Ser profesor de innovación en una escuela de negocios durante veintiséis años es, seguramente, una de las mejores maneras que existen de estudiar el escepticismo, solo superada por el hecho de editar diariamente durante trece años una página dedicada a la tecnología. El escepticismo no se puede estudiar caso a caso ni persona a persona, necesitas contar con poblaciones, con dinámicas, con fenómenos de difusión, con conversaciones, y una clase o un foro son ideales para ello. Me considero, en ese sentido, un auténtico estudioso del escepticismo tecnológico.
La cantidad de ocasiones en las que tengo que razonar con escépticos ha llevado a que algunos lo consideren una parte intrínseca de mi dedicación profesional: no son pocas las ocasiones en las que personas que me conocen, me leen o me han «sufrido» como profesor me han pedido que desarrolle actividades in-company para tratar de generar actitudes menos escépticas, menos conservadoras o más ilusionadas con las posibilidades que ofrecen los nuevos escenarios definidos por la tecnología.
En muchos sentidos, tener una página con una comunidad activa en la que todos los días existen lectores que sistemáticamente responden con escepticismo a lo que escribo supone un auténtico campo de entrenamiento, un sitio «donde escucharlo todo», que me preparar para argumentos similares en otros entornos. Mis hilos de comentarios son uno de mis mejores ejercicios. De hecho, el que tienda a participar más bien poco en los comentarios tiene algo que ver con ello. Y no nos confundamos: aprecio el escepticismo documentado, lo valoro y lo considero necesario y conveniente para muchas cosas, tiende a centrarme, a complementarme, a equilibrarme – tengo una tendencia personal al entusiasmo tecnológico, al optimismo irracional que considero casi igualmente peligroso. Pero del mismo modo que aprecio el escepticismo como contrapeso, odio el escepticismo irracional, indocumentado o sin base, y estudio con detenimiento las listas de falacias y argumentos lógicos erróneos para considerarme entrenado para reconocerlas en cualquier circunstancia.
Por eso me ha encantado este artículo de Bob Nease en Fast Company titulado «How your brain keeps you believing crap that isn’t true«, en el que se relaciona el escepticismo con un elemento, la fluidez de procesamiento, la facilidad con la que un argumento ayuda a nuestro cerebro a procesar una idea determinada. Me gusta especialmente la idea de la fluidez de procesamiento porque funciona en los dos sentidos: el cerebro del escéptico la utiliza para defenderse de ideas que, sin ella, responderían a planteamientos más complejos, nuevos o, de alguna manera, amenazadores, mientras los que estamos al otro lado tendemos a utilizarla para endulzar nuestros argumentos, convirtiendo ideas complejas en píldoras fáciles de procesar, en «ideas con sentido» que a otros «les gusta entender». Obviamente, eso nos lleva en ocasiones a «endulzar» mediante argumentos brillantes, y en otras a «edulcorar» mediante otros que no resisten todas las pruebas, porque después de todo hablamos de dialéctica, con todos sus matices, pero no implica que no sigamos intentándolo. Con el tiempo, los argumentos se prueban, se someten a más debate, se gastan, se validan, y siguen procesos que, vistos con cierta perspectiva, resulta una delicia estudiar.
Vivimos en un momento fascinante en la historia de la tecnología. Existen un buen montón razones para estar ilusionado con el avance de la tecnología, con los cambios que vamos a ver en los próximos – pocos – años. Según mi experiencia de muchos años, la mayor parte del escepticismo tecnológico no responde a razonamientos coherentes y válidos – contra esos no hay que luchar, sino todo lo contrario, tenerlos en alta consideración – sino a falta de información, a cerebros incapaces de luchar contra esa fluidez de procesamiento que les sigue llevando a creer en ideas antiguas y erróneas, a calificar a todo lo nuevo como imposible. Las mayores dificultades para el avance de la tecnología no van a estar ya en los laboratorios de desarrollo, sino en un mercado que se enfrenta a una velocidad de cambio que desafía sus creencias, que les pone en situaciones de preferir ideas antiguas simplemente porque son «cerebralmente más económicas».
Decididamente, una lectura recomendable.
Sueles elegir los términos de forma meditada, y supongo que será igual esta vez. Pero me ha sorprendido ese sentido negativo, o de antitecnología al escepticismo, que normalmente se usa como una sana y científica aproximación a la realidad contra las pseudociencias y otras creencias infundadas. Sabrás que estos días ha habido debate sobre escépticos con mayúsculas y con minúsculas, y sobre escépticos formales. Y ahora también tenemos el escéptico neoludita. Decididamente cada vez estoy más contra las etiquetas…
Sí, Confieso haber escogido el término tras una buena pensada, la hora de publicación de la entrada puede darte alguna pista :-) Lo del sentido negativo me preocupa más: he intentado separar claramente el escepticismo razonado, argumentado y consecuente, que considero que me aporta un montón, frente al basado en la fluidez de procesamiento, en la rigidez mental o en el anclaje en concepciones anticuadas. Pero en fin, no siempre se transmite lo que se pretende transmitir…
Tal vez un término más adecuado sería negacionismo. Es decir, cuando alguien está empeñado en negar algo, por vete a saber qué oscura razón sicológica que no tiene nada que ver con la realidad de los hechos.
El escepticismo es algo sanísimo, consiste en poner todo en cuestión. Ahora bien, hay una diferencia monstruosa entre cuestionar y negar. Cuestionar implica que puedes acabar afirmando. Tras examinar los hechos conocidos puedes concluir que algo es cierto o falso (o bien muy probable o poco probable).
Por el contrario, partir de la negación, y mantenerse contra viento y marea en esa idea preconcebida, ignorando o incluso «alterando» los hechos para que encajen en el prejuicio, no es escepticismo, es otra cosa.
Al igual que KRIGAN creo que ser escéptico ( y no negacionista) es una sana virtud.
En el planteamiento que hace en el articulo, decir que un escéptico lo es por el simple hecho de que no tiene fluidez de pensamiento, creo que es un error muy grande. Repito, un escéptico y no un negacionista. Pues simplemente un escéptico se cuestiona las cosas, precisamente usando la materia gris o investigando y analizando para descartar aquellas ideas que no encuentre razonablemente sustentadas.
En cambio un «believer» lo es por lo general porque «sabe que es lo correcto» tenga o no pruebas. Vease, religiosos de las cientos de religiones que se contradicen unas a otras, naturistas, newage, ufos, conspiraciones militares, gubernamentales, etnicas, partidos politicos, equipos de futbol, en general son casos que no importa las razones que les des, entre otras cosas, porque como todo el mundo estamos influenciados por los sesgos y prejuicios. Un ejemplo claro para el caso, el Sesgo de Confirmacion (entre otros) explica muy bien como nuestro cerebro filtra las pruebas para facilitar y reafirmar nuestra opinión (sea la que sea, correcta o incorrecta)
Ademas, su articulo, asume que usted tiene la razón ( y por lo general lo considero así y por eso leo asiduamente su blog), pero ese pensamiento le hace dar por cierto que el que le lleva a usted la contra esta equivocado. En este caso para usted los «escepticismos de bajo nivel».
En este caso clasifica y descalifica de manera sutil («cerebros incapaces de luchar contra esa fluidez de procesamiento» a mi se me ocurren palabras mas sencillas para esa definición) a los que no están de acuerdo (falacia «ad hominem») y asume que están en el error («ideas antiguas y erróneas»).
Por otro lado me sorprende precisamente las referencias que usted a añadido, pues siempre que se trata de falacias lógicas y sesgos cognitivos la recomendación general es utilizar escepticismo y método científico para intentar llegar a la verdad, y no lo contrario.
Ademas el articulo de Bob Nease «How your brain keeps you believing crap that isn’t true“ en ningún momento critica a los escépticos, sino a los creyentes.
En definitiva, todo el mundo caemos en los sesgos cognitivos y falacias lógicas. Precisamente una de las mas importantes es que nos creemos que nosotros mismos estamos lo suficientemente documentados e inmunizados para evitarlas y… los demás no.
Cabe destacar que aunque una persona no sea capaz de argumentar nada coherente y esté plagado de sesgos cognitivos de los que no es consciente, sea creyente, escéptico, vago o ignorante, tampoco le hace estar equivocado en sus opiniones, sino que ha llegado a ellas de una manera «no racional» o no «científica»
Me encantaría entrar en la ontología y metafísica del «escéptico» pero creo que excede el ámbito de esta página, así que iré directamente a una frase: . Existen un buen montón razones para estar ilusionado con el avance de la tecnología.
Problablemente la afirmación sea cierta si eliminamos de la ecuación a las personas, que somos muy nuestros y una buena tecnología no siempre acaba usándose para el mejor de sus potenciales.
Esa frase tiene un enlace a un artículo de Chris Dixon, «Eleven reasons to be excited about the future of technology«. Te lo recomiendo, es muy bueno…
Un hombre que ha vivido como yo en 1969 la llegada del hombre a la Luna, ha de creer por fuerza en el poder de la tecnología, pero de acuerdo con las expectativas que entonces teníamos, hoy casi medio siglo después, el ir a la Luna deberia ser un viaje turístico que todos deberíamos hacer al menos una vez en la vida. Sin embargo es que hoy resulta mucho menos probable que lleguemos ver ir a alguien a la luna, que lo que era en 1966, hace cincuenta años.
La experiencia me ha enseñado que con determinación, todo se puede realizar. Poniendo voluntad y dinero, cualquier problema técnico se solventa, pero que si falla la determinación las metas más obvias a superar, se alejan hacia un futuro incierto.
Observa el problema de los refugiados. Solo España absorbió 4.000,000 de emigrates, sin grandes problemas, les dimos vivienda, comida y trabajo. Sin embargo sólo 200.000 refugiados sirios han sido demasiados para toda Europa, ¿Por qué? – Porque faltó la decision de hacer frente al problema.
¿Es posible implantar el coche eléctrico? – Indudabemente,
¿Hay determinación en implantarlo? – Ninguna, ¿Donde se estan construyendo los puntos de recarga? Tampoco están construyendo las plantas generadoras de energía electrica necesaria
En esas condiciones problemas tecnicos que se pueden con seguridad solventar, como puede ser la recarga instantaneqa, cambiando las baterías, pueden quedar aplazados para «mañana» indefinidamente.
Es eso ser escéptico, Pues quiza, pero por mas que considere que hay pocos problemas tecnicos, no veo la menor voluntad de implantar muchas de las innovaciones que anuncias. Veo la posibilidad de solventar sin grandes dificultades los problemas técnicos que plantan, en cambio no aprecio el impulso necesario por llevarlo a cabo.
Sólo si es imprescindible seguir hacia delante, (a la fuerza ahorcan), aparece la determinación de asimilar la innovación, pero si no, gana la comodidad de seguir utilizado los caminos conocidos y trillados de la rutina. Estoy seguro que si realmente se hubieran agotado las reservas petrolíferas, hoy ya iríamos todos en coches eléctricos. pero como, (de momento), hay todo el petroleo y gas que queramos, el coche eléctrico se aplaza y se aplaza. y ya tiene mas de cien años de aplazamientos acumulados
«en 1900 podemos considerar su apogeo, cuando eran los coches que más se vendían, mucho más que los de vapor o gasolina. De hecho, en 1899 un coche eléctrico, “La Jamais Contente”, superó por primera vez los 100 km/h e instauró un récord de velocidad.» http://www.motorpasion.com/coches-hibridos-alternativos/historia-de-los-coches-electricos
Si la cosa consiste en hablar del coche propio, tal vez tengas razón. Pero el robotaxi es otra historia.
Es decir, pongamos que alguien lanza en el 2020 el primer robotaxi. Dado que el principal coste de un taxi (o un coche de Uber/Lyft) es el conductor, el incentivo económico para la implantación lo más rápida posible del robotaxi es simplemente brutal.
Hacia el 2025 las únicas ciudades donde no los verías serían aquellas en las que la legislación del pasado coarte su uso (estilo que se exija una licencia de taxista para poder explotar un robotaxi). En el resto, será cosa rutinaria ver pasar robotaxis por la calle, e igualmente rutinario montarse en uno.
¿Y el coche eléctrico? Bueno, si eres una empresa de robotaxis, y tienes que elegir entre un motor caro de fabricar y mantener (añádele transmisión, caja de cambios, y embrague), que gasta un montón de dinero en combustible, o un motor barato de fabricar y mantener (sin añadidos que no necesita), que gasta una miseria de dinero en electricidad, ¿qué elegirías? El problema del coche eléctrico es la autonomía, pero un robotaxi no necesita mucha.
¿Por qué no se ha hecho ya? ¿Por qué los taxis actuales no son eléctricos? Pues porque los costes del motor y el combustible no son los principales, el principal es el conductor. Pero cuando no hay conductor, lo que cueste el propio coche, y el repostar/recargar, adquieren una importancia fundamental.
Hablas de determinación, pero pocas cosas generan más determinación que el dinero.
A mí, en algunas ocasiones, me gusta más pensar en la famosa Teoría del Decimo Hombre de World War Z o teoría argumentativa. Y resulta que a veces funciona…
Seré cansino. En el tema de los vehículos eléctricos, el que suscribe entiende, acepta y argumenta que acabarán imponiéndose, pero discrepa y disidente en el tema de los plazos porque aún nadie me ha sacado de mis convencimientos de que los plazos no serán tan cortos, debido al marco legal y las dificultades a nivel de infraestructuras.
Aquí sigo, esperando a que alguien me saque de mi error…
No digo que sea tu caso, pero el negacionismo es también un posible problema para el décimo hombre. Solo será útil si se atiene a los hechos, sin olvidarlos ni alterarlos. De lo contrario, se puede acabar encontrando conque defiende al monstruo del lago Ness.
Acostumbras a darle mucha importancia al tema de las infraestructuras, pero lo cierto es que muchos cambios tecnológicos fueron adoptados muy rápidamente pese a que nadie se preocupó de construir una infraestructura previa para ellos.
Nadie construyó una red FTTH previa antes de que se empezase a implantar Internet. Primero la gente conectó mediante la red telefónica de toda la vida (banda estrecha), después se hizo un parche para que esa misma vieja red telefónica se pudiera usar a velocidades mucho mayores (ADSL y similares), y tan solo cuando la gran mayoría de los hogares ya estaban conectados a Internet es cuando se empezó a desplegar fibra hasta el hogar.
Casi nadie conectaba a Internet en 1996 cuando yo lo hice por primera vez. Banda estrecha, por supuesto. Más aún, los modems de 56k ni siquiera existían todavía. Tan solo 10 años después, casi uno de cada dos españoles ya conectaba a Internet, y eso que todavía estábamos en la época del ADSL, el FTTH era aún cosa del futuro.
Te puedo poner ejemplos a patadas. Las infraestructuras son esa cosa que a menudo viene después.
´pocas cosas generan más determinación que el dinero.
En efecto basta ver lo que supuso la «fiebre dek oro», pero ¿Que mueve más dinero, el coche de combustible líquido o el coche electrico con energía solar?
En tanto que el 70% del importe del combustible sean impuestos, va a haber mucha resistencia a facilitar el uso del coche eléctrico Vuelvo a repetir, ¿ves que se estén desplegando las infrestructuras necesarias para el funcionamiento del coche eléctrico?
Bueno, en Noruega lo están haciendo, están yendo a una economía libre de combustibles fósiles y nuclear (que nunca han tenido), todo renovables (sobre todo hidroeléctrica). Su producción de electricidad es 99% renovable, y todavía les da para exportar. Casi un cuarto de las ventas de coches son ya de eléctricos, y subiendo. Incluso se están planteando prohibir la venta de coches de explosión.
En cuanto a qué mueve más dinero, lo que mueve dinero para unos no lo mueve para otros. A Google y Uber les da lo mismo si se hunde el negocio del petróleo, y a cualquier empresa de robotaxis, Uber incluida, lo que le va a importar son sus propios costes. Si el coche eléctrico los baja, eso es lo que elegirán.
El tema de los impuestos no lo veo como un obstáculo, lo que dejen de cobrar por un lado lo subirán por otro.
Noruega es un caso claro de determinación que no veo en otros sitios. EA su favor está, el ser un país casi despoblado, con abundancia de energía hidroelectrica, que mantiene los servicios deficitarios con lo que extrae del PETROLEO del Mar de Norte.
También la España de los años 50 hubo la determinación de aprovechar la energía hideléctrica y en cambio hoy, con mejores medios técnicos, no tenemos ese propósito- Miles de antiguos molinos podrían ser hoy minicentrales eléctricas automatizadas y se desaprovechan, pese a que ponerlos en marcha, tendría un coste muy reducido, reparar las antiguas presas y canalizaciones y mecanizarlos.
Gorki:
Está claro que en Noruega tienen una determinación política de la que carecemos en España. Sí, he dicho política, y no me refiero al viejo eje izquierda-derecha. Ahora mismo, ni siquiera sé si en Noruega está gobernando un partido de izquierdas o de derechas, y no me he molestado en mirarlo porque es irrelevante para esta cuestión.
Estamos hablando de eliminar la contaminación de nuestras ciudades, y la dependencia exterior en un tema tan vital como es la energía, además de algo tan elemental como el ser previsores dado que los combustibles fósiles se van a acabar sí o sí. En energía, el único futuro sostenible son las energías renovables.
Dado que es algo que afecta al conjunto de la sociedad, la determinación política para resolverlo es importante. Como dices, en Noruega la tienen y aquí no. Pero no existe el Hado insoslayable. Hoy mismo este país puede empezar a ser como Noruega, si sus ciudadanos deciden adoptar esa determinación.
El resto de los factores que mencionas son mayormente de poca monta. No importa si un país tiene poca o mucha población, lo que importa es si tiene suficiente energía renovable como para abastecer a su población. En Noruega tienen energía hidroeléctrica de sobra, y nosotros tenemos energía solar sobradísima.
Ignoro por qué afirmas que la hidroeléctrica es deficitaria, es rentable desde hace casi un siglo. ¿Ganan dinero vendiendo petróleo? Sí, y nosotros con el turismo. ¿Y?
Las ranas no ven una presa si esta no se mueve. Puedes rodear a una rana de moscas muertas, y la rana se morirá de hambre en medio de la abundancia porque no las ve.
«¿ves que se estén desplegando las infrestructuras necesarias para el funcionamiento del coche eléctrico?»
Hombre pero lo mismo se construye edificios, se les mete la acometida y ya tiene cientos de pisos con familia con electricidad, lo mismo si se trata de urbanizaciones y barrios enteros, es la forma que siempre se han ido ampliando desde hace para el siglo, continuamente billones de megawatios de demanda, se lleva a cabo, mas y mas gente pagando luz, y ya esta, pero primero habra que comprar el coche electrico contruir el piso, rascacielos, barrios, ciudades, veras como la compañia entonces empieza a dar soluciones
«(añádele transmisión, caja de cambios, y embrague)»
Creo que aquí te has colado…
«La experiencia me ha enseñado que con determinación, todo se puede realizar. Poniendo voluntad y dinero, cualquier problema técnico se solventa, pero que si falla la determinación las metas más obvias a superar, se alejan hacia un futuro incierto.»
Totalmente de acuerdo.
Por eso me parece tan interesante las actividades que está desarrollando Elon Musk. Creo que está haciendo algo verdaderamente transformador comparado con lo que están haciendo otras personas que pueden tener quizás más visibilidad.
Por la carrera espacial entre USA y URSS pisamos la luna.¿Por qué no hemos pisado Marte? Porque nadie ha tenido la voluntad de hacerlo.
¿Por qué los coches eléctricos no son ahora lo normal? Porque nadie ha tenido la voluntad de resolver los problemas que tenían.
El mundo se lo ve de manera distinta desde Ecuador que desde España y tampoco es lo mismo residir en el centro de la península ibérica que en el corazón de Alemania. Por ejemplo, como latinoamericano que soy, estaré realmente sorprendido por los autos autónomos cuando efectivamente estén circulando sin ningún problema en las horas de mayor congestión por las calles de Quito o de Bogotá. Esto sucederá en algún momento, pero no tan rápido como lo pensaría alguien con una perspectiva muy centrada en los Estados Unidos.
Podría uno pensar en otros ejemplos en esta misma línea: El debate sobre los automóviles a diésel es grande en Europa donde hay muchos vehículos de turismo con dicho motor y poco significativo en América Latina donde hay muy pocos; o las librerías están más llenas en Alemania que en España, a pesar de que el sitio alemán de Amazon es mucho más antiguo y utilizado que su equivalente español; o los alumnos del IE llevan más dispositivos tecnológicos a sus clases y más caros que los universitarios alemanes, etc.
Hay muchas formas de autoengañarse y una de ellas es verlo todo únicamente desde la perspectiva del propio entorno. Nuestro lugar de nacimiento, clase social, estatus migratorio, lugar de trabajo, preferencias políticas, etc., influyen mucho en la forma como vemos el mundo. Casualmente, como nuestros amigos, aunque sean de otro país, suelen tener una posición social similar a la nuestra, creemos que la coincidencia de sus análisis con los nuestros es una muestra de que estamos en lo correcto.
Interesante, utilizar el lado oscuro (y etimológicamente impecable) del término ‘escepticismo’ para llevar la controversia al campo tecnológico, pero para mi se trata de dos fenómenos distintos unidos por el diccionario.
En lo referente a no desarrollar unas tragaderas desproporcionadas frente a asuntos sobre los que en general el público no tiene demasiada información yo prefiero hablar de ‘pensamiento crítico’, pero precisamente la clave está en la búsqueda e interpretación de esa información inicialmente desconocida.
Cuando se habla de pseudociencia, buscar e interpretar correctamente los datos disponibles suele llevar a rechazar las premisas ‘mágicas’; el escéptico ha aprendido con anterioridad que la magia no existe y busca dónde le están intentando dar gato por liebre.
En cuanto a las posibilidades de la tecnología, un escéptico suele ser alguien poco informado al que una búsqueda adecuada de información podría llevarle a redefinir sus ideas sobre los límites de lo que es técnicamente posible.
Pero como ya se ha comentado aquí, que sea técnicamente posible no es óbice para que otras muchas variables socioeconómicas se crucen en el camino de ideas prometedoras consiguiendo retrasar su implantación: recordemos que mientras en Alemania los hogares han visto reducida sustancialmente su factura eléctrica gracias al apoyo legislativo a las energías renovables, en España ese mismo concepto continúa aumentando a pesar de contar con mejores condiciones de partida. Ahí volveríamos al pensamiento crítico: luchar contra ciertas inercias e intereses requiere casi, casi, de capacidades mágicas. Y ya sabemos que no existen.
Tngo que confensarle que desde que leo su blog no acabo de entender cuando cita Vd el término «escepticismo tecnológico», creo que es porque no cabe en mi forma de pensar.
Parto de la base que tecnologia es un concepto abstracto al igual que es «ser humano». Como definición está bien, pero no es abarcable por cualquiera de nosotros.
Puedo filosofar y decir «no creo en el ser humano» pero no sería cierto porque debería conocer a todas las personas, lo cual es imposible para una persona.
No voy a seguir por este camino, ya que es solo un artificio lógico para el siguiente párrafo:
Pero aplicando esta idea, puedo pensar que «las gafas de realidad virtual», no creo en ellas por x motivos, pero ya estoy hablando de algo más concreto, pero incluso en esa cercanía, igual mañana alguien saca un producto que mejora el actual desarrollo del arte. Por tanto creo que no se hace ningún favor a nadie, pensando que existen personas anti tecnología. Prefiero hablar de personas que no les gusta el invento X ( el llamar avance a X asume sesgo por su parte) y que aplican su criterio (libre albedrio) y no hace falta insultarlas o menospreciarlas. Normalmente serán rehenes, eso si, de su nivel sociocultural y de su ideología.
Cso extremo: Incluso los Amish tienen su propia tecnología, trabajan la madera, aran campos con alguna maquinaria, etc, obsoleta pero tecnología. De alguna forma no son antitecnólogos.
Ejemplo pro tecnología: Le pongo un ejemplo, no conozco ninguna persona menor de 30 años que no le guste un smartphone. Y cuando ven el último modelo de una gran marca, desaen tenerlo.
Curiosamente al principio de este artículo nos comenta que cuenta usted con un laboratorio ideal de estudio al ser profesor durante 26 años, y adicionalmente este blog. Lo cual me sorprende como la población, en teoría sesgada, es la población con la que parece fundamenta sus conclusiones sobre el tema y encuentra escépticos tecnológicos.
P.ej. el «manoseado vehículo autónomo», cuando lo veamos, igual es una maravilla, y seguro que nos encantará, pero también entiendo a las personas que prefieran ir en metro, andando, en bici, o conduciendo ellos. ¿Son escépticos? la mayoría no lo creo, simplemente no piensan como nosotros, o mejor dicho, como Vd.
Debo ser yo, evidentemente, pero no acabo de ver cual es el objeto de su discusión.
Plantea una tesis y al final concluyen que son vagos mentales: «“cerebralmente más económicas”.¿Es eso?
Si eso es , Ole, vaya final más inesperado, me ha recordado a Sócrates, no el futbolista, no. El otro.
Dicen que tecnología es aquello que se ha inventado después de que hayas nacido…
Enrique, no sabes lo feliz que me has hecho con esta entrada.
Mi tesis doctoral versa sobre como funciona el cerebro a la hora de pensar y tomar decisiones. Este tema que tratas hablo de el en varias ocasiones y cual es el motivo por el cual se resiste a cambiar de forma de pensar o hacer las cosas.
Como todavía no la tengo publicada (finales de este año) no puedo mandar un link a todo lo que tengo, pero prometo pasarte toda la información para que puedas usarla libremente
La tecnología es exponencial y la mente es lineal. Siempre ha sido así pero ahora los los avances se suceden cada vez más rápido. Esto supone que no vamos a poder asimilar toda la tecnología y muchos la verán como una amenaza. Aceptamos cosas que no entendemos únicamente porque constatamos que funcionan. El escepticismo va a ser un lastre social y laboral como fue en su día «no haber realizado el servicio militar. «Los tiempos cambian y algunos no quieren darse cuenta.
Completamente de acuerdo. Yo clasifico claramente a las personas en función de sus niveles de escepticismo por déficit de información – repito, me gustan los escépticos, pero considero que el escepticismo es una postura que requiere mucho trabajo, y al que no soporto es al «escéptico desinformado» – y de la misma manera que lo hago yo, lo hacen personas que toman decisiones en procesos de incorporación o de promoción, lo que en último término redunda en una menor competitividad y en una desventaja para quienes mantienen ese tipo de posturas.
Para solucionar eso está la educación y la divulgación, es obvio, que nadie aprende si no se esfuerza, pero sigo sin ver la correlación entre la tecnología exponencial y el día a día de las personas y su aceptación por la tecnología:
Puedes ir al médico y que te recete Isovaldi sin saber como funciona, simplemente tienes que tener acceso a ella
Puedes montar en un artefacto y que se autoconduzca
Abrir un PC y conectarte al hola.com sin saber nada más
La mayoría de las personas no entienden como les afecta eso de la mecánica cuántica, y se ganan
la vida honradamente, siendo dependientes, transportistas, abogados, incluso políticos y profesores aunque lleve 100 años la mecánica cuántica con nosotros.
¿que hay mucho inutil en puestos de responsabilidad? Pues si. pero mejor denominarles elitistas, amigos de la titulitis, trepas, arribistas, nepotismo, enchufados, envidiosos, endogamicos, corruptos, etc… pero llamemos las cosas por su nombre y no usemos eufemismos.
Normalmente, poco tiene que ver con su conocimiento en tecnología y mucho con su ideología y falta de valores, en todos los ámbitos de la vida. Si este el sentido amplio, entonces estamos de acuerdo
No me parece que este tema tenga nada que ver con trepas, enchufados, etc. Si no vas a decidir nada sobre Medicina, simplemente tomas lo que te dice el médico y ya está. Pero si vas a decidir sobre algo, más vale que te informes bien sobre ese algo, y que evites cualquier prejuicio, o es casi seguro que tomarás una decisión equivocada.
¿Y cuando la cosa es simplemente un debate en un blog? También ahí tomas decisiones cuando intervienes. ¿Qué postura vas a adoptar? Si no quieres caer en el prejuicio, antes tendrás que informarte un poco. Y estar dispuesto a admitir que tal vez las cosas no fuesen como pensabas al principio.
Es que estar informado consume recursos energéticos, y eso a nuestro cuerpo no le gusta
El escepticismo es natural porque todo el mundo odia el cambio http://jose-barato.blogspot.com.es/2016/07/todo-el-mundo-odia-el-cambio.html?m=1
Es un asunto muy interesante. Lo que creo es que sería bueno utilizar las palabras de manera exacta o más precisa.
De acuerdo con el diccionario DLE (antes llamado de la RAE):
«escepticismo»
Del lat. mod. scepticismus, der. del lat. mediev. scepticus ‘escéptico’.
1. m. Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo.
2. m. Fil. Doctrina de ciertos filósofos antiguos y modernos que consiste en afirmar que la verdad no existe, o que, si existe, el hombre es incapaz de conocerla.
Hay otra definición que creo que se aplica mejor a muchos de los comentaristas críticos con tu forma de pensar:
«descreído, da»
Del part. de descreer.
1. adj. Incrédulo, falto de fe.
2. adj. Falto de creencia, porque ha dejado de tenerla.
El conocimiento o las posibilidades tecnológicas generan dudas entre mmuchas personas. Por un lado, son dudas sobre si un proyecto puede hacerse realidad, pero lo más importante es si podrá verse en un plazo razonable y de manera universal. El poder de Über no lo pone en duda nadie pero cuando todos sus sueños sean realidad, ¿veremos sus robotaxis en Las Hurdes? Seguro que no.
Mucha gente de lo que duda es de los plazos o de que un gran invento o servicio que veremos en Manhattan lo veamos igualmente en las afueras de Cuenca, Ecuador, como se nos apuntaba acertadamente en uno de los comentarios.
Pienso que uno de los «defectos» que tiene Enrique no es que piensa que los plazos sean demasiado cortos, sino su fe ciega en las grandes empresas. Si un mismo proyecto lo genera una empresa unicornio o una que no lo es, el tratamiento que le da(s) es distinto. Creo que eso puede ser causado por una influencia (espero que sin querer) de la falacia la de la apelación de la autoridad: «si algo se supone que lo dijo Aristóteles, será verdad intrínsecamente», pero si lo dijjo la vecina del quinto no le hacemos ni casi y punto. Y para tener una buena idea o un gran proyecto no hace falta ser un ingeniero de Tesla.
El peligro de que se extienda como una mancha de aceite ese tipo de falacia y que no nos deje ver la «otra» innovación en el mundo tecnologico es bochornoso y en España es otro de nuestros deportes rey y se demuestra letal. Igual que a los jóvenes deportistas de nuestros pueblos y ciudades nadie le hace ni caso y solo si ganan algo importante se lanzan a ponerles calles, polideportivos y plazas en su nombre, en el asunto tecnológico tenemos gente muy valiosa, pero solo si son reconocidos en otros países o en medios de prestigio vamos todos corriendo a hacerle homenaje a la persona o empresa en cuestión.
Creo que Enrique, como profesor universtario que eres y persona con una influencia sobre las personas interesadas en estos temas podrías preocuparte igual que haces por los grandes logros de Alfabet o de Über también por las pequeñas cosas que consiguen empresas muy pequeñas y medianas que no tienen sus grandes equipos de investigadores detrás y su potente financiación. Es como tener un programa de radio deportivo y hablar solo de los dos grandes equipos de un solo deporte. Es injusto y pobre. Si hicieras lo contrario, estarías ayudando a crear una nueva cultura que es muy necesaria. Es solo una idea.
Te leo siempre con interés, pero te veo como el habitante de una burbuja separada del mundo, querido tocayo y paisano.
Te leo con interés y curiosidad pero veo los defectos de tus construcciones mentales. Ese especie de condescendencia arrogante hacia los discrepantes con tus amores tecnológicos. Esa necesidad constante de demostrarle al mundo que estás amparado por tu status académico, por saber lo último que se ha escrito en temas de tan palpitante actualidad, por tu conocimiento del último término anglosajón empleado en ese mundillo un poco fatuo en el que te mueves con singular maestría.
Nadie duda de tus conocimientos, de la enorme influencia de tus opiniones, de la importancia de lo que dices pero no te vendría mal y lo digo con cariño, bajarte un poco a tierra, taparte los oídos ante los peligrosos cánticos de la pedantería y seguir aportándonos todo lo que sabes.
Espero no haber sido muy agresivo porque no era mi intención.
Lo peor de tu blog son precisamente los comentarios.
Si te informas lo suficiente sobre tecnología no hace falta ni «entusiasmo irracional ni optimismo» para conectar los puntos actuales y ver mínimamente hacia dónde apunta el futuro. Discutir contra los «eso es imposible», «eso no lo veremos en esta vida» o «sí, pero no puede salir adelante porque [insertar problema pequeño/moral]» es muy erosionante. Y lo que escribes llega a ser un refugio contra ese tipo de mentalidad.
Pero al bajar a la zona de comentarios a veces parece que es Enrique Dans vs. Los Negacionistas con Ahorro Cognitivo al Máximo. Al leer algunos pienso: por favor, que esto no le desanime lo más mínimo a seguir escribiendo así. Ahora en 2016 leer comentarios de cualquier post de 2015 con el tag «driverless car» o «autonomous car» es divertidísimo. Sólo un año después todo lo que se planteaba no sólo es muy real, sino que sobrepasa las ideas más locas y optimistas, especialmente en cuanto a inmediatez. Dan ganas de hacer reply a algunos con un «¿Qué…? Ahora que es evidente, ¿ves lo equivocado que estabas?». Algo que se puede hacer en 2017 con cualquier escéptico que comente ahora.
Quizá hablemos menos, pero hay gente a la que inspiras y afianzas, que aunque a veces discrepe, piensa en una dirección parecida y ve claro un desarrollo exponencial de la tecnología.
Los que visitamos este blog desde hace años hemos visto que Enrique también se equivoca de vez en cuando en sus predicciones. Aquí nadie es profeta. En todo caso, Enrique suele estar muy bien informado, pero, paralelamente, el nivel de los comentarios de este blog está claramente por encima del promedio de la blogosfera.
Es que tampoco se haya mejorado tanto la vida de la gente desde los 80s, sino empeorado, se ve eso si mendigos con telefonos moviles, osea ordenadores de bolsillo, que pasan al lado de una zanja abierta llena albañiles con pico y pala tampoco es para tanto. Trabajos estupidos en call-center, comercial coniazo a distancia … etc
Coletas y Trumps que aparecen aqui y alli por descontento de una parte considerable …
Pero sobre todo se hace alusiones «al futuro» hombre mala cosa cuando lo siguen esperando, el futuro en realidad era hoy o ayer mas bien, y no vino … «internet es el futuro» al menos esa chorrada ya no se escucha …
Esto empezara a funcionar otra vez cuando se escuche, pensar en «internet es el pasado» y de una epoca oscura que hay que dejar atras, no hay otra …
Siempre me ha parecido que la lista de falacias es algo que habría que enseñar en la escuela de manera obligatoria a todo el mundo: si tuviéramos desarrollada la habilidad de identificarlas estoy seguro de que nos iría bastante mejor, sería mucho más difícil que nos engañaran.