El evento de presentación de producto de Apple de ayer 12 de septiembre en el recién estrenado Steve Jobs Theater es un caso de libro de la llamada product family engineering, ingeniería de familia de productos o PFE, con matices verdaderamente complejos, casi maquiavélicos.
La compañía, como es ya habitual año tras año, anunció el lanzamiento de una amplia gama de productos: nuevos sistemas operativos, nuevo modelo de Apple Watch, otro de Apple TV y, finalmente, su producto estrella del que depende un porcentaje importantísimo de su facturación: el iPhone. Podríamos detenernos a analizar cualquiera de ellas o a comentar hasta qué punto un producto que muchos pretenden calificar como un supuesto fracaso, el Apple Watch, es ya el reloj más vendido en el mundo y con un impresionante 97% de satisfacción de sus usuarios, pero lo que realmente me llamó más la atención fue la parte final, la presentación de los diferentes modelos de iPhone.
Bajo la nueva configuración, la familia de productos de iPhone queda compuesta por nada menos que ocho modelos, con una gama de precios que va desde los $349 hasta los $999 en los Estados Unidos, entre los 419€ y los 1,159€ en España (más caro si quieres más almacenamiento, y aún más caro si quieres Apple Care, recomendable para un aparato de ese coste) pero, sobre todo, con una peculiaridad: la parte de la familia de productos que hasta ayer suponía el tope de la gama se ha convertido, en un solo movimiento, en lo que ahora es la gama media, y ha aparecido un modelo, el iPhone X – nótese que todos los directivos de la compañía se referían al modelo con el numeral romano, ten, en lugar de utilizando la letra X – que se convierte definitivamente en el modelo más alto, y que al seguir la tendencia bezel-less, sin bordes, consigue el mágico truco de tener una pantalla más grande en un terminal más pequeño. La maniobra de Apple es clara: justificar saltarse el número nueve por el hecho de que el nuevo producto, el diez, es el que conmemora el décimo aniversario del lanzamiento del iPhone original.
¿Qué connotaciones competitivas tiene un movimiento así? La nomenclatura de los modelos, por supuesto, es una cuestión absolutamente arbitraria y en manos de la marca. Cada compañía es dueña de cambiarla, de comenzar series nuevas o de alterar sus costumbres cuando le venga en gana. Sin embargo, en este caso, el movimiento parece claramente competitivo: de repente, el cliente potencial pasa a evaluar en comparación un Samsung 8, el modelo insignia del mayor fabricante de terminales del mundo, no contra el modelo correspondiente de Apple, sino contra lo que se ha convertido en la gama media de Apple, el iPhone 8, sabiendo que cuenta además con una opción adicional, el iPhone X, si quiere unas especificaciones o, simplemente, una percepción más «elevada». Ese efecto psicológico de comparación, además, tiene lugar independientemente de lo que digan las comparativas, y en virtud de elementos que, de hecho, intentan salirse de esa comparación atributo a atributo. Es muy difícil competir con Apple cuando te planteas la competencia atributo por atributo, porque si algo hace bien la marca es plantearse el producto como un todo, como algo que vale la pena aunque tengas que renunciar expresamente a algunas cosas. Apple se sigue diferenciando porque mientras otros presentan el terminal de hoy, Apple pretende que psicológicamente entendamos que presenta el de hoy… y el de mañana.
¿Sutil? ¿Maniobra psicológica? Ya lo discutiremos cuando tengamos las primeras cifras de ventas. Con el iPhone X, la marca vuelve a situarse en apariencia como la que marca el camino, la que apuesta por opciones que otros aún no han intentado, la que afirma que ha conseguido que de verdad funcione la identificación facial (aunque fallase en la demo), o la que posiciona sus terminales como los más avanzados en todo lo relacionado con machine learning. La jugada puede ser arriesgada de cara a las cifras de ventas de un iPhone 8 o del iPhone 8 Plus convertido en una opción supuestamente «barata» (¡!!!!!), pero dudo mucho que lo sea con respecto al modelo más alto de la gama. La caída en el valor de las acciones de Apple de ayer, de hecho, se debe simplemente a una cuestión contable: las ventas del iPhone X, que no estará disponible hasta octubre y no será entregado hasta el 3 de noviembre, no serán contabilizadas en este año fiscal, sino en el siguiente.
¿Justifica el iPhone X el dinero que cuesta? Esa no es la pregunta. ¿Vale la pena pagar ese dinero por un smartphone? Cuando la decisión de adquirir un smartphone ya es digna de la misma atención que la que implicaba hace no muchos años adquirir un ordenador – son ya muchos los smartphones con precios más elevados que laptops con buenas prestaciones – y lo utilizamos durante mucho más tiempo, la idea de que adquirimos un «teléfono» se vuelve absurda: adquirimos un potente ordenador de bolsillo, una herramienta que vamos a utilizar durante uno o dos años y durante prácticamente todo el día, con la que llevaremos a cabo funciones de todo tipo. ¿Está el mercado dispuesto a pagar más de mil dólares por ello? No tengo ninguna duda. ¿Por las razones adecuadas? No lo sé. Tengo la total seguridad de que muchos adquirirán el nuevo Apple Watch no por sus funciones adicionales, sino porque tiene un punto rojo en el botón que lo diferencia de los modelos anteriores. No tengo ninguna duda de que muchísimas personas que creen sacar partido a su smartphone podrían hacer todo lo que hacen con terminales muchísimo más baratos. Pero de nuevo, esa no es la cuestión. Apple sigue siendo esa marca que vive de dar a sus incondicionales razones para pasarse por una tienda todos los años, para plantearse que quieren seguir sintiéndose parte de un club diferente, y que habitualmente, además, tienden a estar enormemente satisfechos con su elección. Contra eso, poco se puede decir. La marca que más rentabilidad es capaz de extraer a cada venta y a cada cliente, la que es capaz de posicionar sus productos no como simples productos sino como auténticos objetos de deseo, lo que la convierte desde hace tiempo en la compañía más valiosa del mercado. Y lo mejor que se puede decir de la presentación de ayer es precisamente eso: que fue coherente con esa filosofía.
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No solo se han saltado el 9 sino que, para hacer esa comparación con la competencia que bien apuntas, también se han saltado el 7s, que es el que ‘tocaba’.
Tiene que ser interesante conocer cómo piensan en esa de ventas. Porque saben que van a vender muchísimo, la cuestión será cómo maximizan las ventas.
El festival del «fanboy».. Venimos convencido y solo esperamos impacientes el momento adecuado para aplaudir y encender el mechero, (Bic por ahora, que cuando haya un Appleflam se van a enterar)
De hecho para todo fanboy hay un anti-fanboy.
Ambos se vuelven cansinos muy, muy rapido.
Pienso que Apple ha conseguido impregnar su marca de Valor Añadido, mientras que la competencia se pierde en vender funciones y características técnicas de los productos.
Seguramente alguien que compre un Iphone 8 no sabrá explicar de forma rápida y objetiva el por qué comprarse ese producto frente a otro de la competencia, y eso vale mucho. Si además el dispositivo funciona de lujo, pues expectativas sobredimensionadas, de ahí el alto grado de satisfacción de sus usuarios.
¿Dices que los que compramos un iPhone no sabemos porque lo compramos o que lo hacemos «solo» porque es un iPhone y los que compran android si saben lo que compran o que lo compran por sus características o funciones?
Entonces ese sera tu caso porque yo soy usuario de iPhone y todo el entorno de Apple pero antes lo fui de Android y Windows y se de que hablo pero para mi opinión prefiero en mundo Apple ya que me parece mucho mejor software y firmware, aunque haya gente que solo se compra un móvil porque tiene WhatsApp no porque sepa de tecnología que hay de todo en este mundo pero no hay que generalizar mas que nada porque cada persona se adapta a sus necesidades simplemente.
Con el móvil pasa bastante como con el coche: compramos un modelo dado por cuestiones que van más allá de estrictas necesidades racionales (transportarse): cuestiones estéticas, emocionales, estatus, etc. Nada que objetar (excepto cuestiones ecológicas y de sostenibilidad): las marcas lo saben y cada uno es libre de gastarse su dinero en lo que le dé satisfacción de algún tipo. En mi caso utilizo mucho el iPhone y iPad (más desde que voy al trabajo en autobús) como herramienta de trabajo y productividad, no tanto como herramienta de ocio, y por tanto para mí es como si fuera un ordenador personal.
Respecto a la gama de móviles de Apple, resulta efectivamente sorprendente que tengan 8 modelos, cuando en la era Jobs, fanático de la simplificación, había uno solo. Dos modelos con diferentes tamaños de pantalla podría ser razonable, tres ya es complicar la elección, pero ¿ocho? No creo que estén cómodos con ese portfolio pero supongo que se ven forzados para hacer que la gente compre sus móviles al precio que cada comprador se puedan permitir.
Con mis respetos Enrique. Lo del «club diferente» me parece una majadería y mayor decir que Apple vive de sus incondicionales. Ya sabemos que hay unos cuantos fanáticos en todos los sitios, pero catalogar a los usuarios en general como incondicionales seguidores de la moda … me parece una barbaridad.
Cada uno tendrá sus razones para comprar un iPhone … pero no te compro esa razón :)
No he dicho eso, eso lo has leído o interpretado tú. Cada uno tiene sus razones para comprárselas, solo dudo de que esas razones estén de verdad fundamentadas en la mayoría de los casos, que no lo están ni hartos de vino. La marca vive de que sus usuarios paguen más cada año y tengan razones que estimen potentes para cambiar de dispositivo, sean esas razones objetivas y justificadas o no. Y por supuesto, una de esas razones es diferenciarse de todos los Android del mundo.
A mi me ha llamado la atención la nueva funcionalidad del Apple Watch: Independencia del iPhone. Que las prestaciones fundamentales de un smartphone se puedan hacer con un reloj del tamaño de tu muñeca (llamar, escuchar música, Siri, leer , escuchar o dictar correos, recibir notificaciones,… si lo entendí bien) hacen que tengamos literalmente «sin manos» gran parte de las interacciones con las máquinas.
Tampoco conozco muy bien el mercado de los smartwatches, a lo mejor los androids ya lo hacen y estoy metiendo la pata, pero que Apple apueste por un dispositivo que hace muchísimas cosas y que tenga bastante autonomía del que llevo en el bolsillo me parece futurista. Mis hijos verán prehistóricas las fotos con el móvil en la oreja.
(Ahora entiendo la insistencia con los Airpods. Sin ellos el Apple Watch es un reloj con esteroides. Con ellos es EL dispositivo más «a mano» pero sin manos)
Es sorprendente que antes de la vacilada de hablar con la desarrolladora que está en medio de un lago, dedicaran casi todo el tiempo a las funcionalidades respecto a la salud del Apple Watch. Habrán llegado a la conclusión que la salud es lo que más interesa a los clientes (pasados y futuros) del Apple Watch. Pero en Cupertino son expertos en saber qué es lo que quieres aunque no lo sepas… y esperan que la gente descubra lo fácil que es la vida sin interactuar con la máquina sin los dedos.
Perfecto análisis, esa es la cuestión: independencia del iPhone y Salud, eso es lo que hará que se venda el nuevo AppleWatch y no tonterías del tipo «Tengo la total seguridad de que muchos adquirirán el nuevo Apple Watch no por sus funciones adicionales, sino porque tiene un punto rojo en el botón que lo diferencia de los modelos anteriores. «.
Hablando del Apple Watch: ¿cuál es la rueca mas vendida del mundo?
Bueno, la verdad es que a los últimos seis millones de ruecas que se vendieron el pasado trimestre no les vi la marca… ;-)
Casi 80 millones de iphones vendidos en el primer trimestre de 2017, y son mas caros que los relojes.
https://www.statista.com/statistics/263401/global-apple-iphone-sales-since-3rd-quarter-2007/
La industria suiza del reloj lleva 40 años de tendencia bajista, salvo por los SWATCH en los noventa. Fijate en el «moving average», se congratulan de que la caída esta desacelerandose:
http://www.fhs.swiss/file/59/comm_170707_a.pdf
Otro ejemplo de que es un callejón sin salida es que son los únicos que están haciendo negocio con SmartWatch. Si no tendríamos Android si no fuera por el iPhone.
el relojito para mi es el producto más misterioso de apple… aunque no soy el tipo de persona que se fija demasiado en estas cosas, juro ante los dioses que jamás he visto con mis ojitos a nadie manipular un ingenio de estos, y mentiría si dijese que estoy seguro de haberlo visto simplemente puesto en la muñeca de alguien. Y presuntamente los venden a millones…
«Con el iPhone X, la marca vuelve a situarse en apariencia como la que marca el camino, la que apuesta por opciones que otros aún no han intentado…»
¿La que marca el camino? ¿En qué? ¿En incluir por fin una pantalla OLED?¿En incluir por fin carga inhalambrica? ¿En hacer por fin un teléfono sin bordes?
Mi particular impresión es que con el iPhone X, ahora se ha puesto al nivel de otras marcas, que hacía tiempo ya le habían superado en innovación y diseño.
Incluyendo, por fin, características que de forma absurda, no se habían incluido hasta ahora en los terminales de la manzana y que hacía tiempo que los clientes de su competencia disfrutaban en sus teléfonos de gama alta.
Apple no usa nombre, usa nombre y apellidos. O eso nos cuentan
Pantalla OLED
– Actuales: se queman, falta de exactitud en el color (pantallas «pentile»: cada pixel sólo tiene 2 colores, no 3)
– Apple: anunciaron que no se queman y exactitud de color superada (¿tendrá ya los 3 colores RGB en cada pixel?)
Face Id
– Actuales, se piratean con una foto
– Apple: chip dedicad de red neuronal
Teléfono sin bordes
– Menos de un año en el mercado
– Apple: ese teléfono no se hace en 6 días y el séptimo creas las rías gallegas al apoyar la mano para descansar
Carga inalámbrica : aquí sí que tienes toda la razón
Decir que está al nivel es poco justo
Fernando, no es preciso lo que dices en referencia de características que «hacía tiempo que los clientes de su competencia disfrutaban en sus teléfonos de gama alta». Quizás por la pantalla y otras cosas visibles a la vista del que se sienta a tu lado en una reunión, pero el corazón es claramente superior a cualquiera: más potencia con eficiencia en su motor. Nada comparable con lo que hay en el mercado de chips. Más detalle como puedes leer en https://www.ipadizate.es/2017/09/12/chip-a11-iphone-x-potente/ o incluso un poco de opinión sobre el tema en https://twitter.com/JordiTorresBCN/status/908007749392498691
Es curioso observar cómo nadie se ríe de su vecino el del ‘pedazo BMW o Mercedes’, gente que se gasta 10.000€/año en coche, pero con qué facilidad se ríen de quienes se gastan como mucho 1.000€/año en un ‘teléfono’.
No me queda sino concluir que hay gente que no es capaz de sacarle a su móvil más utilidad que la de teléfono y Whatsapp/FaceBook y, sencillamente, no entienden que alguien necesite 1.000€ para hacer ‘lo mismo’.
La inercia de ‘me paso al siguiente modelo’ porque ‘yo lo valgo’ intuyo que debe de ser un porcentaje alto. Eso de que estés en una reunión o almuerzo y cuando toca sacar el móvil (a ver quien la tiene más grande) saques un iPhone 6 cruje bastante.
Con el iPhone X se creará un estrato adicional dentro del elitismo que marca la compañía de la manzana. Y el ‘ten’ dará a la marca información sobre el porcentaje de su base de fans que se quieren diferenciar al precio que sea y convertirse en los auténticos fan-áticos (lo de áticos es porque quieren estar arriba del todo, que no se malinterprete).
Esta frase lo resume todo de forma extraordinaria:
Apple sigue siendo genial. Ahora y desde hace un tiempo con su elitismo de masas.
Y mil dólares no parece tanto para algo que se ha vuelto tan importante.
Doy fe; con Android también se puede sobrevivir.
Pero, ¿es necesario cambiar smartphone cada año?
Cuando los chinos tengan su Apple para el mundo y los occidentales querramos imitarles, serán los líderes.
El Face ID (si funciona) es sin duda algo muy interesante. No obstante, el gran logro de autenticación en móviles y tablets ya se alcanzó con el lector de huellas (introducido en móviles también por Apple), la ventaja del Face ID frente al lector es marginal.
En cuanto a los smartwatch, incluso en los Apple Watch (y no digamos ya en el resto) las ventas son una miseria en comparación con los móviles, e incluso con los tablets. Estamos hablando de un tipo de aparato que ya lleva años en el mercado (también el Apple Watch) y que sigue sin despertar el interés del público en general.
Vaya, no lo han hecho con SIM virtual, como el Apple Watch series 3.
A pesar de todas las criticas de los enemigos de todo lo que haga Apple, a los que nos gustan lo que hace Apple, pues pienso comprarme el iPhone X.
Antes cambiaba el celular cada dos años, porque no había mucha novedad entre – por ejemplo – los iPhone y medio. Pero el año pasado lo cambie porque vino con dos cámaras .
Este año no pensaba cambiarlo, pero la tentación de que viene a toda pantalla, con retina y mejor cámara etc pues pienso comprarlo.
No me considero fanático de Apple, ellos no me regalan nada ni me dan descuento. Pero reconozco que la competencia también tienen buenos productos. Yo no me ciego ante esa realidad, como hacen muchos, que siempre que Apple hace algo no reconocen que a millones de personas les gusta lo que hace esta compañía.
Samsung lanzó el 8 note y cuesta mil cien y tanto, y pocos son lo que critican el precio. Reitero que soy uno que voy a comprarle el X, sin pedir prestado no dejar de comer. Si lo hago es porque puedo hacerlo.
El año que viene dudo que lo cambie, pues no creo que traiga cosas mas diferentes como el X de este año. No soy una persona que gaste el dinero en cualquier cosa, pero para mi es una gran satisfacción tener un iPhone y aprovechar la simpleza y la facilidad de usar un celular de esa categoría.
Yo conozco muchas personas que en vez de comprar un carro, prefieren hacer un lease, el cual el carro nunca es suyo, porque lo cambian cada dos años. Pero esos son sus gustos y deseos. Muchos no darán mil dólares por celular, pero a veces lo botan en otras cosas. El sistema económico que estamos viviendo, de una manera u otra nos hace gastar el dinero, pero para eso es trabajamos, para poder darnos nuestros gustos. En el más allá no hay nada de lo que usamos en esta tierra. No hay ni mujeres…para decirlo todo.
Hay que tomar en cuenta que lo que compren el iPhone X en sí no van a pagar mil dólares por el celular. Por lo común el que compra un iPhone nuevo, vende el anterior.
El año pasado tenía el iPhone 6, pero como vino con dos lentes, compre el 7. El seis lo vendí por 350 dólares y con eso me compré el 7. Es decir que no me costó 700 u 800 dólares. Los iPhone son unos celulares que conservan mucho su valor y se le puede vender fácil a un amigo o en Amazon
Enrique, lo de Federighi no fue un fallo de FaceID. Se ve que el iPhone se reseteo (o lo resetearon) y lo que pidió fue la clave de “primera vez”, esa que debemos ingresar cada vez que vuelves a encender el telefono. Si te fijas bien en la pantalla del iPhone de la keynote, te darás cuenta. Obviamente que se vivió como un fallo, desde luego.
El FaceID no falló .
A estos teléfonos sin marcos se les debería añadir unos marcos generosos de plástico de quita y pon (muy ligeros) para que el teléfono fuera más manejable, por ejemplo para jugar, leer, hacer fotos sin tapar el objetivo, etc.
Sinceramente, es el mejor artículo que he leído al respecto de Apple en años. En general, creo que a todos nos falta algo de actitud crítica. Todos mis productos son Apple (iPad, iPhone, Mac Mini y AirPods, así como algunos accesorios) sin embargo, mi iPhone es el iPhone 6 Plus, y continuará siéndolo durante al menos el próximo año, en total, cuatro, si sobrevive. Funciona igual de bien que el primer día y hace todo lo que yo quiero que haga igual de bien. A partir del iPhone 6 y 6 Plus no hemos visto más que “mismo perro con distinto collar”, es decir, dispositivos que básicamente son el mismo, pero mejorados un poco aquí o allá, porque incluso el iPhone 8 es un iPhone 6 mejorado. Y cuando Apple decide sacar algo nuevo, lo hace con un terminal que supera los 1000 euros. Aunque eso de nuevo habría que verlo porque esa pantalla sin marcos no es nueva, la carga inalámbrica inductiva lleva años en el mercado, etcétera. El iPhone se salva gracias a iOS, un sistema operativo espectacular, bonito, eficiente, de gran rendimiento, rápido, funcional, intuitivo… Pero acabo como empecé, nos falta actitud crítica y Apple necesita un nuevo tropiezo para ponerse las pilas y ser la compañía que de verdad innova, no la que implementa mejor las innovaciones de la competencia, y no la compañía elitista, que no exclusiva, en que se está convirtiendo muy bien timoneada por Tim Cook, y ello a pesar de que nunca ha sido una empresa barata precisamente. ¿Donde ha quedado aquel lema de Steve Jobs “Un ordenador en cada hogar”. Cuando la gente te compra lo que les eches, ¿para qué esforzarse en exceso?
Casi siempre mucha gente quiere quitarle el mérito a Apple diciendo que ya otras compañías lo han hecho.
Y es cierto, pocas veces Apple hace algo nuevo, pero cuando hace lo que otros ya han hecho, pues el celular toma relevancia.
Jose dice que hay poca diferencia entre el 6 y el 7, y sí hay diferencias, por ejemplo el iPhone 7 vino con dos cámaras y con mejor lente.
El comentario de Jose es un poco extraño, pues dice que tiene todo los productos de Apple, sin embargo ataca a la compañía.
Todas las compañías de celulares – y Apple no es la excepción – no van a lanzar toda la tecnología de un tirón, porque se les acaba el negocio. Por eso las mejoras o innovaciones la incorporan poco a poco.
Por lo general yo cambio el celular cada dos años, pero cambie el 6 por el 7 por la doble cámara etc.
Hola Majarete. Yo NO digo que no haya diferencias entre el iPhone 6 y el iPhone 7, si lees bien mi comentario, observarás que afirmo que básicamente son el mismo dispositivo mejorado. Y me mantengo en mi afirmación porque es un hecho, no una opinión: tengo dos ojos y por ambos veo el mismo dispositivo con una mejor cámara, un chip más rápido…Por ejemplo, la cámara de la que tu hablas, es una mejora, pero no es algo nuevo, ni innovador, no es algo que permita decir que es un teléfono totalmente nuevo. El iPhone X sí es un teléfono nuevo, el iPhone 8 no.
Respecto a la segunda parte de tu respuesta, lo que tu calificas como un comentario “un poco extraño”, yo lo defino como actitud crítica. Yo no ataco a la compañía como tu dices, ahora bien, tampoco le voy a comprar todo lo que me ofrezca así porque sí. Apple se ha acomodado con el iPhone por un sencilla razón: lo sigue vendiendo. El espectáculo de los ¿profesionales? De medios de comunicación aplaudiendo en el Steve Jonbs Theater en el momento en el que se presentaba el iPhone 8 fue, desde un punto de vista periodísito, lamentable. En cambio, con el iPad, se tuvo que poner las pilas, tanto en hardware como a nivel de sistema operativo, porque las ventas bajaban y bajaban y bajaban. Ahora el iPad Pro es el iPad que siempre hemos querido los que, desde el primer día, vimos que el iPad era el dispositivo que deverdad podía transformar nuestra forma de estudiar y trabajar.
Las empresas, todas, necesitan un toque de atención, y ese toque de atención se lo debemos dar los usuarios, nadie más.
Considero que el iPad es la mejor tablet del mercado, junto con el Apple Pencil y el Smart Keyboard, de hecho, escribo este comentario desde él; le saco partido cada día que pasa, para trabajo y para estudios, y pienso que vale cada céntimo de los que cuesta.
MacOS es el mejor sistema operativo, mil patadas a Windows, que lo sufrí durante muchos años. Tengo un Mac Mini y no lo cambio por nada. Y además, a buen precio.
Mi última compra han sido los AirPods, una maravilla, y también considero que su precio está bien, no barato, pero hay opciones más caras y con menor autonomía, y peores.
Y mi iPhone es el iPhone 6 Plus, y aunque ni de lejos lo cambiaría por un Android, tampoco le voy a soltar a Apple 1000 euros por un iPhone 8 que ha mejorado en algunas cosas y ya está. No, me niego. Mas aún cuando al año que viene, estoy seguro, lo descatalogará para continuar con el diseño del iPhone X en toda su gama y dejar el 7 como modelo de entrada, porque ya lo dijeron varias veces durante la Keynote: “Es el iPhone del futuro”, más claro agua.
Dicho esto, por supuesto que cada uno es libre de hacer con su dinero lo que le apetezca, como si quiere cambiar de iPhone todos los meses. Si yo me dedicase a la fotografía mas o menos profesional, o al menos, fuese un fotógrafo aficcionado y con conocimientos (como es el caso de un amigo mio), tal vez también habría adquirido el iPhone 7 Plus. Pero yo no ataco a la compañía, sólo examino y opino con actitud crítica, aunque me puedo equivocar, evidentemente, salvo en esa vertiente elitista que mantengo: ¿a qué venían esos Apple Watch de oro a 20.000 euros que fueron un fracaso absoluto? ¿Por qué el iPhone sube y sube de precio cada año cuando la mayoría de componentes y tecnologías que integra han bajado de precio? Porque incluso la fabricación de las pantallas OLED ha llegado a ser en algunos momentos más barata que la fabricación de pantallas LCD. Ese tipo de cosas, y otras muchas, son las que nos debemos plantear antes de ir corriendo a soltar la pasta.