Me ha gustado mucho el reportaje de The Verge sobre el uso de medios sociales por parte de Michelle Obama, «@MichelleObama: an exclusive look at how the First Lady mastered social media«. Una entrevista de diez minutos, y un examen detallado de cómo la primera dama de los Estados Unidos ha conseguido, a través de Vine, Instagram, Facebook, Periscope y otros medios, conectar con un público joven para convertir sus campañas en auténticos objetos sociales, en movimientos en los que su imagen puede tener potencialmente mucho que aportar.
Michelle Obama está implicada en cuatro campañas: Let’s move (vida y alimentación saludables), Joining Forces (ayuda a las militares, veteranos y sus familias), Reach Higher (fomento de la educación superior) y Let Girls Learn (educación de las niñas). En cada una de esas campañas, la participación de la primera dama resulta fundamental, y el uso de herramientas de social media se desarrolla de manera estratégica: sencilla, auténtica y directa. Transmitir la importancia de unos valores de manera que sintonice con los usuarios de una generación marcada por unas preferencias comunicativas radicalmente diferentes a las de sus mayores, pero que siguen utilizando los medios sociales para sintonizar con determinadas causas. Activar a esos jóvenes, teóricamente alejados de la vida política o de la participación en el ágora pública, a través de la conversión de las campañas en objetos sociales, en causas con entidad propia y elementos identitarios fácilmente transmisibles, es algo que está en la base del marketing moderno, y que pocas marcas saben hacer bien.
La implicación de Michelle Obama en este tipo de campañas responde a muchos de los elementos que cada vez más, reconocemos en esas marcas que saben conectar. Por un lado, se apalanca en la visibilidad de la persona y alimenta una presencia pública notable. Por otro, escucha, identifica tendencias comunicativas, y genera el engagement activo alimentando los canales de comunicación adecuados con todo tipo de elementos susceptibles de ser transmitidos. El resultado no es la «venta» de un concepto, sino la identificación activa con una causa, con un movimiento social, gracias a un vector, en este caso la primera dama, que la transmite de la manera adecuada a través de canales que generan participación activa y circulación en las redes sociales y, eventualmente, en los medios masivos. Una estrategia caracterizada por un nivel de transparencia notable, que el reportaje de The Verge captura sumamente bien. Una lectura y visionado muy recomendable no tanto para quedarse con el simple retrato del personaje, sino para tratar de dibujar paralelismos entre su uso de los medios sociales y las estrategias de comunicación de muchas marcas.
This article is also available in English in my Medium page, “Michelle Obama: now that’s major leverage for a social media campaign«
De acuerdo, no voy a discutir el buen uso que hacen de las redes sociales la familia Obama, porque se obvio que lo hacen bien y que otras personalidades y «celebrities» deberian tomar nota e intentar copiarlos.
Pero si Michelle Obama en vez de ser la llamada «Primera Dama» de los Estados Unidos, fuera la mujer de un senador de uno de los 52 estados de la nación. ¿Haciendo el mismo uso acertado de las RRSS conseguiría tantos resultados?
Creo que no lo es todo el tener «carisma digital», el ser conocido a través de los medios de comunicación tradicionales, como TV, prensa y revistas, también ayuda bastante.
Comparto la opinión y la amplio. Creo que nos estamos confundiendo si creemos que las redes sociales crean fama, imagen y popularidad. Creo que es exactamente lo contrario, sirven casi exclusivamente a quienes ya gozan de fama, imagen y popularidad.
No confundamos la causa y la consecuencia.
«Y todo lo demás, «merde» »
Lo tenía que decir, lo siento …
Estoy plenamente de acuerdo con el artículo, es un ejemplo de buen empleo de las redes sociales, que respira autenticidad y que conecta plenamente con sus seguidores.
Totalmente de acuerdo con el artículo. La familia Obama ha supuesto un antes y un después en la utilización de los medios sociales para la conexión con el público y por lo tanto, para el éxito de sus campañas. Todos recordamos el famoso «Yes We Can» y su repercusión en el mundo entero. Casi podríamos afirmar que la familia Obama ha logrado convertir una ideología política en una «ideología emocional».
Hay que reconocer que con el matrimonio Obama hay una antes y después en la política americana. Tengo mis discrepancias con Obama, pero ella sabe elegir temas de impacto. Al Cesar lo que es del Cesar.