En marzo de 2016, se rumoreó, a partir de las informaciones de una revista alemana, que Uber había encargado a Daimler nada menos que cien mil Mercedes Clase S con capacidad para se adaptados a la conducción autónoma, una noticia que fue rápidamente desmentida por ambas compañías. Anteriormente, en julio de 2015, se llegó a decir que un miembro del consejo de Tesla había filtrado que la misma compañía, Uber, había cerrado una adquisición de medio millón de vehículos autónomos de la compañía que se haría efectiva en 2020, noticia que sonaba tan increíble que ni siquiera llegó a recibir la atención de la compañía como para desmentirla.
Esta vez, en cambio, todo indica que la cosa va en serio, y que la polémica compañía sí se dispone a dar el paso de adquirir una flota propia: Uber acuerda adquirir hasta 24,000 unidades del Volvo XC90 entre 2019 y 2021 para su flota de vehículos autónomos, en un acuerdo no exclusivo que supone la continuación de una colaboración entre ambas compañías para el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma que abarca ya más de tres años. Volvo confirma la noticia en su página: una compra fastuosa que supone un enorme espaldarazo para las aspiraciones de la marca y para el futuro del robotaxi como concepto, y que Uber financiaría en parte con capital y en parte con deuda.
Para Uber, valorada por sus accionistas en torno a los 70,000 millones de dólares, el acuerdo supone pasar a operar una flota propia de considerable tamaño, con todo lo que ello conlleva, frente a ser simplemente una empresa de servicios que opera vehículos de terceros. Un cambio brutal en la estructura de la compañía, que abandona por tanto la idea de definirse esencialmente como empresa tecnológica y abraza la de ser una empresa de transporte como tal, siguiendo el dictamen de algunos tribunales en ese sentido. Anteriormente, en enero de este año, Uber había cerrado otro acuerdo no exclusivo con Daimler, pero con un carácter muy distinto: la marca alemana continuaría el desarrollo por su cuenta de la tecnología de conducción autónoma y mantendría la propiedad de sus automóviles, mientras que Uber únicamente gestionaría la prestación del servicio de transporte de viajeros.
¿El problema de Uber? Que la conducción autónoma, que conlleva la eliminación del mayor coste de una operación de transporte de viajeros, supone la única manera de justificar la estratosférica valoración que le atribuyen sus accionistas, pero está muy lejos de estar al nivel obtenido por una Waymo que está presentando su servicio sin conductor de seguridad detrás del volante en tráfico real en las calles de Phoenix. Frente a una Waymo capaz ya de proporcionar un verdadero servicio de conducción autónoma sin intervención del conductor, los números de Uber apuntan aún a un nivel de desarrollo muy inferior, además de tener que afrontar un juicio pendiente por un posible robo de tecnología vinculado con el fichaje de Anthony Levandowski – quien, por cierto, tras su salida de la compañía, ha sentido la llamada de la espiritualidad y ha fundado nada menos que… una religión (y no, no es broma).
El fastuoso anuncio de la adquisición de 24,000 vehículos, la mayor transacción comercial cerrada por Volvo en toda su historia y con un margen aparentemente similar al de su canal comercial, pretendería consolidar a Uber como uno de los grandes actores en la industria del transporte, en un momento crucial para que la compañía pueda plantearse salir de su fortísima crisis de imagen y de la espiral reputacional negativa que le acompaña. Este tipo de acuerdos están cambiando completamente la cara de la industria del automóvil, en un auténtico juego de sillas musicales con alianzas de todo tipo para no quedarse sin sitio. Acuerdos como el de Avis con Waymo o el de Hertz con Apple, destinados a unir la experiencia en desarrollo tecnológico con la también muy necesaria de gestión de servicios, el intento de adquisición de Lyft por GM, o la creación por Baidu en China de Apollo, una plataforma abierta de vehículo autónomo que otras marcas pueden utilizar, están revolucionando las perspectivas y los plazos de una industria que jamás había esperado ver tantos cambios juntos y a tanta velocidad. Si creías que sabías mucho sobre automoción, revísalo todo. El mundo ha cambiado una barbaridad.
This post is also available in English in my Medium page, “Uber buys 24,000 Volvo XC90s … and this time, it’s not a rumor»
Cuando nos habíais convencido de que el únicos que sabe hacer coches eléctricos. es Tesla y el únicos que sabe de coches autónomos. es Waymo y que además, a las «vetustas» compañías fabricantes de vehículos, estaban prácticamente muertas y las quedaba tres telediarios, resulta que quien se va a llevar el gato al agua, es un fabricante de automóviles, Volvo, con unos coches eléctricos, (supongo), con Dios sabe que tecnología de conducción automática, (quiza desarrollada por ellos mismos).
No cabe duda que la labor de «profeta» es dura en tiempos en que todo transcurre vertiginosamente.
No veo la contradicción, Gorki. Lo que digo en la entrada: Waymo ya está ahí y ya tiene verdaderos vehículos autónomos en las calles de Phoenix, mientras Volvo aún está en fase de tener un vehículo que, tras pasar por la colaboración con Uber, empieza a acercarse, aunque aún con unas prestaciones dramáticamente inferiores. Es básicamente lo que llevo diciendo mucho tiempo: que la agenda de Waymo era a pocos años, y la de las compañías automovilísticas tradicionales era a bastantes más…
Disculpa, será en otro sitio donde he leído que las compañías de automóviles estaban esclerotizadas y nunca podrían dar el salto al coche eléctrico.
Respecto de Waymo, indudablemente tiene la delantera sobre otras empresas que se dedican a la conducción autónoma, pero esa delantera no es lo suficientemente grande para ser determinante.
Es absolutamente cierto, van por las calles de Phoenix, pero no circulan por TODAS las calles de Phoenix, sino por ALGUNAS calles de los suburbios de Phoenix, especialmente mapeadas y que por lo que he podido ver en los Youtube, tienen tanta circulación cuando Waymo circula, como un polígono industrial en domingo. Aun falta para obtener un vehículo autónomo realmente operativo y más aun para convencer a las diferentes jefaturas de tráfico para que les dejen conducir por todos los lados.
Por otra parte, nada cambia para que quien se ha llevado el pedido, no sea Tesla y Waymo, sino un fabricante de toda la vida, Volvo, quizá porque pese a ser un «vetustos» fabricantes de automóviles de gasolina y diesel, tienen una buena y entrenada red de ventas y una extensa red de talleres capaces de suministrar mantenimiento y recambios en las ciudades donde quiera, (y pueda) operar UBER.
Es natural que las empresas automovilísticas antiguas cooperen con Waymo.
Seguramente, al final, en muchos casos Waymo licenciará su tecnología y las marcas de toda la vida sacarán sus coches autónomos.
Si te fijas, el coche de Waymo que está ya circulando es un Chrysler Pacifica fabricado por Fiat.
Uber ahora compra unos Volvo cuando Volvo pertenece a un consorcio chino (después de haber pasado por las manos de Ford).
Sería absurdo desaprovechar todo el valor añadido que aportan las marcas de siempre, su nombre, su imagen, sus diseños, su estilo. Y también su know how.
Pues muchos las daban por muertas ante el «insoportable empuje» de Tesla. , Hoy me llega un anuncio de nuevos vehículos eléctricos en carsharing para Madrid, Estos de 400 km (teóricos) de autonomía.
¿De Tesla? – no, de Renault… Hay que ver a que velocidad reaccionan los «difuntos», ya hay tres compañías funcionando y todas sobre coches de fabricantes de «toda la vida»
Un recorrido acotado de 260 Km2 creo que no está nada mal aunque sea fácil y con tráfico poco denso. Yo pensaba que el inicio iba a ser bastante más modesto.
Al resto todavía les queda para llegar hasta ahí. El tiempo lo dirá, pero de momento parece que hay uno que va destacado en cobeza, lo que no significa que se vaya a dedicar a fabricar coches.
Haciendo un simil con el mercado del movil:
– Waymo (Google), lo mas probable es que sea el SO operativo «gratuito» (como Android) para los demas fabricantes de coches, a cambio de dejar a Google la gestion de los datos del cliente
– Tesla sera una suerte de Apple, segmento alto, productos innovadores que crean segmentos nuevos, fundador carismatico, etc.
– GM, VW, Toyota, Fiat, etc., seran como los fabricantes de moviles de momento aun enfocados en hardware: Motorola, Nokia, Ericksson. En general no estaran en el centro de la batalla por el software, se lo alquilaran a Waymo (como un android)
– Los nuevos fabricantes asiaticos que consigan ser lideres en «hardware de coches», (como samsung o Huawei en mobiles) tendran su oportunidad y su mercado con una open platform de conduccion autonoma propia en china.
– Y UBER y compania? seran los nuevos competidores en el mercado; como la entrada de AMAZON en los moviles…
Estoy intrigado en ver cuando se desvelara la competicion entre fabricantes de modos de transporte y tecnologia movil… Ej. Apple, Samsung, y Amazon
Son los datos lo que esta en juego! :-)
Enrique, muy buen articulo, y adicional a los cambios de waymo y tesla, otro personaje que está apareciendo es Cruise Automation, división de gm que ya tiene vehículos autónomos en desarrollo y a inicios de 2018 planea empezar pruebas en tráfico real en New York, lo cual puede hacernos pensar que las empresas automotrices también se están previniendo ante la disruptiva que se avecina, y además de tener ciertas ventajas, como la experiencia en la producción a escala y ser dueños de sus propias factorías
A mi me parece asombroso que en uber se permitan el lujo de anunciar lo que van a hacer dentro de 3 o 4 años operando en un sector que está viviendo una vertiginosa revolución tecnológica. No se anuncia que se van a comprar nosécuántos Volvos en un futuro cercano pero indeterminado, cuando se esté preparado para algo (después de innumerables horas de pruebas) se compran, se sacan al mercado y se enseña qué pueden hacer. Si tal como aseguran, Google tiene ya más o menos controlada la conducción autónoma total, cualquier competencia que ofrezca menos que eso está simplemente muerta, será obsoleta antes de nacer. Está hoy uber tecnológicamente a la altura de Google? Parece que no, y lo que es seguro es que no tienen ni la más remota idea de dónde estarán Google ni el sector dentro de 4 años (igual uber ni existe y los coches hasta vuelan por fin!) y van haciendo anuncios de compras de miles de coches fantasma con una tecnología todavía por definir? Más bien parece una barata maniobra de marketing.
En otras palabras, comienza la producción en masa de robotaxis. Esto va a ser una estampida.