Alimentando los mecanismos de la innovación

IMAGE: Seamartini - 123RFMi columna de esta semana en El Español se titula «Mantenernos al día«, y trata de luchar contra el mito de la innovación basada en momentos de brillante inspiración, para hacer ver que, en realidad, se trata más bien de alimentarnos de manera constante con información relevante que pueda ser reutilizada y recombinada para dar forma a nuevas ideas.

Una visión de la empresa como proceso de detección, clasificación y digestión de información, con trabajadores que aspiran no a «tener un trabajo», sino a dedicarse a algo que les apasiona lo suficiente como para querer conscientemente mantenerse actualizados y saber de ese tema más que nadie, ser expertos que mantienen su cerebro activo mediante la incorporación constante de información.

Una incorporación de información que, para que sea eficiente, tiene que basarse en herramientas con capacidad de archivo y de búsqueda adecuadas, y con prestaciones sociales avanzadas que permitan conformar un sistema que proporcione los incentivos adecuados. En nuestra esfera personal leemos solos o nos basamos en cosas que leen otros a los que seguimos. En el ámbito profesional, es fundamental desarrollar formas de que no simplemente podamos filtrar, compartir y comentar la información relevante que encontremos, sino además poder ver lo que leen y comparten otros, los artículos que se han considerado más interesantes o mejores en un ámbito determinado, o lo que leen personas que consideramos bien informadas en un tema.

Construir ese tipo de entornos ricos en información no exige tanto. En realidad, con un Feedly u otro lector de feeds bueno y con prestaciones avanzadas, unido a un Slack u otro buen software flexible y abierto de comunicación corporativa, se pueden hacer maravillas. Las herramientas son lo de menos, esas dos son las que yo escogería ahora mismo, pero hay muchas más, y condicionantes que pueden afectar a esa elección.

Lo realmente importante, de hecho, es el desarrollo de la cultura corporativa adecuada para que esos procesos de detección, filtrado y compartición de información tengan lugar, para que el sistema atraiga a quienes tiene que atraer y expulse a quienes tiene que expulsar, en función de su afinidad con su trabajo, de su interés genuino por lo que hacen. La empresa que no consiga tener trabajadores apasionados por lo que hacen, que se mantienen permanentemente actualizados y que aspiran a ser expertos e influyentes en su temática, está condenada a la mediocridad.

 

ACTUALIZACIÓN (24/07/2016): también sobre este mismo tema, me citan en El País, en el artículo de Ramón Oliver titulado «Empresas con sapiencia colectiva» (pdf)

 

(A modified version of this article was published in English at Forbes, “Feeding the mechanisms that drive innovation«)

 

10 comentarios

  • #001
    Pedro - 23 julio 2016 - 13:22

    ¿En qué estado de la cuestión se encuentra el cloud-computing en España? ¿Consideras que seguimos teniendo miedo a la privacidad y que no tiene futuro? Gracias.

    • Enrique Dans - 23 julio 2016 - 13:40

      No, en absoluto. No me parece ni me ha parecido nunca que España tenga un especial miedo a perder la privacidad y que ello prevenga al mercado español de utilizar soluciones basadas en cloud computing, y mucho menos que no tenga futuro, me parece una idea absurda. Para un español es perfectamente normal que cada vez que hace una foto se almacene en un Dropbox o en alguna otra nube, como lo es el almacenar muchas otras cosas, me parece una idea completamente aceptada tanto en entornos individuales como corporativos…

      • Pedro - 26 julio 2016 - 22:41

        Muchísimas gracias por su respuesta.

        Entonces yo debo ser un poco un «bicho raro», a juzgar por mis hábitos con las copias de respaldo, backup o como se le quiera llamar. Lo hago a la vieja usanza, con programas específicos de complejidad media, sincronizando archivos, a pesar de darme trabajo, porque no creo que a todo el mundo le importe compartir cualquier tipo de material de forma desatendida o automática (ignoro si habrá algún estudio sobre eso, pero es de lógica). Otra cosa es que el nivel medio de conocimiento en la materia o dejadez y pereza, provoque esa pasividad en la correcta gestión de las copias de seguridad. Y no me refiero al uso de la nube como disco duro virtual para enlazar material ilegal o documentos, que eso es otra historia. No sé si estará de acuerdo conmigo en ese aspecto.

  • #004
    Juan Navidad - 23 julio 2016 - 13:29

    Es evidente que la lectura es una herramienta fundamental para fomentar la innovación. Pero solo es algo importante si va unido de otros elementos cruciales.

    Para empezar, las familias no suelen favorecer el carácter innovador de sus hijos e hijas. La escuela es un cementerio de talento. Falta en ambos lugares una mentalidad motivadora, creativa, en la que quienes viven en una casa o quienes acuden en una escuela deseen realmente disfrutar creciendo cada día.

    Las universidades son solares, desiertos de actitud innovadora. No se pretende fomentar el conocimiento y la actitud creativa, sino que se trata de aprobar, sacarse el titulito ese que dan y si lo trufan con la asistencia a interminables y soporíferos congresos, jornadas y similares, mejor que mejor.

    Los centros de trabajo son terribles. España es la capital mundial de la envidia y la mediocridad. Dejar de hablar de ello no nos hace mejores. Se dice que para superar los problemas primero hay que aceptarlos. Nuestro silencio hace que perpetuemos la forma en la que se hacen las cosas. Hay gente de mucho talento, pero no se suele potenciar ni valorar ni promover. Quienes suben, igual que en las universidades son quienes tienen buenos contactos o son buenos gregarios. Las personas que llevan los recursos humanos y el talento suelen ser pésimas (hay maravillosas excepciones, por suerte).

    Como herramientas en una empresa que de verdad se tomara en serio la innovación creo que junto a la información es fundamental una buena colección de repositorios de buenas prácticas innovadoras, casos de éxito y de fracaso, producción propia de propuestas, gestionar bien una serie de dinámicas y de constantes ideas porque la proactividad es crucial. No se innova porque la empresa tenga columpios y M&Ms a toneladas, sino porque quien puede innovar tenga el talento y la motivación para ello, tenga también el entorno y el equipo con el que poder hacerlo.

  • #005
    Fernando A. Crespo - 24 julio 2016 - 02:12

    Estimado Enrique:

    Totalmente de acuerdo, pero faltan algunos detalles no menor, como por ejemplo, leer en otros idiomas distinto al nativo.

    Y no lo sé en España, yo trabajo en innovación, desarrollando inclusive temas académicos en el área, pero lo que nos mata en Latinoamérica es la condena social, incluyendo las familias, cuando fracasas, y la escasa valoración a las ideas fuera de la caja, estó último es valorado en USA, valoran las ideas fuera de lo convencional. Escriben libros de sus locas ideas, acá se te ocurre algo no convencional y creen que saliste de una cinta de Cartoon Networks.

  • #006
    Manuel Zaplana - 24 julio 2016 - 09:04

    Precisamente, el desarrollo de una cultura corporativa potente, bien asimilada y desde luego compartida por las personas que integran la organización, permitirá, no sólo innovar si se le ofrece la herramienta adecuada para ello, también será capaz de transmitir los valores que representa su marca y conectar de un modo más emocional con su público, logrando un mercado ansioso por consumir «su» innovación.

  • #007
    Rafael - 24 julio 2016 - 09:44

    Aunque comparto el contenido del artículo, me parece fundamental, en el ámbito de la MOTIVACION y Emoción en la empresa, contar con psicológicos especializados para entre muchas otras tareas, alimentar estos contenidos de forma continua.
    Por descontado que la participación de estos en círculos de formación temprana, conseguirá aumentar el desarrollo de tareas concretas y aumentaría en muchos enteros la iniciativa y capacidad de los alumnos /trabajadores en este ámbito .
    ¡No todo es clínica !
    Saludos

  • #008
    Jose Antonio Garcia - 24 julio 2016 - 11:29

    El concepto de innovación se entiende como cambiar los métodos de trabajo introduciendo novedades. Como se dice ahora si siempre haces lo mismo obtendrás los mismos resultados. Su último párrafo parece tener un fallo de lógica elemental.

    Si la empresa crece y va bien mejor no hacer cambios pero, si no, ¿quien expulsa a los responsables si normalmente son los expulsadores?
    Se puede entender que si va bien y se selecciona al personal de forma habitual tampoco es necesario dar más consejos ya que tendrá al personal óptimo.

  • #009
    Luis - 25 julio 2016 - 23:38

    Hola Enrique,

    ¿Tienes fuente de la imagen? Me gustaría conseguirla a mayor resolución.

    Gracias!

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