Según datos de comScore de febrero, el total de páginas vistas consumidas en internet en España fue de unos 45.000 millones. De esos, sumando Unidad Editorial, Prensa Ibérica, Prisa y Vocento hacen unos 1.600 millones. Pon que sean 2.000 ó 2.500 millones entre toda la prensa tradicional; apenas un 5% del consumo total. Google hace otros 3.000 millones incluyendo Youtube. La gran mayoría de las páginas vistas en el mercado español no son ni de la prensa tradicional ni de Google.»
El texto es de Julio Alonso, tomado de una entrada de muy recomendable lectura titulada «Cómo serían las cosas si no fueran como son«, yo solo he añadido las negritas. Te aconsejo acompañar su lectura con este otro artículo reciente de Cory Doctorow en The Guardian, «Copyright wars are damaging the health of the internet«, en el que describe cómo los gobiernos están destrozando la red para intentar arreglar – sin conseguirlo, además – los problemas que teóricamente aquejan al 0.0000000000000000001% de sus usuarios.
Es increíble hasta qué punto unos pocos ignorantes irresponsables pueden llegar a destruir la mayor obra colectiva de la humanidad.
La verdad es que es una pena que gente sin conocimientos tenga el poder de realizar este tipo de acciones.
Un pastel que no debe escapar a los tentáculos del poder, vivimos en una clara degeneración política aya donde mire, hoy son ellos los de otra era, otro momento de la historia.
DE vez en cuando escuchas que no se que país va auditar a google para ver sus algoritmos de búsquedas, y es que están mas preocupados de lo que encuentres que cuantos por todo el mundo pueden acceder a la red, deberían auditarse ellos mismos, menos gastos protocolarios y mas educación e información para las personas.
La red esta cambiando muchas cosas, es una dura lucha contra los gobiernos.
Lo triste es que con la economía son igual de ciegos, avestruces que no quieren ver la realidad. Todo era «España va bien» y «somos la champions de la economía» y luego ya han visto la realidad del mercado inmobiliario, la estafa de los bancos y las mentiras de PP y PSOE, que ni miran por la ética ni por el estado del bienestar. En el MUNDO REAL llevan 6 millones de parados.
Me encanta de Cory Doctorow cuando apunta que «la cultura ha sido tradicionalmente un mal negocio donde la mayoría pierden dinero». Y la cita de Robert A Heinlein es demoledora, pues ya hablaba en 1939 de quienes piensan que las leyes están para defender sus modelos de negocio.
Recordaría el breve y demoledor discurso de Punset delante de González Sinde, donde hablo de la «tentación de controlar».
Una guerra ficticia que termina con los artistas dedicándose a crear en vez de esparcir el «cuento de la pena» de lo que pudo ser y no es.
Sin duda, la mayor parte de esos 45.000 millones serán webs para ver porno :-)
Tambien piensan hacer pagar a twitter?
Y no deberia cobrar yo por leer noticias mediatizadas por el medio?, Que cobren al partido al que sirven (como han hehco siempre)
Los que se inventan excepciones a las libertades y derechos para el libre intercambio de conocimiento, lo hacen para, según ellos, proteger un bien valioso, la cultura. Estos oscuros personajes viven en una permanente distorsión de la realidad y presentan a la tecnología como si fuera un monstruo que destruye a la cultura cuando en realidad es todo lo contrário.
Ellos son los monstruos y la tecnología es la mejor aliada de la cultura.
Recomiendo leer un texto de Richard Nash sumamente exclarecedor que explica «¿Qué es el negocio de la literatura?«.
No soy el primero que promociona su lectura y espero no ser el último.
si los internautas no estais dispuestos a pagar por discos libros y peliculas pues al final tendremos que cerrar internet y no me digais que no se puede cerrar internet porque se puede asi que una de dos o pasais por el aro y dejais de usar el emule y empezais a rascaros el bolsillo para comprar o presionaremos para romperos el juguete, y os aseguro que ya estamos trabjando en ello, el que no pase por el aro, leña y mas leña ;)
Ahora quita Google, Youtube, y la prensa. Qué queda? Facebook, Twitter y otras redes sociales y blogs.
Es lo mismo!
Internet se ha convertido en algo cada vez más importante. Hasta ayer se despreciaba Facebook y se desconocía totalmente a Twitter y ahora no hay empresa que no tenga cuenta en estos dos medios. Es ahora cuando la cosa se pone seria, cuando las cosas son «de verdad», y se va viendo cuál es el papel real que Internet va a jugar en la economía y en la sociedad. Hasta ahora era sólo un juguete, un experimento, y como tal estaba lleno de suposiciones y utopías.
Me recuerda a eso que decían las mujeres cuando no podían acceder al poder: «si las mujeres mandasen no habría guerras, porque son más pacíficas por naturaleza».
Digo esto porque una de las leyendas no comprobadas de Internet es que ésta haría que aflorara un montón de talento oculto que nunca pudo salir a la luz por las altas barreras de entrada. Un grupo musical no podía antes llegar al gran público y tener éxito porque estaba a merced de la dictadura de las discográficas. Ahora, con Internet, los interesados intermediarios no podrían oponerse.
Creo más bien que lo que sucede es que el talento es escaso, y que las cosas de valor cuesta mucho crearlas, sea en talento puro, dedicación o pasión. Puedes ponerte a hacer bonitos zapatos en tu casa, pero para que sean una maravilla debes dedicarle un tiempo, años y años de perfeccionamiento, que tal vez no tengas porque tienes que trabajar en algo que te de dinero. Puedes vender en Internet esos zapatos que haz hecho como hobby, pero nunca serán nada del otro mundo, porque no puedes poner todo de ti en ellos. La obra de Picasso o Dalí o Velázquez es el fruto de toda una vida dedicada a ello.
Julio Alonso equipara el tráfico de la prensa tradicional con la información que proporcionan los «no profesionales», y yo me pregunto si tienen la misma importancia y calidad. En la radio, cuando dan voz a «la gente» lo que se suele oir son tonterías y exabruptos. En las redes sociales me canso y me pongo de los nervios con tanta gente que no dice sino simplezas y tonterías. No me aportan nada, ninguna «información». Allí alguien lanza un bulo y todos lo propagan sin ningún espíritu crítico, tan sólo porque cuadra con su forma de pensar o porque es lo que les gustaría oir. Algunos de ellos los he captado a la primera, por su tono simplemente, pero llegaron a mi a través de otros que se los creyeron a pie juntillas (el torero que llora arrepentido delante de un toro, por ejemplo).
Ahora, como antes, el talento es escaso y también lo es la información veráz. La prensa tradicional tiene muchos pecados, pero ¿es Internet el remedio mágico, alternativa?¿por fin vamos a gozar de verdaderos artistas geniales y de información sin manipular ahora que está Internet? ¡NO!
Pienso que mientras los usuarios usen el nombre personal, y demás información privada de manera pública, internet no será de los usuarios sino de los datos (de los usuarios) que publican libremente. Google y todos los negocios en internet viven de los datos de los usuarios.
Si usáramos un ID neutro (sin edad, ubicación, etc), en lugar de la información personal, no habría manera de usar data mining o big data, de una manera precisa.
Por otra parte, si no existiera Google (el buscador), ¿cómo funcionaría internet? ¿Con las páginas amarillas? ¿Pagando a un 902 para encontrar una dirección?
Si Google, y el resto de otras WEBs que indexan páginas, no usaran sus arañas, no habría manera alguna de encontrar algo en internet.
¿Bajo qué manos privadas e independiente (y volvemos al mismo problema), vamos a dejar la responsabilidad de crear un índice global que sea de verdad imparcial?
Google está posicionado de una manera tal que quitarlo de esa posición de poder requerirá otro buscador independiente, manejado por alguna otra universidad. Como deberían saber, antes de «politizar» la tecnología, es que la Universidad de Stanford tiene acciones de Google Inc por cederle los derechos del PageRank del buscador Google. Si no existiera ese PageRank, el posicionamiento de las páginas en el buscador no sería eficiente ni efectivo.
El buscador de Google es un negocio muy bien posicionado, es un paradigma en sí mismo. Facebook está tratando de romperlo, pero ni con sus millones de usuarios cautivos, ellos han podido cambiar las reglas del juego.
Entonces, ¿quién en su sano juicio puede imaginar una ley que atente romper ese negocio, que es parte de Google Inc y parte de la reconocida Universidad de Stanford, y precisamente en los Estados Unidos de Norteamérica?
Google seguirá indexando páginas, y «enlazándolas» en su buscador. Google seguirá re-publicando tu información personal (tú la publicaste la primera vez) sin pedirte permiso, y seguirá cobrando peaje publicitario. Eso es lo que hay, hasta que otro paradigma se imponga.
Pero el «daño» de Google no es ese nada más. El cambio más importante que está haciendo Google es a nivel de los lenguajes, tal como lo escribí en mi blog hace un par de años. La estructura semántica del inglés se está imponiendo frente a otros idiomas por efectos del algoritmo de búsqueda.
Estos mendigos en la puerta de Google, sean gobiernos o sean empresa privada, se quedarán con los crespos hechos, porque Google seguramente pagará estas pírricas comisiones, pero seguirá ganando más espacio y poder.
Mientras no exista un poder por encima del resto de las naciones, cualquier cosa que tenga que ver con internet, es mas discurso hippie.
Hola Enrique y Lectores.
Me ha hecho gracia la cifra 0,0000000000000000001%
Creo que es la misma cifra que corresponde a la posibilidad de que a una persona le caiga un meteorito en la cabeza, que es lo que yo les digo a las personas amigas cuando les cuento que juego a la EuroMillones.
Me ha parecido ver que muchos comentarios hablan de Política, economía y hasta de porno.
(Y es que se puede hablar de todo de sexo, de comida y hasta de sucedáneos. Algunas personas usan aperitivos antes de comer y otras personas toman otros sucedáneos para otras cosas.)
En fin. Que me parece que os podrían interesar la Ciencia Cognitiva y luego seguir con el tema de los errores de los políticos, periodistas y demás fauna.
Para ello solo tenéis que buscar en San Google los libros de más abajo y que los podéis descargar en un momento de nada o en un pispas:
No pienses en un elefante
George Lakoff
El error de los intelectuales
Enrique Arenz
El primero con solo poner el titulo lo tenéis en PDF y lo podréis descargar.
El segundo, el mismo autor lo ofrece gratis.
Muchísimas gracias. Saludos.
Los periódicos lo llevan crudo si creen que su problema es Google. Su verdadero problema es que ahora tanto los anunciantes como los productores de información (gobiernos, partidos, empresas, científicos, ONGs, gargantas profundas, etc) tienen sus propias webs, ya no necesitan a los periódicos para llegar al público. Y los gargantas profundas tienen Wikileaks.
El anunciante dispone de espacio publicitario ilimitado en su propia web. Para el productor de información el espacio es igualmente ilimitado en la suya. Al final todo consiste en que te vean, en que acudan a tu web. Estamos hablando de tráfico y posicionamiento, y al pretender cobrar por Google News los periódicos demuestran que no han entendido nada. No se le intenta cobrar al que te da tráfico, se le cobra a aquel al que proporcionas tráfico.
Esteban,
Que no haya barreras de entrada significa que prácticamente todo el mundo puede escribir. Claramente eso hace que se publiquen muchas cosas de nivel de calidad dudoso o directamente no relevantes para la mayoría del público. También hace que se publiquen cosas interesantes que por los canales tradicionales no se habrían publicado. Que estas son menos que las anteriores creo que lo tenemos todos claro. Pero no por eso dejan de ser valiosas.
En cualquier caso mi argumento no estaba en si las páginas no profesionales tienen más calidad o menos, sino en que son cuantitativamente más y en que han conseguido, en parte gracias a Google, ser atractivas publicitariamente y acceder al mercado publicitario y a los ingresos.
Julio Alonso:
Asimismo, combiene mencionar que entre la producción profesional también ha habido siempre no poca basura. Decir que lo profesional es siempre bueno, como hacen los que hablan de cultura de calidad cuando quieren decir cultura de pago, es pecar de una ingenuidad sobrecogedora.
La tesis del artículo de Julio Alonso es que el periodismo profesional ha perdido importancia relativa en internet frente a otros usos de la web y por tanto no amerita medidas proteccionistas ni públicas ni privadas que le permitan subsistir, como sería el caso de las ayudas de Google. Falvinge extiende este criterio de irrelevancia al resto de contenidos sujetos a derechos de autor, que según grafica, sólo atañe al 0.0000000001% de sus usuarios. La métrica de Falvinge es por supuesto falsa, inventada, y parte de que los que viven de los derechos de autor son por ejemplo, la decena de estrellas que aparecen al comienzo de una película y no los 100 que aparecen al final. En todo el mundo no habrá miles sino millones de personas que viven de alguna manera de las industrias culturales y periodísticas. Pero inclusive si fuesen pocos, esta cuantificación no es motivo para privar de la defensa de sus derechos de autor a ningún grupo minoritario. Se trata justamente de lo contrario. Basta con uno solo para que se activen los mecanismos de defensa del Estado y es obligación fundacional de los Estados hacer que los derechos de un solo individuo sean respetados por los demás.
Julio Alonso al menos sí toma cifras de com.Score pero con criterios y fines no menos equivocados que los de Falvinge. De hecho hace gala del típico reduccionismo nerd al invitarnos a creer que la importancia del periodismo profesional se puede medir con un número de visitas. Sólo así se puede llegar a conclusiones absurdas como que una denuncia periodística de corrupción en la cúpula del PP es menos relevante que el vídeo de un gato masturbándose en youtube. La sociedad española, si seguimos la metodología de Julio Alonso, está mejor servida con el video gatuno que con el trabajo de investigación de «El Mundo».
Esto es mala ciencia o un engañabobos. Es como si quisiéramos «medir» la importancia de las actividades de Enrique Dans con algún común denominador en su vida diaria, por ejemplo los minutos dedicados o las palabras utilizadas -escritas o habladas- a cada actividad. El señor Dans, por ejemplo, destina 500 palabras a una entrada en su blog, 2000 palabras a una conferencia pagada, unas 2500 a dos horas de clase, pero… 5 mil palabras para conversar en casa en las mañanas y noches; unas 8 mil para comprar, tomar un taxi, hablar por teléfono, recibir en su oficina y unas 10 mil cuando se reune con sus amigos a tomar vino y mandar a parir a los de Promusicae. Según nuestra estadística nerd, inspirada en Julio Alonso, concluiremos que para Enrique Dans, la tertulia con los amigos es 20 veces más relevante y trascendente que escribir en su blog, es 5 veces más importante que dar conferencias, 4 veces más que dictar clases y dos veces más que atender a su familia.
Vamos que si mi objetivo inicial era demostrar que Enrique Dans es un borrachín irresponsable -o que el periodismo profesional es irrelevante- estas estadísticas nos sientan de maravilla y no nos preocupemos que tanto nos alejen de la verdad. Son mejor al menos que esas encuestas anuales de «El Mundo» -¿también manipuladas señor Julio?- que ubican sistemáticamente a Enrique Dans y a Julio Alonso, como dos de las personas más influyentes de la red.
Julio Alonso, gracias por responder a mi comentario.
Mi argumento es que, en general, la calidad se consigue con la dedicación, más aún si es plena, cosa que permite el profesionalismo. Que las fuentes profesionales pueden no ser más numerosas, pero sí más importantes, y que es una vanalidad esgrimir ese raquítico tanto por ciento de tráfico como justificación de que se puede prescindir de esas fuentes de información. Al fin y al cabo a menudo las opiniones, las charlas, los comentarios de los blogueros, sus fuentes RSS, beben de las fuentes profesionales, de esos que ponen medios económicos y humanos para crear fuentes informativas aprovechables. Y puedo estar equivocado, pero me parece que poco creador aficionado sacaría demasiado de lo que ve desde la ventana de su casa. Sin esas fuentes que son origen de otro tráfico mayor, lo que puede quedar en la red son memes, fotos de gatitos y rumores.
En un viaje a China noté algo que no pasa tanto en España: había mucho rumor, mucha leyenda urbana, mucha explicación estúpida a cosas que suceden en su país. Yo lo achaco a que no se fían de lo que les dice el gobierno. Y me parece que una red sin fuentes fiables y de confianza llevaría a éste mismo fenómeno.
No creo que carezca de valor que se haga una selección, ordenado y poner algo de espíritu crítico en la información que sueltan a su conveniencia el Estado, los organismos, etc… Cosa que un aficionado, con sus limitaciones, no creo que pueda hacer de forma competente. ¿Qué aficionado es capaz de sacar algo aprovechable de la avalancha de archivos en bruto que pone a disposición Wikileaks?. Ah, lo hizo ElPais.
Hasta la Wikipedia, en otro orden de cosas, requiere de fuentes profesionales, fiables, aunque sean aficionados los que materialmente escriban allí.
Y lo que me parece ingenuo es creer que salga cultura de calidad como setas simplemente porque se les pueda dar más visibilidad y oportunidades a la gente. El talento no es algo fortuito. Es algo que se cultiva y cuesta mucho alcanzar la calidad. Ni un Indurain habría llegado a dónde llegó sin mucha dedicación. Un talento sin dedicación, trabajo y las condiciones óptimas para desarrollarse se queda en un talento malogrado. España consiguió tantas medallas en las Olimpiadas de Barcelona porque se puso mucho dinero en ello, es decir, permitió que los atletas pudieran dedicarse al deporte de verdad y alcanzar todo su potencial.
Afirmo y mantengo que lo que puede ocurrir es que en YouTube aparezca un Justin Bieber y las discográficas no tienen excusas, o dudas, para darle una oportunidad, ante el evidente éxito en la red, y que desarrolle todo su arte. Pero después de tantos años ya de YouTube, de «Operaciónes Triunfo» y de todo lo que quieras poner, sigo sin ver Mozarts, Michael Jacksons, Martin Scorseses, o Camilos José Celas (con lo baratísimo que es publicar un libro en Internet) apareciendo por todas partes, gratis o de pago, maravillándonos a todos.
Otra vez de acuerdo con Mario. LOL.
Cómo odio a KLOUT y el temita anual de los más influyentes en la red. Ni por conteo de palabras ni por RTs, sino por credibilidad es que se debe medir la influencia.
Hay un cambio de paradigma del origen de la fuente, y de la ubicación de la audiencia. Y más aún: en Twitter la gente retuitea, y en la prensa tradicional no. Me imagino que eso los tiene de los nervios.
Me ha quedado grabada la frase, «nuevos modelos que aporten valor a los usuarios» Otro tipo de valor? Y a colación, me ronda también, «interesar al capital por otro tipo de motores»
Mario:
Como siempre, mucha palabrería para justificar los abusos. Si los periódicos aparecen en Google News es porque ellos mismos han dado su permiso para que así sea, y lo han dado precisamente porque se benefician de ello, porque les genera un gran número de visitas. No veo de qué manera se puede justificar que estos le roben a Google su dinero, usando para ello el poder del estado mediante nuevas leyes que en lugar de proteger de los robos obliguen a la víctima a pagar a los ladrones.
Si crees que los periódicos deben ser sostenidos, sostenlos tú con tu dinero. Deja en paz el dinero de los demás.
Krigan, creo que Mario solo estaba criticando el método de medición, en todo caso es el punto donde estoy de acuerdo con el.
Lo cierto es que la indexación de contenidos, desde cuando no había nada en la WEB, y debido a la brecha tecnológica de aquel entonces, fué siempre una tarea al contrario de como se hacían y hacen las cosas en la vida cotidiana. Es una araña que busca en las WEBs el contenido que fué previamente publicado por otro. Aunque tambien se puede hacer al contrario: decirle a la araña cual es el contenido a publicar y cual no.
En la vida cotidiana es el dueño del medio quien publica cada emisión del periódico, y lo distribuye en los puntos de venta. No es que una asociación de kioskeros va a cada sala de prensa a buscar las noticias.
Y apareció el RSS. Otro toletazo a las maneras tradicionales. Y luego Twitter. más profundo aún, más personal.
Que pasaría si Google le dice a los medios de comunicación, «no les pago nada, y tampoco les publico nada». A Google no le afectaría en lo más mínimo porque seguirían publicando las mismas noticias por otros medios (titulares, tweets, etc). Incluso se podrían crear nuevas formas: Youtube y Twitter son medios informativos que antes no existían y ahora son necesarios.
Mario,
Me temo que tu respuesta a mi comentario es un hombre de paja. Me estás atribuyendo opiniones que no he expresado para luego rebatirlas con facilidad.
Yo en ningún momento he dicho que la foto del gatito sea más relevante, más valiosa o de más calidad que el reportaje informativo. Desde el punto de vista del valor para la sociedad en su conjunto gana ampliamente el reportaje. Lo que digo es que, desde el punto de vista de la capacidad para generar ingresos publicitarios no hay tanta diferencia. No estoy diciendo que haya que prescindir del periodismo tradicional como fuente de información. Lo que digo es que antes esta actividad se podía financiar por vía publicitaria, entre otras razones, porque tenía poca competencia como soporte publicitario. Ahora tiene muchísima. Las páginas vistas no son una medida de importancia. Son una medida de inventario publicitario.
En cuanto al ranking de influyentes en internet que publica El Mundo, no es ni una encuesta, es elaborado por la redacción de El Mundo pidiendo también opinión a personas del sector. Tiene simplemente ese valor. No más.
Esteban #017:
Muy acertado, es como cuando se ampliaron las cadenas de televisión… antes con las dos cadenas había programas musicales de todo tipo, clásicos, listas de éxitos,»Jazz», desde las «Vulpes» a Maria Ostiz, Glutamato, Jose Luis Perales, Tete Montoliu… y ahora…
Muchos negocios están sufriendo la crisis, y más los que tienen que ver con «contenidos». Por supuesto que en muchos casos es algo inevitable como ha pasado con otros en la historia debido a las nuevas tecnologias. También está el factor de mala adaptación, pero todo esto, no creo que tenga como resultado, que se cuestione la profesionalidad de gente que simplemente, llevan tiempo dedicándose a ser musicos, periodistas, o directores de cine.
Mientras que google se vá cada vez haciendo más grande… y nó es sólo cuestión de dinero, los «datos», «contenidos», «información»…
Pero se presenta como una empresa modélica que para facilitarnos las cosas, debe enfrentarse a los dinosaurios de la propiedad intelectual…
Todos critican el estilo de la llamada princesa del pueblo, pero su presencia en una pantalla de TV es garantía de audencia. Sin llegar a calificar el poder adquisitivo de dicha audiencia, es en sí mismo un número que interesa a los anunciantes. Tráfico a toda costa, así sea a punta de polémica, sexo o morbo, es la gasolina que mantiene viva la llama. Y algunos lo aplican en los comentarios de los blogs BTW.
La audiencia y el contenido es una relación de dos. No existe el primero sin el segundo y viceversa. Así de inexplicable es el ser humano, aunque está muy claro donde pueden llegar los medios al profundizar en la miseria humana.
En mi post La brecha de la percepción explicaba un poco lo que está pasando con la migración de la audiencia y el cambio de percepción producido por Internet.
Ahora mismo hay un cambio de paradigma (migración de la audiencia y origen de la fuente), un traspaso de poder entre la prensa tradicional y los nuevos medios como Twitter. Y este último lleva la delantera y está influenciando al mismísimo Google.
¿Los medios se están quedando sin audiencia?, entonces deben evolucionar. Si no les va a pasar como a los fabricantes de las máquinas de escribir, que la tecnología les pasó por encima.
mercadder:
El tema de conversación es el que es: Pepe Cervera escribe un artículo sobre ese tema, que motiva a Julio Alonso a escribir el suyo, que es tratado en parte del artículo de Enrique, que es respondido por Mario, y la respuesta de Mario es replicada por mí. No soy capaz de ver por ningún lado que el tema haya cambiado, desde Cervera hasta mí, tampoco cambió en Mario.
Desde el momento en que las webs de los periódicos tienen un fichero robots.txt, ahí hay un permiso explícito. Google lo respeta, no te indexa si no quieres, y puedes elegir cualquier combinación, como por ejemplo, que una parte de tu web, o toda ella, sea indexada por el buscador pero no por Google News, o que no sea indexada por ninguno de los 2. Esos periódicos de tan gran calidad informativa según algunos, profesionales dedicados a tiempo completo a informar… no informan de este hecho. Toma cultura de calidad… cultura de ladrones embusteros.
Google ya ha dicho que no paga y no indexa, lo ha dicho en Brasil, donde la ley no ha cambiado, y los editores de prensa, aunque tontos, por lo menos son honrados y retiraron el permiso. También amenazó con hacerlo en Francia y Alemania, donde los editores no retiraron nunca el permiso, pero se pretendió cambiar la ley para que los editores pudieran robarle su dinero a Google. Por supuesto, ahí vemos a los periódicos criticando… que Google diga que no paga y no indexa.
El verdadero problema de los periódicos ya lo expuse en #13. Alguien puede poner un tweet enlazando a un artículo de Greenpeace publicado en su propia web, o enlazando a un artículo de un bloguero que se basa en los datos del artículo de Greenpeace. En no pocas ocasiones, El País y El Mundo no llegan a intervenir en el proceso.
Krigan, Mario en 016 solo hablaba del método de las mediciones, y tu le respondiste en 020 con otra cosa. En fin.
Mi posición es que la prensa tradicional está perdiendo el juego y debe apurar el paso, incluso el mismísimo Google tambien.
Twitter esta cambiando el paradigma de la fuente y eso es muy rompedor.
Por otra parte, tener un robots.txt en la web no es la única condición necesaria para que una web aparezca en el buscador de Google.
Las arañas deben encontrar este robots.txt, pero es el algoritmo de Google quien decide si esa web va a aparecer en la primera página del buscador, en la página 5 o en la 10.000, donde obviamente ya sería invisible. La web debe cumplir con los lineamientos del buscador. Las estrategias de SEO ayudan en esto.
Pero siempre Google Inc tendrá la potestad sobre qué indexar, luego que una web decide que desea ser indexada.
Y un paso importante que está dando Google es dar más peso al autor del artículo, post, o noticia. Twitter es claramente quien ha influenciado ese cambio, y Google está al tanto de que ese cambio de paradigma está en pleno desarollo. Basta recordar lo que pasó con el Google Reader.
Al final, lo que quiero tratar de expresar, es que si no se ve esto desde el cambio de paradigma, no podrán entenderse las variables que actúan.
mercadder:
De ser cierto que Mario solo hablaba de las mediciones, es él el que se habría apartado del tema. Hay 6 puntos en el artículo de Julio Alonso, solo en el primero se habla de las mediciones. Pero en realidad Mario hablaba de que Google le pagase a los periódicos, por eso habla de su supuesta importancia, de merecer la «ayuda» de Google. En cualquier caso, el propio Mario puede aclararlo si lo estima oportuno.
Para comprender la crisis de los periódicos hay que examinar 2 aspectos: los anunciantes y los productores de información. Julio, en su respuesta a Mario, creo que ya ha dado el argumento definitivo respecto a los anunciantes. Lo que cuentan son las visitas, al anunciante le da lo mismo si le vienen por Bárcenas o por un gatito. Lo único que habría que añadir es que la segmentación también importa, pero esta es una calle de 2 direcciones, a una tienda de animales lo que le interesa es que su enlace patrocinado aparezca al lado del gatito, no de Bárcenas.
Por el lado de los productores de información (incluyendo información falsa), desde Rajoy hasta Greenpeace pasando por los innumerables gargantas profundas siempre dispuestos a filtrar (o incluso inventarse) lo que a cada uno le interesa, la cosa es incluso peor para los periódicos. Antes no tenían la exclusiva de los anunciantes, pero sí la de la información de actualidad. Ahora Greenpeace tiene su propia web y Rajoy pronto aprenderá a usar el streaming de Internet en lugar de usar un televisor de plasma.
Estos son los verdaderos problemas de la prensa, y por tanto son los problemas que tendrían que estar afrontando. En lugar de ello, se dedican a mirar a ver si Google les salva a la fuerza.
Basta darse la vuelta por un kiosko y ver lo esqueléticos que viene los periódico, Basta «seguir» los twitter de los periódicos y observar que quienes titulan, son becarios con claras dificultades para redactar.
Google no es responsable que el público haya huido de los periódicos de papel, la gente se ha ido porque obtiene la informaciíón que desea por otros conductos. PUNTO.
Intentar hacer pagar por ello a Google, pues, bien…. si alguien tiene que pagar, que se Google que es rico, pero no le busquemos las razones, solo que tiene dinero. Es más Google está matando silenciosamente GOOGLE NEWS, como muestra que esa no es la razón de los ingresos de GOOGLE, los periódicos se quedarán sin dinero y sin visitas, Si no, al tiempo.
Al del comentario 008 que se hace llamar «el cobrador del bit» (ese tipo de nombre ya demuestra la prepotencia que tiene). A ver quien la toca las narices a quien. En octubre de 2013. Cuando comience a recopilar toda información de la gente, empresas, entidades,… que apoya la Ley Sinde-Wert, Lassalle y similares. Os va a dar la risa.
Salu2
Gorki:
Sí, yo también tengo la impresión de que Google está matando silenciosamente a Google News. Hay opciones que antes estaban y ahora ya no, como la de ordenar por fecha.
¿Profesionalismo periodístico?
En contabilidad, auditoría o fiscalidad, los mas «profesionales» son quienes mejor saben deformar la realidad para que los números digan lo que quiere el que paga.
El periodismo me decepcionó mucho antes de que surgiera internet.
Para mi el Google News es para terminar! Los usuarios no tienen interés por noticias de otras fuentes!
Tengo la misma opinión de Carlos cuando él dice: «El periodismo me decepcionó mucho antes de que surgiera internet.»