La pregunta no es retórica, sino necesaria: desde finales del año pasado, España cuenta en su Boletín Oficial del Estado con una ley de propiedad intelectual aprobada únicamente con los votos del Partido Popular, que afirma, entre otras muchas barbaridades, que el uso de enlaces y fragmentos de contenidos de medios de comunicación conllevará el pago de una tasa a los editores de estos medios, lo que convierte a España en el único país del mundo en el que el acto de enlazar a una página web puede conllevar un pago, y en protagonista de un auténtico ridículo internacional como único lugar del mundo en el que un servicio como Google News ha tenido que cerrar.
Sobre el canon en sí, poco se puede decir. La reforma llevada a cabo era, en realidad, un ejercicio de «legislación de laboratorio», diseñada para favorecer a una serie de lobbies a cambio de un trato informativo más propicio al gobierno, y como tal, ha salido mal. Tan mal, que el fin de la ley era hacer que Google pagase fuese como fuese, y sencillamente, «ese pájaro ha volado». Google, en el mismo momento en que se aprobó la ley, tomó la decisión de cerrar el producto por el cual pretendían hacerle pagar. La posición de Google es clara: por los enlaces no se paga, y si pretenden que pague, cojo la puerta y me voy. No es una cuestión de negocio o de pensar en un hipotético escenario en el que otros países se pusiesen a la cola reclamando un trato similar: es, según la compañía, una cuestión de principios, de defensa de la naturaleza de la red.
Gracias a las preguntas formuladas en el Parlamento Europeo por cuatro eurodiputados catalanes representando a grupos diferentes, @fjavilopez, @ernestmaragall, @ernesturtasun y @jmterricabras, , sabemos que la reforma de la ley de propiedad intelectual no cumplió adecuadamente con el trámite de informar a la Comisión Europea, dado que ocultó claramente ese artículo enviando para su estudio un borrador incompleto. En virtud de la respuesta de la Comisión Europea a esas preguntas, sabemos que la recomendación es, en caso de serle exigido algún pago por ese concepto a alguna empresa o particular, remitirse a los tribunales nacionales y negarse a aplicar ese reglamento técnico. Si unimos a este hecho el efecto de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el caso BestWater, que afirma que «cuando el trabajo ya está disponible gratuitamente para todos los usuarios en otro sitio web con el permiso de los titulares de derechos de autor, este acto no puede ser calificado como comunicación al público», parece claro que el canon AEDE ha nacido muerto, y tiene muy pocas posibilidades de ser reglamentado y llegar a ver la luz.
Sin embargo, su efecto sí puede ser disuasorio: que el BOE afirme que enlazar conlleva un pago y que este puede ser exigido, además, con carácter retroactivo es un atentado a todo tipo de lógica, y potencialmente muy peligroso. Y la solución a algo así no puede ser, como solicita Google, «algún tipo de licencia gratuita para que el agregador pueda enlazar contenidos periodísticos«, porque eso supondría consolidar una «excepción» en la que Google no paga, pero otros podrían, en virtud de una hipotética aplicación de tan esperpéntica ley, tener que hacerlo. No, la solución ante un despropósito jurídico como este no es poner tiritas, sino directamente extirpar. Reconocer que la introducción del canon AEDE en la reforma de la ley de propiedad intelectual fue incorrecta, y eliminarlo sin paliativos. Mientras ese engendro legislativo siga ahí, España será un entorno de inseguridad jurídica en el que cualquiera que mantenga o emprenda un negocio basado en la información puede encontrarse de repente con sorpresas inesperadas. Un entorno en el que el lobby de los periódicos de papel puede en cualquier momento en el que se sienta amenazado – aunque esté cada vez más claro que la mayor amenaza a la que tiene que hacer frente viene de sí mismo y de sus propios directivos – puede reclamar algún tipo de supuestas «compensaciones».
¿Cabe pensar en un escenario en el que el gobierno español eche marcha atrás y derogue una ley recién aprobada, o elimine uno de sus artículos más polémicos? Considerando la escasa operatividad del legislativo, claramente no. Sería sin duda la solución lógica, pero equivaldría a aceptar que se cometió un error, y sencillamente, no va a pasar. El canon AEDE se quedará ahí hasta que cambie el signo del gobierno, posiblemente más aún si el gobierno entrante no tiene una marcada sensibilidad con el tema, aunque posiblemente no llegue siquiera a ser reglamentado, porque intentar hacerlo operativo conllevaría un problema importante a cambio de beneficios potenciales más bien magros. El canon AEDE, como la ley Sinde, se quedarán durante bastante tiempo en el BOE como auténticos monumentos conmemorativos de la gestión de uno de los políticos más incompetentes y que ha tenido nuestro país y del esperpento que puede llegar a ser que algunos lobbies de dinosaurios tengan acceso directo a la redacción de las leyes en tramitación, a reclamar favores al legislativo, al «¿qué hay de lo mío?». Cada vez que oigas hablar del canon AEDE, del mucho dinero que las universidades van a tener que entregar a entidades de gestión de derechos, o en general, de una ley de propiedad intelectual reformada completamente a contracorriente del signo de los tiempos, piensa en él, y en lo que nos habríamos ahorrado si se hubiera dedicado a (casi) cualquier otra cosa.
Un monumento al tipo de cosas que nunca deberían ocurrir en una democracia que de verdad se preciase de serlo. Una auténtica vergüenza.
Algún día una web libre será (ya falta poco) un derecho asumido, consolidado y protegido en la sociedad occidental. Pero hoy internet es una realidad relativamente nueva, compleja, y además global (¡toma ya!). Nos jugamos mucho, así que nos debe guiar la prudencia, el equilibrio, el consenso.
S XXI, todo el mundo confuso por la irrupción de internet. ¿Todo? ¡No! Una grupo de irreductibles políticos conservadores y empresarios de medios de comunicación de España, tiene ideas firmes (y por cierto, diferentes del resto). Su poder le proviene de una pócima que los hace indestructibles. Lástima que su efecto sólo dure cuatro años. Salvo para los grandes empresarios, que se cayeron en la marmita de pequeños, y por eso los efectos de la pócima son permanentes en ellos.
… y así nos va.
La extirpación la hará el próximo gobierno, que igual es de otro color. Si es del mismo partido el que tiene que cambiar la ley, no será derogando sino -por orgullo- modificando la ley hacia alguna otra barbaridad menos conflictiva.
Y corremos el riesgo, de que Google haga lo que yo que soy más impulsivo ya habría hecho, pedir a todos los que le han pretendido cobrar, un canon por cada 1000 enlaces que suministran, o bien, si no quieren pagar voluntariamente, retirarlos de las respuestas de los buscadores. A ver que hace entonces la AEDE y el Gobierno
La verdad es que en los últimos años estamos teniendo lo que parece ser una dura pugna por hacerse con el título de político más incompetente que ha tenido nuestro país… Entre la anterior legislatura y la actual se ha juntado una horda de inútiles de mucho cuidado.
— Wayfarer
Visto para sentencia.
Bien dicho en el post, el «ridículo internacional » Es por ello que la ley no pasa de los primeros meses de la próxima legislatura, el lobby no ha obtenido lo que deseaba – vil metal – y el gobierno entrante se apunta un tanto de modernidad, independecia de los medios ( que no lo será ) y lógica legislativa.
Vaya, no te veo tan enfadado con las leyes que favorecen la evasión fiscal legal.
Es verdad, cada uno elige con qué enfadarse.
Por favor NO LO DIFUNDAN MAS. De lo contrario la ladrona de la presidenta de Argentina lo pondrá en marcha cuanto antes!!…
Me parece un artículo sumamente interesante y, sobre todo, equilibrado en desarrollo respecto a la barbaridad que se hizo. El tiempo corre a 60 minutos por hora y nadie puede cambiar eso. El ser humano navega sobre él cuando creer que tiene su dominio y lo peor que podemos hacer es querer ir hacia atrás como han hecho estos señores.
Hacer el ridículo ya forma parte, por desgracia, del ADN de nuestro país pero estrategias aberrantes alimentadas por intereses partidistas y personales merecen ser extirpadas como dice Enrique y expuestas en Escuelas de Negocio como ejemplo de gestión orientada al fracaso.
¿Por qué parece haber en este país tanto interés en impedir que avancemos si de todos modos el futuro llega cada día?
¿Y ahora qué diablos va a pasar con el canon de AEDE?
Pues muy sencillo, dado que es una ley diseñada para ser aplicada con total arbitrariedad y burlando los mecanismos legales propios de un estado de derecho, usaran las partes que consideren oportuno como mejor convenga en cada caso siempre que puedan y lo que no puedan usar no necesitarán cambiarlo, se convertirá en papel mojado tal y como hacen con cualquier otra ley por útil e importante que sea. No en vano se permitieron modificar la constitución.
Lo peor que puede hacerse cuando alguien te toma por tonto es darle la razón, como acaba de ocurrir con una mayoría de ciudadanos candidatos al premio Darwin en la elecciones andaluzas. Mi intención no es ofender a nadie pero supongo que lo que digo no resultará agradable para todo el mundo. Yo estoy dispuesto a pedir perdón por mi presunta falta de respeto a esos votantes cuando las memeces que voten dejen de causar graves perjuicios a todo el país, a mi familia y a mí mismo.
Creo que falta de respuesta ciudadana a todos los niveles, y en especial en la urnas, es algo que los partidos que han pasado por el poder han conseguido gracias a muchos años de paciente trabajo aumentando la indecencia, y desvergüenza de centésima en centésima de grado para evitar así que las ranas salten fuera de la olla.
¿Y ahora qué diablos va a pasar con el canon de AEDE?
Obviamente, no pasará nada.
Todas estas leyes están diseñadas para evitar entrar en la lista esa famosa que tienen los EE.UU. para los países que fomentan la piratería.
Esos son los que presiona, los lobbys locales se apoyan en ellos, pero sin ese sostén trasatlántico no habría leyes de este estilo.
Dans, enlazar no es delito, enlazar a un contenido de tercero sin consentimiento de aquél o directamente lucrándote tú sí lo es. Igual habría que saber diferenciar. Y tal.
Para los que no tenéis ni puta idea, digo.
Resulta curioso que en ese artículo que enlazas, sobre Lasalle y la LPI, indicas que Google «también se sabe mover en los terrenos del lobbying». Debe ser que hay lobbys y lobbys, y depende de para qué. La enorme potencia de Google y su looby, parece que no ha servido nada respecto al Canon de AEDE.
Respecto a la LPI, eran empresas americanas las que forzaban una legislación en España (las empresas de Hollywood). Respecto al canon AEDE, las empresas españolas de prensa escrita tienen más poder de influencia que Google, aunque sea americana.
Y todo resulta igual de lógico.
No es por defender a Google, pero lo que esta empresa tenía que haber hecho a los medios que están detrás del canón AEDE era «Ahora vosotros pagáis si queréis mantener vuestros enlaces en el buscador» ya verás como se cagaban por patas.
La mayoría de la gente que son considerados expertos de referencia en Internet, son gente demasiado ocupada y por desgracia se desaniman demasiado pronto cuando la masa social hace caso omiso de sus sabios consejos. Yo no les culpo por ello, pero deberían tener en cuenta la infinita constancia de que son capaces aquellos lobbies a los que tanto critican, y la enorme paciencia que necesita una labor de desintoxicación social, que ha de convivir con un flujo de intoxicación incesante sostenido con ingentes cantidades de dinero. Dudo mucho que este planeta se pueda permitir tantísima falta de reacción.
Mi fe en la humanidad no hace otra cosa más que disminuir año a año. Creemos que la humanidad tiene capacidad para rehacerse de sus errores más graves, pero a mí me parece muy evidente que no.
Son muchas las civilicaciones que a lo largo de la historia han caído víctimas de la prepotencia, de la arrogancia, el endiosamiento y la autocomplacencia. Todas ellas terminaron olvidando que la prioridad era la estabilidad y la sostenibilidad. Todas ellas se enfocaron en la productividad. La próxima civilización en caer no será una civilización local. Será la aldea global.
No va pasar nada con AEDE, porque la gravedad de los problemas se pierde entre el ruido de los mensajes de intoxicación que convierten a las personas en necios, en idiotas que persiguen cosas sin apenas valor y olvidan aquello que necesitan para sobrevivir.
Enrique, por si no lo conoces (aunque lo dudo): http://es.panampost.com/belen-marty/2014/11/07/gloria-alvarez-la-guatemalteca-que-combate-al-populismo-con-tecnologia/
#015 He visto el vídeo y en mi opinión pone el dedo en las llagas más importantes que afectan a la política de muchos países que se hacen pasar por democráticos.
Estoy totalmente de acuerdo en que existe un problema de educación que está convirtiendo a las personas en esclavos del populismo, pero este no solo hay que referirlo al régimen venezolano o al cubano. Aquí PP y PSOE llevan tiempo profundizando la pérdida de la calidad de la educación, en escuelas en programas televisivos, etc. La forma de desarmar la eficacia de un sistema basado en el sufragio universal es convertir a los ciudadanos en gente que se guíe por sus vísceras y que se olvide de como hay que usar las neuronas y lo han conseguido plenamente.
La idea de usar la tecnología para la reeducación me parece muy buena, pero aquí tenemos a un partido como Podemos, que ha surgido de las redes sociales y que tiene bastante de populista porque la gente solo ve las promesas de regeneración democrática y no se para a pensar en lo que los líderes de Podemos han dicho de un régimen como el venezolano. El tema venezolano se ha convertido en incómodo para Podemos y no han sabido manejarlo porque hace aflorar las grandes contradicciones internas de ese partido que sin pretender ser ni de derechas ni de izquierdas, está tan escorado a la izquierda que podría llegar a volcar.
El papel de la tecnología es fundamental y está siendo infrautilizado. La gente que domina la tecnología considera que no se puede luchar contra las ideas que están siendo propagadas con eficacia a través de una masa de analfabetos cuyas razones no van más allá del revanchismo y del quítate tú que me pongo yo. Los partidos se limitan a vender odios y a hacer promesas y con eso les basta.
En lugar de luchar únicamente contra las ideas equivocadas, la tecnología debería servir principalmente reeducar a las personas para convertirlas en gente que sepa reconocer las falacias, la falta de rigor, etc.
Necesitamos votantes no votontos.