Un año más, un MWC más: cuatro días en una Barcelona con la perfecta definición de tiempo feo y desagradable: mucho frío, lluvia incómoda, incluso nieve por momentos, como si el tiempo lo hubieran encargado algunos de los que parecen absurdamente desear que el enorme congreso que cada año pone a la ciudad en el centro del panorama tecnológico mundial se vaya a otro sitio. En contraste, de nuevo una ciudad hasta los topes, pasillos y stands rebosando de gente, y muchísima actividad en general.
El MWC de 2018 puede ser, posiblemente, el momento en que muchos se dieron cuenta de que el mercado del smartphone, que para muchos sigue siendo la expresión natural del producto que dio origen a todo este lío, ha entrado en una fase de madurez, en un plateau con escaso progreso. Samsung decepcionó con un S9 que está por debajo en prestaciones de terminales que llevan casi dos años en el mercado, múltiples fabricantes se plantearon imitar algo de tan dudoso gusto como el notch de una Apple de nuevo ausente, y se evidenció que presentar un terminal en este evento, salvo que plantees algo fundamentalmente disruptivo que muy pocos pueden plantear, no es ya la manera de captar la atención de nadie. Huawei, de hecho, que era con quien un año más acudía al evento y con quien pasé la mayor parte del tiempo, dejó la presentación de su P20 para el próximo 27 de marzo y lanzó en su lugar otros productos, como tablets o un laptop finísimo con una interesante cámara que emerge de una tecla y que permanece oculta (y por tanto, sin posibilidad de espiarte) cuando no está en uso.
No, el MWC ya no es un congreso en torno al móvil. Es otra cosa. Es un evento para hablar de tecnología en modo cada vez más amplio e inclusivo. El gran protagonista, como el año anterior, volvió a ser esa 5G y todo lo que rodea su despliegue: como hacer las redes más rápidas, a ser posible minimizando el coste de la migración y reutilizando todo lo que se pueda de los equipos ya desplegados, y todo lo que podremos hacer cuando ya esté aquí. Mi paso por el evento este año se centró en ese tipo de presentaciones mucho más técnicas, y en intentar entender los entresijos de un gigante empresarial cuyos detalles culturales y filosofía no son en absoluto obvios para el observador, pero no solo aparece omnipresente en el evento, sino que además, proporciona acceso a su información con un nivel de transparencia verdaderamente interesante: casi dos horas con el directivo no chino en una posición más elevada en el organigrama de la compañía, reportando directamente al fundador, y pudiendo preguntar con total libertad todo lo que se te pase por la imaginación, incluidas la geopolítica, la cultura o la filosofía, dan realmente para mucho.
Además de eso, he caminado por la luna en realidad virtual en un escenario supervisado por la NASA, me he subido a un Ehang 184 y he comprobado que quepo en él con dificultad y que parece más fácil de manejar que la mayoría de los videojuegos que conozco, y he tenido mi momento de la verdad cuando, siguiendo con la tónica de la realidad virtual, he tenido la oportunidad de meterme en una clase completamente redefinida y de interaccionar con estudiantes en vídeos en alta definición estereoscópicos, inmersivos y en 360º… en el stand de mi propia compañía en el 4YFN! Momento de comprobar que el entorno de la VR/AR se trata, fundamentalmente, de engañar a tu cerebro, y que cuando hablamos de escenarios y situaciones que conoces perfectamente, tu cerebro está más que dispuesto a dejarse engañar y a que llegues a interaccionar con un vídeo o con una acción de la manera más brutal y auténtica que había vivido nunca con un visor puesto sobre los ojos… y no es que haya probado pocas cosas en ese ámbito!
Un año más, el MWC es una oportunidad para ver personas interesantes, generar decenas de oportunidades para enriquecer mis cursos y contenidos, participar en eventos interesantes en los que hablar con absoluta libertad, y exponerte a esos «prodigios de la tecnología» en primera persona, como quien acude a un parque temático. Un año más, por mucho que los terminales ya no sorprendan especialmente o incluso defrauden, Barcelona ha sido una de esas citas imperdibles, ese sitio donde hay que estar si quieres experimentar cosas, y no solo leer sobre ellas. Un año más, pese a lo que me cuesta encajar cuatro días en la agenda y lo cansado que terminas tras varios días sin parar de caminar por esos larguísimos pasillos… me alegro mucho de haber venido.
This post is also available in English in my Medium page, “MWC 2018: so much more than just smartphones…»
Ha sido un placer poder saludarte y conocerte en persona en el evento de Huawei key opinion leaders program.
También opino que el clima puede haber hecho más (menos) por el evento que toda la farándula posturera del elenco de políticos mediocres que han copado las instituciones en estos tiempos.
En temas de impacto social veo que tus reflexiones son muy latentes en el panorama de comunicación y marketing actual. En el evento Huawei comprobé que el resto de ponentes seguían tu estela en estos temas que recurrentemente comentas en este blog.
Me perdí algún chiste por culpa de mi limitado inglés oral, pero en general viví un encuentro muy entretenido y productivo.
En si los productos de MWC 2018 ya son aburridos y si innovación alguna ,hasta la misma Huawei sacando un ultrabook con Windows 10 es ya un producto masivo sin sentido ,ni que decir las empresas coreanas que siguen sacando celulares con android como que es mas de lo mismo .Las empresas chinas imitan y mucho ,yo no veo nuevos sistemas operativos ,hardware mas innovador todo ya se volvio mas de lo mismo
Por lo que cuentas ha habido poco ‘mobile’ (no estoy contando en ese apartado las experiencias AR/VR) y mucho powerpoint ¿no?
Las operadoras ahora están amortizando el 4G y en 2017 cerraron el grifo de las inversiones. En 2018 más aún. Parece entonces que para el 5G habrá que esperar un poco todavía, si exceptuamos pruebas de concepto o la lenta transición a NFV/SDN.
Por lo demás, si nos puedes contar un poco más de lo que te han enseñado sobre geopolítica, cultura o filosofía, estaría estupendo.
Mi opinión es que el evento pierde gas, independientemente de la actitud suicida de las autoridades locales, por la simple razón que al smartphone, le queda muy poco tramo para recorrer antes que otro aparato basado en otro nuevo concepto le deje obsoleto, como le paso hace poco al teléfono móvil y las calculadoras portátiles. o antes al fax.o las máquinas de escribir.
Yo recuerdo con qué curiosidad acudía a los primeros SIMO en mi juventud, y como pronto decayó su importancia junto con la con la del ordenador empresarial y los mainframes,, provocada por la aparición del PC.. Creo que la decadencia del MWC es algo inevitable a medio plazo y que la inepta actitud de las autoridades locales, puede precipitar,, pero aun suponiendo que todo fuera perfecto, no sería suficiente para evitarla.Las pocas novedades que reseñar, no son más que el anuncio de lo que esta por venir,.
¿Cual será lo siguiente? – Yo voto por algo conectado directamente a nuestro cerebro, Que sea pronto, porque necesito con urgencias mas teras de memoria.. :-)
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«Shenzhen está muy bien”, dice Eric Hu. “Si logras sobrevivir a ella”. Habla rápido. Piensa rápido. Lleva el pelo disparado, camiseta raída, deportivas. Mira su móvil a menudo, un Huawei, marca china, y con orgullo:
«El iPhone, dice, es una basura»
Cuidado con los de Huawei que se vienen arriba…
Mal tiempo? Tampoco es para tanto, y más teniendo en cuenta que si este evento se hubiese celebrado en cualquier otro punto de la geografía europea, se habrían encontrado un auténtico infierno helado con serios problemas simplemente para aterrizar.
De verdad creéis que a toda esa gente que ha venido les importa lo más mínimo que la alcaldesa de bcn y el president del Parlament hayan mandado a la mierda al rey de España? No, para todos esos visitantes los tres son personajes completamente irrelevantes, han venido a hacer negocios y les preocupa bastante más poder coger un taxi o comerse una paella medio decente, cosas que han podido hacer tranquilamente. Las reacciones histéricas han sido únicamente las de los medios españoles y la basurilla de «periodistas» que tienen, en el fondo les encantaría que el MWC volase de Barcelona y así escarmentar a los catalanes por su afrenta.
EL MWC era en realidad un tinglado de las operadoras para hacer sus negocios al que con los años se han ido apuntando otros actores el sector, y la verdadera estrella del certamen era el 5G… cuando a la gente no le interesa ni el 4G, porque si no están en su casa chupando del adsl o de la fibra van como locos por conectarse al primer wifi gratuito que pillen por lento que vaya, y pobre del local de ocio que no cuente con este servicio porque está acabado.
Un gustazo notar que la tecnología aún está ligando con «todo lo que se te pase por la imaginación»…mientras haya mentes abiertas nos queda la esperanza.
Sólo es una curiosidad, pero qué mecanismo utilizan en el paseo virtual por la Luna para reducir la gravedad, ¿Te cuelgan de algún muelle o algo así?
Jajaja, no, no llegaban a tanto. La gravedad era normal, se trataba de caminar por la luna viéndote a ti y a la persona que iba contigo (un acompañante, yo me fui con mi mujer) en un escenario lunar fidedigno (tomado de vídeos de la NASA). Lo de la gravedad lo tenía que poner tu imaginación. Pero habría molado!! :-D
Pena, lo echaron poca imaginación.
Lo ideal hubiera sido colgarte de muelles como un muñeco de guiñol y dejarte sentir y andar en el ambiente lunar. No creo que fuera tan difícil, solo moverte con una grúa del tipo utilizadas en las obras, para conseguir que el «guiñól» se mantuviera en la vertical de donde quisieras ir.