencionar a tres.

    Por si esto fuera poco, considero el formato «película» agotado dado que no se puede condensar en hora y media, lo que nos ofrecen series con numerosas temporadas y del orden de 10 episodios por cada una. Es imposible describir a personajes, situaciones, giros, etc, en el reducido tiempo de una película, de manera que el cine y su forma de contar historias, ya parece satisfacer únicamente a almas cándidas, que son capaces de sorprenderse con tramas argumentales simples y tremendamente previsibles;, de ahí que quienes sigan consumiendo estos productos sean nuestros hijos, y seguramente sea por el tirón que tiene el chute de azúcar y sal; de las chuches, refrescos y palomitas, un marketing de colores y sabores que tanto éxito le da (y dinero) a conocidas macrofranquicias de hamburguesas.

    Súmenle a lo anterior la escasa calidad de la oferta filmográfica y su elevado precio, puesto que con lo que cuesta las entradas de cine de una pareja, tienes cine en casa para rato: series, películas, documentales…

    Concluyendo. El cine debe adaptarse a los nuevos tiempos, a los nuevos formatos y los nuevos gustos. La música lo ha hecho, y muchos otros sectores deberán en breve hacerlo so pena de desaparecer; por ejemplo, ¿Cómo ven la banca de aquí a 10 años? ¿Creen que seguirá habiendo oficinas? Creo que les sobran todas, y me da a mí que la banca lo sabe bien. Pero este es otro tema, para otro interesante artículo de nuestro anfitrión, el Sr. Dans.

    • Enrique Dans - 6 mayo 2018 - 13:08

      Pues llámame arcaico, pero a mí la sensación de aislamiento y de inmersión que me da el cine, con su tamaño de pantalla, su oscuridad y su sonido, no me la da el salón de mi casa, por mucho que tenga un pedazo de tele y un equipo razonablemente bueno… yo diferencio claramente películas que me apetece ver en una sala y películas que no me importa ver dónde sea, incluso muchas las veo en un avión, que seguramente es «el anti-todo» en ese sentido. Pero vamos, ni idea, que a lo mejor es algo que solo me pasa a mí!

      • AXIS INTELLIGENCE - 6 mayo 2018 - 13:33

        En mi caso hace tiempo dejé lo de «esta peli hay que verla en el cine»…

        Y si busco aislamiento e inmersión de doy un paseo por la playa.. sin móvil.

        • Enrique Dans - 6 mayo 2018 - 13:41

          Son cosas distintas, hombre. Aislamiento e inmersión EN LA PELÍCULA, me refiero. Si quiero buscar concentración hago otras cosas, que además practico a menudo. Pero hay películas que me gusta ver sin distracciones ni interrupciones de ningún tipo, en la oscuridad, en un tamaño de gran formato, y con un sonido de muchos decibelios que hace vibrar mi asiento. Nada que ver con la búsqueda de la concentración, eso es otra cosa, y tiene sus métodos, de los que en gran medida depende mi productividad.

      • Gorki - 6 mayo 2018 - 14:00

        En efecto, ver el películas en el salón de tu casa y en el cine son cosas diferentes, porque anímicamente estás en estados diferentes y el lugar tampoco reúne las mismas condiciones,

        Ni tu condentración, ni el local son comparables . Es como ver el partido tu solo encasa, o en el bar de la esquina rodeado de doscientos hinchas de tu equipo.

        No solo depende del tamaño de la pantalla y la calidad del sonido, sino la diferencia de estar rodeado por un mundo, tu familia.que «pasa» de ver la película, o estar entre personas que como tu quieren ver la película.

  • #020
    Olga - 7 mayo 2018 - 10:05

    Una tarifa plana del estilo comentado, no me parece excesivamente interesante: Una parte de los usuarios puede que lo amorticen (si el coste de las películas que iban a ver en cualquier caso es superior a su cuota). Si pagas para intentar ir con mayor frecuencia de lo que irías en condiciones normales (por amortizar el bono), estás engañándote y perdiendo tiempo, una parte puede que no cubra el coste de la cuota (al menos tras un período de tiempo).

    El concepto de tarifa plana siempre vende más, es similar a las tarifas telefónicas: Hay quien se cambia de operadora porque la actual le da 10GB mensuales y la nueva 20 por 2 euros más, cuando su consumo nunca sobrepasa los 5, o la actual le incluye 600 minutos en llamadas y la nueva llamadas ilimitadas por 2 euros más cuando nunca usa más de 300. Al final pagas 48 euros más al año por quedar como estabas.

    Puede haber films que merezca la pena ver en pantalla grande (por efectos especiales, escenas de acción, etc.), y de esos puede haber 1 o 2 al año con suerte, pero no parece necesario para disfrutar de un drama, o una comedia. Las formas de ocio cambian, el televisor del vhs era de 20 pulgadas, el de dvd de 32, el de bluray de 42, actualmente con uhd ya se tiende a 55-60, cada vez el cine(como sala de visionado) queda como un reducto para juntar niños en celebraciones de cumpleaños, adolescentes para ver torrentadas, otros adolescentes para arrimar cebolleta, frikis en starwars y similares.

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