Tres artículos recientes en TechCrunch, en Frankfurter Allgemeine y en El Mundo, hacen referencia a una realidad que se acerca cada vez más: la llegada de la disrupción a la industria financiera, tanto a la banca como al sector asegurador. Recientemente participé en una jornada sobre la importancia de la analítica en esta industria organizada por Atos, y la inminente aparición de propuestas disruptivas procedentes del mundo de la tecnología fue una de las constantes en la conversación.
La entrada de empresas como Google, Facebook, Apple o Amazon en la industria financiera es simplemente una cuestión de tiempo – y cada vez de menos tiempo. Hablamos de empresas que han hecho de la gestión eficiente de la información del cliente su principal ventaja competitiva, y de una industria en la que precisamente esa gestión supone uno de los activos más importantes. Tras las vagas amenazas del tipo «que viene el lobo» en la industria financiera a día de hoy, subyace una gran verdad: cualquiera de las grandes empresas del mundo de la red haría mucho mejor trabajo a la hora de calcular riesgos, de inspirar confianza, de proporcionar conveniencia, facilidad de uso o relación con el cliente que prácticamente cualquiera de los líderes actuales de la industria.
Hace ya bastantes años que los productos financieros, seguros de diversos tipos, préstamos, hipotecas, etc. se convirtieron en el principal componente de la dieta alimenticia de la publicidad en la red. La aparición de comparadores y el uso cada vez más amplio de publicidad online tanto en su vertiente display como en performance dejan claro que la red es el habitat natural para la toma de decisiones de compra de muchos de estos productos y que existen importantes márgenes que pueden ser capitalizados en esta industria, algo que claramente ha llamado la atención de los gigantes de este entorno.
Mientras, el fortísimo conservadurismo de los competidores tradicionales está posibilitando que la brecha de percepción para los usuarios crezca de manera cada vez más evidente. Sí, todavía ingresamos nuestra nómina en un banco, vamos a un banco a pedir una hipoteca, y aseguramos nuestro automóvil, nuestro hogar y nuestra vida con aseguradoras tradicionales, pero eso no impide que cada vez seamos más conscientes de lo torpes que son esas empresas a la hora de gestionar su relación con nosotros, y de hasta qué punto estaríamos mejor servidos con empresas que nos conociesen mejor. La evidencia de que estas empresas gestionan procesos anticuados de maneras muy poco eficientes y basados en la mayor parte de los casos en sistemas legacy con muy escasa flexibilidad escapa a muy pocos, como tampoco lo hace el elevado nivel de conservadurismo en la mayoría de sus cuadros directivos.
El porcentaje de usuarios que verían con buenos ojos una oferta de productos financieros procedentes de empresas nativas digitales a las que ya, de una u otra manera, confían la gestión de sus datos crece de forma persistente, como lo hace el creciente coqueteo de estas empresas con los productos de esa industria. Si la llegada de la disrupción a industrias como los contenidos o el transporte fue dura, espera a que llegue al mundo financiero…
(This article is also available in English in my Medium page, “Disruption? You ain’t seen nothing yet«)
Si lo dices tu,lo creo, pues tienes mejor informacion que yo, pero no veo de momento un desembarque, salvo que considere cosas como Paypal o ING.
Pero el primero, es un medio de pago similar a VISA, que a la postre son fuente de negocio para la banca tradicional e ING, que es un banco electronico, parecido si no igual al que tiene todos los bancos importantes.
Buena sera la información que tenga sobre mi Google o Facebook, pero comparada con la que tiene el Banco Santander, no solo de los movimientos monetarios que hago, sino ademas de los procedentes de todos los negocios que me dan un producto/servicio en los que participa, son indudableente mas correctos que los de los anteriores.
Por otra parte dudo cada día más del «perfil» que esas empresas construyen de nosotros, basta para ello ver lo poco idónea que resulta su «publicidad contextual». La próxima «Burbuja tecnlógica» aparecerá, el día que el anunciante pierda la fe en la calidad del «tarjet» de clientes que proporciona la «publicidad contextual».
Muy interesante y nada visionario, sino anticipador. Estas empresas cada dia mas tienden puentes fuera de lo que es su sector aparente. Tejen una red de influencia social y politica y una red de dependencia que nos hace considerar casi necesaria su presencia para garantizar buenas sensaciones. Si lo hace Google, Apple.. me fio…
Yo lo que espero con más ansia es la disrupción de la escuelas y la educación.
Con modelos como Coursera queda patente la mediocridad de la mayoría de universidades y escuelas de España y cómo son un sacacuartos donde imparten unos conocimientos mediocres.
Años llevamos, y siguen imponiendo unos planes y métodos de estudios completamente desfasados.
Insisto. Coursera, Udacy y similares. Echadles un ojo porque valen muchísimo la pena.
Esta excelente artículo no es producto de la imaginación, es anticipación tras una lectura, a mi modo de ver, acertada de los movimientos de estas empresas. Han lanzado las redes en sectores aparentemente alejados de su nicho natural, y han comenzado a tejer influencias políticas y sociales, con la finalidad de que veamos en ellos una existencia necesaria y casi imprescindible para nosotros. Van a cambiar muchas cosas del mundo que conocemos y se convertirán en generadores de nuevas formas de relaciones sociales, negocio, etc. El problema no s tanto lo que hagan sino en que medida esto se puede convertir en un momento dado en actuaciones incorrectas amparadas por su visión del bien común.
Claro que sí. pero te olvidas de lo más interesante también para la red, internet y todos los que vivís de ella: la disrupción de la disrupción, es decir, cuando todo el mundo espabile un poco y se de cuenta de toda la manipulación y tendenciosidad de la red. De una red dirigida por publicistas y marketinianos, es decir, de vendedores. De vendedores que no quieren más que encontrar nuevas formas de manipularnos para concentrar nuestra «atención», de aprovecharse de la «atención» o de generar «atención» para colarnos sus productos. ¡Qué fácil cuando nos cuelan sus productos en nuestros móviles! ¡Ya nos tienen cogidos hasta en el cuarto de baño!
Será entonces cuando la red sea disruptora de la propia red, cuando la gente comprenda el timo y empiece a pasar de las cosas malas que nos aporta (ójala sea pronto).
Un ejemplo: las empresas que dejan en manos de «expertos» digitales sus cuentas y se encuentran con que los expertos han usado arañas para inflar los resultados.
Una noticia: The guardian Wednesday 18.06.14 «Reveales: how UK exploit snooping laws. Monitoring on Facebook searches and emails condemned by privacy experts. The true extent of the gov’s interception of google, Facebook and Twitter -including private messages between British citizens- was officially confirmed for the first time yesterday. (Continues…)
Podría continuar con el territorio inexplorado de las mafias que también usan la red para comerciar, traficar y delinquir. Pero seguramente Enrique, ese adalid de la libertad de expresión, no dejaría salir este mensaje. Ya dudo de que lo haga ahora.
Y desde que empecé este mensaje llevo riéndome del llorón, del pelota, pensando en ver qué dice para reafirmarse ante su líder espiritu-digital y tratar de convencernos y auto-convencerse de que la web es pura y santa e inmaculada y todo lo demás no es más que demonio y perdición. ¡Por favor, Antonio, no te hagas esperar, comenta, déjame que me siga riendo…!
Enrique, pones como ejemplo de disrupción a empresas muy poderosas como Google, Facebook, Apple o Amazon. Para mí esas disrupciones serían especiales, pero de baja intensidad. Creo que cambiarían solo algunas cosas y no las más importantes. Me refiero a que seguirán siendo grandes monopolios manejandi a su antojo a una lejión de pequeños inversores y clientes.
Creo que los fenómenos de disrupción de más alta intensidad son aquellos que permiten constituir iniciativas ciudadanas en capacidades empresariales. En este sentido la llamada financiación masiva o micromezenazgo (en ingles crowdfunding) es el tipo de disrupción que potencialmente tiene mayor capacidad de cambiarlo todo.
Creo que con esa misma filosofía deberían salir iniciativas con capacidad para dar servicios financieros. No parece fácil que ocurra por el momento, pero sería muy interesante.
¿Qué pasaría si surgiera una entidad financiera que fuera el resultado asociativo de muchos pequeños inversores sin intervención de grandes fortunas individuales?
El resultado sería una oferta mucho más justa para esos inversores y clientes pequeños, sería una disrupción muy potente.
En los últimos cuatro años se han ido conformando comunidades de personas que se consideran «pares» entre sí, a nivel mundial. Estas personas comparten valores y se sienten a gusto dentro de su comunidad. Entre ellos existe la confianza como mayor valor y esa es la única moneda de cambio. Quien más confianza ofrece, mayor es su visibilidad en la comunidad. Si alguien no es de confianza, es la misma comunidad quien le expulsa, porque su oferta directamente ni se ve (nadie va a la página 32, nos quedamos en las primeras, habitualmente).
Google, Facebook, Apple o Amazon son los mayores inversores, pero los modelos disruptivos proceden más bien de airbnb, uber, lyft, meetmeals, sherpandipity, blablacar, timerepublik, etc. Esto va de comunidades de personas que confían entre sí y que quieren hacer negocios ente sí. Unos pares llaman a otros pares y así, de manera silenciosa, airbnb llega a valer 10.000 millones de dolares (sin tener una sola habitación) y Uber 12.500 (sin un coche).
¿Cuál es la dinámica que siguen las empresas P2P?. Construyo mi estrategia sobre alojamiento compartido (home sharing), por ejemplo. Genero una comunidad de miembros que confían. Amplío la oferta a comida (food sharing) y luego a guías (talent sharing), habiendo pasado previamente por coches compartidos (car charing). Una vez mi comunidad es lo suficientemente grande, ya puedo plantear el crowd banking y el crowd insurance, donde somos los mismos miembros de la comunidad quienes nos prestamos o aseguramos los unos a los otros. Al margen de las aseguradoras y bancos tradicionales. Esto, multiplicado por todo el mundo, es una amenaza a empresas tradicionales.
La diferencia es que la empresa tradicional busca incrementar sus ingresos vendiendo cosas nuevas y el P2P busca reducir gastos compartiendo cosas que ya existen.
A ver quién es capaz de hacer una regulación inclusiva, donde ahora cualquier ciudadano se puede convertir en productor, simplemente con las cosas (casa, coche, comida, talento o tiempo) que ya tiene. Nuestros gobiernos no están preparados para ello.
A ver qué empresa industrial es capaz de reducir sus costes de intermediación a meros costes de transacción, porque las empresas P2P así lo hacen ya. El problema no es baladí, porque permite al oferente ganar el doble mientras el demandante paga la mitad, simplemente porque no hay intermediarios.
A ver qué empresa es capaz de ofrecerme mayor confianza que uno de mis pares…
En la linea del crowdfunding y financiación en cooperativa que es lo que apunta Antonio Castro, hay más movimientos que no estoy seguro que lleguen a tener peso, pero que si lo llegan a tener, si que van a crear una autentica disrrupción. Son los abundantes movimientos colaborativos que se muestran en cosas como ArìBnb o El Tenedor, o los Bancos de Horas y los movimientos maker, pues en todos pasa por conectar quien crean los bienes con quien los consume directamente, fuera de los canales tradicionales de intermediación y en ellos el dinero como objeto universal de cambio pasa a tener una importancia complementaria pero no protagonista.
Coincidí en el tiempo con el comentario de #007 Rafael y veo que ambos tenemos la misma idea, pero el la ha expresado mas claro.
Rafael, muy correcto lo que dices, pero te olvidas de una cosa. Airbnb o Uber son empresas multinacionales que juegan, sobre todo, o bien a eludir impuestos en los países donde se instalan o bien a de una manera solapada permitir que los oferentes de productos (apartamentos, coches+conductor) defrauden en sus países de origen a sus respectivas Haciendas.
Muy pares y lo que tú quieras y los gobiernos muy poco preparados, pero al final es el ciudadano de aquí el que paga con la ausencia de servicios públicos. Es decir, el ciudadano de a pie español enriquece a esas empresas multinacionales norteamericanas. ¿Quién está detrás de ellas? Vete a Uber-Quienes somos y al final de la pág te encuentras un apartado de Inversionistas, entre ellos: Google Ventures y Goldman Sachs, unidos y juntitos, una vez más Google y la consultora de la que sottovocce siempre se ha dicho que es quién realmente dirige los EE.UU….
Quiero decir, colonialismo tecnológico elevado a su máxima expresión. No sólo rompen nuestro tejido laboral, sino también nuestro sistema como estados, mientras parece que nos están haciendo un favor a los de a pie, ofertando «gangas» y eliminando intermediarios. Esta es la auténtica «agenda oculta».
Perdonadme, pero nadie da duros a peseta, alguien PAGA SIEMPRE, y no pensaremos que van a pagar por una vez las empresas estadounidenses…
Conclusión, es absolutamente necesario que esto se sepa y que estas empresas paguen por lo aquello de lo que se aprovechan. Los Estados deben estudiar e imponer tasas e impuestos específicos a todas estas empresas y también a los oferentes de esos productos, igual que los pagan las empresas y productores en el mundo real (recordemos que comemos de verdad, no comemos bits, Antonio, esto va por tí).
Hemos creado unos Estados para que PROTEJAN a los individuos, no para que los usen, para que luchen por la libertad, pero también por la IGUALDAD y aquí incluyo la de OPORTUNIDADES pero en ambos sentidos. Si yo construyo un Hotel y honrada y dignamente ofrezco un servicio, dando trabajo y pagando mis impuestos ¿por qué tengo que soportar la competencia absolutamente desleal de quienes no pagan ningún impuesto?
Y he citado la libertad a propósito porque creo que a poco que pensemos (hola, Antonio) creo que nadie le gustaría estar en un mundo totalmente dirigido (y digo totalmente porque ya casi lo está) por las grandes corporaciones.
Es obligada una regulación ya que ponga las cosas en su sitio. Al igual que tenemos una regulación anti-trust necesitamos ya poner coto a toda esta maleza antes de que sofoque a todo el jardín.
#010: David, vamos a dejarnos de tonterías, por favor, que ese argumento es cualquier cosa menos serio. Alguien que alquila su casa con Airbnb o su automóvil con Uber cobra un dinero, y lo hace precisamente a través de una aplicación electrónica, que deja muchísimo más rastro que alguien que únicamente maneja dinero en metálico. Uber y Airbnb declaran sus pagos a particulares, por mucho que paguen parte de sus impuestos donde los paguen (algo que hacen también todas las multinacionales de todo el mundo, por cierto, optimizar su fiscalidad… si no nos gusta, habrá que cambiar las leyes). Si quieres buscar defraudadores al fisco, vas a encontrar muchos más entre quienes cobran sus servcios en metálico que entre quienes cobran forzosamente mediante medios electrónicos.
#010 David
Creo que tienes en parte razón, la economía colaborativa se basa en parie en no pagar impuestos.
Yo te corto la hierba de tu jardín y tu llevas mis hijos al colegio, araves de un Banco de Horas. Bien, puede que tengas razón ¿y qué?,
¿No son esos los favores que se han hecho siempre entre familiares y amigos? ¿Cuando has pagado el IVA por el «tupper» de comida que te hace tu madre?. – NUNCA Pues igual si yo presto mi casa a quien quiera, me pague o no por ello.
#010 David: Gracias por las alusiones y por lo acertado de tu comentario. Yo comparto contigo en que el orden es deseable para todos, al igual que pienso que todo aquel que ingresa debe contribuir, sea quien sea y esté donde esté. Posiblemente en esas dos cuestiones estemos casi todos de acuerdo. El tema es cómo abordar las siguientes, porque nos encontramos ante la siguiente situación:
1. La demanda lo pide, y lo pide así. La demanda ha sido lo que ha permitido que Airbnb aumente actualmente en un ratio de 1 millón de pisos al mes y Blablacar a un ritmo del 30% mensual. Uber, 12.500 millones, ya vale más que Endesa. Sí. Es la demanda la que ahora pide eso y paga por ello. Airbnb dejó 128 millones de euros a la ciudad de Barcelona y España es su tercer mercado mundial.
2. La oferta no procede de las empresas, sino de personas como tú y como yo. Aquí está la novedad del P2P (peer-to-peer, o entre pares). Esas personas (decenas de millones que mueven miles de decenas de millones de dólares) han preferido otro esquema de vida que el tradicional, del que están fuera, y prefieren pagar la mitad por tener una experiencia única que el doble por la estancia en un hotel. Ahora cualquier madrileño con 40 años (o más), que se sienta fuera del mercado de trabajo, a pesar de su cualificación, experiencia e idiomas, puede encontrar la posibilidad de ofrecer experiencias únicas a sus pares extranjeros. Date cuenta que entre ellos se establece comunicaciones durante meses. Cuando llegan, solo les falta verse físicamente, pero ya sienten que se conocen. Si alojarles unos días en casa les paga la hipoteca, el colegio de los niños y llegan a fin de mes, se lanzan a ser los mejores anfitriones de su ciudad…..porque son evaluados por cada experiencia única. Una sola mala y mueres en la comunidad. Nadie te quiere. El que no es EXCELENTE (5 estrellas) no sobrevive. En el esquema P2P sólo sobreviven aquellos que la comunidad quiere, no quienes dictan los gobiernos municipales o la patronales sindicales, por ponerte un ejemplo. La comunidad de pares (peers) es mundial y no desean estar limitados por la regulación de Tel Aviv ni la de Lugo. Quien quiera poner coto, se encontrará con que se encuentra ante un tsunami.
3. Antes diseñábamos la oferta, la colábamos por marketing y la tragaban nuestros clientes, pero eso era pervertir la teoría económica por interés propio, y estamos viendo las consecuencias. Hemos estado produciendo cosas que nadie quería, y ahora pagamos el precio de tanta snobez («yo sé lo que quieres y me voy a forrar por ello»). No ha funcionado. Ahora es la demanda es la que manda y dice: «Eh!! Quiero esto. ¿Quién me lo ofrece ahí?». Esa demanda funciona ahora como un cerebro interconectado mundialmente 24/7.
Llevamos años hablando de eficiencia en las empresas. Pues ya está, es lo más eficiente que hemos visto hasta ahora, y con diferencia. Llevamos escuchando la cantinela de «Conviértete en emprendedor» y resulta que esto ha encajado a muchos profesionales cualificados ahora fuera del mercado laboral (ese 26%…). No ha perjudicado al turismo, y además lo ha fortalecido. Permite llegar a fin de mes a muchos ciudadanos desempleados. Beneficia al comercio de barrio. En este esquema, todos salimos ganando, salvo las empresas industriales, los intermediarios de toda la vida, que siguen manteniendo de manera insostenible sus mega estructuras propias del siglo XX.
Y si, es cierto lo que dice Enrique. Todo es transparente, desde el momento que todas las transacciones van por banca electrónica. A partir de ahí, Hacienda sabe con seguridad.
Con respecto a la banca, conviene recordar que estamos hablando de 2 negocios muy distintos. Por un lado, el sistema de pagos y cobros, centrado en las cuentas corrientes con añadidos como las tarjetas de crédito o débito. Por el otro, la captación de capitales para prestarlos o gestionar su inversión. Este segundo negocio tal vez sufra fuertes sacudidas en el futuro, pero hasta ahora los bancos no han visto muy amenazada su posición.
La gran amenaza actual para la banca está en el primero, el sistema de pagos. Paypal, Amazon Payments, Google Wallet… hasta Facebook parece que quiere meterse. Les falta por dar el último paso, que podamos domiciliar con ellos las nóminas y los recibos (es decir, que empiecen a ofrecernos números de cuenta corriente). La clientela acostumbrada a usarlos para pagar ya la tienen.
Entretanto, los bancos solo piensan en cómo sangrarte más a base de comisiones por manejar tu dinero, y siguen dependiendo de una costosa red de sucursales en una época en la que la única sucursal que necesito es mi móvil. Google y compañía no tienen sucursales, y no van a cobrarle ninguna comisión al consumidor.
Mención aparte merece Bitcoin, que en el futuro podría poner en apuros incluso a las punto-com, dado que con Bitcoin las comisiones no solo se las ahorraría el consumidor, sino también el vendedor.
Hoy día el dinero no es nada más que bits. ¿Dónde están más seguros tus bits? ¿En el servidor del Banco Santander o en el de Google? Frente a los hackers, tanto da uno que otro, pero Banesto, filial del Santander, tuvo que ser rescatada 3 veces, las 2 primeras por el estado español, y la tercera por su matriz. Google no ha necesitado que nadie la rescate, ni lo necesitará si sigue la sana norma de mantener un coeficiente de caja del 100%, regla que no sigue ni un solo banco.
¿Recuerdan el corralito de Chipre? Los chipriotas se apresuraron a meter su dinero en bitcoins.
#10 Totalmente de acuerdo. Es el propio sistema el que nos está empujando a las relaciones p2p. La gente empieza compartiendo coche y termina dando de comer en una ciudad a cambio de alojamiento en otra… ¿Puertas al campo? Otra vez no…
Totalmente de acuerdo con Enrique y con Antonio. De donde vendra la disrupcion y si la legislacion actual es capaz de frenarla como ha hecho con el crowfunding en España.
El banco es un intermediario que presta dinero que guardan otros en deposito. Cualquiera puede prestar dinero o guardarlo en deposito. Otro tema son las aseguradoras que en un mundo cambiante hacen falta.
Las mutuas no son ni mas ni menos que grupos de personas que cooperan para asegurarse y las cooperativas de credito son lo mismo pero para credito.
Entonces donde esta la disrupcion, en que cada uno sea directamente la aseguradora o el banco. Que aporta internet, ¿la opcion de que crezca hasta el infinito? ¿ donde estaria el negocio? , porque esta claro que la unica forma de competir es bajar precios y comisiones. ¿ O no ?
Para mi el unico negocio viable seria montar un sistema piramidal en el que yo me aprovecho de los amigos que han entrado y ellos de los suyos y yo un poco de los suyos … De esta forma tendriamos la red comercial mas grande y barata y a partir de ahi, empezamos a ofrecer productos.
Por supuesto, para obtener datos medianamente fiables habria que penalizar a los malos socios, y a los amigos que los han invitado o que han sido invitados por estos.
Vamos que habria que montar un facebook bancario con pagerank de riesgos. O algo parecido. Aun asi, necesitariamos la licencia bancaria, y aseguradora etc etc ….
Lo que se entiende es que la gente transcurrira toda su vida, necesitando menos empresas, osea no hace falta las discográficas, musica industrial, hace falta menos taxistas, menos bancos menos de esto y de otros tipos de empresas, es un desmantelamiento industrial y viene lo colaborativo, como en las aldeas uno le sobra trigo y lo cambia por otro que le sobra leche etc. Es una disminucion de la actividad economica, del numero de empresas que cada vez ira sobrando mas, pero esto no lo predijo nadie sino lo contrario, el mismo Hayek decia que cada vez serian necesarias mas empresas pero se equivocaba, osea para el nuevo esquema no sirviria ningun economista conocido, sino mas bien que por fin funcionaria los Marx y demas comunistas … que nunca lo consiguieron, pero es al mundo al que vamos
#017 Garepubaro
Tomo tu ejemplo si a mí me sobra trigo pero necesito leche, me entero por internet de donde sobra leche y cambio trigo por leche. En efecto, simplificando, esto es la economía colaborativa. Ahora bien tu deduces de ello por fin funcionaria los Marx y demas comunistas, pues no lo veo.
Puedes explicar por qué, porque de momento nadie ha apuntado que se expropien las tierras de labor ni las vacas, sino simplemente que se eliminen intermediarios que ya no hacen falta.
Quedo expectante de la aclaración a tu pensamiento.
#18 la reduccion paulatina de intermediarios, osea de empresas, si es buena noticia; cada vez necesitamos menos empresas para llevar nuestra vida a cabo, para realizarla, eso es indiscutible. El capitalismo, liberalismo, mercado y demas se basaba en un mundo que cada vez necesitaba mas empresas y era una tesis de Hayek y similares, y ahora esto es lo que cae, en realidad en un futuro asi la politica solo se encarga de que la colectividad de bienes sea real, y vigilar a las tres empresas que queden con actividad economica; Google, Apple, Uber etc que no se lo lleven tan calentito para paraiso fiscal y repartir
Sigo sin entender que pinta Marx en este razonamiento, pues lo que decía Marx (si yo lo entendí bien), es que había que colectivizar los bienes de producción, no que hubiera que eliminar los intermediarios.
Puede que se haya confundido Hakey, si se levanta la Economía colaborativa, hará falta menos empresas intermediarias y ¿qué, a ti te duele que hagan falta menos empresas que su trabajo consista, en coger un bien con la mano derecha y soltarlo con la izquierda?
Yo creo que la verdera disrupción efectivamente será financiera, pero vendrá de la mano de las criptomonedas. La pérdida de control de las monedas por parte de los bancos centrales, supondrá algo equivalente a lo que está pasado en la industria del ocio, el alojamiento o el software. Y curiosamente esta disrupción empezará en aquellos países y negocios que llegaban tarde a todo: el Tercer Mundo.
Muy interesante artículo con el que coincido plenamente. Sobre todo en el anquilosamiento del sector financiero tradicional.
Aunque la entrada de gigantes como Google o Facebook a controlar la parte financiera de nuestras vidas es algo que me da cierto temor. No me gusta que una sola empresa tenga tanto poder y tanta información mía, de hecho me parece que en el caso de Google ya tiene demasiada…
Una de las cosas que no me gustan de la red es la tendencia a concentrar en una pocas empresas un porcentaje enorme del mercado y de la información. Es curioso porque la red facilita la competencia pero al final la realidad es que unas pocas empresas acaparan cuotas enormes de sus respectivos mercados.
Si entra esta disrrupción financiera en la red preferiría que no fuera una de estos gigantes que reforzaría todavía más su status y control de sus clientes. Aunque si surge una start up y funciona hay riesgo muy alto de que aparezcan Google o Facebook con un cheque enorme, claro.
No me gustan las concentraciones excesivas de cuotas de mercado que llevan a oligopolios que minan la competencia. Y lo digo con conocimiento de causa pues trabajo en una empresa que controla el 90% de un mercado concreto.
Nota: respecto a comentarios sobre entidades financieras del tipo asociativo tengo entendido que existen hace tiempo, un ejemplo sería Triodos Bank, pero su presencia en el mercado es casi testimonial
El problema de los datos financieros es que a los bancos no les dejan utilizarlos para ofrecer servicios mejores.
Si un banco sabe lo que gastas en luz, agua, gasolina, medicinas, automovil, podria seguirte con la tarjeta de credito y no digamos ya con el movil, etc porque no utiliza esta informacion para venderla a la competencia de tu proveedor pues porque no le dejan.
Imaginais que si alguien cambia cada 4 años de coche le ofrecieran coches nuevos cuando lleve 3 años y medio, nuevos contratos de luz, agua, supiera tu estado de salud y actuase en consecuencia con el seguro de vida/salud, supiera que estas haciendo con la tarjeta y te proporcionara taxis, coches de alquiler, abogados …
Vamos que seria un verdadero Gran Hermano.
Hola Enrique:
Estoy completamente de acuerdo. La mayoría de las situaciones que mencionas son enfoque plataforma, donde el contenido tecnologico es muy alto, y donde la hiper-segmentacion de necesidades aporta valor a un consumidor que espera proactividad y soluciones por parte de las empresas.
Creo que estamos en una revolucion, no tecnologica, sino en formas de atender a un cliente y hacer negocios con el. Sin embargo, pocos directivos parecen tenerla en cuenta
Un saludo