Una compañía china de machine learning aplicada al reconocimiento de voz y textos, iFlyTek, poco conocida fuera del país, alcanza los quinientos millones de usuarios y es utilizada a diario por millones de personas en sus transacciones cotidianas, en todo aquello que tenga que ver con traducciones, transcripciones de voz a texto, etc.
Contrariamente a lo que podría parecer, hablar de quinientos millones de usuarios no es simplemente una forma de presumir del tamaño de la compañía, de su éxito o de su nivel de adopción: dado que hablamos de una compañía de machine learning, dedicada a educar a algoritmos para una serie de funciones que tienen que ver con el ámbito del procesamiento del lenguaje, hablamos en realidad de una compañía con una ventaja competitiva brutal, verdaderamente difícil de superar: es capaz de generar y trabajar con muchísimos más datos que prácticamente cualquiera de sus competidores. En machine learning, tener acceso a un flujo de datos bueno, consistente y con un elevado volumen puede ser completamente decisiva a la hora de definirse como un líder en un campo determinado. Simplemente, tus algoritmos cuentan con muchísimo más material sobre el que trabajar, con el que entrenarse, y los resultados y la calidad del producto puede mejorar de forma mucho más rápida. En machine learning, los grandes números no son una complicación, sino una enorme fuente de ventaja.
Ayer, participé en un curso in-company en una gran compañía, en la que me comentaban que su subsidiaria en China se había convertido claramente en uno de los más importantes generadores de tendencias. Para aquella compañía, hablar con los directivos que habían pasado tiempo en el país se había convertido en una manera de reconocer tendencias, de evaluar la importancia de determinadas cuestiones, de valorar los distintos elementos del escenario tecnológico. Vivir un tiempo en una sociedad en la que herramientas como el smartphone o la mensajería instantánea son utilizados constantemente y para todo por una parte enormemente significativa de la población, y no ya para su función supuestamente primigenia, sino para muchísimas otras, como pagar o identificarse, genera una sensación de fast forward que, sin duda, tiene un importante valor empresarial. Entender las tendencias de consumo, el desplazamiento de buena parte del comercio al canal online, los efectos de la logística avanzada o los desarrollos más punteros en interacción con el cliente es algo que permite entender muchas cosas, y con un valor indudable si gracias a ello aprendes a valorarlo antes que tus competidores. En China se comienza a hablar ya de una supuesta «muerte del smartphone«, cuando un buen número de las funciones para las que hoy necesitamos el terminal y una aplicación sean sustituidas por elementos biométricos que llevamos en todo momento encima porque forman parte de nosotros – con todos los efectos que ello puede conllevar sobre cuestiones como el control, la vigilancia o la privacidad.
La próxima semana tengo una intervención en un evento ante jóvenes emprendedores chinos. Se trata de un evento periódico, que se repite cada cierto tiempo. Hace algunos años, no tantos, recuerdo cómo ese evento consistía, básicamente, en que unos cuántos profesores explicásemos a aquellos emprendedores chinos «cómo de moderno» era el mundo occidental. Ahora, francamente… no tengo claro qué contarles, y decididamente, el mensaje de fondo no va a ser en absoluto ese. El acceso a su enorme mercado, en base en gran medida gracias a un comportamiento profundamente autárquico, a un pragmatismo brutal y a unas reglas de juego claramente sesgadas, ha convertido al mercado chino en un escaparate de tendencias en el que muchas compañías comienzan a buscar claves, y a las compañías que triunfan en el mercado chino en potenciales líderes si consiguen dar el salto fuera de su país. La tecnología china ya no copia, o no solo: ahora también lidera. Y no es casualidad, sino parte de una estrategia cuidadosamente anticipada y preparada.
Los números son, sin duda, una gran ventaja. En los tiempos que corren, cuando dependemos de ellos para educar a algoritmos, claramente más aún: se puede convertir, bien utilizado, en toda una formidable ventaja competitiva. Y China lo sabe.
This post is also available in English in my Medium page, “The bigger the number, the bigger the advantage»
No puedo creer que ese mercado sea mayor que el anglosajón (UK + USA + AU + NZ + IN + IE + 2° lenguaje para 2.000 millones más…) y me imagino que las variantes de acento o inflexiones de voz sean iguales, amén de que llevan más tiempo los ordenadores aprendiendo inglés que aprendiendo chino.
Recuerdo los primeros reconocimientos de voz allá por 1999 y en inglés iban genial. Si tienen machine learning aplicado desde el día 1…
Si quieres dile de mi parte a los emprendedores chinos que son los mejores, igual que muchos nigerianos. Grandes ideas, pensamientos diferentes, problemas nuevos… son geniales. Lo que necesitan es un google chino, un amazon chino, un SpaceX y un Tesla chinos.
Y me explico, no hablo de un buscador, un portal de ventas, etc. Esos ya los tienen y son más grandes que los que he mencionado. Pero Alphabet tiene 10 brazos de innovación (Android, Waymo..), Amazon opera localmente en 10 países distintos y se plantea un ejército de drones repartiendo paquetes. SpaceX coheres reusables y Tesla coches eléctricos que recorran 1000km y autónomos.
¿Los chinos? Pues parecen contentarse con llegar segundos, copiar la idea o diseño y adaptarla. Pero no parecen querer tomar el riesgo ellos mismos. Les retaría a intentar der los primeros y mejores, no los copiotas. Tienen los recursos y el talento, y necesitamos como humanidad que esto avance.
Y otro reto para los chinos es la sostenibilidad ecológica (Para nosotros también). Que ideen en este campo también
De todos modos que el mercado sea algo mayor o algo menor no es lo importante, sino la realidad de un mundo multipolar
Pue no puedo estar más en desacuerdo contigo.
Yo, que vivo en China, te puedo decir que obviamente comenzaron y continúan copiando, pero que el ritmo de adopción tecnológica y el pragmatismo cultural que tienen hacen que estén, en muchos campos, mucho más adelantados que en occidente y por lo que veo mucho más de lo que tú percibes.
Por ponerte un ejemplo más allá de todo el big data que manejan con la ventaja que eso supone en muchos campos, aquí estamos temerosos de la llegada de las bicicletas Ofo y Mobike y si lees algún artículo será probablemente hablando de sus aspectos negativos, mientras que para mí es la primera vez que he visto de una manera palpable en un producto cotidiano eso del everything as a service y además, no sólo eso, sino que he podido apreciar su explosión, o quizás debería decir, crecimiento exponencial
hola Enrique, trabajo en deep learning con imagen médica. Yo diría que la mitad de los papers que leo vienen de China, creo que a nivel académico también cuentan los grandes números, no solo en datos.
pd. Creo que se te ha colado Taiwan en la foto que has puesto
Vaya, ni lo miré, cierto… cosas de la librería de imágenes!
Eso de las ventajas de Mercados de grandes dimensiones trata de explícaselo detalladamente a Theresa May y a Carles Puigdemont a ver que opinan.
En efecto, sólo países muy grandes y muy poblados, pueden incluso el lujo de tapiar sus fronteras y prosperar, porque tienen un mercado potencial suficiente, para realizar cualquier empresa, sea colonizar la luna, o sacar nuevos modelos de teléfonos.
Los demás, para poder sobrevivir a esos monstruos, nos tenemos que asociar de una forma u otra. Por ello es por lo que existe la Comunidad Europea y los Acuerdos de Libre Comercio. Hay algunos, como Trump, que se creen más listos que otros, que pretenden protegerse de los demás, levantando sus fronteras, sin darse cuenta que lo que hacen es construir ratoneras mas o menos grandes..
Puede llamar la atención que en China se hable ya de una era post smartphone, pero tampoco es tan raro. Quizás, el transhumanismo comience a fructificar allí. Sin embargo, también podría ser un fracaso total.
Los chinos aprovecharon todo el know how y la tecnología, con todos sus secretos, que EEUU y otros países occidentales les dieron. Y todo ese enorme capital, mas su innegable capacidad de trabajo (mano de obra barata y eficaz) les han convencido de que son los mejores y que pueden liderar el mundo.
Pero siguen siendo una dictadura, y tienen bastante corrupción.
Lo que sí es cierto es que tener un gran mercado homogéneo como el suyo es una ventaja que están aprovechando pero no sé hasta donde llegarán (en eso. coincido en parte con Benji).
A los emprendedores chinos yo solo les preguntaría, para abrir debate y con sutileza; que piensan sobre la falta de democracia. Y que opinan del transhumanismo.
La política de aprender para luego aplicar, en mentalidades emprendedoras en China se vería muy bien complementada con la era cognitiva y su aprovechamiento en la generacion de conocimiento, para dejar de ser conocida como un modelo de fábrica gigantesca, consumidor voraz de materias primas, y desarrollar todo el conocimiento que han venido sumando e instalando durante años. Su mentalidad competitiva sugiere que muchos cerca y juntos, compiten con más eficiencia al sumar posibilidades en la oferta.
Me ha venido a la memoria algo que contaba el Profesor D. Luciano Berrocal. Más o menos, su reflexión era: «antes, China necesitaba vender 25 millones de camisas para comprar un Airbus; ¿quién hará las camisas cuando China fabrique los Airbus?».