La sentencia del caso Authors Guild vs. Google Books, que afirma por unanimidad de los letrados de la Corte de Apelación que la digitalización de libros por parte de la compañía es un proceso perfectamente legal que cae dentro de los supuestos de fair use (uso legítimo o razonable), permite reflexionar acerca de la esencia del copyright y lo que se supone que debería proteger.
En la imagen, un escáner para libros. En realidad, los escáneres diseñados y construidos por Google para ese fin son bastante más eficientes, y han sido utilizados para construir, desde que en el año 2004 inició sus trabajos bajo el nombre de Google Print, el mayor repositorio digitalizado de libros de la historia de la humanidad.
La labor de la compañía a la hora de poner en práctica su misión, «organizar la información del mundo y hacerla accesible y útil de forma universal», no debe ser minimizada: hablamos de un total de 129 millones de libros publicados antes de que el libro fuese como tal un producto digital, y en el año 2013, se calcula que Google había escaneado unos treinta millones de ellos y planeaba terminar con el resto en alrededor de una década. Un trabajo ímprobo considerando que simplemente determinar ese número, obtenido a través de la indexación y deduplicación de catálogos de todo el mundo, resultaba en sí una tarea compleja, que muchos de esos libros no están disponibles con facilidad, y que el escaneado es un trabajo complejo, laborioso y sujeto a errores. Hacer que todos esos libros estén disponibles a la hora de hacer una simple búsqueda en un navegador es una de esas cuestiones que nos lleva a plantearnos la dimensión de una compañía que en muchas ocasiones plantea su innovación en forma de moonshots, de auténticos brindis al sol aparentemente imposibles… hasta que se ponen manos a la obra.
Que en el contexto de semejante obra llegue una asociación de autores y denuncie a Google por infracción al copyright ya debería ser, de por sí, algo capaz de definir la naturaleza del denunciante. Google no digitaliza los libros para ponerlos directamente a disposición del público, sino simplemente para que puedan convertirse en resultado de una búsqueda, con respeto a las decisiones del propietario de los derechos sobre la cantidad de información que puede mostrarse como resultado de la misma. Sin embargo, el caso ha sido planteado ya en varias ocasiones, argumentado de las maneras más peregrinas posibles («¿y si Google fuese hackeado y nuestros derechos de autor violados por un tercero?»), y ha tenido que ser una Corte de Apelación la que decida a favor de la compañía. El Authors Guild podría plantearse aún apelar al Tribunal Supremo, pero dada la unanimidad de la decisión anterior, sería probable que incluso en ese caso, la apelación no fuese aceptada.
¿Cuál es la razón fundamental que argumenta la existencia del copyright? Como bien expone la sentencia,
«The ultimate goal of copyright is to expand public knowledge and understanding, which copyright seeks to achieve by giving potential creators exclusive control over copying of their works, thus giving them a financial incentive to create informative, intellectually enriching works for public consumption. This objective is clearly reflected in the Constitution’s empowerment of Congress “To promote the Progress of Science (…) by securing for limited Times to Authors (…) the exclusive Right to their respective Writings.” Thus, while authors are undoubtedly important intended beneficiaries of copyright, the ultimate, primary intended beneficiary is the public, whose access to knowledge copyright seeks to advance by providing rewards for authorship.»
[El objetivo final del copyright es ampliar el conocimiento y la comprensión pública, algo que el copyright trata de conseguir dando a los creadores potenciales un control exclusivo sobre la copia de sus obras, ofreciéndoles así un incentivo financiero para crear trabajos informativos e intelectualmente enriquecedores para el consumo del público. Este objetivo se refleja claramente en el mandato de la Constitución al Congreso, «promover el progreso de la ciencia (…) asegurando por un tiempo limitado a los autores (…) el derecho exclusivo sobre sus respectivos escritos». Así, mientras que los autores son, sin duda, importantes e intencionados beneficiarios del copyright, el beneficiario primario y último previsto es el público, cuyo acceso al conocimiento es lo que el copyright busca mejorar al ofrecer recompensas por la autoría.]
Las cosas claras: sí, los autores se benefician económicamente del copyright, pero en último término, el papel del copyright es el de fomentar el acceso del público a las obras creadas. Algo que unos cuantos deberían leer muchas veces, o incluso memorizar, antes de tomar determinadas decisiones.
Para Google, la sentencia es muy importante, el final de una larga lucha legal que da sentido a muchas cosas. Pretender que la compañía pague por hacer indexable determinada información esgrimiendo que se trata de una supuesta «infracción del copyright» es algo que va contra la naturaleza y la razón de la existencia del propio copyright: las interpretaciones ultra-restrictivas del copyright, en último término, nos perjudican a todos. Ni siquiera el valor comercial del servicio creado por Google impide que sus acciones puedan ser clasificadas como uso legítimo o razonable. El copyright no es un derecho escrito en piedra y que ponga al autor por encima de todas las cosas – y mucho menos, si en su siniestra evolución, termina por beneficiar ya no al autor, sino al editor o al comercializador de las obras. La idea de que digitalizar algo para permitir que fuese indexado era algo que atentaba contra el copyright suponía una amenaza a la mismísima esencia de lo que es y debe hacer un motor de búsqueda. Era, simplemente, una idea estúpida, y más aún en pleno siglo XXI.
A ver si algunos talibanes del copyright van entrando en razón.
This article is also available in English in my Medium page, “Google Books and the real purpose of copyright«
Vamos a ver, digitalizar todos los libros del mundo es una labor imprescindible y encomiable. Dentro de 100 años nadie tocará un libro de papel y lo que no esté digitalizado, simplemente «no exitirá» y se perderá para siempre.
El unico «pero» que tengo es que Google me da miedo, además es una empresa privada con intereses económicos. Esta labor debería ser liderada por toda la humanidad de forma altruista, transparente y universal… al estilo de la Wikipedia. Pero hemos de asumir la cruda realidad, los gobiernos son cortoplacistas y no tienen visión de futuro.
Ana , de acuerdo Google da miedo, a mi también. Pero ha abierto una posibilidad, de la que no tiene el monopolio. Otros sitios también lo hacen, de la Biblioteca de Alejandría a la Biblioteca Cervantes, lo que estaba en juego es el derecho a digitalizar libros, no quien lo hiciera. Si en el futuro Google no nos gusta, no tenderemos por qué utilizar sus servicios.
El problema es que lo hace bastante mejor que los demás. ¿Que se lo va a hacer… ?
Cuanto habremos dejado de avanzar por el copyright y las patentes.
Si todos pensásemos en el bien común, nadie necesitaría ser egoista.
Estoy de acuerdo en que las patentes no deberían existir y el copyright probablemente tampoco o, al menos, existir sólo para uso comercial de una obra y durante un periodo de tiempo mucho más corto.
No entiendo, sin embargo, qué tiene que ver eso con el egoísmo. Tampoco entiendo qué contradicción hay entre el egoísmo y el bien común. Todos somos egoístas en el sentido de que queremos obtener algo en el mercado a cambio de nuestro trabajo, y eso no tiene nada de malo. ¿O tú trabajas sin pedir nada a cambio?
El egoísta, por definición, no se interesa por el interés del prójimo y rige sus actos de acuerdo a su absoluta conveniencia.
En el contexto económico y cultural que vivimos puede parecer hasta razonable, pero en realidad la cooperación es infinitamente más eficiente incluso aunque ello suponga que lo que uno en particular obtiene no es necesariamente proporcional a su esfuerzo o sus logros, precisamente para defender el bien común. Sin embargo obtiene beneficios de los avances que entre todos consiguen, potencialmente infinitamente superiores a los resultados de la competencia egoísta entre personas, empresas o países.
Es más, estoy convencido que no existe otra salida sostenible a medio y largo plazo.
pero en realidad la cooperación es infinitamente más eficiente incluso aunque ello suponga que lo que uno en particular obtiene no es necesariamente proporcional a su esfuerzo o sus logros
Habrás querido decir «en teoría», porque lo que es cierto, que cuando se ha querido aplicar es principio se ha fracasado totalmente. No hay que ver como acabaron los experimentos de Colomias de Socialismo Utopico https://es.wikipedia.org/wiki/Socialismo_ut%C3%B3pico
La naturaleza está llena de ejemplos que demuestran lo contrario.
Otra cosa es que no hayamos sido capaces aun de organizarnos adecuadamente. Y no estoy hablando necesariamente de socialismo.
Sin ir más lejos, lo arrecifes coralinos, las abejas, … Pero es de los humanos de lo que hablamos y esa fraternidad teóricamente es posible, pero siempre ha fracasado en la práctica.
No hace falta hablar de socialismo utópico, Gorki, hay muchos ejemplos de economía colaborativa y rentable dentro de un sistema capitalista, ahí tenemos por ejemplo las comunidades de software libre.
Roberto Menor:
En un sistema capitalista puedes organizar una cooperativa, una comuna socialista, economía colaborativa… sin que nadie te lo impida.
Prueba a comerciar en un sistema comunista y verás cómo la violencia del estado cae sobre ti.
Esa es la diferencia.
Cuando la cooperación es eficiente, la gente coopera voluntariamente. No hay necesidad de obligarla a cooperar.
Pero es que trabajar de forma egoísta también es cooperar. Por ejemplo, si tú quieres comer tomate y ternera, es más eficiente que tú cultives tomates y los cambies por ternera en el mercado con otra persona que críe vacas, que tener que criar tus propias vacas además de cultivar tomates. El ejemplo anterior es de trueque, pero con dinero es lo mismo; el dinero no es más que una forma de eliminar la ineficiencia del trueque. El libre mercado es cooperación.
En realidad, hagas lo que hagas, eres una persona única y tu producto o servicio siempre es diferente (poco o mucho) del que ofrezca cualquier otro. Siempre hay oportunidades, necesidades y mercados sin cubrir, por lo que no es necesario pelearse por un mercado existente para sobrevivir.
El problema es que cuando se habla de «bien común», en realidad se habla de una idea particular de bien común, que no tiene por qué coincidir con la tuya o con la mía. Querer imponer una idea particular de «bien común» no es más que una forma de megalomanía.
Tu mismo te contradices en tu comentario. Lee la primera frase y la última.
No me contradigo. Una patente es simplemente que el estado te otorga el monopolio para explotar una idea. Que yo sepa puedes explotar cualquier idea en régimen de libre competencia y hacer dinero con ello sin necesidad de tener el monopolio.
Lo mismo con el copyright. Te resultará más difícil vivir de explotar los derechos de una obra, pero puedes dar conciertos u obtener ingresos por muchas otras vías. Este tema se ha tratado muchas veces en este blog.
Madre mía… Vaya argumentos!
[…Una patente es simplemente que el estado te otorga el monopolio para explotar una idea…]
Te lo puedo aceptar por los pelos. Con un pequeño matiz: La idea es mia. No ha crecido de un árbol ni se me ha aparecido por designio divino. Esa «idea» me ha costado años de estudio, de trabajo, de inversiones y perder la paciencia y la salud con mil burocracias varias. Ergo tengo el derecho a explotarla como me dé la gana. Hasta licenciarla a quién yo quiera.
[…Lo mismo con el copyright. Te resultará más difícil vivir de explotar los derechos de una obra, pero puedes dar conciertos u obtener ingresos por muchas otras vías…]
Ok. Compongo una canción que es un éxito tremendo, no quiero el copyright para nada! Que todo el mundo la cante en sus conciertos y a forrarnos todos!
Tela!
Scotch:
No tiene sentido reclamar propiedad sobre una idea como si fuera un objeto físico. La diferencia es que si te doy una manzana, ya no la tengo. Si te doy una idea, la sigo teniendo y tú tienes una nueva idea. Como sigo teniendo la idea, el argumento de que usar las ideas de otro es robar no sirve. Sigues teniendo el derecho a explotarla como te dé la gana. Lo que tú estás pidiendo es prohibir a los demás que la exploten. Por pedir, puedes pedir hasta derecho de pernada, pero eso no lo convierte en algo correcto.
Cuando ha llegado el momento de una idea, normalmente se le suele ocurrir a más de una persona a la vez. Un ejemplo es el teléfono: Bell y Gray trabajaban independientemente y ambos inventaron el teléfono prácticamente a la vez y solicitaron la patente el mismo día. ¿Realmente te parece justo que uno de los inventores tenga la exclusiva y el resto tengan prohibido explotar su propia idea? La cuestión no es si tú puedes explotar tu idea (siempre puedes, con patentes o sin ellas), sino que pretendes prohibirlo al resto.
El que hayas dedicado años de estudio, trabajo e inversiones a algo es loable, pero no es garantía de éxito y menos aún te debería dar una exclusiva sobre ello.
Lo de la canción es más bien al revés: si compones un éxito, harás dinero con ello y a raíz de ello, otros querrán cantar tu canción (se supone que el mercado valorará que tú seas el cantante original y pagarán más por escucharte a ti que a otros), etc. Es decir, el que otros quieran construir sobre tu obra es demostración de su buena calidad. Si tu canción es una porquería nadie la querrá escuchar ni cantar aunque des todas las facilidades del mundo para descargarla.
Ejemplo: Un físico desarrolla una tecnología que aumenta la capacidad de las baterías de móvil en un 30%. La única manera de sacar un rendimiento es mediante un copyright. Que va a hacer si no? Montar una fábrica de baterías? Con que dinero?
Que yo sepa hoy pueden escribir un millon de HEMINGWAY, no perdona, mil millones, con licencias libres, ofrecer lo suyo a la Humanidad libre y en abierto, y lo mismo los Beatles o cualquier Bach … pero mira, no ha aparecido ni uno … eso es casualidad … y te puedo asegurar que seguira sin aparecer ninguno, pero tu sigue con lo tuyo
En cuanto a las patentes, a las IBM les da igual, si tu puedes haz un procesador con 20 mil millones de transitores, haz un motor Trent que llevan los Airbus, Tupolev, Boeing, que levanta un avion de 200 toneladas, hoy lo que protege a la buenas empresas es la complejidad, hacen cosas que los demas ni pueden hacer por mucho que se copien, vamos que te pasan los planos, te los regalan y ni aun asi consigues aclararte
asi que vamos un poco cambiando los conceptos tontos como eso de «por culpa la patente»
¿Imaginas una empresa donde unos departamentos detentaran patentes que otros no pueden utilizar? ¿Que determinados empleados hubieran escrito manuales que otros no tienen derecho aa utilizar?.
Pues ahora imagina una empresa llamada humanidad, cuyo objetivo no es ganar más dinero (puesto que no existe ninguna otra civilización conocida sobre la que obtener un diferencial de enriquecimiento), sino la mera subsistencia de sus «empleados» en las mejores condiciones de vida posible sostenibles a largo plazo.
Esa empresa que explota los recursos limitados de un punto azul pálido que flota en un rayo de Sol.
Las únicas ideas tontas son aquellas que nunca se ponen en duda.
Sobre este tema hay un documental muy bueno que se titula ´Google y el cerebro mundial`. Más que en los derechos de copyright se analiza el uso de la información que extraen de los libros para enriquecer su motor de búsqueda, aparte de digitalizar el libro, se procesa el texto y se interpreta mediante querys sacando así patrones, con el objeto de mejorar Google search engine hacia una sistema de Inteligencia Artificial. En igualdad de condiciones el resto de buscadores también deberían tener acceso a esta información tan valiosa, bien hecho Alphabet debería tener al menos una empresa pública en el que encajaran este tipo de proyectos sin depender de la administración estadounidense, si no de un posible estatuto global y único que vele por la explotación de datos con carácter universal sin ánimo de lucro privado. El servicio de Google Maps también podría estar dentro de este conjunto de servicios que se pueden llamar universales y que formarían parte de un patrimonio global y compartido.
Un documental que recomiendo «Google and the World Brain». Esencial para reflexionar sobre el alcance de este proyecto. (http://www.worldbrainthefilm.com/es)
«No tiene sentido reclamar propiedad sobre una idea como si fuera un objeto físico. La diferencia es que si te doy una manzana, ya no la tengo. Si te doy una idea, la sigo teniendo y tú tienes una nueva idea.»
¿Puedes ir a pedirle a Google a ver si te da su algoritmo a ver que te responde? Así lo tenéis los dos. Vamos, digo yo.
Jajaja, uno de los que creen que «el algoritmo» es una cosa que te pueden dar o contar, como un «secreto»… seguramente también te creerás aquello de que solo lo saben tres personas, y no pueden viajar juntas en un mismo avión, y todo eso… ay, dios mío, cuánto daño han hecho las pelis de espías! :-)
«El algoritmo» es un montón de normas, procedimientos, heurísticas y criterios que se mueven todas las semanas una media de dos veces, que constantemente se revisa y que únicamente tiene de secreto lo necesario para que alguien no se dedique a retorcerlo para intentar salir de primero en las búsquedas. Si de verdad crees que es «un secreto que te pueden dar o contar», discúlpame, que no te parezca mal… pero deberías plantearte enfocar tu análisis de la realidad empresarial de una forma un poquito más madura.
@Jesus no se equivoca del todo. Si vas a Google (o a cualquier empresa seria) y les pides cualquier tipo de información Industrial, te enviarán de paseo. Por ejemplo, si yo te pido permiso para gravar en vídeo tus clases y colgarlas en Internet, probablemente me digas que no. La información es poder, y lo de la información libre tiene unos usos limitados.
Lo del copyright de las asociaciones de autores ya se les está llendo de las manos, ponen denuncias sin ningún sentido. Así lo único que consiguen es ganarse una mala reputación que desde mi punto de vista está bien merecida.
Gracias, Enrique. No se trata de si Google es o no el lobo como la industria editorial quiere hacernos creer. Lo único que me queda claro es que tanto la Biblioteca Virtual Cervantes como la digitalización de libros por parte de Google son pasos hacia adelante gigantescos.. Y si ellos son los que lo saben hacer, enhorabuena. Me siento orgullosa de haber compartido proyectos con personas especialmente brillantes que ahora forman parte de Google España.
Qué malos parecen , y sin embargo, qué grandes son.
El Copyright depende en gran parte de las leyes de cada país. Sin embargo es importante defender tu obra a nivel judicial. Lo mejor es realizar el registro oficialmente para evitar futuros dolores de cabeza.