Marimar Jiménez, de Cinco Días, citó mi artículo sobre las presiones competitivas que habían llevado a Samsung a lanzar un modelo que torturaba en exceso las especificaciones de la batería, en el suyo titulado «Samsung se la juega esta navidad al parar de nuevo la fabricación del Note 7» (pdf), y al día siguiente me pidió una columna de opinión sobre el tema en la que volví a incidir en la imagen de la olla a presión, de lo difícil que resulta competir con una compañía que lleva a cabo una gestión de las especificaciones tan bien optimizada como la que desarrolla Apple. La titulé «Samsung y su olla a presión» (pdf).
La decisión de Samsung de retirar definitivamente su buque insignia en el mercado de smartphones de alta gama es sin duda compleja y dolorosa. En realidad, las presiones del regulador y de las empresas de telecomunicaciones no le dejaban otra opción. Los terminales que sufren problemas son un porcentaje minúsculo, no llegó a aparecer en los durísimos tests de estrés que se llevan a cabo en fábrica, pero son obviamente suficientes para que el riesgo exista y tenga que ser eliminado. Y efectivamente, el riesgo existe: tanto, que la propia marca tiene que enviar embalajes ignífugos para proceder a las devoluciones, que tienen que enviarse mediante correo terrestre, nunca aéreo. Simplemente brutal.
Cuando tus clientes reciben advertencias en los aviones que tratan a tu producto como si fuera una auténtica bomba, cuando aparece incluso un mod del GTA 5 en el que el smartphone de Samsung se utiliza como explosivo, cuando las unidades que envías como reemplazo tampoco están exentas de problemas, cuando te explotan hasta las lavadoras y cuando se genera ya una auténtica campaña que atenta gravemente contra tu reputación, lo único que puedes hacer es plegar velas, indemnizar todo lo indemnizable, evitar cualquier posibilidad de problemas posteriores – llegando incluso a la desconexión remota de los terminales que no hayan sido devueltos – y enfocarte en tu próximo producto, que muy posiblemente responda a una nueva nomenclatura y ni siquiera lleve nombres como Galaxy o Note. Financieramente, la bofetada es espectacular: nada que el gigante coreano no pueda superar, pero sin duda, un castigo durísimo.
Samsung es una compañía enorme, sólida, potente y diversificada. Es el orgullo nacional de un país que, hace ya algunos años, decidió apostar por la tecnología como base de su economía, y que lo hizo fantásticamente bien en ese sentido. Sus terminales son muy buenos, hasta el punto de que la propia Apple ha intentado detener su progresión mediante el uso de non-market strategies como el litigio en los juzgados.
El caso Galaxy Note 7 es, simplemente, una prueba de hasta qué punto el mercado de la electrónica de consumo no admite atajos de ningún tipo: la duración de la batería, la calidad de la pantalla, la velocidad del procesador, la resistencia del cristal o prácticamente cualquier otra especificación están torturadas hasta el límite. Presentar un modelo «revolucionario» en el que el rendimiento de alguno de estos parámetros se dispara diferencialmente solo puede responder o bien al uso de una nueva tecnología, o a un riesgo, a algo que, dada la variabilidad y la extensión de los casos de uso, solo puede acabar mal. Entre ser un competidor brillante y un competidor explosivo existe una distancia minima, y superarla puede producir un auténtico desastre… Q. E. D.
ACTUALIZACIÓN (20/10/2016): Luis Serrano, director del área de gestión de crisis en Llorente y Cuenca, me cita en su artículo titulado «Crisis de reputación en Samsung. El error de foco como agravante«.
¡El eterno problema de las baterías!. Aunque las baterías de litio hayan aplazado el problema, falta por descubrir baterías eléctricas realmente útiles. Nos hemos acostumbrado a tirar artículos al año de uso, porque las baterías de litio no aguantan, y/o nos conformamos con tener baterías de razonable calidad, pero de pesadísimo plomo, sin que ninguna sea la solución que hoy necesitamos, baterías con alta capacidad, ligeras y de carga rápida, que no se degraden con el uso.
Cuando los dispositivos «wireles» exigen una carga eléctrica un poquito potente, no sabemos como suministrarla, sea un teléfono,, un destornillador, una batidora o una automóvil, Cientos de aparatos «wireles» diferentes, que son, técnicamente factibles, podrían existir si existiera una fuente de alimentación razonablemente eficaz.
Cuando se descubra la bateria «ideal», el mundo va a cambiar de una forma increíble, dewsde los medios de transporte, a los suministros de energía y practicamete todas los electrodomésticos que tenemos. ¿Que sentido tiene una bombilla LED de 6 vatios unida a la pared por un hilo, si puede tener una duración de meses de uso normal, con solo tener en la base una batería de dos kilos?.
Enrique, la batería no se incendia por la presión del chasis. No hay ‘Tapa’ que la oprima en su lugar. El espacio del dispositivo se diseña con un sistema CAD (tan moderno como en los 90) y las medidas están perfectamente dimensionadas. En la practica, la presión que habría que ejercer para dañar una batería superá con mucho los miles de kilos, aplicados en una prensa hidráulica.
Es una explicación demasiado simplicísima para un problema complejo. Y que puede llevar a confusión o especular sobre la seguridad de la ‘actual’ tecnología digital.
Una muestra sencilla de por qué el tamaño de la batería no es la causa del problema, por poner un ejemplo, serían terminales tan asequibles y populares como el Xiaomi Redmi 3, que con dos centímetros menos de pantalla, dispone sin embargo de una batería que supera en casi un 20% la capacidad del Galaxy Note. En un espacio más reducido y sin aumentar el tamaño o dimensiones de la misma. La del Note 7 es de una capacidad bastante habitual y similar a la de los Galaxy S7.
Que la causa es la alta capacidad de la batería es, por descontado, un mito. Es una tecnología bastante probada y segura, a bastante distancia de la capacidad de tecnologías con mayor densidad energética de carga. Que ya las hay que doblan la capacidad de las actuales siendo aún más seguras.
Samsung, probablemente no ha ofrecido aún una explicación detallada del problema, por el riesgo de que se llegase a la conclusión de que existen problemas subyacentes al diseño de sus baterías y no sólo de la actual línea de producción. Tanto de las fabricadas por SDI como las de ATL.
Hay que recordar, que Samsung (SDI) también fabrica las baterías de dispositivos de otras marcas. Como los de Apple.
Como te comenté en otro post (primicia), con bastante probabilidad, la causa del fallo se debe al efecto conocido como electromigración, que se produce debido al desplazamiento del Ion de litio a través del electrolito de las baterías, formando lo que se denominan ‘dendritas’, que al final, acaban por perforar la membrana de separación entre el cátodo y el ánodo de la celda, produciendo el contacto de ambos y dando lugar a un bucle térmico – Thermal runaway – y la previsible combustión de los gases de esa reacción exotérmica.
Cómo parece muy críptico, dejo un vídeo ilustrativo y algún enlace, que me llaman para ir a merendar.
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Understanding batteries – YouTube
No More Fires? MRI Scans of Batteries
Prevent Fires in Next-Generation Lithium Batteries
Engineers find new possibilities for Li-ion batteries
Buenas.
Leo en NYT sobre que no está confirmado que el problema sea la batería, es más, dicen que siguen sin tener claro cuál es el problema de fondo. Y esto lleva a tener que sacar todos los Note del mercado porque no pueden volver a entregar «soluciones a medias».
Seguramente en algún momento vamos a tener claro toda la historia detrás de este fallo épico.
Aquí les dejo el link:
http://www.nytimes.com/2016/10/12/business/international/samsung-galaxy-note7-terminated.html?_r=1
Saludos.
Muy interesantes los análisis, desde distintos puntos de vista, que se están haciendo sobre el triste e inmerecido «bombgate» que está sufriendo la compañía surcoreana.
Se han apuntado las demandas y mejoras que necesitamos sobre las baterías actuales y futuras, que con este accidente de fabricación del note 7, se añaden a las habituales de falta de autonomía en smartphones, las de seguridad y confiabilidad no alcazadas…
No con menos acierto, se ha expuesto el tema desde el punto de vista empresarial y competitivo, que a buen seguro genera una carrera de estrés competitivo y de velocidad comercial, que no siempre termina bien…
También se han apuntado factores de física eléctrica avanzada, que parece mentira que una compañía de alcance global, no hayan puesto un ejército de avezados ingenieros a trabajar sobre el caso, ni aun después de la devolución-sustitución..y toma sorpresa: ¡¡ les ha vuelto a pasar !!! ¡Y después de tomar medidas !!!!
¿¿ Pero en Samsung alguien sabe lo que les pasa a «SUS» baterías ( de ellos ) ?? O lo tenemos que explicar nosotros ?? Si otra vez el mismo problema…pues eso es síntoma que ni lo saben..( mi crítica constructiva hacia Samsung, pues quiero que se recuperen ;-)
Ningún pequeño, pyme, o gigante empresarial que lance sus productos al mundo con la simple intención de aportar nueva tecnología y crecer su negocio, no merece que le pase esto. Lo que pasa es que con esos terminales han han fallado muchos aspectos, más de los que parecen en un principio…
Por mi parte añadir que si estás en hardware, que se ha de conectar a la red a cargar, que se ha de encender, y que se ha de mojar y/o mil cosas…por ser totalmente portátil..hay que poner más cuidado de lo que montas, y cómo lo montas..caramba!!!! Espero que lo remonten todo esto en el 2017 y que vuelvan a ser portada por buenas cosas..como nos tenían acostumbrados.
Pues yo creo que hasta aquí llegó Samsung. Si los gobiernos son serios deberían sacar todos sus productos de circulación, que tal que exploten ahora los TVs!
Merecido escarmiento para una empresa que solo se dedica a copiar y es cero innovación
Pues yo tengo una teoría-hipótesis sobre este «accidente», que igual estoy equivocado-confundido, pero me gustaría compartirla en internet, puesto que no está todo dicho sobre estas recalento-incendio-deflagraciones..y no sé si alguna portavocía de Samsung, o aunque sea un escrito colgado en web, nos llegarán a explicar lo que DE VERDAD les ha pasado a sus móviles (en las lavadoras ya ni entro, que no he visto ninguna Samsung funcionando ni estoy informado sobre ellas :-)
Mi teoría, para smartphones, es que no nos da 15 porque sí. Nos da 15 porque teníamos 4+10+1, o se juntaron 13+2, o incluso nos tropezamos con un surtido 5+4+1+3+2=15. La ecuación para lo de Samsung se podría quedar así:
Note 7 + 90 cm3 + 3500 mAh + POLÍMEROS de Litio = ¡¡Bombgate!!!
Los accidentes a veces no ocurren por un solo factor, sino por una conjunción de factores:
– Si en la ecuación anterior, eliminamos el Note 7 y lo sustituimos por un simple S7 , que también se montan con Exynos y Snapdragons..y ya no ocurre…Curioso…no parece que sea culpa de la gestión de energía que hacen los microprocesadores..
– Si en vez de tener que montar todo en apenas 90 cm3, lo montamos en chasis de 340 cm3, como en un Tablet Galaxy Tab 4, ya no le sube «recalentón»..y eso que son equipos de 6800 mAh !!!!!! Pasando ampliamente a los discretos 3.500 que le exigimos al Note7…D a que pensar. ¿Será que tienen más volumen para evacuar el calor ??
– Si en vez de montar 3500 mAh hacemos un rediseño, de los valores de toda la placa principal, y de la gestión que hace el S.O.del consumo..y nos sale a montar por debajo de los 3.000 mAh, entonces ningún problema: ni los iPhone 7 pasan de 2.900 ni el 7Plus… ni los smartphones de Samsung que montan x debajo de los 3mil… ninguno tiene problemas…Vaya…vaya….
– Y por último , si en vez de montar la batería de POLIMEROS (Li-PO), la montamos de Litio-elemento (Li-Ion)… entonces tampoco explotan!!! Los iPhone que están comercializándose ahora montan todos Litio básico… y son felices sin deflagraciones. Así como los primos-hermanos del Note 7, que montan todos el Litio sin adicionar los GELES, muy inflamables, que se inyectan para obtener el Polímero, los S7 , los S7 Edge, tanto gestionados x Exynos o Snapdragon… viven todos felices y sin calentones ;-)
CONSEJO: si vas a montar Polímero, y además «muy apretadito» de espacio..hazlo con un GEL de calidad..porque sí te permiten un compactado mayor de la batt. y unas formas más flexibles…¡¡¡pero esos malditos GELES no evacuan el calor..y se lo quedan todos los ºC en bucle y subiendo!!!!! Monta entonces geles de calidad… y que le peguen 1 miradita a eso tus Ingenieros Químicos… por favor!!
En resumen: que si uno solo de los factores de la ecuación no hubiera estado ahí… pues entonces quizá… Pero como incurrieron todos los factores críticos en el mismo dispositivo… pues mira cómo acabó la fiesta.
Lo que está en tela de juicio, se refiere a un grandísimo fallo del proceso de calidad de Samsung, sucede cada día tanto en software como en hardware, unas veces es imperceptible para el usuario final, el cual realiza actualizaciones mágicas de software, nada mas adquirir el producto.
Las velocidades de los mercados y los time to market anuales de producto de estas compañías, llevan lamentablemente a este tipo de situaciones, es más quizá ocurre menos de lo que debería ocurrir, o nos enteramos menos.
En software, aplicaciones que usamos todos los días incluso ocurren mayores atropellos, pero no explotan. Quizá el coreano que ahora está recubriendo el modelo con material ignífugo, en su día detectó en algún punto del proceso de calidad, detectó que la batería alcanzaba temperaturas muy altas, incluso con alguno hizo palomitas en el testing.
Lo puso encima de la mesa el problema y otro tomó la decisión de ir al mercado, porque retirar la partida le incurría un problema.
Es un retrato de cómo se está produciendo a escala global, que asuma su responsabilidad, es totalmente inaceptable comprar un dispositivo de 700 € y que explote. Que asuman sus responsabilidades.
Con toda probabilidad el que levantó la mano en el testing, y no tomó la decisión esté en el punto de mira.
Samsung siempre ha sacado productos de muy dudosa calidad, no solo móviles.
En el tema de las baterías es algo inaudito. Que un componente que se degrada y se estropea a los pocos años no sea extraible es absurdo. En poco tiempo los usuarios pierden la capacidad inicial de sus baterías y andan enganchados a los cargadores como auténticos yonkies, padeciendo el síndrome de la batería baja.
Hace no mucho tiempo todas las baterías eran extaibles, y eso era bueno para los usuarios. Pero un día Apple pensó que eso no estaba bien y quitó esa funcionalidad. El resto de fabricantes como borregos siguieron la política de Apple y «soldaron» sus baterías a los móviles haciéndolas irremplazables por parte de los usuarios.
Tener baterías irremplazables es un claro perjuicio para los usuarios, que están obligados a cambiar de movil más frecuentemente y gastarse más dinero. Ahora llámalo justica divina o sentido común. Esta política que también se ha vuelto también en contra del fabricante.
Si las baterías volviesen a ser extraíbles Samsung habría solventado esta crisis de forma rápida y a un coste muy bajo. Con baterías extaíbles los móviles durarían más y los usuarios podrían renovar las baterías de sus móviles, evitando que los tiren prematuramente a la basura. La ecología y la salud del planeta también saldrían ganando.
Imaginaros que Apple saca un coche eléctrico. Y que lo hace de tal modo que cuando la batería se degrada hay que llevar el coche al chatarrero.
¿Estamos tontos?
Cuando saltó la noticia de los ‘problemillas’ de las baterías lo primero que me vino a la cabeza fue precisamente que el problema podría haberse solucionado con unos costes en tiempo, económicos y de imagen mucho menores si se pudiese extraer la batería. Y, curiosamente, ha sido Ana la primera mención a esa solución que he visto desde hace semanas. Tras sesudos análisis de profesionales y profanos en medios y foros nunca lo había visto mencionado. La puñetera manía de las baterías integradas de Samsung (y otros) en los últimos tiempos nos ha traído hasta este punto. No soy ingeniero, y tal vez me equivoque, pero no veo motivos técnicos para justificar que las baterías no se puedan extraer, salvo evitar las incidencias de uso de baterías de competencia de mala calidad que puedan hincharse o estallar y generar gastos de reparación en período de garantía. Eso y copiar a Apple, por supuesto. Y lo del grosor tampoco tiene mucho sentido, porque con su batería extraible, es como mucho 1 mm más grueso que otros topes de gama.
Yo me planté en el Note 4, con su batería extraible, que ahora me dura menos y ya tiene fecha de jubilación para la semana que viene, cuando llegue la nueva que he comprado. Para mi el Note 4 fue el último gran teléfono de Samsung. Desde entonces los S6, S7, Note 5 y Note 7 ni me han llamado la atención. Cuando me entra por el ojo un móvil, lo primero que veo, antes de procesador, memoria, etc… es si tiene batería extraible y SD (lo que, muy a pesar descarta los de Google y Samsungs). Si no es el caso, ya ni sigo leyendo. Si a raiz de este ‘problemilla’ Samsung hace examen de conciencia y se replantea ciertas cuestiones de sus futuros móviles, eso que ganaríamos todos.
Esta semana he estado viajando por EEUU, en cada avión en el momento de explicar los procedimientos de seguridad, se pedía que si se tenia un Samsung G7 que no se subiera al avión por peligro de explosión… Pero publicidad imposible…
Para mí los más grave es el pésimo trato que está dando a sus clientes, y hablo en primera persona… hice la precompra del Note7 en la tienda online de Samsung. Cuando la noticia salió en los medios, me puse en contacto con ellos y no recibí respuesta alguna. Más tarde acepté el Note7 de sustitución confiando de nuevo en la marca a pesar de no haber recibido ninguna información adicional ni respuesta a mi correo (siendo cliente registrado en su web, les dije que no les costaba nada informar mediante email de cualquier información relativa al Note7 y sus problemas).
Con las nuevas explosiones la cosa ha ido a peor, y sigo hablando de (mal)trato al cliente: el 10/10/2016 nos enteramos por TV que Samsung para la producción del Note7. Mandé otro email del que no tengo respuesta. Llamé al 900…de soporte y aposté por el cambio a un S7 Este. Llamé el 14/10 y de nuevo el 18/10… sorpresa!: las normas han cambiado (pese a que su comunicado oficial dice otra cosa): no hacen más cambios, sólo el reembolso del dinero…, pero es EL CLIENTE el que se tiene que poner en contacto con la tienda online llamando a un 902!!!!!, en el que después de escuchar una grabación se corta!! Es más que escandalosa la humillación recibida por esta compañía y el desprecio hacia sus clientes (también proporcionan el email de contacto de la tienda online, pero ya habréis adivinado que tampoco responden).
Así que ahora los clientes nos encontramos en un limbo, en el que Samsung dice una cosa en su web, por teléfono dicen otra, la tienda online aparece por en medio, el terminal apagado y el dinero del mismo en el bolsillo de Samsung desde el 20 de agosto aproximadamente…
Lamentable…
En Gizmodo ya han hecho eco: http://es.gizmodo.com/continua-el-desastre-samsung-ha-dejado-de-intercambiar-1788061782?rev=1477060341094