Las últimas noticias en el panorama logístico indican una tendencia cada vez más significativa: el intento de desarrollo de nuevas plataformas, operadores y canales apoyados por los gigantes del comercio electrónico, que permitan hacer frente a las carencias y problemas que les generan en sus operaciones los operadores logísticos tradicionales.
La reciente adquisición de Amazon en el Medio Oriente, Souq, anuncia a su vez la compra de Wing.ae, una plataforma de agregación y gestión de operadores logísticos, con el fin de consolidar en la región sus capacidades para la logística de entrega en el mismo día o al día siguiente, habitual en Amazon Prime. El enorme éxito del comercio electrónico en los países árabes se debe en gran medida a factores climáticos y culturales, pero se encuentra con unas infraestructuras no siempre ideales, y con un panorama de proveedores tradicionales no especialmente enfocados a la provisión de servicios al nivel que las compañías demandan. La llegada a la región, a través de Souq.com, de un monstruo como Amazon, que lleva a cabo el 43% de todas las ventas online y envía nada menos que 1.6 millones de paquetes al día en todo el mundo, supone una enorme presión para los operadores logísticos tradicionales: nadie quiere perderse el negocio del gigante, pero sin duda, este impone un volumen y unos márgenes que implican importantes tensiones en la estructura de estas compañías para poder preservar su rentabilidad.
Otra compañía, Best, respaldada por el otro gran gigante mundial del comercio electrónico, Alibaba, anuncia su salida a bolsa en los Estados Unidos, donde tratará de levantar 932 millones de dólares. La compañía, basada en Hangzhou y dirigida por Johnny Chou, anteriormente presidente de Google en China, se uno a otros cuatro grandes operadores chinos que han salido a bolsa recientemente, tres de ellos en el mercado chino y otro más en el norteamericano, con el fin de captar recursos para enfrentarse a las demandas de inmediatez y calidad de servicio impuestas por el comercio electrónico.
Las tensiones que el desarrollo y adopción del comercio electrónico impone a los operadores logísticos tradicionales se están dejando ver en la práctica totalidad de los mercados: en España se han publicado recientemente noticias hablando sobre el malestar de las compañías a la hora de trabajar con Amazon, y sobre las posibles intenciones de la compañía de adquirir alguna compañía o crear un servicio logístico propio. Para las compañías de comercio electrónico, la logística se convierte en prácticamente todos los casos en la mayor fuente de quejas y problemas con los clientes: al incrementarse el volumen, los operadores amplían el número de envíos por ruta, obligando a sus repartidores a incurrir en mala prácticas como la de saltarse envíos argumentando que no había nadie en el domicilio. Por su parte, Amazon ya ha experimentado con la creación de servicios logísticos propios en algunos países para su Amazon Fresh, plantea hacerlo de una manera más intensa en los Estados Unidos tras la adquisición de Whole Foods, y plantea incorporar nuevos almacenes, canales y posibilidades, como el reparto mediante drones, para determinadas opciones.
El reparto aéreo, de hecho, se anuncia como una de las fuentes más importantes de innovación en logística, y Amazon pretende posicionarse fuertemente en ese canal: su servicio con drones autónomos en los alrededores de Londres ya está operativo en modo de pruebas con clientes y productos reales desde diciembre del pasado 2016, y la compañía ha patentado metodologías muchísimo más futuristas que incluyen edificios a modo de colmenas de las que entran y sales drones en áreas metropolitanas, y hasta almacenes flotantes con aspecto de zepelines desde los que bajan los drones a los domicilios de los clientes. Futurista o no, todo indica que la logística de proximidad está pasando de ser un servicio basado en redes de repartidores, motos y furgonetas, para pasar a ser un negocio en el que la tecnología juega un papel cada vez más importante, con cada vez más drones y vehículos autónomos, una situación que podría pillar en fuera de juego a muchos de los competidores tradicionales a poco que se descuiden.
Para compañías como Amazon o Alibaba, el interés de crear su propia logística frente a trabajar con proveedores externos es relativo: el negocio no es sencillo, exige grandes inversiones y un importante nivel de expertise. Sin embargo, la criticidad del mismo en su negocio y los problemas que genera depender de los servicios de un tercero podrían impulsar esas iniciativas, que probablemente seguirían la misma dinámica que la compañía norteamericana ha seguido en otras ocasiones: primero crear el servicio para sí misma, y posteriormente abrirlo a terceros en modo plataforma. Para los competidores tradicionales, un compromiso complejo: tratar de estar a la altura de las nuevas demandas que impone el servicio en una hora o en el mismo día que demanda el cliente del comercio electrónico, o ver cómo surgen nuevos operadores creados o alimentados por los gigantes de esa industria. La logística, en un contexto de tecnologías completamente renovadas, se dispone a enfrentarse a su momento de la verdad.
This post is also available in English in my Medium page, “Logistics: the moment of truth has arrived»
Das en el clavo, Enrique. El comercio electrónico está llegando a donde tenía que llegar. La fantástica idea de que las mercancías van del almacén al hogar por dos o tres euros es una utopía. Con ese coste no se puede pagar la recogida, el transporte, la entrega, el carburante, el seguro, el salario, la seguridad social, las vacaciones, las bajas por enfermedad, las incidencias, los impuestos, etc. No conozco ninguna empresa de distribución a la que le salgan las cuentas. Incluida Amazon.
El innegable éxito del ecomerce es un gigante con pies de barro. Tarde o temprano, los costes reales de transporte serán repercutidos sobre los clientes o sobre la cuenta de resultados de las compañías de distribución.
La logística es la clave del futuro. Pero para mal.
Comentando con un amigo que hasta que se ha jubilado ha trabajado en la Industria aeronáutica, sobre la situación del transporte con drones,..me dijo, que al igual que lo que ocurre los coches autónomos, el problema mas que tecnológico, cuya consecución parece muy próxima. es legal.
Crear una plataforma de dirigibles que lancen y recojan drones es técnicamente más sencillo, que el conseguir hacerlo legalmente, con todos los permisos y seguros que se necesitan.para ello.
Piensa en lo que supone una contenedor flotanedo en el aire sobre Londres y muy próximo, (a las velocidad en que circulan los aviones), del aeropuerto de Heathrow y calcula la coleccion de organismos y entidades que han de dar su visto bueno o los permisos y seguros que se necesitan para que opere en esas conciones.
El transporte será por medios tradicionales terrestres aéreos y marítimos durante mucho tiempo- El lo veía viable a corto plazo el uso de drones, dentro de diez años posiblemente.
Es curioso, hace nada comentabas lo de Dropbox y su servicio de almacenamiento propio y ahora comentas que Amazon no tiene su servicio de logística propio …
En comercio electrónico y logística hay al menos 2 velocidades: Las multinacionales con grandes almacenes y procesos automatizados llenan varios camiones cada día, y las pequeñas tiendas que empaquetan «artesanalmente» un puñado de bultos. Lógicamente para el operador de transporte puede hacer mejores precios al que le llena un trailer paletizado en un polígono que al que tiene que recogerle un paquetito en un pequeño local de una callejuela.
Por otra parte, hay que mejorar los sistemas de entrega, la recogida en puntos autorizados y los dispensadores automáticos son un avance, porque cuando el tranportista está en reparto, también el receptor puede estar trabajando, otra opción es establecer horarios de reparto domiciliario nocturno (más empleo y plus de nocturnidad para el repartidor). Porque uno de los problemas sigue siendo coincidir en el horario de entrega, siempre hablando del consumo de particulares, es más sencillo en la entrega en empresas.
Atravesé España en coche hace unos meses y no paraban de adelantarme furgonetas de paquetería a 120km por hora.
Hay a quienes les encanta «ir de compras», pero parece que hay un mercado BRUTAL de quienes sabemos lo que queremos, y no estamos locos.
Toys R us en suspensión de pagos y por mucho que ponen el énfasis en su elevada deuda, yo solo veo quien no es capaz de pagar la hipoteca porque le han bajado el sueldo. Unos tiene problemas de logística y otros no pueden pagar la hipoteca.