Interesante trabajo de Jose María Mateos a partir del fenomenal artículo del New York Times que comentábamos hace unos días, titulado «The follower factory«, en el que se detallaban las prácticas de compañías como Devumi y muchas otras dedicadas a simular la popularidad de usuarios creando followers falsos, campañas de retweets, etc.: en su artículo, Jose María investiga este tipo de fenómenos y recrea, utilizando Python y R, la metodología utilizada por The New York Times para crear sus gráficas.
Con esa herramienta, analiza algunas cuentas españolas – entre otras la mía – en busca de patrones interesantes. Sus conclusiones son completamente pragmáticas y prudentes: la herramienta sirve para lo que sirve (es decir, aunque pueda revelar patrones sospechosos de compra de seguidores, no permite detectar, por ejemplo, que un número de usuarios artificialmente haga retweet de algo para incrementar su visibilidad o viralizarlo, por ejemplo), la presencia de esos patrones no implica que alguien haya recurrido a servicios de compra de seguidores (alguien podría haberlos comprado para él, por ejemplo) y, por tanto, los cambios y alteraciones en la gráfica únicamente indican que «alguien, en alguna parte, hizo algo».
Visto así, los resultados no parecen tan «morbosos» como alguno podría esperar: una herramienta que permite crear un gráfico sencillo con el tiempo en ordenadas y el número de seguidores en abscisas, y en la que si aparecen líneas horizontales, indica que una cuenta experimentó una subida muy rápida de seguidores, tanto más inmediata cuanto más horizontal sea la línea. ¿Qué me resulta interesante? El poder ver el análisis de mi cuenta, no tanto por mirarme el ombligo, sino por poder contrastarla con lo que yo sí sé que hice a lo largo del tiempo, porque además, siendo como soy, me parecía más que probable que lo hubiese documentado. Mi cuenta, desde hace bastante tiempo, es «muy normal«: publico relativamente poco además de referenciar la entrada que escribo cada día en español y en inglés, y ocasionalmente, comparto alguna noticia o respondo a alguna cuestión. No es en absoluto una actividad que intente «optimizar» desde un punto de vista social, ni maximizar en términos de popularidad, ni nada por el estilo. Agradezco la relevancia que parece que tengo considerando que soy un simple profesor y no «un famoso», y punto.
Una cosa sí sé seguro: jamás he recurrido a ninguna herramienta de compra de seguidores, ni siquiera para explorar el fenómeno. ¿Puedo garantizar que nadie haya pagado por hacer subir artificialmente mi cuenta de seguidores? Obviamente no, pero me parecería harto improbable en mi caso, dado que tampoco he participado nunca en ningún esquema de pago por tweet ni en patrocinios de ningún tipo. Este tipo de esquemas sí podrían ser relativamente habituales en perfiles de otro tipo: influencers, por ejemplo, que quieran construirse un perfil que simule relevancia y paguen por esos seguidores ellos mismos, o que decidan participar en una campaña de tweets patrocinados para una marca y esa marca o su agencia decidan pagar para incrementar sus seguidores y así intentar obtener un mejor retorno de su inversión.
Viendo mi gráfica, que como el propio Jose María Mateos comenta, «parece bastante normal«, la ausencia de «maniobras» de este tipo parece clara: no hay líneas horizontales bruscas, y sí hay algunos períodos, dos concretamente, en los que la incorporación de seguidores es más rápida de lo habitual, concretamente entre 2009 y 2010 y, en mucha menor medida, entre mediados de 2014 y de 2015. En el primer caso, en efecto, es algo que en su momento documenté: coincidiendo con el lanzamiento de Twitter en español, mi cuenta fue incluida como uno de los usuarios recomendados, lo que llevó a que muchas cuentas de reciente creación – hablamos de un momento en el que Twitter tenía un crecimiento fuerte – aceptasen esa sugerencia y me siguiesen. Las entradas en las que lo comento son esta, cuando detecto el patrón y lo relaciono con ese efecto, y esta otra, en la que hablo de la decisión de Twitter de eliminar las listas de usuarios recomendados. El otro cambio de inclinación, más reciente, no tengo ni idea de a qué puede deberse, aunque tampoco le he dedicado mucho tiempo de análisis.
¿A dónde voy con esto? A partir de mi entrada del pasado día 1 de febrero, recibí un correo de la directora de comunicación de Twitter en España, Elena Bule, en el que, con respecto a mis reproches hacia la compañía de no hacer lo suficiente para evitar esas prácticas, me detallaba extensamente el trabajo que desde Twitter estaban llevando a cabo sobre esos temas. La verdad es que el correo de Elena me llegó en uno de esos días en los que no tiene tiempo de nada, y probablemente debido a lo rápido que iba y a la confianza que tengo con ella, le respondí de manera bastante abrupta diciéndole que, en realidad, todas esas medidas no significaban prácticamente nada, porque comprar followers era enormemente sencillo a día de hoy, y la compañía, aunque afirmase que era una práctica estrictamente prohibida, no hacía en realidad nada para evitarlo. Amabilísima (mucho más de lo que mi respuesta habría merecido), Elena me respondió invitándome a una próxima cita con el equipo de seguridad de la compañía y con su country manager para hablar del tema, que aún no hemos mantenido, pero en la que intentaré clarificar este tipo de cuestiones.
¿Mi punto? Que si incluso en mi caso, que sé perfectamente lo que he hecho o dejado de hacer, me puede resultar complicado adscribir algunos cambios en la inclinación de mi gráfica – otros no tanto, como hemos visto, – a la propia Twitter no. Es decir: que si Twitter quisiese de verdad aislar esos patrones de compra de seguidores, podría hacerlo con la ayuda de los algoritmos adecuados. ¿Puede separarse, por ejemplo, un patrón de compra de seguidores de un momento de popularidad súbita, como el que puede seguir a una noticia impactante? Si una persona, por ejemplo, recibe de repente una popularidad elevada por el motivo que sea y aparece en numerosos medios de comunicación, podría, en efecto, ser seguida por muchas cuentas en pocos días, lo que podría parecer una operación de compra de seguidores. Sin embargo, tiendo a pensar que no es así, que un análisis más fino podría detectar esos patrones, e incluso que podría emplearse análisis de eventos y correlaciones con menciones en Google News, por ejemplo, para analizar ese fenómeno, y que podrían utilizarse otros métodos para discernir cuando una evolución responde a parámetros de crecimiento natural y cuando no. Desde fuera, posiblemente no sea tan sencillo, pero desde dentro de la compañía y con todos los datos en la mano, creo firmemente que sí. Mi trabajo con análisis de series temporales me lleva a ser optimista en ese aspecto, y mi conversación con Twitter espero que vaya por ese tipo de derroteros: creo que Twitter tendría, si quiere recuperar su relevancia, que actuar de una manera decidida eliminando todo aquello que sea un fraude: tanto esquemas de compra de seguidores, como aquellas cuentas que recurrieron a ella, aunque ello pudiese significar un fuerte impacto en su número de usuarios. ¿Puede plantearse algo así? ¿Qué efectos podría llegar a tener?
Más, próximamente.
This post is also available in English in my Medium page, “Is Twitter brave enough to tackle fraudulent practices by some of its users?»
Seguro que tu reunión con Nathalie Picquot es muy interesante. La conocí cuando ella trabajaba en Google, es una fuera de serie. Ya nos contarás más.
Twitter no es de fiar. Hacen desaparecer followers a su antojo, hasta perfiles sin infringir sus términos de uso. Controlan los mensajes directos sin orden judicial.
Aparte del tema de los bots a mí me gustaría plantear la sugerencia de que se borrasen las cuentas inactivas que hace años que están abandonadas y tienen muy pocos tuits, por ejemplo las que tienen menos de 20 tuits y hace más de 3 años que no tienen ninguna actividad. El motivo es que están ocupando nicks que a otros usuarios podrían interesarles.
También estaría bien que habilitasen en configuración algún botón para eliminar las sugerencias del TL.
Y ya lo que sería genial es que borraran a nivel mundial el mismo contenido extremista que, por motivos legales, borran en Alemania y en Francia.
No comprendo porqué si el artículo del New York Times habla del fraude en las Redes Sociales, de Twitter y de Facebook, luego nos quedamos solo con la crítica a Twitter.
Del artículo;
,“Las redes sociales son un mundo virtual en el que la mitad son bots y el resto es gente real”, dijo Rami Essaid, fundador de Distil Networks, una empresa de ciberseguridad que se especializa en erradicar redes de bots. “No puedes aceptar sin más lo que dice un tuit. Y no todo es lo que parece”.
Creo que deberíamos investigar y replantearnos cuántos usuarios reales tienen Twitter, Facebook e Instagram… (se trate de bots activos o de meros perfiles falsos estáticos). Y a ver si lo de las Kardashian tampoco va a ser verdad.
También hay que tener en cuenta que cualquiera, por conveniencia, puede recibir followers falsos pagados. Por ejemplo, si tú eres fan de cierto club de fútbol y escribes bien, etc. y a su favor, quizás al club le interese dar mayor importancia a lo que tu públicas. Lo mismo si se trata de política u otro tipo de cosas. Así, hasta se podrían haber creado falsos influencers.
Creo que todo el mundo sabe de la venta de followers y likes en Instagram y Facebook. El punto con Twitter, al menos como lo veo yo… es que no han hecho nada por filtrar, parar o crear medidas de seguridad mínimas. Instagram y Facebook creo que comienzan a pedir corroboración de celular y otras cosas. Particularmente si quieres ser tomado en serio. Eso no evita perfiles falsos en todas… pero sin duda en Twitter es sumamente fácil clonar cuentas inactivas para después usarlas como mejor convenga a quienes las venden/compran.
Me parece que es al contrario.
Cuando vas a abrir una cuenta en Twitter te exigen el número de móvil y sin eso, teóricamente, no la puedes abrir. En cambio, en Facebook no te exigen el número del celular.
Tampoco es que me parezca bien que en estos casos te obliguen a dar tu número porque es un dato que revela toda tu identidad. Y que es susceptible de ser comercializado.
Creo que Twitter debería proporcionar las herramientas para que el visitante de una cuenta pueda informarse con sencillez de la evolución de la misma (al estilo de la gráfica de followers que nos muestras -por cierto, ¿no sería mejor intercambiar los ejes horizontal y vertical?-) y así poder juzgar si parece “artificial / forzada” o no.
De esta manera quedaría en manos de los propios usuarios de Twitter valorar cómo ha evolucionado una cuenta y su fiabilidad y, de acuerdo con ello, dedicarle más o menos tiempo y/o interés.
Así se podrían distinguir más fácilmente posibles adulteraciones en las estadísticas. Y estaría en mano de los usuarios decidir si esos cambios son para bien o para mal.
Creo que la forma de detectar los bot, no es tanto explorando a quien se aprovechan de sus servicios, sino detectar los bots por su actividad. .
Si tuviera que encargarme yo de el trabajo, solicitaría la colaboración de un posible candidato a tener bots, por ejemplo un prestigioso médico, o un cantante que empieza, un futbolista de primera división, o un diseñador. Con su complicidad, contrataría en una «empresa de audiencias» por ejemplo 5000 seguidores.
A partir de ese momento conseguiría saber con una seguridad del 98&.quienes son bots en la cuenta de mi colaborador en la investigación.
A parir de esos 5000 bots, utilizados como semilla. basta estudiar a quienes siguen. para obtener de cada seguido. una lista de los que se incorporaron como seguidores un mes antes y un mes después que ellos se incorporaran.. y los pondría un punto como «sospechosos» de ser bots, asi seguiría la actividad de esos «sospechosos» con el mismo método, ampliando exponencialmente la lista de «sopechosos» y sobre todo, consiguiendo localizar que cuentas aparecen como «sospecjosas» por varios sitios-
Cuando un «sospechoso» pasa a tener un numero determinado de puntos, (digamos 6), lo consideraría un bot y actuaria en consecuencia…
Yo creo que no resultará dificil descubrir todos los bots de esa compañóa y en mi opinión. lo mejor es no eliminarlos, pero si dejar de considerar su actividad como computable, es decir dejar de considerarlo seguidor es de nadie y no valorar sus «:likes» y sus «retwits», de modo que quien paga, se sienta estafado porque no consigue la visibilidad que buscaba, y quien cobra, le cuesta entender por que no funciona su actividad y allá ellos con las acciones que tomen para superar sus problemas..
muy de acuerdo
He ahí una solución brillante, mucho menos expeditiva y menos restrictiva de derechos
Gracias, El sistema no es muy original, localizar un ladrón, y seguirle los pasos, en vez de meterlo en chirona, es lo que hace la policía, cuando pretende descubrir a toda la banda.
¿no crees que la eliminación de cuenta como «sanción» a la compra de seguidores puede vulnerar derechos como la libertad de empresa?
Otro motivo mas para no borrar la cuenta de nadie, y dejjar actuar a los bot, pero sin efecto estadísticos a la hora medir audiencias o relevancia.
, Pueden mandar, contenidos y hacer likes y retwits, pero su actividad no es tenido en cuenta en las estadísticas de Twitter. En eso consiste solo su castigo, y nadie puede obligar a Twitter a hacer las estadísticas de forma diferente a como ella quiera haerlas. ni purde acusarla de falta de libertad de expresión o de lesionar a las empresas Ella solo mide la activdad de seguidores que a su juicio son REALES
El gran problema de Twitter es el Spam, no los seguidores falsos o los retuits. Es imposible liberarse de la continua publicidad que están volcando los medios de comunicación para atraer visitas a sus páginas.
Me hizo mucha gracia, cuando Facebook decidió cambiar el News Feeed para evitar que apareciesen las publicaciones de noticias y medios de comunicación y, de repente, un montón de periodistas empezaron a especular sobre que en realidad, Facebook pretendía cobrar dinero a los medios por aparecer en el mismo.
Los medios de comunicación son un porcentaje muy pequeño de los usuarios, y no suponen una fuente de ingresos de consideración.
El problema de Facebook y otras redes sociales, es la saturación que producen los medios con sus publicaciones y contenidos, intentando atraer tráfico y visitas, o conseguir un ‘Trending Topic’, y son los que tienen herramientas y métricas para percibir ese agotamiento de los usuarios.
Las redes sociales nunca se concibieron como un medio de comunicación, ni es su negocio.
En España, el ruido que generan los medios de comunicación en Twitter está volviéndose ensordecedor y lo aleja de su función como red social, en la que participan los usuarios con sus contenidos.
Es una de las principales razones de que los usuarios migren a Instagram, y su auge, u otras redes sociales, exactamente igual que el fenómeno de saturación que ocurrió en Orkut con su brasileñización.
De ahí, a la automatización de las publicaciones, y los retuits y de buscar el impacto en los medios sociales, es solo una cuestión de escala.
(Y sí, en la categoría de spam se incluye los tuits virales y cuentas de colores de Vala Afshar, que son pura recolección de morralla)
No, desafortunadamente eso no funciona así. Es como cuando estás en una cafetería y alguien empieza a mantener una conversación en voz elevada en las mesas de al lado, para atraer la atención.
La mayor parte de los temas en Twitter son tópicos lanzados desde medios de comunicación.
Echale un vistazo a los temas que son Trending en este momento. Cosas como #OTDirecto8F #ForoABCDeloitte, etc .
Hasta que no sea posible seleccionar y filtrar los tópicos que aparecen en las conversaciones, siempre se harán más visibles los temas con más retuits, aunque no te interesen en absoluto.
La única solución, es la que ha aplicado Facebook, y limitar a canales predeterminados cosas como las noticias de actualidad.
Estamos ya en una situación en la que no es posible silenciar los temas, por la cantidad de retuits que se producen. Ni por palabras, ni por usuarios.
Esos Trending Topic, en realidad, son pocos usuarios, pero muchos retuits dirigidos con el fin de ampliar la difusión de esos temas, desde agencias de marketing de medios sociales.
Cuentas de Twitteros, incluidas.
No entiendo. Los medios descargarán en twitter lo que les venga en gana, pero solo le llegará a quien les sigue.
Otro problema, es quien manda el mismo twitter 10 veces, con la esperanza de que así tengan más visibilidad. a quien hace eso entre mis seguidos, simplemente dejo de seguirlo,
Yo solo sigo a aquellos cuya relación calidad/ruido es alta y además, lo que mandan me interesa- –
Tienes la respuesta más arriba.
Es muy difícil explicarle a un periodista que hay mucha gente que pagaría por no leer sus ‘Tópicos’ en las redes sociales, pero es la realidad de la prensa en este país.
Y fijate, que este tema proviene de un articulo de NYTimes, que es adonde nos tenemos que ir para encontrar información de calidad los que hablamos un segundo idioma.
Del duotema o de OT, solo se habla aquí, evidentemente.
Lo que hacen los periodistas es comprensible, tratan de hacer propaganda de lo que escriben, para llevar lectores a su página web. Un lógico intento de conseguir tráfico.
Lo que no comprendo en absoluto, es por qué sigue la gente a la cuenta de un periódico ,si consideran que los contenidos que reciben de ellos es molesto y no les interesa en absoluto.
Es como de masoquistas. Por supue4sto a mi que4 no me importa el deporte, no seme ocurre seguir al Marca, de echo entre mis seguidos no existe un solo periódico sobre ningún tema, Accedo a ellos indirectamente, previa «curación» de las personas que sigo, que considero que son gente inteligente, como es lógico.
No sé si debería hacerlo, pero lo voy a hacer, por eso de la transparencia y esas cosas.
He asistido a seminarios de feminismo, con algunas de feministas más importantes del país desde los 20 años de edad, buenas amigas, os podrías sorprender, y he leído toda la producción feminista que merezca ser leída, y mantenido amistad con personas que escriben libros serios sobre el tema.
No de dos años hasta ahora, como con el jaleo en Twitter.
Solo un consejo. Ni caso a lo que sucede en Twitter. Es una farsa y una tomadura de pelo, en el mejor de los casos.
Cualquier mujer inteligente se dará cuenta y lo sabe, pero por las despistadas.
Tú sólo sigues a 33 personas, Gorki. :-)
En efecto solo tengo capacidad para asimilar lo que cuentan 33 personas cuidadosamente seleccionadas, entre unas 200 que habré probado a seguir y he desistido de hacerlo, porque no me aportaban algo menos valioso que el tiempo que me hacían perder.
Puede que otros tengan mas tiempo o mayor capacidad de asimilación. o probablemente tienen un sistema de listas, que les permite seguir a 5000, pero solo leen lo que tienen en una lista de, 33 personas. o los 25 ultimos twits que han recibido..
El porque otros hacen las cosas que hacen, es para mi un misterio.porque casi nadie explica el uso que da a las Redes Sociales
Pero eso no quita, que me parezca masoquista seguir una cuenta que te envía cosas que llenan la TL (que lees)= y no dejar de seguirlo
Posiblemente aunque siguiera a 5000 cuentas, ninguna seria un pelmazo que me envía 50 twits al día y más aun. si son carentes de valor. (a mi entender),
Lo mío es trabajo o amistades.
Twitter es materia aparte de lo primero.
No tengo una cuenta activa, pero sigo y hablo con varios cientos de periodistas de otros países y me sirven como testigo en pruebas de campo.
Tenía hasta a Varoufakis, antes de la crisis de 2012. Antes podías charlar con premios Nobel de economía. Ahora, hasta se pica Roubini por cualquier cosa…
Con el hilo de los seguidores, quisiera pedir menos acoso a las elenas bule y más a los gobiernos que permiten la existencia de seguidores fanáticos del fútbol, que fomentan seguidores «falsamente ilustrados» de reallitys varios y que les encanta pescar en el río revuelto de las redes sociales… ellos si son responsables de la falta de educación necesaria para ser un seguidor ilustrado, sabiendo a lo que se sigue y hasta donde se puede situar un límite. ¡Otro gallo nos cantaría a los ciudadanos!
Un gobierno que prohibiera :
a) Ser seguidor fanático del futbol
b) emitir «reallitys»
A mi me parecería una dictadura que prohibe a sus súbditos actividades totalmente legales, sin el mas mínimo motivo que lo justifique y eso lo digo, siendo una persona que no me gusta el futbol ni los «reallitys», pero que piensa, que si una buena parte de la población, desea dedicar su tiempo libre a esas «distracciones» es su absoluto derecho el poderlo hacer,
.
Buenos días Enrique,
Creo que los nombres de la abcisa y la ordenada están al revés, tal como yo lo veo el tiempo avanza linealmente.
Perdona porque a lo mejor es torpeza mia, pero lo veo así.
Gracias por las aportaciones que haces, te sigo a diario desde 2010 y solo participo en estas chorradas de las erratas porque el nivel es altísimo y no me veo para mas, pero de verdad que me ha aportado como no te puedes ni imaginar en todos estos años, Gracias.
Un cordial saludo.
Ahora se pueden usar bots para ganar miles de followers en menos de un minuto. Las grandes corporaciones y personalidades lo usan, otra cosa es que no lo admitan
Hola Enrique.
Realmente Twiiter es un mundo aparte y la reciente moda de los influencers no ha hecho más que se empiecen a advertir movimientos más sospechosos de lo habitual. Pero también pasa en Instagram,. donde hay cuentas con miles y miles de seguidores que a simple vista dejan muchas dudas.
Pero vamos, que al fin y al cabo, lo de las Redes Sociales no va tanto de cuantos seguidores tienes sino de si estos son de calidad y se genera engagement. Anda que no se ven cuentas con miles de seguidores y sus publicaciones apenas tienen tweets o me gusta.
Lo que vale es tener un crecimiento sostenido de forma natural con el que ir consiguiendo seguidores de calidad que sirvan para los propósitos de la empresa.
Todo lo demás, es puro humo.
Un saludo Enrique.