En su momento hablamos de la incorporación de cámaras, las llamadas body-cams o body-worn cameras, como ejemplo de caso interesante de dimensionamiento tecnológico en el que se especulaba con que los importantes costes de implantación, tanto por los dispositivos como por el espacio de almacenamiento en la nube necesario para su operación continua, podían llegar a ser compensados por la reducción de los costes legales necesarios para hacer frente a las reclamaciones de los ciudadanos por la actuación policial.
Ahora, un estudio de la Universidad de Cambridge demuestra que el uso de este tipo de cámaras tiene precisamente ese efecto: la práctica desaparición de las demandas contra la policía. Las cámaras introducen un elemento de control que funciona en dos sentidos: por un lado, protege al ciudadano de posibles excesos en la actuación policial al hacer que los agentes se sientan de alguna manera bajo observación permanente. Por otro, protege a los agentes de reclamaciones de los ciudadanos carentes de base, al constituir un registro completamente transparente de los hechos que, en muchos casos, puede resultar una prueba concluyente de las responsabilidades implicadas en una actuación policial determinada.
El éxito de este tipo de dispositivos prueba que aunque en democracia el Estado ostente el monopolio de la violencia y la utilice con el fin de controlar el orden público, la introducción de medidas que permitan establecer controles transparentes a la actuación policial puede llegar a resultar sumamente recomendable. El uso de body-cams en la policía comenzó en Dinamarca en el año 2005, aunque la primera prueba que generó un nivel de atención importante tuvo lugar en el Reino Unido. A partir de ahí, han sido incorporadas por las policías de países como los Estados Unidos, Canadá, Alemania, Australia y Holanda: existe una cierta discusión sobre si el nivel de transparencia y control que introducen está más pensado para proteger a los ciudadanos o a la policía, pero en general, las asociaciones de derechos civiles las reconocen como un efecto sumamente positivo y una victoria para todos, al proporcionar un punto de vista más que, en muchas ocasiones, puede contrastarse con otras evidencias de vídeo tomadas por los ciudadanos, en una época en la que prácticamente todos llevamos una cámara en el bolsillo.
En la mayoría de los países civilizados, grabar una actuación policial es perfectamente legal, y además, como vemos, se trata de poner más luz sobre las mismas haciendo que los propios policías lleven cámaras pegadas a su cuerpo. La tendencia contrasta duramente con la realidad española, en donde una polémica Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana aprobada por el gobierno del Partido Popular en 2015, conocida popular e internacionalmente como «ley mordaza» y denunciada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos prohibe no solamente grabar a la policía incluso a los periodistas, sino que otorga absoluta credibilidad al relato policial ignorando que la labor de protección de la seguridad debe considerarse siempre como un balance.
En su momento, un editorial del New York Times afirmó que «esta ley trae recuerdos de los peores días del régimen de Franco y no procede en una nación democrática», e instó a la Comisión Europea a apresurarse a condenar la nueva ley, citando al relator de las Naciones Unidas, que también instó a los legisladores españoles a proceder a su derogación. En un artículo posterior, el New York Times reflejó las opiniones al respecto tanto de Amnesty International como de Human Rights Watch, que consideran que la ley supone una «amenaza directa a los derechos de reunión pacífica y la libertad de expresión en España».
Por supuesto, dado el carácter de la ley, no existe ningún tipo de mención al uso de cámaras por parte de las propias fuerzas policiales, ignorando completamente una tendencia que se está imponiendo en muchas democracias consolidadas y que ahora, con estudios como el comentado anteriormente, prueban claramente su utilidad. Mientras en algunos países no solo es legal grabar a la policía, sino que la propia policía se graba a sí misma mediante body-cams, en España no solo carecen de este tipo de dispositivos, sino que además, ocultan en muchas ocasiones sus números de identificación, es delito grabarlos, y su testimonio sobre su actuación no admite discusión alguna, convirtiéndolos automáticamente en juez y parte. Un policía es un profesional sujeto a un adiestramiento, pero su actuación no está exenta de errores ni de tentaciones que existen en todo ser humano, y todos, policías y ciudadanos, podemos beneficiarnos de la existencia de mayores niveles de control. Ante una actitud como la del gobierno español, la cuestión ya no es que pueda existir tecnología adecuada y probada para evitar abusos, sino que exista la más mínima voluntad de hacerlo. Una simple cuestión de querer ir en contra de las tendencias y de los tiempos. O de falta de calidad democrática.
ACTUALIZACIÓN (18/10/2016): la policía británica comienza el mayor despliegue de body-cams en el mundo, con 22,000 dispositivos en policías de todos los barrios de Londres. Fabricados por Axon, tienen la característica de estar grabando todo el tiempo, aunque las grabaciones se desechan cada treinta segundos a no ser que el policía decida conservarlas al iniciar una grabación. Eso permite que si el agente comienza a grabar, la grabación se inicie realmente treinta segundos antes, algo considerado muy importante a la hora de documentar actuaciones policiales.
This article is also available in English in my Medium page, “The police, body cameras and gag laws«
Parece que está claro que el problema no es técnico, sino político.
Como corolario de lo aquí expuesto, los ciudadanos españoles (no sé si será igual en otros países) nos sentimos continuamente observados por nuestras autoridades de tráfico que no reparan en gastos a la hora de montar cámaras en pórticos, semáforos o helicópteros a ver por donde pueden pillarnos. Nunca por recaudación. Siempre por nuestra seguridad ¿Alguien lo duda?
Pero la ley hay que cumplirla y esas cámaras están para registrar infracciones. Para otras cosas no habrá dinero; pero en principio nada que objetar.
En el otro extremo, y esto toca el tema de este artículo, la policía dispone un privilegio cuasi medieval denominado «presunción de veracidad» que, como casi todo el mundo conoce viene a decir que la palabra de un policía vale más de que la de cualquier ciudadano.
Eso estaba bien porque hasta ahora no había otro medio de prueba pero estamos en 2016 y dotar a nuestras FyCSE de «body-cams» sería fácil y no demasiado costoso. Pero no hay voluntad.
Y no la hay porque esas cámaras, como bien expresa el artículo, también sirven para evitar errores policiales y subjetividades.
Porque resulta que muchas veces los agentes de tráfico (casi siempre ATGC pero también ayuntamientos) denuncian infracciones que sólo ellos han visto. No quiero decir que mientan, digamos que se equivocan; normalmente en contra del ciudadano.
Eso se traduce en dinero, en unas cantidades que no puedo cuantificar pero imagino que no serán pequeñas.
Nos quedaría la defensa de llevar todos «dash-cam» en el coche para poder contradecir la palabra de estos agentes llegado el caso pero, volvemos al punto de partida, ¿no entrará esto en colisión con la ley «mordaza» o incluso con la LOPD?
Si esto es aplicable al tráfico como no lo será en el ejercicio de libertades civiles como la manifestación o la huelga, sin ir más lejos.
Que cada cual saque sus propias conclusiones.
La verdad es que hay cosas, actitudes y leyes que ‘no se entienden’, y una de ellas es el motivo por el que todavía los agentes de policía no incorporan a su uniforme una cámara (o dos…: otra por la espalda) o por qué está prohibido a los ciudadanos grabar sus actuaciones (si se trata de proteger su identidad en situaciones delicadas se podría conseguir con diversos medios: pasamontañas, cascos adecuados, máscara, etc).
Pero lo que no se entiende NADA, NADA, NADA es que puedan ocultar impunemente su número de identificación, que debería ser BIEN VISIBLE, y no solo en una plaquita minúscula, sino de tamaño bien grande en el propio uniforme (y por delante y por detrás, igual que la cámara….).
A mi modo de ver, de la misma forma que la declaración de un policía goza de presunción de veracidad (iuris tantum, salvo prueba en contrario), la actuación de un agente de policía que de una u otra forma oculte su número de identificación debería ser considerada sospechosa, presuntamente culposa e ilegal (y, por tanto, recaer sobre él la carga de la prueba de que su actuación fue legal y correcta).
‘Luz y taquígrafos’….!
Definitivamente situaciones como estás en el caso de la Ley Mordaza son las que han hecho de Venezuela uno de los países más inseguros del planeta además de el incremento constante de pobreza y represión brutal en el mundo…. En general un país con dictadura disfrazada. Los gobiernos sin escuchar la vos de los ciudadanos… mientras está situación se repita en otros países será más inseguro y violento el mundo y no sabrán hasta que les toque sentir en carne propia las consecuencias de la represión.. Toda causa produce un efecto es que acaso no lo pueden entender??!!
La paella puede admitir apellidos, pero la democracia no (ni siquiera popular!). La falta de calidad es algo muy típico de las sociedades actuales. Nos meten el chorizo por donde quepa y decimos que es paella…, perdón, democracia pervertida (y pervertidora).
Publicando cosas tan ‘subversivas’ como estas te acercas peligrosamente a que algún fiscal pasado de rosca te acuse de terrorista.
Las camaras mas que soluciones, tan solo traen nuevos campos de batalla; la policia mostrara mas bien los momentos donde eran atacados con piedras de la turba de gente, y la turba de gente solo le dará al rec una vez empiece la carga policial …
Recuerdo un documental sobre una manifestacion en Korea Sur en los 80s, eso fue exactamente lo que ocurrio los dos bandos con sus excelentes camaras Betacam preparadas a grabar su momento conveniente … vieja cuestion
Pero internet, la globalizacion y todo no es mas que eso la Humanidad se ha creado sus propias ratoneras de donde ya no puede salir, no es otra cosa … osea las bombas atómicas ni siquiera llegaron ha hacer falta para la autodestruccion
¿Grabar a la policía española un delito? Madre mía, que pésima labor de documentación.
Por otro lado, me explicará usted, que tanto se le llena la boca con otros países democráticos, en cuál de ellos la policía porta el número de identificación visible desde la distancia. En España ya lo tienen las unidades de intervención.
Por favor, trata de guardarte tus juicios de valor para ti mismo y de opinar con educación sobre el trabajo de otras personas. No es agradable que vengas a mi página a insultar y descalificar.
El artículo 36.23 establece multas por difundir imágenes o datos personales o profesionales de los agentes de Policía si pueden «poner en peligro la seguridad personal o familiar del agente». ¿Quién decide si hay peligro o no? ¿Cómo se combina esto con la grabación si algún policía se extralimitara? Las precauciones con los ciudadanos es menor. Los agentes sí podrán grabar a las personas «de acuerdo con la legislación vigente en la materia». Sin ningún pero ni condicionante ni justificación para hacerlo. Afecta al derecho a la información porque el derecho a informar no es matizable en una ley administrativa, sino en el Código Penal. También afecta al derecho de defensa y utilizar los medios de prueba pertinentes.
Que el ministro diga que «La ley no prohíbe ni sanciona el grabar a policías» no quiere decir que nos lo tengamos que creer. Tal y como está redactada la ley, un policía puede venir cuando estás grabando, afirmar que le pones en peligro, y obligarte a borrar la grabación, o si te niegas, detenerte. Es lo que tiene redactar las leyes de una manera determinada y no de otra. Y ya tenemos varios casos de periodistas denunciados o detenidos por este tema, no lo olvides, que no son especulaciones mías…
Y exactamente eso me tocó verlo en mi último viaje a Madrid. Una actuación de la policia municipal en Vallecas y otro ciudadano grabando con su móvil: al final acabaron cacheándole y quitándole el móvil. Como yo ya me fui no sé si acabó durmiendo en comisaría o si simplemente se quedó sin móvil, pero doy fe de que eso de que “La ley no prohíbe ni sanciona el grabar a policías” es papel mojado.
Y conste que la intervención policial en aquella ocasión me pareció impecable y que el ciudadano en ningún momento mostró amenaza alguna.
http://cadenaser.com/m/emisora/2015/06/18/radio_madrid/1434643076_539221.html
Una sentencia permite grabar a policías a pesar de la ‘Ley Mordaza’
La Audiencia Provincial de Madrid defiende que la nueva Ley de Seguridad Ciudadana no prohíbe grabar a agentes en el ejercicio de sus funciones, aunque sí sanciona difundirlas
Muy bonita la sentencia, pero la realidad es que si grabas a un policía acabas en el calabozo.
Siento decir que una amiga mía lo ha vivido de primera mano mientras «tiraba» una foto a un edificio donde se estaba produciendo un desahucio.
Ten en cuenta, Enrique, que no siempre el que haya disminuido las denuncias significa precisamente que el servicio se esté haciendo mejor.
Es decir, esas cámaras siguen bajo el control de una de las dos partes, y por tanto, en efecto moderan las acciones en todo aquel escenario en el cual el policía, unilateralmente, no desea ser grabado.
Basta con que lo desactive, o como ha ocurrido en alguna otra ocasión, «asegure que se ha la ha olvidado en la guantera», para que un posible abuso no quede grabado.
Hablaba de hecho de esto en un artículo de julio de este mismo año (https://www.pabloyglesias.com/camaras-y-periodismo-ciudadano/ puedes borrar el enlace en cuanto lo mires).
Igualmente soy de la opinión de que un escenario de little brother, lo suficientemente descentralizado, ofrece mayores garantías que de lo que venimos. Ya ni hablemos de lo que compete a España…
El artículo es acertado en muchos aspectos, como casi todos los que escribes. Reconozco la oportunidad y validez de muchos de tus tu análisis y tu capacidad de generar discursos. Sin embargo, la falta de rigor, la enorme equivocación al decir que la ley de seguridad ciudadana prohibe grabar policías… lo siento, pero desligitima bastante. Y es muy fácil. Léanse la ley. Bueno, si quieren cierto rigor. Si no, panfletos, claro.
¿Léanse la ley, Jesús? Te la transcribo literalmente, tomada del BOE, Artículo 36.23:
y te repito: ¿quién decide si hay peligro o no? ¿Cómo se combina esto con la grabación si algún policía se extralimitara? Las precauciones con los ciudadanos es menor. Los agentes sí podrán grabar a las personas “de acuerdo con la legislación vigente en la materia”. Sin ningún pero ni condicionante ni justificación para hacerlo. Afecta al derecho a la información porque el derecho a informar no es matizable en una ley administrativa, sino en el Código Penal. También afecta al derecho de defensa y utilizar los medios de prueba pertinentes.
Para ti, «si lo pone en la ley es suficiente», ¿no? Con ese nivel de complacencia, así nos va. En la ley no dice que se pueda grabar a policías, sino que cualquier policía podrá evitar que le graben simplemente aludiendo a algo completamente indemostrable. Ni falta de rigor ni enorme equivocación, sino análisis riguroso de lo que dice la ley y de su interpretación inmediata.