Hablamos de Jet.com hace algo más de un año, debido a la enorme cobertura mediática que estaba teniendo la iniciativa de supermercado online creada por Marc Lore tras finalizar su acuerdo de non-compete con Amazon tras la venta de Diapers.com. Antes de vender ni un dólar, el proyecto ya acumulaba 220 millones en financiación y una valoración de 600 millones de dólares gracias fundamentalmente a la reputación de su creador.
Desde entonces, el proyecto ha ido evolucionando: ha eliminado el concepto de club de compra al que había que pagar por pertenencia, ha tenido problemas con otros distribuidores a los que enlazaba desde su página con la promesa de comisiones a los usuarios que hiciesen clic, y ha quemado más de 500 millones de dólares en su primer año, con lo que ha tenido que acudir a rondas adicionales de financiación para no quedarse sin cash, ahora a una valoración de 1,550 millones. En declaraciones del propio Marc Lore, el supermercado ya no aspira a destronar a Amazon, sino a hacerse con un puesto razonable en un negocio, el de la distribución, que nunca ha sido un «todo al ganador».
Ahora, están surgiendo rumores que hablan de una posible adquisición de Jet.com por parte del gigante de la distribución norteamericana Walmart, que como la inmensa mayoría de los supermercados tradicionales, no parece terminar de encontrar su sitio en la red sin perder para ello cantidades significativas de dinero en cada transacción. La valoración de la que se habla, $3,000 millones, duplica la recientemente utilizada en la última ronda de financiación, y es un precio muy elevado por una compañía que aún no ha probado nada en su funcionamiento – en diciembre de 2015 vendió escasamente 33 millones, en mayo de 2016 lo triplicó para llegar a los 90, pero aún son cifras de facturación muy bajas para la industria – y que está gastándose más de 20 millones al mes solo en publicidad para atraer compradores a su página.
Sin embargo, la transacción para Walmart podría tener sentido. La compañía tiene delante a un emprendedor al que ya hace algunos años intentó comprar Diapers.com por $600 millones, para encontrarse con que Amazon terminaba llevándoselo a cambio de una oferta menor, $540 millones, tras maniobrar agresivamente con los precios de su categoría de producto. Para Walmart, la posible adquisición de Jet.com tiene, por tanto, algo de segunda oportunidad, y no deja de suponer la posibilidad de incorporar a un equipo con experiencia en venta online, a un pure player que podría posiblemente mejorar su oferta apalancándose en el volumen de su empresa matriz. Después de varios años intentándolo, Walmart ha conseguido vender 14,000 millones a través de la red, comparados con los casi cien mil millones de ventas de Amazon (excluyendo AWS). Hoy, la posibilidad de que Walmart, con un crecimiento negativo en su división online, llegue en algún momento a alcanzar a una Amazon que crece al 30% y es responsable ella sola de la mitad del crecimiento del comercio electrónico en los Estados Unidos, resulta completamente impensable.
La posibilidad de adquirir Jet.com y, sobre todo, de atar a su fundador para que permanezca en la compañía podría resultar atractiva para un gigante que parece incapaz de trasladar a la red su supremacía fuera de ella, y que ve que con Jet.com adquiriría activos tecnológicos que muy posiblemente le costaría mucho tiempo y dinero desarrollar por sí misma. La evolución de la posible transacción va a ser sin duda seguida con cuidado por muchos gigantes de la distribución en otros países, que están en su mayoría pasando por una experiencia similar a la de Walmart: lanzándose al negocio online por necesidad, pero sin tener claro cómo financiar toda esa parte del negocio y de las operaciones que antes hacían los clientes completamente gratis, y que ahora alguien tiene que pagar. Que podamos adquirir nuestra cesta de la compra a través de la red en un supermercado tradicional no es importante, lo verdaderamente importante es si esa operación es rentable para ese supermercado, o si simplemente la financian porque no les queda más remedio y porque el volumen total de transacciones online es aún escaso. El negocio online es muy distinto al tradicional, dominarlo exige otro tipo de expertise, y hacerse con un competidor que cuenta con él puede ser una opción razonable, pero como siempre con las adquisiciones, todo dependerá de cómo se haga de bien la integración posterior…
This article is also available in English in my Medium page, “Jet.com: a Walmart company?»
Trabajo en una de las grandes cadenas de distribución y lo que dices del comercio on line de estas se queda corto. Aparte de webs mal aprovechadas o que restringen la venta en la web a ciertos sectores, cuando desde la tienda física si que podemos enviarlos, así como la gestión del stock en web, que es nefasto. Mucho tienen que ponerse las pilas los dos grandes franceses, o a este paso Amazon se los va a comer con patatas en cuanto crezca su servicio Amazon Prime en el país.
Supongo que hay un error cuando se comparan los 14.000 millones de ventas online de Walmart con los cien millones de Amazon. Serían cien MIL millones, no? Saludos!
Bah… cien mil, cien mil millones, ¿qué más da? Cuestión de ceros, ¿no? :-D Gracias!!
Ya te digo! Lo mismo le digo yo a mi jefe pero de momento no cuela… :)
La experiencia que tengo en compra de empresas, es que casi siempre el resultado final es de menor valor que la suma del valor de ambas empresa antes de la fusión. Que si una empresa compra a otra por su cartera de clientes, estos terminan huyendo, y si lo hacen por sus empleados, estos se desesperan porque los nuevos jefes no les dejan hacer su trabajo.
Habrá excepciones como en todo, pero la norma general es que resulta mal negocio comprar empresas.
Obviamente, las operaciones online cuesta rentabilizarlas, pero a los supermercados y a todo el mundo. Los pure players de Alimentación no son rentables: lo del prime now de Amazon es ruinoso y Ocado consiguió salir de los números rojos por alquilar su almacén y su tecnología y eso que al menos tenían condiciones de compra decentes gracias a su alianza con Waitrose
El Prime Now de Amazon será ruinoso con los números que hace la distribución tradicional. Con los suyos, te aseguro que no. Créeme, el que esté esperando a que Amazon lo cambie o lo quite por no ser sostenible es posible que se aburra de esperar…
Tienes razón, pero hay un límite. La ruina, aunque se mire desde el gasto global del cliente (que por cierto, también hacen los números así en la gran distribución) requiere una mínima masa crítica. También se aburrirá de esperar el que no viva en Madrid, Barna o Valencia.