Los tribunales, a veces, se equivocan. Y cuando lo hacen, generan leyes y jurisprudencia absurda, y lo que nos toca es plantearnos qué es lo que perdemos todos con la aplicación de las mismas. En este caso, el error es de bulto, grave, capaz de subvertir la esencia de la red tal y como la conocemos, o de comprometer algo tan importante y tan legítimo como el derecho de las personas a obtener información veraz y no sometida a filtros.
Que la red ofrezca información que no nos gusta cuando buscamos nuestro nombre en ella es algo que nos puede pasar a todos. Yo mismo eliminaría unas cuantas páginas que ofrecen información incorrecta o que no me gusta sobre mí, publicada por error, procedente de malas interpretaciones, o directamente con mala intención. Seguramente, en algunos casos, incluso denunciable. Sin embargo, no lo hago. Y no lo hago no porque esa información sea más o menos importante, sino porque entiendo que lo que un buscador debe hacer es buscar. Si la información realmente no debería estar ahí, podría irme a la fuente en la que se publicó y reclamar su borrado, pero nunca ir a quien la indexa, porque lo único que hace – y lo único que debe hacer – es eso, indexar lo que hay.
Como usuario de un buscador, valoro enormemente que esa herramienta sea capaz de ofrecerme lo que la red – toda la red – dice sobre un tema o una persona determinada. La propuesta de valor de ese buscador se debilita si únicamente puede ofrecerme aquello que «alguien ha decidido que quiere que aparezca». La idea de pasearme por las hemerotecas arrancando páginas de periódicos porque la información que ofrecieron era errónea o simplemente no me gusta me parece alucinante, totalmente digna del «Ministerio de la Verdad» imaginado por George Orwell en «1984«.
Lo que Mario Costeja ha conseguido es matar la propuesta de valor de una de las herramientas más importantes que ha creado la civilización humana: la que permitía acceder a toda la información. Su empecinamiento en censurar a los buscadores y en eliminar de ellos esta referencia ha generado un precedente que nos lleva a que, a partir de ahora, ya no podamos confiar en que un buscador – Google, o el que sea, incluyendo los que se puedan desarrollar a partir de ahora – nos devuelva información veraz y no sesgada. Se empieza por «elimina esto porque ya no es cierto», se sigue por «esto no quiero que salga porque me desacredita», y se termina por «elimina los enlaces a esa foto porque me han sacado por mi lado malo». Es, sencillamente, una barbaridad, una estupidez, un intento de defender un supuesto derecho de los individuos, exagerado hasta la hipérbole, perjudicando el derecho de todos a acceder a la información. Lo que se supone que va a ocurrir ahora no es que la información que molesta a sus protagonistas desaparezca, sino que tendremos que utilizar herramientas que nos pongan una especie de «venda en los ojos», que solo podremos ver lo que determinadas personas quieren que veamos. Eso no es un derecho: es una aberración.
El olvido no es un derecho. El olvido es un proceso fisiológico que tiene lugar en el cerebro del que olvida, no algo que tenga lugar en función de los deseos del olvidado. No se olvida cuando alguien quiere que se olvide, se olvida por otros motivos. No nos pueden obligar o olvidar, y plantearlo es sencillamente atroz. Otorgar a alguien el supuesto derecho a «borrar su pasado» no tiene ningún sentido, y mucho menos si lo que hacemos es eliminarlo no de las fuentes, sino de las herramientas que lo indexan. Lo que tenemos que plantearnos ahora es qué va a pasar cuando semejante planteamiento absurdo caiga en manos de los poderosos, de los gobiernos, y de los que de verdad tienen un interés serio por «modificar» su pasado y el modo en el que este aparece en la red. Esperar y ya veréis qué bonito, cuando la red se pueble de informaciones eliminadas porque a una empresa no le gustaba lo que un usuario decía de ella y ha logrado una orden que le permite quitarlo de los resultados de búsqueda. Ya veréis… una delicia. Cuando las órdenes de retirada de enlaces a contenidos se cuenten por cientos de miles, o por millones. Cuando se genere una «internet paralela» que nadie pueda indexar. Muchas gracias, Mario Costeja, espero que te cunda tu «derecho al olvido».
Con el tiempo, vamos a abominar intensamente este supuesto «derecho» que Mario Costeja y el TJUE se han sacado de la manga. Bienvenidos a un mundo infinitamente menos transparente, en el que la información «desaparecerá» misteriosamente en virtud de todo tipo de «preferencias». Ya veremos qué tipo de derechos protegemos, de quiénes, y qué bonito va a ser el mundo cuando por obligación tengamos que verlo todo a través de un cristal de color rosa…
(This article is also available in English in my Medium page, “Thank you Mario Costeja, but we won’t be forgetting you anytime soon…«)
Hola Enrique.
Estoy de acuerdo con tu punto de vista. Aunque en principio podría alegar algunas cuestiones legales, básicamente referidas a evitar la estigmatización perpetua por circunstancias o conductas ya superadas, es claro que no se puede cargar contra el motor de búsqueda. Es un error concebir un derecho a que se borre de la internet todo dato que «cause perjuicio» a alguien, y el argumento de Mario Costeja es sencillamente ridículo: «Según Google, sigo siendo casado y deudor». Según Google no, según un aviso publicado por un diario español hace diez años por mandato de la ley; cualquier persona con dos dedos de frente sabe que ese aviso era cierto en la fecha que se publicó, no ahora. Tienes razón, cuando de internet se borre a pedido toda referencia negativa sobre todo el mundo…, pues bonita se va a poner la gloria.
Lo mas evidente es que quien mas tenga que esconder será quien mas interés tenga en que se «olvide» lo que ha dicho o hecho en un pasado mas o menos reciente.
El problema es que SÍ se puede, y se debe, cargar contra el buscador. El buscador tiene una base de datos que contiene datos de carácter personal. Y, al menos en España, esos datos pueden ser accedidos, retirados, etc. de acuerdo a la LOPD.
Si Google opera en España (es más, tiene una base aquí) tiene que atenerse a la legislación española.
Otra cosa es que TAMBIÉN haya que cargar contra la fuente para que actúe conforme a la ley en cuanto a nuestros datos. Sí, ya sé lo que me diréis. Entonces también habría que cargar contra los Boletines Oficiales. Pues tampoco me parece bien que mantengan datos personales en ellos. Es más, no me parece correcto que simplemente los publiquen.
Ser un buscador no da derecho a no cumplir la ley, y esto es lo único que ha dicho el TJUE. Nada más.
Ahora, está de la mano de la AEPD (y de las correspondientes similares europeas) dar razón o no a la avalancha de denuncias que tendrán.
Otra cosa.
Enrique, me suele gustar tu modo de pensar, pero aquí te equivocas, creo. La información anticuada y errónea no es información. La información ha de ser (como se oía en aquel anuncio de aquella agrupación) leal, honesta, veraz, legal (no recuerdo si me falta alguno) y, añado, ACTUAL y ÚTIL. Si no, simplemente no es información.
Se me olvidaba en el comentario anterior.
Es que por más vueltas que le doy más me convence la sentencia. Un buscador, al menos Google, guarda información de cómo eran las páginas que visita, incluso cuando estas cambian o ya no están disponibles. Lo llaman su copia en caché.
Por tanto, por mucho que se vaya a la fuente y se modifique allí, la copia en caché de Google seguirá igual. Digo yo que tenemos derecho a actuar también sobre esta copia. ¿o no?
Y si pagas tu pena después de haber sido condenado ¿No tienes derecho a volver? ¿Por qué tienen que «marcarte» para siempre? El Derecho en la «vida real» no lo hace ¿no? ¿Por qué en internet si, Enrique?
La cuestión es que un tipo quería ser olvidado y lo que ha conseguido es salir hoy en todas las noticias y ser entrevistado en todos los medios. lo que debería de hacer Google es Directamente dejar de indexarlo y ya veríamos como se lo tomarían dicho sujeto y su ego.
#003: No, la información es información. Errónea, anticuada o no. No puedes erigirte en juez que decide lo que tenemos y no tenemos derecho a leer. Si quiero leer información anticuada, sesgada o no veraz, es MI problema, no el tuyo. ¿De verdad lo que pretendes es regular lo que podemos y no podemos leer? Perdona, pero alucino…
¿Qué porcentaje de lo que dice determinada prensa es verdad? ¿Lo eliminamos todo?
#005: No, el derecho en la «vida real» (la red es tan real como lo que está fuera de la red) NO lo hace. El derecho en la vida real no te obliga a eliminar las páginas de los diarios en los que se escribió sobre tu delito, ni a borrarlo de los noticieros, ni mucho menos a que alguien te diga dónde encontrar información sobre el tema, que es lo que hace un buscador.
Estoy completamente de acuerdo con Luján, una información que no se corresponda con la realidad, no es información, es un estigma absurdo que puede condicionar y dañar el presente de una persona. Es una condena indefinida.
La sentencia solo pretende salvar el derecho al honor y a la intimidad que muchos defendemos y no es aplicable a todos los casos ni será siempre estimado, de hecho, deja margen a los buscadores a que decidan si esta justificada la solicitud.
Otro aspecto, es que esta sentencia tampoco pretende ir contra el derecho a la información, que siempre se impondrá sobre el derecho del ciudadano en particular, por eso la AEPD no arremete contra la Vanguardia ni le pide la retirada del artículo, que es quien publica, sino con el buscador.
Lo que yo creo es que una cosa así no merece la categoría de ley especial para Internet. Existen leyes que velan por el derecho al honor a la intimidad y la propia imagen. Internet no es un espacio excepcional. Lo que hacen algunas leyes es ir más lejos de lo recomendable en la supuesta defensa de ciertos derechos para así adoctrinar a la justicia sobre ciertas garantías tendenciosas y arbitrarias.
Enrique, tu postura en plan alegato, no me convence. Tu puedes haber renunciado a ciertos derechos porque también tienes derecho a eso, pero no puedes imponer esas renuncias en nombre de los demás y para todos los casos. Una cosa es el absurdo derecho al olvido y lo otro el derecho a la reparación de un daño.
Tampoco deberías asumir que jamás beberás de ese agua, porque la necesidad de justicia nunca se sabe donde, como y cuando pueden presentarse ni con que intensidad. No todas las situaciones son equiparables. No tiene nada que ver el derecho al olvido, con el derecho a la reparación del honor.
En la mayoría de las circunstancias, judicializar ciertas ofensas y ciertas difamaciones no sirven más que para engrosar las cuentas de abogados y procuradores e igualmente para perjudicar aún más la propia imagen, pero me niego a banalizar derechos tan importantes y sensibles.
Incluso se pueden dar las circunstancias de que la renuncia a la autodefensa se convierta en un acto de egoísmo y de comódidad. Si la persona que actúa de forma ilícita, está causando mucho daño a mucha gente desde la más absoluta impunidad y toda la buena gente que sufre esos abusos se niega a hacer nada, por decirlo de algún modo, el mal triunfará. Insisto que no conviene confundir el derecho al honor con el inventado derecho al olvido.
Enrique, en temas legales las cosas rara vez no son negras o blancas y tu artículo hace un énfasis excesivo sobre lo absurdo de defenderse en Internet.
El caso al que tú te refieres efectivamente parece viciado y tendencioso. Consagra un estúpido derecho al olvido, un derecho más que cuestionable. En lugar de proteger derechos es liberticida porque atenta contra la libertad de expresión y contra el sentido común.
Lo de no defenderse ante un ataque al honor, ha de ser un derecho más, es decir, opcional, nadie está obligado a defenderse y tampoco será conveniente hacerlo en la mayoría de los casos, pero si ese derecho fundamental no existiera lo echaríamos muy en falta.
Un día descubrirán una manera de acceder al cerebro para eliminar de ella determinada información y tu ex-pareja podrá alegar este mismo derecho al olvido para poder forzarte a eliminar los buenos recuerdos de cuando estabais juntos.
En mi humilde opinión creo que comparar un buscador con toda la libertad de la red es pasarse…. además desde que existen las cokies ya hace tiempo que al buscar algo esta búsqueda esta dirigida y en parte censurada…
otra cosa es que el lado oscuro se aproveche de este supuesto legal….
Los primeros en acogerse a este «derecho» serán los corruptos y estafadores, ayudados por su corte de abogados. Conseguirán aparecer como inocentes corderillos.
#007 Enrique,
Perdona, pero SÍ es MI problema que tú leas información errónea o anticuada, si esa información es sobre mí, ya que esa información podría vulnerar mi derecho al honor. Y mi derecho al honor, igual que el tuyo o el de cualquiera, es superior al derecho de cualquiera a informarse.
Supongamos:
tengo 40 años y hace 22 tuve un accidente de coche del que casi no salgo nada más estrenar el carnet. Desde entonces, ni una multa, ni un toque al aparcar. Vamos, el conductor perfecto. Voy a pedir trabajo de conductor y resulta que la empresa se pone a buscar mi nombre en Internet y encuentra la noticia de que me despeñé con el coche hace 22 años. ¿En serio crees que esta empresa tiene derecho a leer esta información y, por tanto no contratarme, mientras yo no tengo derecho a que se retiren mis datos de esta noticia?
Eso sí que es para alucinar.
Yo no, ni nadie, se erige en juez de lo que se puede leer. Eso es censura. Responder a un derecho, no.
La sentencia abre la puerta a que se ejecuten rectificaciones que ampara el derecho. Otra cosa es que todas las demandas de rectificación de verdad sean amparadas por derecho. De esto se encargará la AEPD y las equivalentes europeas o los juzgados. Y es un paso muy importante que has obviado en tu artículo.
Y si yo, por ejemplo colgase en mi página web información que he buscado a través de Google y que es denunciada amparándose en este «Derecho al olvido», ¿también se me obligaría a quitarla?
Y es más, ¿Google también tendría que conseguir que no apareciese en las búsquedas? En ese caso, ¿cómo van a encontrar esa información? Se necesitará un buscador para buscar la información que se deba dejar de mostrar en las búsquedas, ¿no?
Cuanto más lo pienso más ridícula me parece esa decisión judicial que muestra un desconocimiento total de la tecnología y de cómo funciona internet. Es como legistlar contra la ley de la gravedad, que no te lleva a ninguna parte
Enrique, esta vez estoy de acuerdo contigo.
No se han calibrado las consecuencias de esta «censura». Como he leído en una análisis anglosajón, en vez de adaptar las leyes (directiva de protección de datos) a la realidad de Internet, quieren que internet se adapte a la directiva de protección de datos….
No sólo buscadores, sino cualquier infomediario como las redes sociales, o empresas que tratan información de terceros como axesor o einforma, sus informes pueden no ser reflejo de la realidad, si un mal empresario solicita su borrado. Quizás la manera de atajar esto, sea montar la sede social de las empresas en Marruecos, y subcontratar a la verdadera empresa española que sólo será encargada del tratamiento (un disparate, cuando se pretende poner puertas al campo).
Por otra parte, la victoria y satisfacción de la AGPD española me parece absurdo, con declaraciones de sheriff del Medio Oeste En declaraciones a la Cadena SER, el director de la AEPD, José Luis Rodríguez Álvarez, ha señalado que gracias a esta sentencia «los europeos vemos muy reforzados nuestros derechos en Internet frente a las compañías que actúan en él». El director de la AEPD recalca que a partir de ahora Google deberá tener en cuenta que «no puede actuar en Europa al margen de la ley, como pretendía». que con otro disparate legislativo, judicial, equiparable a la ley de cookies que ha poblado de pop-ups todas las webs europeas, pero que no ha impedido que los «malos» abusen en el seguimiento de la navegación (lo que querían evitar), mal que por otra parte con medidas técnicas como la navegación de incógnito se resuelve.
Por último, este comentario en la noticia del mundo, me parece muy acertado: Como ciudadano respetuoso de la Ley y las normas, y sin nada que esconder el único resultado que entiendo que esto tiene es que los ciudadanos ya no sabremos si alguien con quien tratamos es un moroso, un mal empresario, un delincuente, etc. Curiosa la paradoja de ser una sociedad que por un lado pida «memoria histórica» y por otro «derecho al olvido».
Derecho al olvido, memoria histórica, donde se pisan?
otra cosa, podría pasar esto??…
«hola soy nieta de franco, borren todas las criticas a mi abuelo que tengan indexadas porque me desacreditan como persona»
resultado: mi abuelo tuvo una vida maravillosa
Vamos por partes, que cuando los tecnólogos os metéis en campos jurídicos la soléis cagar bastante bien.
1.- Se cumple mi profecía de que en cuanto las sentencias fueran contrarias a los actores digitales, los jueces dejarían de ser buenos para pasar a ser el coco.
2.- En realidad tienes algo de razón, Enrique, los tribunales se han equivocado en una cuestión, pero tú yerras en otra. La mecánica de lo que debería ser este tema está clara, pero no tengo tiempo de exponer el tema (que en realidad no debería ser tan complicado de solucionar), así que en resumen diré: es una sentencia injustamente justa.
3.- Esto ya entraba dentro de los cálculos de Google, pero se han ahorrado mucho personal hasta que los jueces entienden de qué va la película. Que es el mismo modelo que ha ido sucediendo con las apuestas, los sitios piratas, etc.
4.- Deseando estoy leer a Krigan, ese defensor de los jueces (sobre todo cuando las sentencias son acordes a sus ocurrencias).
Aunque es discutible esta decisión creo que tienes razón en tu argumentación.
Un saludo cordial.
Por poner un ejemplo, ES SOLO UN INFIMO EJEMPLO DE LO QUE HAY A MANSALBA Y VA A HABER, os acordais del «Maestro Shaolin» ese que salia en programas de television, fue entrevistado por Punset … bueno resulto que era un asesino de prostitutas en fin … resulta que se codeaba en el alto nivel de los medios porque se presentaba con un puñado de titulos de doctor en antropologia y demas, lo típico, chocaba esto con la manada de tonterias y cosas absurdas que decia en las entrevistas … por supuesto que todo esto era mentira, debido al asesinato de la prostituta se puso en evidencia que no tenia esos titulos universitarios … en fin esta claro, el negocio de empresas que son capaces de fabricarte una imagen y falsificarte cien titulos va a ser evidente. Esto se junta con la naturaleza de internet y la informatica, yo puedo colgar una imagen mia poniendo mi rostro con un cuerpo de Schwazeneger o bien con un cuerpo de lajartija, nadie sabria cual es mi perfil REAL … internet el imperio de la falsificacion de la falsificacion de la falsificacion ∞ ∞ ∞ ∞ ∞ , tambien por poner otro ejemplo que se venga ahora todos los hijos de Gadafi eran multidoctorados en varias cosas por universidades mas prestigiosas y por otro lado bronquistas y conductores borrachos, las dos informaciones estaban por ahi … y esto ni empieza es la punta del iceberg lo que se ve
Luján se equivoca pero groseramente por ignorancia. Soy periodista y he ejercido por 5 años. Actualmente me dedico al marketing. Lo suficiente como para saber que nosotros que hemos estudiado las ciencias de la comunicación sabemos como conocimiento básico que la información NO es solo actual y útil como lo llama. La información señor Luján, es todo aquello que es relevante para los intereses de una población. Sea pasada (eso se llama antecedentes) o actual. El que sea útil lo juzgará a quién le haya servido, no usted. Su derecho al honor se construye sobre la base de una verdad, no en base a borrar lo que me desacredita por situaciones ciertas de las que yo mismo he sido responsable. Su honor se daña cuando lo calumnian; no cuando queda registrado un antecedente negativo real que usted mismo ha generado. Sus ejemplos se caen por si solos. Lo dicho por Enrique sencillamente es contundente. «No se puede ir arrancando las páginas de un periódico porque sencillamente no me gusta». Otro absurdo más producto de la ignorancia sobre el Internet.
Más os debería preocupar que el borrar algo de Google sea como borrarlo de la vida real. Eso sí que es el Ministerio de la Verdad.
O sea, que si yo quisiera buscar para una investigación casos de antiguos morosos que ya no lo son, ahora no podré porque me será imposible encontrar esa información que ha sido eliminada del buscador.
Bueno, sí podré, porque podré ir a una hemeroteca, pero me tocará buscar «a la antigua». Porque lo de arrancar las páginas de los periódicos antiguos no está en la sentencia, ¿verdad?
Es matar al cartero, por que la información seguirá estando en red.
CENSURA con mayúsculas, han degradado una vez más todos los buscadores con sede en la comunidad europea, habrá que usar buscadores externos para ver información real y no la filtrada por empresas agresivas y depredadoras y políticos corruptos hasta la médula.
Un atentado contra la libertad de información, opacidad a la carta.
Personalmente siempre se me ha hecho difícil comprender el por que la «justicia» es garante con asesinos,pederastas o violadores reincidentes y no lo es tanto para la comunidad de ciudadanos que los sufren, ya ahora esta «justicia» también en la red.
Quizás la manera de atajar esto, sea montar la sede social de las empresas en Marruecos, y subcontratar a la verdadera empresa española que sólo será encargada del tratamiento (un disparate, cuando se pretende poner puertas al campo).
Nacho, tú eres un chapucero digno de película de ciencia-ficción. Si esa es tu solución al problema, apaga y vámonos…
Por último, este comentario en la noticia del mundo, me parece muy acertado: Como ciudadano respetuoso de la Ley y las normas, y sin nada que esconder el único resultado que entiendo que esto tiene es que los ciudadanos ya no sabremos si alguien con quien tratamos es un moroso, un mal empresario, un delincuente, etc. Curiosa la paradoja de ser una sociedad que por un lado pida “memoria histórica” y por otro “derecho al olvido”.
Hace nada Enrique defendía la privacidad antes los gobiernos mientras otros le decíamos que no pasaba nada si no habías hecho nada. Pero él, como buen abogado del diablo que es, decía que ese es un mal argumento. El caso es que ese comentario que pegas tiene razón en parte. Pero de lo que no se da cuenta el señor del comentario, quizás porque es un cínico y poco más, es que para ese tema de antecedentes ha habido siempre un registro con certificados que se pueden pedir a instancia de parte por muy poco dinero. Por tanto, este argumento se queda en lo de siempre: pura idiotez de personaje que no sabe de lo que habla.
Lo que hace el registro es eliminar esos antecedentes cuando caducan, para que a esa persona que ha cumplido con su pena no se le condene otra vez (famoso ne bis in idem). Así que, el que quiera comprobar los antecedentes de una persona por algún motivo, sólo tiene que decirle que le entregue el certificado, tal y cómo se hace en otros países y se ha venido haciendo aquí hasta que el imbécil de turno cree que Internet puede ser el sustituto de todo.
Como digo, la sentencia se equivoca en una cosa, pero su esencia es totalmente lógica y válida. Y era cuestión de tiempo. Porque hay que ser muy memo para pensar que lo digital va a remodelar la esencia legal. Tal vez sí las formas y mecanismos, pero no la esencia. Pero claro, para entender eso has tenido que leerte un par de libros, que es algo más largo que un par de tweets.
Enrique.
En este blog, hay comentarios que Tú, con todo el derecho del mundo decides si se ponen o nó….
Sin embargo, el comentario a pesar de que pueda ser erróneo, insultante…, como bien dices, #007… no deja de ser Información…
Que un gigante pierda ante una persona que simplemente, reclama el derecho a que se respete su intimidad, es una gran noticia.
A veces está bien ponerse en el «pellejo» de los demás, aunque sólo sea una persona «normal»…
Y el derecho en la vida real, no elimina páginas, ni borra noticias, pero obliga a rectificarlas en caso de que se demuestre el error.
La vida real es una cosa, y la red otra… y espero que siga así…
Enrique:
Si tanta libertad pregonas, si tanta transparencia quieres, ¿por qué pones esta advertencia en el filtrado de comentarios?
«Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados…»
Deja que la gente escriba sin censura, deja todo lo que digamos. En esencia es lo mismo que pides en tu artículo de hoy, libertad de expresión, que todo quede para siempre. Pero pones filtros para que este foro funcione, como existe la legislación para que la sociedad funcione.
#003 Luján
Según tu teoría la labor de los historiadores es motivo de persecución de oficio por parte del fiscal. ¿quien tiene derecho a decir que Enrique IV era impotente, o que Carlos II estaba hechizado, o que el desastre de Anual se debió a la incompetencia y corrupción de los generales del ejército de África? Esto me recuerda a como actúan en Corea del Norte que borran de las fotografías al tío del dictador porque ha caído en desgracia. ¿No tiene derecho el dictador a que se «olvide» que un día su tío fue su amigo?
Un buscador ofrece, por su propio diseño, a veces información desactualizada. Si eres condenado y en un recurso posterior declarado inocente, los resultados de busqueda pueden ser los del juicio que te condenó. Esos resultados expresan algo verdadero, que fuiste declarado culpable en tal fecha, pero la realidad es que estas libre de culpa. ¿Es ilegitimo pedir que se proporcione información actualizada en vez de causarte un perjuicio por dar resultados obsoletos? Si un diario publica información erronea debe publicar una correccion, un buscador deberia hacer lo mismo, por ejemplo con un mensaje de «informacion obsoleta» aciertos resultados antiguos o poniendo una fecha de caducidad a esa informacion.
No se trata de censura, sino de derecho a limpiar tu nombre tras cumplir tu castigo.
La generalidad de las veces estoy de acuerdo con sus planteamientos, pero esta vez discrepo en forma rotunda.
Olvidar en necesario. No podríamos vivir en sociedad si no pudiéramos olvidar y cargáramos toda la vida con las culpas: el Derecho se hace cargo de eso y tiene múltiples instituciones en que establece el olvido: la CADUCIDAD, la PRESCRIPCIÓN, la PRECLUSIÓN y la AMNISTÍA, entre otros, establecidos varios de ellos en nombre de la paz social o como una puerta para que los hombres continuen su vida sin la carga de lo que sucedió en el pasado, sea que tenga responsabilidad en ello, sea un simple error o una circunstancia desafortunada.
Ahora bien, los ejemplos que describe respecto de las terribles consecuencias del derecho al olvido son desafortunados: las EMPRESAS no tienen derechos fundamentales y los GOBIERNOS tampoco, por lo que nunca podrán exigir borrar la información en nombre del olvido. Incluso los personeros públicos tampoco, pues la sentencia los excluye esa posibilidad, como tampoco podrá hacerse respecto de los hechos de relevancia pública.
Solo puede ser invocado por las personas cuando lo que se publique sea información personal referida a hechos que no son de relevancia pública.
No se elimina la información sobre los hechos acaecidos, sino solo los datos personales.
Más allá de mi opinión personal, me preocupa lo perjudicial que puede llegar a ser el uso que se hará de esta sentencia. Me temo lo peor!
OFF TOPIC: probando gogo en vuelo SEA-SFO. Servicio razonable. Media hora 3,5 $.
Feliz cumpleaños, Enrique :)
No pasa nada, usamos Baidu (China)o Yandex (Rusia), y todo arreglado.
¡Viva el mundo libre! :-P
La sentencia es de locos. Si la información no es falsa, y además está debidamente contextualizada temporalmente, eliminarla es censura, es 1984, es el Ministerio de la Verdad.
Y si, como alguien decía, una empresa no te quiere contratar porque hace 25 años tuviste un accidente de coche… ¿De verdad quieres tener unos jefes claramente idiotas?
Por cierto, ha llamado un tal Pepe Hitler, que dice que borremos todas las referencias de un tal A. Hitler, porque la gente lo mira raro cuando ve su apellido.
Y el fantasma del fundador de los malogrados Almacenes Gay (que fue una famosa cadena de tiendas en España) dice que se borren todas las referencias que puedan dañar su imagen personal y de empresa. Especialmente las de «cierto estilo de vida». http://www.slideshare.net/marketreal/caso-gay-la-cada-de-un-gigante
:-D :-P
La generalidad de las veces estoy de acuerdo con sus planteamientos, pero esta vez discrepo en forma rotunda.
Olvidar en necesario. No podríamos vivir en sociedad si no pudiéramos olvidar y cargáramos toda la vida con las culpas: el Derecho se hace cargo de eso y tiene múltiples instituciones en que establece el olvido: la CADUCIDAD, la PRESCRIPCIÓN, la PRECLUSIÓN y la AMNISTÍA, entre otros, establecidos varios de ellos en nombre de la paz social o como una puerta para que los hombres continuen su vida sin la carga de lo que sucedió en el pasado, sea que tenga responsabilidad en ello, sea un simple error o una circunstancia desafortunada.
Ahora bien, los ejemplos que describe respecto de las terribles consecuencias del derecho al olvido son desafortunados: las EMPRESAS no tienen derechos fundamentales y los GOBIERNOS tampoco, por lo que nunca podrán exigir borrar la información en nombre del olvido. Incluso los personeros públicos tampoco, pues la sentencia los excluye esa posibilidad, como tampoco podrá hacerse respecto de los hechos de relevancia pública.
Solo puede ser invocado por las personas cuando lo que se publique sea información personal referida a hechos que no son de relevancia pública.
No se elimina la información sobre los hechos acaecidos, sino solo los datos personales.
Esta censura sólo favorece a los poderosos. Gobiernos y grandes empresas pueden crear sus propios indexadores (buscadores) privados (sea eso legal o ilegal), sin ningún tipo de limitación ni censura, mientras que la gente de a pie estaremos a oscuras.
Y ya me veo a los de Exxon pidiendo que no se indexen datos sobre una «tontería» que pasó en Alaska hace 25 años (¡Es agua pasada!, ¡pelillos a la mar!), mientras que ellos lo pueden saber todo de ti.
Por cierto, eso me recuerda que hace 25 años también pasó algo en cierta plaza, y hay ciertos «queridos líderes» que intentan imponer algo muy parecido a este «derecho al olvido». Lo que, irónicamente, olvidan, es que la otra parte no va a olvidar algo porque tú quieras que se olvide.
Estimado Enrique,
Aunque el argumento que utilizas en tu post es muy interesante creo que es algo utópico.
Partamos de la base de que Google es una empresa, y su algoritmo de búsqueda se rige por intereses económicos que van a buscar los intereses económicos de esta empresa ¿no vulnera ya eso suficientemente la libertad de expresión? (Me refiero que si a Google no le gusta lo que publicamos su posicieonamient SEO será una castaña).
Para los que tenemos contacto asiduo con el modelo científico… ¿no es eso un grandisimo sesgo y por lo tanto la validez de la herramienta (en este caso del buscador) pierde puntos?
Hace un mes aproximandamente leí una entrada en el blog de Carlos Abehsera que versaba sobre el tema y que creo que puede ser interesante para ilustrar lo que comento.
http://carlosabehsera.wordpress.com/2014/04/04/google-el-nuevo-fascismo/
No se si mi opinión habrá aportado algo a la discusión… Espero que sí.
Un saludo
Internet tiene una memoria infinita, tanto en términos de capacidad como temporales…y eso puede ser duro. Pero si solo almacena los aspectos que nos gustan dejará de ser una herramienta tan valiosa. Los políticos podrían eliminar su pasado cuando cambian de siglas o incumplen sus compromisos, por ejemplo. Quizás el derecho al olvido podría suponer hacer desaparecer de la base todos los contenidos sobre una persona a partir de una fecha, lo bueno y lo malo, pero supondría también desvanecer el recuerdo de otras personas que desean que perdure. El asesino quiere que se olvide su acto pero la familia quiere mantener su recuerdo. ¿Que deseo debe prevalecer?
#018
Contesto esencialmente al punto 3 de tu comentario, mas que nada porque en los demás no hay argumentos de ningún tipo. Comparas un enlazador como Google con webs de apuestas y piratas? Creo que al igual que los jueces, aun no has entendido bien de que va esto de Internet ni que representa. Google sería el equivalente de una hemeroteca digital privada en la que no cobran al usuario, sino a anunciantes que ponen sus carteles entre los documentos a buscar. Además, si la sentencia realmente fuese justa, habría que eliminar esa referencia de la hemeroteca de La Vanguardia, no el enlace desde Google. Como bien se dice, no se está eliminando la información «molesta», se esta dificultando su acceso. Es decir, no creo que los jueces (ni usted) entienda bien el funcionamiento de un indexador.
#029
Efectivamente, hay información desactualizada. Pero en esa información suele aparecer la fecha (sobre todo si viene en periódicos). El que no quiera verlo, es problema suyo, no del buscador. Por tanto, el problema es de quien hace la búsqueda, ya que si la información de la declaración de inocencia esta online, el buscador también es capaz de encontrarla. Así que este punto lo veo flojito.
Respecto a las correcciones, veo que quizá tampoco entiendes bien como funciona Google. Los buscadores hacen precisamente eso: buscar. Si aparece una noticia, el buscador no ha editado, modificado o corregido el documento. Eso corresponde a la fuente. Así que no es que sea ilegítimo pedir información actualizada, simplemente es absurdo pedírsela al buscador, porque este no proporciona la misma. Proporciona enlaces a lo que hay.Por eso es un sinsentido pedir que un buscador «publique una corrección». !Si es que no publica, enlaza! Ademas, pretender que un buscador añada una nota a cada información o enlace diciendo si los datos están actualizados o no indica de nuevo una incomprensión del funcionamiento técnico (y no a nivel profundo, a nivel usuario) de como funciona un buscador o Internet mismo. No hay gente leyendo y enlazando noticias, son programas automáticos y algoritmos de búsqueda. No pueden comprender una información como para determinar si esta desactualizada.
Lo que veo con Internet es que avanza mas rápido e influye mas profundamente en nuestras vidas de lo que la gente es capaz de entender. Internet, a pesar de no ser un fenómeno nuevo, esta continuamente cambiando y muchas personas tienen gran dificultad para entender a tiempo su funcionamiento.
No se trata de censura, sino de derecho a limpiar tu nombre tras cumplir tu castigo.
Saludos Enrique,
Buen artículo, aunque discrepo totalmente de tu postura. En realidad es muy sencillo: si seguimos el hilo de tu argumentación el derecho a la información debería prevalecer sobre la intimidad, derecho al honor, la propia imagen y, la propia dignidad de la persona EN TODO CASO. Y eso es algo que no tiene ningún sentido. La sentencia lo único que dice es que Google es responsable de los resultados de su motor de búsqueda, y podría verse obligada a retirar resultados en aquellos supuestos donde se puedan ver afectados otros derechos de los particulares y la fuente deba conservar la información legalmente. Están fuera de lugar tus observaciones frívolas sobre elegir el lado bueno de la foto o confeccionar a medida un pasado. Distintos filtros impedirán usos caprichosos: no es únicamente que la retirada de enlaces requiera una ponderación sobre qué derecho debe prevalecer controlado en última instancia por jueces, también la interposición de la reclamación en si misma.
¿Por qué no establecer límites al servicio prestado por una empresa si afecta a los derechos de las personas? ¿Por qué es Google? ¿Por qué es internet? Las nuevas tecnologías plantean oportunidades pero también amenazas a las libertades.
Personalmente no me parece adecuada la denominación. El llamado «derecho al olvido» ya existe: es el derecho de cancelación de datos aderezado con protección al honor.
También me ha llamado la atención tus referencias a la manipulación de la historia. No te entiendo. ¿Estás haciendo entender que los resultados del Google Search configuran LA historia? Creo que deberías leer la sentencia. El dato de origen permanece, únicamente se condiciona la disponibilidad siempre y cuando se produzca una afección de los derechos y libertades de una persona y hay que ver caso por caso. Puede que no sea fácil o que exija un esfuerzo importante, pero entiendo que será una herramienta imprescindible y necesaria.
Un saludo y gracias por escribir,
#031 Más allá de mi opinión personal, me preocupa lo perjudicial que puede llegar a ser el uso que se hará de esta sentencia. Me temo lo peor!
Coincido plenamente con eso, pero tampoco conviene caer en el extremo contrario. Creo que el artículo escrito por Enrique ha sido un pelín visceral, cosa extraña en él, aunque comprensible en este caso. La mala utilización de ciertas normas presuntamente garantistas pueden ser un auténtico desastre.
Totalmente de acuerdo, Enrique, pero creo que se os está escapando un factor importante en esta ecuación (el más importante, creo). No cumplir la orden supondrá graves sanciones, sanciones que pretenden (a no ser que Google se avenga) a compensar los impuestos que los de Mountain View se lleva a paraísos fiscales mientras en nuestros países europeos presenta pérdidas… Lucha de trampas, con el usuario siempre de por medio:
http://suenosimaginados.blogspot.com.es/2014/05/el-aberrante-derecho-al-olvido-o-como.html
Método tradicional:
Un periódico publica una información, un juez manda publicar una rectificación. Esta última se publica meses después. Cualquiera que lea el artículo original en una hemeroteca es improbable que llegue a leer la rectificación, pero también es cierto que la gente no suele leer periódicos antiguos en las hemerotecas, la repercusión es mucho menor.
Método de Mario Costeja:
Un periódico publica una información, ningún juez le manda al periódico publicar una rectificación (porque la información es cierta). Años después, la información (que está fechada) es obviamente antigua. Para limitar la repercusión, Mario Costeja arremete contra los buscadores.
Encuentro peligroso el método Costeja, hay una gran interés en limitar la repercusión de muchas informaciones que son al mismo tiempo ciertas y antiguas. Pensemos, por ejemplo, en los políticos corruptos, hace más de 10 años que Fabra ya no gana premios gordos en la lotería.
Además, es un contrasentido que a los buscadores no se les permita indexar la información sobre el pasado moroso de Costeja, y sin embargo la fuente (el periódico) no deba rectificar dicha información. ¿Este es el futuro que nos espera? ¿Que la información esté ahí, completamente legal, pero que no podamos encontrarla?
Yo también suelo estar de acuerdo con el autor del blog pero en este caso creo que patina.
Primero porque al igual que podemos «limpiar» nuestros antecedentes penales (cuestión más grave y relevante que el dime diretes de internet) no entiendo porque no podemos proveer al ciudadano de un sistema que permita «limpiar» su pasado. Discutamos el como pero como derecho me parece no sólo justo si no también necesario.
Y segundo, no es comparable la información erronea que navegando se pueda encontrar referente a Enrique Dans (con la generación de nuevo contenido y si es irrelevante ocupará una posición no destacada) que el caso del Sr. Costeja cuyo primer resultado en google era un antiguo proceso de la AT, ni comparable vaya.
En efecto. Ahí te doy toda la razón. Tendríamos también que tener libertad de expresión libre, quiero decir, sin que nada ni nadie nos pueda contradecir ni mucho menos censurarnos.
Hay mucha gente que se ofende por nada y enseguida te lleva a los tribunales. La libertad de uno de poder borrar todos sus datos en la red debería de ser de un clic y pum!! ya me he borrado para siempre del mundo entero.
Pero nunca lo podremos hacer. Por cierto, he visto una Página en Facebook que la verdad dice todos los problemas de una ciudad sin intermediarios que le estén diciendo continuamente lo que tiene que publicar, espero que os guste: Http://www.facebook.com/problemasdepalencia.
También tienen un blog que está en fase beta: Http://lapdepalencia.wordpress.com.
Acaban de sacar para las dos páginas sus respectivas APP. Desde dentro de las webs os las podéis descargar. Una cosa antes de cerrar este comentario: ARRIBA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y QUE NADA NI NADIE OS LA PUEDA COARTAR.
Esta vez te equivocas tu enrique. Os imaginais que toda vuestra vida sea grabada y accesible por cualquiera enn cualquier momento? Es información…
#38 Es más que probable que yo entienda bastante mejor que tú el funcionamiento de un indexador, por bastantes motivos. Si entendieras bien el contexto de lo que quería decir, que obviamente no ha sido así porque lo que es la interpretación de textos en España parece que ya no se dé en los institutos, habrías llegado a la conclusión correcta de lo que quería decir, que no es otra cosa que tanto las webs de apuestas como las de warez como cualquier web que juega con el tema del offshore y demás a sabiendas de que así evita un tema legal (que existe por alguna razón), forman parte de ese nuevo modelos de actores digitales para los que parece que un nuevo mandamiento/dogma es: «haz lo que sea, mientras sea, sea legal o no, hasta que alguien te pare los pies, porque te va a salir igualmente rentable». Eso fue lo que hicieron según qué marcas de apuestas y casino, que manejan cifras mareantes y que en España algunos ya avisamos del dinero que se estaba sacando del país sin tributar de forma justa hasta que por fin el gobierno de paletos del momento entendió que eso que se estaba haciendo era un método tan vulgar como otro de lavar dinero y de ahí surgió la bastante moderna Ley del Juego (que curiosamente una multitud de jugadores de póquer criticaron porque les limitaba el poder participar en torneos de grandes cifras; esos jugadores argumentaron lo mismo: «entonces tendremos que irnos a jugar a salas de otros países»). También lo hicieron los Mega y contenedores semejantes y ahora mismo hay una migración en ese sentido que de alguna forma acabará teniendo que ser atajada si queremos que siga habiendo sistema. Entonces uno va observando la mecánica y llega a la conclusión de que todos estos nuevos actores del mercado con lo que juegan es con todo tipo de agujeros y vacíos -a veces ni siquiera eso, legales-. Es por eso, entre otras cosas, que sus bases están en los mil y una islas del tesoro dispuestas para ello y que se basan únicamente en el descontrol de la UE para legislar sobre estos temas de soberanía nacional y racionalidad fiscal.
A Google le da exactamente igual estos temas. De haberle importado lo más mínimo tiene el poder suficiente como para haberlo atajado o previsto, pero ello genera obviamente unos costes que dentro del modelo de «nosotros sólo ponemos la herramienta y ellos hacen», tan de Internet, no acaba de encajar. Así que hasta que un Tribunal no les ha parado los pies, ellos han ido haciendo y haciendo en ese sentido, sin importarles cómo pudiera este tema afectar a los usuarios.
Entonces llega un imbécil -en realidad más de uno- y defienden estos sistemas en pro de la libertad digital, sin darse cuenta de que esos mismos actores no tienen realmente más interés en el sistema digital que su propio barco. Pero el imbécil sigue defendiendo ese sistema porque claro, todo es digital y él -ellos- viven de eso. Y si te atreves a insinuar que el sistema de estos actores de mercado ha sido precisamente usar lo digital como medio para hacer mal las cosas, el imbécil -y su cohorte- te llaman neoludita.
Nada nuevo que no suceda en España, en la que abundan los imbéciles defendiendo a otros imbéciles siempre que les den sombra. Hasta que ésta se acaba y aparece el sol abrasador…
Como digo, nada nuevo.
P.D.: Krigan, como siempre que te manifiestas, tus entradas son exageradas, totalmente manipuladas y absolutamente subjetivas. Ningún Tribunal haría lo mismo con el tema Fabra porque es un tema que se refiere a un CARGO PÚBLICO y el tema de la lotería no tiene nada de que ver con una vulneración al derecho al honor más allá de lo que pueda pensar cada uno. El tema de Costeja es absolutamente diferente al contraejemplo de mierda que planteas. Pero bueno, tú sigue con tu propaganda a favor de la liberalidad digital, que por Valencia ya sabemos que sois así de liberales. Más bien libertarios. Liberticidas incluso.
Pero no, no todo vale.
Derecho al acceso a información veraz respecto el derecho a la intimidad y dignidad personal. Difícil debate, pero hay supuestos donde desde mi punto de vista, pesa mas la libertad a la intimidad y dignidad, por ejemplo, casos de desnudos de adolescentes, intentos de chantaje o extorsión, e información que pueda lesionar gravemente nuestra dignidad o carrera profesional. Si una información publicada en internet me perjudicase mucho, lo siento, pero creo que mi derecho a borrarla estaría por encima de tu derecho a cotillear sobre mí.
Observador:
No, que va, el tema de la lotería no tiene nada que ver con el derecho al honor de Fabra…
Ya te dije en una ocasión que yo no soy liberal. Así de encaminado andas.
#046
Gracias por la aclaración. El problema de mi falta de comprensión de su texto no creo que se deba a la mala formación en interpretación lectora, sino a que lo que usted a explicado aquí en un párrafo entero (y bien explicado, hay que decirlo) en el anterior comentario se lo despacha en unas pocas lineas:
«Esto ya entraba dentro de los cálculos de Google, pero se han ahorrado mucho personal hasta que los jueces entienden de qué va la película. Que es el mismo modelo que ha ido sucediendo con las apuestas, los sitios piratas, etc.»
La diferencia es evidente para cualquiera. Si yo hubiese estado en su cabeza o en una conversación previa, puede que hubiese entendido algo, pero así, de primeras, no es evidente.
Y por otro lado, me alegro de que entienda bien el funcionamiento del indexador. Por lo que queda de nuevo la cuestión de que la información sigue existiendo en los archivos de La Vanguardia, pero es mas difícil de acceder, con lo cual la sentencia sigue siendo extraña porque solo se dificulta el acceso a la misma, pero no se elimina. Con lo cual, no es comparable al tema de los antecedentes penales, que cuando prescriben, son eliminados. En este caso, simplemente se «complica» su acceso, pero este es posible.
Y por otro lado, como suele ocurrir en estos casos, usted confunde lo que se esta argumentando aquí con defender a Google como tal. O no ha entendido o no quiere entender (supongo que sera esto ultimo). Nadie esta defendiendo a Google ni como empresa ni como actor de Internet. Se esta hablando del peligro que supone legislar o sentar precedentes en materia de internet como si de un medio tradicional se tratara (sea Google o no), lo que puede llevar a graves disfunciones y «trampas» que aprovecharan quienes mas interés tienen en que se legisle la red.
Así que, la próxima vez que alguien le lleve la contraria o no coincida con sus ideas, pregúntese por qué puede ser, en lugar de tirar de recurso fácil y pensar que son idiotas que defienden a otros idiotas. Ademas de que hoy en día, quien mas quien menos, vivimos de lo digital (al menos, vivimos también en lo digital). Es lo que tiene el futuro, que de repente llega y unos se adaptan y otros siguen pensando que todavía es ayer. Nada nuevo que no suceda en España, como bien dice usted.
#48 Krigan, sobre lo que puedas escribir tú por aquí yo ya no me creo ni la mitad, como comprenderás. De la totalidad de tus comentarios se extraen cosas muy curiosas y a menudo bastante contradicción. Te estoy diciendo que lo de la lotería es un tema opinión personal que no tiene nada que ver con el asunto que aquí se plantea (porque además afecta a un cargo público, no a un particular), pero tú lo quieres meter todo en el mismo saco porque crees que un Tribunal no va a saber diferenciar los supuestos de hecho, que para ti son lo mismo. Pero no, un Tribunal suele saber separar las manzanas de los plátanos y no hace como vosotros, que lo metéis todo en el mismo saco con la chapucera y paranoica argumentación de «porque entonces los malos se adueñarán de Internet», que es lo mismo que dijisteis cuando ese Robin Hood de la red llamado Kim Dotcom fue arrestado por el FBI.
Víctor, que tú vivas indirectamente de lo digital no significa que todo gire en torno a eso. Ni siquiera que algo sea digital y a priori más «innovador» o «más moderno» significa tampoco que sea mejor o que haya que modificarse porque algunos -sobre todo los que curiosamente viven de ello- digan que es mejor así -que sí será en algunos casos, pero no en otros-.
Lo de adaptarse y demás, como ya he dicho bastantes veces, es una gilipollez de las grandes. Ese pseudodarwinismo os lo habéis sacado de la manga los 4 geeks, programadores y todo tipo de idiota que vive de lo digital -legal o ilegalmente- pero que de otras cosas va pero que muy justo. De hecho no hace falta ser ni geek, estoy seguro que alguno de los taxistas que tanto braman contra según qué aplicaciones digitales hace menos de un año decía lo contrario. Curiosamente, meses después no lo tienen tan claro a expepción del taxista geek que cree que porque él se «ha adaptado» poniendo Spotify en su taxi ya se ha solucionado el tema. Es que es jodidamente cómico…
Es la relatividad digital sobre la que un imbécil poco va a entender.
Entiendo todas las posturas, unas comparto más que otras, como todo en esta vida, pero hay algo con lo que no puedo. Decir que la información errónea es información, no, lo siento pero no. Es desinformación y según en qué cosas puede resultar muy perjudicial para cualquiera.
Vivimos una época en la que el supuesto derecho a la información prevalece en boca de los informadores (informadores cuando realmente lo son, que muchas veces ni eso…) ante cualquier otro derecho y no, no porque hay mucha información tendenciosa, manipulada, pagada de antemano y la información libre, veraz, independiente, es prácticamente imposible ded encontrar. Cada vez es más difícil filtrar los contenidos, las opiniones, la explicación de las noticias, porque las informaciones ya no se dan se explican llevan la trufa de la opinión cuando quizá no me interese más que formar la mía, cuando simplemente ordenando frases ‘convenientemente’ se puede inducir a pensar cosas muy diferentes de la misma noticia, cuando en definitiva se eleva al nivel de objetivo expresiones como ‘la verdad no puede dar al traste con la noticia’. Y hemos inventado un nuevo significado para el término ‘noticia’.
No, información errónea no es información y no confundamos información con noticia en el sentido de la última frase del párrafo anterior.
Siento el rollo pero yo también quería opinar. Vivimos sumidos en una ‘infoxicación’ a la que estamos expuestos permanentemente por el exceso de ‘noticias’.
Sr. Enrique, más que una opinión lo que usted esta haciendo es un panfleto interesado a favor de un buscador, nigún buscador es internet, los buscadores son empresas que se hacen millonarios a traves de los datos que buscan en internet, que luego venden y trafican con ellos.
Cosa que no me parece bien ni mal es su negocio, lo preocupante es que usted habla del buscador como si fuese una ONG.
Además su información no es la correcta , no se estudio la sentencia, su articulo esta realizado a traves del comunicado del buscador.
Hoy podemos ver en el buscador una pestaña que indica claramente como poder acceder a la retirada de datos que lesionen a personas PARTICULARES.
Además en la primera enmienda de la constitución de los EEUU, la cual habla de el derecho a libertad de expresión, tambien habla del derecho de supresión y rectificación de datos que puedan lesionar a los ciudadanos.
Sinceramente esta usted exgerando pero debe ser lo que le da audiencia.