Un recomendable artículo en Backchannel, «How digital nomads went from niche to normal«, pone el foco en el cambio de enfoque que llevamos tiempo viviendo en torno al concepto de teletrabajo, y cómo cada vez más compañías lo utilizan de manera completamente normal para definir entornos de trabajo en los que la sede corporativa se utiliza únicamente de manera esporádica por trabajadores que, de manera habitual, trabajan desde su casa o desde donde buenamente quieren.
El llamado telecommuting, o trabajo en remoto, es un tema estudiado desde hace décadas. Sin embargo, estamos pasando claramente desde una concepción de este tipo de acuerdos en modo prácticamente sustitutivo, como recurso para determinados casos y determinados trabajos, a compañías completamente estructuradas en torno a estructuras en remoto, donde cada persona trabaja desde donde quiere, y donde la inmensa mayoría de las reuniones tienen lugar en entornos virtuales, con un recurso mínimo a la presencia física. Frente a las visiones de los ’90 en los que los trabajadores realizaban típicamente tareas de bajo nivel de responsabilidad, a veces vinculadas a circunstancias excepcionales como bajas o acuerdos puntuales, y de los que se decía que experimentaban un creciente desapego hacia la compañía, pasamos a compañías que directamente se diseñan con este tipo de entorno en la cabeza, y que obtienen de ello muy claras ventajas.
Varios factores inciden en este cambio de percepción:
- Evolución de las herramientas de colaboración, desde entornos basados en el correo electrónico a filosofías mucho más centradas en la nube, en documentos compartidos, en chats, en herramientas de gestión de proyectos o en reuniones en vídeo. Muchas de estas herramientas ya existían, pero ni su eficiencia, ni su sencillez, ni la cultura asociada con uso eran como las actuales.
- Evolución de los trabajadores. Los entornos colaborativos en la red tienen toda la lógica para una generación de trabajadores nacida y crecida en ellos, acostumbrada a relacionarse con total normalidad mediante ese tipo de herramientas.
- Evolución de las culturas corporativas. Frente a ideas como las de Marissa Mayer en Yahoo!, que en su momento creyó que suspender los acuerdos de telecommuting redundaría en una mejora de la cultura corporativa, y que se encontró con que era precisamente esa medida la que generaba un desapego mayor y una mayor rotación de trabajadores, a culturas como las de GitHub o WordPress, que entienden este tipo de acuerdos como la posibilidad de atraer y fidelizar un talento que, en muchos casos, no está dispuesto a cambiar de lugar de residencia o de vida por el hecho de comprometerse con una compañía.
- Evolución del planteamiento de las sedes corporativas, en las que cae en desgracia el concepto de despacho como habitación cerrada que aísla a un trabajador, y gana enteros la idea de áreas abiertas que permiten la relación entre personas. Si vas a ir a trabajar, hazlo para relacionarte con otras personas, no para encerrarte en una habitación. Si tu trabajo ese día requiere concentración, quédate en casa.
- Evolución hacia culturas centradas en los resultados, y sistemas de control de gestión que permiten precisamente evaluarlos de una manera más objetiva, al margen de cuestiones como la presencia física.
- Evolución de la puesta en valor de conceptos como la conciliación o la responsabilidad del trabajador.
- Disponibilidad de buenos ejemplos, de casos de éxito que han convertido este tipo de entornos remotos en buenas prácticas. Automattic, la compañía que Matt Mullenweg creó en torno a WordPress, tiene 514 empleados en 52 países y hablando en 70 idiomas. Las compañías que se estructuran en torno a este tipo de culturas distribuidas pasan de ser casos aislados o marginales, a convertirse prácticamente en ejemplos a seguir.
Cada vez más compañías, no solo startups diseñadas de base para ello, comienzan a hacer un uso cada vez mayor de este tipo de entornos, con evoluciones de diversos tipos. Las iniciativas pueden partir de trabajadores con determinados tipos de responsabilidades o de estatus que les permiten plantearlo, de departamentos que perciben que ese tipo de organización puede brindarles ventajas, o de la propia organización que decide flexibilizar los elementos de su cultura que dificultaban ese tipo de acuerdos. Estamos, en realidad, ante una redefinición del concepto de trabajo, y ante un entorno que facilita que las estructuras corporativas puedan funcionar de manera eficiente en entornos distribuidos no solo no perdiendo las supuestas ventajas de la presencialidad, sino incluso planteando ventajas adicionales. Cuando el desarrollo de la tecnología facilita cada vez más determinados tipos de usos, plantearse no utilizarlos, cerrarse a ellos o perpetuar estructuras clásicas puede llegar a suponer un problema. Si tu compañía no tiene este tipo de entornos en su agenda, plantéate que, cada vez más, su acceso a determinado tipo de talento, su productividad o incluso su reputación puedan llegar a resentirse por ellos.
This article is also available in English in my Medium page, “Distance working has never made more sense»
Tengo «este tipo de entornos» en mi cabeza. ¿Algún consejo para ponerlos en la agenda de mi organización?. Empezando por un blog interno y mensajería instantánea. Partiendo de prácticamente cero. Muchas gracias.
El otro dia vi este pequenio video sobre la forma de trabajar y organizarse en VALVE y me ha recordado a esto.
Te recomiendo altamente esta lectura:
https://37signals.com/remote
Observo en mi entorno, que cada vez hay mas personas que trabajan lejos de su oficina, Conozco desde puros teletrabajadores, a personas que tienen autorizado que algunos días puedan trabajar en su casa, o personas que trabajando normalmente en la oficina, pero mediante teleproceso pueden acceder a los sistemas informaricos desde su casa, y realizar trabajos extras en horario no laboral desde su vivienda, sin necesidad de permanecer en su centro de trabajo.
En cambio, lo que observo, es que las nuevas viviendas, siguen sin tener previsto que se trabaje en casa. Sé por propia experiencia, que trabajar en el hogar, a la vez que se efectúan tareas de limpieza o se realizan otros quehaceres domésticos , dificultan mucho generar el necesario ambiente de trabajo. Por ello, veo porvenir al coworking, que permiten tener el trabajo al lado de casa y a la vez estar u en un ambiente laboral y provisto de medios técnicos adecuados para una perfecta colaboración a distancia con otros compañeros.
Ya hay un activo mercado de coworking en Madrid y por las noticias que tengo, lo cubren en primer lugar emprededores que no quieren/pueden invertir en oficinas, pero en segundo lugar hay muchos autónomos, que precisan de una oficina, aunque su trtabjo sea fundamentalmente de calle y prefieren trabajar en un sitio así quye en su casa, asi como muchos empleados que eventualmente están desplazados de otra ciudad para realizar algun proyecto, que precisan de una lugar en conexión con su oficina central.
Quizá algún día nos parezca lo normal trabajar a dos manzanas de nuestra casa,, junto a otros empleados, y que en vez de ser todos de la misma compañía, sean cada uno de una diferente.
Lo de la colaboracion a distancia con los compañeros esta bien… desde el punto de vista teorico. Preguntarle a alguien como se hace tal o cual cosa y que quede en el registro no queda bien, aparte de que se pierde la sensacion del «hoy por ti, mañana por mi» o el «te invito a un cafe para agradecertelo».
«Preguntarle a alguien como se hace tal o cual cosa y que quede en el registro no queda bien, aparte de que se pierde la sensacion del “hoy por ti, mañana por mi” o el “te invito a un cafe para agradecertelo”.
Lo siento, pero no tienes NPI.
Llevo *15* años usando el teletrabajo, y tienes un amplio abanico de canales de comunicación con tus compañeros, incluyendo el teléfono, que no está sujeto a un registro sistemático, más allá de lo que la ley obliga a las telcos. De hecho, ni el chat interno está siendo registrado centralizadamente, aunque es una opción a nivel personal.
Has usado el teletrabajo, o hablas por hablar (deporte nacional)?
No lo he usado ni quiero hacerlo por muchas razones no relacionadas con esto. Lo que quiero decir es que muchas veces un dialogo del estilo
– ¿Esto va aqui?
– A ver, que le echo un vistazo… diria que va aqui. Preguntale a nosequien que seguro lo sabe.
es mil veces mas rapido y comodo que explicarlo por chat o por telefono, mejora las relaciones entre compañeros de trabajo, aumenta la confianza a la hora de colaborar y reduce el numero de fallos al no trabajar sobre informacion incompleta (el resumen por chat que decia).
He trabajado codo con codo con compañeros que hacen un trabajo similar al mio y al mismo tiempo con gente que esta en una sede remota y la relacion que tenia con unos y otros era muy distinta (y claramente a favor de los mas cercanos).
Desviandonos un poco del tema, ¿recuerdas haber leido acerca de casos de gente que se impacienta a causa de no recibir respuesta inmediata a los mensajes de Whatsapp o conocer alguno en persona? El hecho de ver a tu compañero ocupado disminuye la tension ante la falta de respuesta a un problema que requiere una solucion rapida. ¿Se habra ido a tomar un cafe? ¿Estará tan perdido como yo? ¿Debo ir a plantear mi problema a otra persona porque esta ocupado?
El teletrabajo puede tener muchas ventajas en ciertos aspectos y puestos, pero la colaboracion remota a la hora de realizar tareas «del dia a dia» falla. A la hora de un trabajo autonomo o individual en el que solo se comparten planificaciones o resultados es algo muy distinto.
Cada uno comenta el mercado según le ha ido. M
is últimos de años de trabajo han sido en empresas de servicios informáticos. Cuando inicias un nuevo proyecto, es una casualidad que te toque en lo que eres experto, pues cada día hay mas lenguajes de programación y mas entornos, que se parecen, pero no son iguales. Entre nosotros, es muy habitual y llamar a un colega para que te explicara algo que desconoces y nadie se siente humillado por preguntar, porque no es posible saber de todo y especialmente honrado por contestar, pues sabes perfectamente que tienes lagunas en muchas materias.
Hola,
Muy relacionado con lo que comenta Enrique es el lifestyle, o estilo de vida a tu gusto. Consiste en trabajar con una plataforma digital dónde ofreces tus servicios e infoproductos.
Muchos colaboramos entre nosotros y creamos una especie de red de «autónomos» por internet.
Y te aseguro que puedes conocer a mucha gente y puedes establecer relaciones genuinas muy interesantes.
En una organización estas relaciones pueden ser similares, creo.
Gracias por el artículo.
Cogiendo el hilo de lo que comenta Acerswap, y que creo que tiene bastante razón, en parte. pienso que falta ver una parte complementaria. La de juntarse personas de distintas empresas i perfiles a compartir espacios de trabajo. Ahí es donde se crea el entorno de trabajo de relaciones humanas más próximas.
Unido de forma virtual a las organizaciones en que participes, mientras que también perteneces a un grupo en un vínculo más local, en el que se generan, además, conexiones entre empresas, sinergias de conocimiento etc.
¿Cuando la empresa da el salto a que sus empleados trabajen en remoto? Para usar recursos centralizados de bajo coste, p.ej. Bangalore y Capa local sin ubicación física, commuter, usando puestos no asignados, procedimientos ajustados y workflow tools. Decirle a la madre superiora que os lleve de visita a Accenture.
En mi empresa se da por un lado una cultura de presencia física (mesas asignadas, pero sin apenas despachos) con una necesidad de trabajar con factorías de software en Latam y distintas provincias de España para reducir costes. Yo venía hasta 2010 de otra empresa de una cultura presencial, y en esta tuve que adoptar este modelo y hacerlo adaptar a mis equipos, con dudas sobre si funcionaría. Resultó que el primer programador remoto que tuvimos (en Argentina) fue muy bueno, y otros posteriores en España también, así que las reticencias desaparecieron rápidamente. Usando correo, teléfono, Communicator (Lync), y herramientas accesibles por Internet se puede conseguir. A día de hoy algunos integrantes de mis equipos teletrabajan todos los días (salvo una reunión semanal presencial para vernos las caras físicamente…), y otros por las tardes, según sus necesidades familiares. Doy flexibilidad completa a mis equipos, a condición de que sean responsables y saquen el trabajo. Y yo mismo trabajo desde casa cuando me apetece (que no es siempre), aunque mi caso es especial porque vivo al lado de mi oficina y puedo acudir en 5 minutos en caso de urgencia. Creo que todo depende fundamentalmente de las personas, con algo de ayuda de la tecnología que ya está disponible hoy en día.
os acordáis de los tiempos cuando los trabajadores no podían extraer los DISCOS DUROS de la empresa? :-D
A nosotros nos encanta el teletrabajo, la colaboración por proyectos a distancia, la documentación compartida en la nube, los programas de gestión de proyectos y tiempos.
Y aunque todavía hay empresas que les extraña que esto pueda funcionar, y «no se fían» de que hayas hecho tus horas prometidas, incluso cuando el trabajo está hecho, y bien…., sabemos que estos también llegarán a entender que el mundo evoluciona y que esto es el futuro. :-)