Todo indica que Amazon está logrando configurarse como el gran ganador del CES 2017 de Las Vegas gracias a Alexa, la interfaz de voz de su Echo, y a su integración con cada vez más productos de todo tipo. La victoria de Amazon es fruto de una experiencia acumulada de más de dos años, de apalancarse en la importantísima base de clientes de Amazon Prime, y de una API brillante y abierta que permite que marcas de todo tipo incorporen la ya muy pulida interfaz conversacional a todo aquello que la imaginación permita: interruptores, electrodomésticos, monitores para bebés, robots y hasta automóviles. En el fondo, la estrategia que Amazon lleva años haciendo fenomenalmente bien y que aplicó a aspectos como la logística o los servicios web: desarrollar para sus productos y necesidades, y posteriormente abrirlos a todos aquellos que los quiera usar.
Gracias a esa victoria, se vuelve a hablar del futuro de las interfaces de voz para todo, y de la importancia de que la tecnología desaparezca de nuestra vista y dé lugar a acciones cada vez más simples. El atractivo de entrar en tu casa y simplemente pedir de viva voz que se enciendan las luces, suene la música o se encienda la televisión solo es tal cuando la interfaz te entiende a la primera y de forma inequívoca, no cuando tienes que pelearte con el asistente para que al final te acabe diciendo que «esto es lo que he encontrado en internet sobre…». El desastre de Siri, que la inmensa mayoría de los usuarios acabamos utilizando únicamente para dos funciones probadas o no utilizando en absoluto, es una buena prueba de lo que ocurre cuando un asistente no se optimiza adecuadamente. En ese sentido, la experiencia de usuario obtenida por Amazon parece incidir precisamente en eso: que hace muy bien todo aquello que Siri hace rematadamente mal.
En la batalla de la voz, Amazon se perfila como un muy claro ganador ante el SDK de una Apple con muy mala fama; ante una Google que, aunque se anuncia como un firme contendiente, únicamente acaba de llegar a la categoría; y ante una Microsoft a la que se sigue esperando. La experiencia, en el caso de los interfaces de voz, resulta fundamental: la capacidad de entender nuevas palabras, de desarrollar mayor tolerancia a errores o a determinados acentos, o de entender frases incompletas o expresadas de formas gramaticalmente incorrectas es algo que mejora a medida que acumulamos experiencia, una experiencia que, además, se deriva del uso distribuido de todos los dispositivos de la red. Para Amazon, que carece de una posición desarrollada en el mercado smartphone como tienen Apple o Google, contar con más de cinco millones de dispositivos en hogares norteamericanos, británicos o alemanes ofrece un muy buen comienzo, pero la posibilidad de ampliar esa base de uso a muchos más dispositivos y contextos es susceptible de generar una ventaja mucho mayor. Y si hacemos caso de las tendencias reflejadas en el mercado norteamericano, todo indica que el gesto de interactuar mediante la voz se está popularizando más y convirtiéndose en más natural a nivel del salón del hogar que frente al smartphone, donde no deja de resultar relativamente artificioso e incómodo salvo en contadas ocasiones. En mi caso, acabo utilizando a Siri únicamente para preguntar a qué hora se juega algún partido, el tiempo que hace o pedirle que me cronometre una taza de té, mientras que las oportunidades para pedirle cosas a un asistente doméstico – que funcione bien, obviamente – tienden a ser mucho más frecuentes y solaparse con las ya citadas.
Es posible que la estrategia de darle oídos a un cilindro con siete micrófonos colocado en el salón haya terminado siendo más eficiente que la de dárselos a un smartphone que llevamos en todo momento en el bolso o bolsillo. Y si ahora además la estrategia de integración de Amazon funciona, como su éxito en el CES parece indicar, es posible que nos encontremos con la amiga Alexa en cada vez más sitios y asociada a más objetos. De hecho, Huawei, consciente del tirón de la interfaz de Amazon, ha aprovechado la feria para anunciar un smartphone con una app nativa que permitirá utilizar Alexa en los Estados Unidos, en lo que supone un claro desafío a Google en su terreno. Tras la debacle del Fire Phone de Amazon, muchos pensaron que la posibilidad de que la compañía estableciese una base sólida en esa plataforma se habían debilitado enormemente. Sin embargo, si su interfaz de voz termina teniendo una tracción sustantiva, Google no reacciona para mantenerse al nivel y Alexa fuese adoptada como interfaz por más fabricantes o usuarios, Amazon podría encontrarse con una capa de cara al usuario que podría darle una posición mucho más interesante que la de tener simplemente un terminal.
¿Qué porcentaje de nuestra interacción con la tecnología va a desplazarse hacia interfaces de voz en los próximos tiempos? Si hacemos caso a las tendencias reflejadas en CES, todo indica que puede llegar a ser bastante significativo.
Lo lógico es que este comentario, en vez de escribirlo, lo hiciera de voz. Es mas sencillo y no cometes faltas de ortografía.
Bueno, pues toca esperar a que el Amazon Echo y el Echo Dot lleguen a España. Hasta entonces… dientes largos.
El secreto de Alexa es que entiende comandos muy sencillos y en pocos idiomas (y no creo que te deje cambiar de idioma a mitad de frase) y funciona siempre, con lo que te anima a usarlo más. Bueno, eso y la integración con terceros…
Siri es mucho más «molón», ya que se supone que entiende comandos «naturales», pero falla bastante si no sabes como decirlo, con lo que al final dejas de usarlo. Dicho esto, para casos como:
– Llama a Pepe al móvil
– Pon la alarma a las 7 de la mañana
– Recuerdame cuando llegue a casa que llame a mi madre
– pon la cuenta atrás 10 minutos
– pon una canción de Metallica
funciona como un campeón.
Me imagino que en poco tiempo podremos tener Alexa en español, (y en España) y entonces podré opinar de forma informada.
Llevo tiempo usando la voz con mi Android en el coche por aquello de «sin manos». Es muy cómodo pedirle que te lleve a tal sitio y a medio camino pedirle q te busque una gasolinera así cómo enviar mensajes o hacer llamadas. En otras ocasiones le dictó la lista de la compra o programo recordatorios y citas del calendario.
Sin embargo, me sigue pareciendo que se usa poco. Tan poco que se prefiere enviar un audio por MI antes q dictar un texto o buscar con la voz. No lo veo hacer a casi nadie… Y no me lo explico.
Efectivamente Alexa de Amazon está siendo integrado en muchos más dispositivos, como se está viendo en este CES 2017. En mi opinión a Apple se le juntan varias cosas:
1) Integrar dispositivos con HomeKit para ser usados por Siri requiere encriptación de las comunicaciones mediante un chip, así que ningún fabricante puede proporcionar compatibilidad con HomeKit mediante una actualización de firmware, requieren crear nuevo hardware. Se dan varios casos de fabricantes que anunciaron compatibilidad con HomeKit hace 7 meses (para finales de 2016) y todavía estamos esperando.
2) Los procesos de certificación con HomeKit o CarPlay por parte de Apple parecen ser bastante exigentes. El caso más tremendo es la radio para coche JBL Legend CP100 anunciada en el CES 2016, que han ido postergando todo 2016 (febrero, abril, agosto) y no ha llegado a salir (en 2017 todavía está en «Coming soon»).
3) Y lo peor de todo, el nivel de comprensión de Siri es patético en cuanto te sales de los comandos que entiende, lo cual hace que no puedas prescindir del móvil, tableta o interruptor / mando físico.
Todo lo cual no quita que, cuando funcionen realmente bien, las interfaces de voz nos resulten la principal forma de interaccionar con muchos dispositivos en casa, en el coche o por la calle con el móvil.
Amazon y otros tendrán que repensar su producto después de que un presentador de TV provocase con una sola frase pedidos masivos de casas de muñecas XD
TV anchor says live on-air ‘Alexa, order me a dollhouse’ – guess what happens next
Naaaah, no tendrán que repensar nada. Es una simple anécdota divertida, sin más. Muy sencilla de corregir. Cuestiones normales que surgen ante ecosistemas nuevos. De estas veremos un montón…
Estoy de acuerdo, Enrique. Una anécdota divertida.
Jejeje. Simplemente aclarar, para el que no lo sepa, que la compra por voz se puede desactivar, o bien que requiera un pin de confirmación (útil si tienes niños pequeños en casa).