Un reciente artículo de New York Times, «In Sweden, a cash-free future nears», da cuenta de la evolución de la sociedad sueca hacia un uso cada vez menor del dinero en metálico en beneficio de las tarjetas de crédito y el pago mediante apps en el smartphone.
El artículo, que ha recibido bastante atención en redes sociales, es uno más de una lista que suelo utilizar en mis charlas a directivos de banca sobre innovación, en donde los países nórdicos suelen aparecer como pioneros, y que han desencadenado hipótesis en países como el Reino Unido o Australia, acerca de los posibles beneficios e inconvenientes de acabar con la circulación de dinero en metálico. El avance de diversos países en ese sentido es evidente: en los Estados Unidos, tras la llegada y popularización de sistemas como Square o Apple Pay, el volumen de transacciones comerciales llevadas a cabo sin intercambio de dinero en metálico alcanza ya el 80%. En Corea del Sur es del 70%, en Holanda del 85%, en Canadá del 90% o en Bélgica del 93%. Si aparcas tu vehículo en Amsterdam y pretendes pagar en un parquímetro, olvídate de hacerlo en monedas o billetes: solo aceptan tarjetas, un instrumento que el 98% de los ciudadanos llevan en su bolsillo. Si vas de tiendas, un número creciente de ellas han dejado igualmente de aceptar pagos en metálico. En Suecia, muchos bancos ya no aceptan ni entregan dinero, y no puedes subirte a un autobús o al metro si no cuentas con alguna forma de pago que no conlleve metálico.
Hace ya varios años, en un viaje de dos días a Londres para dar un par de sesiones de clase, me encontré en Heathrow a una hora relativamente tardía y sin haberme acordado de cambiar dinero. No supuso el más mínimo problema ni para desplazarme, ni para hacer algunas compras, ni siquiera para tomarme alguna cerveza en un pub dejando la correspondiente propina. En Australia, un millonario ha propuesto un «No cash November«, un mes entero sin utilizar metálico, vinculado con una iniciativa de tarjeta de débito para personas en exclusión social que les permite recibir sus asignaciones estatales, pero excluye la adquisición de alcohol, juegos de azar y la obtención de dinero en metálico.
¿Cuáles son las variables afectadas, en términos de beneficios y perjuicios, de una sociedad que excluye las transacciones en metálico del sistema económico?
- Trazabilidad: las transacciones electrónicas, al menos en su desarrollo más habitual, permiten el seguimiento. Para algunos, una gran ventaja que impediría el desarrollo de la economía sumergida y obligaría al afloramiento del dinero negro y a su fácil seguimiento de cara al pago de impuestos, uno de los principales factores que llevan al interés de los gobiernos. Para otros, un problema a la hora de llevar a cabo determinadas transacciones que requieren anonimato o, cuando menos, discreción. Ni siquiera el uso de bitcoin, popularizado en gran medida por su uso en transacciones al margen de la ley, garantiza el anonimato.
- Seguridad: vinculado con la variable anterior, el abandono del cash implica de manera casi automática una disminución de la delincuencia, no solo por la disminución de delitos violentos destinados a obtenerlo, sino por la mayor dificultad de llevar a cabo transacciones con objetos robados. En Suecia, los robos de bancos y en transportes de dinero han descendido a su mínimo histórico desde que se cuenta con datos. La contrapartida, los ciberdelitos, son indudablemente un factor a tener en cuenta (en Suecia se han duplicado en valor), pero tienden a no conllevar violencia física. Es muy posible que la delincuencia forme parte de la naturaleza humana y que sea completamente imposible plantearse su erradicación total, pero al menos, llevarla a terrenos en los que no implique violencia contra las personas parece un comienzo interesante.
- Marginación de sectores de la sociedad, no solo debido a niveles más bajos de bancarización, sino también a la necesidad de contar con un smartphone o, simplemente, de saber utilizarlo. Todos aquellos que en España han visto a un familiar mayor lidiar con el cambio de pesetas a euros, o que ven sus dificultades al intentar utilizar un smartphone – ya no solo el reto de utilizarlo como tal, sino cuestiones como el mantenerlo actualizado o seguro – saben sin duda de qué hablamos. Pero no solo a personas mayores: obligar a todo aquel que quiera efectuar transacciones a tener una cuenta en un banco puede excluir a los muy pobres, a refugiados, inmigrantes y otra población en riesgo.
- Privatización de la actividad económica: la idea de que las transacciones económicas pasen a estar controladas por bancos, por emisores de tarjetas de crédito o por empresas tecnológicas tiene numerosos detractores. Mientras el uso de dinero en metálico genera costes a los bancos, el dinero electrónico es una fuente de ingresos, lo que explica su entusiasmo. Por otro lado, no solo está el hecho de que estas actividades pasen a conllevar el pago obligatorio de una comisión, sino por el nivel de control que puede traer aparejado consigo. Desde hace muchos años no utilizo PayPal, simplemente porque en su momento se negó a permitirme donar dinero a Wikileaks, una donación para la que no pretendía obtener anonimato, pero que no correspondía a la financiación de ninguna actividad ilegal: la misma herramienta con la que podía donar al Ku Klux Klan, me impedía donar a una causa que no estaba siendo enjuiciada por tribunal alguno.
- Mayor facilidad para el gasto / orientación al consumo: mientras el dinero en metálico proporciona un refuerzo limitante (gastas el que llevas en el bolsillo), el uso de instrumentos como la tarjeta o el smartphone otorga una facilidad que puede llevar a que muchos gasten de manera irresponsable o incluso se endeuden de manera impulsiva.
- Gastos pequeños: los porcentajes de uso en muchos países esconden el hecho de que se suelen indicar en volumen de intercambio económico, no en número de transacciones. La realidad indica que existe un amplísimo número de transacciones de pequeño importe que se realizan en cash, desde una propina a una limosna, que tienen su importancia y que aún tienen complicado justificar una comisión o una operativa específica. Mientras en algunos países la costumbre de incorporar la propina a la factura de la tarjeta ya está completamente institucionalizada, en otros resulta extraño,cuando no directamente imposible hacerlo. Pensar en dejar un euro a un pobre en una esquina mediante una tarjeta o una app resulta, a día de hoy, completamente implanteable.
- Control gubernamental: en un mundo futurista, nuestras cuentas corrientes ya no están en un banco, sino en el banco central o directamente en el gobierno. Los bancos siguen existiendo y prestando dinero, pero no lo obtienen de los depositantes, sino del mismo banco central. Un modelo que otorga al gobierno mucho más control a la hora de lidiar con ciclos económicos. La idea de que el dinero esté en manos y bajo el control del gobierno, y que no podamos, por tanto, almacenarlo fuera del sistema (como dice el tópico, «debajo del colchón») elimina un grado de libertad que, aunque menos utilizado actualmente, sí ha representado un recurso en manos de los ciudadanos en otras épocas.
- Fallos: desde simplemente quedarse sin batería, a ver nuestra tarjeta desactivada por error nuestro o del banco, a que el sistema deje de funcionar por la razón que sea. La idea de quedarse de repente sin dinero o sin posibilidad de utilizarlo resulta desagradable, y lleva a muchos a expresar su desagrado con el uso de transacciones electrónicas en el día a día.
¿Más factores? Es seguro que se me habrá escapado alguno, y agradeceré si lo incluís en los comentarios. Lo que es seguro es que, por estos u otros factores, la transición hacia una sociedad sin dinero en metálico no se producirá de manera inmediata, ni mediante una imposición centralizada. Tendrá lugar a medida que se impongan métodos más cómodos, eficientes y sencillos, con una transición prácticamente generacional, y con un largo período en el que, además de nuestros smartphones y nuestras tarjetas, seguiremos llevando algún billete guardado en algún sitio «por si acaso». En cualquier caso, es algo que sin duda llegará, y que va a cambiar muchas cosas. Vayamos pensando en ello.
This article is also available in English in my Medium page, “We’re headed towards the cash-free economy«
Todo el sector del pequeño comercio «ambulante», mercadillos,… sin duda tendría q ponerse las pilas; quizá estaría dentro del bloque de «gastos pequeños»
Gran artículo Enrique. Congrat
La última vez que estuve en NYC compré varias cosas en un mercadillo al lado de la High Line, y TODOS los puestos tenían Square. Mi banco español, eso sí, me anuló la tarjeta sin avisar porque eso de Square les sonaba muy marciano :-(
Hace 10 años ya vi varios vendedores ambulantes -de los de estructura tubular y lona sujeta con pinzas- en un mercadillo que admitían pago con tarjeta, gracias a terminales que funcionaban con una tarjeta SIM. Bueno, en realidad no sé si funcionaban así, lo que sí sé es que se podía pagar con tarjeta.
Que -hoy en día- sigan siendo una minoría los que admiten pago con tarjeta en un mercadillo, puede estar relacionado con la dificultad de controlar los pagos en efectivo, más que con las posibilidades tecnológicas.
Sólo comentar mi experiencia este pasado verano en Dinamarca, país que fue noticia en varios medios ante el anuncio que se suprimirían en los próximos años los pagos en efectivo en determinados comercios. El pago mediante tarjeta está generalizado, incluso en los pequeños comercios o ambulantes. En su favor, he de decir que la velocidad de procesamiento de las transacciones es vertiginosa, prácticamente sin espera. El único inconveniente es que, si no dispones de una tarjeta emitida por un banco danés, el comercio puede aplicarte (y muchos lo hacen) una comisión que puede llegar a casi un 3%.
Ultimamente en el mundo anglo hay toda una reacción a la idea de quitar el metalico, de volver al patrón oro; sin embargo olvidan que Bretton Woods terminó en 1974, desde entonces el dinero que usamos realmente no tiene valor monetario por lo tanto quitar el metalico es una transcision inevitable sin embargo lo que observo es esto ya se debió hacer hecho en 1974 cuando todos los bancos estaban nacionalizados, a diferencia de la actualidad cuando son conglomerados privados.
¡Qué gran perspectiva -aún con sus inconvenientes- nos ofreces, Enrique! Pero claro, hablas de NYC, de Suecia, de Heathrow, de Australia, de Holanda, de Bélgica, de Canadá…
Pero esto es el Españistán, donde en ciudades como Madrid y Barcelona (y Über aparte, para no extender la polémica) los taxistas no están obligados a aceptar tarjetas de crédito o donde los bancos cutres utilizan las redes de cajeros para intentar hundir a dos bancos (uno, de hecho: el otro es una víctima colateral) que han alcanzado un enorme éxito simplemente usando lo mejor de la tecnología y trasladando al cliente parte de los beneficios que ese uso genera, sumiendo con ello en una gran preocupación a las tres más grandes (y jurásicas) instituciones financieras españolas. Por cierto, dicho sea de paso, ese principal banco atacado por nuestros más lerdos dinosaurios, es el único de los que operan en España que devolvió íntegramente el rescate con que le salvó su Estado de origen (Holanda).
Cada vez que leo un artículo tuyo en este o parecidos sentidos, me pongo de un malhumor tremendo (y no por culpa tuya), sólo comparable al que padecía en aquellos viejos y gratos tiempos en que los discos y los libros llegaban aquí (cuando no se los cargaba la censura) meses y meses después de triunfar en los Estados Unidos o Gran Bretaña. Entre otras atraseces y cavernícolas circunstancias en lo grande y en lo pequeño.
Aunque Bitcoin no es 100% anónimo, hay sistemas basados en Bitcoin que sí lo son, como Cryptonote:
https://cryptonote.org/inside
Cryptonote no es una moneda virtual, sino un protocolo (Bitcoin es ambas cosas), pero hay monedas que lo usan, como Monero.
https://en.wikipedia.org/wiki/Monero_(cryptocurrency)
Con sistemas como Bitcoin y Crytonote no dependes de ningún banco ni autoridad central. Si usas tu propia wallet, es el equivalente virtual a llevar dinero en metálico en tu móvil. Cuando hubo el corralito en Chipre, muchos metieron su dinero en Bitcoin, haciendo el equivalente a meter su dinero en el colchón.
Las transacciones pueden ser todo lo pequeñas que se quiera, y en el caso de Cryptonote no son trazables.
El dinero basado en una blockchain (el principio básico de funcionamiento de sistemas como Bitcoin y Cryptonote) es el futuro, pero la gente tardará en enterarse.
Todavía estamos en la fase de abandono del dinero en metálico, y en esta fase los bancos con sus cuentas corrientes y sus tarjetas físicas o virtuales siguen siendo los que mandan, orientando la transición por el camino que les conviene.
Cuando ya estemos en la fase en que todo se pague con el móvil (salvo algunos pagos muy grandes estilo comprar un piso, que se hagan mediante cheque), la posibilidad de tener en el móvil tantos sistemas de pago como queramos hará que la gente acabe adoptando sistemas basados en blockchain.
La gente siempre querrá tener una forma de pagar (o cobrar) «extraoficialmente», ya sea para comprar drogas, evadir impuestos, escapar de un corralito, o donar a Wikileaks.
3 Inconvenientes:
– Niños: ¿Como compraran los niños chucherías? Me quedo mas tranquilo dándoles 50 centimos que la VISA.
¿Como les dará la abuela «la paga»?
Con el dinero «físico» aprenden a apreciar mejor el valor del dinero.
– Corralito: ¿Que pasa si hay un corralito y mi banco no me deja sacar mi dinero? Me quedo mas tranquilo guardando parte de mis ahorros bajo el colchón (y mas ahora que los tipos de interes que pagan los bancos son 0). Por no hablar de las comisiones bancarias
– Control del gasto: Me gusta sacar 400€ a principio de mes e irlo gastando a lo largo del mes. Así no gasto mas de lo que puedo.
Para primera cuestión y la tercera, ya existen las tarjetas prepago, que pueden ser físicas o virtuales (a partir de los 12, e incluso antes, los críos ya tienen móvil, y las tarjetas físicas cada vez más son contactless (NFC)).
Para la segunda cuestión, ya mencioné Bitcoin y Cryptonote en mi anterior mensaje.
La realidad es, que en la actualidad las transacciones electrónicas en la banca son un auténtico despropósito y a duras penas pueden suplir la versatilidad de diversos servicios nativos de Internet.
Antes que el papel moneda, deben ser los bancos los que se enfrentaran a una evolución de su operativa actual. Y un buen ejemplo para ofrecer servicios competitivos y sostenibles financieramente lo tenemos con el aumento de comisiones en las operaciones de los cajeros y de las cuentas transaccionales.
Internet está ofreciendo una nueva serie de servicios que se solapan con las funciones de la banca tradicional; tenemos Paypal, Transferwise, Bitcoin, la banca basada en Blockchain cómo Ripple, etc
Así que, si la innovación y la oferta de productos no evolucionan en la banca tradicional, en breve los bancos pasaran a un segundo plano en los servicios transaccionales que tradicionalmente han venido ofreciendo. Y se derivara hacia otros servicios ese flujo de comisiones operativas.
Por lo demás, Diners Club se creó en los años 40, durante la recuperación de la postguerra y la crisis de los 30., lo cual no deja de ser una paradoja; precisamente cuando se produce un hiato en el ciclo financiero de la banca tradicional, paralelamente, se adopten nuevas formas y medios de realizar transacciones.
En cuanto al soporte y los pagos desde móviles, para otro momento.
Así, a vuela pluma. Que mañana es el día menos indicado para hablar de temas financieros en este país.
http://www.oliverwyman.com/content/dam/oliver-wyman/global/en/2015/jun/The_Fintech_2_0_Paper_Final_PV.pdf
http://r3cev.com/
https://medium.com/@brettking/the-death-of-bank-products-has-been-greatly-under-exaggerated-153cdb21a5d4
https://www.youtube.com/watch?v=MaKVhpbxub8
Gracias x las referencias!!
La eliminación del dinero en efectivo anula nuestra individualidad económica: todas nuestras transacciones están intermediadas, dependemos totalmente de un intermediario con sus propios intereses. No sólo se trata del coste y de la dependencia de ciertas tecnologías, para mí es un paso más hacia la incesante pérdida de libertades en favor de las burocracias.
La eliminación del dinero en efectivo es solo otro paso más en este gran hermano (y obviamente, no me refiero al programa de televisión) que nos están construyendo.
Este artículo me recuerda el pasaje del Apocalipsis de la marca de la Bestia. Quien no se someta a la Bestia y lleve su marca en la frente o en la mano no podrá comprar ni vender ni negociar. Lo que no entiendo es por qué el número de la marca de la Bestia es el 666.
¿Qué hay del supuesto interés de los fabricantes de smartphonesen en hacerse con el negocio de la banca comercial?
¿Para qué las cuentas corrientes si se generaliza el pago con el móvil?
Una sociedad (no tan lejana) donde todas las transacciones sean digitales, sin dinero en efectivo, tenemos una persona molesta, opositor, manifestante, llamemosle la persona incomoda para el politicastro de turno, llega una orden judicial y de la noche a la mañana se te anula el derecho a hacer compras no superditadas al estado, no podras comprar ni vender nada en ninguna parte.
Me parece temible. por suerte siempre habra oro o pagos en metalico de alguna forma u otra sin tracear.
los estados cada vez tienen mas poder, y no es plan darles aún más, eliminar el dinero en metalico puede llevar a situaciones endemoniadas y autenticos infiernos y no hablamso de sitauciones inimaginables. un gobierno que multa o lleva a la carcel a quien se atreva a montarle una manifa, es capaz de todo.
miedo me da
Ante el miedo al control, lo que pusieron antes: monedas virtuales anónimas. No olvidemos la pedazo economía sumergida que hay (talleres, médicos, abogados, almacenes. etc.). El pago sin dinero va a mas en establecimientos o servicios físicos, pero a traves de tpv, y bancos. Y muchos no tienen o intentan no aceptarlo, por las comisiones o para evitar el control de hacienda.
Cuando se extiendan los pagos móviles, con varios sistemas y posibilidad de instalar diferentes alternativas, supongo que es cuando vendrá el salto de monedas y transacciones alternativas para cubrir esa demanda de anonimato, saltarse los impuestos, o libertad (como en el software, ir hacia sistemas libres no controlados por la multinacional de turno).
Es cierto que en países como UK el uso del dinero en metálico es cada vez más raro. Se aceptan pagos en tarjeta para cantidades minúsculas y han sido rápidos incorporando «touch & pay», tanto en tiendas como en servicios públicos como el transporte.
Pero tenemos tendencia a mirar al hemisferio norte y pasar por alto la revolución que el dinero móvil está suponiendo en regiones como África: la población ha pasado de no tener cuenta bancaria en absoluto a tener todo en su móvil (que no necesita ser smartphone). Es un uso diferente de la tecnología que representa un cambio inmenso para millones de personas, y el volumen de dinero que se mueve de esta manera está creciendo de manera exponencial año tras año, tanto a nivel nacional como internacional (hablamos de billones).
Recomiendo leer este artículo de Forbes: http://onforb.es/1ZaVBJ7
Gracias por escribir sobre este tema. Un saludo
Muy buen apunte. Verdaderamente lo del dinero móvil en Africa está siendo toda una revolución, que además se está haciendo mediante sistemas propios, diferentes de los nuestros.
La verdad es que si todo va con tarjetas de crédito la privacidad la tenemos que entender de forma diferenta, saludos, un buen seguidor de tus comentarios.
En Bruselas no hay tanto pago electrónico, y es más, hay muchos restaurantes, taxis … que no aceptan tarjetas!! No digamos ya los mercadillos ..
Como lo oís, en la capital de Europa, dinero negro a doquier!!
Creo que el gobierno ha intentando alguna vez regular lo de los restaurantes, pero sin mucho exito porque el sector se declaraba en guerra. El sector debe «argumentar» que los costes laborales son tan altos que la única manera de ser rentables es haciendo parte en negro. En fin …
Estoy totalmente de acuerdo que el dinero en metálico debería desaparecer. La principal razón para mi es la trazabilidad como en el caso que he propuesto: El ver si un sector es rentable o no, si el gobierno debe bajar la carga fiscal o no … Creo que ayudaría a que todos los agentes económicos fueran más eficientes y se hicieran menos trampas (gobiernos inclusive)
Retirar de circulación gradualmente los billetes de más de 20€ resolvería gran parte de los inconvenientes.
La tendencia de dinero no físico dependerá de quienes tienen la capacidad de implantarlo, es decir, de los gobiernos, y de la voluntad de la gente. Al respecto de esto último, y aludiendo a un punto crítico como es el de quedarse sin batería en el smartphone para poder pagar, creo que la solución vendrá dada por que el cobrador sea el que tenga le dispositivo que adquiera activamente datos de un objeto (léase una tarjeta VISA «digital», por ejemplo) pasivo (el de la gente) que no requiera energía, sino que tenga la información guardada digitalmente. COn este modelo, sin embargo, el poder de las eléctricas, por la dependencia de la energía que tendrá cualquier negocio, podrá, quizás, abrir nuevos modelos de negocio. Si a eso le sumamos que los bancos están por la labor de implantar blockchain, la lucha de poderes fácticos está servida. Hay mucho pastel que repartir.
Las tarjetas contactless ya existen, y los terminales de las tiendas son los mismos que para el pago con móvil (tanto móviles como tarjetas usan NFC). Tienen como dices la ventaja de que no hay riesgo de que te quedes sin batería, pero el gran inconveniente de que cada tarjeta solo sirve para un sistema de pago predeterminado.
El móvil, por el contrario, al ir por soft te admite cualquier sistema de pago. Desde Paypal hasta Bitcoin, pasando por pagos por email. En mi opinión, a medio/largo plazo el móvil tiene asegurada la hegemonía precisamente por esta flexibilidad que deja la puerta abierta a toda clase de innovaciones.
La verdad, no me parece que lo de la batería sea tan gran inconveniente. A malas, siempre puedes incluir un puerto USB en el terminal de la tienda, y que el tendero tenga a mano un cable, para que puedan pagar los clientes que se han quedado sin batería.
Efectivamente Krigan, ya existe el NFC, pero como dices tiene el problema de la multicompatabilidad de sistemas. Si esto se solucionara, el hecho de no depender siempre del smartphone (aunque siempre lo lleves encima), quizás daría más tranquilidad al usuario. En tema de SW, no creo que haya problemas para resolverlo, habría que mejorar el punto lector (el del comerciante de la tienda) y ya está. Si no se hace es porque creo que ahora estamos en momento de lucha de estándares, pero posible es. Eso no quiere decir que con Smartphone no se pudiera, pero creo que con tarjetta universal sin depepender de smartphone la masificación sería más rápida y profunda, independientemente de qué smartphone tenga cada uno y, por ende, de qué clase social sea cada uno. Teniendo en cuenta que la clase media cada vez es más grande (porque se acerca cada vez más a la clase baja), la solución creo que debe ir orientada para «todos los públicos», o mejor dicho, «clases».
Enrique, el problema con el modelo que nos planteas es que de facto se convierte en un corralito, ya que pasaríamos a depender absolutamente de los bancos para poder hacer cualquier tipo de transacción.
Más allá de los beneficios de control y afloramiento de la economía sumergida y los pagos en B, que en el entorno doméstico según dice los expertos no representan unas cantidades significativas, veo inconvenientes.
Otra cosa es que se empiece a extender el uso en España de nuevos mecanismos de dinero electrónico (los famosos wallet) en los que las transacciones entre particulares no tengan costo, como ocurre ahora con el dinero en metálico; pero la experiencia hasta la fecha es que los mismos bancos han sido los que los han torpedeado, en tanto en cuanto para ellos suponen una perdida de negocio y, obviamente, no se van a tirar piedras sobre su propio tejado.
Por eso los bancos empiezan a diseñar y promocionar Apps del estilo Yaap, para cada vez más fidelizar a la gente para los pequeños pagos. No quieren que nos saltemos su rol de intermediario, quieren estar en nuestro día a día, y así tener el control transversal de todas nuestras transacciones, sean pequeñas (con Apps triviales pero eficaces) o grandes (mediante transferencias bancarias tradicionales).
Si los bancos ya están abusando hoy, no me imagino en un futuro distrópico en el que tienes que pasar por el aro si o si. Mi banco (Ibercaja) me cobra 50€ al año por tener una cuenta, 18€ por usar una tarjeta y 2,8€ por cada tranferencia. Son comisiones abusivas y sé que otros bancos no son mejores. Si desaparece el dinero estas comisiones se dispararán, porque tendrán el oligopolio del dinero.
Por el contrario, es la necesidad de usar metálico lo que genera el oligopolio y abusos de los bancos tradicionales. Necesitas tener un cajero o sucursal de tu banco cerca de tu casa para sacar de vez en cuando dinero en metálico.
En una sociedad sin dinero en metálico, no solo podrías usar una wallet de Bitcoin haciendo que tu móvil sea tu propio banco, o una cuenta de Paypal en lugar de una cuenta corriente, sino también usar un banco por Internet como ING Direct, que no cobra ni por mantenimiento de cuenta, ni por tener tarjeta, ni por transferencias dentro de España.
¿Problema? Que ING Direct apenas tiene cajeros propios, y para sacar dinero sin que te cobren tienes que irte a un cajero del Grupo Banco Popular o de la Banca March, que también son pocos. Es precisamente la necesidad de dinero en metálico lo que nos ata a los sangrantes bancos tradicionales.
Usa la cuenta cero de La Caixa. NO te cobran nada, sólo que te exigen que no uses sus oficinas, sino sólo la cuenta online. Ellos se ahorran así, cada vez más, gastos fijos de personal e instalaciones, y nosotros ganamos inmediatez y sencillez. Parece que haga publicidad, pero en realidad creo que es una muestra de la tendencia a la que quieren llegar bancos y cajas: cero oficinas = cero gastos fijos en personal de at.cliente física e infraestructuras fijas.
Primer paso para que las empresas privadas nos cobren por «respirar»…
Parece que los principales bancos españoles ya se están empezando a poner las pilas en esto de los pagos por móvil. Al pionero BBVA se le ha sumado La Caixa, e incluso una filial (Bankinter) del atrasado banco Santander:
http://www.xatakandroid.com/aplicaciones-android/a-falta-de-android-pay-estas-son-las-alternativas-para-pagar-con-el-movil-en-espana
Si a alguien le extraña que todas las apps de los bancos requieran Android 4.4 o superior, es porque esa es la primera versión de Android que soportó HCE.
Por supuesto, las opciones de las operadoras (Vodafone Wallet y Orange Cash) no tienen futuro (tecnológicamente se ven superadas por HCE, que no requiere una sim especial), y son solo un patético intento de meter la cuchara.
Será interesante ver cómo se moverá el mercado español cuando lleguen aquí Apple Pay y Android Pay.
Este artículo me recuerda el pasaje del Apocalipsis de la marca de la Bestia
Interesante artículo, como siempre Enrique.
En esa posible foto final que dibujas yo añadiría que el escenario de ‘no tengo batería’ o cobertura, etc, queda solventado por esquemas que ya han sido probados en los que pagamos con nuestra huella digital, que siempre llevamos encima y no necesita pila.
Por supuesto el gran problema es la garantía de que nuestra huella nunca podrá ser manipulada maliciosamente, pero ahí podría ayudar mucho ese ‘banco central’ que mencionas como único repositorio de huellas autenticadas.
Puede dar miedo que el gobierno controle hasta nuestro último gasto pero realmente para la mayoría esto ya es así en los gastos importantes. Lo que no tengo tan claro es que esta clase política tan corrupta montase un sistema del que no se puedan evadir los poderosos, eso me parece ingenuo hoy en día.
Respecto a lo último que se apunta en el artículo, solo decir que la eliminación del dinero físico supone la eliminación de la disidència con el sistema. Se trata de una fórmula de totalitarismo y degradación social gravísima. Qué sencillo sería bloquear los recursos -es decir, los activos bancarios- de los que se oponen al capitalismo y a una nueva sociedad. A la larga supondrá una involución social que nos llevará a época pretéritas.
Uno de los principios de la Economia es el concepto del incentivo. Y claramente la eliminación del dinero en efectivo es un claro incentivo al expolio a través de impuestos, control gubernamental y perdida de libertad e intimidad, ofrecida libremente por los ciudadanos por una supuesta modernidad y comodidad.
Una visión lúcida sobre la eliminación del dinero al portador:
http://www.rankia.com/blog/llinares/2796922-acerca-prohibicion-dinero-portador