Han pasado ya más de seis meses desde que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló a favor de Mario Costeja y la Agencia Española de Protección de Datos frente a Google en el caso que consagró la supuesta existencia del «derecho al olvido«. La sentencia provocó que Google crease un mecanismo para dar curso a las solicitudes de eliminación de información de su índice, poniendo a la compañía en la posición de convertirse, muy a su pesar, en juez que decide sobre asuntos en los que, en realidad, no solo no existe como tal la posibilidad de obligar al olvido, sino que además, y por pura lógica, nunca debería corresponderle decidir.
Desde el momento de un fallo tan absurdo como confuso, todo lo que hemos visto ha sido una procesión de casos problemáticos, cada uno peor que el anterior: empezamos con el evidente ataque a la libertad de prensa e información que suponía el ejercicio de ese recién consagrado «derecho al olvido»: instituciones como la Wikimedia Foundation prometiendo luchar contra la censura que de manera efectiva supone, medios como The Guardian o la BBC viéndose amenazados y publicando la lista de artículos eliminados, intentos de dar un carácter global a una medida ya de por sí absurda, usuarios rellenando peticiones con información falsa, y casos que van desde pianistas que piden a un periódico que elimine las críticas de una actuación desgraciada, hasta incluso pederastas o terroristas y criminales de todo tipo que se aprovechan del tema para eliminar las referencias a sus delitos, cuestión de la que hemos tenido evidencia reciente en España cuando un diario ha recibido notificaciones de la eliminación de los resultados de Google de tres noticias fechadas en 2008 en las que se daba cuenta del proceso judicial de los integrantes del «comando Vizcaya» de la banda terrorista ETA.
A seis meses del fallo del TJUE, en el que la Corte contravenía expresamente la opinión de su senior adviser, la cuestión está ya suficientemente clara: la instauración de ese supuesto «derecho al olvido» no arregla nada que de verdad tuviese que ser arreglado, y sí es potencialmente capaz de estropear muchas cosas que sí funcionaban y con las que no era en absoluto recomendable meterse. Es, en resumidas cuentas, un desastre, un esperpento judicial mal diseñado, una muestra de la inadaptación a un escenario tecnológico sin vuelta atrás, en el que las leyes o los jueces no van a ser capaces de cambiar, por mucho que lo intenten, la forma en la que funcionan las cosas. Tratar de buscar formas de «arreglar» cosas que no están estropeadas, sino que simplemente funcionan así, es no solo una pérdida de tiempo, sino además, una forma de comprometer otros derechos y mecanismos más importantes. Es, básicamente, jugar al «aprendiz de brujo judicial», con todo lo que ello conlleva.
¿Cuántas demostraciones más vamos a necesitar para entender que el fallo del tribunal fue un craso error de concepción, que crea más problemas de los que resuelve, y que es preciso revisarlo? ¿Cómo de lenta puede llegar a ser la justicia a esos niveles para plantearse corregir sus propios errores?
This article is also available in English in my Medium page, “The right to be forgotten: time to forget it?»
Es un tema muy complicado Enrique, hay una vieja frase que dice algo así como,Yo prefiero ver 100 culpables libres, que un inocente en la carcel. supongo que aqui pienso algo similar, el «Derecho al olvido» tiene que existir, Internet es libre y amo que así sea, pero no puede pasar por sobre todos.
Me acaba de venir a la mente el antagonista de la primera temporada de Heroes. El hombre, en el máximo desarrollo de su superpoder de comprender el funcionamiento de las cosas, ve como el cerebro humano «no funciona correctamente» e intenta corregirlo en su primera víctima.
EEsa psicopatía de estar acostumbrado al funcionamiento de otra naturaleza (en el caso de Sylar, era relojero) y pensar que existe un error en otra distinta, que debe ser enmendado.
En este tema no todo el mundo opina lo mismo. Enrique tú tienes tu opinión pero creo que los criminales no la comparten. ;-)
Las pérdidas de memoria no son solo para quien lo pide, tengo una amiga que se llama Belén Gonzalez, que ve como sus noticias desaparecen de Google porque casualidades de la vida, su nombre y apellido coinciden con la de la famosa dirigente etarra y no solo eso, cuando alguien busca en Google «Belen Gonzalez» en busca de información sobre mi amiga aparece al pie de página «Es posible que algunos resultados se hayan eliminado de acuerdo con la ley de protección de datos europea.», con lo que parece dar a entender que mi amiga tiene muchas cosas que ocultar.
Me resulta sorprendente que Enrique Dans no sepa:
1. Que la sentencia Europea aun no se ha aplicado por la Audiencia Nacional y el derecho al olvido no es absoluto. Ni siquiera Europa lo ha dicho en la sentencia o en el borrador de la norma en tramitación
2. Que la noticia de Eta no se retiró por petición de los etarras sino por alguien que aparecía en la misma o en sus comentarios.
3. Que en 2013 protección de datos en España desestimó todas las peticiones de derecho al olvido relacionadas con temas de interés público
Responderás?
#005: Que yo no sé ¿qué? Lo sé perfectamente, pero me trae sin cuidado. No es relevante. Lo importante es que ha habido una sentencia equivocada, y eso ha provocado que Google haga una serie de cosas que no tendría que estar haciendo, que son un profundo error y que afectan a derechos fundamentales. Una infinidad de errores cada día que son fruto de otro error mucho mayor. En este caso, lo que haga la Audiencia o los jueces es indiferente. Se ha puesto a Google en posición de ser quien «aplica la ley», el mayor absurdo que podía ocurrir. Es una estupidez todo desde el principio hasta el fin, y hay que deshacer lo que se hizo mal o se provocarán muchos más problemas.
#005 Para enrique
Dices 2. Que la noticia de Eta no se retiró por petición de los etarras sino por alguien que aparecía en la misma o en sus comentarios.
A mi amiga Belén Gonzalez la importa un pimiento quien pidió quitar la noticia de ETA, si lo hizo personalmente su tocaya Belen Gonzalez dirigente de ETA, y que según esa ley tiene perfecto «derecho al olvido» o el guardia que la detuvo. Sólo sabe las consecuencias de esa estúpida ley, que cuando alguien pide «Belén Gonzalez» en Google, aparte que han desaparecido noticias referentes a su persona y que por supuesto, nada tenían que ver con el terrorismo, en el pie de página aparece, “Es posible que algunos resultados se hayan eliminado de acuerdo con la ley de protección de datos europea”, lo que da a pensar, a aquellos que no se percatan de la coincidencia de nombre y apellido que mi amiga con la etarra, que fuera en alguna ocasión, noticia de algo que la avergonzara que apareciera en su biografía.
Muchos opinamos que lo de la ley del olvido es una solemne gilipollez (y sí, estamos a comisión de ED!)… pero es que además opinamos que lo de no leer lo que tenemos delante escrito (en vez de seguir leyendo lo que tenemos en mente) es un mal trago para la humanidad…
#007 el mensaje de google aparece en casi todas las búsquedas y es una forma de protesta por parte de google. Muy mal medida porque la gente se entera de que se pueden borrar.
No sé si te enteraste que en el comunicado de google sobre Eta se decía que buscando los nombres de los etarras se seguirían viendo las noticias. Si lees entre líneas y conoces como funciona google eso significa que buscando el nombre de la persona que no era un etarras no se vería el nombre de la noticia en Google
De todas formas alguien que se llame belén González pretende que su contenido esté posicionado en Google ??? Si se llamase exuperancia….
Supongamos algo tan sencillo como esto: yo decido difundir un hecho falso, por ejemplo que Enrique Dans defrauda a hacienda (algo que no creo que sea verdad). Por la razon que sea, esta falsedad se difunde, llegando a todas partes de la red. Lo logico es que me demandaras, y seguramente ganarias, pero la frase «Enrique Dans es un defraudador» apareceria en los primeros lugares de las busquedas sobre tu nombre. Quedarias estigmatizado de por vida por una falsedad. Si lo dijera en un periodico local se podria poner una nota de disculpa y una correccion, pero la noticia en Internet se expande y no es tan sencillo que un algoritmo automatizado distinga lo verdadero de lo falso y lo incorrecto de lo incorrecto, solo distinguen lo mas mencionado de lo menos conocido.
Hasta entonces es necesaria alguna manera mas o menos justa de recuperar el derecho al honor, y aunque esta no sea la mejor por el momento es la unica que tenemos.
Gorki, no seas simple. Con cualquier nombre que busques en Google aparece el avisito ese a pie de página. Da lo mismo que busques Belén González o Fernando Pérez: en cuanto Google detecta que buscas un nombre propio, pone el avisito, que en realidad no se corresponde con ningún contenido retirado. Es una táctica de manipulación de Google para presionar en contra de esa sentencia. Deberíais criticar a Google por falsear los resultados de su buscador para hacer ingeniería social.
Jueces que sentencian a favor de cualquiera que haya montado un chiringuito y ganado un buen dinero generando un canal alternativo = BUENOS.
Jueces que sentencian en contra de una multinacional tecnológica que muchas veces indexa cosas que no debería = MALOS.
Así de torticera es la lógica del lego medio. Me beneficia = bueno. No me beneficia = malo.
No obstante, hay que reconocer que Dans tiene razón en un punto, y es que no debería ser Google quien decidiera temas que además «juzga» (aprovechando el principio jurídico de no ser juez y parte, como es por otro lado lógico). Estos casos deberían dirigirse a un filtro de terceros, una especie de árbitro que jurídicamente analizara cada caso. Pero claro, en países en los que los propios funcionarios son quienes tienen que llevar folios a los juzgados no parece que haya muchos medios como para poder crear algo así y lo fácil ha sido hacer cómo Google: «yo sólo hago, tú ya te apañarás».
De todas formas, no es por ser pesado, Dans, pero ya huele a ajoaceite caducado y repetitivo el tema de los delitos. No sé cómo hay que explicarte que cuando ha pasado cierto tiempo, se entiende que los antecedentes tienen que desaparecer para que se realice la plena y justa reinserción (el mantenimiento de esos antecedentes sólo deberían quedar en muy excepcionales casos de peligro potencial justificado bajo peritación experta y no por capricho de un tecnólogo con dedos largos, por decir alguien).
Sería muy fácil para mí, que siempre he antepuesto el interés público del delito ante el derecho privado decir que lo mejor es que el delito quedara grabado para siempre y que el condenado quedara marcado de por vida. Pero como lo mío no ha sido nunca el cinismo ni la hipocresía sólo te puedo decir que es una mera gilipollez (al menos en temas de delitos). Google no tiene por qué indexar el historial delictivo de nadie una vez ha transcurrido el tiempo que las legislaciones prevén para la desaparición de los antecedentes penales. Y eso independientemente de que «pero es que ya está en las hemerotecas»… Como si la gente fuera a buscar en las hemerotecas si Pepito tiene antecedentes… Esa es otra imbecilidad que supongo que, como siempre, os la acabaréis creyendo a base de repetir una y otra vez el mismo discurso. Es parecida a la de «es que esa persona no habría ido a ver la película de todas formas…». Pues eso no lo sabes tú, y va a depender de la elasticidad del precio de la entrada y de la relación precio/interés. Pero claro, decir lo otro mola más porque encaja mejor con lo que queremos.
Lo que tendría que hacer Google desde ya es desindexar los Boletines Oficiales y cualquier documento jurídico que lleve nombres de terceros, pues de la misma forma que nadie quiere que una foto aparezca sin su permiso en algún lado, es jurídicamente lógico que alguien no quiera que aparezca su nombre cuando usan el buscador (siempre en referencia al caso de los antecedentes, no otros).
En caso de diarios, no habría problema porque os recuerdo, zoquetes, que por algo se ponen las iniciales. Lo que está claro es que el pianista y casos parecidos es el mismo nivel de gilipollez: nivel Dios. A todos estos, además de dejar su nombre habría que añadir un addendum y poner «gilipollas» entre paréntesis, pero supongo que eso tampoco debe ser muy lícito.
Pero como vosotros soléis pensar que las manzanas y las lechugas son lo mismo porque salen de la tierra, es normal que acabéis haciendoos unos líos cojonudos.
Así que, de esperpento, lo justo.
Decir que se sitúa a Google en posición de Juez es una soberana estupidez. Google puede no retirar contenidos y esperar a que se lo diga un juez. Como va a pasar en el caso de Costeja
#012
Pues yo el otro dia lei que se metio en una pelea Justin Bieber, no J.B.
Vaya, así que está ocurriendo justo lo que los críticos de la sentencia dijimos que iba a ocurrir.
Yo solo quiero que alguien me explique cómo es posible que sea legal que algo lo publique un periódico (o incluso el estado en un boletín oficial), y que sea ilegal que eso mismo lo indexe un buscador. Adiós a la libertad de información en los buscadores, y por eso precisamente está pasando esto, pianista incluido.
John Oliver habló sobre el tema (Mario Costeja incluido) en su programa Last Week Tonight. Todo en clave de humor, por supuesto.
https://www.youtube.com/watch?v=r-ERajkMXw0
#011 Julio2
Cuando contestes y mas si en la contestación va co0n un insulto, debes asegurarte que lo que dices es cierto, pues si no ocurrira se piense que el simple eres tu. Si te molestas en buscar «Gorki» verás que no aparece en el pie, “Es posible que algunos resultados se hayan eliminado de acuerdo con la ley de protección de datos europea.” porque de momento los herederos de Gorki no han pedido que se «olvide» nada de su historia, pero si buscas «Belén Gonzalez» si aparece. Asi que entérate tu de como funciona Google antes de escribir tonterías.
#003 Antonio llamar asesino a quien no está de acuerdo contigo, aunque sea de broma, es de muy mal gusto. Esa broma en lenguaje verbal podría haber sido graciosa, escrita queda fatal. Y si además es para hacer la pelota a Enrique ya ni te cuento.
#018: David, me preocupa tu mentalidad. Uno, porque no me pareció que el comentario fuese dirigido especialmente a nadie, solo una opinión que no pretende insultar ni implicar nada. Segundo, porque… ¿qué diablos de motivación iba a tener Antonio en «hacerme la pelota» a mí? ¿Para qué? ¿Con que motivo? Es que vamos, es algo que no hacen ni siquiera mis alumnos, que podrían pensarlo de cara hipotéticamente a mejorar su nota, pero en la vida me ha ocurrido… ¿qué extraño esquema mental te lleva por un lado a detectar agresividad en un comentario que no la tiene, y por otro a pensar en ese tipo de esquemas extraños de «hacer la pelota» más propios de un instituto de enseñanza media o de determinados entornos profesionales??? No lo entiendo, la verdad…
#15 Es una pena que no leas mis comentarios, Krigan, quizás tendrías las cosas jurídicas más claras. Vuelvo a probar:
Un periódico vive de noticias, creo que esto lo entendemos todos. Pero claro, un diario no es quién para condenar, tan sólo debe describir. Es lo que hago yo cuando os llamo «zoquetes», no os condeno ni insulto, me limito a describir (cosa totalmente lícita dentro del mundo de las palabras, e incluso legal, siempre que no sea de forma gratuita, que no es el caso). Por eso los diarios deben colocar el presunto siempre que redactan las noticias sobre cualquier acción susceptible de juicio jurídico y no hacerlo puede derivar en serios problemas legales. También por ello se limitan los nombres y se sustituyen por siglas a no ser que los sujetos sean públicos (me refiero a conocidos). De «adios a la libertad de información» nada, eso sólo es puro cinismo de un cínico profesional. Lo que se hace es limitar esa libertad en casos excepcionales, porque aunque los libertarios no soláis tener ni puta idea, lo cierto es que todo debe tener unos límites, sobre todo aquellos dónde empiezan los derechos y libertades de los otros. Google puede perfectamente seguir viviendo de su agencia publicitaria sin tener que indexar datos «problemáticos» como cuestiones jurídicas. No es tan complicado, joder. Tienen los mejores programadores del planeta.
El hecho es que hay una diferencia física entre acudir a una hemeroteca a buscar información sobre alguien a hacerlo desde un ordenador. Si alguien quiere saber los antecedentes de una persona, hay un certificado de penales y un Registro especial dispuesto para ello. Antes que tu pregunta va esta: ¿queremos que aquellos que ya han pagado con su condena un delito sigan marcados de por vida o queremos que no estén en juicio constante y vean imposibilitada su reinserción? ¿Por qué? Primero empieza a reflexionar esto y ya, si eso, sigues adelante con tu discurso de siempre. Pero primero vas a tener que resolver esta cuestión en el caso de los antecedentes, que no tiene nada que ver, como comprenderás -aunque tampoco estoy seguro, con el caso del pianista.
Y esto no es nada, en el tema de la imagen sucede lo mismo. Nadie tiene por qué alojar una fotografía de alguien que no sea persona pública si esta no ha dado su permiso. Más que nada porque todos tenemos derechos subjetivos sobre nuestra persona y nuestro careto. Que tu vayas a Sálvame Deluxe a vender tu cara para que aparezca por ahí no significa que todo el mundo quiera hacerlo ni verse en cualquier sitio.
Por eso también en publicidad se paga a modelos específicos y no se coge la fotografía del primero que veas en Google Images, que es lo que imagino que alguien como tú haría.
#019 Enrique, es el comentario de alguien que se hace llamar «David el Bueno» en contraposición a mí que me llamó «el malo» porque me pronuncié en un comentario contra el Canon Aede. Es el mismo que dijo que la web era un invento americano para controlar el mundo. El mismo que se luce por tu blog con comentarios de lo más absurdos y carentes de argumentación lógica alguna
Gorki, quizá lleves razón en que no eres simple. Porque sabes perfectamente que «Gorki» no es un nombre propio de los que yo cité, sino un mote o un nick, pero lo estás argumentando malintencionadamente para llevar el agua a tu molino. En cambio, si buscas «Fernando Pérez», «Antonio Rodríguez», «Julio Peláez» o cualquier otra combinación imaginaria de nombre y apellidos, aparece siempre el avisito.
He buscado el nombre y los dos apellidos de la esposa de Enrique (que se pueden obtener «googleando») y también aparece el aviso de retirada, a pesar de que incluye un apellido poco común. Haced la prueba con todos vuestros conocidos –que no sean famosos como Enrique– o con nombres imaginarios.
¿Es posible que todas las combinaciones de nombres españoles hayan recibido reclamaciones de retirada? Evidentemente no: Google miente como un bellaco. He buscado mi propio nombre y apellidos, combinación única en España, y también aparece el avisito, cuando yo no he formulado ninguna reclamación. Lo mismo ocurre con mi hermana, que tampoco ha reclamado nada. Conclusión: cuando detecta un nombre de persona, Google incluye de manera sistemática el avisito para hacer ingeniería social con los internautas; Google falsea sus resultados para hacer propaganda e imponer su turbia agenda.
¿Cuándo le vas a reclamar a Google que deje de alterar sus resultados para hacer ingeniería social? ¿Cuándo le vas a exigir que deje de tratarnos como ratones de laboratorio? ¿Cuándo vas a dejar de ser un ratón de laboratorio más? ¿Te imaginas lo que puede hacer Google alterando sus resultados para influir en las elecciones? ¿Y si ya lo está haciendo? ¿Y si las opiniones que tenéis en este tema están fuertemente condicionadas por la manipulación de resultados de Google?