Mi columna en el diario Expansión de esta semana se titula «Sharing economy y paradojas» (pdf), y hace referencia a un tema que me parece sumamente interesante: la forma en la que las industrias, sectores y competidores tradicionales afrontan la llegada de la disrupción por parte de nuevos modelos.
Para su desarrollo, me he basado en los casos de Uber y Airbnb: en ambos casos, nos encontramos con reacciones por parte de los hoteles y de los taxis que apuntan de manera decidida hacia lo «barato»: la falta de garantías, la posibilidad de que las casas sean «cuchitriles», que los vehículos estén sucios, que los conductores sean delincuentes, etc. Todos los enfoques apuntan a que esas alternativas están pensadas para turistas de mochila y con un presupuesto muy ajustado, o hacia personas que no se plantean tomar un taxi porque les parece muy caro.
La experiencia está demostrando que ese tipo de planteamientos es un craso error. Cada vez más, las personas que conozco que se plantean hacer uso de Airbnb para alojarse en una ciudad no son precisamente «turismo de mochila», sino viajeros que buscan una experiencia diferente, apartamentos bonitos en pleno centro de la ciudad, y en muchos casos, propietarios que no solo les prestan el apartamento, sino que además se desviven por proporcionar una experiencia agradable, recomendaciones de sitios, neveras con refrescos para cuando llegas cansado tras un vuelo largo, o ayuda a la hora de planificar movimientos por la ciudad. En muchas ocasiones, el contacto previo con la persona que te alquila su casa te permite, por ejemplo, obtener una asesoría valiosa, una indicación de dónde hacerte con tarjetas telefónicas locales, o muchas cosas más. En el caso de Uber, la mayoría de las personas que conozco – y por supuesto, no soy un observador imparcial y tengo mis sesgos – lo utilizan buscando un método de transporte que les aporta un nivel de comodidad, de conveniencia y de predictibilidad muy superior al del taxi tradicional, no una alternativa más barata.
Mientras unos creen que la batalla se juega por abajo, en realidad donde les están comiendo la tostada es por la parte de arriba, por donde está la mantequilla. De mis alumnos del Executive MBA de IE Business School y Brown University que vienen estas próximas dos semanas a pasar su periodo presencial en Madrid, la mayoría ha obtenido alojamiento mediante Airbnb – y créanme, no son precisamente «turismo mochilero».
Lo peor que te puede pasar cuando sufres el impacto de la disrupción es no tener ni idea de a qué te enfrentas.
A continuación, el texto completo de la columna:
Sharing economy y paradojas
Airbnb, Uber… si no las conoce, no se preocupe: las va a conocer pronto. Son ejemplos de la llamada sharing economy o economía P2P, una forma de incrementar la eficiencia de la prestación de servicios, habitualmente además saltándose muchas de las restricciones que había en los sistemas anteriores.
Airbnb permite que cualquier propietario de una casa o apartamento lo ponga en alquiler. Uber, que cualquiera que tenga un coche pueda recoger y transportar viajeros. Y hay muchos ejemplos más. Cualquiera de ellos se convierte en inmediata amenaza para sectores como los hoteles, los taxis, u otros. De hecho, suelen ser denunciados por sus homólogos tradicionales, que los ven como competencia desleal, un verdadero escándalo.
La paradoja es que, además, todos comparten una característica curiosa: los competidores clásicos los menosprecian. Los hoteles ven a Airbnb como una alternativa barata, para turistas cutres de mochila, y se imaginan apartamentos sucios, auténticos cuchitriles. Los taxistas hablan de Uber como del demonio, y se imaginan vehículos descuidados y conductores con antecedentes penales.
La realidad es que la mayoría de las personas que conozco que han usado Airbnb no eran precisamente turistas de mochila, y además, han tenido en muchos casos una experiencia mejor que en un hotel. Algunos han encontrado apartamentos preciosos en pleno centro de las ciudades que visitaban, propiedades casi de lujo, o neveras llenas de refrescos como detalle del dueño de la casa. Con Uber, los que lo prueban, repiten, y hablan de mejor servicio, conveniencia absoluta, coches cuidados, y conductores muy amables.
La paradoja de la sharing economy es que, en muchos casos, el servicio que proporciona es mejor que aquel al que sustituye. Y que aquellos que sufren la disrupción, generalmente no se enteran.
(This article is also available in English in my Medium page, “The paradoxes of the sharing economy«)
Bastaría para ver el catálogo de airbnb para quitarle la etiqueta de cutre y el sistema de prestigio arrendatario//arrendador.
Un ejemplo: por un error de calendario una propietaria nos pago 3 habitaciones de hotel previas a la entrada para no tener una mala evaluación.
Por otra parte el cambio de cliente a colaborador, arrebatando anonimato al pagador, es interesante. Redunda en calidad y confianza.
Por supuesto hay empresas dentro de AIRBNB no todo son particulares.
En cualquier caso, las cuestiones fiscales deben ser abordadas, pero NO creo que sean las grandes empresas quien puedan dar ejemplo.
un saludo.
Efectivamente no está prohibido a cualquiera arrendar su propiedad -bajo su cuenta y riesgo claro; pero no cualquiera puede realizar transporte público de pasajeros. Los dos sites no pueden equipararse entonces porque el modelo de negocio de uno se basa en lo ilícito y el del otro no.
En el caso de Airbnb, una vez establecida la relación propietario-inquilino no se requiere del site nuevamente si el cliente es viajero frecuente (donde está el negocio en turismo). Tampoco creo que necesariamente Airbnb pueda considerarse un site que ofrece «turismo vivencial», para eso hay que pensar, planear y trabajar en el campo, actividades ajenas a las start ups.
De manera que seguimos en el campo de «hoteleros» o «taxistas» improvisados, con los riesgos que esto conlleva.
Estimado Enrique;
Esta vez tu columna está incompleta y no es del todo exacta: te olvidas que la principal queja de hoteles y taxistas es la COMPETENCIA DESLEAL.
Son empresas y autónomos que pagan impuestos, seguros, etc. Los particulares no, nada, dinero en cash y más economía sumergida. Hay algo de injusticia. ¿Qué opinión tienes al respecto? Te parece lógico que al lado de los taxistas se ofrecieran en el aeropuerto coches particulares a mitad de precio? Por mí, si todos pagaran sus cotizaciones y declararan sus ingresos, me parecería bien.
Espero tu respusta, siempre interesante. Un saludo.
A excepción de muy pocos que por sus especificidades los hacen incopiables, todos los servicios son susceptibles de disrupción.
UBER abre las puertas a toda persona que quiera competir con los taxis, AIRBNB con el sector hotelero, otros permiten ya a cualquiera aficionado a la cocina competir con los restaurantes,… y así hasta el infinito.
Lo mismo que ocurrió a mediados del siglo XIX con la revolución industrial, ahora lo estamos viviendo con la sharing economy.
Gracias Enrique.
#003: Pues hombre… será economía sumergida si quien cobra no lo declara, como en todo tipo de actividad. No hay nada que implique necesariamente que el conductor de Uber o el propietario de una casa en Airbnb sea un chorizo y no lo declare. Habrá chorizos y evasores fiscales con aproximadamente la misma proporción que los hay en otras actividades… vamos, digo yo!
Estimado Enrique,
Siempre es un placer leer este blog. Para mi lo más paradójico es que precisamente lo que comentas es lo que se trata de negar , en unos casos, y combatir en otros. El consumo colaborativo «auténtico», el P2P «real» (nodos de una red compartiendo en vez de adquiriendo)no es alquilar una casa o alquilar un coche. Eso en nuestro derecho es un tipo de actividad que ya existe y que la realizan normalmente hoteles (o agencias si intermedian y no tienen la propiedad o gestión del espacio) o rentacaristas (o agencias de nuevo). El P2P se basa en un nicho al que no satisface el sector más «tradicional»: alguien que quiere conocer Madrid con un anfitrión o compartir gasolina y conocer gente, volver a la realidad de las relaciones entre personas. El resto de actividades no son propiamente P2P en mi opinión, están desmercantilizadas en cuanto a sus estructuras pero simplemente son un bien o servicio sustitutivo en muchos casos y que como bien dices está dirigido en muchos casos a los segmentos altos, en cuanto a poder adquisitivo, de la sociedad. Por eso muchas de ests nuevas webs no son P2P, son intermediarios que conectan oferta y demanda, pero no hay «sharing economy»
Para mi existe una profunda brecha semántica en este tema.
un abrazo!
Simplemente con ver lo que pagan los bancos a hacienda sobre sus ganancias se desengaña uno sobre quienes son aquí los «chorizos» que no pagan impuestos
#005: Tienes razón Enrique, excepto con un matiz: a un taxista se le pide la licencia, y a un hotel se le inspeccionan licencias, seguros, sanidad, etc.
Por tanto la pregunta es: vale, como bien dices que lo declare o no es cosa de cada cual, pero entonces: ¿Estás de acuerdo en que si lo lógico sería que debería declarar los ingresos por una actividad, debería el estado poder exigirle los permisos relevantes para ejercer dicha actividad?
Gracias por responder. Un cordial saludo.
Lamentablemente el sector del taxi está, en general, en las antípodas de estrategias empresariales como la orientación al cliente, que es lo mínimo que se pide hoy en día para tener éxito. Uber podría muy bien aprovechar este verdadero hueco en el mercado. Al menos hasta que se liberalice el sector, si es que llega a pasar.
En Santa Cruz de Tenerife los taxistas protestan ahora por la prevista ampliación de la red de Tranvía. Lo de menos, al parecer, es la satisfacción del ciudadano, y no entra en sus planes ganar al usuario que podría pagar un alto precio, sino tener secuestrado al que debe entonces subirse a un taxi por obligación.
No se lo están poniendo difícil a Uber, no.
#008 Dansrocks
Los habrás visto cien veces en el aeropuerto, un señor a la espera de la salida de un vuelo, con un nombre escrito a en una hoja de papel. Guste o no a los taxistas, cualquiera tiene derecho a llevar en su coche a quien le plazca y voñuntariamente quiera subir él. Que entre ellos se paguen o no es cosa de ambos. Puede que sea ilegal, pero, ¿me quieres explicar como lo piensan impedir?
Hay montones de personas que trabajan en polígonos industriales, que quedan entre si, para ir a trabajar en un solo coche y reparten los gastos. ¿Están en la ilegalidad?.
Hay casos que son muy difusos y difíciles de perseguir. Si comienzan a proliferar en los aeropuertos los señores a la espera del viajero con un cartel, los taxistas pedirán lo que quieran. pero van a tenerr muy difícil que consigan erradicarlo.
Félix, coincido con tu argumento #010
Los taxistas tienen una excelente oportunidad para competir: precios + valor añadido en sus servicios.
Innovar implica pensar y si las ideas no surgen siempre existe la opción de formarse y/o compartirlas con otrxs.
Gracias.
Yo creo que sería aún más revolucionario que las empresas (hoteles, hostales, etc. y taxistas, empresas de autobuses, etc.) hicieran lo mismo que están haciendo Airbnb y Uber, que no es más que usar nuestros datos. Por ejemplo, se podrían optimizar las horas de salida de los autobuses en función de la gente que desee en cada momento tomar determinada ruta; quizás sería mejor directamente suprimir las rutas establecidas e incluso hacer las paradas fuera de las paradas oficiales.
Quizás es difícil planificar un sistema que funcione realmente bien; unas empresas podrían intentar sabotear los datos de otras, pero yo creo que a alguien se le ocurrirá cómo hacerlo.
Creo que es preferible este servicio ofrecido por empresas que la sharing economy, pues existe mayor homogeneidad en el servicio y es más fácil conocer la reputación de la empresa que de un particular (no me fío mucho de la reputación otorgada en sitios tipo Amazon y similares).
#010. Muy fácil Félix, un agente autorizado o un representante de la fiscalía solicita el servicio de Uber, aparece el vehículo, lo transporta, paga, y una vez finiquitada la transacción comercial ilegal (que eso es y no un poolcar, ni la llegada del tío Juan que nadie conocía de la Argentina en Barajas), se identifica como agente de la fiscalía y se pide la intervención policial para secuestrar el vehículo, formular denuncia contra el conductor, y para no ser egoístas, se informa a hacienda de quien parece ser a todas luces un evasor recurrente.
Lo que es imposible es que Uber sepa cuándo está recibiendo una solicitud de servicio de algún agente fiscalizador y cuándo está recibiendo una solicitud de servicio real.
#13 Mario:
Si es tan fácil, entonces no hay nada de qué preocuparse, ¿no?
Ya sabemos qué pasó con la Ley Seca, y qué pasa con la prostitución en aquellos países donde está prohibida, con las descargas p2p, con las drogas… si hay demanda de un sector importante de la población te va a resultar muy difícil pararlo.
Digo yo que sería mejor quitar las licencias cerradas y las tarifas reguladas. Solo con eso, los taxistas podrían resistir sin problemas la competencia de Uber.
Creo que habría que añadir a BlaBlaCar.Son modelos de servicios que podríamos llamar colaboracionista. Los prestadores del servicio, saben como lo quiere la otra persona, pues están identificados con él ,o lo utilizan. Esa es la verdadera «atención al cliente» que se ha perdido en el marasmo de normas y gravámenes que no son garantía de servicio, solo de inmovilismo y recaudación.Contra eso es lo que hay que rebelarse, ese es tu enemigo señor taxista y hotelero : La burocracia.
#013 Mario
Con el mismo método se podrían detener a todos los vendedores de droga, pero resulta que incitar a un delito invalida la prueba.
Digo yo que sería mejor quitar las licencias cerradas y las tarifas reguladas
Menos mal que tú no eras un libertario económico… ¿Quitar tarifas reguladas? ¿En los taxis? Jejejejeje. Dios, no tenéis límites para decir gilipolleces. Ahora entiendo que la gente pueda decir según qué cosas por Twitter y se quede tan ancha. Como dice la madre de uno de los detenidos, es cuestión de imbecilidad supina, no de que sean realmente exterminadores de judíos.
#16 ¿¿?Incitar al delito?¿?
Espectacular… Más bien espeluznante… ¿No tenéis límites?
Extracto de los objetivos de la fundación P2P que ampara movimientos como AerBnb y Uber http://p2pfoundation.net/P2P_Foundation:About
La Fundación para Alternativas P2P propone ser un lugar de encuentro para aquellos que en términos generales pueden estar de acuerdo con las siguientes ideas, principios rectores y propuestas, que también se discutían en el ensayo o un libro en curso, P2P y Evolución Humana:
— que la tecnología basada en peer-to-peer refleja y tiene el potencial para un cambio de conciencia hacia la participación individual y en red
— que el formato de «red distribuida», en las relaciones de igual a igual, es una nueva forma alternativa que marca el comienzo de una era de la «democracia no figurativo’
— que crea un nuevo dominio público, una información compartida, que debe ser protegido y ampliado, que requiere cambios fundamentales en el régimen de propiedad intelectua
— que los principios desarrollados por el movimiento del software libre, en particular, la Licencia Pública General, ofrece modelos para otras áreas de la vida social y productiva
— que vuelve a conectar con las tradiciones más antiguas de la cooperación de los trabajadores y campesinos.
— que ofrece a los jóvenes una visión de renovación y esperanza, para crear un mundo que está más en consonancia con sus valoresd civil,
— que combina nuevos valores, nuevas relaciones, una tecnología que permite nuevas formas de organización
Proponer que se quiten las tarifas reguladas es ser un libertario económico… lo que hay que oír…
#20
Pues sí, un libertario y un liberticida que no tiene ni puta idea. Porque ya estamos viendo en qué acaba lo de «no me pongáis límites, que yo sabré dónde están». Acaban en eso: trampas, tramposos, desequilibrios y desajustes.
En prácticamente todo el mundo el precio del taxi está regulado por unos límites porque si no llegaría un libertario como tú y haría lo que quisiera con aquellos que saben que no van a volver -u otras circunstancias-. Entonces se daría la paradójica circunstancia de que un libertario (por no decir otra cosa) como tú acabaría, al cabo de un par de meses, defendiendo de nuevo la regulación. De hecho, nadie se subiría a un taxi sin saber que tiene unos precios prefijados.
Una desregulación total en los precios, sobre todo en según qué sectores, es la misma subnormalidad que defenderla en los salarios.
¿Qué piensas de la desregulación total en las cantidades salariales, Krigan? ¿También quitamos límites? ¿O ya no te parece tan interesante?
Observador:
Si exceptuamos el salario mínimo, que es una regulación que me parece bien, los salarios en este país están desregulados. No los establece el estado, sino la negociación colectiva (o la individual en algunos casos).
¿Cuántas personas conoces que solo cobren el salario mínimo? Lo pregunto porque ya me veo venir tu burrada de pretender comparar el salario mínimo con las tarifas de los taxis. Consulta en el diccionario la palabra «mínimo» si no entiendes su significado.
Sigo sin entender por qué los precios de casi cualquier producto o servicio están desregulados, y sin embargo las tarifas de los taxis están reguladas. No hay ni la más mínima justificación para ello. Si conoces alguna, ya tardas en decirla. Yo, desde luego, me subiría a un taxi con precios desregulados de la misma manera que me subo a un autobús con precios desregulados. Primero pregunto el precio, y si me conviene lo cojo, y si no, recurro a otro medio de transporte.
De hecho, el problema de los taxistas es que la gente sí está más que dispuesta a subirse a los coches con precios desregulados de Uber. Si tan solo pensases un poco las cosas antes de aporrear el teclado…
#023 Comentario para enmarcar, Krigan…
Ahora se entiende todo.
Ejercicio para después del colegio sobre práctica económica real: imagina un pobre inglés que va a España a darse una vuelta por Sevilla. Se sube en el autobús y luego se sube en un taxi. Imagina que los dos vehículos tienen la tarifa «desregulada».
¿En cuál crees que tiene más probabilidades de ser estafado el pobre guiri que tiene toda la pinta de que no vaya a volver? ¿En el autobús, en el que el conductor es un empleado de empresa, o en el taxi, cuyo conductor es un autónomo? ¿En el autobús, en el que hay otras 25 personas en él que también han sacado el mismo billete y tiene un trayecto fijo, o en el taxi, que va el guiri y sus maletas recién llegadas con miles de variables? Porque… Si desregulamos la tarifa y al guiri no se le ocurre preguntar, ¿cuál sería para ti el final de la película? El taxista le cobra lo mínimo y además le pone las maletas en la puerta, ¿no?
Venga, campeón, que después de esta te presentamos de Ministro de Economía, que desde luego darías para ello…
Imagínate cuando tengo que leer lo de «aporrear el teclado» y «pensar»…
En serio, ¿no tenéis límites para decir tonterías? Imagino que Einstein tenía razón y la imbecilidad es infinita… ¿Eso lo va a arreglar Facebook, Google o Twitter? Es que no me queda claro. Lo de la imbecilidad infinita, me refiero.
Yo, desde luego, me subiría a un taxi con precios desregulados
Tú te subirías a uno hasta que te pegaran tal palo que volvieras con el rabo entre las piernas diciendo: «es que yo me refería al mundo que tengo en la cabeza».
Como no me cansaré de decir, vosotros de antropología económica tenéis lo que viene siendo NI PUTA IDEA (así, en maýusculas y negrita). Y así os va seguir yendo, obviamente.
Observador:
El pobre inglés es un caso minoritario, la gran mayoría de las veces son españoles los que cogen taxis en España. Además, el pobre inglés no solo coge taxis, también va a hoteles, restaurantes, compra postales, souvenirs, nada de esto tiene precios regulados… y si va a Barcelona tal vez use Uber en lugar de un taxi. Ese pobre inglés ya ha usado Uber en Londres y ha quedado muy satisfecho.
El caso es que ahí sigues, aporreando el teclado sin pensar.
Uffff… Como esta el patio.
Interesante articulo. UQe duda cabe.
No conocia la extension que están teniendo estos «servicios»
Por lo demás… no es mas que el milenario debate entre Aritotels y Platon, Comunitarismo y Liberalismo, Republica y Monarquia…
Tema irresoluble, por lo que veo.
Y lo que nos queda.
;-)
En el caso de Uber las tarifas están claras: un mínimo de dinero al coger el coche más un pago por uso en funcion de los kilómetros y el tiempo del trayecto, exactamente igual que un taxi. Con la seguridad añadida de que el trayecto queda geolocalizado con GPS en la plataforma y así se queda registrado si alguien te ha dado un «paseo» de ir de A a B. Aparte tienes la forma de poder valorar al conductor y créeme que una mala opinión hace más daño que una queja que le puedas poner a un taxista porque los demás usuarios la verán al intentar coger ese taxi. Es como si una queja a un taxi tradicional la tuviera que llevar impresa en el taxi y cualquiera que subiera la pudiera ver.
Un blog muy interesante a cerca de la regulación en la economía colaborativa: http://ecolaborativa.com/ . Tiene una entrada reciente sobre el tema de Uber:
http://ecolaborativa.com/2014/04/16/historias-de-uber-situacion-legal-del-ridesharing/
#025 No, Krigan, no. El que aporrea el teclado eres tú, que llevas diciendo tonterías desde que un día un buscado me escupió este blog. En la película el pobre inglés se entera de que le han tomado el pelo y por eso entiende que en UK y en gran cantidad de países del mundo o bien el precio se establece por tiempo, o bien por distancia. Para el taxista palero, el asunto no reviste mayor gravedad ya que él piensa que el inglés es tonto y hasta le cuenta al del bar que le ha sacado unas perras. Entonces nuestro pobre desgraciado entiende el porqué el caso del taxi está a mucha distancia del caso del autobús y que no todos los casos se pueden mezclar torticeramente como haces tú. Por supuesto su caso se hace viral dentro de su núcleo más inmediato.
Esto es lo que te cuenta el inglés: «This is not some philanthropic friendly society, it’s an American monster that has no qualms about breaching any and all laws in the pursuit of profit, most of which will never see a penny of tax paid in the UK.
Uber, funded by Google, Goldman Sachs and others, has a stated aim of challenging legislation that is not compatible with its business model,
Porque, entre otras cosas, el británico no es un gilipollas al que Google convence con «no hagas el mal» y «te damos nuestros servicios gratis». El inglés sabe de qué va la película de la economía, porque ellos mismos la fundaron.
El resto sólo son gilipollas teorizando sobre lo que podría ser… Y al final no es. Ya verás tú dónde queda Uber en UK en no mucho. Y tú seguirás diciendo tus gilipolleces, porque aporrear el teclado es también gratis, afortunada o desgraciadamente.
Y no será un capricho ni que los tribunales estén pagados por el lobby del taxis, será simplemente justicia y lógica social basada en algo más que «así me sale más barato», que es uno de los diez mandamientos del imbécil típico de zonas que ya sabemos.
Observador:
Sí, hombre, sí, todo el que no piense como tú es tonto perdido, eso ya ha quedado claro. Pero el caso es que es un pelín contradictorio el afirmar al mismo tiempo que Uber es un peligro mortal para los taxistas, y que nadie va a querer usar Uber después de haberlo probado. Después de varios mensajes, sigues teniendo serias dificultades para comprender que estás cayendo en esta contradicción.
¿Reformar la normativa de los taxis para que estos sean competitivos? No, por Dios, eso sería el Apocalipsis. Mejor nos enrocamos en la ley actual, y comprobamos a ver si la represión legal salva a los taxistas. Oye, que igual la represión funciona, a veces lo hace, pero otras veces no (¿recuerdas a las discográficas?). Y como mínimo supondrá un enfrentamiento entre los taxistas y su clientela, una situación que no le deseo a ninguna empresa ni autónomo.
Entretanto, Uber sigue expandiéndose, precisamente porque lo usa cada vez más gente (sí, también en Londres). Qué malvada que es la gente, ingleses incluidos, que no quieren pagar las tarifas reguladas de los taxis. ¿Cuál es el plan B si la represión no funciona? ¿O no hay plan B?
#27 Leras:
Muy interesante ese enlace.
Pero el caso es que es un pelín contradictorio el afirmar al mismo tiempo que Uber es un peligro mortal para los taxistas, y que nadie va a querer usar Uber después de haberlo probado.
No es Uber, ni los taxistas, es el modelo que hay debajo, que es absolutamente insostenible por muchas razones que comprenderás en no mucho tiempo. Unos se darán cuenta antes, otros después. Otros modelos podrían funcionar, pero ese no. Y entonces vendrás por aquí a contarnos alguna de tus películas sobre lobbies, jueces y sistemas. Dans style.
Próximamente en los peores blogs.
El futuro cada vez más cerca:
http://es.engadget.com/2014/05/27/google-auto-sin-conductor-sin-volante/
En mi opinion se esta creando una bolsa de economia en dinero negro que esta evadiendo a las arcas del estado miles de millones de euros con los que se podrian estar arreglando muchas cosas. Por poner un ejemplo, en España hay aproximadamente 100.000 taxistas que en su mayoria son autonomos y pagan de media 300€ al mes de cuota. Al año son 360 millones de euros. Bien, en el caso de uber, en caso de funcionar, perfectamente triplicaria el numero de conductores por lo que estariamos hablando de un fraude a la Seguridad Social de al menos 1080 millones de euros anuales, que para los que se mueven todavia en pesetas son 179.696.000.000 (179.696 millones) y eso sin valorar la evasion de impuestos en irpf o iva. Algunos diran que es decision de los conductores pagar impuestos, pero el problema es que con las tarifas que cobran y pagando a uber el 20%+iva de la recaudacion mas los gastos de combustible y mantenimiento del vehiculo pues sencillamente no salen los numeros. Y o bien Uber prescinde de parte de su porcentaje o bien suben las tarifas. Me dacanto mas a que subiran las tarifas para cuando tengan la posicion dominante de mercado. Pero lo que no es eleccion pero si obligacion es que la Agencia Tributaria y la unidad de delitos informaticos de la policia persigan estas actividades interviniendo la informacion contenida en los servidores de estas empresas, de conductores en el caso de uber y la de propietarios en el caso de Airbnb con el fin de sancionar segun el marco regulador las infracciones cometidas por aquellos que han elegido o se han visto obligados a no declarar sus ingresos. Y es facil de controlar ya que todas las operaciones quedan registradas en los pagos con tarjeta.
Un modelo de sharing economy es tudomus.com. aunque está iniciándose, es un modelo que permite a los usuarios ser partícipes del negocio inmobiliario. Estos desarrollan diferentes roles de la cadena de valor inmobiliaria y participan de las ganancias.
Debemos tener en cuenta que el sector inmobiliario en España siembra ha sido sospechoso de muy atomizado, poco profesional, por lo que Tudomus tiene una gran oportunidad de hacer las cosas muy bien para darle un nuevo aire.
Si las reglas del juego implican comprar licencias para operar pues que los que entren las compren ¿no?.
Si los que hasta ahora ofrecian el servicio de taxi tuvieron que comprar una licencia porque era lo que exigia la ley, pues quien promueve un cambio de ley debera compensar a los afectados para compensar esa perdida patrimonial, o sino la administracion estaria incurriendo en un fraude de ley y seria esta la que deberia pagar indemnizaciones con cargo a las arcas publicas.
Uber es una multinacional que de la mano de gigantes como google y goldman sachs quiere reventar mercados y monopolizarlos, esta empresa esta valorada en mas de 17.000 millones de dolares, asi que si quieren quedarse con el negocio del taxi de España pues que cojan un poquito de ese dinero y compren todas las licencias del pais y a partir de ahi que empiecen a abusar de los usuarios con sus tarifas variables en funcion de la demanda, como hacen en Nueva York donde en las pasadas nevadas el que queria un coche uber debia pagar un incremento de hasta el 800% de la tarifa o si no ahi te quedabas tirado.
El sistema se aprovecha de las posibilidades de los smartphones y te varian la tarifa, si hay poco coche libre y quieres uno, pues sera para el que mas pague, y el resto de los mortales a jod…. Es el sistema capitalista, primero los ricos y los pobres ya veremos.
Desde el sentido común, y sin haber hecho un estudio detallado de la situación, entiendo que dos de los principales motivos para regular un sector son (a) que es un sector de «necesidad» y no quieres dejar fuera parte de la población en base a su poder adquisitivo y (b) que es un sector potencialmente de riesgo (salud, físico) y quieres evitar que la gente, por falta de información, ponga en peligro su salud o vida.
En el caso del taxi creo que el punto (a) (al que muchísimos de los taxistas y algunos de los comentarios – ver 035 como ejemplo- se refieren) no aplica. Puede entenderse la «necesidad» en otros transportes públicos (metro, autobús, tranvía) o algunos transportes especiales (enfermos, discapacitados, personas mayores, ..) pero mover a personas que pueden usar perfectamente otros métodos de transporte tiene que ser cuestión de elección personal. Y la elección permite un modelo desregulado (el mercado acaba equilibrándose). Que te cueste un 50%, 100% u 800% más un uber en hora punta (y sí, esto pasa) es parte del precio a pagar. Y, siendo positivos, a lo mejor esto garantiza que si realmente necesitas un coche puedas tenerlo.
Por el otro lado, creo que lo que sí aplicaba y lo que ha cambiado (increíblemente, los que protestan hoy aún no lo han entendido y aluden a esto como motivo para tener miedo de uber) es el punto (b). Hasta hace un tiempo, la garantía de que tendrías seguridad en tu transporte era el taxi con licencia. A día de hoy, como bien apunta otro comentario, existen mecanismos que son mucho más exigentes con el prestador del servicio. Una mala atención, una conducción peligrosa, una ruta «extrañamente» larga, un conductor durmiéndose o un taxi en estado de limpieza lamentable (situaciones que estoy seguro que más de uno ha vivido personalmente en taxis «regulados» en cualquier ciudad española) implican en servicios como uber una muy mala valoración y, como consecuencia, una pérdida inmediata de clientes o incluso la pérdida de la posibilidad de ofrecer servicios en la plataforma. En mi opinión, este modelo da muchísimas más garantías que el modelo actual de los taxis. Además, fuerza a ir hacia un entorno dónde desde el sector servicios volvamos a entender que, básicamente, vivimos de dar un servicio de calidad y valor añadido a los clientes y no de aprovecharnos de los clientes cautivos amparándonos en el «status quo».