Un comentario a una entrada reciente sobre las habilidades que una persona debe tener para representar adecuadamente a su país en el escenario internacional actual, en el que citaban como mérito de esa persona el haber sido capaz de aprobar las oposiciones al cuerpo de registradores de la propiedad a los veintitrés años, me genera una reflexión acerca de lo que supone, en el escenario actual, exaltar la capacidad del cerebro de una persona para memorizar ingentes cantidades de información.
Durante muchísimas generaciones, la inteligencia era algo que se relacionaba de manera muy intensa con la función memorística. Los procesos de aprendizaje tenían como objetivo la memorización intensiva: el colegio, la carrera o la oposición consistían fundamentalmente en ser capaces de llevar a una persona a retener en su cerebro una serie de datos, que posteriormente debían escribir o recitar en un examen. Una oposición, como revela el comentario que inspira esta entrada, llevaba aparejado un componente de prestigio social, derivado de la capacidad del opositor para pasarse años memorizando textos. La inteligencia tenía un elevado componente enciclopédico, un «hay que ver lo que sabe Fulanito», «la de cosas que ha sido capaz de memorizar».
Obviamente, este modelo de inteligencia tenía sus limitaciones: ni el opositor más avezado era capaz de recordar la inmensa mayoría de los artículos pasado un cierto tiempo sin utilizarlos, de manera que la adquisición de la plaza se relacionaba no tanto con las habilidades del opositor para desempeñarla como por su capacidad para memorizar y plasmar en un papel en blanco o repetir como un loro ante un tribunal los artículos correspondientes. Tratar de entenderlos, de razonarlos o de relacionarlos entre sí era secundario: lo importante era el proceso de memorización.
En una ocasión, el Colegio de Registradores pidió a IE Business School un curso para las personas que habían aprobado ese año la oposición, curso en el que participé como profesor. El curso debía centrarse en la gestión empresarial, porque se quería ver al registrador como administrador de un negocio que debía, por tanto, poseer unas habilidades específicas para ello. En una de mis primeras clases, sorprendido por la escasísima participación, pregunté directamente a uno de los alumnos si se había preparado para la discusión del caso. Su respuesta fue «impecable», y suscitó la amplia aprobación del resto de sus compañeros: «no, señor… yo ya he estudiado todo lo que tenía que estudiar en esta vida».
Parece una exageración, pero esa es la mentalidad: estudia, memoriza, suéltalo en un examen… y ya está. Ya eres «oficialmente inteligente». Si fuiste tan disciplinado como para ser capaz de sacar tu oposición a los veinticuatro años, tu inteligencia podía alcanzar el rango de mítica. Miles de personas están en sus puestos de trabajo porque fueron capaces de pasar por ese trámite: memorizar y repetir como loros.
¿Realmente, en plena era internet, debemos seguir incentivando, premiando y considerando ejemplar el desarrollo de esa habilidad? En el mundo actual, las habilidades que denotan inteligencia tienen mucho más que ver con la capacidad de relacionar conceptos, de entender lo que se dice, o de saber encontrar rápidamente la información necesaria en cada momento. El talento enciclopédico puede ser interesante, pero se desarrolla fundamentalmente mediante el manejo reiterativo de la información, no tanto por su memorización como tal.
La habilidad de memorizar conocimientos era esencial en un mundo en el que el acceso a la información era escaso. Si no se memorizaba, había que acceder a un libro, que podía estar en una biblioteca lejana, para poder utilizar esa información. En el mundo actual, toda la información está a uno o dos clics de ratón. ¿Debemos seguir incentivando una habilidad cuyo desarrollo ya raya prácticamente lo circense, pero que no supone una ventaja de cara al desempeño de prácticamente ningún trabajo? Si no me equivoco, la capacidad de seguir rastros de animales y cazarlos ya no representa una habilidad que la sociedad invierta demasiado en desarrollar, ni una fuente de prestigio social importante – o al menos, no tanto como lo fue en la sociedad paleolítica. Saber cultivar la tierra fue importantísimo en el Neolítico, pero no tanto hoy en día, o al menos, no al mismo nivel.
¿No deberíamos empezar a transicionar desde esos arraigadísimos modelos basados en la memorística, hacia modelos de inteligencia más transaccional, más lógica, más de desarrollo del sentido común? En los procesos educativos, esa transición se está produciendo, aunque con desesperante lentitud, con la excepción de las escuelas de negocio, en las que mayoritariamente constituye norma de fe (para pasmo de otros entornos tradicionales, que intentan infructuosamente «que les pasen los apuntes»… apuntes que, por supuesto, son inexistentes).
¿Dónde está la ventaja, en el mundo actual, de tener un cerebro enciclopédico y una capacidad de retención memorística extraordinaria? Más allá del ampliamente establecido cliché social, ¿realmente aporta tanto el que una persona haya sido capaz de memorizar un montón de datos para posteriormente repetirlos como un loro ante un tribunal? ¿No deberíamos empezar a pensar en cambiar de etapa, y considerar la exaltación de esa función memorística por principio como una característica propia del pasado, de una sociedad pre-internet?
This article is also available in English in my Medium page, “Enough of this memorizing schtick already!«
Muy de acuerdo contigo Enrique en el tema de la memoria, recalcando eso sí, que sea cortoplacista, o sólo para cumplir un objetivo puntual (luego el cerebro entiende que es información desechable).
Esto es aún más «gracioso» en el mundo de la informática e Internet que es donde me muevo.
En las últimas entrevistas de trabajo a las que me presentaba como informático, siempre me preguntaban si sabía hacer una cosa u otra. Solía responder preguntando si tenían Internet para buscar eso mismo, e incluso que así podría demostrar mis verdaderas capacidades de búsqueda, análisis y comprensión para adaptarme a cualquier cambio.
El resultado era una respuesta del tipo: «¿entonces no sabes hacerlo? Ya te llamaremos…».
Si Darwin levantara la cabeza, ya sabría qué empresa no se mantendría muchos años con políticas así…
Un saludo.
Muy buen comentario. Triste y real como la vida misma.
Creo Enrique, que vas a tener que revisar tus notas sobre tu idea del aprendizaje e inteligencia. Lo siento, pero la homeopatía tampoco me vale.
«estudia, memoriza, suéltalo en un examen… y ya está. Ya eres “oficialmente inteligente”.
¿Esta es tu idea de inteligencia?
Pues vas a tener que refinarla un poco si quieres que hablemos en serio.
Pero de verdad, que autores puedes citar sobre el tema para apoyar esas aseveraciones. Porque los que yo conozco de aquí, de la universidad en España, no sé, José Luis Pinillos por mencionar a alguien, tienen una serie de ideas un poco más elaboradas.
A lo mejor es algo que todavía requiere más estudio por tu parte que una primera cata y no solo un ensayo al vuelo.
La inteligencia no es lo que uno aprecia en los demás de forma subjetiva.
Por ejemplo, tu confundes memorización con memoria. Y son cosas diferentes. Cosas muy básicas.
Con todos los respetos, sr. Menestro, creo que no ha entendido Vd. nada.
Si mañana Enrique dice que no le gustan las vacunas, tampoco tengo porque darle la razón. Por muchas argumentaciones que pueda enlazar en Internet que apoyen ese sesgo personal.
Ni tengo que reforzar una falsa creencia, cuando esté equivocado o pretenda denostar cualquier enseñanza que no salga de una escuela de negocios. Que no es que sean la Meca, precisamente.
También con todos mis respetos a tu falta de entendimiento.
Con todos los respetos sr. ensalado, pero creo que el problema no es de entender entender… se trata más bien de traducir… de que todos traducimos el texto leido de tal forma que luego comentamos el texto traducido y no el textual (original)… el texto de Dans habla del concepto inteligencia considerado por un 90% de la sociedad (cátedros incluidos!)… llega con entrar en el aparato escolar (universidad incluida!!) para comprobarlo… al menos, para algunos lectores, el sr. menestro hizo su traducción y luego el pertinente comentario… bienvenidos al mundo lector (real)!!!
Jajaja eres un memorion de esos!!!
No, al contrario, el problema es el sesgo. Enrique ha estado usando reglas mnemotécnicas y la escritura de apuntes durante toda su educación y ahora se apoya en la omnisciencia de Google.
Y asocia que no le gusta la política de Rajoy, con otra cosa que no le gusta. Es un prejuicio y un refuerzo en el mismo argumento.
«Rajoy es competente academicamente, pero no me gusta su politica, ergo el sistema educativo se asienta sobre bases erroneas que benefician a los que no son tan inteligentes como para usar Google»
Y es académicamente constatable porque soy profesor en una Universidad de negocios.
Toma ya.
El porqué, bueno, tal vez está un poco a la defensiva con las personas de la otra parroquia. Y es una forma de abordar y hacer lógica y dialéctica esa incomprensión.
Yo nunca he necesitado memorizar, ni tomar apuntes, es cierto.
Ni siquiera leo el texto antes de darle a enviar (soy miope).
MENESTRO dijo:
Efectivamente Menestro no ha comprendido el artículo, sería conveniente que lo releyera y viese que, precisamente, esa no es la idea de la inteligencia que tiene Enrique Dans.
Lo que dice enrique, precisamente es que esa no es su idea de la inteligencia.. O sea todo lo contrario.
Hola Alberto. Creo que Enrique ha estereotipado la inteligencia precisamente para crear ese «modus ponens». Partimos de que la inteligencia es considerada como memorización, luego el sistema educativo valora una forma de inteligencia memorística.
Es una falacia, porque ningún pedagogo o profesional confunde inteligencia con memorización.
Lo que si es cierto es que la inteligencia necesita de una memoria procedimental para apoyar las demás operaciones formales del intelecto.
No tiene nada que ver con esa memoria enciclopédica de la que habla Enrique y que es fruto de un intelecto inquieto y una saludable curiosidad.
¿Qué? Mensa bien, ¿no?
Mensa fenomenal. :)
No hay casi memoriones pero nos reímos mucho.
BTW no conozco a ningún abogado que se sepa de memoria el código civil o penal pero todos tienen en su ordenador acceso al Aranzadi… Desde mucho antes de que Internet fuese popular; y antes de eso, todos tenían una pared repleta con todas las ediciones del Aranzadi.
Visto eso ¿Qué necesidad tenían de aprenderse de memoria todos esos miles de artículos si los podían consultar en cualquier momento?.
En la Vida Real™ para ellos (y para todo el mundo) es más efectivo saber encontrar que memorizar.
IMHO memorizar es un paso pero no un fin.
Cómo decir Groucho Marx «Lo importante ni es saber sino tener el teléfono del que sabe» :)
Sí, ese es el problema más común de mensa. Que tienen mala memoria y no se acuerdan del numero que hay que marcar.
Ese no es el concepto de inteligencia que propone el señor Dans.
Sino el concepto que tiene la sociedad sobre la inteligencia.
Juas!! XD
Estás contrariando los pilares de una sociedad en el fondo dirigida por burócratas funcionariales. Incluso los que se llaman a sí mismos liberales del PP no han sido otra cosa que funcionarios de oposición.
No obstante, quizás podrías dar más énfasis a la diferencia entra el buen uso de la memoria y la memorización tan habitual en nuestro sistema educativo. En el fondo, tener buena memoria es muy importante y para tener esa buena memoria hay que ejercitarla.
Salud!!
ZAAAASCA!
Dejando por fuera los casos que mencionas en el artículo, ¿qué opinas de la memorización durante el aprendizaje de una lengua? Es algo muy importante cuando aprendes el vocabulario más básico y aprendes las reglas de conjugación, pero que con el tiempo mientras ganas fluencia va siendo menos necesaria (la memorización).
Voy a ser un poco abogado del diablo, hace años cuando vivia poco tiempo en España se me fue explicando como era el mecanismo de las oposiciones, y mas que la capacidad memoristica (que no memoria) lo que se admiraba era el «currarselas» para aprobarlas, que te tomaba uno o dos años, que había que estudiar bastante.
Cuando preguntaba sobre si se tomaba en cuenta la inteligencia o habilidades en el proceso me comentaron que no, pues siendo un proceso publico lo que toca es que sea en igualdad de condiciones para todos, de ahí que a mis amigos les parecía normal que en varios procesos no haya entrevista…
Visto así parece que no es solo el tener memoria de circo, sino el haber hecho el esfuerzo de aprenderse todos los libros esos… y que si, dicho esfuerzo tiene merito, no lo neguemos, el problema es que si bien el esfuerzo de estudiar debería ser reconocido, de cara a llenar los puestos toca también ser capaz detectar las habilidades requeridas y para eso parece que falta un monton…
En línea con el comenterio del sr. Dans, he pensado muchas veces que los métodos usados en nuestra sociedad para que accedamos a puestos de trabajo, o cargos, son completamente inadecuados. Cualquier zopenco, con capacidad para memorizar, puede llegar a puestos de responsabilidad, incluso de los que dependen vidas humanas, con el consiguiente riesgo para todos, y tal y cómo expresó Carlo María Cipolla en su Teoría de la Estupidez Humana, estamos rodeados de ellos, y no hay nadie más peligroso que un estúpido en un puesto clave. Se debería fomentar, y probar, la capacidad de raciocínio, el sentido común, la inteligancia emocional, la capacidad de tomar decisiones correctas, no la de recitar artículos cómo loros, para acceder a puestos. Y, siempre he pensado, que esto es el mayor error del sistema educativo que tenemos. Y así nos vá….
En la empresa privada, este debate está más que superado y asumido. El problema, supongo, sigue estando en la función pública.
Cuando se habla ahora de cambios en España… estas son también cosas que hay que cambiar urgentemente.
¿Seguro que en la empresa privada está superado este debate? Léete el primer comentario de todos; pone un ejemplo que se da infinidad de veces en la empresa privada y que te contradice claramente.
Parcialmente de acuerdo. Lo importante es relacionar conceptos, entenderlos, y trabajar con ellos como dices, pero, me hago algunas preguntas, hablando de ciencias sociales, ¿es posible ser un historiador sin memorizar hechos históricos para luego relacionarlos entre ellos? ¿es posible ser un filósofo sin estudiar y memorizar a los diferentes autores para sacar conclusiones? Por supuesto que el centro no debe ser memorizar, pero creo que para tener un «background» de tu especialidad si que necesitas memorizar conceptos de base, y luego trabajar con ellos. Ahora está claro que el sistema educativo está desquilibrado hacia memorizar, pero yo creo que la posición de equilibrio debería ser una combinación de ambos conceptos. Poniendo un ejemplo fácil, ¿queremos ciudadanos del futuro que sepan buscar toda la información de la revolución francesa cuando les haga falta pero que si no lo necesitan nunca, no sepan nada de ella? Mi respuesta es que yo querría ciudadanos que sepan un poco de muchas cosas, y luego cómo ampliar esos temas cuando lo necesiten o les apetezca.
Convendría no pasar de un modelo muy memorístico, aún vigente en determinadas oposiciones, a una contenta ignorancia, ya que “Todo esta en la red». De hecho es falso, este Aleph tiene zonas negras de una profundidad abisal.
Sin una cierta memoria, la capacidad de relacionar se torna imposible igualmente. ¿Dónde iré a buscar si no recuerdo que debo buscar? La memorización no tiene por objeto únicamente conservar lo memorizado, sino que revela y educa la capacidad de concentración y crea nuevas sinapsis neuronales.¿De verdad creemos en una inteligencia como un aparato aparte de la memoria, desconectada de ésta?
Una inteligencia alerta memoriza “sin querer» . Todas las personas inteligentes que he conocido almacenaban en su “disco duro» una gran cantidad de datos e información. No eran papagayos cuya única inteligencia, como la del pájaro de Octavio Paz era su garganta, sin embargo, una educación exigente en lo memorístico había educado y entrenado su intelecto. Inteligencia y memoria no son compartimentos estancos.
Evitemos el péndulo, al que tan aficionados somos, también en esta materia.
Bien dicho !
La memoria, o el memorizar, es uno de esos principios básicos en cualquier sociedad, el acordarse de donde está una buena zona de caza, el acordarse y orientarse para regresar a la aldea…como especie, en nuestros pocos millones de años, apenas en los últimos 4.000 años empezamos a hacer uso de la escritura, casi toda la información importante se transmitía por el boca a boca…por eso era importante la memorización, la gente que recordaba, era la que conservaba la historia…en la actualizad, especialmente desde el siglo XX en adelante, la información se escribe, se almacena y se clasifica, por consiguiente, ya no es tan importante la memorización, sin embargo, cada vez necesitamos mas de nuevas ideas, de la abstracción y de la imaginación para afrontar los nuevos retos…tengo 4 proyectos web, con mas de 300.000 usuarios mensuales, escribo artículos, realizo tutoriales, publico noticias…por consiguiente leo mucho, pero al mismo tiempo, olvido mucho, mi cerebro sabe que información es importante, porque es noticia, pero eso no quiere decir que sea algo que tenga que recordar, en fin, me gusta analizar este tipo de cosas, pero se haría largo de explicar.
Aquí en Escocia, me sorprendió mucho cuando vi que el proceso de selección de personal de un hospital público (recodemos que la sanidad en Escocia es pública y gratuita) no pasaba por una oposiciones, ni tan siquiera por un tribunal, o equipo de recursos humanos, sino por el propio departamento o doctor en concreto. Así mismo, los residentes haciendo el «MIR» son estrevistados y «fichados» para luego hacer X horas con otros doctores en otras partes de la especialidad, pero no para pasar el grueso del tiempo con el resto de doctores, que además pueden decidir no tenerte si no te consideran válido.
Que problemas puedes resolver con lo que has memorizado? He visto como muchos docentes que defienden la no memorizacion de datos, terminan confundidos, privilegiando la misma en sus pruebas. Inevitablemente por mucha basura que acumulemos nuestro cerebro termina memorizando lo que realmente le interesa.
Lo mismo se puede decir de las universidades que también funcionan por exámenes individuales en los que hay que soltar el rollo.
Hay mucho «bobo adulterado por el estudio» que dan inicialmente el pego. No todo consiste en haber pasado por la universidad o por las oposiciones, en eso te doy la razón, hay «brillantes opositores» de escasa inteligencia, pero eso ha pasado siempre, no es de ahora ni nada tiene que ver el mundo digital..
Sin embargo también es cierto es que resulta mas probable encontrar «bobos» entre aquellos que ni el bachillerato han sido capaces de superar, sobre todo si tuvieron la posibilidad estudiar sin gran sacrificio personal y la desaprovecharon.
De acuerdo contigo, es absurdo intentar equiparar el razonamiento lógico con la capacidad de memorizar y más en los tiempos que corren. Sin embargo dudo que en una oposición, sea cual sea, solo se pretenda seleccionar a los «menoriones más excepcionales», puede que se se sobrevalore saber de memoria los códigos en que basas tu razonamiento, pero también se valora el razonamiento que haces.
Oponer memoria e inteligencia no es correcto. La inteligencia exige de la coordinación de muchas habilidades de la mente, razonamiento y memoria son solo dos de ellas y ambas entran en cualquier toma de decisiones, pero también es necesario otras habilidades, que van desde la pura inteligencia, (lo «zorro» que sea uno), a la formación intelectual que se tenga.
Si si, muy bonito todo. Pero si de lo que se trata es de elegir al personal sin enchufismos, en la administración el único reducto que queda es el de oposición de libre acceso, que no concurso oposición que se parece mas a lo que el señor Dans propone y la mayoría de ellos ya están dados precisamente porque se puede hacer.
Dicho lo anterior, si no somos capaces de eliminar primero los trillones de mamandurrias que se dan en Españistán no contemos cuentos.
Totalmente de acuerdo con el argumento del post. Para seguir loa sistemas educativos qu copan loa primeros puestos deberíamos seguir procesos de educación que insistieron menos en la memoria en favor de sistemas que premiarán mas la imaginación como medio ee solucionar problemas etc. Recomendables las aportaciones del blog Nada es gratis y el último libro de Garicano que defiende lo mismo q tu.
Un saludo
Jorge
En un ecosistema tan rico y de tal diversidad como es el entorno cerebral, estoy seguro que la capacidad memorística debe estar representada, a pesar de sus depredadores
Ya lo comenté en el artículo de ayer de Enrique, que lo más innovador del mismo era la prueba de evaluación qué les proponía a sus alumnos. Donde por encima de la memorización resalta la relación y argumentación de conceptos, a la vez que exige al alumno habilidades específicas para poder llevar a término dicha prueba.
Tiene razón Enrique cuando comenta que durante largo tiempo se ha relacionado inteligencia con la capacidad memorística del individuo, y mal nos pese, y a pesar de algunos maquillajes, sigue siendo aún así en la inmensa mayoría de centros educativos…
Me agrada el concepto de inteligencia como la capacidad que tiene el individuo para adaptarse al medio, y que por consiguiente está en constante evolución a lo largo de la vida.
Teorías como la de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, tienen que ser el punto de partida sobre el que construir otro modelo de enseñanza y evaluación en la escuela. Uno de cada cinco alumnos en nuestro país abandona los estudios. ¿No es motivo suficiente para replantear nuestro modelo educativo? ¿Es la memoria la culpable? En absoluto! Aunque puede que si tengan parte de responsabilidad los que priman esa habilidad como principal índice para valorar la inteligencia, ergo la valoración y «nota».
Si todo está en la red: bendito alzheimer.
Recuerdo un examen de física que cateó casi toda la clase cuando yo estudiaba en la universidad. El enunciado del problema trataba de una piedra que caía. Los muy cabrones habían explicado la bola cae, la bola choca, la bola gira, y la bola roza, pero no habían explicado nada de piedras, y así se lo hicieron saber al profesor. Si señores hablo de la asignatura de física en un primer curso de la escuela técnica de informática en la universidad politécnica de Madrid hace ya un montón de años.
El reto es enseñar a pensar y a resolver problemas. Memorizar recetas tiene una utilidad muy limitada. Precisamente la gran virtud de la programación es que saca a la gente de la inercia de intentar resolverlo todo recurriendo únicamente a la memoria. Hay que enseñar a programar a los niños desde edades muy tempranas.
A mí en el colegio me hicieron aprender de memoria toda la la geografía. Capitales, ciudades, pueblos, comarcas, cimas montañosas ríos afluentes, etc. En la facultad de ciencias biológicas nos hicieron aprender la sistemática. Demasiado nombre científico. A los niños se les enseña historia pero se pasa de puntillas sobre la historia de la ciencia que en mi opinión tiene un valor educativo muy importante porque nos enseña a valorar el rigor y el método científico.
Totalmente de acuerdo; personalmente creo que es más importante enseñar cómo se ha ido obteniendo el conocimiento (por ej., en ciencias) que el dar una sucesión inacabable de datos que nadie explica de donde vienen. Tal como se suele explicar la ciencia, da la impresión de que los avances se producen por casualidad y el conocimiento consiste en simples ocurrencias que alguien ha tenido sin seguir ningún proceso ni trabajo serio. No me extraña que la pseudociencia y la superstición florezca en la sociedad actual.
De acuerdo al 100% en retirar la fiesta de la exaltación de la memoria en el sistema educativo. Hablamos de la exaltación, pues no es lo mismo exaltar al mejillón que el propio mejillón!
Pero dudo mucho que el sentido común esté implantado en las escuelas de negocios (aunque trabajen sin apuntes!). Si nos inventamos «a lo Moore», una ley del sentido común podríamos comprobar que los resultados de las escuelas de negocios no son precisamente «de sentido común»… salvo que estemos de acuerdo en que hay muchos «sentidos comunes» y siempre acaban ganando los sc de una minoría que tiene poder… de donde salió, si no, la panda de mastuerzos que dirigen Europa (a diversos niveles) en este momento? (no todos serán «excelentes» registradores de la propiedad, pero mucho mejores lo dudo!)…
No se pueden relacionar conceptos si no se tienen previamente en la memoria.
Totalmente de acuerdo, pero en lo que no creo es en un sistema que casi en exclusiva utiliza la capacidad memorística para evaluar procesos de aprendizaje. Y ahí la escuela, en general, aún tiene mucho por avanzar…
Saludos
Manel
Señor Dans. Estoy de acuerdo con usted aunque solo en parte. Me explico. Por supuesto que hay cambiar el modelo educativo, ¿Cuando no hay que hacerlo?., en eso estamos de acuerdo. Sin embargo:
1.- La educación hay que pensarla no para la sociedad actual (con nuestra era digital, nuestra capacidad actual de acceder a la información …). Si lo hacemos así, la generación actual cuando tenga que demostrar sus capacidades estará anticuada. El reto de imaginar una sociedad futura mejor en para la que educar a nuestros hijos es difícil, pero por eso es un reto.
2.- Decir que debemos pasar de la habilidad memorística al sentido común se me queda corto. Yo creo que la nueva educación debería basarse en los principios que aseguren la eficiencia y en el desarrollo de hábitos de mejora personal y social. Estos principios son fijos e inmutables. (S. Covey).
Si conseguimos personas eficientes, aquellas capaces de «hacer lo que dicen» y de hacerlo por iniciativa propia, tendremos generaciones capaces de adaptarse a los cambios y adaptar continuamente su educación y las generaciones futuras.
Por ultimo basa su explicación en los procesos de oposición, donde no solo debemos extinguir la memorística, si no el proceso de selección en si para el empleo público que no debe ser eterno. Sin embargo las empresas si se están adaptando a la detección del talento por métodos que les permita detectar aquellos que necesitan para su desempeño en el mercado actual.
Saludos.
España es un país sobre todo arbitrista, todo el mundo opina pero pocos saben realmente de que va el tema. Podemos entrar en un bar y ver un partido de fútbol todos opinan si es o no penalty, y además con rotundidad infinita, pero ninguno ley el reglamento de futbol.
Como he visto varios conceptos equivocados paso a dejar noticia de los correctos:
1 En España en el antiguo regimen los cargos se compraban, luego se ponía a los amigos (cesantías) se pusieron las oposiciones para que gente sin padrinos pero con merito pudiera llegar al Funcionariado. Exactamente igual que en China que fue donde empezaron las oposiciones mas de 600 años antes de Cristo. Pretender que en nuestro pais se escoja a alguien a dedo y como no sirve se busque a otro es de una ingenuidad delirante. Es al reves, existen en las bolsas de interinos personas de inutilidad probada y que son autenticos canceres y el sistema no es capaz ni de sacarlos de ahi.
2 La memorizacion no es algo opuesto a la comprension. Cuando se memoriza no se desconecta la comprension. Al contrario se aumenta y afina.
3 Los conocimientos que proporciona una oposicion, el dominio de la situacion en definitiva no lo proporciona ninguna carrera. La carrera es al conocimiento lo que la corteza al arbol.
4 Muchas oposicoines tienen practicos duros, ya que sale a la palestra el de registros, se de dos chavales que aprobaron recientemente, llevaban 11 y 12 a;os chapando a razon de 72 horas semanales y les habian fundido tres veces en el practico.
5 El sistema de suprimir la memorizacion ha generado una inmensa masa de analfabetos funcionales. Para estructurar la cabeza con estanterias y poder colocar los conocimientos se necesitan estanterias. Las cosas hay que aprenderlas y olvidarlas varias veces hasta que se crean estas estanterias. Cuando no hay memorizaciones al final los conocimientos son arrojados como huevos fritos contra la pared y caen todos al piso.
6 El sistema de oposiciones como todo es mejorable en determinados aspectos, pero en un pais de tahures como el nuestro es basico. En Inglaterra nada se hacia por oposicion, pero, cuando habia que mandar un Funcionario a un departamento de la India que estaria alli solo para ir organizando la administracion inglesa, mandaba un tio de oposicion, por algo seria.
7- En realidad en esta epoca de Internet donde todo evoluciona mas deprisa, resulta aun mas importante el tener una base firme, un cimiento sobre el que poder asentar una realidad cambiante. El tener al menos esa foto inicial actualizada de todo lo esencial que hay que saber, te permite salir operar con seguridad y luego irte adaptando a las modificaciones. Quien viene sin ese cimiento, a poco que el puesto sea de responsabilidad, es desbordado por todas partes. Esta es la realidad de las cosas.
Saludos y perdon por las faltas se desconfiguro el teclado otra vez.
Carlos Vali;a. 654-398754
Ya ha sido comentado por algunos: se trata de una falsa dicotomía (salvo excepciones que confirman la regla) contraponer memorización a comprensión. Y tirando a dar, dame un punto de apoyo en la memoria y moveré el mundo. Conocí a un genio que contaba con una memoria prodigiosa y también con el resto de facultades intelectuales: poco más queda por hablar. Azorín lo diría poéticamente: “vivir es ver volver”. Rememorar. Somos lo que recordamos. Hay una mitificación de los artilugios tecnológicos, las redes sociales, la inmediatez de recursos en un par de clic, etc. No es un par de clic: primero hay que desbrozar durante horas o días la ingente cantidad de información falsa o de baja calidad que abarrota el ciberespacio. Información de la que hay cero garantía de su autenticidad, como las wikis, sin ir más lejos y así hasta llegar a un porcentaje altísimo de información basura. El camino del infierno de la ignorancia está empedrado de buenas intenciones. Me niego en redondo a pensar que porque “la verdad está ahí fuera” en la nube la memorización es un muñeco roto. Ni nones. No tardando mucho veremos en el cine a unos hombrecitos de negro observarnos desde sus atalayas interestelares mientras comentan algo así como: “estos tipos no creen más que en lo que guardan en sus obsoletos artilugios tecnológicos. Vamos a practicarles una desconexión y veremos de lo que son capaces en total oscuridad”. Pues eso.
Lo siento, pero no puedo estar de acuerdo. Entiendo, comprendo y comparto la parte del post referida a una necesidad de cambio en la manera en que enseñamos y aprendemos. Pero me parece que Enrique Dans, a quien admiro mucho, olvida el modelo memorístico y / o cognitivo clásico y su evolución histórica. Memoria no tiene por qué ser únicamente la acumulación de datos en el repositorio de nuestro cerebro. No era eso exactamente lo que postulaban ni Cicerón ni Aristóteles. Ni los renacentistas. Es un tema bastante más complejo como para esgrimir argumentos algo generales. Poco a poco nos hemos ido quedando con una versión muy simplificada del concepto clásico de memoria, que siempre estuvo ligado a la fantasía (entiéndase ésta como capacidad para generar ideas, del griego phantasia) a la inteligencia y al conocimiento. Precisamente, los soportes digitales proponen un nuevo modo de aprendizaje, en el que se vuelve a ese concepto de memoria antiguo, en el que los procesos de memorización y adquisición del conocimiento están ligados a imágenes y al espacio en el que estas imágenes se ubican en la pantalla del ordenador. Espacio (locus o topos para romanos y griegos), imagen (imago) y la importancia de la interfaz ( dispositio). Efectivamente, nuestro sistema educativo ha quedado algo obsoleto por abandonar aquellas practicas mnemotécnicas. No solo sucedió aquí. Fue algo generalizado que sucedió a partir del siglo XVIII por un cambio del paradigma analógico al paradigma científico, como ahora estamos evolucionando al paradigma digital. La diferencia estriba en que en otros países ya están volviendo de manera natural a ese otro modelo, adaptado a la era digital, mientras que aquí nos hemos quedado más rezagados. El problema no es la memoria, sino el uso inadecuado de un tipo, de un modelo concreto de memoria, el relativo únicamente a la mera acumulación de datos y no aquella otra vinculada a la generación de ideas y al conocimiento.
Enrique habla de que existe una EXALTACIÓN de la función memorística a la hora de considerar a una persona inteligente, no dice que la memoria no sea importante. Muchas otras habilidades deberían ser mas relevantes.
Dejas a una persona en un entorno hostil y pueden pasar dos cosas; Que sepa acerca de ese entorno y aplique sus conocimientos o que sea creativa y utiice su ingenio .
El entorno (y no solo hoy en día) es tan grande y tan cambiante que uno no puede saber de todo (solo de un frangemento muy pequeño), por lo que en la gran mayoría de los casos tendrá que ser una persona creativa a la hora de relacionar conceptos y aplicarlos.
Para una entrada que Dans escribe con cierto criterio (más que el del español promedio) y aparecen todos los «memorísticos» (memos) a quejarse. Yo no veo que Dans haya dicho que la memoria deba ser suprimida, sino bajada del pedestal.
Este tema tiene mucho de real. El sistema al que se refiere Dans, el jurídico, es una factoría de «memos» (apócope de «memorísticos») en cuyas oposiciones no hay un sólo ejercicio que tenga que ver con la reflexión sobre lo aprendido (porque muchas de las «prácticas» se limitan simplemente a aplicar lo ya digerido, no más). Una oposición jurídica española sigue siendo una hora de repetición «lorística» en la que cualquier imbécil con cierta capacidad de repetición de datos puede aprobar. De ahí hace años que están saliendo todo tipo de idiotas que luego son incapaces de tejer un criterio propio más allá del «es que es lo que ahí pone».
A mí no me parece nada interesante, ni útil, que alguien sepa repetir, como un loro repite las palabras de su amo, cierto articulado o la lista de los reyes godos, sino que entienda por qué un artículo es el que es -y no otro-, de dónde proviene su esencia y qué podría ser o no interesante para gestionar un ente local. Todo lo demás son imbecilidades como la del imbécil que no hace mucho sugirió añadir el inglés en las oposiciones a la Carrera Judicial y Fiscal. Que alguien me explique para qué va a querer un juez/fiscal tener que perder el tiempo con el inglés -en su carrera- cundo el 99.5% de los asuntos van a ser en castellano y habiendo otros señores más especializados en los idiomas como son los traductores? Ese señor, por decirlo finamente, es un idiota que cree que porque saber inglés es interesante para comunicarse debería ser requisito fundamental en toda casuística. Y no, eso es simplemente una conclusión de chapucero profesional.
Dans empieza a sospechar por qué donde antes había Derecho/Economía ahora empieza a haber Sociología/Ciencias Políticas… Dónde antes había una tradición memorística, ahora hay cierto análisis en la interpretación de las cosas. Dónde antes había «esto es así», ahora empieza a haber: «¿por qué esto es así?».
La historia que hay detrás de esto es mucho más compleja de lo que pudiera parecer, pero como acercamiento para entender ciertas cosas no está mal.
#37 Tu comentario es muy certero, pero NO TIENES NI PUTA IDEA, sinceramente. Al menos no sobre cómo funciona la realidad española (y países similares), dónde precisamente la memoria sin fundamento (es decir, la de los memos) es pieza angular de todo un sistema educativo. En el caso del Derecho, si cabe, es aún mucho más sangrante.
A ver si ahora va a ser España un país en el que se enseña a pensar. No me haga usted reír…
Los sajones/nórdicos, queridos, os dan mil vueltas comprendiendo este tema y, aunque no tengáis NI PUTA IDEA, puedo asegurar que es una de las causas por que sus sistemas son mucho más interesantes (también porque sus universidades no son nada endogámicas, pero para eso hay que entender por qué la endogamia universitaria no es interesante y hacer un análisis comparativo de ordenamientos internos).
Eso sí, vosotros sois campeones mundiales de todo tipo de deporte. Supongo que cada cuál tiene éxito sobre lo que se ha preocupado… Aunque ahora ya ni eso.
Seguro que eres capaz de opinar sin ofender.
Las malinterpretaciones probablemente intencionadas de este articulo por parte de supuestos docentes, definen el deplorable y sangrante estado de la educación en este país.
No leo en ningún párrafo que le señor Dans pida la exclusión ni la prohibición del proceso memoristico, en todo caso lo pone en contexto.
Al tiempo, en los comentarios, se repiten los mismos argumentos inmobilistas y luditas de los defensores de la escritura a mano, basados en el miedo al cambio:
Que si analfabetos funcionales, que si se pierde la pura esencia del ser humano, que si la memoristica o la escritura a mano o el libro de texto físico son el centro del conocimiento … el recurso al tremendismo y por supuesto el recurso a la autoridad, el «se de lo que hablo» «en mis años de experiencia»… para exportar la experiencia única, personal y parcial, al resto del colectivo humano.
En cuanto al nefasto sistema de acceso por oposiciones casi sustituyendo por completo al concurso por méritos, no peligra por la publicación de este articulo, es mas, se va icrementar por motivos políticos, puesto que sustenta la fantasía de que cualquier español puede acceder a un trabajo digno, lo que en definitiva, refuerza el inmobilismo social.
Oh, meu deus!
Me siento tan reconfortado con esta exposición del conocimiento, memoria, talento que me sorprende a mis casi 70ísimos tacos no por lo que ahora y aquí expone el respetable profesor Dans, paisano por cierto. A mediados de los cincuenta del pasado S XX, gente humilde, mi propio padre en primer lugar y mi querido maestro de la pública profesor Pardellas (prefería ser llamado así por los niños antes que don…) digo humildes de soberbia en la práctica de lo aprendido en su tiempo y rompiendo moldes, digo que afortunados en talento, nos enseñaban a utilizar la memoria selectivamente. Por ej. mi padre me insistía en que no debía memorizármelo todo al pie de la letra, sino leer mucho, saber donde y memorizar el lugar donde recuperar ese conocimiento llegado el monmento. El tenía una humilde biblioteca y como nunca gozó de apabullante memoria, acudía a menudo a su pequeño mueble a buscar algo que pudiera reforzar su exposición. Mi madre por contra, que nunca supo ni papa de latín y no se puede decir que fuera la mas ignorante del pueblo tampoco (perdona madre! por citarte para esto) era capaz de hacer el rezo del rosario en latín, jaculatorias y otros adendos del rito, pero insisto, no sabía latín, no lo entendía y por tanto jamás podía ser consciente de sus oraciones.
Eso es lo que está os diciendo Enrique como acostumbraba a enseñar a su hijo, como otros muchos padres seguro, el joven Avelino en los ’50 pasados mas recientes.
Gracias profesor del IE que bien sé que estás formando en el recto camino del talento a muchachos entre ellos mi querido y preferido sobrino en el MBA que acabáis de finalizar y en cuyo acto final, espero, si puedo, estar presente.
Ata loguiño.
Un poquito, de habilidades sociales.
Unas pizcas, de salud (no gimnasia).
Un adobo, de oratoria.
Pondría yo tantas cosas, antes que la memorística pura.
De acuerdo contigo Enrique.
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Cosa aparte.
¿Has pensado que tu web, al poner «ED» y tu foto, la gente piense que eres «Ed» -Edward, Edmund, Edgar y Edwin..-, en inglés. Eduardo para la madre patria?
Please, no más Times en tus correos con tus post. Please.
El tema es extremadamente complejo.
Lo más criticable podría ser la forma de evaluación: El usar la medida de lo memorizado como indicador de aprendizaje. Esto no es bueno, pero es tal vez una solución de compromiso que permite evaluaciones rápidas y con un criterio de igualdad como señalan otros comentaristas. Es, sin duda, totalmente inexacto por práctico que resulte.
Sin embargo, la memoria es VITAL. Es un gran error pensar que Google e Internet la pueden sustituir. Por rápido que sea el acceso a un conocimiento en internet. El cerebro humano lo hace millones de veces más rápido. Y no solo lo encuentra nuestro cerebro, sino que ya lo tiene procesado, filtrado, analizado, comparado, relacionado etc etc para darle utilidad inmediata, y producir experiencia, conocimiento y criterio. La memoria es VITAL para todos los procesos inteligentes… Ni siquiera se pude apreciar la música sin tener buena memoria, ni tampoco tener una conversación interesante con nadie ! por ejemplo. Y ojo ! no todo en la memoria es necesariamente consciente.
Ahora bien: Si pensamos bien, con claridad, y nos damos cuenta de lo VITAL que es la memoria para todos los procesos mentales, ejecutivos y creativos, debemos razonar que es importante NO SOLO «Alimentarla» sino además ENTRENARLA… Y ahí es dónde hay que tener cuidado de no cercenar la educación. Estudiar con un cierto grado de memorización, no es sólo almacenar, es también entrenar los procesos de memorizar, relacionar, evaluar y recuperar esa información. No se puede decir «no memoricemos nada más en las escuelas»..
Es parecido los casos: ¿Para qué me enseñan a resolver integrales si las que voy a usar ya están resueltas? Para que aprendas a pensar !!! ¿Para qué entreno en la máquina de sentadillas si ningún deporte consiste en eso?… Para que entrenes tu músculo !!! ¿Para qué debo aprenderme un poema de memoria, si lo puedo leer? ….
No confundamos los malos métodos de evaluación, con el ejercicio del aprendizaje.
Estoy de acuerdo en que la memoria es vital. Ciertamente el modelo de evaluación basada en la misma es erróneo, pero la memoria es necesaria para conseguir el único fin: aprender mediante el entendimiento.
Pero también diré que la memoria no funciona como mucha gente piensa. Nuestro no cerebro no graba, sino que reconstruye. Por eso, cuando recordamos, solemos inventarnos muchos detalles sin saberlo o, incluso, cambiamos de manera inconsciente el recuerdo contaminados por nuestras creencias, sentimientos, experiencias, etc.
Por tanto, bajo mi punto de vista, no se debería evaluar los conocimientos de una persona en base a un examen tradicional, pero tampoco debemos devaluar la memoria porque es necesaria para el desarrollo de nuestro aprendizaje.
Saludos.
Buff!! Después de un rato leyendo comentarios… ¿De qué hablaba el Sr. Dans en su artículo…?
A ver si lo deduzco… o mejor ¡voy a buscarlo en Google!
Estoy totalmente de acuerdo que lo que practica en esas oposiciones de alto copete (abogados del estado, notarios, registradores…), en las que se cantan los ejercicios, es bulimia intelectual. Sin embargo, el uso de la memoria no es malo; debes tener «datos» en la memoria para poderlos relacionar. Evidentemente, es estúpido saberse las estadísticas del último mundial (de lo que sea), o las cotizaciones de los diez últimos años, están en internet, pero otros «datos» (= informaciones) no están en internet. Es absolutamente falso que todo esté en internet. Hay muchísimas cosas en internet, pero muchísimas más siguen en recónditas bibliotecas. Reto al Sr. Edans a que en uno o dos clicks obtenga cualquier manuscrito (copia digital) del siglo XIII de la Real Biblioteca.
Puñetero país, es aparecer un artículo con un mínimo de intención y se le tacha de pedante.
Es algo que siempre he visto con eso de «aprenderse las tablas de multiplicar». Por mi parte jamás las estudié y las supe responder, ¿por qué? Porque las entendí. La memorización acaba olvidándose, y bien se demuestra porque ya no se recuerda ni la mitad de lo que estudiamos tantos años en el colegio o el instituto.
El problema es que falta motivación, porque bien que nos aprendemos las cosillas culturales o «frikis» a la primera, sin necesidad de memorizar. Si nos gusta algo, a la primera y sin esfuerzo se queda.
eso me recuerda a algo muy lógico que me dijo hace qños un profesor. Le dice un alumno que sólo se sabe hasta la tabla del 6. Le responde que eso no es posible. La tabla o se sabe o no se sabe. Efectivamente, el alumno no había entendido nada.
Este artículo me ha recordado la excelente serie sobre cómo mejorar las oposiciones de Nada es gratis.
Otra forma de educar es posible -y no sólo en Finlandia-
Los colegios Amara Berri en San Sebastián, Padre Piquer en Madrid, O Pelouro en Pontevedra y Escola Sadoka en Barcelona han sido reconocidos como Escuelas Changemakers, por sus innovadoras metodologías, por la red internacional Ashoka. Esta organización sin ánimo de lucro apoya el trabajo de más de 3000 emprendedores sociales en 84 países. Su fundador, Bill Drayton, recibió el premio Príncipe de Asturias en 2011.
– Tienen visión. Son escuelas que creen en una educación orientada a formar agentes de cambio, trabajan competencias como la empatía, el trabajo en equipo, la creatividad o la asunción de responsabilidades orientada a la resolución de problemas. Se centran en la persona, no tanto en el contenido.
– Promueven el aprendizaje activo. Los niños, niñas y jóvenes participan del día a día, toman decisiones y asumen responsabilidades. La comunidad incluye a padres, personal del centro (no docente) o el propio barrio. Consideran como oportunidad de aprendizaje todo lo que rodea al centro, más allá de las clases propiamente.
– Innovación. Son centros “diferentes”, se salen de la norma por algo.
– Es un centro abierto. Están deseando compartir su modelo y enriquecerse del de los demás. Están dispuestos a contagiar a la comunidad educativa y servir de “punta de lanza” para transformar la educación, cambiando la conversación y promoviendo un debate para mejorar el sector.
– Son influyentes. Son centros reconocidos, seguramente ya forman parte de redes. Suelen ser activos en Internet porque es una fórmula de difundir y llegar lejos. Sus resultados escolares o académicos están también contrastados.
– Son un equipo. Hay un grupo de personas (normalmente no solo profesorado) preocupados por continuar esta visión y perseguir estos objetivos. Velan constantemente por ello.
Más: http://muhimu.es/salud/otra-forma-de-educar-es-posible-y-si-esto-sucede-en-espana-no-en-finlandia/
Acabo de leer un artículo que trata de las mátemáticas y del vicio de imponer la memorización en las escuelas. El profesor Edward Frenkel es uno de los mayores divulgadores en el campo de las matemáticas y confirma la idea de este artículo.
Cito:
«R. El principal problema es que en nuestras escuelas hoy en día no enseñamos a los alumnos de qué van en realidad las matemáticas ni para qué sirven, en vez de eso hacemos que memoricen procedimientos y cálculos que aparecen ante ellos desprovistos de cualquier significado. Matemáticas se convierte en una asignatura fría, aburrida, sin vida e irrelevante».
Leer más: Transhumanismo: Hay una pequeña élite que tiene el poder. Y lo tiene porque sabe matemáticas y tú no.
En líneas generales de acuerdo con su artículo. Muy en desacuerdo en cambio con el ejemplo citado de las oposiciones a Registrador en la actualidad las más duras de la élite del derecho. Si bien es cierto que se exige literalidad máxima en el derecho positivo en los ejercicios orales, no puede aprobarse sin pasar el DICTAMEN práctico en el que hay que relacionar y demostrar CONOCIMIENTO del derecho.
enrique, de acuerdo con el artículo salvo en lo de «uno o dos clic». Sabes que esas búsquedas hoy se hacen en una pantalla de dispositivo movil ;-)