La ya prolongada disputa entre la editorial francesa Hachette y Amazon ha vivido dos episodios más cuando un grupo de más de novecientos autores autodenominados «Authors United» firmaron y publicaron a toda página en el New York Times una carta urgiendo a Amazon a «dejar de hacer daño a los autores», denunciando sus recientes acciones e invitando a sus lectores a enviar sus quejas directamente a la dirección de correo electrónico de Jeff Bezos.
Amazon, por su parte, contestó al grupo de autores con otra carta abierta, esta firmada por «Readers United», en la que igualmente hacían publica la dirección de correo del CEO de Hachette, Michael Pietsch, invitando a los lectores a contactarlo directamente poniendo en copia a Amazon, y pidiéndole que acepte los precios más bajos que Amazon reclama para los libros electrónicos.
No es la primera vez que Amazon entra en conflicto con las editoriales sobre los precios de los libros electrónicos: en enero de 2010, Amazon retiró de su tienda todos los libros de la editorial Macmillan, editorial que finalmente logró forzar un precio superior a los $9.99 que Amazon pretendía – para terminar viéndose, dos años y medio más tarde, sancionada por las autoridades anti-monopolio norteamericanas junto con otras grandes editoriales y con Apple por fijación de precios.
Ya en aquel momento me mostré inequívocamente de parte de Amazon en su disputa, y ahora vuelvo a hacer lo mismo. Independientemente de que la referencia a Orwell en la carta de Amazon sea correcta o no, como usuario y cliente me siento claramente mejor defendido y representado por una Amazon que, desde mi punto de vista, pretende redefinir la cadena de valor del negocio editorial a mi favor, que por unas editoriales que claramente pretenden sostener una desproporcionada asignación de la tarta para sí mismas. Que las editoriales, como en su momento hicieron las discográficas, pidan a determinados escritores que se alisten en sus filas en función de contratos que tienen con ellos y publiquen cartas en apoyo a su postura tampoco cambia la cosa: por más que la miro, la estructura de precios y márgenes propuesta por Amazon tiene más lógica, más sentido, resulta más sostenible, y redunda no solo en una mayor accesibilidad a la cultura, sino también en un desincentivo mayor del consumo irregular.
Amazon es muy libre de considerar el precio de los libros electrónicos un tema importante en el desarrollo de su estrategia y sus planes de futuro. La compañía ha fiado muchísimas de sus expectativas de futuro a un modelo en el que los libros resultan enormemente accesibles a precios cada vez más disuasorios, con la idea de ofrecer una accesibilidad elevadísima, una estantería virtual en la que solo tenemos que alargar la mano cada vez que pretendemos acceder a un libro. Cuando las editoriales se empeñan en seguir calculando los precios de sus productos en función de la antigua cadena de valor de la industria, no hacen más que pretender justificar su existencia y su estructura en función de unos costes que claramente ya han cambiado. ¿Son libres de hacerlo así? Tal vez lo sean desde el punto de vista empresarial y del libre mercado, pero en ese caso, también lo es Amazon de excluirlas de su canal si así lo desea.
La decisión de Amazon no está exenta de riesgos: obviamente, el atractivo de su propuesta disminuye cuantos más lectores son incapaces de encontrar en la plataforma los libros que buscan. Excluir los libros de un gran sello editorial puede representar un problema importante para Amazon de cara a la opinión pública: en modo alguno hablamos de «las pobrecitas editoriales presionadas por el gigante del comercio electrónico», sino de una serie de empresas que habitualmente entregan a los autores una parque pequeñísima del margen y que pretenden seguir llevando a cabo el reparto en sus propios términos, aunque muchísimos de los costes implicados en esa estructura de mercado hayan desaparecido. No las llaman «big five« por casualidad. Y cuanto más se consolidan, peor veo las cosas.
Lo siento, pero la imagen que mi cerebro recibe cuando veo a los autores ponerse del lado de sus editoriales en esta guerra no es otra que la del síndrome de Estocolmo. Si Amazon quiere imponer sus condiciones, las que considera inherentes a la viabilidad futura de su modelo de negocio, a costa de correr el riesgo de que las editoriales renuncien a distribuir en su plataforma y la hagan menos atractiva, me parece una táctica válida, que las editoriales podrán contestar como estimen oportuno. Como autor, una disputa así me llevaría a descartar a Hachette como editorial y a irme con otra que tenga mejor criterio a la hora de distribuir mis obras, o incluso a pensar en la posibilidad de convertirme en mi propio editor de la mano de Amazon, con todo lo potencialmente bueno y lo malo que ello pueda conllevar. Después de todo, Amazon vive de intentar a toda costa reducir la fricción entre producto y lectores, mientras que las editoriales luchan claramente por incrementar esa fricción y por cobrarla lo más cara posible.
No, ni soy el único en ponerse del lado de Amazon en esta disputa, ni estoy siempre del lado de Amazon: ya son varias las ocasiones en las que he contribuido a denunciar algunas de sus prácticas. Como lector y como autor, estoy con Amazon en esto, y me veo infinitamente más identificado con sus explicaciones y su interés por poner los libros electrónicos más baratos y hacerlos más atractivos que con las reclamaciones y las quejas de Hachette tomando a sus autores como rehenes. Creo que Amazon tiene razón en intentar obligar a Hachette a cumplir con su estrategia de precios… no solo razón, sino también razones para hacerlo. No, Amazon no es una hermanita de la caridad. Pero en esta guerra, pienso que tengo mucho más a ganar estando de su lado.
Y no solo eso: además, estoy deseando ver el resultado de la siguiente batalla.
This article is also available in English in my Medium page, “I’m backing Amazon on this one«
Sin duda un análisis de lo más interesante. Como argentino siempre me espanté de los precios de los ebooks en mi país, ya que son ridículamente costosos al cambio y sin duda con una estructura de precios novedosa y diferenciada podrían convertirse en una vía de consumo regular exitosa (con las correspondientes campañas de promoción de consumo, claro).
Y no pude dejar de recordar esta charla: Cómo matar al intermediario: Hernán Casciari at T…: http://youtu.be/_VEYn3bXz34
Un saludo.
Hay algo clarisimo Amazon puede decidir no revender los productos de Hachette y también Hachette puede no vender a Amazon, Se podría poner condiciones a uno o a otro, si quisieran vender, pero si lo que quieren es no vender. nadie les puede obligara a hacerlo.
Por otra parte no se entiende la queja de los autores, si quieren vender por Amazon, solo tienen que autoeditarse en Amazon, no creo que Amazon ponga problemas a ello. Si no lo hacen porque firmaron contratos en exclusiva con Hachette, lo primero que se me ocurre, es por qué los firmaron y en segundo lugra que lo lógico seria presionar a Hachette y no Amazon pues con ella es con la que tienen la atadura.
hola Enrique,
¿Tienes alguna referencia donde venga detallado la estructura de precios y márgenes de Amazon? Imagino lo habrán analizado en detalle en HBR o similares.
gracias!
Elena
De todas formas, creo que el intento de monetizar libros pensados para la imprenta, vendiendo copias digitales, es si no imposible al menos muy difícil, tanto como intentar financiar un cuadro, vendiendo postales digitales. ¿Imaginas una Galeria de Arte intentando vender las obras de Antonio Lopéz a base de vender copias digital de sus cuadro?.
Mi opinión es que la literatura digital ha de buscar en Internet otros caminos para financiar las obras, diferentes de intentar la venta de copias digitales, porque en ese camino es muy difícil por no decir imposible tener éxito.
Para mí el problema de los autores es otro. El número de autores de libros ha aumentado de forma brutal en los últimos años y el papel de las editoriales tiene muy poco que ver con el de hace algunos años.
Pocos autores se sentirán justamente tratados si mantienen en sus cabezas las referencias de otros tiempos. Creo que Amazón solo busca la forma de hacer rentable su negocio y la pérdida de rentabilidad de los autores tiene que ver con el hecho de que existe una superproducción literaria y la calidad literaria ya no es lo único que vende.
Raro es el famosillo de la televisión que no publica un librito, porque sabe que por el hecho de ser una cara conocida, algo le va a llegar. Esa es una clase de competencia contra la que poco pueden hacer el resto de autores que no son conocidos salvo dedicarse en cuerpo y alma a la construcción de su propia marca personal.
Hoy en día es tan importante el ser un personaje conocido como el ser bueno en lo que haces. Es una pescadilla que se muerde la cola, pero algunos parten con la ventaja de ser conocidos porque va implícito en el tipo de trabajo que desarrollan. No hay que olvidar que el escaparate para tu obra ha de ser la aldea global.
#005 Antonio Castro
Por supuesto la caída de la barrera de la edición con la autoedición ha hecho que haya miles de nuevos autores, pero seamos realistas, no ha hecho que aparezcan por cientos los nuevos Pérez-Reverte, o Marías, sino señores que antes no atravesaban los filtros que suponían las editoriales.
No obstante, la mayor competencia para escritores de la talla de un Pérez-Reverte, o Marías, no son esos miles de nuevos escritores desconocidos que todos juntos no van a c vender los libros que vende una novela de Perez-Reverte, sino los cientos escritores de su importancia o superior, que hoy están al alcance de cualquiera de una forma GRATIS, LEGAL y de CALIDAD, en internet. Por ejemplo, si quiero leer en inglés, para ejercitar la lengua, Que crén que es mas probable, ¿que vaya a una librería o a un kisco, o a Internet para abrir un periódico o uno de los cientos de miles de libros digitalizados en inglés que están a mi alcance?
Esa es la auténmtica competencia que se encuentra el escritor actual. Cualquier ebook esta plagado de libros y excepcionalmnte se ha comprado uno, lo que no quiere decir, que el resto sean piratas, aunque desde luego puede que haya alguno. Por eso digo que vender copias digitales de libros no tiene porvenir. Sin tener en cuenta el desembolso, solo las molestias de comprarlo, establecee una barrera que lo deja no competitivo,
Creo que el análisis es bastante correcto pero, lo que tambien hay que tener en cuenta, es que, si ningún monopolio es bueno, el de Amazon en el mercado de e-books tampoco lo es. Y Amazon tiene un claro monopolio en ese mercado. Quiza seria hora de que las autoridades correspondientes (si es que somos capaces de identificarlas y vuelven de sus eternas vacaciones) hicieran su trabajo tambien con los monopolios de Internet. Por otra parte como es conocido las practicas laborales de Amazon son bastante inaceptables.
Pues cuando acabe con Hachette, a ver si Amazon hace lo mismo con las editoriales españolas, que son peores que las gringas. Los escritores que auto-publican le suelen poner precios muy bajos a sus libros, en torno a 1-2 euros. Las editoriales a menudo los ponen a 10-15 euros. Evidentemente, uno de los 2 grupos está siguiendo una política de precios que es inadecuada para el libro electrónico. ¿Adivinan cual? Las editoriales, que lo que quieren es retrasar lo más posible el derrumbe del libro impreso.
Si un autor puede ganar dinero poniendo su libro a un euro, ¿para qué necesitamos a la editorial? ¿Para que nos cobre 10 veces más? ¿Alguien puede explicarnos qué aporta la editorial para que sus libros sean varias veces más caros?
Krigan (#oo8), respondiendo a tu pregunta, la editorial aporta aún con su nombre y su prestigio y también con la correción del texto, la maquetación, la impresión y la distribución. Todavía no es lo mismo decir que autoeditaste una novela en Bubok que decir que te la publicó Alfaguara, por ejemplo. Además, si se trata de una de las grandes editoriales españolas, tu obra no solamente será leída en España sino también en toda América Latina (me da la impresión de que pocos españoles saben de la enorme presencia que desde hace muchos años tienen sus principales editoriales en tierras latinoamericanas). Obviamente, Internet rompe barreras, hace que las posibilidades de distribución sean aún mayores y que, potencialmente, los precios puedan ser más bajos para el lector y las ganancias mayores para el autor, pero, todavía, el libro publicado por una editorial conocida le genera más prestigio a su autor que el libro impreso o electrónico autoeditados.
Si alguien pregunta en serio que es lo que realmente aporta una editorial, no hay que perder el tiempo en responder. Otra cosa es cuestionar el PVP y el escandallo del producto, pero un editor aporta, mucho, muchísimo y los autores, que no son tontos, quieren una editorial potente detrás. Y no creo que sea por masoquismo.
Esto de la autoedicion es para los malos escritores, los novisimos o aquellos que no son nuevos, escriben bien, pero lo hacen sobre cuestiones que interesan a un limitadísimo número de lectores, no siendo por tanto rentables.
El otro dìa me enteré que hai una contrawiki…bien, la red puede con todo y mucho mejor si algunos pulen la tendencia innata del WikiADN a dejarse llevar por algún tipo de corrupción…pero me pregunto…eso,le da futuro al la Enciclopedia Británica como fuente comoda y fiable de saber? Estamos hablando de décadas o de siglos??
La editorial es el elemento monacal de la edición…algún autor (a saber donde publicará) hará un remake del nombre de la rosa con las hachettes varias…no damos pillado el tren del avance tecnológico (con demasiada autonomía incluso para una marcha racional del proceso evolutivo y que , generalmente,el podes establecido intenta manipular o evitar gastos de seguridad humanitarios)…
No nos engañemos cossa como la corrección de textos …ya se ve lo bien que lo hacen los medios (mass) analógicos frente al tipo de comprobacion de error que perrmite una internet realmente libre ( con su sistema de wiki/contrawiki y demás)…no olvidemos que el nivel cultural del internauta no sube por la acción frenadora (mala educación) de gobernantes y lobbys varios!
#006 Dices lo siguiente:
No obstante, la mayor competencia para escritores de la talla de un Pérez-Reverte, o Marías, no son esos miles de nuevos escritores desconocidos que todos juntos no van a c vender los libros que vende una novela de Perez-Reverte, sino los cientos escritores de su importancia o superior, que hoy están al alcance de cualquiera de una forma GRATIS, LEGAL y de CALIDAD, en internet.
Lo primero es que no hablamos de unos pocos miles. Es una cantidad tan importante de nuevos autores que afecta a todo el mercado literario y no todo es gratis. No solo ha cambiado la oferta, también la demanda. Pásate por cualquier escaparate y comprueba la cantidad de libros de famosillos mediáticos que ofrecen sus libros y compiten de tú a tú con aquellos que llevan años demostrando su buen hacer como autores literarios. El panorama de los superventas (Best Sellers) ha cambiado totalmente.
#012 Antonio Castro
De acuerdo, son milesde autores, pero lo dice el propietario de Lulu, que de esto sabe un rato, un autor al menos tiene un lector, su madre. El que haya miles de escritores, no quiere decir que consiga que les léan,(ya no hablo de vender, generalmente el propio autor los regala), que más quisiera que además les piratearan.
En cuanto a los famisillos tienes razón pero esto siempre ha ocurrido, la mayoría de las listas de éxito de cualquier época que elijas está dominada por gente famosilla en su momento, es lo normal,
No lo es tanto que si quiero leer un libro de fondo histórico, pueda leer uno de Perez Galdós sobre las guerras carlistas. o uno de Galdós sobre Trafalgar, GRATIS Y LEGALES y a un solo clikm o uno sobre los Tercios de Flandes, de Pérez-Reverte, para el que tengo que, o desplazarme a la librería mas próxima, (sin tener la seguridad de que lo tengan), o rellenar complejos formularios y dar los datos de mi VISA, (además de pagar lo que me quieran pedir), antes de conseguir el dichoso libro.
Más allá de este debate, lo que creo que no entendéis es lo que está sucediendo con el tema literario porque es obvio, claro y palpable que no tenéis ni puta idea sobre la cuestión. Porque la literatura pueden ser varias cosas, pero jamás ha sido lo que es actualmente. Y creo que si le pudiéramos preguntar a algún músico nos diría lo mismo.
Yo no sé si tenéis claro el listado de obras y autores que más venden en España, pero desde luego cualquiera que sepa de lo que está hablando se llevaría las manos a la cabeza. Claro que cuando uno entiende bien cómo funciona el tema, sabe que no puede darse de otra forma. Y eso Amazon no lo va a arreglar, sino que lo va a empeorar, entre otras cosas porque como ya he repetido millones de veces, a Amazon le da igual venderte un tornillo que una libro. Le da exactamente igual. Si no comprendéis cómo esto puede afectar a la calidad de algo, por favor dejar de decir gilipolleces.
Ayer leía que había un libro por ahí que había llegado a las ocho ediciones. Me pregunté cuál sería porque para los tiempos que corren es algo bastante importante. ¿La respuesta? Un libro gráfico, en el que el máximo de palabras seguidas es de unas quince y en el que se reta al lector a hacer todo tipo de «trolladas» (muy de este blog, por cierto).
Ojo, que no digo que esto pueda existir y me parece muy bien, pero claro, lo que parece que no entendéis es que a una mierda como esta es obvio que se le puede poner X precio (donde X es barato) cuando podría haberlo hecho un niño en un par de horas (bueno, sólo hay que ver los vídeos del autor en Youtube para saber de lo que estamos hablando…).
Entonces me acuerdo de Bolaño -que por alguna razón el redactor del artículo lo mete de improviso- y su problemática para publicar y lo que sucedió con su «herencia» debida a su prematuro fallecimiento y me pregunto: ¿Se complicaría tanto la vida de nuevo con sus tramas y personajes para explicarnos la realidad de las cosas sabiendo que ahora podría abrirse un canal en Youtube y comenzar a ganar atención haciendo el gilipollas de forma mucho más sencilla?
Imagino que ahora saldrá algún imbécil a decirnos que este tipo de nuevos autores lo que demuestran es que la literatura está más viva que nunca. Pero es sólo eso: un simple imbécil pensando que sabe de lo que habla.
Había por ahí una película llamada Idiocracia que yo daba por exagerada y cada día que pasa diría que es lo más certero que he visto en años.
Y aunque el imbécil piense que esto no le pasará factura, por supuesto que lo hará, porque todo, absolutamente todo, está cercanamente relacionado. Mucho más de lo que un imbécil pueda suponer, claro.
http://www.abc.es/cultura/libros/20140810/abci-youtuber-libro-elrubius-201408081928.html
#014
Más allá de este debate, lo que creo que no entendéis es lo que está sucediendo con el tema literario porque es obvio, claro y palpable que no tenéis ni puta idea sobre la cuestión…
El resto tampoco mejora mucho. No seré yo el que debata con un personaje anónimo que llena de insultos sus comentarios, que no aporta nada y cuyo único propósito es molestar y provocar crispación.
A todo esto, considero que con el asunto de las editoriales se piensa sólo en términos de sostenibilidad económica, modelos de negocio, tracción y fricción, pero no debemos olvidar que los libros son cultura. El modelo de gestión de (éstas y otras) las grandes editoriales se han basado en la rentabilidad y la generación de beneficios, y en la publicación de títulos que permitan esa ‘viabilidad’, y en algunos casos se olvidan del lector -obviamente, que me hacen poniendo un ebook al mismo precio prácticamente que la versión impresa en papel con tapa rústica…-, y esto incluye la selección de títulos desconocidos pero que puedan aportar visiones o experiencias interesantes, así como la consideración al escritor -no hablo del ‘gran’ escritor que gana un pastizal porque es bestseller-, así como a otros trabajadores imprescindibles como el editor, el corrector, el traductor si es el caso, que en proporción por lo que tengo entendido, cobran una parte ínfima por un trabajo que no es sencillo.
Además, como lectora lo digo, estamos mal acostumbrados a querer siempre lo más y más barato, incluso a veces excesivamente barato -a 0,10€ he visto ebooks en Amazon-, y quizá no sepamos apreciar lo importante que es que un autor, por bueno que sea y se autoedite, necesite un editor y un corrector mínimamente (que en ocasiones pueden ser la misma persona). Y lo digo siendo favorable a la cultura libre -que no gratuita, porque producir arte y cultura, conocimiento, ya nos gustaría que fuera gratis a los del otro lado…
Esta batalla me parece una batalla de más de lo mismo, aunque unos sean a lo digital y más ‘modernizado’, y otros sean supuestos dinosaurios del papel.
La sostenibilidad social, por cierto, no sólo va de mirar cómo tratan a los trabajadores, valga añadirse… Amazon me parece cada vez menos sostenible social y culturalmente.
¡Saludos!
…pero que a su vez os da mil vueltas a los «asiduos»….
La batalla que se está jugando es otra. Y esta batalla no aparece en este post. La batalla no es por el precio del ebook ni por los derechos de los lectores o por la legítima defensa del cambio de modelo de negocio en el sector, sino por el conocimiento del usuario, por la metadata y el tracking de todos los que entramos y compramos en Amazon. Todo este ingente volumen de información será mayor cuanto menor sea el precio del producto-libro.
Amazon sabe desde hace mucho tiempo que no va a ganar dinero en el sector editorial, pero la venta de libros es un excelente embudo de entrada de usuarios de quienes extraer información. Los ejecutivos de Kindle o Amazon Books estarán muy interesados alcanzar sus objetivos de ventas, ninguna duda sobre ello, pero la estrategia global de Amazon no pasa por ser rentable en un sector con unos márgenes tan reducidos, si no en adquirir conocimientos sobre estos usuarios para venderles, lavadores, equipos informáticos o servicios cloud, (con unos márgenes infinitamente superiores), donde se juega la verdadera batalla de la rentabilidad de la compañía… Por cierto, rentabilidad que ya están empezando a reclamar sus acconistas, insistentemente
Hombre pues el mercado «se autorregula» ya lo creo… ya lo creo … para los que quedamos con algo de actividad intelectual trabajosa observamos como famosas editoriales ofrecen «colecciones de libros para cierto tema» a profundizar … aquello de «coleccion de tal tema para torpes, coleccion para expertos, semiexpertos, ultraexpertos, no expertos, especialistas, semiprofesionales» al final te compras todos los libros sobre el tema, y solo llegas a ver, tras un gasto considerable de pelas, algun tratamiento de soslayo … esto a acabado muy mal, repetid conmigo «internet jamas debio haberse inventado» un millon de veces, veo nuestros tataranietos viviendo en muchas circustancias de nuevo en el neolitico … aqui solo se ve «fe en el progreso» y poca realidad de progreso verdadero … y Podemos al poder, mira que son proetarras y vamos a tener que mamarsela … duro muy duro ….
#018 post de acierto pleno
¿Qué lecciones tiene que dar Amazon mientras sea una empresa que se dedica a perder dinero? A sabiendas que lo hace para hundir a los competidores y quedarse con todo el mercado ¿es este tipo de empresa la que defiende a los consumidores? ¿de verdad te lo has creído?
Pepe, que Amazon no gana dinero vendiendo libros es una tontería… gana muchísimo dinero, y sólo hace falta ver su cuenta de beneficios. ¿Que también utiliza los metadatos? Por supuesto. También lo hace Google. Pero como informático de carrera no veo qué utilidad tienen esos metadatos de compradores de libros salvo para vender más libros. Y Amazon no necesita bajar el precio de los libros para obtener más datos. A estas alturas debe ya tener miles de millones de datos.
Lo que sí es cierto es que los precios de los libros electrónicos de las editoriales no tienen absolutamente ninguna justificación económica. Un libro impreso tiene costes de impresión, distribución, almacenaje… y el riesgo que te lo devuelvan. Es lógico que tenga un precio alto.
Ahora bien, el libro electrónico, una vez producido, no tiene esos gastos. No hay NINGUNA justificación para que un libro electrónico cueste lo mismo que el libro en papel, salvo la avaricia de la editorial.
Por otra parte, los precios altos de los libros disuaden de la lectura. Seamos sinceros: ¿Si tienes que gastarte 20€ en un libro electrónico, vas a comprar inmediatamente otro? ¿Quién tiene ese presupuesto? Pero si el libro está a 5€, con el mismo presupuesto puedes comprar 4 libros.
Yo vendo mucho en Amazon. Mi libro en papel está a unos 19€, el libro electrónico a menos de un tercio, a fin de ganar una cantidad parecida una vez deducida la «tajada» de Amazon. NO está al mismo precio que el libro en papel, pues no le veo ninguna justificación. Y mis novelas cortas están a menos de 1€. Pero es que tampoco quiero robar a mis lectores…
Los autores hacen muy bien en considerar que su producto vale dinero y en no regalarlo. No veo que a los consumidores les importe adquirir productos de calidad si consideran que el producto lo vale y no veo que haya en este blog una critica hacia Apple para que baje el precio de sus productos, ¿me equivoco?. Pues menos dobles raseros a la hora d medir.
022. Pero si Amazon ha dado perdidas en el último trimestre, que inventas de cuenta de beneficios. Otro que no tiene ni idea
Lo que hace Amazon me recuerda mucho a lo que hacen las grandes corporaciones con los agricultores, o algunas agencias de viajes (no quiero personalizar sólo en Booking) con ciertos hoteles. El «truco» es tan viejo como el mundo capitalista: primero ofrezco grandes beneficios a un sector de modo que me hago con el mercado, luego exprimo al sector.
Lo que tendrían que hacer las editoriales es juntarse y NO publicar en Amazon. Cuando se dice que Amazon ajusta sus precios y por eso es competitivo nos olvidamos los impuestos que pagan unos y otros. Un libro electrónico que venda una tienda on-line en España paga un 21% de IVA. Amazon paga el 3% (dato cogido de su página). Eso supone que un libro electrónico vendido en España a 12 €, Amazon lo vende por 10,21 €. También nos olvidamos que esos impuestos van a España o van a Luxemburgo, pero eso ya es otro asunto.
Y digo juntarse y no vender en Amazon, porque no parece lógico que me impongan un precio por mi trabajo. Estoy a favor que la gente gane dinero por aportar valor a un producto, pero ese beneficio tiene que ser justo. ¿qué valor aporta Amazon a un libro que publica una editorial? ¿que beneficio parece que es justo? ¿cuál es el ahorro en distribución o promoción para una editorial? ¿cuál es el beneficio que obtiene Amazon por tener a su disposición los libros de determinada editorial? Esas deberían ser las pregunta y sobre esos baremos se tendrían que mover Amazon y las Editoriales. Si alguien impone un precio a mi trabajo se está aprovechando de mí y, siempre que pueda, debo negarme y, si lo acepto, trataré de darle la patada en cuando pueda.
Por cierto, cuando se habla de los gastos de publicar un libro en papel o en digital, algunos parece que se están refiriendo sólo al coste del soporte. El modo de hacer la cuenta correctamente es sumar los gastos de promoción, dinero al autor, correctores, traductores, administración, en algunos casos a los «negros» -aunque estos no cobran mucho-, etc. más los gastos que cuesta el soporte y dividirlo entre ventas en uno y otro soporte, el resto es hacerse trampas al solitario.
Conste que no estoy diciendo si los precios son altos o bajos y si una política de precios más bajos harían que se vendieran más o menos libros y que sean más accesibles a todos, simplemente estoy denunciando lo que me parece un abuso de posición propiciado porque las Editoriales se han hecho cómodas.
Así que, cuando nos relamemos cuando Amazon obliga a bajar los precios de los libros electrónicos y nos parece genial, creo que estamos obviando que también estamos favoreciendo una estafa. Pero es sólo una opinión.
Mauricio:
Mencionas 3 supuestas aportaciones de la editorial:
– Su nombre y su prestigio: de toda la vida los lectores siempre han elegido los libros por su autor o por la fama del propio libro, nadie entra en una librería diciendo «quiero comprar un libro de Alfaguara».
– Maquetación, impresión, y distribución: eso son costes del papel, no del libro electrónico. Es sintomático que se los quieras cargar a este último.
– Corrección del texto: también podías haber mencionado el diseño de portada. ¿Acaso los libros autoeditados se venden sin eso? Habrá casos que sí, pero también los hay en los libros de editorial, que parece que los haya corregido un mono borracho. Y otro tanto con las traducciones. El caso es que un escritor que auto-publica te pone el libro a 2 euros y la editorial te lo pone a 15. No siempre es tan extremo, pero hay 2 políticas de precios: barato y caro. ¿Por el corrector? Venga ya.
Ebarberan:
Estás negando la realidad, resulta que han surgido ya un buen número de best-sellers en la auto-publicación. Y las versiones electrónicas de Harry Potter son auto-publicadas. Conforme el papel siga cayendo, cada vez va a ser más difícil para las editoriales el retener a los escritores a base de chequera.
#15 Antonio, confundes un insulto con una descripción. Explícame cómo he de llamar a un imbécil. ¿Ingenioso o algo así? Las palabras están para definir y describir cosas. Si uno dice una imbecilidad es un imbécil, no hay más. Yo las he dicho también, y por tanto también lo he podido ser en varios momentos, no es cuestión de ti o de mí, sino de cuándo y por qué uno suelta una imbecilidad.
#22 Ramón, podrías comenzar preguntándote por qué los que defendéis el tema de Amazon sois «informáticos de carrera» e ingenieros. Algunos ni eso, sino chiringuiteros web que todavía tienen a buen recaudo lo recogido por la «disrupción». Y no creo que sea casualidad que este segmento se ponga a «filosofar» sobre cuestiones directa o indirectamente literarias sin tener ni puta idea de lo que habla.
El problema de según qué tecnología es que se está alejando de las humanidades a un ritmo estrepitoso, porque no le importa el contenido ni la calidad, sino el ritmo y la venta directa o indirecta.
Hale, a seguir leyendo libros de trolladas, que al menos cuestan menos de 10€.
#27 Goto 14.
Eliseo:
Lo que propones posiblemente sea ilegal, pero es que además es ya demasiado tarde. Las editoriales españolas se pasaron años sin mover ficha en el mercado electrónico, y más tarde sacando la ridiculez de catálogo de Libranda. Llegó finalmente Amazon a nuestro país, y creó el mercado español del libro electrónico. Sí, lo creó Amazon, ese mercado es suyo porque es su creación.
La clientela la tiene Amazon, los escritores que auto-publican no van a dejar de hacerlo porque Planeta lo diga (¡sorpresa! ¡las editoriales ya no tienen el monopolio!), y si las editoriales se retiran de Amazon lo único que conseguirán es auto-marginarse de Internet una vez más.
¿Acaso alguien pensó que hacer las cosas mal durante años no iba a tener consecuencias?
Krigan, lo que quiero decir es que las editoriales deberían tener su propia página web con sus libros electrónicos al precio que impongan ellas o usar alguna otra distribuidora (librándose de un intermediario incómodo como es Amazon).
Por supuesto que alguien que se autoedita (que no es lo mismo que publicar, que no se nos olvide) puede hacer lo que quiera, igual que las Editoriales. Lo que no entiendo es que, en el caso de estas últimas, no lo hagan ya.
Tampoco creo que sea demasiado tarde, por ejemplo, poco a poco algunos agricultores se han convertido en cooperativas y venden directamente sin intermediarios que no aportan ningún valor; ni que la clientela la tenga Amazon, por más que Amazon se empeñe en decirnos lo contrario. Yo mismo soy un ejemplo de no haber comprado nunca un libro electrónico en Amazon y sí en otros sitios.
Creo que pasar del monopolio de las Editoriales al monopolio de Amazon es un mal negocio para nosotros. Por supuesto que estoy en contra de los monopolios, pero opino que la venta de libros la tendría que hacer quien lo produzca, no alguien que no le interesa lo más mínimo la «mercancía». Si lo que queremos es que no existan monopolios de las grandes Editoriales, deberíamos apoyar a las editoriales pequeñitas antes de que desaparezcan por completo, pero nunca a Amazon. Si no lo hacemos creo que tu pregunta final nos la deberemos aplicar a nosotros (y en ese contexto, sí creo que cuando lo hagamos ya será demasiado tarde)
¿Sorprende a alguien que Enrique tome partido por la tecnológica por sobre los autores, por el internediario digital por sobre los que crean y producen el bien, por el monopolio comercial sobre los escritores y sus lectores?
1- Los autores no han tomado partido en esta negociación por ninguno de los dos lados, sino que es Amazon, y no Hachette, la que ha decidido unilateralmente castigar sus propias ventas y a sus clientes finales como medio de presión. Esto es un desastre para la imagen del retailer de cara al público porque quienes son afectados no están en la mesa de negociación sino que se trata de sus propios clientes. Por mi parte y después de casi 5 años ya me di de baja de Amazon Prime porque no es posible que mi oferta de lecturas dependan de una negociación entre terceros (hoy Hachette y mañana quién sabe).
2- Amazon acusa a la editorial de inadaptación a los costes digitales cuando la mayoría de ebooks ya están por debajo o cerca de los 10 dólares o en muchos casos hasta un 50% menos que el precio de la edición física, y esta es una tendencia generalizada en todas las editoriales. Las editoriales ya han trasladado al precio los menores costes en camiones e imprentas al lector digital. Amazon simplemente miente cuando afirma lo contrario.
«Todo va a cambiar» de Enrique Dans se ofrece en Amazon España a 18.95 euros en edición física y a 9.49 euros la versión Kindle.
Dice Enrique sin embargo: «Cuando las editoriales se empeñan en seguir calculando los precios de sus productos en función de la antigua cadena de valor de la industria, no hacen más que pretender justificar su existencia y su estructura en función de unos costes que claramente ya han cambiado». Tu propio libro Enrique, tu propio libro demuestra que mientes cuando dices que los precios del e-book están en función de la antigua cadena de valor.
3- Si Amazon está tan segura que bajando aún más los precios puede generar más ingresos al final del día con un mayor volumen de ventas, pues que lo haga disminuyendo su propio margen de utilidad y no necesitaba a ninguna editorial para hacer su experimento.
4- #030 Eliseo. Amazon ya tiene, según todos los reportes, más de dos tercios del mercado de e-books y quiere avanzar hacia un monopsonio (mercado de un solo comprador) en este rubro de negocio. En esta situación es muy difícil dejar de estar en Amazon para cualquier proveedor pues le representa un porcentaje muy importante de sus ingresos. Las editoriales además, no sobreviven de capital especulativo dando pérdidas año tras año como hace Amazon, ni tampoco pueden tornar su producto en un producto looser para vender después a precio normal rollos de papel higiénico para limpiarse el culo, esta vez sí, sin ningún tipo de presión sobre los proveedores.
http://www.amazon.com/s/ref=nb_sb_noss?url=search-alias%3Dhpc&field-keywords=
En la economía digital vale más ser proveedor de papel blanco que de papel impreso y esto por una razón muy simple: por norma las tecnológicas deben depreciar la propiedad intelectual ajena que en su filosofía no aporta nada. Estas han hecho su fortuna tomando la creatividad de los escritores o la data privada del usuario en una especie de bien común, asequible o explotable por nada a cambio en lo económico, y atacando las expresiones jurídicas de estos bienes como son el derecho de autor y el derecho a la privacidad.
Notablemente, no hay una sola entrada en este blog devaluando y despreciando la propiedad intelectual de las propias tecnológicas y exigiendo, por ejemplo, que un pedazo de plástico y vidrio que llamamos IPhone 5, se desprenda de sus costes de investigación, desarrollo o marketing, y pase a costar los 67 dólares que debe valer producirlo en China y no los 674 dólares en que los vende Amazon. Tampoco vemos a nadie reclamando pro qué los Kindle se venden a casi 300 dólares y no en 30 dólares.
5- #29 Krigan. Vaya después de tiempo. Una lástima que Enrique haya preferido un jugoso cheque de Planeta en vez de hacerte caso y poner su libro a 99 centavos en Amazon. Con tu asesoría y tu expertise en el negocio editorial se hacían millonarios a la primera pero me temo que tus consejos no los seguirías ni tú mismo.
Eliseo:
Que una editorial venda sus libros en su propia web me parece perfecto. Que además los venda en librerías online también me parece bien. Lo que no me parecería ya tan bien sería que las editoriales vendiesen en las librerías online, salvo en Amazon, tan solo porque Amazon mueve el mercado y lo impulsa hacia adelante, mientras que las editoriales juegan a retrasar el avance lo más posible.
El monopolio de Amazon es imposible, es demasiado fácil vender libros electrónicos. Tiene la clientela (o casi toda ella) únicamente porque es la que impulsa el mercado. En el momento en que se estancase y se acomodase, iba a perder a sus clientes a marchas forzadas.
La fuerza de Amazon radica únicamente en esto. Si lo que quieres decir es que las editoriales deberían dedicarse a impulsar el mercado por sí mismas, en sus propias webs, nada que objetar, pero no caerá esa breva. Si ese «retirarse de Amazon» consiste en «me voy a dedicar a retrasar el progreso en mi propia web», poco importará que a mí eso me parezca mal y que a ti (tal vez) te parezca bien. Simplemente, no va a funcionar.
La gente no se va a quedar en el papel. Si les obligan a ello ya piratearán, como yo mismo me bajaba los libros de pirateo hasta que llegó la Kindle Store. Los escritores que auto-publican en Amazon no van a dejar de hacerlo. La revolución ya llegó, el genio ya salió de la botella, es imparable.
Si quieren tener un futuro, las editoriales deberían encabezar la revolución, en lugar de ir a remolque de Amazon. Pero me temo que eso es pedirles demasiado. Se dicen a sí mismas «somos imprescindibles» en un mundo en el que no solo son opcionales, sino que ni siquiera está claro que puedan cumplir una función útil.
El que se crea que la función de una editorial era contratar al corrector va más perdido que un pulpo en un garaje. Su función era decidir si pagaba una tirada de un libro. Ya sabes, 3.000 ejemplares. ¿Se venderán al menos la mitad? Esa función no existe en el mercado electrónico. Subir un fichero de menos de una mega sale gratis, y después ya veremos cuántas copias vende. Así es el nuevo mundo. Amazon lo entiende, las editoriales no.
Mario:
Pones como ejemplo un libro electrónico a precio de libro de bolsillo, ¿y nos dices que la editorial ya ha trasladado los menores costes al precio?
Lo que no me explico es por qué está mal que Amazon haga con Hachette lo que numerosas librerías USA hacen con la editorial de Amazon. ¿Las reglas no deberían ser las mismas para todos?
Lo que tú llamas mis consejos es la estrategia de precios seguida por un gran número de escritores que ni saben que yo existo, y para algunos ha supuesto el hacerse ricos en unos pocos meses. Yo me limito a describir la realidad, tú te dedicas a mirar a otro lado.
Miremos ahora ambos un poquito al futuro. El papel ya casi no existe. ¿De dónde va a salir el dinero para el jugoso cheque? Sin eso, ¿cómo consigue la editorial que el autor le ceda los derechos electrónicos? El precio de las editoriales no optimiza los ingresos, el porcentaje que dan es mucho más pequeño que auto-publicando, sus costes son mayores que los de un autor que auto-publica… todo un rosario de ineficiencias económicas.
Algunos nos hemos pasado años diciendo que las editoriales españolas debían lanzarse cuanto antes al mercado electrónico, que antes o después aquí iba a llegar Amazon. Ahora todo son quejas de que Amazon domina el mercado electrónico. Algunos nos vamos a pasar años diciendo que el papel se va a acabar… luego vendrán los lloros.
#34 Genio, ¿podrías explicarnos cómo va a vender alguien un libro sin lector cerrado si cualquier lo podría descargar y copiar indefinidamente?
Kigran, no voy a comentar el trabajo de una editorial, puesto que no lo sé exactamente. Supongo que, entre otras labores que me parecen importantes está no sólo la corrección, sino la promoción (incluyo conferencias, publicidad en prensa y televisión, etc), traducción, de vez en cuando adelanto de dinero a un autor, facilitar una portada, maquetación, etc. Tampoco sé si lo que aportan de valor es mucho o poco o se corresponde con lo que ganan, aunque supongo que en el caso del dinero que ganan con respecto al que recibe el autor, debe ser exagerado y como prueba tenemos que muchos autores, hartos de que los expriman o no los publiquen porque «ahora lo que se lleva es…», han creado sus propias editoriales pequeñitas.
El asunto es que nadie me puede obligar a vender en Amazon, y menos bajo sus condiciones. Amazon tiene que ser un canal de ventas más, no el único. Y he de poder prescindir de él si quiero, en el mismo sentido de que una editorial no tiene porqué estar obligada a vender en el Corte Inglés o en la librería Taranco de mi barrio. Así que yo sí estoy de acuerdo en que una Editorial decida no publicar en Amazon (y si lo hicieran todas estaría encantado, pero eso ya es sólo una opinión muy personal)
Y no, no es cierto que «subir un fichero de menos de una mega sale gratis». Por de pronto hay que pensar en el trabajo de crear una página y mantenerla y el coste de los servidores.
Pero hagamos números. ¿Cuánto cuesta la impresión y distribución de un libro? Realmente no lo sé y me gustaría. Así que entro en la página de Lulú para un libro estándar d 200 páginas y la impresión me cuesta 5.8 €. Si le sumo los gastos de envío por correo 4.99 €, me salen algo menos de 11€. Así que supongo que la diferencia de precios entre un libro de papel y uno electrónico debería ser de unos 11€ (menos si consigo reducir los costes de impresión y distribución, más si me cuesta imprimirlos más que a Lulú -también hay que tener en cuenta gasto de almacenaiento-). ¿Entendemos ahora por qué si un libro en papel cuesta 22€, en formato electrónico no puede tener un precio inferior a 11€? ¿Que si Amazón me obliga a venderlo a 9.9€ estoy perdiendo dinero para que Amazon lo gane? Y no, no estoy diciendo que un libro tenga que costar necesariamente 22€ y tener 200 páginas -es que últimamente todos los libros son así-, además creo que el tema del artículo no es el precio de los libros.
Me encantan los economistas que aparecen por este foro, qué facilidad para calcular el coste de edición. Y eso, con solo conocer los datos del PVP y el número de páginas de un libro. Ni siquiera necesitan conocer el número de ejemplare de la tirada.
Habrá que dar por anticuada la famosa frase de Machado cuando, «Todo necio confunde valor y precio», eso no es cierto con los economistas de nueva hornada, a ellos les vale un dato para deducir el coste de cada fase de producción, independientemente si se imprime un sólo libro (Lulu) o se imprimen cien mil ejemplares (Planeta)
Eliseo:
Tus cálculos no explican cómo es que hay escritores auto-publicando a menos de un euro y haciéndose ricos. Todo depende del número de copias que vendas. Hay unos costes fijos (escribir el libro, corregirlo, diseñar la portada), y unos costes variables (por unidad) que en el caso del libro electrónico son tan bajos que puedes considerarlos iguales a cero a todos los efectos prácticos.
Entonces, ¿cuál es el precio más adecuado? Como no hay costes variables dignos de mención, el precio más adecuado es el que maximiza los ingresos. Si vendiendo a 12 euros te compran 10.000 copias, y vendiendo a un euro te compran un millón, el mejor precio es el segundo. Los escritores que auto-publican suelen elegir precios bajos, Amazon prefiere precios bajos, y las editoriales prefieren precios altos. Es evidente que alguien NO está eligiendo el precio más adecuado.
Mi afirmación es que son las editoriales las que eligen el peor precio. Lo hacen deliberadamente para retardar lo más posible la caída del papel. Te puedes creer o no esta afirmación, pero no importa mucho si yo me la creo con toda la firmeza del mundo mundial, o si tú crees lo contrario con igual firmeza. Lo que importa es la situación del mercado.
En efecto, es una situación que las editoriales no pueden ganar. Poco importa si siguen o no en Amazon. Los escritores que auto-publican no van a dejar de hacerlo, y por tanto Amazon siempre tendrá un gran repertorio de libros que vender. Y los clientes van a seguir siendo reacios a pagar más de 10 euros, e incluso más de 5, por un libro electrónico, por la sencilla razón de que un gran número de libros se ofrecen a menos de 3 euros. El falso argumento de los costes se viene abajo con escritores ganando dinero, a veces mucho dinero, con libros a menos de 3 euros.
Además, esto es solo el comienzo. Amazon tiene una especie de sistema de suscripción que incluye un montón libros llamado Amazon Prime. Amazon ya vende los Kindle a precio reducido si aceptas que te metan publicidad en el aparato, y de ahí a dar gratis los libros con anuncios hay solo un paso. Otras ideas sin duda se podrán en práctica, con mayor o menor éxito. El que se crea que la clásica venta de copias es el fin del camino está muy equivocado.
Vamos a un escenario diverso, con libros gratuitos del dominio público, libros temporalmente gratuitos para ganar lectores (cosa que ya existe), libros que se venden a tanto por copia, packs a precio reducido, suscripción, libros gratis con anuncios (posiblemente en un futuro cercano), y vete a saber qué otras formas de comercialización.
Frente a este futuro, que en parte ya ha llegado, ¿cuál es la estrategia de las editoriales? Mirar a ver si pueden vender algunas copias a precio de libro de bolsillo.
Hombre, pues alguna editoriales aportan el trabajo de transformar una pésima novela en un bestseller. Eso cuesta dinero. Saludos!
En cuanto a los que se cachondean de los «economistas» de este formo, algunos sabemos de qué hablamos.
Tomemos el ejemplo que menciona Eliseo: Una novela de 200 páginas en papel. Pues yo resulta que estoy a punto de publicar una novela (en realidad, una antología de relatos) de 230 páginas. ¿Sabe alguien cuánto me cuesta imprimir 1 ejemplar? (Nada de tiradas de miles de copias).
Pues cuesta exactamente 3,61$ en EE.UU. Esos son 2,72€ al cambio actual. Con el transporte, impuestos de importación, IVA etc, me cuesta unos 4€. Calculando un precio de 10€ (¡Muy barato para un libro!), me costará otros 4€ la distribución en España (un 40%), lo que me dejaría 2€ como autor/editor. ¡Un 20%! Si lo pongo a 20€ (precio al que está muchísimos libros publicados), el coste de distribución subiría a los 8€ (un 40% de 20€), pero la producción, transporte e impuestos serían prácticamente los mismos (bueno, los impuestos subirían la friolera de 0,40€). Es decir, que mis beneficios serían de 7,60€. O sea, un 38%. Eso sí, correría el riesgo de que me devolviesen parte de la tirada, pero puesto que imprimo bajo demanda es un riesgo muy bajo. (En caso de una una tirada larga, el coste de impresión podría probablemente bajar a 1€).
Si lo publico a través de Amazon, por cierto, me llevaría 2,46€ «limpios» en caso de publicarlo a 10€ en impresión bajo demanda, y nada menos que 9,05€ si lo vendiese a 20€. Es decir, mis beneficios en Amazon serían del 24,6% y del 40% respectivamente sobre el precio de venta. Ah, y por supuesto sin ningún riesgo de devoluciones.
Teniendo en cuenta que las editoriales le pagarán al autor un 10% (si se lo pagan) al cabo del año (cuando Amazon paga religiosamente cada 3 meses, y además te informa día a día de tus ventas, cosa que las editoriales son incapaces de hacer),¿de verdad es un chollo para el autor depender de una editorial?
En cuanto a las demás ventajas de una editorial (portada, edición, traducción, publicidad, etc.), el autor también puede hacerlo, contratando a profesionales. Por cierto, en mi primera novela me estrellé, después de pagar un «pastón» precisamente a un editor que trabajaba en una editorial. El libro aún tenía tantas erratas que tuve que pasar por un segundo editor.
La edición de mis novelas cortas (unas 50 páginas) me sale a unos 150€ cada una contratando a un editor autónomo. La portada puede llegar a los 500€, dependiendo de lo que pidas. Y la traducción te puede suponer varios miles de euros. (En el caso de este libro que menciono, unos 8000€, hecho por un traductor profesional.) Y francamente, recurriendo a profesionales de verdad (y no al editor con el que me estrellé la primera vez) se puede conseguir una calidad similar a la de una editorial (y en algunos casos, mejor). Es cuestión de ver cuál es tu mejor opción de negocio, e invertir de acuerdo a ello. Por cierto, la publicidad de las editoriales (a menos que seas un autor de bestsellers) es normalmente un mal chiste.
El precio del libro, en base a estos parámetros, hay que determinarlo de tal manera que ganes dinero una vez incurridos estos costes. Pero seamos claros: Muchos de estos costes los pagas sólo para el libro en papel. El coste de impresión es cero, la portada la puedes reutilizar y no necesitas editar otra vez el texto, o traducirlo de nuevo, si quieres publicarlo como libro electrónico. Que además nadie te va a devolver. Que alguien me diga entonces que no puedo bajar el precio del libro electrónico me parece un sarcasmo o una tomadura de pelo.
Y lo que nadie menciona en ninguna parte es que no tienes que volver a lanzar una tirada – con el libro electrónico y la impresión bajo demanda puedes estar años vendiendo tu libro, en vez de que esté en las estanterías unas semanas y luego tenga que dejar sitio a otras novedades.
O sea, que menos cuentos de que no tenemos idea de la economía del libro. Fíjense si tendremos idea que sabemos que hay una respuesta muy sencilla al por qué las editoriales no boicotean a Amazon: Porque no les interesa. Ganan demasiado dinero con Amazon como para hacerlo.
Y por cierto, ¿por qué nadie menciona que las cinco editoriales más grandes del mundo y Apple fueron condenadas hace no demasiado a multas millonarias por hacer un esfuerzo concertado para subir los precios de los libros electrónicos? Ah, es que eso por lo visto no es un monopolio…