La enfermiza obsesión de Apple con la ocultación de sus movimientos, con el control de los tiempos y con el secreto es ampliamente conocida: desde su fundación, la compañía ha desarrollado una cultura de opacidad y secretismo: no habla con los medios, no revela absolutamente nada sobre sus productos hasta el momento del lanzamiento, no contesta a rumores, no participa en conferencias, mesas redondas o eventos de ningún tipo, y ha llegado incluso a forzar mediante amenazas judiciales el cierre de páginas bien informadas que revelaban detalles sobre sus futuros lanzamientos.
Para los interesados en el entorno de la tecnología, la cultura de Apple es algo que nos obliga a hacer conjeturas y a mucho más: acostumbrado como estoy a tener invitados relevantes en mis clases, o a planear eventos en los que se habla de la industria, tener que renunciar a invitar a nadie de Apple como me ha ocurrido en varias ocasiones «porque la política corporativa les prohibe participar» o terminar invitando a un blogger independiente para que hable sobre la compañía en un panel es algo completamente absurdo: por mucho que la compañía pretenda manejarlo como una forma de llamar la atención, de «mira como hablan de mí», no deja de ser, en los tiempos que vivimos y con el auge de las políticas de comunicación basadas en la transparencia, un anacronismo cada vez mayor, con cada vez menos sentido.
El problema, además, surge cuando entramos en el desarrollo de áreas que resultan ser tan punteras, que la comunicación entre quienes trabajan en ella pasa a jugar un papel fundamental. Según MIT Tech Review, por mucho que Apple se empeñe en presumir, la gran realidad es que la compañía está actualmente muy por detrás de compañías como Google o Facebook en el desarrollo de inteligencia artificial, y la razón principal es el secretismo al que obliga a sus desarrolladores e investigadores. Si trabajas en inteligencia artificial o en machine learning en el panorama actual, una de las cuestiones fundamentales es poder publicar rápidamente tus hallazgos, tus desarrollos y tus creaciones, unas publicaciones que contribuyen tanto a tu prestigio y valoración como profesional, como al propio desarrollo de tu producción como investigador gracias a la retroalimentación de otros colegas de profesión. Las revisiones entre pares de las revistas científicas, los comentarios y preguntas a presentaciones en congresos y otros mecanismos similares poseen, cuando funcionan bien, un valor de depuración, de suministro de nuevas ideas y de mejora continua que, sin duda, forma parte del progreso científico.
Para un profesional en una compañía dedicada a la AI o al machine learning, que tu compañía sea adquirida por Apple dentro de todo el proceso de concentración y consolidación que se vive actualmente y que podría terminar generando auténticos monopolios, supone pasar a un estado de cuasi-anonimato, de no poder acudir a congresos, no poder publicar artículos o tener prohibido dar conferencias o hacer declaraciones. Una posición incómoda y poco gratificante en lo personal y lo profesional, sobre todo si venías de ser un participante activo en una comunidad en la que compañías como Google, Facebook o IBM tienden precisamente a tomar la posición contraria, la de contribuir al repositorio de código abierto con una gran cantidad de sus desarrollos en este ámbito.
Si combinamos estas limitaciones con los problemas que genera la estricta política de privacidad de Apple a la hora de utilizar los datos generados por los usuarios, un tema que ya hemos tratado anteriormente, los resultados son los que son: aunque la compañía intenta de todas las maneras posibles reclutar más y mejores profesionales en AI y machine learning, se encuentra con numerosos problemas a la hora de atraer o retener talento. La atracción mítica que hacía que muy pocos profesionales dijesen que no a la compañía parece estar lejos de funcionar precisamente en uno de los ámbitos más importantes de cara al futuro. Si trabajas en esos ámbitos, es más que posible que rechaces una oferta de Apple y que no sea por cuestión de dinero, sino por las escasas posibilidades de proyección futura que te puede dar. A nadie le gusta que le obliguen a trabajar a oscuras.
La próxima vez que intentes hacer una pregunta a Siri y te encuentres, como es habitual, que las veces en las que consigues que de verdad te sirva para algo útil son completamente excepcionales, plantéate que el mítico secretismo de Apple puede ser el verdadero responsable de esas carencias. En un mundo cada vez más abierto y colaborativo, cerrarse a ultranza no es una buena estrategia para nadie, por mucho que seas la compañía más valiosa del mundo…
This article is also available in English in my Medium page, “The hidden cost of a culture of hiding things…«
Comprendo perfectamente tu frustración por no poder llevar a nadie de Apple a tus clases, pero de ahí deducir, que ello castiga a la compañía mejor valorada del mundo. me parece algo exagerado. Pierden publicidad gratuita perto ganan expectación.
Todas las empresas tiene secretos, Google el famoso algoritmo, y Coca Cola la formula, y como estas todas, ninguna empresa se abre del todo, unas ocultan más y otras menos. Pide la lista de clientes a la empresa que quieras y verás las respuestas.
Hay empresas que además practican la discreción como norma, No solo Apple, hay montones de empresas discretas, de bancos Suizos y financieras de todo el mundo, a grandes comerciantes ¿Tienes idea de quien importa petroleo en España o a quien se lo compramos?, ¿cuales son los planes a tres años de Amazon? y no solo están las empresas, otro tipo de asociaciones también profesan la discreción como sistema, del Opus Dei , a los Hermanos Musulmanes y de la SGAE, a UNICEF y no parece que estas prácticas las castigue en exceso.
Hablamos de entornos completamente distintos (industriales, financieros, etc vs tecnológicos y de software), y de cuestiones que nada tienen que ver con la estrategia de la empresa a corto o largo plazo, sus relaciones comerciales, socios o clientes, o incluso lanzamientos de nuevos productos, que bien merecen ese secretismo. Hablamos de técnicas de procesamiento de datos, machine y deep learning, cuyos avances son prácticamente semanales o mensuales. Participar activamente en esas comunidades mediante papers, charlas, etc, ya sea como ponente o como mero espectador da pie a nuevas ideas, feedback y mejoras continuas de tus algoritmos, sin necesidad de revelar secretos corporativos como la fórmula de la Cocacola que mencionas. Permíteme que diga que estás comparando churras con merinas.
Jo Enrique, ahora van a decir que el oscuro complot que te gobierna ya no lo financia Apple si no IBM :P
Te pongo algún enlace sobre la reciente adquisición de Turi, que es probablemente el motivo de la vuelta de tuerca sobre el minimalismo en términos de comunicación de Apple.
Aunque la verdad, parece que su política de mantener el foco en el producto es bastante efectiva; los keyspeakers no van a eventos… porque todo el mundo está pendiente de los eventos de Apple (!)
El CEO de Turi mantiene una actividad bastante abierta sobre su trabajo en el departamento de Estadística de la universidad de Washington.
–
Apple’s Deep Learning Curve
https://twitter.com/guestrin
Carlos Guestrin – CEO of Turi – Prof of Machine Learning
Apple acquires Turi Seattle-based machine learning startup
Apple targets big data: acquires U.K. media analytics startup Semetric
Apple se abrirá más cuando lo consideren conveniente. En lenguajes de programación han hecho open source su lenguaje Swift. En seguridad han empezado a ir a conferencias (http://appleinsider.com/articles/16/08/09/apples-security-measures-in-ios-detailed-at-black-hat-conference) y establecer un plan de premios por reportar agujeros de seguridad. Mientras tanto, la expectación por sus eventos sigue siendo muy grande aunque cada vez mantienen peor los secretos. Microsoft, en cambio, hace tiempo que vio la conveniencia de ir hacia mayor aperturismo y no hay mes que pase sin que anuncien nuevas tecnologías open source y multi-plataforma (Linux, OS X).
No es sólo que le frustre, es que es verdad. Apple sólo se abre cuando no puede luchar contra el ‘problema’.
Si abre Swift no es por altruismo, es por interés propio.
Si participa en las conferencias de seguridad es porque se ve incapaz de solucionar por sí misma el problema.
Y en cuanto a guardar los secretos… ¡hombre, que todo se fabrica en China! De China lo único que no sale son sus secretos políticos-militares, todo lo demás es barra libre.
Precisamente hoy estaba leyendo este artículo:
Apple bought a lot of startups that we don’t even know about
Es un buen ejemplo de lo que comenta el sr. Dans.
Por cierto, ha olvidado comentar un pequeño detalle: Apple dedica una buena parte de sus inmensas ganancias a recomprar sus acciones… ¿veremos en unos años a Apple saliendo del mercado bursátil y sin tener que rendir cuentas a nadie? Parece que esa es su intención.
Interesante análisis, pero la verdad es que en toda empresa siempre existirá un secreto que no se debe revelar, es como el picante así en muchas ocasiones todo se sepa, todo se hace para que la empresa adquiera cierto grado de importancia.
Algo que muchos millonarios como es el caso han sabido aplicar muy bien para logran gran reconocimiento.
Se te nota molesto, da la sensación de que es algo personal. Personalmente todo lo que comentas me parece razonado pero superfluo ya que vivimos en un contexto donde las instituciones actúan tal y como describes y estas si tienen la obligación POR LEY y ÉTICA de ser aboertas con sus adjudicaciones, investigaciones, estadisticas etc. Para Apple simplemente es una opcion, algo que puede hacer o no, igual que enfadarse por que no licencie IOS para usarlo en otros dispositivos o Mac Os X.