Si a estas alturas aún no crees en la viabilidad de los vehículos autónomos, es simplemente que no has leído lo suficiente al respecto. En el estado actual de la tecnología, es ya perfectamente evidente y claro que uno de esos vehículos puede llevar a cabo las tareas de conducción de manera mucho más ventajosa y eficiente que un humano: es capaz de obtener información del entorno de manera infinitamente más completa, tiene mejores reflejos, no se cansa, no se pica ni compite absurdamente con otros conductores, no bebe…
Las estadísticas de las pruebas llevadas a cabo hasta el momento no dejan lugar a dudas. Al margen de la entrada de nuevos competidores o de nuevas plataformas de innovación – Apple ya contrata abiertamente directivos con amplia experiencia en el sector del automóvil, y planifica su estrategia para intentar llevar la disrupción a ese mercado – las empresas de automoción hace ya tiempo que dejaron de plantearse un futuro de simples «ayudas a la conducción» y pasaron a poner el foco en el vehículo autónomo, no solo para turismos, sino también para cuestiones como el transporte de mercancías mediante camiones. Algunas inversiones, como la reciente adquisición de Here y de su portfolio de tecnologías para vehículos inteligentes, así lo prueban. Los condicionantes son ya simplemente legales y éticos, ya no tecnológicos. Hablamos de un mercado de un billón de dólares entre la dotación de nuevas infraestructuras, las ganancias de eficiencia y los avances en seguridad previsibles.
La cuestión ahora es tratar de entender el nuevo entorno al que este tipo de tecnologías darán paso. El momento actual, en el que la ley obliga a que un conductor humano permanezca tras el volante para tomar el control en caso de necesidad, es obviamente un estado de transición: existen pocas dudas sobre el hecho de que los pasajeros serán exclusivamente eso, pasajeros, sin ningún tipo de posibilidad de interacción con la conducción. De hecho, todo indica que el vehículo autónomo, de manera mayoritaria, será un dispositivo que de manera general no estará en manos de los usuarios, sino que tenderá a ser ofrecido mayoritariamente como un servicio. Una evolución que lleva a un segundo plano la cuestión del precio unitario, en aras de una eficiencia muy superior que permite su rentabilización. A partir del momento en que la disponibilidad de este tipo de vehículos comience a generalizarse, o a plantearse como alternativa razonable de cara a la optimización del transporte en las ciudades, estaremos hablando de un escenario completamente distinto, en el que la idea que tenemos de vehículo cambiará completamente.
Vehículos en los que el lujo pasará a tomar otro tipo de connotación: lo importante ya no será un motor potente o una línea bonita, sino un interior cómodo en el que podamos dormir durante nuestros desplazamientos, consumir contenidos, o mantener reuniones en telepresencia. ¿Qué ocurre cuando la actividad de los pasajeros deja de estar condicionada por las incidencias de la conducción, y el tiempo de desplazamiento resulta completamente liberado? Posiblemente, veremos un incremento en el número de negocios que planteen opciones de drive-thru, o recogida desde el vehículo, porque podremos plantearnos un uso mucho más eficiente del tiempo que pasamos en él, y decidir desayunar o almorzar en el vehículo con plena comodidad. O aprovechar ese tiempo de desplazamiento como tiempo de trabajo, con acceso a las herramientas y a la conectividad necesarias para ello. Opciones que alterarán completamente la idea de diseño de interiores que hoy tenemos de un vehículo.
Un nivel de cambios tanto en el planteamiento del vehículo como tal, como en el de las ciudades y los negocios que se desarrollan en ellas que resulta, en este momento, imposible de anticipar. Pero sin duda, una discusión mucho más relevante que la de si los vehículos conducirán solos o no. Esa parte, tecnológicamente, ya está más que superada. En términos de innovación, el foco ya no está tanto en la tecnología como en su fase de adopción.
This article is also available in English in my Medium page, “Self-driving cars: thinking into the future«
Debemos entonces abrir otro debate paralelo: está el sistema preparado para ello? Quiero decir las carreteras y autopistas (donde por ejemplo tener sistemas de protección para motoristas eficientes y generalizados es UNA UTOPÍA), las calles y ciudades, las compañías aseguradoras, …
Sin duda es el camino pero si las administraciones no abren un debate más global con verdadero interés de dar soluciones no se llegará a ningún sitio. Desgraciadamente no depende únicamente de lo que queremos los consumidores, sino de lo que nos dejen hacer….
Lo que es una utopía es ver un motorista que respeta los límites de velocidad y conduce con prudencia. El 90% de las veces que se salen de las curvas es por ir haciendo el cabra.
Con todos los respetos, ¿tienes moto?
Estoy de acuerdo contigo en que hay imprudentes, motoristas y automovilistas (ejemplo de estos últimos todos los que cogen el coche tras beber «porque controlan»).
La pregunta es si la sociedad está preparada para los coches autónomos, y teniendo en cuenta los prejuicios que hay alrededor de las motos imagínate los vehículos autónomos….
Enrique, dices «Si a estas alturas aún no crees en la viabilidad de los vehículos autónomos, es simplemente que no has leído lo suficiente al respecto. » pero en eso podemos estar de acuerdo. Es un futurible difícil de negar porque no se indica la fecha. Algún día será cierto y mucha gente cree que será pronto y yo creo que no.
Continuas sin aportar un solo hecho que demuestre que estamos hablando de algo más que un futurible, para algunos muy prometedor. Lo que apuntas son noticias de especulaciones, futuribles, mucho movimiento de dinero, etc.
¿Cuánto invirtieron los japoneses en los años 50 en inteligencia artificial? Sin duda se invirtieron fortunas escandalosas que hicieron afirmar a muchos que estábamos a un paso de importantes logros en IA.
Para mí los motivos de tanta especulación y tanto interés económico tienen que ver con el futuro incremento de la rentabilidad de los sistemas de transporte autónomo por carretera. Creo que muchos han puesto el ojo en eso y harán lo que sea por convertirlo en realidad lo antes posible, pero por suerte aún no ha llegado. Creo que cuando llegue el transporte autónomo por carretera, el precio de una vida humana pérdida por accidente será reducido para hacer los mercados más competitivos, porque es lo único que importa. Los accidentados tendrán que pleitear contra gigantes de la economía.
¿Si una persona se pone delante de un convoy de tráfico autónomo de mercancías lo atropellarán? ¿Se pararán? Lo pregunto porque existe el peligro de que sea considerado un intento de atraco.
Lo que llegará pronto serán sistemas de asistencia a la conducción cada vez más sofisticados. La conducción plenamente autónoma a velocidades normales, me parece que será un objetivo cuya meta se irá alejando a medida que nos acerquemos a ella.
Sinceramente tus dos frases » Esa parte, tecnológicamente, ya está más que superada. En términos de innovación, el foco ya no está tanto en la tecnología como en su fase de adopción.» son afirmaciones que no se basa en hechos actuales, sino en promesas en las que tú confías y yo no.
Es un tema interesante con gran cantidad de connotaciones y podrían pasar muchas cosas. Una de las cosas que podría ocurrir es que los tramos de circulación tengan distintas tarifas para particulares que para tráfico autónomo. Lo que es seguro es que cuando llegue cambiarán muchas cosas, pero sinceramente no creo que eso ocurra pronto.
Yo lo que creo es que si hiciéramos una simulación de cómo sería conducir ahora a una velocidad normal en un tráfico de coches autónomos la cosa se parecería a esto. https://www.youtube.com/watch?v=obq6hCOyhuA
La conducción autónoma ya no es una especulación, sino un hecho. Ya está está aquí. Ya funcionan por las calles del estado americano de California y Volvo anuncia que lanzará al mercado su coche autónomo en 2017.
Sobre su implementación, me encantó la visión en la película de Yo Robot, donde siempre podías elegir la conducción manual, algo que en la sociedad ficticia del film se percibe como un acto mal visto cuando se usa en espacios transitados. Es decir, en esa visión futurista, la conducción autónoma es más fiable que la humana. Lo que creo que es absolutamente lógico, sobre todo viendo cómo conducen algunos.
En cuanto a su influencia en la esfera social, no creo que sea un hecho que vaya a cambiar el mundo de forma radical. Más bien supondrá una mejora sustancial en cuanto a las horas de descanso de los que tienen que pasar cierto tiempo al volante y una reducción notoria del número de accidentes. Los seguros se adaptarán y los trabajadores del sector del transporte pueden estar tranquilos, ya que creo que por mucho tiempo, el factor humano para la conducción va a seguir siendo necesario, si no para el 100% de la misma, un campo del 10% seguirá siendo necesario en el ámbito de la seguridad y responsabilidad.
No cabe duda de que el coche autónomo vaba ser una revolución en el mundo del transporte y que podría ser perfectamente factible con las actuales tecnologías, pero no todo se reduce a la tecnología de estos sistemas o a los ahorros que estos supondrían a las empresas que los utilizaran en sus servicios, pero si algo está claro hoy por hoy es que los fabricantes siguen buscando que el conductor pueda ver el coche como algo más que una herramienta de desplazamiento y que este tenga unas buenas sensaciones a la hora de conducirlo. No todo se reduce a economía o a los avances de la tecnología.
Pues habrá que esperarse a ver si llega, Por lo que observo en los futuribles, (escritos/dibujos hechos en el pasado, con temas sobre el futuro), nada de lo que esperamos que ocurra, llega a ocurrir, pero en cambio, ocurren cosas que ni se sospechábamos que fueran posibles,
¿Alguien fue capaz de pensar que China sin cambiar su régimen político, terminaría siendo la potencia capitalista por excelencia? ¿Alguien predijo la desaparición de la tinta o del fax?
En algún momento me pareció lógico que el periódico me llegara a las manos por el fax o por email. … Pues nunca ocurrió, apareció la información digital que poco tiene que ver con el periódico escrito. ¿Tendrá semejanza El Español.es con El Mundo?
Pues estas cosas que cuentas, son parecidas. El motor eléctrico, el combustible hidrógeno, y la conducción autónoma, parece que están ahí, casi al alcance de la punta de los dedos. pero,… ¿llegarán alguna vez?.usca lo que escribiste hace 10 o 5 años en este blog y te asombraras las cosas que decías y comentabamos, no s dimos uno mi nosostros ni por supuesto los neoluditas de turno. Es un ejercico de humildad muy adecuado para las vacaciones,
En su momento por los años 70, mas sencillo me pareció colonizar la Luna y ahí está, ni un solo viaje más desde hace 40 años. Tiene la realidad algo que ver con «La Odisea en el Espacio»? – Pues asi se esperaba que fuera el 2001, HAL no existe pero ·Amazon, conoce tus gustos literarios y los colores que te agradan, porque se lo cuenta tu Smartphone.
¿Y si el futuro es el teletransporte, o la moto autónoma, o los drones, porqué pensar en coches de cuatro ruedas evolucionados?
Lo que ocurra en 2017 no es un hecho, es un futurible. Es un anuncio. Cuando la conducción autónoma circule a 120 kilómetros por hora por las autopistas podrá llamarse así con propiedad.
Los coches de Google han conducido más de un millón de kilómetros pero no superan los 40 kilómetros de los coche de Google super ligeritos no es conducción autónoma. Si crees que eso no tiene tanta importancia recuerda que la energía cinética es 1/2 de masa multiplicada por la velocidad al cuadrado.
El coche de Google no sale cuando nieva, ni cuando llueve mucho, y lo más importante, antes de la salida del coche por una ruta, esta será estudiada a conciencia por humanos señalando cosas como indicaciones de tráfico, salidas de garajes y otro tipo de posibles circunstancias peligrosas. Hablamos de un estudio profundo y muy detallado que requiere mucho trabajo previo. Si en el mapa no se incluye un semáforo, el coche de Google se lo puede saltar en rojo. Se ha decidido que una luz roja no tienen por qué significar detener el coche.
Hablamos de un nivel de ayuda a la conducción autónoma que es pura trampa. Son circuitos muy preparados. El coche de Google no distingue a una persona saludando de un policía moviendo los brazos para que pare. Un montón de coches parados serán interpretados como meros obstáculos y un control de policía en busca de un terrorista podría ser esquivado por el coche de Google como si fuera un mero obstáculo. Una obra para reparar la calzada, o una zona conflictiva por un accidente puede surgir en cualquier momento, incluso te pueden obligar a desviarte de ruta y el coche de Google necesitaría de un humano para tomar la decisión más adecuada. El humano que hace de acompañante en los coches de Google es mucho más que un mero paquete.
Un humano no necesita nada de eso, por lo tanto estamos ante un nivel de conducción muy poco fiable pese a que se insista en lo contrario una y mil veces. Las declaraciones de Google de que no se ven obstáculos insalvables para salvar las actuales limitaciones, son en mi humilde opinión afirmaciones tan optimistas como tendenciosas que generan expectación en forma de artículos que le dan mucha publicidad.
¡No! La conducción autónoma todavía no está aquí. Lo único que está aquí son los artículos que hablan de las promesas de Google como si fueran hechos.
Siempre me he preguntado por qué los trenes,´metros y tranvías, salvo excepciones, llevan siempre un conductor cuando sería aún más fácil que dichos vehículos fueran completamente autónomos. Lo mismo se podría decir con respecto a los aviones. Hay barreras legales, psicológicas y económicas que dificultan su transición a la autonomía completa y lo mismo va a suceder con los autos. Quizá en un par de décadas el asunto sea diferente, pero por ahora no veo que la adopción masiva de dichos automóviles esté a la vuelta de la esquina.
Por otro lado, cuando los autos autónomos para uso particular sean una realidad cotidiana, van a ser tan pequeños o amplios y tan caros o baratos como los actuales. El que ahora tiene dinero para comprarse una amplia y cómoda furgoneta, tendrá su equivalente autónomo y el que hoy puede comprarse un Peugeot 106 o un Seat Mii tendrá también algo similar. El lujo, la comodidad y la conectividad van a ser comparativamente igual de caros, así que no nos hagamos la falsa idea de que viajaremos más cómodos de lo que ya lo hace cualquier pasajero en la actualidad.
Completamente de acuerdo, un coche con chófe,r es a los efectos un coche autónomo para el resto de los pasajeros. Si sustituimos el chófer por un robot, no veo por que el resto del habitáculo ha de variar.
Mira la foto del artículo. El asiento que hubiera sido del conductor no está orientado hacia delante. Lo mismo el asiento del copiloto. En un coche de ahora el asiento del copiloto también tiene que estar orientado hacia delante para que el respaldo y el ocupante no le resten visibilidad al conductor.
Además, el extremo frontal del habitáculo ha ganado en altura. Nuevamente la causa es que ya no es necesario que el inexistente conductor tenga la mayor visibilidad posible.
Hay 2 aspectos del debate:
– Si el coche autónomo es algo posible: la verdad, con millón y medio de kilómetros sin conductor que llevan ya los prototipos de Google, sin haber causado ni un solo accidente, no me parece sensato que algunos lo pinten como cosa imposible.
– Si será adoptado cuando salga al mercado: como mínimo las compañías de taxis (algunas de ellas con grandes flotas en USA y otros países), así como Uber y similares, van a comprar coches autónomos en masa tan pronto salgan al mercado. El conductor es con diferencia el principal coste de un taxi o coche de Uber.
El coche autónomo, ciertamente, no es imposible, pero como vehículo particular capaz de circular por toda Europa, por ejemplo, no va a ser adoptado masivamente ni a corto ni a mediano plazo. Otra cosa muy diferente es que empiece a usarse como taxi en algunas ciudades norteamericanas, pero podría terminar siendo como el tren suspendido de Wuppertal o el que va al aeropuerto de Shanghai: maravillas tecnológicas con una casi nula adopción a nivel mundial.
No niego que dichos vehículos puedan ocasionar menos accidentes que los conducidos por seres humanos, pero no olvidemos que los programadores son personas y también cometen errores y que la reacción de la opinión pública cuando ocurran los primeros accidentes va a ser determinante en el desarrollo de esta tecnología. El Concorde dejó de volar por un solo accidente grave, cuando otros modelos no han sido retirados pese a haber tenido varios. Cualquiera podría pensar también que vehículos como el Segway o las actuales bicicletas eléctricas deberían ser un éxito de ventas, pero el mercado es impredecible y todavía no es claro si la mayoría va a preferir un vehículo autónomo a uno de conducción humana. Hay países donde, incluso en la actualidad, es muy raro encontrar un auto con caja de cambios automática porque casi todos los conductores prefieren que sea manual. Como decía más arriba, no creo que el asunto se resuelva en la mayoría de escenarios y circunstancias en menos de veinte años y eso si hay condiciones favorables.
En cuanto al cómodo habitáculo del que disfrutaremos en el coche autónomo, lo tendremos si pagamos al menos unos 40.000 euros. Por otro lado, la posibilidad de voltear los asientos delanteros no es ninguna novedad: Desde hace muchos años es posible en modelos como la furgoneta Volkswagen Westfalia y otros similares. En realidad, lo más probable es que por cuestiones medioambientales y de circulación, en el futuro se propicie aún más el uso de autos pequeños.
No veo en qué puede ser considerado revolucionario el tren de Wuppertal, no veo que su sistema aporte ventajas sobre otros trenes más convencionales.
El de Shanghai sí, los maglevs como ese son probablemente el futuro de los trenes de alta velocidad. Pero es fácil explicar por qué su adopción está siendo lenta. Es necesario construir un tipo especial de vía, lo cual lleva tiempo, cuesta un pastón, y para cada recorrido alguien con mucho poder ha de impulsar el proyecto.
No es lo mismo que el coche autónomo, que usa las calles y carreteras convencionales, y que desde el primer momento las compañías de taxis y similares (Uber incluida) los van a comprar en masa, no solo en USA, sino también en Europa o cualquier otra parte del mundo.
A partir de ahí, pueden pasar 3 cosas:
– Que la gente deje de comprar coches porque sale mucho más barato tirar de robotaxis.
– Que la gente siga comprando coches, pero que sean autónomos. Unos modelos ni siquiera tendrán mandos para que los conduzca una persona, y otros podrán ser tanto conducidos por una persona como autoconducidos.
– Que la gente, por el motivo que sea, siga comprando coches que sean exclusivamente con conductor, como los de ahora.
No existe ninguna razón para que la gente se decante por la tercera opción. Si es por precio, no importa lo que cuesten ahora los sensores y el sistema informático, en unos pocos años estarán tirados de precio.
A precio similar, ¿quién va a querer un coche que te obliga a conducirlo? No puedes beber alcohol, no puedes dormir en el trayecto ni aunque hayas pasado una mala noche, no se lo puedes dejar a tu hijo menor de edad sino que tienes que llevarle tú, etc. Por mucho que te guste conducir, hay veces en que el tener que hacerlo por narices es un inconveniente.
El tren de Wuppertal tiene más de un siglo de antigüedad. Lo pongo como ejemplo de algo que en su momento fue revolucionario, pero que nunca se implantó a gran escala.
Los taxis serán probablemente el primer ámbito donde habrá un número importante de coches autónomos. Sin embargo, es muy improbable que el costo de viajar en dichos vehículos con la última tecnología vaya a ser inferior al de cualquier taxi (o Uber) actual. La pregunta que habría que hacerse es qué servicio se va a publicitar como «premium», ¿con conductor humano o sin él?
El problema de todos estos análisis es desde dónde se los hace. Si vives en el mundo desarrollado el asunto se ve más cercano que si vives en un país en vías de desarrollo. El taxi autónomo está muchísimo más cerca de reemplazar a los taxis de Los Ángeles que a los mototaxis de Calcuta o de Piura.
Por otro lado, cada quién juzga esto según su grado de afición a la conducción. A quienes no les gusta conducir, les ilusiona la idea. A quienes sí les gusta, les preocupa. Lo que al final se imponga lo veo impredecible, principalmente porque es difícil que las fábricas de autos asuman la responsabilidad total por los accidentes provocados por sus vehículos, sobre todo si no han sido alquilados sino vendidos. Al final va a ser como en aquellos trenes donde alguien debe estar sentado en el puesto de conducción y mover una palanca para mostrar que todavía está al mando y no ha muerto.
Diría, además, que hay un entusiasmo exagerado por el auto autónomo, cuando en realidad aún hay muchos temas por resolver. En ese sentido, siempre es bueno dar un vistazo a los seis obstáculos que el coche autónomo de Google aún no puede superar y darse cuenta de que algunos como la exactitud absoluta que deberían tener los mapas así como su actualización constante son muy difíciles de lograr a escala mundial a corto y mediano plazo.
Por el contrario, podemos dar por seguro que los robotaxis serán mucho más baratos que sus competidores con conductor al volante. La empresa de taxis que quiera ir de lista cobrando caro lo barato simplemente no se comerá un rosco.
Google desde luego no tiene en mente producir un coche caro, basta con ver el diseño y prestaciones del modelo desarrollado por ella misma.
Un cierto subjetivismo es inevitable, pero en mi mensaje anterior puse las 3 posibilidades que hay, y no hay ningún motivo por el cual alguien pudiera querer comprar un coche como los de ahora. Que un coche necesite conductor es una limitación, incluso si te encanta conducir, porque habrá veces en las que no quieras o no puedas conducir.
En cuanto a los 6 obstáculos, ni siquiera son 6. El sexto no es para nada un obstáculo, simplemente el articulista quiso hablar de si el coche autónomo solucionará los atascos. El tercero tampoco es propiamente un obstáculo, solo una limitación (el coche solo puede ir por calles o carreteras previamente mapeadas), y no hay que olvidar que Google es la empresa que hizo Street View.
El artículo fue escrito hace un año, así que los 4 obstáculos restantes podrían ser ya cosa resuelta, o en vías de solución. Al principio los coches de Google no detectaban señales de stop, ahora las detectan casi todas.
Es más completo el artículo del MIT Technology Review, en el cual se basó el que enlazaste:
http://www.technologyreview.com/news/530276/hidden-obstacles-for-googles-self-driving-cars/
En él se dice que algunas de las cuestiones sin resolver lo son simplemente porque los ingenieros todavía no se han puesto a ello. Es decir, hace un año.
El sentido común es algo importantísimo. La ciencia ha demostrado que no nos podemos fiar del sentido común, pero hay muchos que lo desprecian de forma muy prematura. Tener miles de indicios no tiene el mismo valor que un solo dato realmente concluyente y tampoco tiene el mismo valor que el sentido común. Aceptar lo contrario de lo que dicta el sentido común necesita un nivel muy alto de evidencia rigurosa.
Muchos árboles al final solo sirven para no poder ver el bosque. Lo importante no es que un montón de gente diga lo mismo sobre un asunto. La gente suele ponerse de acuerdo más fácilmente por el interés que por la verdad. Lo que tú acabas de señalar sobre la conducción autónoma de vehículos que circulan sobre railes es de puro sentido común. El sueldo de un conductor no vale tanto como lo que transporta cuando hablamos de pasajeros. La asistencia a la conducción seguirá mejorando pero la sustitución completa de humanos en la conducción de vehículos son palabras mayores y por mucha inversión que hagan (no me cabe duda de que lo hacen) se quedarán muy cortos y necesitarán a un humano que cada vez tendrá más ayuda a la conducción.
En lo que respecta al permiso para conducir se está siendo más permisivo con los coches autónomos que con los humanos. A un humano con una tasa de alcohol en sangre de 0,5 gramos no le permiten conducir pero yo sospecho que a cuarenta por hora un humano con esta tasa de alcohol en sagre conduciría mucho mejor que el coche de Google sin necesidad del mapeo exaustivo de la ruta ni de un copiloto competente.
Para conducir a un humanos se le exige alta agudeza visual , un campo visual completo y una buena sensibilidad al contraste en ambos ojos. Hay un montón de dolencias que se consideran incapacitantes para la conducción.
Comparto con Enrique el entusiasmo por estos apasionantes temas, pero opino que ahora se precipita en sus conclusiones igual que lo hizo con las Google Glasses.
Si que existen muchos trenes de líneas de metro con conducción autónoma ver: https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_automated_urban_metro_subway_systems
Entiendo lo que dice Enrique y los demás. Algunas cosas las comparto. Creo como muchos otros que aun queda bastante para ver estos coches en el mercado y como bien dice Enrique al final de su articulo, una cosa importante es la adopción de estos sistemas.
A mi, por ejemplo, me gusta conducir y para nada quiero un coche que lo haga por mi. Cuantos millones de conductores alrededor del mundo piensan igual que yo?
No te preocupes, ya se te quitarán las ganas de conducir cuando veas lo que te va a costar el seguro. En cuanto las aseguradoras se queden sin conductores sin siniestros que paguen por los amantes de la conducción, y ajusten las pólizas a modo autónomo y modo manual, se acabaron las ganas de conducir.
Con todos mis respetos, eres el puto amo y puede que haya aprendido mas de ti que de nadie de la red sobre como enfocar la evolución tecnológica, pero también eres un poquito fanboy. Saludos.
Ya sabes, cada cuál tiene sus «cadacualadas» ;-) Pero en este caso, no sé por dónde vas… el término «fanboy», aunque aplica a cualquier fanático de lo que sea, se suele aplicar habitualmente a los de Apple, y con Apple he sido en muchas ocasiones MUY crítico. Con Google también: me aprecian, o eso me parece, pero algunas veces les he atizado duro, duro…
Personalmente también veo que lo de los vehículos autonomos es imparable. Aparte de los taxis que puede ser una forma de implementarlo a nivel local yo pensaba en el transporte de mercancias de carretera. El tema de la logística y el movimento de mercancias le supondria al empresario un ahorro notable en costes al carecer de conductores.