The Verge pagó a uno de sus colaboradores, Paul Miller, para que pudiese hacer realidad una experiencia: la de vivir sin conexión a la red durante un año. Paul llevaba un cierto tiempo sintiéndose «quemado», viéndose como «un esclavo de la red», y quería salir de esa dinámica de vida. La crónica de la aventura publicada hoy, titulada «I’m still here: back online after a year without the internet« me ha parecido una lectura enormemente recomendable. Una cosa es «pensar» como sería tu vida sin internet, y otra de verdad lanzarse a ello. Y el testimonio de Paul resulta, en este sentido, enormemente esclarecedor.
La frase principal que para mí lo resume todo es «no es que mi vida no fuese diferente sin internet, es que simplemente no era una vida real». La experiencia de Paul demuestra claramente que pretender prescindir de internet hoy en día no es una liberación, ni nada que se le parezca. Es una estupidez. Como retirarse a un poblado de Amish o de cuáqueros. Más allá de la pose, y tras una pequeña fase de «conócete a ti mismo», lo que queda es una vida carente de realidad, lo que supone prescindir de uno de los mayores avances en la historia de la humanidad, de una de las mayores manifestaciones de la inteligencia humana.
Por supuesto, todos los excesos son malos. Pero contrariamente a lo que muchos piensan, la vida online no sustituye a la vida offline, sino que la complementa. El supuesto trastornado que deja que su existencia se convierta en un constante languidecer frente a la pantalla de un ordenador es simplemente eso, un trastornado, una anomalía que en realidad afecta a muy pocas personas. Quien usa mucho la red no vive aislado, vive más conectado. Los usuarios de la red no tienen la piel pálida por falta de exposición a la luz solar, sino que son simplemente personas que utilizan la red para acceder a información de manera eficiente, para relacionarse con otros, para trabajar… para todo. Sin que ello signifique una pérdida de otras cosas más allá de lo que supone perder la interacción con una enciclopedia de papel, con una operadora telefónica, con el papel de un libro, o usando un mapa de papel. Si lo haces mínimamente bien, la red te llevará a leer más, no menos. Y a aprovecharlo mucho mejor.
La experiencia de Paul puede pecar, en cierto sentido, de falta de realidad: no es lo mismo hacer que una persona que trabajaba «en la red y con la red» prescinda de ella, que plantear algo así con alguien que carezca de dicha supuesta «dependencia». Pero tiene un valor muy interesante: el de comprobar que «la hierba no es más verde al otro lado de la valla». Plantearse una hipotética «vuelta a la vida offline» como supuesta recuperación de algo que vivimos en tiempos pasados es absurdo, porque en realidad no nos sobra internet… nos sobran otras cosas. Internet no es culpable de tus problemas con tu trabajo, no hace tu vida miserable… si no lo era ya de por sí. Es posible que creas que te vas a centrar más en tus relaciones con las personas cuando no estés cada dos minutos mirando tu smartphone, pero es que estar cada dos minutos mirando tu smartphone cuando estás con las personas que quieres no es un problema de internet, es un problema de ansiedad. O de no saber marcar las prioridades en tu vida. Y si prescindieses de ello, lo que más notarías es cómo te sientes más separado de tus amigos, por la pérdida de esa conexión invisible que la red permite. El asocial no es el que usa mucho las redes sociales, es el que prescinde completamente de ellas.
La evolución y el progreso no tienen vuelta atrás. Tratar de volver atrás uno mismo cuando la sociedad y la humanidad avanzan en una dirección determinada es convertirse en un marginado extravagante, en alguien que no quiere reconocer todo lo bueno que la red ha traído a nuestras vidas. Es, como tal, absurdo. Si algo podemos aprender de la experiencia de Paul Miller, aparte de que todos los excesos son malos, es sobre todo, eso: aprender a apreciar lo que tenemos.
Muchos ancianos perdieron el tren de Internet. En especial en los pueblos. Para ellos, lo real es la vida tangible. Algunos ni tienen televisión y muchos de los que tienen televisión no entienden muchos de los programas ni de las películas. La mayoría de los críos no conciben una vida sin móvil o sin Internet.
El problema es que esa vida virtual complementaria está sustituyendo a cosas muy valiosas que tenían el precio de cierto esfuerzo, incomodidad o precio, tales como el asociacionismo presencial, o como la literarura, etc.
La vida virtual aporta mucho, pero también es más cómoda y eso no es bueno. La clave de todo es como usamos Internet y para qué. Tampoco todo lo que ponen en televisión es telebasura, pero la telebasura tiene un éxito preocupante. Nuestra mentalidad es muy diferente a la de hace solo un par de décadas. Estamos cambiando a demasiada velocidad en demasiadas cosas y los resultados a nivel de logros sociales están en entredicho.
El poder es información y los poderosos acceden a informaciones muchas veces privilegiadas que les orienta sobre la forma de dirigir a la gente como si fueran borregos.
La ley de protección de datos ha quedado en nada. Cualquiera puede comprar la información que necesite si tiene dinero. Para que hablar de las informaciones que son capaces de manejar nuestros gobiernos de forma inconfesable.
Algunos de estos peligros son mejor percibidos por los ancianitos que viven aislados en pueblos remotos como analfabetos digitales, que por los ciudadanos modernos y fueron educados por un sistema que los ha convertido en algo demasiado predecible y manipulable.
Nuestra forma de progresar está íntimamente ligada a muchas importantes crisis globales que están convergiendo en este momento. Por ejemplo las crisis políticas con democracias que ya no lo son, las económicas que han derivado a un capitalismo salvaje, y las medioambientales con consecuencias dramáticas para la biodiversidad y y para el clima global. Son crisis que los ancianitos analfabetos digitales de pueblos remotos padecen en sus carnes pese a no participar de las tentadoras ventajas de Internet.
¿Estamos seguros de que estamos progresando?
Yo no lo estoy, yo creo que estamos introduciendo más cambios de los que podemos asimilar y que estamos poniendo en riesgo incluso nuestra supervivencia como especie de aquí a dentro de un siglo o menos.
Hay un concepto que hemos perdido de vista. Se llama sostenibilidad o estabilidad y deberíamos volver a ponerlo en valor porque la estabilidad y la productividad son siempre antagónicas y se trata de alcanzar un equilibrio entre ambas y no soy optimista al respecto.
En algún momento de 1938.
Científico: Enrique, ahora que hemos descubierto la fisión nuclear deberíamos tener cuidado, porque como bien sabes podemos darle usos diferentes.
Dans: ¡Es usted un neoludita!
Científico: No, solo digo que algunos le pueden dar usos que minen el sistema, aunque por algún espejismo que no llego a comprender creáis que siempre es todo positivo.
Dans: ¡La energía nuclear es siempre un adelanto! ¡No queráis eliminarla! ¡Vais en contra del progreso!
Científico: Nadie está hablando de eliminarla, aunque a ti eso te haga quedar bien delante de determinado foro. Simplemente quiero decir que deberíamos regular sus usos y funciones de cara a todo lo que puede condicionar, porque en cualquier momento se nos puede ir de las manos.
Dans: ¡Es usted un neoludita! ¡O vas a favor de la fisión nuclear o vas en contra! ¡A usted le paga el lobby de los ecologistas!
Científico: …
Tiempo después: Proyecto Manhattan, Little Boy, Fatman, Hiroshima y Nagasaki. Y menos mal que no fueron los nazis los que dieron primero con el tema…
Imagino que para algunos todo consiste en acierto-error. Lo de la previsión les queda muy lejos.
Obviamente Internet no es la fisión nuclear ni esto un cuento de Borges. Pero creo que alguien lo entenderá. Supongo…
Muchos ven Internet como un problema al ver a los «jóvenes» (y no tan jóvenes) enganchados a sus smartphones todo el día o pegados a la pantalla del ordenador en sus casas. Pero seamos realistas, la alternativa no es salir al campo a jugar, sino estar tirado en el sofá todo el día. Conozco gente que vive completamente offline, y no hay ninguna diferencia entre ellos y yo: yo estoy en twitter, en google+, leyendo blogs… mientras ellos ven la tele.
Si sientes que Internet te quita tu vida, no es problema de Internet, sino problema tuyo. Si no estuviera Internet, malgastarías tu tiempo en otra cosa.
«Tratar de volver atrás uno mismo cuando la sociedad y la humanidad avanzan en una dirección determinada es convertirse en un marginado extravagante, en alguien que no quiere reconocer todo lo bueno que la red ha traído a nuestras vidas.»
Habéis hecho el ejercicio de evitar internet en vacaciones? Os lo recomiendo, os aseguro que se aprovechan mucho más. Pasamos demasiado tiempo delante de pantallas. Internet como cualquier fuente de información es algo bueno pero los medios de acceso traen ciertos problemas, para empezar ocupan en exclusiva nuestro tiempo. El tiempo que pasas delante de una pantalla es tiempo que podrías dedicar a dar un paseo, hablar con tus hijos, hacer deporte, echar una cerveza con un amigo.., por dar ejemplos, así que no es mala idea asegurarnos de que el tiempo que pasamos delante del ordenador o con toda la atención en el smartphone tiene realmente sentido. Relacionado con eso me entristece lo poco que ha triunfado RSS, que me permite optimizar el tiempo que dedico a leer fuentes.
Si miramos atrás, será el color del cristal con lo hagamos el que nos giga lo bien que nos ha ido con la tecnología. Los que ven contaminación y ruido a veces olvidan que el mundo que añoran sufría una alta mortalidad infantil y menor esperanza de vida. Y viceversa.
En estos tiempos, junto a las cosas buenas de Internet y los ordenadores, también hay que poner que son una parte de las causas de la crisis actual, sólo sea porque sin ellos no hubieran sido posible la globalización y la «ingeniería financiera», o porque «estamos en fase de adaptación a la nueva realidad».
Por otro lado, no hay que para cierta gente (mi madre) la realidad es perfectamente válida sin haber usado un ordenador en su vida. Y otros no usan las redes sociales en absoluto y tengo la seguridad de que no son asociales. Quiero decir: cierta gente usará los ordenadores poco o nada según su forma de vida, hay una legión de gente que no va más allá del uso de un móvil para hablar y tal vez «guasapear». No nos empeñemos en verlo todo desde el punto de vista de «geeks hiperconectados».
El experimento de Paul Miller corrobora un hecho que todos podemos comprobar simplemente apagando el Wifi en casa.
Hace un par de días tuvimos en casa un problema con el router Wifi y estuvimos sin internet en los móviles un par de días. En casa sólo se oían quejas de los niños, de la mujer y de mí mismo.
Un smartphone sin conexión a Internet es como un bonito pisapapeles.
Para mi, hay situaciones que al analizar. Distingo:
Podría estar en cualquier parte del mundo y saber que estoy constantemente conectada al blog, aunque no escriba todos los días o no vea todos los días los comentarios y los posts.
Pero a veces, he estado utilizado internet durante 8horas y si, he considerado, que ya era hora de salir y hacer mis otras actividades.
Si le añadimos las Google glass, el nivel de conexion seria mucho mas elevado? O sentiría que no hay diferencia entre estar conectado y no estarlo, porque simplemente no la hay. Integrar informacion a mis actividades, provoca que este mas conectada o sencillamente integra mayor eficiencia a mis otras actividades?
El nivel de integración es elevado en mi caso, porque utilizo internet para trabajar y construir conexiones, también.
Es un medio integrado. Luego, sin esa integración, sospecho que mis actividades, serian menos eficientes.
Estoy totalmente de acuerdo con Antonio Castro
La verdad es que he sentido una cierta decepción leyendo el post de hoy, pues considero que la «cátedra» que sienta no es propia del blog. Veo, en concreto, dos grandes falsedades en lo que dice. Una viene ya en el propio titular y se desarrolla a lo largo del texto: «La vida sin Internet no es vida». Hay millones de personas en la actualidad que viven sin Internet y no sólo en el tercer mundo sino también en nuestra sociedad occidental. Es perfectamente viable y respetable, pues no todas las personas quieren o necesitan tener una conexión con todo y con todos a la vez. Suponer que la vida de estas personas no es vida o es menos vida, como un subproducto, como una falsedad de la realidad auténtica, es de una egolatría y un narcisismo enfermizos.
La otra falsedad es la frase que inicia el último párrafo: «La evolución y el progreso no tienen vuelta atrás». La evolución y el progreso, en el sentido que les da, tienen los años contados. Cada vez más analistas de prestigio en diferentes áreas, como la economía o las ciencias físicas o sociales, están demostrando que el crecimiento perpetuo de nuestra sociedad se agota, que ya no habrá energía y materias primas para todo y para todos. De hecho, habrá para muy pocos. Y esto que digo no es cosa de cuatro locos apocalípticos. Gente tan seria como el gobierno británico tiene ya estructurados planes para el racionamiento energético que poco a poco pero de manera inexorable llegará. Compañías aseguradora como Lloyd’s han preparado informes sobre el futuro de escasez de energía y materias y muchos otros organismos mundiales trabajan en el tema desde hace tiempo.
Mirando el panorama actual, cada vez se hace más evidente que la máquina se está parando y que los parámetros sobre los que se sustenta nuestro mundo ya no son válidos y que lo que venga no será para ir a más, como hasta ahora, sino más bien al contrario. El futuro de Internet está más comprometido de lo que muchos podamos pensar porque, como cualquier otra forma de creación de conocimiento o riqueza, quedará restringido a determinados sectores desde el mismo momento que así se considere necesario.
Un saludo.
Bueno… La vida sin la máquina de vapor no es vida. Ciertamente. Y sin el motor de combustión interna.
Desde luego.
News at 11.
Hasta qué punto hemos llegado con la tecnología. No todos los «Abuelos» como mencionáis están fuera de la tecnología. Una parte de las ventas de mi web, son los portátiles de segunda mano. Curiosamente nos lleva llamando toda la semana un «Abuelo» de 77 pidiendo portátiles de Apple para revenderlos él. Yo cuando le cogí el teléfono flipaba en colores cuando el abuelo, muy ducho, me pedía Apple y Apple. Conclusión. Internet no es sólo un mundo paralelo para jóvenes, sino que los no tan jóvenes también han aprendido a convivir en éste otro mundo, del que sinceramente, hoy día nos es difícil despegar.
Totalmente de acuerdo con Enric. El apunte de hoy no hay por dónde cogerlo.
#009, #011: A esto le llamo yo, con perdón, «ganas de tocar los cojones». Literalmente. Lo siento, pero no hay otra palabra. A ver: escribo una nota sobre mis impresiones acerca del experimento de Paul Miller, en base a la experiencia de una persona que vive en un país desarrollado y en función de mi sensibilidad como persona que vive en otro país desarrollado. Y tiene que venir alguien a extrapolar mi frase a personas que nunca estuvieron en la consideración de esta entrada, a circunstancias que jamás tuve en la cabeza cuando la escribí, a problemáticas que nada tienen que ver con lo aquí expuesto. Es como que digas que no soportas los ordenadores lentos, y que aparezca alguien a recriminarte que no has tenido en cuenta a los pobrecitos de las países emergentes donde no llegan a pagarse nada más que un 486, y es que claro, careces completamente de conciencia social, y eres un nosequé y un nosecuántos. Qué ganas de coger las cosas por los pelos, de sacarlas de contexto, de «patológica-necesidad-de-decir-algo-desagradable-y-si-no-lo-hay-me-lo-invento»…
¿No hay por donde cogerla? Pues escríbete una entrada tú, majo, y que vayan a leerte. Pero no te olvides de tener en cuenta toda gilipollez que a alguien se le pueda ocurrir sacando completamente los pies del tiesto y pensando en cualquier aspecto que a ti ni se te pasó por la imaginación, porque sino aparecerá algún idiota a decirte que «es que tu entrada no hay por dónde cogerla». Citando al gran Fernán Gómez… «¡a la mierda!»
Toda la humanidad antes de internet no fue real.
Hace poco leí algo que escribió Leo Babauta, de Zenhabits.com (uno de los blogs más leídos de USA), donde sin caer en demonizar internet ni tampoco decir que es una estupidez vivir sin usarla, reflexionaba algo parecido a lo que dice Castro: «estamos introduciendo más cambios de los que podemos asimilar». Es así, nunca antes se dio un cambio tan brusco. Los jóvenes sobre todo, que nacen en este ambiente, no tienen la mínima idea de por qué deben cuidar sus datos, de que el hecho de que no sean alguien conocido no es razón para entregar el diario de su vida diaria a agencias de publicidad o cualquiera que pague o pueda acceder (como gobiernos no siempre respetuosos de los derechos personales básicos).
#009 Enric Perez
Estimado Enric, muy interesante tu comentario, pero desenfocado.
Lo ves desde el punto de vista de un Empresario, explotador, y el de una persona que tiene un Negocio o un Privilegio. (El típico Rey, Duque, Señor, Terrateniente y Amo).
En primer lugar parece que niegas el progreso y luego dices algo sobre la escasez, a esto se llama meter miedo, para terminar diciendo que la «cultura o lo que sea que dices, lo controlaran solo unos pocos.
No se si habrás leído las barbaridades, amenazas, venganzas y miserias que tuvieron y tienen, que aguantar los creadores e inventores cuando crean o inventan algo nuevo que mejora algo y es más nuevo y económico… (Hay mucha literatura y mucho escrito sobre ello.)
Y para colmo hablas de una compañía de seguros… Y claro, si tu ves a las compañías de seguros como personas que piden por caridad… Pues algunos las vemos como una mafia que cobra mucho por los seguros. (Para eso tienen accionistas y cotizan en La Bolsa.)
…
En fin que pareces joven. Te recomiendo un libro que se titula «Historia de la estupidez humana» de Paul Tabori.
Aparte de lo anterior tengo el gusto de poner unos textos y unos links para ti, así como para Enrique y sus lectores:
«Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros. Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros.» – Sócrates.
“¿Qué les pasa a nuestros jóvenes? No respetan a sus mayores, desobedecen a sus padres. Ignoran las leyes. Hacen disturbios enlas calles inflamadas con pensamientos salvajes. Su moralidad decae. ¿Qué será de ellos?” – Platón
«No veo esperanza para el futuro de nuestra gente si dependen de la frívola juventud de hoy en día, pues ciertamente todos los jóvenes son salvajes más allá de las palabras… Cuando yo era joven, nos enseñaban a ser discretos y respetar a los mayores, pero los jóvenes actuales son excesivamente ofensivos e impacientes a las restricciones.» – Hesíodo
Proverbio gallego: “Xente nova e leña verde, todo e fume”
Teoría de las catastrofes
http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_las_cat%C3%A1strofes
Teoria del miedo
http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20071101231545AANhfCu
Saludos.
PD.
Tengo una anécdota y es la siguiente:
Hace poco dije aquí que estaba esperando a que saliera el Tablet Galaxy Note 8.0 y que vendría con 2 Pins para telefonía de 3G y la pre-4G.
Pues resulta que después de tanta publicidad no incluye ningún tipo de telefonía ni nada por el estilo. Solo incluye Wifi y algunos programas propios de tipo Android cuya explicación ocupa casi el 80% del manual.
Puro cachondeo. Ya me diréis que hago yo con un Tablet carisismo y sin telefonía.
Para que te fíes de las Empresas y de Samsung. Luego el cachondeo de alguno es decir que Samsung como gana mucho dinero… Hace lo que quiere.
Y yo esperando un Tablet de 8 pulgados en formato 16:10 a una resolución mínima de 1280×720 para que no me deforme las fotos y las vea igual que en la Tele…
A este paso… Nunca voy a poder comprar un buen Tablet…
(Y termina aquí mi rollo y mi Ladrillazo.)
Me parece que Miller hizo su experimento porque es joven. Los que hemos vivido buena parte de nuestra vida sin Internet no necesitamos hacerlo.
Alucino (bueno, ya no tanto!) con la lectura que se hace de los textos (la icónica es mucho peor!!).
El tabaco es adictivo por la nicotina, pero aún estoy esperando que me enseñen la nicotina de internet (o de la tecnología). SI un chaval padece una adicción puede ser por que el ambiente lo trata demasiado bien o lo maltrata, dudo mucho de la responsabilidad tecnológica.
Y desde luego creo que una persona acostumbrada a un determinado trabajo valga para nada como conejillo de indias (en términos absolutos), pero se supone que la experiencia era medir la falta en alguien que la iba a echar en falta…que iban a seleccionar entre robinsones de los bosques USA?
comentarios siempre típicos y recurrentes, ( que pesaditos ) de «enterao»;
“Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros. Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros.” – Sócrates… y luego Hesiodo y Platon similar…
Pero hombre cuenta la Historia completa es que luego de decir esto vinieron los romanos, persas y demas que se comieron Grecia … que «al enterao» se le pilla como el que siempre se entera de la mitad que le viene bien …
Vivir como concepto va más alla de la existencia de capacidades que te permitan tener signos vitales, el concepto de vida es la interacción que como elemento de una sociedad puedes producir, es levantarte y buscar tus metas, es sentir la vida en las actividades cotidianas, claro ejemplo de alguien en coma, esta vivo, pero no en la praxis.
En un mundo que está girando más rápido gracias a la tecnología es imposible mantenerte al margen y tratar de tener una vida normal, sencillamente la vida normal incluye un buen porcentaje de conectividad y facilidad de comunicación a través de la internet, no se si sea lamentable que dependamos como humanidad de esto para poder mantener un ritmo acelerado de avances en la ciencia y de una forma social donde no existen las fronteras, pero creo que vida sin conectividad no es vida, o al menos no una real a nuestra era.
Saludos,
Yo prescindo totalmente de Internet en mis vacaciones. Y algunos fines de semana, también. Y, la verdad, mi vida no mejora sustancialmente salvo por el hecho de «desconectar» (no específicamente de internet, sino de todo en general. No siento «mono» alguno -sobre todo si llevo un libro o, como ahora, una tablet abarrotada de ellos- pero tampoco noto una mejora radical de mi calidad de vida, salvo por el hecho vacacional en sí mismo.
Internet está en nuestras vidas como lo está la electricidad misma. Es así, lo hemos integrado y este hecho, intrínsecamente, no es bueno ni es malo, como hemos integrado -sin que sea ni bueno no malo- la fibra sintética, la radio y la televisión (que, por cierto, yo sí que toco poquísimo o apenas nada) o la lavadora. Darle vueltas a eso es como dárselas al hecho de llevar pantalones.
Raya ya un poco…
#009 Enric
Gracias a tu comentario, con el #016 mio, he intentado aclarar un poco los conceptos del tema de este blog de Enrique Dans. Y para ello he puesto unos apuntes y unos links que pueden ayudarte a mi y a muchas personas a aclarar ciertos puntos.
Sin embargo, gracias a #019 Antonio Garcia Saenz, se me olvido decirte otro libro que podría ayudarnos en los comentarios y dialogos que ponemos algunos en el blog de Enrique. Y es este libro:
“Historia del mundo contada para escépticos” de Juan Eslava Galán
Personalmente creo que simplemente leyendo los libros que indico, muchas personas podrán contribuir a que los dialogos en el Blog de Enrique sean más interesantes.
Y esto en lo que respecta a ti, Enric. Ahora me falta dar las gracias a Antonio Garcia Saenz y explicar sus coletillas: “enterao” y “al enterao”
Como mi filosofia de vida es: «Siempre positivo, nunca negativo.» No me doy por aludido. Tengo algo de práctica ya que de pequeño tenía un sacapunta y sacaba punta a lapices de todos los colores.
Lo que si me ha recordado en una anécdota propia de los profesores de las «Escuelas, Colegios y Facultades de «repipi» (De pago). Resulta que como los alumnos son lujo, «la matricula y los pagos mensuales o totales» los «Profesores» les tienen que consentir todo, incluso sus tonterias, y ser como la criada del cuento:
– Un niño está llorando.
– La mamá que lo oye le dice a la criada: -¿Por qué llora el niño.?
– Señora que quiere una cosa que no se le puede dar.
– Pues daselo…
– Señora que no puedo darselo…
– ¡Qué se lo des te digo.!
– Señora… Pero si lo que el niño quiere es la luna que se refleja en un cubo de agua.
En fin… Antonio Garcia Saenz
Te tengo que dar las gracias ya que, ha dado la casualidad, puede que gracias a tí tenga un libro comprado por 2,50€ en una libreria de 2ª mano, ahora están de moda.
El libro se titula:
INSULTOS, CORTES E IMPERTINENCIAS -Cómo hacerlo-
Angel Palomino.
Aqui tienes un extracto:
… O caalquiera que esté a mano, que no nos ha molestado ni ofendido, pero está ahí en el momento preciso, en ese momento en que el cuerpo nos pide la «vuluptuosa y orintal» satisfacción del insulto.
En la medida en que esta necesidad psíquica o psicsomática es satisfecha por la emisión del insulto y por lo que en el acto hay de voluptuoso, insultar es sano; tanto más cuanto mayor sea la necesidad que lo solicita.
El corte y la impertínencia son acciones correctivas, de castigo, por medio de la palabra. Se emplean para liquidar una situación molesta o para quitar las ganas de conversación a alguien…
…
El insulto como una de las Bellas Artes
A primera vista parece que el insulto ha de ser, necesariamente una grosería:
a) Injuriar a la madre
b) Poner en duda la fidelidad de la esposa ó
c) Negar la virilidad del projimo.
Son las tres formas clásicas -naturales en nuestra cultura, podría decirse ahora que se llama cultura a la incultura- expresadas en tres rotundas y malsonantes:
hijoputa, cabrón y maricón.
No pido al lector que las borre de su memoria, pero sí de su equipaje lingüistico. Habrá quien diga que pertenecen al más puro idoma castellano, se llenarán con ellas la boca, las caligrafiarán con deleite, citarán a Cervantes, Valle-Inclan y Cela.
De acuerdo esas tres palabras son castellanas como los chorros de oro, sonoras como un cencerro y castizas como un refajo, pero utilizarlas…
Así pues, Antonio Garcia Saenz, las palabras que terminan en «ao» no me gustan, tienen un toque personal inocente, inculto y analfabeto.
Para la próxima vez, si es conmigo, preferiría que usaras otro tipo de palabras. Incluso acepto los llamados «insultos» pero en esto también tengo gustos: Prefiero los llamados «Insultos esdrújulos», como son estos:
Archipámpano, Carabo, Almácico, Cismático, Morganático, Pirático, Acuntángulo, Sustentáculo, Tentáculo, Retruécano, Asafétida, Endémico, Integérrino, Peripatético, Bisílabo, Pelícano, Palmífero, Velocípedo, Panegírico, Pírrico, Sofístico, Cíngulo, Ventrículo, Lotófago, Sarcófago, Carótida, Califórnico, Etiópico, Gótico, Pirrónico, Prójimo, Tórrido, Apóstrofo, Isógono, Pirófono, Catecúmeno, Decúbito, Palúdico, Túrbido, Corpúsculo, Opúsculo, Túmulo, …
Saludos.
PD.
Deseando que echeis un vistazo a los links y los libros, anunque sea de refilón, espero vuestra respuesta, si ha o hubiera lugar a ella.
(Espero haberos distraido leyendo esto, tanto como yo me he distraido escribiéndolo.)
Enrique,
Realmente me sorprende y mucho tu respuesta a comentarios que algunas personas han hecho a tu entrada; mucho. No alcanzo a ver las «ganas de tocar los cojones». Estoy sorprendido porque creo conocerte algo. Y es que en gran parte pienso como ellos. El párrafo » La experiencia de Paul demuestra claramente que pretender prescindir de internet hoy en día no es una liberación, ni nada que se le parezca. Es una estupidez. Como retirarse a un poblado de cuáqueros. Más allá de la pose, y tras una pequeña fase de “conócete a ti mismo”, lo que queda es una vida carente de realidad, lo que supone prescindir de uno de los mayores avances en la historia de la humanidad, de una de las mayores manifestaciones de la inteligencia humana.» es esencialmente una opinión tuya y creo que da para comentarlo y mucho. ¿O no escribes para eso?
#023: Escribo para que se me comente, pero no para que se coja lo que he escrito, se ponga en un contexto que no tiene nada que ver, y se le saque punta absurdamente. Si yo digo que en el contexto de mi vida, o de la de Paul, o de la de cualquier persona de un contexto semejante no tienen sentido plantearse renunciar sin internet, ¿a que coño viene empezar con que si yo he negado que la vida de nosecuántos millones de personas no tiene sentido porque no tienen internet porque son pobres? ¿Aporta eso algo? No, son ganas de criticar por criticar. De sacar las cosas de quicio. Nada más. No tiene ningún sentido suponer que yo con mi título o con lo que he escrito implico eso de alguna manera. Es coger las cosas con pinzas, o aplicarlas a lo que no son. Simplemente absurdo. Y como me jode que la gente se dedique a criticar por criticar, porque «he leído algo y tengo que descalificarlo como sea», pues me fastidia. Porque creo que estamos para otra cosa, no para andar con esas tonterías. Comentarios con sentido, los que quieras, pero tonterías, las justas.
Liborio:
Ya sabes, los persas se comieron Grecia, y el que diga lo contrario es un «enterao» que tan solo se entera (o se inventa) lo que le viene bien.
No me extraña que Antonio siempre ande hablando de la decadencia de la cultura. En su caso, es un hecho.
a ver, a «enterao2» que se que apareceria, a caer como un pajarito2 … Socrates se referia a una generacion no a la posterior ni la anterior que tuvieron su guerras contra los persas con distinta suerte, hablaba de la que en el 480 a.c. iria a las Termopilas
Antonio Garcia Saenz:
A ver, enterao0, esa guerra la ganaron los griegos (como todas las demás contra los persas). Y la ganaron, en parte, gracias al sacrificio de los espartanos y tespios en las Termópilas, cuya gesta heroica permitió que se salvase la mayor parte del ejército griego.
Antonio García Saenz y Krigan
Es una delicia leer vuestros dialogos, me habeis recordado a Voltaire:
«No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.»
«Detesto lo que escribes, pero daría mi vida para que puedieras seguir escribiendolo.»
«Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo.»
http://www.literato.es/no_estoy_de_acuerdo_contigo_pero_daria_mi_vida/
Ambos sois la prueba del titulo de este tema, Internet forma parte de la vida de muchas personas y vosostros sois un ejemplo de ello. De forma consciente o inconsciente vuestros dialogos en el blog de Enrique, ya lo dicen:
«La vida sin internet no es vida.»
Saludos.
Los libros que antes he dicho, por si alguien no lo sabe… todavía, se pueden conseguir en este link: http://www.papyrefb2.net/frames/index.php
¿No me digais que todavia no teneis un Lector electrónico, tipo Cervantes 2, para estar leyendo tardes completas sin cansarse la vista; o un Tablet para leer libros, descansando cada hora los ojos, y para hacer otras cosas o navegar por Internet.?
Y para que os adentreís en el mundo de la risa, os recomiendo un libro del año 1899:
La risa
Henri Bergson
(Este libro no esta allí para leerlo en eReader o Tablet todavía, me ha dicho un amigo que lo va a compartir allí, pero se se tiene prisa se puede conseguir en http://ebiblioteca.org/?/inicio/
Y para no parecer un «medio enterao»…
– Digo, digo; que no digo Diego:
– Si lo que yo digo lo añadis o juntais con lo que e vosotros sabeis, con el añadido de Internet…
– Nuestra vida no irá por el camino de los «medio enteraos»…
– Andaremos por la senda correcta y el camino, y los caminos, nos haran llegar a la meta…
– Ser unos «enterados 100%» y no unos «medio enteraos»
Al final solo me queda exclamar, junto con Antonio y Krigan:
¡La vida sin internet no es vida!
Un uso excesivo o inadecuado puede llevar a una deshumanización y la pérdida de valores. Por lo tanto hay que tratar de tener un uso adecuado de estas tecnologías para que esto no se produzca.
Pues a mi me obligan a hacer el experimentico a cada rato, pero me lo burlo porque prefiero usar el gps del movil que perderme en los caminos.
Por otro lado.
Verdad que comentar en contra de internet en un blog es un poco … curioso.
Totalmente de acuerdo con Antonio Navarro y Observador.
Las nuevas tecnologías tienen (algunas, muchas veces las menos) tienen ventajas positivas a nivel personal y social; pero tienen otras muchas contrapartidas y muchas de ellas ni siquieran se suelen nombrar cuando se habla de nuevas tecnologías: Impacto medioambiental, desigualdad social (globalización), alienante de la vida real (relaciones sociales reales, esfuerzo físico, diversión en compañía, etc.), control por parte de los que tienen poder y/o dinero.
El hablar de las nuevas tecnologías sin mencionar lo anterior me parece una total frivolidad.
Hay que leer bien el artículo. De lo que habla es de como esta tecnología es fundamental en la vida actual. Como hace 2 décadas lo era el teléfono. Vivir sin teléfono en casa, era una vida muy limitada, insegura y desconectada. Ahora pasa con internet. No es un decir que internet es lo más de lo más, sino afirmar que co-dependemos de una herramienta que nos facilita tantas cosas, que sin ella nos sentimos fuera de la realidad cotidiana. Al menos en los entornos actuales en que muchos nos movemos. Sin internet, mi vida no es la vida que estoy viviendo, es otra cosa, más limitada y desconectada. Mi vida real, tiene que ver con mi pareja, tiene que ver con mi cuerpo, mis emociones, mis ideas, mis proyectos, con mis relaciones y por supuesto con esta Red de Redes que permite canalizar algunas importantes de estas acciones en mi vida cotidiana.
Para una persona normal, que puede usar y no quiera usar algunos de estos recursos de Internet, si que la puedo considerarla asocial, porque se niega a otro tipo de vínculos con su sociedad humana, con su cultura, tan importantes en estos tiempos. Vuelvo a repetir lo que ya he dicho en otros momentos (y que aprendí de @dreig), las relaciones de tu a tu son fundamentales y son «vínculos fuertes» y emocionales. Pero también hay otros «vínculos débiles» clave para vivir en sociedad, que se establece a través de medios de comunicación, de la TV, de la prensa, y ahora de los medios que ofrece Internet (redes sociales, blogs, prensa digital, vídeo,…) Sin esta interacción continua, ya no participamos en la transformadora cultura del siglo XXI, que esta naciendo, y que es cada vez más global, interactiva, ubicua, a temporal, y empatica. No es elegir entre internet y el cara a cara. Es aprovechar profundamente los dos aspectos, como una misma realidad con dos vertientes… significativas las dos…. que nos conectan al corazón y al mundo las dos…. Lo repito!! «Mi vida sin internet… No es la misma Vida» Sin internet no puedo sentir el dolor del mundo y amar con el mismo alcance que actualmente. Sin internet (usado con moderación y sentido), no podría expresar tantas cosas como llevo dentro (como escritor-divulgador-aprendiz), y llegar a tantas personas como llego… desde mi pequeña ciudad de provincias…