Una periodista neoyorquina, Michelle Catalano, recibe la visita de seis policías que hacen a su marido preguntas de todo tipo sobre bombas y ollas a presión. Según parece, el origen del problema está en una serie de búsquedas hechas, según afirma la policía, desde un ordenador de una empresa en la que éste había trabajado. En su relato de los hechos, la periodista relaciona algunas de las preguntas de la policía con el hecho de haber hecho búsquedas sobre ollas a presión, mientras su marido había buscado información sobre una mochila, y probablemente su hijo había, en algún momento, hecho clic en alguno de los vínculos de las noticias del maratón de Boston en el que se hablaba de cómo construir una bomba con una olla a presión. Una olla a presión ya no es un recipiente para cocinar, una mochila ya no es simplemente una forma de lleva tus cosas encima, y buscarlas en la web o hacer clic en según qué enlace puede convertirte en un sospechoso de terrorismo.
En paralelo, The Wall Street Journal da cuenta de un documento de doce páginas escrito por Al-Minbar Jihadi, una organización musulmana radical, en el que da consejos sobre cómo mantener la actividad en la red a salvo de la vigilancia de la NSA o de otras instituciones gubernamentales, y algunos medios lo titulan como «Por qué todos debemos leer este manual yihadista sobre la seguridad en la web«. Atención al tema: una publicación occidental aconsejando a sus lectores que sigan las recomendaciones que una organización radical da a sus activistas para mantenerse a salvo de la vigilancia del gobierno.
Estamos acercándonos a la idea de una sociedad paranoica. Lo importante ya no es lo que buscas, sino lo que otros podrían creer que estás buscando. No es lo que eres, sino lo que podrías llegar a parecer. Nadie, sea bueno o malo, está a salvo de algo así. Las normas básicas de la convivencia, las leyes, las enmiendas constitucionales ya no valen, porque surge un poder que se sitúa por encima de ellas, que las reinterpreta a su antojo, sin control alguno, sin asumir responsabilidades, y mintiendo abiertamente sobre ello. Han roto el contrato social, y al hacerlo, han matado nuestra confianza. Esto es insostenible.
(This post is available in English in my Medium page, “Pressure cookers, backpacks, and terrorists: the paranoid society«)
«Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respecto»
by Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799), perfectamente válido 250 años más tarde.
Venga, me voy a la cocina a vigilar la olla a presión y a preparar mi mochila para pasar el fin de semana en la aldea. ¡Oops, perdón Enrique! ;-)
Parece ser que en el caso de Michelle Catalano no se debió a un sistema automatizado de control de internet, sino que fue un «chivatazo» de un empleado del ISP que detectó unos resultados sospechosos en el historial de navegación de la red doméstica: link
Realmente no sé que es peor, la existencia de un sistema digital que escanee nuestra navegación, o que alguien no autorizado legalmente se entretenga mirando qué buscamos y leemos en internet.
Mi pregunta es, si vienen a mi casa con ese cuento de las ollas y las mochilas, ¿puedo decir que donde esta la orden judicial antes de hablar?
Qué razón tienes Enrique… Qué estúpido yijadista se le ocurriría buscar en google «bomba en mochila para atentado en maratón de Bostón?». Y aunque lo hiciera, ¿porqué tiene que pagar el pato un ciudadano cualquiera?
Qué locura por Dios. Pagamos con nuestros impuestos nuestra seguridad para que los gobiernos no cojan atajos fáciles. Es como prohibir viajar en avión para que no los estampen contra los rascacielos…
En las instrucciones «recomendadas» se da por hecho que el,usuarios esta en constante movímiento o eso,he creído entender. Pero los que nos conectamos desde direcciones IP fijas, no aplican otras medidas? :-)))
Para las conexiones «fijas» de móviles y ADSL, encriptación de punta a punta. RSA de 2048 bits
Sinceramente cuesta trabajo creer que los policias USA sean tan tontos. Que pensarán de mi ,que he escrito un post que se titula «Saca a tu olla superrapida todo su jugo y simplifícate la vida»
Supongo que usar palabras claves sospechosas en una búsqueda no es suficiente para hacer saltar una alarma. Yo imagino que para que un sistema informático te confunda con un terrorista, tendría que confundir igualmente con terroristas a algunas de las personas con las que intercambias información y luego una persona tendría que hacer un seguimiento para ver sí es una falsa alarma.
El verdadero problema es… ¿que pasa si en realidad usan ese sistema contra cualquier persona molesta que esté incordiando al poder con sus críticas?
Seguro que eso está ocurriendo ya no solo en China y en EE.UU. sino en España y en casi todas partes. Incluso pueden crear listas negras y cruzar datos entre ellas para, caso de presentarse la oportunidad idónea, preparar alguna encerrona con pruebas falsas y quitarse al personaje molesto de encima. El manejo que se está haciendo de nuestra información es muy preocupante.
Ya era hora de que despertaras… Buenos dias!!!
No sabìa que estuvieras dormido… y menos con los cachivaches que debes tener en la mesilla, pero…
Estoy con Gorki… justo ayer le explicaba a una amiga que con 16 años, una «locura de juventud», nos llevo a rellenar una olla Magefesa, con abono, amoniaco y tres componentes mas que no mencionare… jajajjaja XDDDD En breve espero a los «interventores de los GMC negros» en la puerta de casa…
Sinceramente… la «sociedad conectada», empieza a darme asco… y mucho… porque no nos engañemos… a la gente en general, no solo les es indiferente, sino que se la suda todo esto…