Mi columna en El Español de esta semana se titula «Un dios llamado algoritmo«, y aprovecha la noticia del cambio del criterio de ordenación de las fotografías de Instagram para pasar del orden cronológico a uno basado en nuestras preferencias de interacción para vincularlo con la importancia que ese tipo de procedimientos de determinación están adquiriendo en nuestras vidas. También hablé de algoritmos, concretamente de la evolución del de Google, en mi participación en la barra tecnológica de La Noche en 24 horas (disponible en la página del programa, a partir del minuto 1:36:23)
Los algoritmos deciden los resultados que obtenemos en nuestras búsquedas de información, los amigos con los que nos comunicamos, las actualizaciones que vemos, las noticias que leemos… últimamente, me levanto en las reuniones largas porque un algoritmo en mi reloj me dice que llevo demasiado tiempo sentado y que tengo que moverme! Como auténticos dioses, los algoritmos controlan cada vez más factores relevantes de nuestra vida, otorgan más poder a quienes están detrás de su desarrollo y su gestión, y se convierten en elementos que gobiernan nuestros usos, costumbres y decisiones.
Es un algoritmo el que muestra a una compañía las personas que han optado a un puesto de trabajo que ofrecía a través de LinkedIn, y las ordena en función del porcentaje de cumplimiento de los elementos del perfil requerido. Otro algoritmo nos muestra fotografías en Tinder y trata de maximizar el número de veces que surge un match, una oportunidad de interacción. Algoritmos para trabajo, ocio, negocio, consumo, vida social y hasta sexo. Cada vez más algoritmos, para cada vez más cosas, con decisiones en juego cada vez más variadas. No hace falta decir «ponga un algoritmo en su vida»: de manera casi imperceptible, ya hemos puesto unos cuantos, y juegan un papel cada vez más importante. La mano que mueve el algoritmo es la mano que domina el mundo.
An English version of the column is available in my Medium page, “Our algorithm who art in Heaven«
Y esa mano probablemente es la de un desarrollador!!
No, lo más probable es que la mano del desarrollador ‘sólo’ sea la que lleva a la práctica lo que ha pensado un matemático.
Hombre pues que «lo dan todo mascado» asi la gente navega tanto por internet como ve Tele5 porque no requiere ningun esfuerzo mental … por su propia naturaleza la mayoria del conocimiento importante, clave, de calidad, no esta en internet sino precisamente fuera de este y a salvo, obviamente
por su propia naturaleza la mayoria del conocimiento importante, clave, de calidad, no esta en internet sino precisamente fuera de este y a salvo, obviamente
Si que está enterado de lo que es Internet.
30 000 libros digitalizados del Proyecto Gutemberg, Sólo uno de los que existe
Toda la legislacion española digitalizada
Miles de enciclopedias espacializadas de botánica, de sología
Todos los mapas del mundo
Todas las for tografías de la NASA
Estudios académicos de todo tipo
Pero no, los conocimiento importantes no están en Internet.que es como Tele5
Hola Enrique;
Favor decirme cual es la aplicacion que te dice cuando tienes demasiado tiempo sentado. Esta disponible en los smart watches android y apple watch ?
Seguramente será el fitbit ALTA
Claramente los algoritmos cada día dominan más nuestras vidas, sin que en muchos casos seamos conscientes de ello. Esto nos debe llevar a la reflexión de hacia que mundo vamos, y quien o quienes están detrás de todo ello.
Efectivamente, el gran depredador silencioso en este ecosistema es el algoritmo. Recurrimos a él, como una mascota, cual perro guía, pero si propia esencia se volverá en nuestra contra. Lo dicho, un gran depredador
Es claro que los algoritmos no comenzaron con la era informática, estos han estado y están presentes en nuestra vida cotidiana. Es usual que para algunas personas que están fuera del ambito informatico se pregunte “y eso ?me servirá de algo en la vida real?”.
Los algoritmo nos rodean cada día y con el tiempo estos irán tomando mucha más importancia. Los algoritmos en la vida diaria nos rodean solenciosamente. Por ejemplo, la aplicación que usamos todos los días para entrar a Facebook , sea Chrome , Mozilla, Opera o cualquier otro navegador, funcionan mediante algoritmos que interpretan los datos que el servidor envía al navegador. Otro ejemplo es el mismo Facebook que usa algoritmos para mostrar más publicaciones de tus amigos y menos de las páginas. Es decir, cada vez que haces alguna actividad en linea lo puedes hacer gracias algoritmos que dependiendo de la tarea son más complejos y últimamente siguen aumentando su complejidad para ser más eficientes.