Enrique Dans

Un año más, y van ya diez, Marimar Jiménez, de Cinco Días, preguntó a los profesores del Área de SI/TI e Innovación de IE Business School acerca de lo que estimábamos que serían las tendencias tecnológicas para este 2017 que comenzamos.

Entre otras cosas, y en orden de llegada, hablamos sobre la consolidación de la redes sociales como elemento de generación de valor real en la creación de marca, mediante su integración con entornos de comercio electrónico, el desarrollo de los sistemas de pago, la politización de la economía digital, el «todo como servicio», el autoaprovisionamiento, las realidades paralelas más allá de los juegos, el desarrollo de la inteligencia artificial y el machine learning, las tecnologías asociadas a blockchain y distributed ledger, la ciberseguridad, home automation, interfaces de voz, nuevos esquemas de trabajo, fuertes cambios en el sector automoción, y robótica.

Este año enviamos nuestra opinión por separado Fernando Aparicio, Álvaro Arenas, Julián de Cabo, Silvia Leal, Kiron Ravindran y yo mismo. Coordinando esas opiniones, Marimar ha escrito su artículo titulado «Inteligencia artificial y robótica arrasarán con sigilo en 2017» (pdf).

A continuación, el texto completo que envié:

• Por encima de todo, machine learning e inteligencia artificial. La disponibilidad cada vez más ubicua de herramientas sencillas, accesibles y planteadas como servicio (MLaaS, Machine Learning as a Service) permitirá que todo tipo de compañías empiecen a subir sus datos a la nube para tratar de entrenar algoritmos que desempeñen todo tipo de tareas. A medida que más compañías se incorporen al MLaaS, iremos viendo la creación de una división digital entre compañías que utilizan esta tecnología y las que siguen gestionando sus procesos de forma manual.
• Realidad virtual como herramienta social, más allá de su primer uso para videojuegos. Ese fue originalmente el interés de Facebook a la hora de adquirir Oculus VR, y el camino continúa apuntando a esa meta, relacionarnos remotamente con otras personas «como si estuviésemos delante de ellas».
• Pago móvil. La pugna entre compañías tecnológicas (Apple Pay, Samsung Pay, Android Pay, PayPal, Square, etc.), empresas de distribución y bancos por posicionar sus aplicaciones de pago llevará a una ubicuidad cada vez mayor de las mismas. El gesto de acercar el smartphone al terminal se convertirá en cada vez más habitual.
• Automatización del hogar e interfaces de voz. La lucha entre el líder actual de la categoría, Amazon con su Echo, y compañías como Google, Apple y otras llevará a una popularización cada vez mayor de hogares en los que encendemos y apagamos las luces, controlamos el termostato, gestionamos opciones de ocio o entramos y salimos mediante interfaces de voz y procesos cada vez más dependientes de la tecnología.
• Nuevas formas de trabajo. Un número progresivamente mayor de compañías comienzan a darse cuenta de que conceder libertad a sus trabajadores para que, apalancados en herramientas tecnológicas, puedan trabajar desde donde quieran y como quieran, y ese elemento dará lugar a una tendencia en la que ese tipo de «trabajos redefinidos» se convierten en un arma fundamental para atraer o retener talento.
• Conducción semiautónoma, autónoma o como servicio. Por un lado, las empresas automovilísticas seguirán incorporando ayudas a la conducción y permitirán que nos movamos por las carreteras en condiciones de semi-autonomía, con el vehículo manteniendo la distancia de seguridad y la posición en el carril, aparcando autónomamente, etc. Prestaciones que llevamos cierto tiempo viendo, pero que no ocultan que el futuro del automóvil no es que poseamos vehículos equipados con ellas, sino que los utilicemos en régimen de servicio recurriendo a flotas gestionadas por compañías como Uber, Tesla, Lyft, Didi y otras.