En la última sesión del multitudinario XIX congreso del Partido Comunista chino, una serie de noticias parecen indicar que la vocación por el control de su líder, Xi Jinping, podría estar convirtiéndose en una auténtica obsesión.
El gigante asiático podría, según algunas informaciones de prensa china publicada en inglés (que podrías tener problema para leer si utilizas habitualmente alguna VPN), estar trabajando en el desarrollo de un faraónico proyecto destinado a construir una enorme base de datos biométricos para el reconocimiento facial de los 1,300 millones de habitantes del país, que permitiría la identificación de cualquier persona cuando pasa por alguna de las cada vez más omnipresentes cámaras situadas en la vía pública y en otros lugares, en un lapso de pocos segundos, con un 90% de fiabilidad. El proyecto, liderado por el Ministerio de Seguridad Pública e iniciado en el año 2015, está desarrollándose con la participación de una empresa de seguridad con base en Shanghai.
Además, el gobierno podría estar trabajando en otros proyectos relacionados: la construcción de una base de datos de huellas de voz, con el mismo fin, ser capaz de identificar a cualquier ciudadano en función de su voz, y otra de muestras de ADN. La primera podría servir para, mediante la monitorización de las telecomunicaciones, poner bajo vigilancia a sospechosos de actividades como la trata de personas, prostitución, tráfico de drogas y otro tipo de delitos, pero resulta difícil imaginar que no sea utilizada para monitorizar también la disidencia política. La segunda no difiere de esfuerzos similares llevados a cabo en otros países, pero lógicamente, la diferencia está en el control de su uso, dependiente en la mayoría de los países occidentales de un mandato judicial que se otorga en función de los indicios de la comisión de un delito.
Lo comentamos hace tiempo: China, hoy, se está convirtiendo cada vez más en el reflejo más claro de las distopías ideadas por George Orwell en su obra «1984». En una interesantísima jornada reciente con emprendedores del país, algunos me comentaron que la situación no generaba demasiadas esperanzas de transición a sistemas más respetuosos con los principios democráticos o con los derechos fundamentales: por un lado, al país le iba, desde un punto de vista macroeconómico, muy bien así, con un sistema indudablemente diferente pero con una fortísima eficiencia a la hora de plantear movimientos estratégicos o de adaptarse a las necesidades que demanda el futuro. Pero, por otro, se percibía una enorme ausencia de disidencia: las quejas que los más jóvenes podían plantear por, por ejemplo, las recientes restricciones al uso de VPNs no venían tanto de que tuviesen curiosidad por la política, sino porque ya no podían conectarse a determinadas herramientas para saber qué hacían Justin Bieber, Ariana Grande o figuras similares. Algunos de ellos, de hecho, se referían a las generaciones más jóvenes como «50 cents«, la denominación que suele utilizarse para los miembros del ejército de censores que pululan por la red vigilando los contenidos y contestando con elogios al régimen en aquellos foros en los que sus actuaciones, de alguna manera, se cuestionan.
El próximo líder del mundo tiene unos principios sensiblemente diferentes a los que muchos consideramos elementos fundamentales de las sociedades en las que queremos vivir. Y si crees que eso no te afecta porque no tienes pensado viajar o vivir en China, ten en cuenta que muchos gobernantes de países supuestamente democráticos observan cuidadosamente lo que ocurre en China, para ver si pueden llegar a traer similares mecanismos de control social a sus países, con excusas como la lucha antiterrorista, contra la pornografía infantil, contra la piratería o contra cuestiones similares. Buena suerte con ello…
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En mi opinión los chinos han olvidado la diferencia entre ver y mirar. Se ve en un angulo de unos 150º, pero solo se enfoca con una ángulo muy pequeño que se corresponde con la mácula.
Sólo lo que se percibe en la mácula pasa al cerebro, lo que sucede fuera solo es notado si se produce un cambio muy rápido, por ejemplo somos capaces de vislumbrar un objeto que se aproxima a una alta velocidad por el rastro que deja en el área donde se ve. Igual pasa con el e resto de los sentidos, captan mucho espectro de sensaciones pero el cerebro solo es consciente de aquello en lo que pone el foco.
Es así en los sentidos y en los sensores, sólo capta aquello donde se pone el foco voluntariamente y los cambios anormales que se producen en el resto del espectro. De lo demás, el «cerebro» no se entera, es «infoxicación» que hay que eliminar antes de llegar al «cerebro» para que no le sature.
Poner cientos miles de cámaras repartidas por el país a discernir de quien es la cara de millones de viandantes para guardar datos del recorrido de todos ellos, es inútil solo es «infoxicación» para que un ordenador. Podrá seguir el recorrido de «criminales» y «disidentes» con todo detalle, porque en ellos ponen el foco y podrán detectar «movimientos extraños» pero eso seguro que ya la policía china ( y el resto de las policías), lo hacen con medios muchos más modestos y tradicionales, como son los «informadores».
Para que no pensemos que China esté haciendo nada que antes no se haya hecho. recuerdo que la democrática USA puso en marcha el proyecto Carnivore que reemplazaba otro llamado «Omnívoro», que a su vez reemplazó una herramienta de vigilancia más antigua. cuyo objetivo era «vigilar» indiscriminadamente las comunicaciones por Internet. y que fracasa por que hay que poner «filtros» para evitar la infoxicación del sistema y nadie es capaz de crear filtros que o estén llenos tanto de falsos positivos como falsos negativos,
En consecuencia salvo para controlar a los «de siempre», el sistema se muestra poco útil, como lo demuestra que no supieron detectar la actividad de Rusia en las últimas elecciones, lo que, (según dicen), permitió la elección de Trump. Algo que indudablemente les favorece, (salvo que inicie la Guerra Atómica y acabe con norvietnamitas,….. y el resto de los ciudadanos del planeta
¿Os acordáis cuando estudiábamos en matemáticas los límites?
A mi me quedó una reflexión, cuando algo tiene una tendencia, termina llegando a ello.
¿Que quiero decir?
Si analizamos los últimos años de la civilización, cada vez las instituciones y sobre todo los gobiernos, ponen mecanismos para tener todo controlado, que por una parte es necesario.
Antes era todo en registros, luego llegaron los documentos de identidad, para finalmente llegar a la informática donde cada vez se tiene más información sobre nosotros. Ya saben quienes somos, cuales son nuestros ingresos, y miles de cosas más e incluso que hablamos por teléfono (se sabe que todo está grabado). Ahora solo queda donde estamos (que por cierto por el movil tambien se sabe).
¿Que me parece?
La clave es donde se pone el límite del control y cómo se usa esta información. No es ni bueno ni malo, depende de estas variables. Si me permitís el símil es igual que el nivel de «control» que teneis sobre los miembros de vuestra familia.
Ahora Enrique como tu bien dices muchas veces, es lo que hay, poco podemos hacer por evitarlo.
Resulta curioso (o ya no) que nos sigan tomando por tontos. La persecueción del crimen (vease mafia USA) está descubierta hace muchos años. Y la mafia (USA e internacional) se escapa sin problema de ella cuando y como quiere (o acaso los tráficos habituales de todo tipo, así como las torturas, son un «invento chino»?). La policía y jueces suelen cobrar de ellas. A que viene seguir con la misma cantinela si realmente lo que se trata es de reprimir la disidencia al poder establecido.
Andamos liados con la privacidad, la realidad virtual y las falsas noticias, pero ya Stalin inventó hace tiempo la falsa realidad (o megaperfeccionó a los nazis). La ventaja de los gobernantes actuales es que tienen (quieren tener) a internet en su puño. La TV ya no les llega… y dado el nivel educativo del internauta medio la llevamos jodida sin una educación más humanitaria.
Recordando que los chinos inventaron la pólvora me permitiré un comentario off topic.
Cai Guo-Qiang: «Usar la pólvora implica tensión, aventura y riesgo hasta el clímax de la explosión»
Fuente: RTVE
Si solo fuera China … Me parece muy ingenuo creer que en los países occidentales estas cosas dependen de un «mandato judicial que se otorga en función de los indicios de la comisión de un delito».
Preguntemos a Snowden a ver qué opina. O directamente echémonos a temblar viendo la nula existencia de la separación de poderes que existe en realidad en España. Y digo España porque es el mío y el que más conozco pero apostaría en que en el resto de países occidentales están igual.
Me parece algo fascinante, y a la vez inquietante. Es como todo. Algo bien utilizado, puede ser muy beneficioso, pero algo así en manos irresponsables, puede ser una bomba de relojería.
Bueno en si no seria tan malo, una herramienta de localizara todo el mundo, pero obviamente lo que da miedo es lo que hay detrás de ella, y más si la miras con el sistema de nota ciudadana que están construyendo.
http://www.wired.co.uk/article/chinese-government-social-credit-score-privacy-invasion
Y por si fuera poco lo hacen de la mano de las grandes tecnológicas chinas (todas involucradas en pagos electrónicos), que consideran que para evaluar a un buen padre hay que mirar si compra pañales con sus apps.
Pues si lo hace con efectivo no queda registrado, o si simplemente usa una alternativa como pañales de tela es un mal ciudadano… aunque salve al mundo.
1984 es un mundo sumido en la crisis económica por la guerra continua donde todo son mentiras que pretenden ocultar un mundo gris y triste. Mejor analogía sería compararlo con Aldous Huxley, «un mundo feliz», donde el consumo materialista es su «soma», su droga perfecta.
No es lo mismo que nos espié un ser humano a que lo haga un bot. Nuestra tragedia es justo que no interesamos, ni nuestro querido Enrique les interesa. xD