La reacción de los bancos ante la pujanza de las aplicaciones de pago móvil parece estar siguiendo un patrón de consolidación: tanto en los Estados Unidos como en España, sendas agrupaciones de bancos se han lanzado a la tarea de desarrollar y lanzar plataformas comunes, Zelle y Bizum, respectivamente, con la que intentar hacer frente al incremento de popularidad de otras opciones.
En el entorno de los pagos entre particulares, aplicaciones como Venmo (propiedad de PayPal), Snapcash (propiedad de Snapchat) o Square Cash en los Estados Unidos, o como Twyp (propiedad de ING) en España están aumentando rápidamente su popularidad. Si bien la mayoría de estas opciones comenzaron su actividad en el ámbito de los pagos entre particulares, muchas de ellas se han extendido ya para permitir opciones como el pago móvil en establecimientos comerciales o incluso el cashback, la obtención de dinero en metálico en comercios, una opción muy popular desde hace muchos años en los Estados Unidos, pero hasta el momento prácticamente inexistente en España. Lógicamente, en ese ámbito se encuentran con otras opciones con popularidad igualmente creciente, tales como Google Wallet + Android Pay, Apple Pay o Samsung Pay.
En los Estados Unidos, unos veinte bancos comenzarán a principios del próximo año a utilizar Zelle, una plataforma que tiene su origen en la asociación, hace cinco años, de tres bancos importantes, JPMorgan Chase, Bank of America y Wells Fargo. Tras largas negociaciones, la primera plataforma, conocida como clearXchange, que tras ser adquirida por Early Warning, ha terminado por evolucionar hasta la actual Zelle, que tan solo el pasado mes de septiembre ha obtenido el beneplácito de competidores como Citigroup. En España, veinticuatro bancos han logrado ponerse de acuerdo para lanzar Bizum, una plataforma con marca común pero que funciona como plataforma, de manera que cada banco podrá poner en ella los servicios que comercialmente estime oportunos. Y estos servicios tienen una interesante ventaja: contrariamente a lo que hacen la gran mayoría de los modelos lanzados por compañías tecnológicas o por startups fintech, los sistemas lanzados por bancos traspasan dinero desde una cuenta bancaria a otra cuenta bancaria, eliminando la necesidad de recurrir a las compañías emisoras de tarjetas de crédito – y eliminando también sus comisiones, lo que libera algunos puntos porcentuales de margen para competir.
Si obviamos los elementos estilísticos y el idioma, las similitudes entre Zelle y Bizum resultan como mínimo sorprendentes…
La forma de competir, mediante la consolidación de intereses de una plataforma de bancos diferentes, plantea sin embargo un nivel elevado de escepticismo. Por lo general, este tipo de asociaciones suelen tener una gestión muy compleja y una notable lentitud de ejecución con respecto a soluciones gestionadas por una sola compañía que no necesita alcanzar ningún tipo de consenso complejo entre competidores. En el tiempo que los bancos norteamericanos se tomaron para llegar a lanzar Zelle, Venmo creció hasta llegar a mover $7,500 millones en transacciones en 2015 y $3,200 millones tan solo en el primer trimestre de 2016. En España, el lanzamiento de Bizum está aún en sus inicios, pero por el momento, no parece que esté despertando un interés demasiado significativo, posiblemente a la espera de que los distintos bancos comiencen a darle visibilidad.
¿Pueden los conglomerados formados por diferentes bancos conformar alternativas que planten cara a servicios planteados por compañías aparentemente más ágiles y con procesos de toma de decisiones más rápidos? ¿Funcionará el modelo de plataforma común con servicios desarrollados y ofrecidos de manera independiente que plantean los bancos, o terminará por desencadenar un caos difícil de gestionar y que llevará a situaciones de frustración al cliente? ¿Qué ocurre cuando un solo banco te plantea que uses Bizum, pero al tiempo apoya la implantación de otras alternativas como Apple Pay o Samsung Pay, o incluso tenía ya su propia alternativa desarrollada individualmente? ¿Deben los bancos apostar por ofrecer todas las opciones disponibles, por convertirse en «el anillo para reunirlos a todos», como hoy mismo acaba de plantear MasterCard? ¿Qué lleva a los bancos, en países como Australia, a protestar contra los modos «intransigentes, cerrados y obsesivamente controladores» de Apple, frente a la apertura a la negociación de compañías como Google o Samsung en el mismo ámbito? ¿Cómo plantearnos el futuro de los bancos si les cuesta defender uno de los segmentos más sencillos y atractivos, el de los pagos, ante la pujanza de empresas del ámbito tecnológico?
Los casos de los Estados Unidos y España, con patentes similitudes en su planteamiento, ofrecen la posibilidad de analizarlo en dos mercados con un estado de desarrollo muy diferente: uno relativamente maduro y con alternativas ya razonablemente implantadas, y otro completamente incipiente y aún con escasa implantación y pocas opciones disponibles. Decididamente, nos queda mucho por ver…
This article is also available in English in my Medium page, “Are the banks about to lose their hold on their payments business?»
La simplificación funcional casi siempre termina venciendo.
Hay de proyectos, como Verse, que están teniendo un apoyo alucinante.
Si quiero intercambiar dinero quiero intercambiar dinero, nada más.
Supongo que algo tiene que ver esto con POP, un servicio que veo anunciado en la parada del autobús, que parece que vale para sacar dinero sin ir al cajero. A la vez que pagas con la tarjeta en una tienda, le dices al cajero » poga 500 €» y te lo da sin mas y sin cobrarte comisiones con cargo a tu cuenta.
La idea me parece genial, a ti te dan dinero so in ir al cajero, con lo cual el banco se ahorra aparatos y lineas y el servicio de recargarlos, La tienda te da un servicio gratuito, pero te atrae cono cliente, compras algo a la vez que te da el servicio, y reduce el riesgo de atracos, tiene menos dinero en metálico, o perdidas de dinero, porque tu te llevas parte de la recaudación, y todos contentos.
No me parece mala solución aunque no es un medio de eliminar el dinero en metálico, sino todo lo contrario.
Quien no entiendo que no saque algun tipo de monedero en metálico es el Banco de España. que podian estar basado en el chip del DNI, debía ser el primer interesado en que no haya pagos en metálico y que así afloren los pagos en negro.
A la tienda lo que mejor le iría es poner que solo se pudiera pagar con tarjeta o con móvil , para así evitar tener que gestionar dinero en metálico con todos los problemas que acarrea.
Muy interesante para mi. Hace tres años como un proyecto de la Universität Mannheim propusimos idea similar al Deutsche Bank en Frankfurt enfocada al pago entre particulares. En ella intentamos enfatizar que si no la implementaban ellos alguien más lo haría, dado que era un movimiento obvio.
En el caso del Deutsche Bank, se que en la época se enfrentaba a una elevada multa por el escándalo del euribor que frenaba la inversión. Sin embargo tengo claro que la idea, como una evolución natural, tenia que estar ya en el sector.
Actualmente en mi circulo alguna gente usa Twyp, aún que yo no ya que cuando la use tenia grades deficiencias respecto a los números en formato internacional (+). En cuanto a mi uso Revolut. Ellos te dan una tarjeta de crédito recargable, física o no, y te permite pagar y transferir dinero fácilmente y con unos tipos de cambio muy buenos.
Llevo ya algunos meses, desde que cambié de móvil, pagando con él en tiendas físicas y locales de hostelería, y la verdad es que es muy cómodo. Te ahorras el tener que andar sacando y metiendo la tarjeta de la cartera. Solo tengo que meter el pin (en el TPV) cuando el importe es de más de 20 euros, y es más seguro que una tarjeta contactless, porque la pantalla del móvil tiene que estar desbloqueada para que el pago funcione. Desbloquear la pantalla no supone un engorro porque uso huella dactilar.
Podría ser aún más cómodo si no tuviese que meter el pin para pagos de más de 20, sino que bastase con usar de nuevo la huella dactilar. Ya accedo a la app del banco mediante huella, en lugar de tener que meter la contraseña como antes (más cómodo y seguro), pero la app de pagos móviles (que también es del banco, pero es otra) todavía no soporta la huella. Todo se andará, supongo.
Ahora bien, la ventaja de la comodidad es tan solo el aperitivo de lo que está por venir. La gran ventaja del pago móvil es que, a diferencia de las tarjetas, en un mismo aparato puedes tener múltiples sistemas de pago, lo cual traerá una competencia muy intensa y toda clase de innovaciones. Esta revolución todavía está pendiente.
Yo también llevo usando el móvil para pagar desde hace unos meses. Temas:
1.- depende del móvil que uses, te puede pasar que el SO solo te permita tener un sistema de pago por defecto «por cuestiones de seguridad»
2.- aún hay gente que cuando sacas el móvil para pagar se cree que «le vas a robar el alma» y te dice que su TPV no está preparado para el pago por móviles o que su banco le carga más comisiones (será verdad lo de las comisiones?)
3.- en autopistas, ave, líneas aéreas, parquimetros, … aún no se implanta
4.- esto es relativo a todos los pagos no en metálico, aun tienes cantidades mínimas. En Londres puedes pagar con tu tarjeta el autobús o un plátano y aquí te miran cómo si fueras un fríquis loco…
Lo de las comisiones no creo que sea cierto, para el TPV pagar con móvil es exactamente lo mismo que pagar con tarjeta contactless.
A parquímetros y demás añádele las máquinas expendedoras, que con ellas todavía hay que andar con las putas moneditas.
Comparando usabilidades, una diferencia que le veo es que cuando sacas la tarjeta el vendedor o cajera ya sabe que vas a pagar con ella, existe esa señal visual implícita, mientras que con el móvil tienes que decir que pagarás con él, el sacar el móvil del bolsillo no actúa como señal para el vendedor.
Como no se den prisa en desembarcar aquí, Android Pay y Apple Pay se van a quedar para vestir santos en España. Ya todos los principales bancos españoles tienen sus apps para pago por móvil, y Bizum podría ser fácilmente extendido para incluir los pagos en tienda, mediante su propia tarjeta virtual transparente al usuario, con lo cual los bancos españoles ni siquiera necesitarían a Visa y Mastercard.
Intrresante articulo Enrique, estamos en momentos de transformación
Yo añadiría una variabla más a la ecuación; ApplePay,SamsunpPay, etc al final están utilizando una tarjeta (o token según el caso) por debajo, con todas sus infraestructuras y modelo de negocio añadiendo players adicionales (p.e. Apple).
Pero bajo mi punto de vista la tendencia mucho más rupturista e interesante es Bizum, porque trabaja directamente de cuenta a cuenta. No necesitas ninguna tarjeta, ni Visa ni Master. No tienes que seguir las normativas de estas empresas multinacionales ni pagar sus elevados fees (de echo Bizum lo está tutelado el Banco de España).
Por fin puedes hacer transferencias instantáneas de un banco a otro (y actualmente gratis). Desde un móvil enviar a un amigo dinero con sólo saber su teléfono, y en breve pagar a cualquier comercio, físico o virtual. Todo instantáneo y con un 90% de los bancos adheridos.
Bizum se va a comer gran parte del mundo de las transferencias porque tener que esperar días para saber si ha llegado el dinero es un arcaismo en estos tiempos.
Esto funciona parcialmente y muy bien desde hace años en UK como Faster Payments.
Como dices dependerá del impulso que realmente le den los bancos pero debería tener la altura de miras para saber que les interesa construir una plataforma común estandar y eficiente sobre la que desarrollar sus servicios de valor añadido que les permitirán diferenciarse.
Porque que cada uno se hagan su solución aislada (caso ING)….es golpe de efecto de marketing para hoy pero no podrán sobrevivir mucho tiempo aislados.
Pedazo de invento, pagar con un móvil…, que puedas obtener efectivo con un móvil, que no te cobren comisión por usar el móvil con una app en el móvil que hace de tarjeta de débito, que de ventajas,… el paraiso en la Tierra, por usar el móvil.
Stop. ¿Que no cobran comisión? ¿?
Y entonces el lobo feroz se comió a la abuelita de Caperucita.
A mí mi banco no me cobra cuota de mantenimiento ni comisiones por la cuenta corriente, ni me acuerdo ya desde hace cuántos años.
Teniendo en cuenta que el coste de una transacción electrónica es virtualmente cero, y cayendo, el «cero comisiones» es el presente y el futuro, por más que tu banco haya conseguido convencerte de lo contrario.
El mio tampoco.
Y todavía esta a punto de llegar la tecnología blockchain, que es la utilizada por las monedas virtuales, entre otras el bitcoin. Donde ya aparecern cajeros automáticos para canjear estos por euros. Y donde transferir las monedas digitales de un lado a otro del planeta no lleva prácticamente comisión. Veremos si caen estás torres de la economía mundial.
A primera vista todo son ventajas pero por mucho que lo revistan con una seguridad fuerte ningún sistema bancario es 100% seguro. Miedo me da el día en el que unos crackers (sí, así es como se denomina a los hackers criminales) penetren y desplumen a todo el mundo, provocarían un desorden como nunca ha habido.
Algo así como lo que trata la primera temporada de Mr. Robot, si no has visto esta serie, échale un vistazo.
De todas formas, ya en la realidad, las transacciones son cada vez más seguras, gracias precisamente a los ataques recibidos por infinidad de bancos.
Algo en lo que han bajado la guardia, es en las tarjetas contactless, uf re-uffffff.
Todo el mundo me está diciendo: «Mr Robot mola», «Mr Robot es como Twilight Zone pero en moderno», «¿aún no la has visto?»
Ya la veré cuando lleguen las vacaciones, tiene pinta de estar bien.