Esta mañana participé como moderador en el evento de presentación del informe «Los medios de pago, un paisaje en movimiento», desarrollado por el Centro del Sector Financiero de PwC e IE Business School.
Mi papel era el de moderar una mesa que contó con la participación de Ignacio Bañón, responsable de Global Payment Systems de BBVA, y con Paloma Real, Directora de Innovación y Desarrollo de Negocio de MasterCard, además de presentar posteriormente a mi buen amigo Javier Rodríguez Zapatero, Director General de Google España y Portugal. Además, me coincidió casualmente un almuerzo el día anterior con Fernando Aparicio, ex-director general de PayPal España, que me generó bastantes reflexiones sobre el tema.
Desde hace tiempo inmemorial, odio las mesas redondas cuyo formato se reduce a ser una serie de «mini-conferencias» en las que cada uno de los participantes hace una ponencia, así que pedí a los participantes que no llevasen presentación, y preparé una serie de preguntas como marco conceptual, que compartí con ellos únicamente unos minutos antes de entrar en el evento, mientras nos tomábamos un café, y que dejo aquí exactamente con la misma intención que me llevó a hacerlas, la de provocar reflexión:
- Apple Pay, Android Pay, Google Hands Free, Samsung Pay, PayPal, Visa Checkout, MasterPass… ¿qué diablos está pasando aquí?
- ¿Cómo puede esperarse que evolucionen la capa tecnológica y la capa de adopción?
- ¿Cuál es para nuestros invitados de hoy el movimiento, lanzamiento o jugada más importante que hemos podido ver recientemente?
- Personalmente, estoy fascinado con Apple Pay, y no tanto por el despliegue tecnológico que puede suponer, como por la manera en que Apple fue capaz de coordinar los intereses de bancos, emisores de tarjetas y retailers en el momento adecuado. Ya que lo comentamos… bancos, emisores, retailers, tecnológicas… ¿quién tiene realmente el poder ahora? ¿Cómo llevaríamos a cabo hoy un hipotético análisis de 5 fuerzas de Porter en esta industria?
- ¿Qué razonamiento lleva a un banco a aceptar una comisión del 0.15% por transacción? ¿Veremos ese escenario replicado en otros países? ¿España?
- Apple Pay en USA y UK, países donde la cuota de mercado de iPhone supera el 40%… ¿qué pasa en los países en los que está por debajo del 15% o del 10%?
- CurrentC como proceso de sustitución: ¿quién tiene el poder aquí?
- ¿Están empresas como Apple, Google o Samsung evolucionando para convertirse en bancos? ¿Cómo de tangible es la amenaza de la sustitución?
- Recordemos aquella frase en la portada de la edición española del “Y Google, ¿cómo lo haría?” de Jeff Jarvis: «hagas lo que hagas, Google terminará por hacerlo mejor, y además gratis”. ¿Estarán Google u otros una comoditización radical de los pagos, planeando por ejemplo ofrecerlos gratis?
Las respuestas fueron sumamente interesantes, y revelaron que hablamos de un tema en el que existen muy pocas certidumbres. Por un lado, Apple Pay está siendo un todo un éxito en los Estados Unidos y se prevé que seguramente lo sea en el Reino Unido, pero falta saber cómo va a poner en practica su estrategia en aquellos países en los que la cuota de mercado de iPhone sea muy inferior. Por otro lado, existe la incertidumbre sobre las posibles tendencias de desintermediación o sustitución: el caso de CurrentC, lanzado por un consorcio de distribuidores entre los que se encuentran jugadores tan importantes como Walmart, CVS, Seven Eleven o Best Buy, era claramente un movimiento destinado a eliminar las comisiones cobradas por los emisores de tarjetas, mientras que ha habido también especulaciones sobre hasta qué punto el lanzamiento de Apple Pay podía querer decir que la marca de la manzana, con todas sus imponentes reservas de cash, podría llegar a convertirse en un banco.
¿Que justifica la existencia de una capa como el emisor de tarjetas o el banco cuando la tecnología permite que surjan procesos de sustitución? Básicamente, el hecho de que se genere un valor que alguien esté dispuesto a pagar. En ese sentido, los participantes parecen sentirse razonablemente seguros del valor que generan, aunque obviamente vivimos un momento de enorme incertidumbre. El lanzamiento de Apple Pay ha demostrado que, dada una interlocución y una masa crítica suficiente, podía lograrse una alineación de los intereses de los diferentes actores implicados. En general tiende a asumirse que hablamos de un entorno complejo y regulado en el que la sustitución de una capa no es como tal un proceso simple, pero de nuevo, existen pocas certidumbres. Un escenario que, según comentó posteriormente Javier Rodríguez Zapatero, debería llevar a muchos de los actores implicados a sentir estrés, porque es evidente que el escenario tecnológico actual va a generar nuevas formas de hacer las cosas que darán lugar a nuevos contextos, en los que los niveles de adopción pueden llegar a resultar sorprendentes si las propuestas son adecuadas.
La idea que subyace como germen de la innovación es dar lugar a procesos mucho más sencillos: Apple Pay es claramente una apuesta por la usabilidad proveniente de una compañía que se caracteriza precisamente por ello, pero también hemos visto pasar modelos fallidos como el de Pay with Square, o recientes como el de Google Hands Free, en los que las operativas se simplifican hasta el límite. En algún punto, muy posiblemente, podremos ver fenómenos de adopción similares a los que Apple reporta actualmente en los Estados Unidos.
Un entorno, sin duda, en el que nos quedan muchas sorpresas por ver. En breve, añadiré el enlace al informe y a la grabación del evento.
Enrique, hablais del futuro de los pagos y no sale en la conversacion una reflexion de como puede impactar el Bitcoin y sobre todo la tecnologia del Blockchain?
Por implantación, el futuro inmediato son las tarjetas contactless, y no se están usando. Es cierto que su uso está creciendo rápidamente, pero por lo que veo la cosa todavía está en early adopters y gente que lo prueba por curiosidad.
Si las máquinas expendedoras lo soportasen, sí que habría un uso continuado, te ahorras el incordio de las monedas, pero para pagar en una tienda no hay mucha diferencia entre posar la tarjeta o meterla.
Es una lástima, porque los pagos por móvil prometen ser una revolución que cambiará muchas cosas… si es que alguna vez se usan.
El contactless no es un gran cambio salvo en dos sectores en los que va a desembarcar masivamente en breve.
El que comentas de máquinas vending(hasta ahora las tasas de intercambio interbancarias no hacían rentable esta operativa pero esto ya ha a cambiado) y el de transportes.
En breve en España tendremos soluciones como la del metro de Londres en el que se usa masivamente la tarjeta de crédito para identificarse y pagar en modalidad contactless y si formas colas.
Para mí las tarjetas contactless son (o deberían ser) la antesala del pago por móvil, que es donde está la revolución prometida.
Las contactless pueden crear casos de uso de pagos NFC como los que comentas, hacer que surja una red de vendedores que admita los pagos NFC en casos en los que ello aporta una ventaja real al usuario. De ahí a usar el móvil para no tener que tener una tarjeta física media un paso.
Una vez se use el móvil, la revolución está asegurada en mi opinión. Cada tarjeta soporta un único método de pago, el usuario no puede añadirle nuevos métodos a voluntad. Con el móvil, es tan sencillo como instalar una app más.
El grado de competencia que ello introduciría iba a tener efectos de todas clases: reducir las tasas (o que estas sean cero si un proveedor de pagos basa su modelo de negocio en otra vía de ingresos), pagos por blockchain (Bitcoin y similares), uso a voluntad de sistemas prepago, cambio a voluntad de los límites de gasto, etc, etc.
CurrentC nació muerto y sigue muerto, no hay sacerdotisa roja que lo resucite.
Eliminar el dinero físico es un gran sueño (En especial, por dificultar la corrupción).
Ahora, esto lo veo como una evolución y no como una revolución (al menos, de momento), pasar de usar una tarjeta cuando me va bien, a «posar» una tarjeta, o a posar el móvil…. pues desde el punto de vista de los interesados en usarlo no veo mucha diferencia.
Desde el punto de vista del usuario, sí, es más cómodo usar el móvil que la tarjeta… siempre que el móvil tenga batería (pensemos por ejemplo, en hacer el camino de Santiago, o ir de excursión a la sierra una semana, y un muy largo etcétera). Ahora, la mayor parte de los habitantes de cuidad estarán completamene a favor de este cambio….
Desde el punto de vista del vendendor físico, a priori, sólo es una forma de pago más. No puede dejar de tener tarjetas (al menos en una década), mientras vengan «extranjeros» que no usen movil.
Las preguntas interesantes (Al menos para mi que desconozco un poco el tema) son interesantes. La que más le importa al vendedor… ¿Que comisión se van a llevar estos nuevos modelos de pago? Si paga menos que con las tarjetas (bastante fácil en España, donde he visto que los bancos se ceban en las pequeñas tiendas con poco margen de negociación), serán los tenderos los que harán publicidad de pagar con este medio en vez de con tarjeta o incluso con dinero en metálico (la gestión del dinero físico, también tiene un coste, como por ejemplo, robos).
Hay más preguntas interesantes, algunas desde el punto de vista del usuario (Como por ejemplo, ajustar los límites para una compra grande justo en el momento de hacerla).
A día de hoy, es de «conocimiento común» que las tiendas pequeñas prefieren cobrar en metálico, y si podemos, lo hacemos. ¿Que hace falta para pagar en una panadería con un medio de pago y que no te miren mal los dependientes? La respuesta es una: valor de la comisión.
Y la maravilla de las maravillas será cuenado en una máquina de vending también se pueda pagar sin monedas.
Hiperión, te recomiendo visites www.momopocket.com
Gracias.
Saludos,
Gracias Enrique por la exposición y por lanzar preguntas que, a priori, pueden tener una respuesta aún incierta aunque ya hay soluciones en el mercado que pueden dar luz sobre el futuro (ya presente) de los medios de pago.
Y me refiero a la capacidad de las entidades de dinero electrónico para procesar dinero digital con la preceptiva autorización del banco central, Banco de España. Como es el caso de Momo Pocket EDE (www.momopocket.com) , entidad ya establecida en el mercado nacional, con 200 comercios adheridos y 10.000 clientes que pueden realizar pagos y otras operaciones financieras sencillas con los costes más bajos del mercado.
Tener capacidad para procesar dinero digital le permite eximir de cualquier tipo de comisión al cliente final, para el que tener una cuenta de dinero digital no le supone gasto alguno. Y para el comercio el coste de la comisión de descuento es el más bajo del mercado (0.5%) al no intervenir entidades financieras o medios de pago emisores ni adquirientes añadidos.
La relación que se establece entre comercio y cliente es directa, sin intermediarios ni condicionantes que supongan costes adicionales. Se trata de un sistema universal, seguro, sencillo de usar y con capacidad para mejorar la experiencia de usuario a través de los programas de fidelización directos.
Por cierto, Hiperión, con Momo Pocket ya se puede pagar en máquinas de vending.
Saludos,
_josé manuel.
La eliminación del dinero físico nos llevaría a una bancarización completa de nuestras actividades, lo que resultaría en una importantísima pérdida de privacidad. De eso a que los bancos vendan nuestros movimientos bancarios a terceros sólo hay un paso. Y conocerían exactamente en qué nos gastamos el dinero. No sólo se sabría lo que hemos hecho, sino que en muchos casos se sabrían nuestras intenciones próximas.
Mientras no haya una forma de asegurar que los pagos sean anónimos, yo no paso por el aro.
El pago con el móvil sustituyendo a la tarjeta plástica NO APORTA NADA, ni al usuario ni al comerciante. El pago es sólo.una parte/necesidad del comercio y el consumidor y lo.curioso es que el móvil puede ser un vehículo conductor ideal para: mostrar comercios cercanos al cliente, conocer las ofertas de comercios cercanos, atraer al cliente, resolver dudas remotas de productos, vender 24×7, conocer los gustos de los consumidores y adaptar tu oferta a los gustos, pagar/cobrar vía Whatsapp… Todo esto es lo que ofrece PayThunder, un sistema que combina el marketing y el pago, enviando ofertas a los usuarios mientras estos ven la TV, están cerca de un comercio o bien van ennel bus… Inclusive con la opción de comprar el artículo ofertado y todo ello, usando cualquier tarjeta, sin cambiar de banco ni tener un móvil concreto…
http://www.paythunder.com/app/
La eliminación del dinero físico será una realidad en breve en países como Dinamarca. Quien no hace nada raro, no tiene NADA que temer.
Desde mi punto de vista, la evolución de los métodos de pago está ligada a la evolución de las interfaces, cada vez más cercanas al cuerpo.
Compañías como Apple están dando los primeros pasos intermedios viables gracias a este tipo de inferfaces, pero es cuestión de tiempo que nuevas soluciones más naturales surjan de empresas más pequeñas como Pulsewallet, Paytango, etc.
Muchas veces este tipo de empresas sirven como verdaderos estudios de mercado vivientes para grandes monstruos que no dudarán en fagocitarlas cuando entiendan que es el lugar y el momento adecuado para el siguiente paso.
Mo quiero mi pensar lo que sería el «corralito» griego si el pago con móviles se hubiera impuesto en grecia y de repente de la noche a la mañana descubriéramos que el chocar los teléfonos no vale para pagar na compra. En casos así, habra que volver a pagar con sacos de trigo.