Mi columna de esta semana en Expansión se titula «El timo 301» (pdf), y hace referencia a esa lista con la que los Estados Unidos pretenden amenazar a nuestro país con supuestas sanciones comerciales – nunca ningún país ha sido sancionado por estar en dicha «lista». Una lista escrita directamente de puño y letra por las empresas discográficas y por el lobby de Hollywood, con un criterio absolutamente arbitrario y ningún elemento más científico que el «nos toca presionar al gobierno de este o de aquel país para que hagan algo a favor de nuestros intereses»: ¿que se aprueba la demencial ley Sinde que elimina a los jueces porque les molestaba que no les diesen la razón? España sale de la lista 301. ¿Que un año después, la ley Sinde, como su prima cercana Hadopi, no ha servido para absolutamente nada más que para incrementar la popularidad de Kim Dotcom, y no ha cambiado un ápice la situación? España vuelve a la lista 301.
La lista 301 es tan absurda como lo siguiente: «si no estás de acuerdo con que el poder de los que se dedican a distribuir supuestamente en exclusiva las obras de terceros debe ser omnímodo, te pondré en mi lista, y a Obama vas», con el detalle de que, además, Obama mira la lista, comenta algo sobre el tema en un par de discursos para que estén tranquilos, pero no hace nada más. No solo porque no quiera, sino también porque no puede. Pensar que los Estados Unidos van a dedicarse mañana a sancionar comercialmente a medio mundo, incluida una todopoderosa China a la que ni siquiera pueden plantearse sancionar, por no respetar unas reglas absurdas marcadas por una industria anclada en el pasado es como creer a estas alturas en las hadas y en los unicornios.
Que Estados Unidos, el país donde el ratón Mickey toma las decisiones sobre la duración de su propio copyright, quiera defender a una industria porque le genera con sus insostenibles prácticas unos ingresos determinados no tiene nada que ver con que en otros países tengamos que estar de acuerdo con perseguir y multar con cantidades absurdamente astronómicas a ciudadanos que lo único que hacen es buscar alternativas a un mercado inexistente o directamente demencial. Si quieren evitar las descargas, propongan alternativas con catálogos completos, con modelos de precio razonables, con fórmulas de uso versátiles, y sin ventanas de explotación ridículas que den lugar a una carestía en el acceso. Mientras tanto… que se vayan con el timo de la lista a Sierra Morena.
No, en muchos países, la idea de endeudar de por vida o enviar a la cárcel a quienes hacen clic en un enlace porque no encuentran una manera razonable o atractiva de acceder a un contenido suena a auténtica desproporción y barbarie. En algunos países se piensa, y con razón, que es la industria, mejorando su oferta y adaptándose, la que tiene que solucionar su problema. En algunos países se deja libertad a los jueces para que con su independencia de otros poderes, decidan si algo es delito o no lo es. Algunos países opinan que en este tema, las cosas no se pueden simplemente «dejar como están», si hace falta metiendo en la cárcel o criminalizando a toda la sociedad para que no se mueva nada. Si eso nos lleva a estar en una lista, pues allá ellos con su lista.
A continuación, el texto completo del artículo:
El timo 301
Un año más, el lobby norteamericano de los contenidos presiona para que España vuelva a su lista 301. Supuestamente, la lista identifica a países cuya legislación sobre propiedad intelectual resulta “preocupante” para los intereses comerciales de los Estados Unidos.
En realidad, la lista 301 representa el chalaneo, el timo y las amenazas que la industria norteamericana aplica para defender la visión talibán y desfasada de un país que no tiene empacho alguno en “ajustar” sus legislación de propiedad intelectual a lo que marquen Disney, Hollywood o las discográficas. Un país que alarga la duración de los derechos de autor “casualmente” cada vez que al ratón Mickey le toca entrar en el dominio público, pretende “abochornar” a quienes sostenemos que la propiedad intelectual debe adaptarse al nuevo escenario digital.
Si sombreamos en un mapa los países que los lobbies de la propiedad intelectual ubican en su lista, lo sombreado excede notablemente a lo no sombreado. Si los Estados Unidos pretendiesen sancionar a todos los países de la lista, se autoexcluirían del comercio internacional. “Amenazar” a países como Canadá, Finlandia, Noruega, Chile, Israel, Italia o muchos otros que no han sido jamás sancionados tras años en esa lista es fútil. Amenazar a una China a la que los Estados Unidos no podrían sancionar ni aunque quisieran es estúpido.
Es absurdo tomar decisiones políticas por una lista que es, en realidad, un timo. Pertenecer a la lista 301 debería ser un orgullo: supone estar entre los países que pretenden adaptar la propiedad intelectual al escenario actual y reconvertir a las caducas industrias que explotan miserablemente a los artistas. Ningún país en su sano juicio debería aspirar a que su propiedad intelectual se gestionase de forma tan demencial como en los Estados Unidos. Ni son modelo para nadie, ni poseen legitimidad para serlo. Si en Estados Unidos quieren permitir que empresas caducas escriban sus leyes, allá ellos. A timar a otros.
ACTUALIZACIÓN (17/06/2014): Un estudiante doctoral de la George Washington University, Gabriel Michael, confirma lo que ya todos sabíamos… la lista 301 es un chiste, y de los malos…
Enrique, te has olvidado de que vives en España. Obviamente, un país serio se pasa esta «amenaza» por un sitio que no voy a mencionar para no ponerme vulgar, pero aquí no me extrañaría nada ver a todo la plana mayor del gobierno genuflexa en la embajada yanki.
Acabo de descubrir tu blog, y la verdad es que no soy muy aficionado a leerlos, pero parece que el tuyo esta cambiando esta dinámica, simplemente queria felicitarte (aunque un día tarde) y darte las gracias por todo el contenido y opinión que ofreces. Un Saludo!
La pelicula sobre Pirate Bay «TPB AFK: The Pirate Bay Away From Keyboard» habla muy interesante sobre el tema de derechos de copyright. Muestra que pasó a los suecos que iniciaron movimiento para compartir contenido, como actuó el gobierno.
Ha pasado con la DMCA (que fue aprobada incluso antes de que se inventase el p2p), con Hadopi, con la ley Sinde… la industria de contenidos consigue que se apruebe una ley liberticida, toda la sociedad a cargar con el peso de esa ley, y al poco tiempo ya tenemos de nuevo a la industria quejándose de que la mal llamada piratería sigue aumentando (¡menuda sorpresa!), y pidiendo otra ley todavía más liberticida que la anterior.
Con tanta inutilidad demostrada a la hora de proponer leyes, creo que está claro que el legislador debería fijarse en lo que pide la industria… para hacer justo lo contrario.
Hollywood el cine americano, es lo mas grande que hay desde hace un siglo lo mejor que le ha pasado a la Humanidad, como el nuevo cine americano Internet se cargue al viejo cine americano Hollywood, no habra merecido la pena esperemos que no ocurra
Hace seis años que no compro una película. No tengo la menor intención de cambiar de actitud mientras «ellos» no cambien la suya. Mi lista de decepciones por productos que he comprado y pagado a tocateja y luego no han reunido las condiciones mínimas de calidad, es demasiado larga para reflejarla en este comentario. Dvd sin subtítulos en castellano, sonido desicronizado, formato 4:3 o no disponibilidad en España. Uno de los ejemplos más flagrantes es la película «Naves Misteriosas» (Douglas Trumbull-1971). La compré en Dvd sin saber que venía formato 4:3, doblaje sudamericano y una calida de imagen de verguenza. Acto seguido la descargué de internet en perfecto castellano, formato 16:9 y con una excelente calidad de imagen. Yo me inyecto el cine en vena, pero estoy harto de que me insulten. Seguiré acudiendo a las salas siempre que pueda pero no volveré a «pasar por caja» para que unos sinverguenzas sigan hinchándo sus bolsillos a mi costa sin mover sus gordos culos de sus poltronas.
Estoy harto.
Visto desde el punto de vista de los intereses de una industria que no quiere que los modelos de negocio adaptados a Internet, avancen, y no quieren el acceso a material, aunque sea a un coste razonable, porque para ellos indica perdidas y/o mantener una industria que continua siendo referente en los debates sobre la industria cinematográfica, ese aumento del,plazo de los derechos de autor, me parece la única herramienta con la que pueden contar. A los millones de personas que viven de sus derechos de autor, pues imagino les alegrara mucho. Pero otra preocupación es luchar contra «el MIX».
Leyendo en el world económico forum, este informe: http://www.weforum.org/content/creative-content-digital-world me situó por un momento del lado de los clientes que han querido saber como obtener rendimientos a través de los derechos de propiedad intelectual/industrial. Y siguiendo el razonamiento anterior les habría dicho: Si quieres operar de manera global en Internet sabiendo que tu servicio puede ser adquirido por tres países concretamente, te diría: registra tu marca en esos tres países. Pero si potencialmente puede ser cliente, cualquier país, pues tu servicio es adaptable, es viable registrar la marca en todos los potenciales países, para una empresa que inicia? Y en cuanto al contenido, también quieren protegerlo, todos los activos digitales que pueden llegar a generar y aquí si, comento que esos activos digitales los valoraremos de otra manera, pero, que hasta que punto tiene sentido, protegerlos todos, pues seria inviable. Entonces se suscitan formulas que van mas allá del derecho de propiedad intelectual pero que obtienen igualmente otros beneficios económicos. Llegamos a valorar el aprovechamiento de una licencia para rediseñar sobre ella. Debía el resultado, protegerse o valorar se desde otra óptica??
Resulta curioso el comentario 006…parece, leyendo a los defensores de la distribución clásica, que en Hollywood no hai gente tan gorda y sinverguenza como KD, pero da la casualidad de que lo que sobra en H es grasa y piratas de todo tipo…
Desgraciadamente parece que van a conseguir timar a España…
Aquí el gran problema no son los yankis sino los infiltrados que hay en todos los estamentos, dispuestos a hacerles la rosca a su trasnochada industria del entretenimiento. Actores, actrices, directores de cine, músicos, intérpretes y hasta escritores se prestan al juego de la persecución de los usuarios.
Os dejo aquí una perla que nos soltó hace nada Ángeles Caso, en la Cadena Ser, en donde interpreta y manipula de una manera torticera el informe anual sobre los hábitos de lectura. En dicho informe se habla exclusivamente de descargas gratuitas y de descargas de pago, lo que esta señora interpreta como «descargas piratas», y que además y según sus propias palabras «lo triste es que nos definen como país». Pasa por alto el hecho de que dentro de ese grupo de descargas gratuitas estén libros con licencia copyleft o del dominio público, distribuidos en cómodos OPDS que añadimos a nuestros también gratuitos gestores (programas y apps) de biblioteca, como Calibre, Book Reader, etc., y que por tanto no suponen la violación de los derechos de nadie, en ninguna parte del mundo, ni siquiera en aquellas zonas donde se han embutido la legislación encorsetada y becerril yankiloide. Ni que decir tiene que dentro de las comparaciones que hace de la situación española con respecto a otros países, ni se le pasa por la imaginación comparar el precio de los libros, o la cantidad de bibliotecas.
En dicho informe además se destaca que leemos cada vez más, y que si bien estamos por debajo de la media europea, el número de lectores tanto habituales como ocasionales crece paulatinamente, algo que debería ser motivo de regocijo. Sin embargo para esta señora eso no cuenta, ya que no los compramos. Habría quizás que recordarle a ella que solo los necios confunden valor y precio, que si ella cobra poco de sus libros quizás sea porque los contratos con las editoriales son abusivos amén de anacrónicos y no porque la gente se baje cosas de Internet. Tampoco estaría mal indicarle que los soportes digitales demuestran que la distribución de contenidos eficaz y a un precio justo mejora el nivel cultural de la población. Algo necesario si queremos tener posibilidades de recuperar y mejorar la sociedad de bienestar.
Pues lo que se viene es peor, parece ser.
http://tinyurl.com/b2u3274
La industria del ocio, ha perdido el monopolio de la venta y distribución de sus productos en manos de otras empresas que dominan el mercado digital de Internet.
Ven como sus arcaicas reglas de control del mercado caen bajo el peso de Internet que tiende a universalizar y dar acceso absoluto a todo cuanto se crea a nivel de contenidos de ocio y cultura.
Esto me recuerda la fabula del junco y la encina,
http://www.vivirdiario.com/cuentos-infantiles/fabula-del-junco-y-la-encina/
La industria del ocio es la encina, Internet el junco, que vayan pensando en ello.
Tony-tux:
En efecto, pretenden ilegalizar la copia privada en casi todos los casos. Lo más triste es que esta nueva versión del borrador (publicada por la Asociación de Internautas) es peor que la anterior (publicada hace meses por Pirates de Catalunya). En esta nueva versión se ilegaliza incluso el grabar una canción de la radio o una peli de la tele.
Acaba por ser cómico, de tan estúpido que es. Millones de personas de este país van a infringir la ley por hacer lo que han hecho toda su vida. Hasta Montadito será un malvado pirata, cada vez que grabe una peli de Canal+.
Por supuesto, una vez prohibida la copia privada, la siguiente fase será perseguir cualquier aparato cuya finalidad sea infringir la ley. Nuevamente podemos usar el PVR de Canal+ como ejemplo. El time shifting (pausa en directo) seguirá siendo legal, pero el grabar la peli completa para tenerla no. Por tanto, un PVR que incorpore la capacidad de grabar la peli completa, al estilo de un VHS, sería ilegal, dado que todo uso del botón de grabar sería ilegal en ese aparato.
En un VHS todavía se podría alegar que puede ser usado para copiar el vídeo de tu boda, pero esa defensa no sería posible en el PVR de Canal+.
Se me olvidaba, el enlace al borrador:
http://www.internautas.org/archivos/mod_LPI_2013.pdf
He debido escribir mal el código HTML de los enlaces anteriores.
Aquí os dejo el comentario de Ángeles Caso:
http://www.cadenaser.com/opinion/audios/mirada-angeles-caso/csrcsrpor/20130211csrcsropi_7/Aes/
El Informe anual sobre los hábitos de lectura y compra de libros 2012:
http://www.mcu.es/libro/docs/MC/Observatorio/pdf/Habitos_lectura_2012.pdf
El enlace que había puesto sobre los OPDS: http://opds-spec.org/about/