Una reciente sesión con inversores de Mark Zuckerberg permite apreciar hasta qué punto las ideas del fundador de Facebook acerca de la privacidad están evolucionando. Obviamente, la red social sigue sin ser un sitio donde la privacidad realmente exista como tal: hablamos de una red originalmente diseñada en un campus universitario, que no suele ser ningún paradigma de la privacidad, que tiende a ganar más dinero cuantas más cosas compartimos en ella con más personas, lo que la convierte en parte interesada.
Pero en los últimos meses, a medida que la empresa planteaba intentos de adquisición de herramientas como Snapchat o presenciábamos el ascenso de Secret, hemos podido ver algunos detalles. El pasado febrero, la compañía llevó a cabo su adquisición más importante, WhatsApp, una herramienta de mensajería privada. Una herramienta desgraciadamente muy mala en cuanto a privacidad, pero con cuya adquisición trata de asegurar que aquellos usuarios que prefieran la mensajería privada para determinados tipos de comunicación se queden dentro de la compañía, y no opten por irse a otro sitio.
La posibilidad de login anónimo, el desarrollo de un pequeño dinosaurio que intenta evitar que compartas más de la cuenta o el reciente cambio del parámetro de compartición por defecto para nuevas cuentas de «Público» a «Amigos» son claros síntomas de que el enfoque de la privacidad en Facebook está empezando a cambiar: desde sus inicios, cuando la compañía directamente no mencionaba el término «privacidad» o consideraba que, siguiendo lo expuesto por Vint Cerf, el concepto correspondía a una «anomalía histórica» que estaba dejando de ser una demanda social, hasta el momento actual, todo indica una cierta reconsideración y replanteamiento.
Por un lado, la evidencia mostrada por las encuestas y estudios que viene a demostrar que aquellas ideas acerca de una generación que no valoraba la privacidad eran falsas: los jóvenes sí se preocupan por lo que comparten, y sí reflexionan sobre ello, aunque puedan plantearse usarla como moneda de cambio en determinadas situaciones. El fuerte ascenso de aplicaciones como Snapchat, considerada por Mark Zuckerberg como un «súper-interesante fenómeno en torno a la privacidad» y que sin duda tuvo que ver en su interés por adquirirla en su momento, ha servido también a modo de evidencia de una cuestión clara: si Facebook no podía ser considerado un lugar con una expectativa razonable de privacidad a la hora de compartir determinadas cosas, corría el riesgo de ser abandonado. Si añadimos fenómenos como las quejas de la hermana de Mark, Randy Zuckerberg, al demostrarse que ni ella misma era capaz de entender las políticas de privacidad de la red social, o el desarrollo de una base de datos completa con toda la información pública del propio Mark en un formato indexado que permite su búsqueda, la consecuencia es clara: el fundador de Facebook está empezando a darse cuenta de que la privacidad es un fenómeno bastante más complejo de lo que inicialmente pensaba, y su gestión puede llegar a ser un verdadero problema para la compañía. Guste o no a Mark Zuckerberg, el concepto de privacidad está cambiando en la era Facebook.
Una de las razones evidentes para ese cambio proviene, sin duda, de las revelaciones de Edward Snowden acerca del nivel de espionaje y control que los gobiernos llevan a cabo sobre sus ciudadanos. Ante la evidencia de que en una situación así, toda expectativa de privacidad había desaparecido, los usuarios no se han limitado a resignarse ni han aceptado – salvo los más dóciles o los más incultos – que «el mundo era mejor así porque así se eliminaría la amenaza terrorista«… lo que una cantidad cada vez mayor de usuarios hemos hecho es recurrir a herramientas cada vez más sofisticadas para recuperar nuestra privacidad. El uso de bloqueadores de publicidad o de control del tracking en la web está creciendo de manera cada vez más visible: Abine, AdBlock, AdBlockPlus, Collusion, Disconnect, Ghostery, Privowny o PrivacyScore son herramientas cuyo uso está pasando de ser una «rareza» o algo solo típico de usuarios con cierto «nivel cultural» en temas de privacidad, a generalizarse cada vez más.
Las medidas de Facebook, en cualquier caso, aluden por el momento tan solo a una sola vertiente de la privacidad: la expectativa de la misma que sus usuarios esperan obtener con respecto a otros usuarios de la plataforma. Otra vertiente igualmente importante, a la que por ahora no se hace mención, es la expectativa de privacidad con respecto a la propia Facebook: herramientas que permitan guardar o comunicar cosas de manera cifrada, sin que la propia red sea capaz de descifrarlas, en modo realmente privado. Sucesivos episodios de cambios de las opciones de privacidad por defecto, escándalos de publicidad mal entendida y políticas aparentemente erráticas y siempre en un mismo sentido han llevado a los usuarios a asociar de forma muy directa a Facebook con la ausencia total de privacidad. Cambiar la imagen de la red social para que pueda llegar a ser percibida en algún momento como una plataforma que da más control al usuario, que le avisa de posibles errores o, de alguna manera, como una herramienta respetuosa con la privacidad puede ser, después de tanto tiempo caminando en sentido contrario, una tarea imposible.
(This article is also available in English in my Medium page, “The Facebook experience: what does privacy mean in the post-Snowden era?«)
Hagan lo que hagan en Facebook, (y no me parece mal que lo intenten), nunca creo que se alcance más intimidad en FB, que por ejemplo, la que tienes en la terraza de un bar.
Si en un sitio así, no se te ocurre, salvo gran borrachera, mostrarte en pelotas, actuar de forma ineducada con las personas que se sientan en la mesa de al lado, o criticar a voces la empresa en la que trabajas, no veo por qué razón hay gente que lo hace en Facebook y luego se quejan de la falta de intimidad.
Llevo años considerando darme de baja en Facebook. Cada vez lo uso menos. El punto de inflexión respecto a la privacidad en Facebook se ha producido en 2013. A mí me parece prematuro presentar esto como un verdadero cambio en Facebook. Han sido muchos años de desprecio hacia la privacidad del usuario y no veo motivo para interpretar ningún cambio definitivo en la política de Facebook.
Enrique hablas de políticas erráticas obre las opciones por defecto sobre la privacidad, pero yo no no lo veo como algo errático.
Mark Zuckerberg ha logrado que 900 millones de usuarios registrados alrededor de todo el mundo acepten la licencia de uso de Facebook y esta viene a decir:
“Usted le otorga a Facebook el derecho irrevocable, perpetuo, no exclusivo, transferible y mundial (con la autorización de acordar una licencia secundaria) de utilizar, copiar, publicar, difundir, almacenar, ejecutar, transmitir, escanear, modificar, editar, traducir, adaptar, redistribuir cualquier contenido depositado en el portal”.
En otras palabras, somos su ganado y este señor elije cuando darnos pienso y cuando ordeñarnos. Eso no es una política errática. Es una política de explotación. Hay momentos para dar pienso y momentos para ordeñar.
Es solo una opinión y lo reconozco, Mark Zuckerberg no me cae bien.
#002 Antonio Castro
Creo que tienes toda la razón y entiendo que te quieras ir de FB, somos ganado, no cliente….. ¿Y qué esperabas?
lo sabemos todos, en Internet, «Si no pagas, no eres el cliente. Eres la mercancía», Pero eso en Facebook, en Google, en Twitter, en Word Press, en Foursquare, …..
Por seguir con el símil… si un señor grita en una mesa de la terraza, puede protestar de que le escuche el de la mesa vecina? Y si le pasa una foto a todas las mesas luego puede protestar por los comentarios que hagan los seres humanos de cada mesa? A que jugamos? Me dá la sensaciön de que internet se le está atrangantado a más de uno… existe una terraza sin límites físicos pero que es usada (mal?) por seres humanos… o será mal usada por las sillas??
Pero si Facebook era la web esa donde las recien divorciadas publican sus fotos en bañador, para la nueva promocion, publicidad personal … o donde fulai tiene subidas 1247 fotos con el movil publicas de cuando sale de marcha o de vacaciones, pinchas a ver y Facebook solo te deja ver 50 por ejemplo … pero como todo en internet, ahora mismo ya es una red a la deriva en caida libre, la gente se cansa de compartir el video en el que Rajoy se iba resbalando, como el tipico contexto no valido y que acabara como MySpace afortunadamente hacer el tonto cansa, y el contexto sin sentido siempre se esfuma en la humarea
#003 No, no somos ganado, tampoco clientes claro, pero la forma de tratar a los que usan tu servicio, marca diferencias.
En Twitter pese a no ser tratado como cliente, (porque tampoco en Twitter lo soy) jamás me sentí tratado como ganado, y en ningún caso voy a aceptar referirme a mí mismo como ganado.
Justificar el ser tratado como ganado te acerca un poco más a la condición de persona con síndrome de estocolmo.
#006 Antonio Castro
Esa es la gran diferencia entre nosotros y el ganado, libremente podemos aceptar el trato que nos dan, o dejarlo.
Tu decides dejarlo y me parece perfecto, es tu derecho y lo ejerces, otros deciden que lo que reciben supera a lo que dan y se quedan, pero solo provisionalmente, hasta que un día decidan que no les compensa y se vayan.
Personalmente no veo gran diferencia de trato entre lo que me hacen en FB y en Google por ejemplo, pero según mi estimación, Google me da más a cambio que Facebook, por lo que es más probable que abandone Facebook, que Google.
La solución a todo esto pasa, en mi modesta opinión, porque haya competencia e interoperabilidad condiciones que en la actualidad no se dan y por eso el usuario se ve preso de las redes sociales que actuan cada una de ellas como monopolios de facto.
Pensar en un correo electronico,una red de datos o una telefonica con un solo operador… pues eso es lo que tenemos en lo que a redes sociales respecta y la solución pasa por conseguir que sean interoperables y conectadas unas con otras de forma que me pueda cambiar de red sin perder la posibilidad de conectarme y comunicarme con mis amigos aunque esten en otra red/compañia.
Creo que Europa puede/debe jugar un papel importante en aras a conseguir que haya competencia e interoperabilidad
Facebook nos trata como ganado a una buena parte del planeta, al igual que Apple, Samsung y empresas grandes de todo tipo en general
Por mucha privacidad que programen, el verdadero problema son estas grandes empresas en sí mismas.
Personalmente no creo que en FB consigan arreglar este tema de la privacidad.
Como perfectamente dice Félix, si no pagas no eres cliente, eres la mercancía. Hoy dejo la última de Google con los robos de identidad de sus cuentas:
http://www.elladodelmal.com/2014/07/saltar-el-bloqueo-de-cuentas-google-es.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+ElLadoDelMal+%28Un+informático+en+el+lado+del+mal%29
Sostenella y no enmendalla.
Recuerdo y añoro los años en los que confiaba en internet y acepte usar mi identidad real para favorecer la relación con otros internautas. Creo en el principio de «vivir la vida en la legalidad», es decir, que no haya leyes sectarias que obliguen a los individuos a ocultarnos. Igualmente en internet creí en «navegar con la identidad real». Por supuesto que valoraba mi privacidad, pero sacaba tanta felicidad de compartir con mis semejantes desde la honradez de quien va con la cara destapada.
Recomiendo:
– Mozilla Firefox para guardar contraseñas en la nube, por ser una fundación sin animo de lucro.
– MaskMe de Abine, para generar emails y contraseñas como churros, que con unos cuantos plugins de firefox me permiten gestionar 200 logins, cada uno con correo y usuario diferente y único.
Y ante todo, saber que información es privada y hay que proteger. Para alguien que comparte y copia, la información privada no es tanta.