Canadá se une a la Francia de Emmanuel Macron y anuncia un programa destinado a atraer talento inmigrante digital, con la promesa de llevar a cabo la totalidad de los trámites necesarios para obtener el visado en tan solo dos semanas para aquellos que cuenten con las habilidades adecuadas. Iniciativas como GoNorth Canada o las que Macron baraja en torno a la idea de convertir a Francia en una «tierra de unicornios» contrastan con la reducción del programa de visados tecnológicos emprendida por la administración Trump en los Estados Unidos, y ponen de manifiesto una creciente competencia por el talento como factor crítico para el desarrollo de los países que podría dar lugar a movimientos interesantes.
Dos países dirigidos por dos mandatarios jóvenes, Emmanuel Macron y Justin Trudeau, pertenecientes a una generación capaz de entender y valorar la tecnología. En su momento, países como Irlanda fueron capaces de generar un tejido tecnológico interesante gracias no solo a los beneficios fiscales ofrecidos a las empresas, sino también a programas similares, como Make IT in Ireland. En la práctica, se trata de programas destinados a facilitar la llegada de personas con habilidades en torno a lo digital, con un importante componente de reducción de la incertidumbre y de hacer que el inmigrante se sienta acogido y obtenga facilidades para la tramitación de toda la documentación necesaria. A menudo incluyen, además, de facilidades administrativas, foros para compartir experiencias, noticias de empresas o tablones de anuncios con oportunidades profesionales, etc.
Los países empiezan a darse cuenta de que la atracción de talento se está convirtiendo en un factor fundamental de cara a la competitividad en el futuro. Invertir en educación es la medida más lógica y urgente, pero suele estar sujeta a elementos de una gran complejidad y a un elevado nivel de inercia, lo cual, unido a la lentitud del proceso educativo, tiende a dar sus frutos en períodos más largos. Convertirse en un país que atraiga talento y ofrezca oportunidades a quienes lo tienen es una medida más rápida, y permite además contribuir a la otra: un ambiente con mayor abundancia de talento digital puede permitir el desarrollo de estrategias educativas más ambiciosas.
En el momento actual, tener una serie de habilidades digitales codiciadas supone un incremento automático de los grados de libertad: más ofertas, económicamente más interesantes, y más posibilidades de encontrar sitios en los que aprecien ese talento y lo remuneren adecuadamente. Si en el país en el que vives consideras que tu talento no está adecuadamente retribuido, preocúpate por la futura competitividad de ese país, y piensa en hacer carrera en otro país que sí lo aprecie, porque cada vez se te abrirán más oportunidades para ello.
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Interesante artículo e interesantes programas. No lo he leído en detalle, pero mi primera impresión es que, para replicar el modelo en nuestro país, a esas ventajas «de acogida» (visado, etc.) debe añadirse una retribución salarial acorde. España desafortunadamente paga bastante menos a sus empleados IT que otros países europeos.
Estos temas, Enrique, no son necesariamente sencillos y pueden ser vistos desde diversas perspectivas. Dices:
Si en el país en el que vives consideras que tu talento no está adecuadamente retribuido…
…pues sencillamente te vas a España. O al menos eso es lo que hicieron decenas de miles de mis compatriotas, hace más de 15 años, cuando el Ecuador padeció una fuerte crisis económica.
A mí me parece que a España le hace falta una buena dosis de autoestima. Es un país con un potencial enorme, pero que en los últimos años ha sido invadido por el pesimismo. No olvidemos, que a pesar de las dificultades actuales, España sigue siendo el país más desarrollado de habla hispana.
Y a propósito de Macron y Trudeau, a España no le vendría mal votar por Sánchez o Iglesias y que todas las partes dejen de lado el maniqueísmo político y se concentren en hacer lo que sea más conveniente para el bienestar general.
Más allá de estas consideraciones, no hay que olvidar que hay otros temas importantes involucrados, como, por ejemplo, la problemática de la fuga de cerebros, el derecho a la libre circulación de todos los seres humanos, la necesidad de una escala progresiva de sueldos (¿por qué habría de recibir la persona que dirige una empresa un ingreso mayor que el sueldo medio de un presidente latinoamericano?) o los cuestionables beneficios fiscales que ofrecen algunos países.
Dos países dirigidos por dos mandatarios jóvenes, Emmanuel Macron y Justin Trudeau, pertenecientes a una generación capaz de entender y valorar la tecnología.
Macron nacido en 1977, 40 años, Trudeau nacido en 1971, 46 años. Cuando dos personas de 40 años te parecen jóvenes, hechate a temblar, TU ERES UN VIEJO
El diccionario bien, ¿verdad?
Yo al tema le hubiera llamado «se necesitan mecánicos con experiencia». No está mal, considerando cómo en España la gestión del talento es mucho peor y nos hunde en todos los índices de innovación que salen cada año (ya estamos en el puesto 28).
Pero para ganar un campenato de Fórmula 1 no sirve contar con los mejores mecánicos (programadores) si no se cuenta con los mejores pilotos. Y ese es un error que comete ya Canadá que no sabe importar bien los emprendedores de otros países ni lo hace Nueva Zelanda, un país que me encanta, pero que con la Edmund Hillay Foundation te dan un visado para emprender si ya tienes 30000 dólares. Seguro que Macron sigue los pasos equivocados y se dedica a atraer los mejores programadores del mundo, que crearán proyectos tecnológicos efímeros, Europa se equivoca, como siempre, creyendo que su talento de niños bien locales es suficiente. Les puede servir en el caso de algunos proyectos suecos, pero en general van equivocación tras equivocación. Con el talentazo emprendedor que hay en Latinoamérica que sería una brizna de aire fresco impresionante en la Europa vieja y decadente, de corrupción y tristeza cultural…
Les iría mucho mejor a todos los países de Europa, a Canadá y a Nueva Zelanda si aprendieran a atraer buenos emprendedores y les dieran financiación. Es cierto que habrá proyectos fallidos, pero como dicen en EStados Unidos, haber emprendido es la verdadera escuela de la vida que te enseña a emprender mejor y no hay escuela de negocios que enseñándote a realizar autopsias a «casos de éxito» te aseguren el triunfo en el mundo real. Es como si en fórmula 1 eligieran a los pilotos que mejor se sepan los ganadores de carreras pasadas de todos los años anteriores sin haber pilotado nunca. Pero la mayoría de los países se lo cree, hasta Arabia Saudí… Pobres ricos.
Aquí hay un ejemplo, del año pasado, de los 15 países que mas pagan a desarrolladores de software. Aparece Canadá, en décimo lugar, pero Francia no figura.
los que mas pagan
Suena viejuno. Es bastante absurdo empeñarte en atraer de lejanas tierras, personas que perfectamente pueden realizar su misión por teletrabajo. Si se tratara de sanitarios, o de cocineros lo comprendería mejor.
Un pariente político mio que vive habitualmente en Eslovenia, ha trabajado para Australia el año pasado y ahora mismo o trabaja para la India, y solo hace un viaje para la instalación final del producto en el cliente y el viaje lo programa conjuntamente con sus vacaciones. Es una forma de hacer turismo pagado.
No puedo hablar por el caso francés pues no vivo en ese país pero lamento comentar que el único merito de Trudeau en este asunto es el de darle empaque de cara al exterior a algo que ya se hacia antes de su llegada a la presidencia en algunas provincias canadienses.
Por ejemplo, el gobierno de British Columbia había llegado a acuerdos con empresas como Microsoft o Amazon para que los pre-aprovados por estas mismas tuvieran entrada rápida. Las empresas lo pusieron como condición si Vancouver quería que desembarcaran a lo grande (ya tenían oficinas pero pequeñas), no fue una iniciativa del gobierno local.