Una encuesta llevada a cabo por Harvard University a norteamericanos de entre 18 y 29 años afirma que, en un 51%, rechazan el capitalismo, auténtica piedra angular del sistema económico de su país. Los datos coinciden con la fuerte popularidad de Bernie Sanders, seguramente el candidato que podría considerarse más «de izquierdas» entre los presidenciables norteamericanos de todos los tiempos, entre los jóvenes de ese mismo rango de edad, o con la mayor movilización de los jóvenes en causas consideradas tradicionalmente como activismo – ahora reducido más bien a «clicktivismo» o «slacktivismo« – en plataformas como Change.org o Avaaz. En algunos países, como es el caso de España, es habitual escuchar en algunos círculos conservadores que la opinión en la red tiende mayoritariamente a apoyar las tesis más próximas a la izquierda.
¿Existe una relación entre la evolución del pensamiento político norteamericano y la popularización del uso de la red? En la encuesta de Harvard, la mayoría de los jóvenes norteamericanos entre los 18 y los 29 manifiestan rechazar tanto el capitalismo como el socialismo. Pero en los Estados Unidos, el dato de que un 33% de los encuestados se consideren más próximos a apoyar tesis identificadas con el socialismo frente a un 42% de jóvenes que se identifican con el capitalismo, independientemente del concepto y de la carga ideológica que lleguen a identificar con esas etiquetas, resulta sumamente provocativo, y podría hacer que el mismísimo senador Joe McCarthy se levantase de su tumba en Wisconsin para intentar tomar medidas radicales.
Profundizando en los datos de la encuesta, se aprecia que típicamente, las ideas más próximas al socialismo son apoyadas por los jóvenes entre 18 y 20 años (41%), demócratas (50%), votantes de Clinton (54%), hispanos (38%) y afroamericanos (39%), mientras las tesis capitalistas reciben el apoyo principalmente de los jóvenes con estudios superiores (56%), blancos (43%), hombres (49%), sureños (46%) o del oeste (45%), y republicanos (54%).
Los datos parecen indicar que, en una sociedad hiperconectada en la que toda la información está al alcance de un clic para aquellos a los que les interesa hacerlo, un número creciente de jóvenes tienden a identificarse y a tomar partido con respecto no tanto al capitalismo, sino a algunos de los problemas derivados de su aplicación: no rechazan la doctrina económica como tal, pero sí cuestiones tradicionalmente asociadas con los sistemas basados en el libre mercado, tales como las desigualdades, la exclusión o la falta de acceso a necesidades básicas como vivienda, comida o salud. Básicamente, tienden a rechazar el actual status quo, a criticar de manera especialmente acusada los que consideran los fallos del libre mercado, y a encontrarse con una cámara de resonancia adecuada a la hora de plantear estos temas en numerosos foros en la red.
No es tanto una crítica al capitalismo como tal o a la economía de mercado, como lo es a la manera en la que el capitalismo se lleva a cabo en nuestros días. Pero por la razón que sea, la mención al capitalismo en la red parece haberse convertido en menos cool, en algo incómodo: incluso los conservadores, de hecho, tienden a utilizar el término para criticar al llamado crony capitalism, o capitalismo clientelista. Tampoco parece expresarse un apoyo explícito al socialismo o, como tal, al funcionamiento de los sistemas basados en esa ideología, aunque sí cabe destacar que la campaña de Bernie Sanders, que se autodefine como «socialista democrático» (con todo lo provocativo que eso puede resultar en ese país), y el gran apoyo obtenido entre los más jóvenes, parece estar marcando de una manera profunda la manera en la que los llamados millennials se aproximan a un pensamiento político que, desde hacía varias generaciones, parecía haberse alejado de sus conversaciones e intereses. Ahora, que un simple pajarito se pose sobre el atril de Bernie Sanders durante un mitin hace que se desencadene casi una locura colectiva.
¿Cabe esperar una evolución del pensamiento político en los Estados Unidos, auténtico bastión del capitalismo entendido como tal, derivada de la popularización mayoritaria del uso de la red para obtener información? ¿Se trata simplemente de un efecto coyuntural derivado del planteamiento de una campaña brillante en la red por parte de un político determinado, o hablamos de una deriva sorprendente para un país como los Estados Unidos y que podría tener incluso un alcance mayor? El efecto de Bernie Sanders, ese «feel the Bern« al que muchos ven como un nuevo Ronald Reagan de izquierdas y del siglo XXI cuyo efecto sobre los votantes jóvenes Hillary Clinton podría haber subestimado (y que se dedica a trollearla en Twitter), podría terminar en nada en función del complejo sistema norteamericano para la determinación del candidato de cada partido. Pero incluso si no llegase a ser el candidato en las presidenciales de 2016… ¿podría llegar a marcar una influencia sobre el pensamiento político de los votantes norteamericanos del futuro? Hasta el momento, el uso de la red por parte de candidatos presidenciales norteamericanos había representado fundamentalmente la supremacía de la analítica. La campaña de Sanders, sin embargo, explota otro factor, otra serie de valores, otra forma de comunicar, y la aplica a unas ideas políticas que, tradicionalmente, parecían estar alejadas del pensamiento del votante medio estadounidense, joven o maduro. ¿Pueden una cantidad significativa de votantes norteamericanos pensar en encontrarse cómodos bajo la etiqueta «socialista», adoptada conscientemente por un político y comunicada utilizando la didáctica desde la red? Llegue o no finalmente a la candidatura demócrata Bernie Sanders, creo que hablamos de una campaña que va a ser estudiada durante bastante tiempo.
This article is also available in English in my Medium page, “‘Feel the Bern’: what one candidate can do to change how people think«
Me pregunto cuánto quedará para que los Big Data/Machine Learning/AI nos digan qué demonios hacemos viviendo de esta forma y con esta configuración de países. O para que nos exterminen.
Se atribuye a Churchill la frase, «Si a los 20 años no eres de izquierda, no tienes corazón. Si a los 40 años no eres de derechas, no tienes cerebro.» Por tanto las sociedades con una juventud mas de izquierdas que sus padres, no viene de ahora, ni son específicas de USA, es un fenómeno general y mucho sería de extrañar si las encuestas apuntaran a lo contrario en USA.
Pero en mi opinión, tanto el socialismo y capitalismo en estado puro han demostrado ser castradores y hoy quedan pocos partidarios radicales, lo habitual es que unos sean mas o menos socialdemocratas y otros mas o menos liberales.
Creo que en general, los jóvenes son tirando a socialdemocratas y los viejos tirando a liberales, pero hoy son escasos tanto quienes suspiran por la desaparición de la empresa privada, ni por la eliminación de las ayudas sociales. Tanto los unos como los otros, solo difieren en el punto donde se encuentra el equilibrio entre la justicia social y la libertad individual.
De acuerdo en el primer párrafo. Añadiria la importancia de la red, al hilo del artículo, no tanto centrada en la acción/campaña política, como en las ideas y la realidad económica.
En cuanto a las ideas, el estatismo siempre ha comunicado con más eficacia su mensaje. El incremento de intensidad y penetracion que permite la red hace que esta eficacia se incremente exponencialmente.
La realidad económica es que los milennials no deberían preocuparse por la propiedad de los medios de producción en el futuro porque ELLOS SON los medios de producción del futuro, precisamente gracias a la red y los datos.
En este sentido creo que les vendría bien abandonar el debate sobre la «propiedad de los medios» y comenzar el de la «coacción sistemática».
No puedo estar mas en desacuerdo con el segundo. El socialismo en estado puro ha sido y esta siendo experimentado con resultados por todos conocidos. El capitalismo,, no, pero si quieren conocer su versión soft o blended, que simplemente miren a su alrededor (si, gracias a el, pueden…). La única cuestión es si prevalece la libertad del individuo o la coacción del estado. Y aquí no hay «más o menos» que valgan.
Creo que en general, los jóvenes son tirando a impacientes y los viejos tirando a conservadores, pero son escasos ambos, y mas escasos aun los que ya están de acuerdo en que la única justicia social posible es la libertad individual.
Bonito discurso, pero más bien alejado de la realidad histórica. Lo cierto es que eso del capitalismo «puro» (supongo que te refieres al laissez faire) ya se probó en el siglo XIX, y principios del XX, y fue un desastre. Se vino abajo por la crisis del 29.
Y si hablamos de la crisis actual, vino causada precisamente porque se les permitió a los bancos el hacer lo que les salió de las pelotas. Del austericio que se nos ha impuesto como receta todavía estoy esperando a que funcione. Me suena a sangría de médico medieval, que empeora al paciente en lugar de sanarlo, y cuanto mås empeora (en parte por la sangría), más se empeña el matasanos en sangrarlo todavía más.
Mi propia opinión es que capitalismo sí, pero manteniéndolo bajo control, que tiene excesiva tendencia a desbocarse si lo dejas suelto.
PD: no me gusta la traducción de «crony capitalism» de la Wikipedia («capitalismo clientelista»). Mucho mejor la traducción literal «capitalismo de amigotes» (algunos dicen incorrectamente «amiguetes»). Si una traducción literal refleja perfectamente el significado original, ¿para qué cambiarla?
A mí también me gustaba más lo de «capitalismo de amigotes», pero por eso del rigor decidí quedarme con la traducción de Wikipedia ;-)
“Si a los 20 años no eres de izquierdas, no tienes corazón. Si a los 40 años no eres de derechas, no tienes cerebro.”
La vida pone las cosas en su sitio, las realidades en su sitio. Por eso las edades son importantes y es importante también pasar por ellas, por los ideales, por las ingenuidades varias…
Creo que en España no estamos preparados para ser de izquierdas. Y me refiero a esas izquierdas maravillosas del compartir y demás…
No, la vida no pone las cosas en su sitio, la vida es puro cambio y nada esta nunca en el mismo sitio.
La edad pesa y nos hace desear una tregua en el cambio. Por eso es tipico el patron de hacerse mas conservador con el paso del tiempo.
No es que comprendas mejor el mundo en el que vives que alguien joven, comprendes mejor el mundo en el que viviste y deseas que no cambie demasiado.
Para que luego digan… en que país pueden convivir (malamente, pero convivir!) un presidente negro, un aspirante holocaústico, un político «socialista democrático», las banderas en las casas y una internet más o menos libre (con las respectivas agencias pegadas, eso sí)?…no les convendría hacer algún tipo de curso USA a nuestros impresentables políticos?
Enrique, una cosilla: se escribe statu quo no *status quo
Entiendo que tu estancia en EE.UU. te haya influenciado a la hora de escribir ese latinismo de forma incorrecta, pero tenlo en cuenta la próxima vez que lo uses. Gracias y sigue así.