Hoy cerré mi curso de innovación en International MBA de IE Business School con un examen de esos que me gustan a mí, que intentan convertir la tarea de evaluación en una oportunidad para el aprendizaje mediante un caso que «toma vida propia» y se desarrolla directamente ante los alumnos – un tema que ya traté anteriormente en una entrada titulada «Innovando en formatos docentes«.
Mi «víctima» para la ocasión fue bq, empresa española líder en el mercado de la electrónica de consumo – sus smartphones son la segunda marca más vendida en el segmento de terminales libres, detrás nada menos que de un gigante como Samsung. Hablamos de una empresa fundada en el año 2003 por seis estudiantes de ingeniería en la Politécnica de Madrid, que empieza importando y vendiendo memorias USB, para pasar rápidamente a montar fábrica propia en China, avanzar hacia los lectores de libros electrónicos, pasar a los tablets y a los smartphones, y terminar llevando a cabo ellos la totalidad del proceso de diseño y fabricación de sus productos, al tiempo que inauguran líneas nuevas como las impresoras 3D, con fabricación íntegramente realizada en España. Hoy, la empresa emplea a casi 800 personas, opera en más de treinta países, y vende a través de las principales grandes superficies y tiendas de electrónica, tanto con marca propia como con marca blanca.
Una progresión sin duda impresionante, en la que me llamó especialmente la atención una línea en concreto: la robótica educativa. Un conjunto de productos y servicios basados originalmente en plataformas abiertas como Arduino o Scratch, que adaptan y mejoran muchos de sus aspectos de cara a reducir las barreras de entrada a su adopción manteniendo su carácter abierto, y que tratan de educar en las tres facetas de todo proyecto tecnológico: el software, el hardware y el diseño. Mientras el hardware se organiza con Zum, una placa derivada de Arduino y un kit de componentes cuidadosamente codificado y empaquetado con números y colores, el software se desarrolla con una adaptación muy buena y en la nube del Scratch del MIT llamada Bitbloq. El diseño, por su parte, se trabaja mediante elementos de modelado e impresión 3D, con una versión del proyecto RepRap, Prusa, o bien encargando los elementos plásticos a la propia compañía. A partir de ahí, todo un desarrollo de materiales, vídeos educacionales, y en general, toda una plataforma para conseguir que los niños puedan llevar a cabo proyectos de robótica y electrónica, y adquirir familiaridad con este tipo de elementos.
Uno de esos proyectos que me encantan, pero que además se encuadra en un lugar sumamente interesante: una empresa que carece de experiencia en el mercado educativo, que prioriza claramente la educación al beneficio empresarial, pero que pretende, a medio plazo, que la actividad, que emplea a un grupo de ya más de treinta personas, sea como mínimo sostenible. Y una razón de ser que va más allá de la responsabilidad social corporativa, y que entronca con los orígenes de la compañía (la universidad), la vocación por el conocimiento abierto, y el fomento de la vocación por la ingeniería que permita en un futuro a la empresa incorporar talento con facilidad.
Para la ocasión, escribí un mini-caso con el contexto, y propuse un formato de examen a ordenador abierto con una duración total de hora y media, y con la aparición sorpresa a los quince minutos de Alberto Valero, ingeniero industrial y doctor en inteligencia artificial y robótica que dirige junto a Juan González Gómez el grupo de Robótica Educativa en bq. La idea es someter a los alumnos a un auténtico «information overload»: tienen el mini-caso, una presentación en pantalla, un invitado al que plantear preguntas, y un par de cuestiones que responder que, además, forman parte de un interés genuino de la compañía. Un examen, sí, pero tan real como los productos y servicios que toca, o como las preocupaciones de la compañía que lo protagoniza.
Los resultados, en unos días. Pero por el momento, la satisfacción de los alumnos, muy elevada. Ah, y la satisfacción de tener un trabajo divertido en el que me dejan montar este tipo de líos :-)
This article is also available in English in my Medium page, “My innovation course exam: bq and educational robotics«
Profesor Enrique, cuanto espero poder estar alla en Abril para el IMBA ojala coincida con alguna clase con usted, si no mas aprendo leyendo el Blog como sera en vivo y en directo. Vamos a ver como me va tratando de resolver el caso.
Simplemente, excelente método.
«…llevando a cabo ellos la totalidad del proceso de diseño y fabricación de sus productos…» osea que a estos no les pasa como al coloso chino Lenovo, que les compras un ordenador y el micro pone «intel» y el dvd; sansung tarjeta grafica; nvidia o similar, el sistema operativo «windows» porque ellos son mas grandes … los españoles son unos fenomenos que pueden todavia mas que esta gente … ni te encuentras la mismita tablet bq gemela bajo mil marcas chinas, lo unico que cambia es la pegatina bq… en fin, que grandes son … seguro que ya se les ha quedado todo obsoleto este mes y hala a comprar mas piezas que sacan nuevas a los tres fabricantes de electronica
No conocía Zum. Para un entorno educativo tiene detalles interesantes porque proporcionar entradas y salidas digitales de tres pines parece una bobada, pero te puede ahorra tener que diseñar una placa auxiliar. Muchos sensores sencillitos se podrán enchufar directamente. Lleva bastante circuitería auxiliar, lástima que no metieran también un RTC.Ofrece un entorno para desarrollar piezas con impresoras 3D.
Me gusta.
Arduino debió potenciar ese aspecto de la impresión 3D, pero no ha querido quedarse atras y también hace una incursión en el mercado de las impresoras 3D con la Materia 101
http://www.elotrolado.net/noticia_arduino-da-el-salto-al-mercado-de-las-impresoras-3d-con-la-materia-101_25088
Yo apuesto por Arduino porque en estos temas la madurez de la comunidfad de usuarios lo es todo y Arduino lleva mucha ventaja.
Me he mostrado muy crítico últimamente con varios aspectos de la tecnolgía derivados de la forma en que las grandes compañías, con un enfoque tradicional, promueven una espiral de consumo creando necesidades e insatisfacciones para obligar a la gente a tirar aparatos que aún funcionan, pero que quedan obsoletos por la evolucion del propio ecosistema tecnológico.
Con lo que si me muestro muy a favor es con esta otra vertiente tecnológica de hardware y software abierto desarrollandose gracias a comunidades donde las personas se ofrecen ayuda. Es una forma completamente diferente de promover la tecnología con un enorme valor social.
De hecho, yo ya tengo en marcha un proyecto que aúna mis dos pasiones, (la informática y la acuariofilia) y para potenciarlo lo que hago es dar soporte a una comunidad de aficionados a la acuariofilia. Hablo del foro acuariofiliamadrid.org donde hay bastantes personas interesadas en estos temas. Muy recientemente he publicado un vídeo de 17 minutos que explica en qué consiste mi proyecto
http://youtu.be/DoS8iBwzU-8?list=UUGuT2LsDY9TVeV427Z7o9vQ y en breve publicaré un libro. Todo Creative Commons.
Los controladores de acuario comerciales son caros y su diseño es poco flexible. Cada aficionado a la acuariofilia es un mundo. En acuariofilia hay principios generales, pero no hay recetas universales. Se trata de un ecositema multidisciplinar donde se necesita el máximo de versatilidad porque cada aficionado necesita cosas totalmente diferentes para sus instalaciones. Los aficionados a la acuariofilia somos un colectivo pequeño con bastante afición al bricolaje. Las grandes empresas que han sobrevivido son unas pocas y no están entendiendo este aspecto. En la acuariofilia no existe una espiral consumista salvo en los aficionados inexpertos dedicados al coleccionismo de peces y que apenas tienen interés por la reproduccion de especies. Los aficionados con años de experiencia intercambian mucha información entre ellos y constituyen un escenario ideal para los proyectos de código y hardware abierto. Yo con mi proyecto me lo estoy pasando pipa y espero vivir muchos años trabajando en estos temas.
Hace tiempo que quería decirte algo ;-), y con este post… «de hoy no pasa!». El campo que desarrollas tu actividad docente es un poco distinto al mío. Pero me encanta leerte. Yo, que me dedico a la formación y a intentar diseñar escenarios y estrategias para que la gente aprenda, aprendo muchísimo de tus post. Me encanta esa creatividad a la hora de plantear ejercicios, casos prácticos y la valentía a la hora de plantear evaluaciones como la que nos cuentas en este último post. Hace tiempo que vengo diciendo que las escuelas de negocio han «comido la merienda» a la educación formal en cuanto a métodos. No es que hayan «descubierto la pólvora», sino que han sabido adoptar metodologías formales que está demostrado que funcionan y adaptarlas al contexto no-formal.
Por eso me encanta leerte, porque veo que te arriesgas en tus planteamientos, que no te limitas a lo que «hace todo el mundo» y además tienes la ventaja de que tu escuela «te toca las palmas» (jajajajaaja), confía en tí y tus alumnos aprenden mogollón y están encantados.
Como te digo, nuestro campo es un poco distinto y no es muy probable que tenga la suerte de tenerte como «profe» (bueno!, quién sabe!!), pero me encantaría poder charlar contigo de la didáctica de tus clases.
Saludos y enhorabuena!
Víctor.
#005: Te puedo asegurar, Víctor, que una de las cosas que más me ayudan es ver a otras personas dando clase. Siempre – o al menos, siempre que me gusta lo que veo – se me ocurren formas de combinarlo con mi estilo o con mis temáticas, o de darle algún toque diferente pero inspirado en ello. Quién sabe, a lo mejor en algún momento nos planteamos algún intercambio de ideas! :-)
Para mi Enrique sería un gustazo y un honor!!!!… Estoy seguro que tendremos oportunidad de hacer ese intercambio. Abrazo. Víctor.